martes, 31 de diciembre de 2024

Mejores lecturas 2024.

 



Toca hacer balance de este año 2024, al que esta medianoche despedimos. En lo que a lecturas se refiere, fue un año muy gratificante, salvo muy contadas excepciones. Han sido un total de 54 libros los leídos y 54 los reseñados

Como es habitual en estos casos, es muy difícil elegir las mejores lecturas. Dada la gran calidad, decidí elegir las doce que me parecieron destacar entre las demás, si bien con la duda presente, incluso en estos momentos en que las doy a conocer, por riguroso orden alfabético




-La armada de Dios, de Julio Alejandre Calviño.


-Tu voz invisible, de Javier Arias Artacho.


-La extraordinaria historia de Jaime I el Conquistador, de Juan Ramón Barat.


-Ciudad de cenizas, de Kike Corella.


-Sin latido, de Yolanda Cruz Ayala.


-Las ratas, de Miguel Delibes.


-Venganza, de Javier Díez Carmona


-Hambre de gloria, de Víctor Fernández Correas


-La heredera del mar, de Juan Francisco Ferrándiz


-Prohibida en Normandía, de Rosario Raro


-Un testigo llamado Cervantes, de Begoña Valero


-Bajo la luz del eclipse, de Mercedes de Vega








jueves, 26 de diciembre de 2024

Reseña La espía de Franco, de Basilio Trilles.


 








Datos técnicos:





Título: La espía de Franco.

Autor: Basilio Trilles.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: Abril/2018.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-17229-43-3.

Nº páginas: 416.





Sinopsis:





Letizia, heroína de la guerra civil española y miembro del servicio de espionaje del Ejército sublevado, ocupa un puesto de confianza en la Secretaria General del Movimiento. En plena posguerra es agente del OSS norteamericano, con la aquiescencia del general Franco. Mujer de mundo, libertina y refinada, su corazón sigue siendo de Miguel Campos, un miliciano anarquista al que abandonó en el Madrid sitiado de 1937.

Ambos se siguen amando desde la distancia y el desconocimiento de la suerte que ha corrido cada uno de ellos. Letizia, que mantiene una relación meramente sexual con un diplomático norteamericano, anhela el reencuentro y tiene la corazonada de que el amor de su vida está vivo y lucha con las tropas aliadas que, en esos días del verano de 1944, intentan liberar a Europa del nazismo. No se equivoca, Miguel es uno de los españoles que protagonizan la liberación de París. Dado por desaparecido en combate, cruza los Pirineos para intentar acabar con el dictador... pero antes buscará a Letizia.

"La espía de Franco" es una novela asombrosa, un thriller histórico que tiene como escenarios Madrid, París, Barcelona o Boston y la liberación de la capital francesa por republicanos españoles de la División Leclerc. Muchos de sus protagonistas, por sorprendente que resulte, son personajes reales que Basilio Trilles rescata del anonimato para narrar con estilo vibrante uno de los episodios más desconocidos de nuestra historia reciente.





Opinión Personal:





De la novela histórica me atraen determinadas épocas de la historia, porque a menudo me encuentro con episodios que me interesan, bien porque me resultan desconocidos determinados hechos o personajes que los protagonizan, o por el enfoque que le confiere el autor de turno. En este caso, la novela elegida es La espía de Franco, de Basilio Trilles (Castellón, 1960), porque la sinopsis es muy atractiva y, pero, obre todo, por hechos y personajes desconocidos, al igual que le da un enfoque muy objetivo a la trama -lo que es de agradecer- dado que su desarrollo transcurre entre la Guerra Civil Española, el fin de la II Guerra Mundial y los primeros años del franquismo. Sin embargo, reconozco que la lectura se me hizo un tanto pausada e incluso me dije que me sobraban algunos episodios que no aportaban mucho a la trama; lo que no deja de ser una apreciación mía; pese a ello, me gustó y no dudo en recomendar su lectura.

(Desfile de La Nueve en París-1944)
Como acabo de comentar en el párrafo anterior, y dada la objetividad del narrador omnisciente, en todo momento tuve la sensación de que era una voz en off quien me hizo revivir en vivo y en directo los hechos que se desarrollan en las diferentes localizaciones. de la trama, buena parte de ellos reales, lo que le confiere a la novela el carácter de testimonial, y en las ficticias se percibe el rigor documental para que surtan la impresión de que bien pudieron haber sucedido en la realidad.

Me gustó mucho el punto de partida de esta ficción, porque surge de la historia de amor que se fragua entre el anarquista Miguel Campos y la joven miliciana Letizia Heredia-Espinosa Jefferson, quien en realidad es una espía infiltrada del ejército sublevado. Pese a que ésta decide abandonar el Madrid sitiado en 1937, ambos protagonistas sueñan con reencontrarse, por lo que afloran en ellos los recuerdos de los intensos momentos que vivieron en pareja. El escritor castellonense sabe sacarle mucho provecho a dos personajes que me resultaron muy atractivos, uno real y la otra ficticio, porque protagonizan dos subtramas muy entretenidas, pese a lo que comenté en las últimas líneas del primer párrafo de esta reseña. Subtramas de las que el lector recibe cumplida información a través de la voz narrativa mediante capítulos alternos titulados, en los que se mantiene la intriga a lo largo de su desarrollo. Una intriga que conduce a preguntarse si ambos lograrán reencontrarse en la capital de un país que vive una posguerra con una férrea vigilancia para afianzar el nuevo orden, como lo llaman el dictador y sus afines, quienes no dudan en continuar con las represalias contra los derrotados republicanos, pese a la mala imagen que estas drásticas medidas muestran a los países aliados, que luchan por derrotar al nazismo en Europa.

