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miércoles, 29 de marzo de 2023

Reseña La máscara de Prometeo, de Jairo Junciel.

 














Datos técnicos:





Título: La máscara de Prometeo.

Autor: Jairo Junciel.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: Junio/2022.

ISBN: 978-84-17057-70-1.

Encuadernación: Rústica con solapas.

Idioma: Español.

Nº pág.: 416.



Sinopsis:



Daniel, un joven que vive en la Compostela de mediados del siglo XIX, acaba sin querer con la vida de su primo y debe huir para no ser condenado a muerte. Un carruaje lo lleva a la mansión de un rico anciano llamado Waterfall. El anciano ha organizado una expedición filantrópica con el afán de devolver al mundo una parte de lo que a él le ha dado. Daniel, acuciado por su situación, se embarca y pasa a formar parte de un grupo de eminentes matemáticos, biólogos y lingüistas que, además de su sapiencia, acarrean nefastas tragedias personales. Pero al inicio de la travesía, Daniel recibe un disparo que compromete su vida y los científicos deciden imponerle un objeto para sanarlo: la máscara de Prometeo. La máscara, que está incompleta, cura a Daniel, y se desvela así el auténtico motivo de la expedición: recomponer ese objeto fantástico que puede sanar, ilustrar, resucitar y procurar la vida eterna.

Jairo Junciel, ganador del prestigioso Premio Albert Jovell de Novela y finalista del Planeta, nos brinda una formidable aleación de novela de aventuras y ciencia ficción, narrada con su característico brío, con la que el lector rememorará a autores de su juventud como Stevenson, Salgari o Julio Verne.




Opinión Personal:



Las novelas de aventuras conforman un género literario que, en mi caso, viene cargado de nostalgia, porque en mi juventud fueron, quizás, las obras literarias que más me acompañaron en los momentos de ocio que dedicaba a la lectura. Stevenson, Salgari o Julio Verne son tres de los autores que más frecuenté, junto con Mark Twain. Sus muy entretenidas historias, relatadas a través de la voz narrativa de turno, me hicieron pasar ratos inolvidables, que ayudaron a que, con el transcurrir de los años, me convirtiera en un voraz lector que disfruta, sobre todo, con los autores clásicos o con la narrativa contemporánea que bebe de unas fuentes literarias que nunca se secan. Por eso, cada vez que se me presenta la oportunidad de degustar historias que me retrotaen a esa época, no dudo en elegir títulos que sé que me van a ayudar a volver a ser el muchacho que tanto disfrutó con los personajes creados por los autores que menciono en este párrafo.

El escritor Jairo Junciel (Salamanca, 1982) es un autor cuyas obras son para mí sinónimo de entretenimiento y buen hacer literario. Del escritor salmantino guardo un grato recuerdo de un personaje que me encandila, como es Aníbal Rosanegra, protagonista de dos títulos que me gustaron mucho El guardés del tabaco (reseña) y El secreto de Rosanegra (reseña), y espero que el autor no tarde en deleitarnos con nuevas historias protagonizadas por este personaje, porque estoy seguro que seguirán en la misma línea que los dos títulos citados. Jairo Junciel es un autor que toma como referencia las fuentes que comenté en el párrafo anterior, sin olvidarme de la obra anónima El Lazarillo de Tormes, y de quien no dudo en afrontar la lectura de las novelas que publica porque cumplen con creces los requisitos que le pido a la narrativa de este género literario, en las que narrador de turno —que hasta la fecha es en primera persona— recrea una ambientación exquisita, con la que consigue que el lector sienta que realiza un viaje literario a la época en que se desarrolla la trama.

(Cabo Buena Esperanza-Sudáfrica)
La máscara, de Prometeo es la tercera novela que leo y reseño en este blog del escritor salmantino. El lector se encontrará con una novela de aventuras en la que el autor utiliza también elementos fantásticos y de ciencia ficción. En mi caso, me sentí muy cómodo durante la lectura de las aventuras que protagoniza Daniel y el variopinto grupo de personajes que le acompañan en una larga travesía en la que se enfrentan a vicisitudes que me mantuvieron en vilo, sobre todo por el peligro que suponen algunas de ellas para la vida de quienes navegan en el Prometeo. En mi opinión, es una historia de aventuras originalen la que me dije que el autor marida con maestría los componentes que acabo de mencionar, y que conforman una trama homogénea, con el riesgo que supondría para la misma separar alguno de ellos, porque de hacerlo la historia perdería el atractivo que le confiere esta aleación.

Daniel vive en la Compostela de mediados del siglo XIX, como adelanta la sinopsis. Su vida da un gran vuelco al protagonizar un acto luctuoso, si bien, tal y como lo describe la voz narrativa, que es él mismo, entendí que era un episodio accidental. Daniel se ve obligado a marchar de la casa de sus padres, porque temen que pueda ser apresado por la Guardia Civil, como culpable de homicidio. Es llevado a lo que parece ser más un castillo feudal que una mansión palaciega, en el que vive Romeo Waterfall. «Señorito Daniel, va a poder mantener una audiencia con uno de los hombres más ricos, esquivos, caprichosos y extraños que pueblan este hemisferio» (pág. 29). En este sentido, y por lo que respecta al citado multimillonario, mientras me sumergí en la lectura de La máscara de Prometeo, y por las características físicas y la avaricia desmedida de este personaje, tuve muy presente el mítico Ebenezer Scrooge, creado por Charles Dickens, y protagonista de Cuentos de Navidad.

Tras la visita a Waterfall, Daniel se enrola en el Prometeo, un clíper que va a surcar los mares durante una larga travesía en la que acompaña a los miembros de la expedición, que tiene una empresa extraordinaria que cumplir, porque su éxito supondría un antes y un después para la historia de la humanidad. La expedición está compuesta por un grupo al que el protagonista y narrador define como mentes preclaras de diferentes nacionalidades, las mejores en sus respectivos campos del saber, aunadas para conseguir el objetivo marcado. No sólo pondrán sus conocimientos al servicio de esta misión, sino también sus destrezas, porque juntos forman un equipo compacto que no dudan en hacer frente a los peligros a los que se enfrentan en este largo y diría que incierto viaje. Un largo e incierto viaje que mantiene la atención del lector en vilo porque no faltan los giros en los que el corazón se encoge. Giros en los que se encontrará con escenas muy desagradables, en las que presiente que la vida de alguno de ellos puede extinguirse, como así lo adelanta el protagonista y narrador, con el aliciente de que está ansioso por conocer si se cumplirá este vaticinio y quien o quienes serán los personajes que sufrirán el fatal desenlace.

