Datos
técnicos:
Título:
Hambre de gloria.
Autor:
Víctor Fernández Correas.
Editorial:
Edhasa.
1ª
edición: Junio/2024.
Encuadernación:
Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN:
978-84-350-6268-8.
Idioma:
Español.
Nº
páginas: 704.
Sinopsis:
Fernando
Álvarez de Toledo sabe que no le queda demasiado tiempo de vida.
Desterrado en el castillo de Uceda por orden del rey Felipe II, a
quien tanto y tan bien ha servido, como antaño a su padre el
emperador Carlos, ha quedado en el olvido de su majestad. Pero no de
la corte y, así, cuando se inicia la campaña de Portugal por la que
el rey reclama el trono, será él el nombrado por todos para
comandar los ejércitos del rey.
Aun
cansado, doliente y con muchos años a sus espaldas, el tercer duque
de Alba acepta la encomienda. Se jura que Felipe II ascenderá al
trono de Portugal, y más pronto que tarde. Nadie sabe más que él
acerca de la guerra, pues la batalla es su mundo. A su lado tendrá a
su hijo bastardo Hernando, aquel que más se le parece; a su maestre
de campo Sancho Dávila y al capitán general del Mar Océano, don
Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, entre otros. Una vez más
volverá a demostrar que es el mayor genio militar que nadie
recuerde. De ello depende su honor. Y con ello saciará, al fin, su
hambre de gloria.
Soldados
de leyenda, glorias de las letras españolas, esclavos africanos
dispuestos a empuñar una pica con la promesa de libertad y mujeres
que ocultan su condición y claman venganza son algunos de los
personajes de esta nueva novela de Víctor Fernández Correas. Un
homenaje a un personaje, el duque de Alba, tan denostado por algunos
como amado por otros. Una trama llena de pasión, vida y misterios
del alma humana que nos llegará al corazón.
Opinión
Personal:
Si
Edhasa dice en la sinopsis de Mülhberg (reseña) que es la mejor novela
escrita hasta la fecha sobre esta batalla y el emperador Carlos I,
Hambre de gloria es un relato
magistral y un novelón con mayúsculas en el que Víctor Fernández
Correas (Saint Denis, Francia, 1974) reivindica la figura de Fernando
Álvarez de Toledo y Pimentel, a la sazón III duque de Alba,
desterrado por el monarca Felipe II en la fortaleza de Uceda
(Guadalajara). Un duque de Alba que no deja indiferente a lo largo de
los capítulos porque, en mi opinión, es un gran aliciente para
mostrar interés por la gran personalidad que emana este militar y
estadista, del que me fascinó no sólo su visión como gran
estratega, sino también la gran humanidad que destila su persona, en
la que destaco los rasgos intimistas que se manifiestan en varias
fases de la trama. En este sentido, no tienen desperdicio los
diálogos que mantiene con su hijo Hernando de Toledo y los recuerdos
que dedica a su esposa, consciente de que a él le queda poco tiempo
de vida, y sobre lo que reflexiona en varios episodios.
|
(Duque de Alba) |
Quienes
hayan leído Mülhberg reconocerán
de nuevo en Hambre de gloria el estilo característico,
certero y ameno con el que el autor nacido en tierras galas, pero
declarado extremeño de cuna, relata curiosidades de la historia en
las redes sociales. Un estilo que ayuda a que nos enfrentamos a las 700
páginas que conforman esta historia porque, una vez que entramos en
faena, fluyen de tal forma que nos olvidamos de la extensión de
semejante tocho. No es sólo porque está estructurada en 79
capítulos más un prólogo y un epílogo, sino también por la
variedad de situaciones que viven los personajes que las protagonizan, y de las que el lector es informado puede
decirse que en tiempo real, tal y como están fechados los capítulos
y subcapítulos que lo conforman.
Pese
a lo que acabo de comentar en el primer párrafo sobre el hecho de
que el Habsburgo reclame al duque para sus propósitos de coronarse
como nuevo rey de Portugal, el gran militar no las tendrá todas
consigo mientras dura la campaña bélica en este país. Sin duda
alguna, el prólogo y el primer capítulo son un buen punto de partida para imantar al lector. Y es que los
capítulos se suceden de tal forma que incitan a estar muy pendiente
de las reflexiones que vierte el duque de Alba sobre la opinión que
tiene el monarca español hacia su persona, y que se confirmará en
el sentido inverso en más de una ocasión a lo largo del relato de
la voz narrativa. En estos primeros compases se fragua la decisión
que toma Felipe II sobre el nombramiento del militar idóneo para
dirigir al ejército que organiza para enfrentarse a su primo el
prior de Crato, porque está en juego el ganarse por derecho propio
la vacante dejada en la corona del reino de Portugal, al no haber
candidato directo alguno. Una decisión que viene precedida de un
intenso e interesante cambio de pareceres con su secretario real,
Mateo Vázquez de Leca.