El autor es consciente de que Miguel Campos y Letizia Heredia-Espinosa son un gran reclamo por lo que representan y sabe sacarles todo el partido posible para que el lector sienta interés por todos los episodios que protagonizan. Miguel Campos tiene un férreo convencimiento en sus ideales libertarios, que lleva a la práctica: siempre dice que no lucha por un país ni por una bandera, sino que el objetivo que tiene es liberar a Europa del nazismo al igual que, como adelanta la sinopsis, quiere atentar contra Franco para liberar a su país de la dictadura que lo aprisiona. Letizia Heredia-Espinosa es una mujer que sabe cómo utilizar las bazas que tiene para alcanzar los objetivos que se marca, consciente de que es considerada una heroína porque no dudó en arriesgar su propia vida en beneficio del bando sublevado, aunque siempre con la mente puesta en el destino que le deparó a su familia en la contienda fratricida.

(Periodista César González-Ruano)
A lo largo de los capítulos, Basilio Trilles ofrece un magnífico testimonio de lo que sucede en España durante los primeros años de la posguerra. La voz narrativa incide en varios episodios en el lema utilizado por el gobierno golpista: «ni un español sin lumbre, ni un español sin pan», pero la realidad es muy diferente porque, sobre todo a través de los ojos de la protagonista, se reflejan las limitaciones que hay en la capital, y que se redoblan, sobre todo, en los más desfavorecidos. Limitaciones que podrá comprobar en primera persona ante las penurias y las dificultades a las que se ven abocados los antes citados, sobre todo a la hora de encontrar medicamentos que puedan ayudarles a salvar las vidas de sus seres queridos, como se refleja en un hecho impactante que se describe, sin sensacionalismo alguno, de tal forma que no deja indiferente. Estos episodios influye en la percepción que tiene sobre las directrices marcadas tras la cruzada de liberación, como llaman los golpistas a la lucha contra el poder legalmente establecido, lo que me llevó a estar muy pendiente del desenlace que nos espera, porque se intuye que lo que acabo de comentar puede influir en el mismo de alguna manera. También se resalta el papel del mercado negro o estraperlo, porque es al que pueden acudir los pocos que tienen posibles para abastecerse de los productos que que no se pueden conseguir con las cartillas de racionamiento. Un estraperlo al que acuden los afamados establecimientos de restauración del país para tratar de satisfacer las exigencias de sus pudientes clientes.

Otro aspecto interesante es la evolución de la Segunda Guerra Mundial, porque los aliados y algunos miembros del régimen presienten que se acerca el final de este conflicto bélico y de la pesadilla nazi, tras el éxito del desembarco de Normandía y la toma de París por los aliados. Una evolución que atrae por lo que ya comenté en esta reseña, dado el papel que desempeña la compañía conocida como La Nueve, y en particular el arrojo del suboficial Juan Campos. En este sentido, hay escenas que atrajeron mi atención, por el significado que tienen para quienes fueron soldados del ejército republicano durante la Guerra Civil Española. Una significación de la que también se hace eco en España, si bien la intención del régimen del régimen es otra. Una intención en la que se percibe el interés de Franco ante la más que probable derrota nazi y las maniobras que realiza al respecto, lo que origina una serie de situaciones que provocan intriga, a la par que desconcierto, entre sus acólitos.

Por las páginas de La espía de Franco transitan un interesante elenco de personajes, ficticios y reales, y que son un fiel reflejo del momento histórico que viven, e interactúan de forma muy natural entre unos y otros. A lo largo de la reseña ya comenté el papel que desempeñan los dos protagonistas. Dos protagonistas que están flanqueados por un elenco muy atractivo de secundarios, Franco incluido. Personajes secundarios que desempeñan un papel interesante, tanto los que guardan relación con Miguel Campos como los que comparten espacio político con Letizia. El autor rescata algunos históricos, la mayoría desconocidos para mí, sobre todo por la subtrama protagonizada por el republicano anarquista, entre los que atrajeron mi atención la figura del teniente Amado Granell, Emilienne Morin, la que fuera compañera sentimental del líder libertario Buenaventura Durruti, el papel del policía español en París, Pedro Urraca Rendueles, o la presencia del periodista César González-Ruano. Entre los personajes que conforman el elenco de afines al nuevo régimen sobresalen el mismísimo Francisco Franco «Caudillo de España por la gracia de Dios», como rezaba en el anverso de la peseta, su primo y mano derecha Francisco Franco Salgado-Araújo, conocido como Pacón o el que fuera ministro secretario general del Movimiento José Luis Arrese. Aunque guardan relación con la espía elementos nazis que realizan trabajos de espionaje en España, caso del enlace de la policía alemana Heinrich Singer, y que originan escenas de acción y algunos fallecidos por muerte violenta, por lo desempeñan también una labor trascendental el comisario Laureano Buendía y el inspector Andrés Ramírez, cuya presencia destaca en el tramo final de la novela.

(Palacio de El Pardo-Madrid)
Pese a lo que comenté en la reseña sobre el ritmo pausado del narrador omnisciente y el que me sobraran algunas páginas que no aportan escenas de interés a la trama, me gustó La espía de Franco. El lector se encontrará con una novela muy bien escrita, dos protagonistas que no dejan indiferentes por lo que significan ambos, y una visión muy objetiva sobre lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial y los primeros años del franquismo, relatado por un narrador omnisciente, de tal forma que ofrece la sensación de volver a presenciar lo vivido durante este período reciente de nuestra historia, dado el rigor documental de su relato, en el que ofrece una imagen más cercana a la realidad de lo que era España en aquel entonces.