Daniel embarca en este clíper como guardiamarina. Un guardiamarina a quien el multimillonario Waterfall le encarga que «le narre de manera completamente objetiva los pormenores del viaje»(pág. 37). Daniel no tarda en congeniar con los miembros de la expedición, pero también no tarda en sentir en sus carnes los efectos de los peligros a los que se enfrentan. En uno de los puertos en los que recalan para embarcar suministros recibe un disparo que pone en serio peligro su vida, por lo que los científicos deciden imponerle un objeto para sanarlo: la máscara de Prometeo. Una máscara que sorprende a Daniel, porque desde que se la imponen y al comprobar sus efectos sanadores, siente que el fin de la expedición es otro bien diferente al que le aseguraron que acometerían: cartografiar y compendiar el conocimiento que adquieran  para ayudar a la humanidad. Desde ese episodio, lector y protagonista estarán muy pendientes del vuelco que se supone que va a dar la travesía en la que se embarca junto a los científicos a bordo del barco lujosamente equipado.

(Piton de la Fournase-Isla Reunión)
Jairo Junciel planifica y desarrolla una trama en la que, a medida que se suceden los 66 capítulos titulados en los que se estructura su desarrollo, Daniel se sorprende por los secretos de los científicos a los que acompaña,  de quienes recibirá información personal sorprendente en determinadas fasespor lo que se le acumulan las dudas en relación con el tiempo vivido que arrastran a sus espaldas. El joven guardiamarina vive intensas aventuras en las que se enfrentará a los elementos, como los temporales que azotan a las naos que doblan el Cabo de Buena Esperanza, los peligros a las que se enfrenta la dotación en la isla de Reunión, su enfrentamiento con un temible pirata o episodios en los que la fantasía está muy presente, por lo que el riesgo es mayor, ante la incertidumbre que supone para ellos resolver situaciones en las que no tienen muy claro que la solución elegida sea la acertada. 66 capítulos titulados y de corta duración que no dan lugar a tregua, porque el escritor salmantino les enfrenta a múltiples pruebas, como si se tratara de los doce míticos trabajos de Hércules

La máscara de Prometeo es una novela de aventuras de corte clásico muy entretenida. Los personajes están bien perfilados. Daniel se familiariza, sobre todo con los miembros de la expedición, por su forma de ser y actuar, aunque también conocerá episodios de su pasado que le sorprenderán, e incluso le confundirán por alguna información que le facilitan. Una información que incluso le lleva a preguntarse sobre el tiempo vivido que realmente arrastran a sus espaldas sus compañeros de viaje. Sospecha que la respuesta está en la máscara de Prometeo que le impusieron al resultar herido de gravedad, intuición que le será confirmada por algunos comentarios de los miembros de la expedición y, con el paso de los capítulos, sabrá cuál es el verdadero fin de su viaje, al que ya se alude en la sinopsis. El ritmo de lectura es muy fluido, ayudado no sólo por la variedad de episodios a los que se enfrentan los miembros de la expedición, sino también porque tal y como se desarrollan los diálogos tuve la sensación de que predominan frente a la narración. Unos diálogos que, en mi opinión, diría que son el eje por el que se conoce mejor a los personajes, tanto en la convivencia que mantienen en el día a día durante la travesía, como por las decisiones que toman a la hora de solventar los problemas y peligros a los que se enfrentan. También se percibe en la solidaridad y la amistad, pese a las diferencias que manifiestan en algunos episodios, sobre todo cuando la tensión está muy presente, ya que son conscientes de que sus vidas corren serio peligro.



Biografía:




JAIRO JUNCIEL (Salamanca, 1982) es escritor, licenciado en Derecho y Matemáticas. Colabora de manera habitual como columnista en la prensa escrita, actividad que compagina con la creación de contenido para su canal de Youtube «Un Ciudadano Peligroso». Amante de la literatura del Siglo de Oro y de la divulgación científica, cultiva diversos géneros literarios, como la novela histórica y la ciencia ficción. Respaldado por el aplauso de crítica y público tras su novela «El guardés del tabaco» (Almuzara, 2018), flamante ganadora del prestigioso certamen Albert Jovell, y su continuación, «El secreto de Rosanegra» (Almuzara, 2019), fue finalista asimismo del Premio Planeta 2019.

Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de Almuzara. Imagen del Cabo de Buena Esperanza tomada de la web btet.ru. Imagen del volcán Piton de la Fournase, en la Isla Reunión tomada de la web Euro Weekly News. 



jueves, 28 de julio de 2022

Balvanera, de Francisco Narla.

 











Datos técnicos:




Título: Balvanera.

Autor: Francisco Narla.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Junio/2022.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

y lazo de punto de lectura.

ISBN: 978-84-350-6363-0.

Idioma: Español.

Nº pág.: 672.




Sinopsis:




LA PUTA BEATA, EL FRAILE DESCREÍDO, EL INDIO COJO Y EL HIDEPUTA HONRADO.


Su madre era puta. Su padre, inglés. No tenía apellido cuando el apellido era lo único que espantaba el hambre. Aún así, iluso, Camacho se empeñó en ganarse el pan con el único mérito de ser honrado, y todo se fue al carajo.

A la fuerza ahorcan.

Una puta beata, un indio mudo, un fraile descreído y ese hideputa honrado intentarán robar el mayor cargamento de la historia de la flora de indias.

Al otro lado de la mar océana, en aquella Nueva España de un imperio donde no se pone el sol, en un Yucatán donde la lluvia tropical borraba las misericordias, las bodegas de la Balvanera se estaban llenando con la mercancía más valiosa de su tiempo: el palo de tinte. Y, mientras, la Parca buscaba cobrarse sus deudas...