Víctor
Fernández Correas aborda la conquista de Portugal con tal dinamismo
que la vuelve muy atractiva. Desde las primeras páginas, me
familiaricé con una serie de personajes que le confieren a la trama
grandes dosis de intriga, acción, traición y conspiración. En este
sentido, el autor jugó con acierto las bazas que le sirven para
enriquecer la trama principal. Y es que desde los primeros episodios
se percibe que alguien mueve los hilos de un asunto turbio, lo que
origina una subtrama muy interesante por los derroteros que generan
una serie de movimientos sospechosos que me llevaron a conjeturar que
tienen como objetivo la empresa encargada a Fernando Álvarez de
Toledo, aunque sin tener muy claro hacia quién están
dirigidos.
Una subtrama que se encadena con un hecho histórico como el de la
batalla de Lepanto y la figura de Miguel de Cervantes. Sin duda
alguna, el autor lo borda en estos episodios por el claro nexo que
hay por lo que sucede entre ambos.
Pero
también atrajo mi atención otra línea argumental que tiene origen en las
costas africanas de Senegal, en donde se desarrollan crudas escenas
que cambian para siempre la vida de quienes moran en el poblado
invadido por los negreros, que trasladan su preciada mercancía en
condiciones infrahumanas hacia tierras en las que la mayoría de
ellos son vendidos a propietarios que se aprovechan de su condición
de esclavos. Propietarios que descargan su ira sobre sus carnes ante
el más mínimo error que comenten, como se podrá comprobar en
varios episodios, aunque también los hay que son más permisivos
porque los tratan como seres humanos, lo que se refleja en una serie
de situaciones en las que se resalta la incómoda relación que
mantienen sus amos, y que influye en el devenir de sus esclavos,
ambos procedentes del mismo poblado senegalés.
|
(Prior de Crato) |
La
novela tiene también el aliciente de que la voz narrativa incita a
estar muy pendiente de todo el desarrollo de la campaña militar, que
se fragua en los diferentes consejos de guerra que se celebran para
preparar la estrategia a seguir, pero también para tener muy
organizado todo lo relacionado con la intendencia necesaria para
alcanzar el objetivo final deseado, al igual que la solución a
imprevistos que puedan surgir. Quizás esto pueda parecer un tanto
tedioso aunque, sin embargo, me resultó muy didáctico por cómo se aborda esta faceta, porque la estrategia a seguir la
intercala también entre los diálogos que mantienen los mandos
militares implicados, de tal forma que las conversaciones me
resultaron muy atractivas por el lenguaje empleado, lo que es de
agradecer. A lo que acabo de comentar añado que el relato de estas
escenas en absoluto interrumpen el ritmo narrativo. De hecho, se refleja en las descripciones que se
ofrecen sobre los diferentes combates, rendición de plazas, y en
especial, la decisiva batalla del río Alcántara. En este sentido,
sobrecogen episodios en los que se toman medidas muy drásticas ante
la negativa de los defensores al no rendir la plaza de turno a los
españoles, o bien ante los desmanes que comete la tropa una vez que
es conquistada, por lo que al duque de Alba no le queda otra opción
que ordenar un sumarísimo castigo para contener a los incontrolados
saqueadores. Estas escenas que se relatan son muy visuales, por lo
que el lector se puede hacer una clara idea de las rendiciones o los
castigos a los que me acabo de referir, al igual que sobre el
desarrollo de los combates entre ambos ejércitos en los diferentes
flancos, en especial en la batalla ya citada, con el
atractivo de que se narran de forma generalizada y no centrándose en
determinados focos entre soldados de ambos bandos, salvo en muy
contadas excepciones, dada la particularidad y trascendencia para la
batalla que pueda deducirse de ese puntual choque armado.
Un
apartado a tener muy en cuenta en las novelas de Víctor Fernández
Correas es el perfil de los personajes que transitan por sus páginas.
Personajes que construye con celo porque muestra el lado más humano
de cada uno de ellos, lo que se refleja incluso en el más mínimo
detalle en las relaciones que mantienen con quienes comparten elenco. Está claro que es consciente de que en circunstancias extremas como
estas tiene que reflejarse lo mejor y lo peor del ser humano, porque
en una guerra hay situaciones para que uno muestre lo que lleva
dentro, tanto si es para encararse con el enemigo como para mostrar
que también puede estar al lado de quien necesita su ayuda cuando la
situación se requiere, sobre todo si está en peligro su vida. En
estas circunstancias salen a relucir la solidaridad, la camaradería,
la amistad, el respeto, la nobleza y la lealtad porque son
conscientes de que a cualquiera de ellos les puede pasar lo mismo y
son correspondidos con actos similares, pero también tienen muy claro que, si no cumplen con su deber, pueden comprometer la integridad
física de quienes comparten con ellos el destino al que se
enfrentan.