Biografía:




Basilio Trilles (Castellón, 1960) es periodista y escritor. Cursó estudios superiores de Periodismo, Ciencias de la Información, en la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia. En su larga carrera profesional ha sido director de los periódicos Castellón Diario (1987/1991) y Heraldo de Castellón (2003/2005). Jefe de Prensa del ayuntamiento de Castellón (1983/1985), director del Gabinete de la Alcaldía del citado consistorio (1991/2003). Desde 2005 es director de Altavista Comunicación. Autor de las novelas ‘El español de la foto de París’ (Inédita, 2009), ‘Tiempo de valientes’ (Planeta, 2012) e ‘Ilustrísimo canalla’ (AK Digital, 2014). Ha escrito varios libros divulgativos sobre el mundo de la mar. Entre los premios y galardones obtenidos cabe destacar el I Premio Día del Mar del Ministerio de Cultura y el I Premio Fuerzas Armadas de la III Región Militar. Ha participado como ponente en los cursos de verano de la Universidad Jaume I. En distintos periodos profesionales, colaboró con Radio Nacional de España, Cope y la Cadena SER. En la actualidad escribe en las páginas de opinión del diario Levante y es colaborador habitual de los ciclos literarios de Ámbito Cultural de El Corte Inglés.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomadas de Amazon. Fotografía del autor tomada de la web de Castellón Plaza. Fotografía del desfile del ejército aliado en París, en 1944, tomada de Wikipedia. Fotografía del periodista César González-Ruano tomada de la web Zenda. Fotografía del Palacio de El Pardo tomada de Wikipedia.








jueves, 19 de diciembre de 2024

Reseña La flor del azafrán amarillo, de Laila Ibraihim.

 



            






Datos técnicos:




Título: La flor del azafrán amarillo.

Autora: Laila Ibrahim.

Editorial: Amazon Crossing.

1ª edición: Diciembre/2015.

ASSIN: B0143CU0X2.

Idioma: Español.

Nº páginas: 278.






Sinopsis:




«Mattie nunca fue del todo mía en realidad, y la conciencia de este hecho tenía que haberme colmado con la misma prontitud y certeza que la leche de sus senos. Pese a ser “posesión” de mi familia, pese a hallarse en el centro mismo de mi universo, sus afectos más profundos habitaban en otra parte. Por eso el consuelo de tenerla iba de la mano del miedo a perderla un día. La que sigue es nuestra historia».

En el instante de nacer, Lisbeth se ve apartada de su madre y queda a cargo de Mattie, una esclava a la que han separado de su propio hijo para que ejerza de ama de leche. Comienza así una relación intensa que conformará la vida de ambas durante décadas. Es Mattie, y no su familia, quien le enseña a disfrutar de las pequeñas cosas, quien le abre los ojos ante la injustica de la esclavitud, quien le enseña a amar incondicionalmente.

Pero ¿es posible que dos mujeres de origen tan dispar compartan semejante vínculo sin consecuencias? Este relato conmovedor de amor improbable sigue el viaje emprendido por cada una de ellas en busca de su propia libertad.





Opinión Personal:





La flor del azafrán amarillo, de la escritora estadounidense Laila Ibraim, tiene una trama muy atractiva y entretenida, basada en la esclavitud en Estados Unidos, tal y como se percibe en este país en el siglo XIX, sobre todo en los estados sureños. Unos estados sureños en los que, como sucede en el de Virginia, - «Todos los siervos llegados o traídos al país...que no fueran cristianos en su nación de origen...serán tenidos por esclavos. Todos los esclavos negros, mulatos o indios que habiten estos dominios...serán considerados bienes raíces». - (cap. 3), se amparan en la legislación aprobada por su Asamblea y la defienden para aprovecharse de una base legal que les respalda utilizar seres humanos traídos a la fuerza desde sus orígenes como mano de obra barata, comprados a negreros, como una propiedad más de entre sus posesiones. De hecho, defienden con vehemencia el bien que les hacen a los esclavos: «No le entra en la mollera lo que nosotros ofrecemos a los negros: una vida segura en sus necesidades fundamentales» (cap. 3).

(Ferrocarril Clandestino-USA, s. XIX)
Laila Ibrahim planifica y desarrolla una trama desde una perspectiva que no deja indiferente. Una trama que parte de las encorsetadas costumbres de la sociedad sureña de la época en la que se desarrolla: las madres de la alta sociedad virginiana del siglo XIX no aceptan tener que amamantar a sus hijos recién nacidos, y utilizan como nodriza alguna de sus esclavas, sobre todo si ya tienen hijos y están en edad de procrear, caso de Mattie, reclamada para que sea la ama de la hija de Ann Wainwright.

La flor del azafrán amarillo tiene un claro trasfondo histórico, cuya trama se desarrolla entre 1837 y 1859, poco antes de que estalle la guerra civil entre el ejército Unionista y el Confederado. Un trasfondo histórico que la autora refleja a lo largo de los capítulos en las situaciones que viven los personajes, que sirven para que la voz narrativa aclare lo que sucede, y que entiendo resultan interesantes para comprender la reacción de unos y otros en el hecho de turno, en donde no faltan alusiones a quienes tratan de conseguir la libertad, hartos de estar sometidos a jornadas inhumanas que realizan y el trato vejatorio que reciben en los ingenios azucareros o en las plantaciones de tabaco, como este es el caso, al igual que las consecuencias que se derivan de los riesgos que corren por alcanzarla, y que se puede comprobar en determinadas fases de esta novela.

La portada y el título suponen un gran atractivo para quienes se interesen por la historia que se adelanta en la atractiva sinopsis. La mano blanca de una niña agarra la negra de alguien por la que da a entender que siente aprecio, porque no duda en mantener una estrecha relación con una persona de diferente raza a la suya. Pero es que el título también incita a la intriga y lleva al lector a preguntarse qué relación puede tener con la historia de esta emotiva y conmovedora historia. Una vez que se suceden los 27 capítulos más el prólogo y el epílogo, indican que la autora tenía muy claro el significado que tiene, y que desempeña un papel trascendental en la trama.