Opinión Personal:





Balvanera es la quinta novela histórica que leo del escritor Francisco Narla (Lugo, 1978), afincado en un pequeño pueblo del corazón de Galicia. En mi modesta opinión, y como ya comenté en alguna de sus obras leídas y reseñadas en este blog, es un claro referente de este género literario en nuestro país. Quienes frecuentamos su narrativa tenemos muy claro que nos ofrece historias muy atractivas, creíbles, solventes y bien hilvanadas, y que invitan a realizar un viaje literario en el tiempo. Sin duda alguna, este efecto que acabo de comentar se fundamenta, sobre todo, porque la voz narrativa de turno consigue que el lector siente que acompaña al protagonista o protagonistas en las vicisitudes a las que se enfrentan a lo largo del desarrollo de la trama. Este interés se mantiene vivo con la ayuda de unas descripciones muy visuales —e incluso diría que cinematográficas—. Unas descripciones que son un deleite por los detalles que ofrece sobre los espacios por los que transitan los personajes, si bien son claras y concisas, porque el autor no gusta ofrecer detalles innecesarios o vacíos, que interrumpan el ritmo narrativo, lo que es de agradecer. Sin embargo, he de reconocer que en cada una de sus novelas que leí disfruto sobre todo con las descripciones de los parajes que forman parte de la trama, porque siento como si la voz narrativa me pintara un lienzo del que no pierdo detalle de los elementos que lo conforman, por la delicadeza que se percibe en su trazado. Aunque, en mi modesta opinión, diría que el gran atractivo de sus obras es la fuerza y atracción que ejercen los principales personajes, carismáticos e inolvidables, con los que no tardé en empatizar, y me invitaron a que los acompañase sin dudar a lo largo de los capítulos, sobre todo en los que estuve muy pendiente de los episodios más difíciles, porque era consciente de que incluso podían poner en riesgo su integridad física, o de quienes le acompañan en las vicisitudes a las que se enfrentan.

Balvanera es una novela histórica con elementos propios de aventura, porque el protagonista y los personajes que le acompañan se enfrentan a un futuro incierto, dadas las circunstancias que rodean su día a día. Un futuro incierto en el que se embarcan en un proyecto ambicioso, porque quieren cambiar el rumbo de su vida con el robo de la carga de un material muy valioso — palo de tinte—, que lleva en su interior la Balvanera, una de las naves que formará parte de la Flota de Indias, que transporta las riquezas de los virreinatos españoles en América a la Corona de Castilla. El desarrollo de la trama va de menos a más, con una última parte muy atractiva, en la que el lector estará muy pendiente de todo lo que sucede, por cómo se desarrollan los acontecimientos a los que se enfrentan los personajes que toman parte en este atraco, pese a que son conscientes de lo que significaría para ellos el ser descubiertos en plena faena o si el plan fracasa desde el inicio. Sin embargo, y pese a lo que acabo de comentar, tal y como se suceden los capítulos en el primer tramo de la novela, no tenía muy claro por dónde me llevaba el narrador omnisciente; pero, una vez que le cogí el hilo a su relato, porque ya toma forma el papel que desempeña cada personaje en el desarrollo de la trama, y no pude soltarlo hasta el desenlace, e incluso diría que también posterior epílogo, por cómo se desarrollan los últimos episodios.

(Muralla de Campeche-Yucatán-México)
Sin duda alguna, y como casi todo en esta vida, la primera impresión que nos ofrece algo que atrae nuestra atención es a través de lo que vemos. En Literatura también pasa lo mismo, porque si la portada de una obra cumple el dicho de que una imagen vale más que mil palabras, supone un gran atractivo para que el lector sienta interés por lo que ve, y decida informarse sobre la novela de turno, porque la primera impresión le incita a leerla, sobre todo si se encuadra en los géneros literarios que frecuenta. La imagen que ofrece la portada de Balvanera es un claro adelanto de lo que le espera a lo largo de los capítulos, junto con el gran acierto de márketing que supone el hecho de que se mencione a «La puta beata, el fraile descreído, el indio cojo y el hideputa honrado», porque le llevan a uno a preguntarse qué relación pueden guardar personajes tan dispares.

Francisco Narla planifica una trama que se desarrolla casi toda en la ciudad colonial de Campeche, en el Yucatán, en el siglo XVI, territorio que formaba parte del virreinato de Nueva España. El lector se encontrará a lo largo de los capítulos con una ciudad que es un personaje más de la novelaUna ciudad de la que la voz narrativa ofrecerá descripciones sobre los lugares de ocio de la época, el puerto, las fortificaciones o los templos religiosos que más atraen a los nativos y a los castellanos, los festejos que tienen lugar desde que una nao parte para llevar mercaderías con la Flota de Indias a Sevilla e incluso el azote de los huracanes. Tal y como indica el autor en el Cuadernillo de notas, y en el que merece la pena recrearse, porque el autor puntualiza determinados aspectos para comprenderlos mejor. Estas aclaraciones que realiza indican que realiza una labor de documentación exhaustiva, para que todo lo que sucede se ajuste a la información recabada, y aprovecha las lagunas documentales para que su imaginación cubra esos vacíos, que tienen que guardar una clara consonancia con la época en la que tienen lugar los episodios que relata la voz narrativa. Una trama en la que se tiene muy en cuenta que todo lo que se desarrolla en las nuevas posesiones de ultramar cumpliesen órdenes llegadas de la Corona, como se podrá comprobar a lo largo de los capítulos, en los que no faltan alusiones al quinto real que ingresan las arcas de la Corona por todo lo que se lleva a Sevilla en la Flota de Indias, o a la presencia de la Inquisición en los territorios conquistados en el Nuevo Mundo, sin olvidarme de la corrupción que impera también en las colonias

Como ya comenté en el primer párrafo de esta reseña, los personajes son el punto fuerte de la novela que hoy reseño y sin duda recomiendo, al igual que en las anteriores obras de Francisco Narla. A lo largo de los capítulos, el lector se encontrará con un elenco que es un fiel reflejo de cómo eran las diferentes clases sociales en un imperio en el que nunca se ponía el sol, como era el de Felipe II. Quienes querían buscar un futuro mejor lejos de la península no dudaban en embarcarse en los diferentes navíos que cruzaban la mar océana y asentarse en los territorios de ultramar. Sin embargo, en alguna fase de la trama se refleja cómo los que querían regresar a España tenían que cumplir una serie de requisitos que eran registrados al efecto. El autor perfila unos personajes que, si tenían un buen apellido tras el que cobijarse, podían medrar, que eran los menos, porque la mayoría de quienes vivían en Campeche y otras colonias españolas tenían que ganarse la vida como podían. En este sentido, me llamó mucho la atención el que, pese a que la mayoría del elenco que desfila por sus páginas son individuos que representan a lo más ruin del ser humanosobre todo los que, de una forma u otra, guardan relación con el robo que quiere perpetrar Camacho en la nao Balvanera hay algunos que quieren apartarse de ese camino y enderezar su rumbo, dado que la labor que realizan en esta ciudad colonial no les satisface, o no son capaces de enfrentarse a las misiones que les puedan encomendar tras los muros de Campeche.