De
nuevo me encuentro con personajes inolvidables que merecen mi
atención por el papel que desempeñan a lo largo de los capítulos,
tanto ficticios como reales, que interactúan de forma muy natural
entre ellos, a través de los que se refleja lo que comento en el
párrafo anterior. Fernando Álvarez de Toledo es el protagonista
indiscutible, y está rodeado por un
elenco muy atractivo, que protagonizan toda una serie de
situaciones de las que da debida cuenta la voz narrativa. Junto al
duque de Alba nos encontramos con el prior de Crato, autoproclamado
rey de Portugal como Antonio I, al igual que el papel que desempeña
en la trama el maestre de campo Sancho Dávila, o los quebraderos de
cabeza que le da al duque el italiano Próspero Colonna porque, pese
a las órdenes recibidas, hay episodios en los que las interpreta a
su manera. Entre los ficticios fue Íñigo Sánchez de quien estuve más pendiente, sobre
todo por el papel que desempeña en la subtrama a la que me refiero
en el cuarto párrafo de esta reseña, al igual que Inés Arias,
mujer soldado que clama venganza, y que da origen a una serie de
situaciones tensas entre quienes guardan relación con el antes
citado, como el sevillano Ginés Castro y Rodrigo de Cervantes, ya
liberado de su cautiverio en Argel. No deja indiferente el esclavo
Ebou y su relación con el militar portugués Cristóbal Freire, al
igual que la que mantiene con Nyima, con quien protagoniza una serie
de episodios que le sorprenderán, tras el rechazo que recibía de
esta muchacha en su aldea, y el papel que desempeña entre ambos la
intervención de Isatou, hermana fallecida del joven esclavo.
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(Batalla del río Alcántara, s. XVI, Portugal) |
Con
Hambre de gloria Víctor Fernández Correas se encumbra en el panorama literario nacional como un autor destacado en la novela
histórica patria, con una trama en la que reivindica la figura del
gran militar que fue Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba.
El lector se encontrará con un personaje que no deja indiferente,
porque a lo largo de los capítulos muestra el lado más humano de
este estratega, en el que se resaltan los rasgos intimistas, porque dada su edad y sus achaques es consciente de que no
tardará en disfrutar del ansiado descanso eterno. La trama es muy adictiva y de ritmo fluido, pese a
las 700 páginas que conforman esta novela, pero en la que se
encuentra con situaciones muy dinámicas y visuales, a la par que
sobrecogedoras, en las que se describen los diferentes combates,
rendición de plazas, en especial la decisiva batalla del río
Alcántara. Situaciones en las que la intriga, la acción, la
traición y la conspiración están muy presentes, en una trama que
se complementa con hilos secundarios muy atractivos que nos llevan a
la batalla de Lepanto y a Argel, pero también a la costa de Senegal
en donde son apresados como esclavos quienes moran en esas latitudes.
Hambre de gloria es
una ficción histórica relatada con el estilo característico,
certero y ameno de su autor, en el que sobresale el perfil de unos
personajes que reflejan lo mejor y lo
peor del ser humano en situaciones extremas como la que les toca vivir, en las que
salen a relucir la solidaridad, la camaradería, la amistad, el
respeto, la nobleza y la lealtad.
Biografía:
Víctor
Fernández Correas (Saint Denis, Francia, 1974), es hijo de la
emigración pero extremeño de cuna. Profesionalmente, lleva más de
veinte años contando qué ocurre en el canal español de
distribución de las TI, entre otras cosas.
La
historia y la literatura son sus grandes pasiones. Ha participado en
diversas antologías y escribe cuentos y artículos variados, además
de colaborar en la revista literaria Pasar Página. Tras un breve
inicio en el mundo literario con relatos breves, su primera novela
fue La conspiración de Yuste (La Esfera de los Libros), primera obra
sobre Carlos I de España y V, de Alemania, cuya compañía frecuenta
siempre que puede. Posteriormente, publicó La tribu maldita (Temas
de Hoy, 2012) y Se llamaba Manuel (Versátil Ediciones, 2018) hasta
que en 2022 vio la luz Mülhberg, novela sobre la gran batalla a
orillas del río Elba que lo ha colocado en lo más alto del género
histórico de nuestro país.
Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de Edhasa. Imagen del III Duque de Alba, Prior de Crato y de la batalla de Alcántara tomadas de Wikipedia.