El prólogo de esta novela es para enmarcar, por el alegato que hace la narradora sobre lo que significó para ella su relación con Mattie, la nodriza, quien lo fue todo para ella, pese a que era consciente del papel limitado que le correspondía a esta mujer por su condición de esclava. Un prólogo que sirve como adelanto a una historia en la que el amor incondicional está muy presente, porque «Es la historia de mi amor por Mattie y supongo que la de su amor por mi». Un amor que se manifiesta en cada uno de los capítulos por las vicisitudes que acompañan a ambos personajes. Unas vicisitudes que, sobre todo, marcan el ciclo vital de la joven Elizabeth Wainwright, y que le ayudan a defender una percepción muy diferente a la que tiene su familia sobre el mundo que le rodea, lo que provocará una serie de situaciones tensas en las que se teme por el futuro que elige la joven ingenua, dada la vehemencia con la que defiende sus principios.

(Orbelin, Ohio, USA)
Me ha gustado mucho la ambientación de la novela. Una ambientación en la que destaco el carácter costumbrista de las clases altas del valle en el que se desarrolla esta ficción, pero también de las pobres condiciones en las que viven los esclavos en las míseras cabañas que tienen por hogar. Entre los primeros me llamó la atención las reuniones sociales que mantienen, no sólo para resaltar ante los demás su poder adquisitivo, sino también para que sus vástagos comprendan cuál es el matrimonio que más les conviene para favorecer sus intereses. Entre los segundos, me atrajo la sencillez con la que viven su día a día, pese a las escasas o nulas pertenencias que poseen, aunque procuran ayudarse para que la vida les sea más llevadera, dentro de las extremas condiciones que les rodean. En ambos casos, el lector se encontrará con unas escenas descritas de forma breve y concisa, pero muy visuales, por lo que podemos imaginarnos cómo son las escenas que relata la voz narrativa.

Laila Ibrahim perfila unos personajes muy reales, creíbles, diría que de carne y hueso, y que representan a la sociedad estadounidense esclavista del siglo XIX. Personajes en los que se resaltan los rasgos psicológicos que los definen, al igual que sus sentimientos y emociones, que se manifiestan a flor de piel en los episodios más álgidos, sobre todo si la vida de alguno de ellos corre serio peligro, dadas las decisiones que se ven obligados a tomar en circunstancias que se presumen adversas.

Me gustó mucho La flor del azafrán amarillo. Laila Ibrahim desarrolla una historia conmovedora, cautivadora y sobrecogedora, que no deja indiferente, en el que describe con gran realismo lo que fue la esclavitud en el siglo XIX en Estados Unidos, en este caso en el estado sureño de Virginia. La novela se lee con interés y ritmo fluido y está escrita con un lenguaje sencillo pero cuidado, en la que resalto los ágiles y dinámicos diálogos que mantienen los personajes, a la par que describe con claridad y precisión unas escenas muy visuales, que ayudan a que nos podamos imaginar su desarrollo, al igual que los parajes por los que transitan.





Biografía:




El amor más allá de las diferencias, un tema complejo sobre el que Laila Ibrahim puede llamarse una experta. Su pasión por el ser humano comienza con sus estudios en Psicología y Desarrollo Infantil, que luego evolucionan hacia un postgrado en Desarrollo Humano que le permite profundizar en la teoría del apego desde la perspectiva multicultural. Su gran necesidad de estar en contacto con niños, le motiva a abrir su propia escuela.

Sus vivencias personales son pues, el bagaje que necesita para construir la historia de Mattie y Lisbeth, que publica bajo el nombre The Yellow Crocus (La flor del azafrán amarillo) y que, hoy en día, es una lectura recomendada en los Estados Unidos para conocer y comprender ese capítulo de la historia, el de la esclavitud, desde una perspectiva más humana.




Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de Amazon. Imagen del Ferrocarril Clandestino tomada de Wikipedia. Imagen de Orbelin (Ohio) tomada de la web The Cleveland Memory Project. 











jueves, 12 de diciembre de 2024

Reseña Hambre de gloria, de Víctor Fernández Correas.


 

                          

                     

                             







Datos técnicos:




Título: Hambre de gloria.

Autor: Víctor Fernández Correas.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Junio/2024.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-350-6268-8.

Idioma: Español.

Nº páginas: 704.





Sinopsis:






Fernando Álvarez de Toledo sabe que no le queda demasiado tiempo de vida. Desterrado en el castillo de Uceda por orden del rey Felipe II, a quien tanto y tan bien ha servido, como antaño a su padre el emperador Carlos, ha quedado en el olvido de su majestad. Pero no de la corte y, así, cuando se inicia la campaña de Portugal por la que el rey reclama el trono, será él el nombrado por todos para comandar los ejércitos del rey.

Aun cansado, doliente y con muchos años a sus espaldas, el tercer duque de Alba acepta la encomienda. Se jura que Felipe II ascenderá al trono de Portugal, y más pronto que tarde. Nadie sabe más que él acerca de la guerra, pues la batalla es su mundo. A su lado tendrá a su hijo bastardo Hernando, aquel que más se le parece; a su maestre de campo Sancho Dávila y al capitán general del Mar Océano, don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, entre otros. Una vez más volverá a demostrar que es el mayor genio militar que nadie recuerde. De ello depende su honor. Y con ello saciará, al fin, su hambre de gloria.

Soldados de leyenda, glorias de las letras españolas, esclavos africanos dispuestos a empuñar una pica con la promesa de libertad y mujeres que ocultan su condición y claman venganza son algunos de los personajes de esta nueva novela de Víctor Fernández Correas. Un homenaje a un personaje, el duque de Alba, tan denostado por algunos como amado por otros. Una trama llena de pasión, vida y misterios del alma humana que nos llegará al corazón.