(Templo y Conv. San Fco. Campeche-Yucatán-México)
El protagonista es el personaje que más atrajo mi atención de entre cuatro personajes que se resaltan en mayúsculas en la sinopsis, porque tardé un poco más en familiarizarme con los otros tres que conforman este peculiar grupo. La carta de presentación que ofrece en las primeras páginas no tienen desperdicio: el lector no tarda en empatizar con Isidoro Bernal María de la Santísima Merced de la Visitación y Brochero, el hijo de la Camacha, quien, por mucho nombre largo y rimbombante que tuviera, no le servía para hacerse alguien en la vida y ser honrado, como él quería. Trabaja a las órdenes de un mercader sin escrúpulos, como es Melchor de Mora e Hijuelo, bajo cuyo mando están también individuos de muy dudosa reputación, caso del que fuera soldado en los Tercios de Flandes, Roa, o el vasco Urdaneta, ambos al servicio del citado mercader. Con el paso de los capítulos el lector se familiarizará con el papel que desempeña Catalina, que es una de las prostitutas del lupanar de la Brava; Gundemaro, un peculiar fraile franciscano, dominado por los pecados de la gula y la lujuria; y el no menos peculiar indio cojo, al que llaman Pedro. Este es un ramillete de personajes que le da mucho juego a la novela, porque son muchas las vicisitudes a las que se enfrentan, pero también originan escenas y diálogos que levantan, cuando menos, alguna sonrisa. En este sentido, me llamó mucho la atención lo que comenta Francisco Narla en el Cuadernillo de notas sobre el origen del protagonista, al igual que el papel que desempeña en la trama un personaje que es conocido por el apodo de el Rubio, y todo lo que representa, y que está al frente de la peculiar cofradía conocida como La Garduña. Un personaje que atrajo mi atención en el último tramo de la novela, por el papel que desempeña en la atrevida «empresa» ya citada en esta reseña.

Pese a lo que acabo de comentar en el tercer párrafo de esta reseña sobre los capítulos que tardé en cogerle el hilo al desarrollo de la trama de Balvanera, Francisco Narla ofrece al lector una historia muy entretenida, atractiva y adictiva, en la que se encontrará con giros argumentales que redoblan su interés por el devenir que le espera al protagonista y los otros tres personajes que le acompañan en el robo que planean perpetrar en la nao Balvanera. En mi modesta opinión, entiendo que tiene en el hijo de la Camacha a un protagonista carismático e inolvidable, porque a lo largo del desarrollo de la trama estará muy pendiente de las vicisitudes que le acompañan, que no son pocas. Balvanera es una novela que va de menos a más, con un último tercio que atrajo mi atención en cada uno de los episodios que lo conforman, en donde la intriga y el suspense están también muy presentes, por el cariz que toman los acontecimientos a los que se enfrentan los personajes resaltados en mayúsculas en la sinopsis, quienes deciden apoyar a Camacho en semejante empresa. Aunque me enfrenté a una novela de 650 páginas, el ritmo es fluido en todo su desarrollo, porque diría que apenas decae. El autor construye una historia diría que lineal, porque apenas hay puntuales saltos en el tiempo. En mi modesta opinión, entiendo que quizás sea este el hecho de que la trama no esté estructurada en capítulos, y que sea continuo el relato del narrador omnisciente. Sin embargo, diría que las escenas están agrupadas de tal forma que constituyen capítulos sin numerar, teniendo muy en cuenta las interrogantes que el narrador deja al final de cada uno de ellos, e incluso los hay dinámicos, al ubicar en un mismo capítulo escenas que se desarrollan en diferentes localizaciones, pero que diría que tienen una clara conexión entre ellas. Un ritmo fluido al que ayudan el claro equilibrio entre narración y diálogo, y la presencia de conversaciones que son muy vivas, naturales y dinámicas, y diría que cobran relevancia en el último tercio, porque en muchas de ellas saltan chispas o me desvelaron información necesaria para comprender la forma de actuar de algunos personajes que, de una forma u otra, guardan relación con el robo ya mencionado en esta reseña.



Biografía:



Francisco Narla, nacido en Lugo en 1978 y afincado en un pequeño pueblo del corazón de Galicia, Friol, es aviador y escritor. Pero son sus aficiones las que lo definen; arquero, pescador con mosca, aficionado a los bonsáis, apicultor y casi cualquier cosa sobre la que pueda leer en un libro.

Ha publicado poesía, relatos, ensayos técnicos y novelas. Ha colaborado con radio y televisión y también es conferenciante habitual en foros universitarios.

Como novelista, ha sido traducido a varios idiomas y ha ocupado los primeros puestos de las listas de ventas con títulos como Assur (reseña), Ronin (reseña), Donde aúllan las colinas, o sus más recientes éxitos: Laín. El bastardo (reseña), novela con la que fue galardonado con el I Premio Edhasa de Narrativas Históricas (2018) y Fierro (reseña) (2019).


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de Edhasa. Fotografía de Francisco Narla tomada de la web de La Voz de Galicia. Imagen muralla de Campeche tomada de Wikipedia. Imagen del Templo y Convento de San Francisco en Campeche, tomada de la web TuriMexico.




viernes, 18 de junio de 2021

El Pergamino, de Fernando de Cea Velasco.

 











Datos técnicos:


Título: El Pergamino.

Autor: Fernando de Cea.

Autoeditado Amazon (enlace).

1ª edición: Mayo/2021.

Formato: Ebook.

ASIN: B094DR77QR.

Idioma: Español.

Nº pág.: 137.


Precio: 2, 69 € en ebook.

             10, 39 € en papel.


Sinopsis:



Inspirada en su mayor parte en hechos reales.