Opinión Personal:





Si Edhasa dice en la sinopsis de Mülhberg (reseña) que es la mejor novela escrita hasta la fecha sobre esta batalla y el emperador Carlos I, Hambre de gloria es un relato magistral y un novelón con mayúsculas en el que Víctor Fernández Correas (Saint Denis, Francia, 1974) reivindica la figura de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, a la sazón III duque de Alba, desterrado por el monarca Felipe II en la fortaleza de Uceda (Guadalajara). Un duque de Alba que no deja indiferente a lo largo de los capítulos porque, en mi opinión, es un gran aliciente para mostrar interés por la gran personalidad que emana este militar y estadista, del que me fascinó no sólo su visión como gran estratega, sino también la gran humanidad que destila su persona, en la que destaco los rasgos intimistas que se manifiestan en varias fases de la trama. En este sentido, no tienen desperdicio los diálogos que mantiene con su hijo Hernando de Toledo y los recuerdos que dedica a su esposa, consciente de que a él le queda poco tiempo de vida, y sobre lo que reflexiona en varios episodios.

(Duque de Alba)
Quienes hayan leído Mülhberg reconocerán de nuevo en Hambre de gloria el estilo característico, certero y ameno con el que el autor nacido en tierras galas, pero declarado extremeño de cuna, relata curiosidades de la historia en las redes sociales. Un estilo que ayuda a que nos enfrentamos a las 700 páginas que conforman esta historia porque, una vez que entramos en faena, fluyen de tal forma que nos olvidamos de la extensión de semejante tocho. No es sólo porque está estructurada en 79 capítulos más un prólogo y un epílogo, sino también por la variedad de situaciones que viven los personajes que las protagonizan, y de las que el lector es informado puede decirse que en tiempo real, tal y como están fechados los capítulos y subcapítulos que lo conforman.

Pese a lo que acabo de comentar en el primer párrafo sobre el hecho de que el Habsburgo reclame al duque para sus propósitos de coronarse como nuevo rey de Portugal, el gran militar no las tendrá todas consigo mientras dura la campaña bélica en este país. Sin duda alguna, el prólogo y el primer capítulo son un buen punto de partida para imantar al lector. Y es que los capítulos se suceden de tal forma que incitan a estar muy pendiente de las reflexiones que vierte el duque de Alba sobre la opinión que tiene el monarca español hacia su persona, y que se confirmará en el sentido inverso en más de una ocasión a lo largo del relato de la voz narrativa. En estos primeros compases se fragua la decisión que toma Felipe II sobre el nombramiento del militar idóneo para dirigir al ejército que organiza para enfrentarse a su primo el prior de Crato, porque está en juego el ganarse por derecho propio la vacante dejada en la corona del reino de Portugal, al no haber candidato directo alguno. Una decisión que viene precedida de un intenso e interesante cambio de pareceres con su secretario real, Mateo Vázquez de Leca.

Víctor Fernández Correas aborda la conquista de Portugal con tal dinamismo que la vuelve muy atractiva. Desde las primeras páginas, me familiaricé con una serie de personajes que le confieren a la trama grandes dosis de intriga, acción, traición y conspiración. En este sentido, el autor jugó con acierto las bazas que le sirven para enriquecer la trama principal. Y es que desde los primeros episodios se percibe que alguien mueve los hilos de un asunto turbio, lo que origina una subtrama muy interesante por los derroteros que generan una serie de movimientos sospechosos que me llevaron a conjeturar que tienen como objetivo la empresa encargada a Fernando Álvarez de Toledo, aunque sin tener muy claro hacia quién están dirigidos. Una subtrama que se encadena con un hecho histórico como el de la batalla de Lepanto y la figura de Miguel de Cervantes. Sin duda alguna, el autor lo borda en estos episodios por el claro nexo que hay por lo que sucede entre ambos.

Pero también atrajo mi atención otra línea argumental que tiene origen en las costas africanas de Senegal, en donde se desarrollan crudas escenas que cambian para siempre la vida de quienes moran en el poblado invadido por los negreros, que trasladan su preciada mercancía en condiciones infrahumanas hacia tierras en las que la mayoría de ellos son vendidos a propietarios que se aprovechan de su condición de esclavos. Propietarios que descargan su ira sobre sus carnes ante el más mínimo error que comenten, como se podrá comprobar en varios episodios, aunque también los hay que son más permisivos porque los tratan como seres humanos, lo que se refleja en una serie de situaciones en las que se resalta la incómoda relación que mantienen sus amos, y que influye en el devenir de sus esclavos, ambos procedentes del mismo poblado senegalés.

(Prior de Crato)
La novela tiene también el aliciente de que la voz narrativa incita a estar muy pendiente de todo el desarrollo de la campaña militar, que se fragua en los diferentes consejos de guerra que se celebran para preparar la estrategia a seguir, pero también para tener muy organizado todo lo relacionado con la intendencia necesaria para alcanzar el objetivo final deseado, al igual que la solución a imprevistos que puedan surgir. Quizás esto pueda parecer un tanto tedioso aunque, sin embargo, me resultó muy didáctico por cómo se aborda esta faceta, porque la estrategia a seguir la intercala también entre los diálogos que mantienen los mandos militares implicados, de tal forma que las conversaciones me resultaron muy atractivas por el lenguaje empleado, lo que es de agradecer. A lo que acabo de comentar añado que el relato de estas escenas en absoluto interrumpen el ritmo narrativo. De hecho, se refleja en las descripciones que se ofrecen sobre los diferentes combates, rendición de plazas, y en especial, la decisiva batalla del río Alcántara. En este sentido, sobrecogen episodios en los que se toman medidas muy drásticas ante la negativa de los defensores al no rendir la plaza de turno a los españoles, o bien ante los desmanes que comete la tropa una vez que es conquistada, por lo que al duque de Alba no le queda otra opción que ordenar un sumarísimo castigo para contener a los incontrolados saqueadores. Estas escenas que se relatan son muy visuales, por lo que el lector se puede hacer una clara idea de las rendiciones o los castigos a los que me acabo de referir, al igual que sobre el desarrollo de los combates entre ambos ejércitos en los diferentes flancos, en especial en la batalla ya citada, con el atractivo de que se narran de forma generalizada y no centrándose en determinados focos entre soldados de ambos bandos, salvo en muy contadas excepciones, dada la particularidad y trascendencia para la batalla que pueda deducirse de ese puntual choque armado.

Un apartado a tener muy en cuenta en las novelas de Víctor Fernández Correas es el perfil de los personajes que transitan por sus páginas. Personajes que construye con celo porque muestra el lado más humano de cada uno de ellos, lo que se refleja incluso en el más mínimo detalle en las relaciones que mantienen con quienes comparten elenco. Está claro que es consciente de que en circunstancias extremas como estas tiene que reflejarse lo mejor y lo peor del ser humano, porque en una guerra hay situaciones para que uno muestre lo que lleva dentro, tanto si es para encararse con el enemigo como para mostrar que también puede estar al lado de quien necesita su ayuda cuando la situación se requiere, sobre todo si está en peligro su vida. En estas circunstancias salen a relucir la solidaridad, la camaradería, la amistad, el respeto, la nobleza y la lealtad porque son conscientes de que a cualquiera de ellos les puede pasar lo mismo y son correspondidos con actos similares, pero también tienen muy claro que, si no cumplen con su deber, pueden comprometer la integridad física de quienes comparten con ellos el destino al que se enfrentan.

De nuevo me encuentro con personajes inolvidables que merecen mi atención por el papel que desempeñan a lo largo de los capítulos, tanto ficticios como reales, que interactúan de forma muy natural entre ellos, a través de los que se refleja lo que comento en el párrafo anterior. Fernando Álvarez de Toledo es el protagonista indiscutible, y está rodeado por un elenco muy atractivo, que protagonizan toda una serie de situaciones de las que da debida cuenta la voz narrativa. Junto al duque de Alba nos encontramos con el prior de Crato, autoproclamado rey de Portugal como Antonio I, al igual que el papel que desempeña en la trama el maestre de campo Sancho Dávila, o los quebraderos de cabeza que le da al duque el italiano Próspero Colonna porque, pese a las órdenes recibidas, hay episodios en los que las interpreta a su manera. Entre los ficticios fue Íñigo Sánchez de quien estuve más pendiente, sobre todo por el papel que desempeña en la subtrama a la que me refiero en el cuarto párrafo de esta reseña, al igual que Inés Arias, mujer soldado que clama venganza, y que da origen a una serie de situaciones tensas entre quienes guardan relación con el antes citado, como el sevillano Ginés Castro y Rodrigo de Cervantes, ya liberado de su cautiverio en Argel. No deja indiferente el esclavo Ebou y su relación con el militar portugués Cristóbal Freire, al igual que la que mantiene con Nyima, con quien protagoniza una serie de episodios que le sorprenderán, tras el rechazo que recibía de esta muchacha en su aldea, y el papel que desempeña entre ambos la intervención de Isatou, hermana fallecida del joven esclavo.

(Batalla del río Alcántara, s. XVI, Portugal)
Con Hambre de gloria  Víctor Fernández Correas se encumbra en el panorama literario nacional como un autor destacado en la novela histórica patria, con una trama en la que reivindica la figura del gran militar que fue Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba. El lector se encontrará con un personaje que no deja indiferente, porque a lo largo de los capítulos muestra el lado más humano de este estratega, en el que se resaltan los rasgos intimistasporque dada su edad y sus achaques es consciente de que no tardará en disfrutar del ansiado descanso eterno. La trama es muy adictiva y de ritmo fluido, pese a las 700 páginas que conforman esta novela, pero en la que se encuentra con situaciones muy dinámicas y visuales, a la par que sobrecogedoras, en las que se describen los diferentes combates, rendición de plazas, en especial la decisiva batalla del río Alcántara. Situaciones en las que la intriga, la acción, la traición y la conspiración están muy presentes, en una trama que se complementa con hilos secundarios muy atractivos que nos llevan a la batalla de Lepanto y a Argel, pero también a la costa de Senegal en donde son apresados como esclavos quienes moran en esas latitudes. Hambre de gloria es una ficción histórica relatada con el estilo característico, certero y ameno de su autor, en el que sobresale el perfil de unos personajes que reflejan lo mejor y lo peor del ser humano en situaciones extremas como la que les toca vivir, en las que salen a relucir la solidaridad, la camaradería, la amistad, el respeto, la nobleza y la lealtad.






Biografía:





Víctor Fernández Correas (Saint Denis, Francia, 1974), es hijo de la emigración pero extremeño de cuna. Profesionalmente, lleva más de veinte años contando qué ocurre en el canal español de distribución de las TI, entre otras cosas.

La historia y la literatura son sus grandes pasiones. Ha participado en diversas antologías y escribe cuentos y artículos variados, además de colaborar en la revista literaria Pasar Página. Tras un breve inicio en el mundo literario con relatos breves, su primera novela fue La conspiración de Yuste (La Esfera de los Libros), primera obra sobre Carlos I de España y V, de Alemania, cuya compañía frecuenta siempre que puede. Posteriormente, publicó La tribu maldita (Temas de Hoy, 2012) y Se llamaba Manuel (Versátil Ediciones, 2018) hasta que en 2022 vio la luz Mülhberg, novela sobre la gran batalla a orillas del río Elba que lo ha colocado en lo más alto del género histórico de nuestro país.



Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Imagen del III Duque de Alba, Prior de Crato y de la batalla de Alcántara tomadas de Wikipedia. 




martes, 10 de diciembre de 2024

Libros leídos y reseñados en Noviembre/2024:


 








Penúltimo balance de lecturas del presente año. En noviembre han sido un total de 5 libros los reseñados y 6 los leídos


Los leídos: 








Los reseñados: 



-La heredera del mar, de Juan Francisco Ferrándiz


-Tres malditos en Lay City, de Pablo Carnicero de la Cámara


-Las ratas, de Miguel Delibes


-Los espacios efímeros, de Fernando García Calderón



-El visitador. La geografía del dolor, de José Antonio Fortuny.