En el día de su retiro, el capitán de navío Héctor Céspedes hace limpieza en el despacho con la ayuda de su nieto. Entre los papeles del marino, el pequeño Mario encuentra una vieja cuartilla doblada en la que hay escrito un enigmático mensaje.


Héctor no le da importancia a la nota y la tira a la papelera, pero Mario insiste una y otra vez hasta que logra que su abuelo le cuente la historia más increíble que nunca haya escuchado. Un relato sorprendente que transcurre desde el mar Rojo hasta las islas Canarias y desde la guerra del Golfo hasta la lucha contra el narcotráfico. Una aventura fantástica de fortunas y desgracias en la que el propio Mario se verá implicado.



Opinión Personal:




El Pergamino
es la octava novela que leo y reseño del escritor madrileño afincado en Sevilla, Fernando de Cea Velasco
. Para mi es un autor cuyos thrillers tienen mucho aliciente, tanto por el carácter visual de las escenas que describe el narrador de turno, como por las alusiones directas o indirectas al cine, otra de sus grandes pasiones; de hecho, tiene publicados varios ensayos sobre el séptimo arte. Pero también añado el que en la mayor parte de sus novelas se perciben influencias de los grandes autores clásicos del género, por lo que el lector aficionado a estas obras se siente muy cómodo en su lectura, en las que no faltan pistas falsas y giros sorprendentes con los que le da un gran vuelco al desarrollo de la trama, y nos invita a hacer cábalas sobre el desenlace que nos espera.

(Port Said-Egipto)
Sin embargo, en esta ocasión Fernando de Cea sorprende con una trama en la que la aventura náutica y la novela negra aportan ingredientes un tanto diferentes a lo que es habitual en su narrativa. En El Pergamino, las alusiones cinematográficas tienen muy poca presencia, si bien la trama es muy visual y cinemtográfica en su desarrollo, por lo que el lector puede imaginarse cómo son las escenas que relata la voz narrativa. Otra atractivo de la trama es que, como adelanta la sinopsis, la mayor parte de la trama está inspirada en hechos reales, que se intercalan con los creados por la imaginación del autor. En mi modesta opinión supone un aliciente más porque en más de una ocasión me pregunté que escenas parten de hechos reales y cuáles son ficción, porque el autor construye un engranaje perfecto y uniforme entre unas y otras.

Como adelanta Fernando de Cea en el fragmento que precede al cuerpo de la novela, «Para que el acontecimiento más trivial se convierta en una aventura, es necesario y suficiente que uno se ponga a contarlo». El veterano oficial de marina, Héctor Céspedes, cumple los sesenta y cinco años, por lo que pasaba a la situación de retiro. Su nieto Mario le ayuda a hacer la limpieza en el despacho oficial de la Armada, hasta que descubre un papel en el que había un mensaje tan críptico como inquietante, y se lo muestra a su abuelo, sobre todo por el carácter amenazante en la segunda parte del mismo, tanto para el destinatario como para su familia. Pero el nieto consigue que su abuelo le cuente una historia que lo mantendrá en vilo durante todo su relato; sin embargo, como el niño que es, lo interrumpe en un principio, hasta que el protagonista de la aventura logra calmar su curiosidad y consigue narrarle toda la historia sin apenas interrupciones. Una historia que lo dejará asombrado a medida que avanzan los once capítulos más el epílogo en el que se estructura la trama, por cómo evolucionan los hechos que se suceden, sobre todo una vez que es consciente de los secretos familiares que le son revelados.

(Puerto deportivo de Las Palmas-Islas Canarias)
El Pergamino es una novela corta de personajes, pese a que las localizaciones que describe la voz narrativa son breves, concisas y muy visuales, tanto las escenas que tienen lugar en el Golfo Pérsico como en las Islas Canarias. El lector se familiarizará con los que mayor peso tienen en la trama, quienes están bien perfilados, tanto en lo físico como en su fortaleza psicológica. Unos personajes que guardan relación con «unas maniobras en las que las órdenes recibidas eran navegar hacia el Golfo Pérsico para ejecutar una resolución de la ONU. En aquella época, un país de Oriente Medio había invadido a su vecino y amenazaba con hacer lo mismo con todos los de su zona». Unas maniobras que, como adelanta la sinopsis, conducen a una serie de episodios en los que el narcotráfico está muy presente, en un submundo en el que el protagonista se encuentra con alguien de su pasado reciente, un canario apodado el Majorero, y la exesposa de éste, Sandine, quien desempeñará también un papel relevante en determinadas fases de la trama. Pero el lector se encontrará también con una serie de episodios que le mantendrán en vilo, porque las escenas que se suceden en una zona marcada por un conflicto bélico pondrán en más de un aprieto a los navíos que forman parte de la fuerza internacional que ejecuta la resolución de la ONU, a la que me refiero en el fragmento resaltado en cursiva en este párrafo, por las situaciones tensas que se desarrollan en algunas de ellas.  

El Pergamino es una novela bien escrita, con un ritmo de lectura muy fluido, y unos episodios y personajes que atraen la atención del lector a lo largo de los once capítulos más el epílogo en los que está estructurada, tanto en las escenas que tienen lugar en el Golfo Pérsico como en las Islas Canarias. El lector se encontrará con giros que atraerán su atención y con situaciones en las que la tensión narrativa y la intriga están muy presentes, por cómo se desarrollan las escenas que la conforman, en las que también la acción está presente en algunas fases. Se lee de una sentada y tiene una trama con la que disfrutarán quienes gustan de historias en las que la aventura y lo negrocriminal van cogidas de la mano.



Biografía:



Fernando de Cea Velasco es marino, economista y crítico de cine. Vive en Sevilla y escribe novela y ensayo. Ha ganado varios premios de literatura, entre ellos el XXI premio Nostromo de novela con Visibilidad Cero (reseña) (Editorial Juventud, 2018). Su ensayo Cine y Navegación (Berenice, 2018) se ha mantenido entre los más vendidos de su categoría. El suave roce de tu pelo, finalista en el primer premio "Alféizar" de novela, es best seller de Amazon en 2019. Otras obras suyas publicadas son: Puentes y Sombras (reseña), Cenizas para un blues (reseña), El suave roce de tu pelo (reseña), El leve brillo de tus labios (reseña) y La habitación 104 (reseña).