Evolución retos literarios en los que participo:



-VIII Edición Nos gustan los clásicos:  (11/8) (100%). Completado



-Reto Autores de la A a la Z (año 2024): (19/24) (79%). Sin avance.



-Reto 25 españoles (año 2024):  (40/25) (+5). Completado. 












miércoles, 4 de diciembre de 2024

Reseña Pisto a la bilbaína, de José Francisco Alonso.

 









Datos técnicos:





Título: Pisto a la bilbaína.

Autor: José Francisco Alonso.

Editorial: Alrevés.

1ª edición: junio/2024.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-19615-86-2.

Idioma: Español.

Nº pág.: 302.





Sinopsis:




La mujer de un rico ingeniero de Bilbao ha sido secuestrada y el marido, cuando se dispone a pagar el rescate, descubre que tiene un amante. ¿Cuánto vale la vida de la persona que amas? ¿Tres millones de euros? ¿Y si tiene un amante? El profesor Loizaga siente la curiosidad para llegar hasta el final de la historia y descubrir qué se esconde detrás de todo, así que decide investigar con la ayuda de su amigo, el oficial de la Ertzaintza Román Escudero. Y su madre, la increíble ama Loizaga.

Reeditamos la primera entrega del profesor Loizaga, un tipo irónico, en un caso de adulterio y mucha comida acontecido en el Bilbao actual. Como si del mejor Montalbán se tratara, José Francisco Alonso teje una conexión entre género negro, humor y gastronomía, conformando una voz propia e inconfundible dentro del panorama de la novela negra.




Opinión Personal:





Añado a mi lista de autores patrios de lo negrocriminal a José Francisco Alonso (Bilbao, 1968), que me hizo pasar tres días muy amenos, con el peculiar protagonista de su novela Pisto a la bilbaína, el profesor Loizaga, que imparte clases de Filosofía en el Instituto de Secundaria Miguel de Unamuno de Bilbao. El título fue clave para decantarme por su lectura, porque me dije que tenía que ser un anticipo de la presencia de lo culinario en la trama, y así es. Aunque también podía ser un título con significado encubierto, pero no: el título es muy acertado, y saldrá de dudas el lector que sienta curiosidad por averiguarlo. A lo que acabo de comentar hay que añadir otra pista: el fragmento que resalta el autor antes del cuerpo de la novela, que sirve como punto de partida habitual para que nos hagamos una idea de lo que nos vamos a encontrar en el desarrollo de la trama: «Si quieres que algo suceda, hazlo tú mismo», en este caso atribuido a Uno que lo dijo. Más claro, agua. Ahí lo dejo.

(Puente de Zubizuri-Bilbao-Euskadi)
La trama de Pisto a la bilbaína es de las que se agradecen en este género literario. Se agradece por la forma en la que es contada, pese a ahondar en temas que no dejan indiferente. Y es que el escritor bilbaíno afincado en Valladolid, amolda el relato de la voz narrativa a la singular forma de ser del protagonista. Un protagonista que hace ver de una forma diferente los problemas más complejos, por muy difíciles que sean de resolver, desde una perspectiva muy diferente a como lo hace habitualmente el sabueso de turno, lo que achaco a su visión de la vida como profesor de Filosofía. Una visión que se refleja en su forma de impartir las clases de esta asignatura a «unos adolescentes vírgenes de pensamiento y deseosos de seguir siéndolo», (pág. 12) Estoy seguro de que los alumnos quisieran tener un profesor tan enrollado como este, aunque también les exige lo suyo Un profesor que tiene la ironía por bandera y sabe cómo quitarle hierro a un asunto cuando se pone muy feo, pero también sabe amedrentar al más pintado, por mucho poder que tenga, aunque sea económico y de los más influyentes de Bilbao.

Lo que acabo de comentar en el párrafo anterior es, sin duda alguna, un aliciente para disfrutar de una ficción que se desarrolla toda ella por el callejero de Bilbao. Es un aliciente para conocer al profesor Loizaga que, aunque ficticio, uno quisiera tener como amigo y consejero, porque sabe que siempre va a estar disponible cuando se le necesita, sobre todo si se trata de ayudar a los más desfavorecidos, como este es el caso. Un protagonista que, además, tiene un arma secreta con el que convencer a quienes le acompañan para resolver el caso de turno, o también puede servirle para ganar para su causa a quien o quienes puedan ayudarle a buscar una solución que le favorezca, como se puede comprobar en esta novela: y es que el profesor Loizaga es un apasionado por la cocina: no sólo por el buen comer, que también, sino porque disfruta entre fogones. En este sentido, tal y como se suceden los capítulos, me acompañó en su lectura el mítico Pepe Carvalho, otro apasionado de los fogones, al igual que su ayudante Biscuter.

José Francisco Alonso planifica y desarrolla una novela que me atrajo desde las primeras páginas y mantuvo en vilo mi interés por todo lo que sucede a lo largo de los 40 capítulos en los que se estructura. Como adelanta la sinopsis, la mujer de un rico ingeniero de Bilbao ha sido secuestrada, por lo que el profesor Loizaga siente la curiosidad de llegar hasta el final de la historia y descubrir qué se esconde detrás de todo  esto. porque teme que incluso pueda haber cadáver relacionado con el caso. En este menester le ayuda el oficial de la Ertzainza, Román Escudero, pero también solicita la colaboración de su ama (madre), que realiza sus singulares averiguaciones en modo mortadélico, por lo que levanta más de una sonrisa o incluso risa, porque es que hay que verla -o más bien suponerla- en su salsa.