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de Amazon. Fotografía de Port Said, en Egipto, tomada de la web CruiseBe. Fotografía del puerto deportivo de Las Palmas tomada de la Web Oficial de Turismo de Gran Canaria. Fotografía del autor tomada de su web personal. 










viernes, 15 de noviembre de 2019

Férox: serás leyenda, de Olivia Sterling.


















Datos técnicos:


Título: Férox: serás leyenda.
Autora: Olivia Sterling.
Editorial: Ediciones B (GPRH)
1ª edición: Mayo/2019.
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN: 978-84-666-6579-7.
Idioma: Español.
Nº pág.: 440.


Sinopsis:


En los albores del año 1000, mientras media humanidad vive entre el hambre y la miseria, la otra media aguarda con temor la llegada del fin del mundo.
La joven Micaela y su padre han pasado la vida aislados en el claro de un bosque, escondiéndose de los asesinos que buscan a la curiosa e indómita niña que crece sin conocer nada de lo que ocurre más allá de su hogar.
Pero una mañana sus temores se hacen realidad y ella se ve obligada a huir. Inicia así un viaje lleno de peligros por un medievo sometido a la ley del más fuerte, que la conducirá a encontrar el miedo, la traición y la muerte, pero también el amor. Su destino: descubrir la verdad sobre su origen, custodia por una comunidad de mujeres que sobreviven ocultas en una playa mítica y secreta.

Opinión Personal:

Hoy comparto mis impresiones sobre Férox: serás leyenda, de Olivia Sterling (Darjeeling, 1980) una novela que me llamó mucho la atención tras toparme con ella por las redes sociales, pero sobre todo fue la entusiasta reseña de Yolanda T. Villar (enlace), la administradora del blog El gato trotero, la que me dio el empujón definitivo para tomar la decisión de conocer la historia de Micaela Mediaespada. Y es que me llamó la atención que, pese a que Yolanda decidió salirse de su zona de confort, está claro que se lo pasó en grande mientras el narrador omnisciente le contaba las vicisitudes de esta intrépida protagonista. Y desde luego que yo sentí las mismas sensaciones que ella -aunque en mi caso no estaba fuera de mi zona de confort-, porque también disfruté mucho desde el primer episodio en el que empecé a acompañar a este inolvidable personaje creado por la escritora Olivia Sterling, quien con su ópera prima dejó constancia de su buen oficio en esto de contar historias bien escritas.
(Viguera-Navarra)
El lector que disfrute con novelas de aventuras medievales encontrará en Férox: serás leyenda, una historia en la que el entretenimiento lo tiene asegurado a lo largo de l desarrollo de la trama, junto con la acción, la emoción y algunos giros que incrementan el interés del lector. Olivia Sterling planifica los episodios que giran en torno a Micaela Mediaespada de tal forma que no decae el interés por todas las vicisitudes que interfieren en su huida adelante. Y es que tal y como está construida la historia me dio la sensación de que, pese a que tenía ante mi una novela de aventuras ambientada en la Alta Edad Media, me encontraba ante una trama con ritmo de thriller. Y es que las páginas se van sucediendo ante el lector con un ritmo muy ágil -incluso diría que vertiginoso en algunas fases-, y la intriga también está muy presente a lo largo de los capítulos. Al mismo tiempo, las preguntas se acumulan, tanto en lo que se refiere al pasado de la joven Micaela Mediaespada, que con tanto celo protege su padre, como por conocer quién es realmente Mathías Nuevededos. Estas vicisitudes y preguntas a las irá conociendo el lector de forma muy desgranada a través de dos líneas temporales, que se van alternando a lo largo de la novela, separadas entre sí por un período de diecisiete años. La escritora de origen holandés, pero que vive en una casa cerca de un acantilado sobre el Atlántico, distribuye entre ambas líneas temporales y de forma muy desgranada el pasado de la joven protagonista y la personalidad real de Mathías Nuevededos.
Todas las vicisitudes y preguntas a las que me refiero en el párrafo anterior tienen lugar en los albores del siglo XI, justo cuando se cumplen mil años de la crucifixión y muerte de Jesucristo. El lector comprobará cómo en esa época dominaban las supersticiones, los temores, la ignorancia de la gran mayoría de la población y los anuncios apocalípticos ante la proximidad del fin del mundo que presagiaban una serie de fenómenos que coincidían en períodos cortos de tiempo. Esto que acabo de comentar lo podrá comprobar el lector a lo largo de los capítulos, en los que personajes como fray Tomás Veremundo aprovechaban las situaciones en las que atemorizaban a quienes le escuchaban con sus prédicas, para que se preparasen para ese final que se avecinaba, y que tenía una fecha en concreto, como se recuerda en algún pasaje de esta novela. Junto a estos fenómenos apocalípticos hay capítulos en los que la autora aprovecha las creencias de la gente para que se mencionen algunos seres fantásticos, y otros en los que se incluyen elementos que entiendo son de corte gótico. En este sentido, será mejor que el lector descubra si realmente es cierta la presencia del basilisco, o a quién se refiere el narrador cuando alude a Vaélico y al golem. Disfruté mucho con esa combinación de episodios apocalípticos, de corte fantástico y góticos porque me decía que añadían un aliciente más al interés que suscitan todas las pruebas a las que se enfrenta Micaela Mediaespada en la búsqueda de su pasado. Estos episodios a los que me refiero están descritos con rasgos muy visuales, por lo que el lector puede imaginarse perfectamente las dificultades, así como las expresiones de incredulidad y espanto que muestran los personajes ante las escenas a las que se enfrentan.
Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación, porque Olivia Sterling describe con tal claridad los escenarios por los que se mueven los personajes, por lo que el lector tendrá la sensación de que es un espectador más de todo lo que sucede en cada uno de ellos. Unas descripciones en las que la naturaleza tiene un gran protagonismo, porque el lector acompañará a Micaela Mediaespada por bosques, montañas agrestes, grutas o cuevas, sin olvidarme de la playa en la que dicen que viven las llamadas mujeres libres. A estos paisajes hay que añadir las que ofrece el narrador sobre Zaragoza, en especial la gran casa de dos plantas del capitán Khamel ben Hud Alanqar; la Torre de Burgos, en la que el alguacil mayor Raymundo Lacruz imparte justicia; o Viguera, a donde se desplaza este personaje para llevarse a la joven que decían se había ayuntado con el diablo.
Junto a Micaela Mediaespada el lector se encontrará a lo largo de los capítulos con personajes bien perfilados y trazados con mucha fuerza de tal forma que, como nos gusta decir en estos casos, parecen cobrar vida propia. Puede decirse que todos ellos pertenecen a las clases sociales más bajas del medievo, y que están muy en consonancia con lo que comenté en el tercer párrafo de esta novela. En este sentido, es un claro adelanto de lo que acabo de comentar sobre los personajes la dedicatoria y el fragmento que antecede al cuerpo de la novela, tomado del cronista benedictino Raoul Glaber. En la joven protagonista se percibe su carácter indómito, reflejo de haber vivido junto con su padre aislada del mundo en el claro del bosque. Pese a estas limitaciones, Mathías Nuevededos había enseñado a su hija a moverse entre la naturaleza, a conocer lo poco que sabía del mundo y del ser humano. La búsqueda de su pasado será para Micaela Mediaespada un viaje iniciático que le ayudará a madurar y a aprender lo mejor -y también diría que lo peor- de quienes se cruzaron con ella en el camino, en el que sabe cómo manejarse a la hora de enfrentarse al peligro, al poner en práctica las enseñanzas de su padre o de quienes pudieron instruirla en esas artes. Junto a la joven protagonista y su padre desfilan a lo largo de los capítulos un variopinto grupo de personajes, casi todos ellos de dudosa reputación que, aunque forman un buen ramillete, el lector no tardará en familiarizarse con ellos porque casi todos se identifican por algún rasgo que los caracteriza.
Férox: serás leyenda es una novela bien escrita. Olivia Sterling utiliza un estilo muy directo, en el que no se anda con rodeos en las intervenciones del narrador ni en los diálogos, que son casi siempre cortos y muy vivos, y en los que se manifiesta la tensión narrativa cuando se percibe un mayor roce entre las disputas que mantienen los personajes. Aunque es un narrador omnisciente quien relata la historia de Micaela Mediaespada, se implica en alguna fase de su narración para comentar si hubo alguna posible variación en la leyenda que se cuenta sobre la protagonista, porque mencionará a bardos, juglares o cronistas como los que fueron contando por los pueblos las hazañas de esta heroína, que para muchos alcanzaría tintes épicos por cómo se ensalzaba su figura y la valentía que mostró a la hora de enfrentarse a los peligros que la acecharon. La novela está estructurada en siete partes, y estas en capítulos cortos, lo que ayuda también a conferirle un ritmo ágil, junto con lo ya comentado sobre el estilo muy directo de la autora. Dicho esto, está claro que disfruté como un enano con esta novela, porque echo en falta aventuras de este tipo que me recuerdan a las que leía en mi juventud, aunque reconozco que también me siguen atrayendo a día de hoy.

Biografía:


Olivia Sterling (Darjeeling, 1980), de padre inglés y madre española, pasó su infancia y adolescencia en distintos lugares del mundo. Tiene estudios de Filosofía, Historia y Antropología. Hace dos años decidió retirarse a escribir a una casa cerca de un acantilado sobre el Atlántico. Allí creó Ferox.




Nota:  Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomada de la web de Megustaleer. Imagen de Viguera, tomada de la web NueveCuatroUno.com. Imagen de basilisco, tomada de Wikipedia. Imagen de oso, tomada de la web de EITB.









miércoles, 19 de junio de 2019

El Albatros y los piratas de Galguduud, de Fede Supervielle Bergés.




















Datos técnicos:


Título: El Albatros y los piratas de Galguduud.
Autor: Federico Supervielle Bergés.
Autoeditado Amazon (enlace).
1ª edición: 18/12/2018.
Formato: Ebook.
Idioma: Español.
ASIN: B07LG3NJMC.
Nº pág.: 371.
Precio: 2,99 € Ebook
           14, 99 Papel.


Sinopsis:


Los campamentos piratas que salpican la costa de Somalia amenazan con secuestrar cualquier barco que se les acerque pero los países desarrollados no parecen capaces de hacer frente al problema. La industria energética mundial está al borde del colapso. ¿Podrá un hombre de negocios enfrentarse a los piratas? ¿Será capaz el fallido estado somalí de controlar su propia costa?


Un joven marino gaditano, huyendo de sus pesadillas personales, es elegido para acabar con los enemigos del magnate, pero ni siquiera el Índico está lo suficientemente lejos de su pasado. A medida que se desarrollan los acontecimientos, se intuye una trama más compleja detrás de los ataques. Sin darse cuenta, Pablo se ve arrastrado al centro de una conspiración internacional en la que solo contará con la ayuda de su dotación y su barco: el Albatros.




Opinión Personal:



De vez en cuando busco lecturas a las que solo les pido tener el entretenimiento asegurado, y un género que no suele fallar en este sentido es el de aventuras, siempre y cuando la novela de turno me ofrezca una trama solvente y creíble, y esté bien escrita. En esta ocasión, el título elegido es El Albatros y los piratas de Galguluud, de Fede Supervielle Bergés, que cumple los requisitos que acabo de mencionar, y que es la ópera prima de este autor. Sin embargo, he de puntualizar alguna cosilla en lo que se refiere al estilo narrativo, si bien son errores menores que seguro el autor pulirá en sus siguientes publicaciones, porque estoy seguro de que algún título más ofrecerá a los lectores, ya que está claro que tiene mimbres para ello.

A parte de ser una novela entretenida, El Albatros y los piratas de Galguduud tiene una trama original, ya que en ella se aborda la temática de los secuestros por piratas somalíes de petroleros que navegan por el Océano Índico, con el aliciente de que, como figura al pie de la portada, es un barco con patente de corso el encargado de enfrentarse a quienes habían secuestrado ya a varios superpetroleros de la naviera propiedad del magnate suizo Friedrich Gotthelf.