(Biblioteca La Alhóndiga-Bilbao-Euskadi)
Pero Pisto a la bilbaína es también una novela de denuncia social, porque se critica la construcción de macroproyectos urbanísticos aprovechándose de los que tienen menos poder adquisitivo para poder comprarles las casas prometiéndoles el oro y el moro. «Unos años después el Ayuntamiento anunció el Proyecto Zorrotzaurre. ¿Cómo decía? «Zorrotzaurre: una isla para vivir, trabajar y disfrutar» A la semana quiso comprarnos el piso una inmobiliaria. Dijimos que no. Unos meses después, despidieron a Javier. Todavía no había comenzado el crack del ladrillo. ¿Se dice crack, no?» (pág. 50). Un desahucio que también tiene su intriga, no sólo por lo que significa el hecho en sí, sino también por las investigaciones que hace al respecto el ilustre filósofo, preocupado por el destino que le espera a esta familia y otras tantas como ellos.

José Francisco Alonso ejerce de guía turístico, porque a través de los personajes invita al lector a visitar los lugares más emblemáticos de la capital vizcaína. Y desde luego que surte el efecto deseado por la perspectiva que ofrece de cada uno de ellos, en donde ubica escenas trascendentales para el desarrollo de la trama, o también muestra los rincones en los que el ocio y esparcimiento son su santo y seña, en donde los habitantes del botxo realizan sus peregrinaciones habituales a los templos en los que degustan unos buenos pintxos acompañados de sus respectivos txikitos. Lugares en los que también están muy presentes los txokos, las asociaciones gastronómicas en las que las peñas de varones se dan buenos homenajes culinarios, representada en este caso por la de Loizaga. Sin duda alguna, Bilbao es un personaje más de la novela que acoge con cariño a quienes transitan por sus calles y plazas, pese a que en ocasiones el tiempo no les acompañe, por lo que no tienen excusa para guarecerse en alguno de los refugios gastronómicos y hacer así más agradable la espera a que pase el chaparrón de turno, o bien aventurarse a hacer la ronda pertinente entre portal y portal enfrentándose con valentía a las inclemencias del tiempo, como buenos bilbaínos que son.

En la parte inferior de la novela resalta el universo Loizaga. Un universo conformado por un elenco de personajes que son otro buen reclamo para atraer al lector. Y es que junto al profesor Loizaga nos encontramos con figuras como el subinspector Román Escudero, amigo del protagonista, y a la sazón el que utiliza la placa policial cuando la situación lo requiere, aunque la visita de turno sea más bien oficiosa. Son dos personajes que se complementan muy bien porque les une una buena amistad y esto hace que se entiendan a la perfección cuando trabajan juntos, sin necesidad incluso de dirigirse la palabra. Junto a ellos se encuentran un ramillete de secundarios que incitan a mantener el interés por todo lo que sucede cada vez que entran en escena, sobre todo los que guardan relación con el secuestro o el desahucio, según se vaya comprobando la implicación o relación que puedan tener en uno u otro. En este sentido, me gustó mucho cómo enfoca Loizaga la línea a seguir a la hora de entrevistarse con cada uno de ellos, porque el profesor sabe cómo encadenar las entrevistas de tal forma que, con el paso de los capítulos, consigue acorralar al o los posibles sospechosos, consciente de que en cualquier momento puede haber algún desliz que delate su participación. Y es que en todo momento tuve la sensación de que nada era lo que parecía. Junto a la ya mencionada ama Loizaga, merece atención el padre Aguirre, que fue profesor de Metafísica en la Universidad de Deusto o Maite, psicóloga que trabaja en el Ayuntamiento de Bilbao, sin olvidarme del papel que desempeña Águeda en el último tramo de la novela ni, por supuesto, de la jueza Anne Campuzano.  Y es que a parte de formar parte de la investigación y, como quien no quiere la cosa, se presenta en el sitio de turno y se excusa diciendo que había quedado con George Clooney pero que, como no acude a la cita, aprovecha la ocasión para apuntarse al sarao organizado por la pareja de sabuesos.

(Calzadas de Mallona-Bilbao-Euskadi)
José Francisco Alonso planifica y desarrolla una trama relatada con ritmo muy ágil por un narrador omnisciente con un estilo narrativo fresco y muy ameno, y en el que la ironía y el humor -en ocasiones negro- están muy presentes: «-A los buenos días -saludó Loizaga. -Muy buenos no, señor Loizaga -respondió don Miguel. -¿Y eso? -Estoy siendo convencido por el pensamiento del señor Nietzsche, señor Loizaga. -¿Y qué hay de malo? -Que Nietzsche es muy derrotista. Me acongoja el alma. -No necesariamente, don Miguel. Solo al principio, son los primeros años. Luego, se muestra esplendoroso. Dele tiempo -¿Persevero entonces? -Persevere, persevere»(pág. 13).. Esto conlleva a que esté relatado en tono desenfadado cuando la situación se presta a ello, determinados diálogos incluidos,  con el añadido de que predomina la conversación frente a la narración: unas conversaciones muy vivas y que diría son el alma de la novela.





Biografía:





José Francisco Alonso. Bilbao (1968). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Deusto. Trabaja, igual que su protagonista, Loizaga, como profesor de Filosofía, en este caso en la ciudad de Valladolid. Pisto a la bilbaína (editada originalmente en 2022) es la segunda entrega de la serie Loizaga. La primera, Milhojas de jamón, también será reeditada próximamente por Alrevés.




Notas: Datos técnicos, sinopsis  biografía del autor tomados de la web de la Editorial Alrevés. Fotografía de José Francisco Alonso tomada de la web Vitoria Negrasteiz. Imagen del puente de Zubizuri tomada de Wikipedia. Imagen de la Biblioteca de la Alhóndiga tomada de la web Bilbao Ría 2000. Imagen de las Calzadas de Mallona tomada de Wikipedia.