En la biografía de Fede Supervielle Bergés se refleja que ha participado en la misión anti piratería de la Unión Europea en el Índico. El autor aprovecha los conocimientos que tiene en este tipo de misiones militares para plasmar en esta novela cómo se desarrollan estos operativos, si bien tiene en cuenta que el protagonista está al frente de la dotación de un Buque de Acción Marítima al servicio de un armador particular, ya mencionado en el párrafo anterior. Esto que acabo de comentar le sirve también para dotar de realismo a todo lo que sucede a bordo del barco, tanto en la travesía hasta el Océano Índico, como las operaciones en las que se ven implicados una vez que tienen los primeros avisos de secuestro de superpetroleros propiedad del magnate suizo, e incluso su intervención en operaciones que les acarrearán problemas con el gobierno somalí, tomando como base de estos problemas las autorizaciones para llevar a cabo sus actuaciones.
(Bar Terraza- Cádiz)
El Albatros y los piratas de Galguduud es una novela que tiene dosis de intriga porque el lector, al igual que los personajes que más peso tienen en la trama, se preguntará en más de una ocasión quién puede tener intereses en llevar a cabo esos secuestros. Y es comprueban que siguen un mismo patrón, porque los superpetroleros secuestrados pertenecen al mismo propietario.  Sin embargo, esta intriga se mantiene hasta el desenlace, lo que hará que nos mantenga en vilo a lo largo de los 16 capítulos más el epílogo en los que se estructura la novela. El autor supo cómo mantener nuestra atención hasta ese momento álgido porque, pese a me daba la sensación que durante el desarrollo de la trama apenas se sucedían episodios que provocaran esos giros que el lector desea se produzcan, ese incentivo es sustituido por la información que facilita el autor de forma dosificada tanto en lo que se refiere a los secuestros que realizan los piratas somalíes, como los motivos que mueven a la mayoría de la dotación para enrolarse en el barco, sobre todo los oficiales. A esos giros que tienen lugar en el tramo final de la novela hay que añadir algunos roces que se producen sobre todo entre los oficiales, así como algún incidente con los piratas somalíes que pone a la dotación del Albatros en serios aprietos. Aunque también tienen lugar dos episodios que minarán la moral de la dotación del Albatros durante algún tiempo. Será también en el desenlace de esta novela cuando el lector conozca el porqué del nombre de este barco con patente de corso.

Pese a que buena parte de la trama de El Albatros y los piratas de Galguduud tiene lugar durante la travesía que realiza el barco, desde su botadura en los astilleros de Navantia en Cádiz hasta que llegan a su punto de destino en el Océano Índico, el lector se encontrará también con episodios que tienen por escenario Zúrich, Cádiz o Mogadiscioen donde se llevarán algún que otro susto como consecuencia de la inestabilidad que vivía el país), algunos de ellos claves para hacer realidad el proyecto de construcción del barco que iba a hacer frente a los piratas somalíes. En Mogadiscio algunos miembros de la dotación del barco serán sorprendidos con algún episodio que pone en peligro su integridad, y también se generaran situaciones tensas con el Gobierno somalí, que pueden poner en peligro la continuidad del proyecto. También atraen la atención del lector algunos episodios que tienen como escenario la costa de Somalia, porque se sospecha que es donde están las bases de los piratas, como se puede comprobar en el título de la novela, en el que se hace referencia a una región administrativa situada en el centro del país ubicado en el llamado Cuerno de África.
(Mogadiscio-Somalia)
Fede Supervielle construye unos personajes que se hacen muy cercanos al lector con el paso de los capítulos, pese a que en un principio cuesta empatizar con ellos. Quizás esa lejanía inicial se debe a que casi todos ellos guardan relación con el mundo naval, pero están perfilados de tal forma que nos familiarizaremos con ellos por sus intervenciones en los diferentes episodios, sobre todo en aquellos que conllevan más riesgo para la integridad de la dotación del barco, en los que se muestra su faceta más solidaria. Y así es como conoceremos junto al ya mencionado Pablo Marzán, al ferrolano Gabi, quien será su segundo de a bordo; Thomas Johnson, más conocido por el apodado de Grease, un antiguo suboficial mecánico de la US Navy, que montó un taller mecánico de coches junto a la Base Naval de Rota, y que sería contratado como jefe de máquinas; Jaime Reyes, el asesor que dirige el proyecto ideado por el magnate Friedrich Gotthelf, quien será el enlace entre este personaje y la dotación del barco. Pablo Marzán es el personaje a quien más conocerá a fondo el lector, no solo por su evolución personal y la relación que mantiene con los oficiales y demás miembros de la tripulación del barco, sino también por los miedos y secretos que tiene, y que se conocerán sobre todo en los capítulos finales de la novela. Otro personaje más es el barco, El Albatros, a quien Fede Supervielle describe en pequeñas dosis a lo largo de los capítulos, para que los datos que facilita el narrador no interfieran en la fluidez de su relato.

Fede Supervielle utiliza estilo narrativo directo y un lenguaje sencillo, aunque con inclusión de términos marinos y militares, de los que da cumplida información en las notas al final de cada capítulo, en las que explica el significado de los mismos. Sin embargo, hubo algún momento en el que me decía que me sobraba alguna información que facilitaba sobre el funcionamiento del barco, sobre todo en lo que relativo al armamento y algunas cuestiones técnicas referentes a la sala  de máquinas, que era lo que más le preocupaba al comandante del barco, para que alcanzara la máxima velocidad de crucero, al querer sacarle el mayor rendimiento posible para abordar las embarcaciones de los piratas somalíes. En algunos momentos de la narración me dio la sensación de que algunos episodios estaban viciados con el empleo de complementos circunstanciales de tiempo, lo que afean un tanto el estilo narrativo -o será que soy partidario de evitar su empleo, salvo que sea imprescindible-. Pero, como digo en estos casos, estos comentarios que hago en lo que al estilo narrativo se refiere, son apreciaciones mías, lo que no quita que otro lector no las comparta. 

Como ya adelanté en el primer párrafo de esta reseña, El Albatros y los piratas de Galguduud cumple con creces los requisitos de entretener al lector, porque la aventura y la acción están asegurados y el ritmo de lectura es fluido.  


Biografía:


Fede Supervielle Bergés es oficial de la Armada española y ha estado destinado a bordo de la fragata Victoria y del patrullero Tornado. Ha participado en la misión anti piratería de la Unión Europea en el Índico y en un despliegue de seguridad cooperativa en el Golfo de Guinea. Es Máster en Seguridad, Paz y Conflictos Internacionales por la USC y ha escrito artículos para la Revista General de Marina y el Instituto Español de Estudios Estratégicos.




Notas:  Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de Amazon. Imagen del Bar Terraza, en Cádiz, tomada de la web Guía de Cádiz. Imagen de Mogadiscio, tomada de la web Viajeros en ruta.