Datos técnicos:
Título: Visibilidad Cero
Autor: Fernando de Cea
Editorial: Juventud
1ª edición: 1 de marzo de 2018
Encuadernación: Rústica con solapas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-261-4502-4
Nº pág.: 320
Sinopsis:
En
abril de 1993 la goleta Pitcairn
se hunde en aguas de Ibiza con toda su dotación a bordo.
Entre los tripulantes fallecidos se encuentra Álvaro Durán, un biólogo marino que deja esposa y dos hijos. Han pasado más de veinte años y Marcos, el mayor de los huérfanos, se enfrenta ahora a una nueva tragedia: la muerte de su madre. Enferma terminal, las últimas palabras de la viuda antes de morir son desconcertantes: «Tu padre sigue vivo». A partir de tan sorprendente revelación, Marcos inicia un peligroso viaje existencial que cambiará su vida para siempre. Buscar a la Pitcairn será su meta; descubrir dónde se encuentra su padre le llevará a cruzar el Mediterráneo en un velero donde nada ni nadie es lo que parece.
Entre los tripulantes fallecidos se encuentra Álvaro Durán, un biólogo marino que deja esposa y dos hijos. Han pasado más de veinte años y Marcos, el mayor de los huérfanos, se enfrenta ahora a una nueva tragedia: la muerte de su madre. Enferma terminal, las últimas palabras de la viuda antes de morir son desconcertantes: «Tu padre sigue vivo». A partir de tan sorprendente revelación, Marcos inicia un peligroso viaje existencial que cambiará su vida para siempre. Buscar a la Pitcairn será su meta; descubrir dónde se encuentra su padre le llevará a cruzar el Mediterráneo en un velero donde nada ni nadie es lo que parece.
Opinión
Personal:
Esta
novela que hoy reseño es la cuarta que leo del escritor madrileño
afincado en Sevilla, Fernando de Cea (Madrid, 1958) . Su título es
Visibilidad
cero, y
con ella ganó el XXI Premio Nostromo de Narrativa.
Las historias que Fernando de Cea ofrece al lector a través del
narrador de turno me atraen porque plantea unas tramas muy atractivas
y bien hilvanadas, y las escenas que se suceden a lo largo de los
capítulos son muy visuales, aunque en esta ocasión son más
concisas para no romper el ritmo de la narración. En todas ellas se
nota su pasión por el cine, ya sea de forma implícita o explícita.
De hecho, es también crítico cinematográfico, y comparte sus
críticas sobre el séptimo arte, a parte de las publicaciones con
las que colabora, a través de su blog elblogdeethan.blogspot.com. En
este sentido, tiene varios libros publicados, relacionados sobre todo
con el cine clásico. Sin embargo, en Visibilidad
cero,
el cine tiene una presencia prácticamente testimonial, porque solo
se encontrarán referencias al séptimo arte en contadas escenas.
(Cabo del Agua-costa de Cartagena)
En
Visibilidad
cero,
Fernando de Cea da un giro en sus publicaciones al decantarse por una
novela de aventuras, con un claro sabor a los autores clásicos, aunque sin
olvidarse de lo negrocriminal que tiene una trascendental presencia
en la trama, ya que el lector comprobará cómo en ella hay
ingredientes de novela negra, policíaca y domestic noir, y la
intriga está asegurada a lo largo de su desarrollo. Pese a que es
una muy buena lectura, sin embargo eché en falta un glosario de
términos marinos que el autor utiliza en algunos capítulos, pues he
de reconocer que había algún párrafo en los que no me enteraba de
las maniobras que se llevaban a cabo en los dos barcos que se
mencionan en la novela. Sin embargo, en absoluto afecta al hilo
argumental, ya que su lectura me resultó muy adictiva porque me
gustan mucho las novelas en las que nada ni nadie es lo que parece, a
parte de los giros que se producen a lo largo de su desarrollo, lo
que redobla el interés por saber qué va a pasar en los siguientes
capítulos. De ahí creo que es un acierto el título de la novela
que, en un principio, no dice nada al lector pero, a medida que
avanzan los capítulos, hace referencia a diversos aspectos que
guardan relación con el protagonista de la novela: las inmersiones
que realizan dos de los personajes de la novela, la niebla que
también está presente en algunos capítulos o la referencia que se
hace en la sinopsis en la que nada ni nadie es lo que parece.
En
lo referente a las alusiones literarias a los autores clásicos de
novelas de aventuras, se menciona de forma muy directa escritores
como Herman Meville y su archiconocido personaje de Moby
Dick,
capitán Ahab, o también a Jack Landon, al mencionar a Wolf Larsen,
personaje de su novela El
lobo de mar:
Ambos personajes hacen referencia a la actitud que muestra quien
gobierna la Pitcoirn
en algunas escenas en las que pone en riesgo a su tripulación.
Aunque el mayor protagonismo se lo lleva, sin lugar a dudas, Robert
Louis Stevenson y su archiconocida La
isla del tesoro, que
estará presente a lo largo de los capítulos tanto de forma directa
como indirecta en ambas líneas temporales. Tampoco me olvido de
Agatha Christie, pues el autor confunde al lector a la hora de
averiguar quién o quienes son los autores de los asesinatos que se
cometen en el Tres
Forcas, nombre
del velero de la segunda línea temporal de esta novela, y por las
explicaciones que se dan a la hora de conocer los motivos por los
que se cometieron los asesinatos mencionados anteriormente. También
el autor hace referencia al personaje de la Ilíada,
Ulises, o a los barcos fantasmas ante la virulencia de los temporales
a los que se enfrentan ambos veleros. La tradición marinera está también muy presente: ejemplo de ello es lo que sucede en el primer capítulo, porque se relata un castigo al que
es sometido uno de los tripulantes de la goleta Pitcoirn,
que mantiene al lector en vilo porque se pregunta si llevarán ese
castigo hasta las últimas consecuencias. También se refiere a la
tradición marinera el cambio de nombre de la goleta y las
consecuencias que pueden derivarse teniendo en cuenta las
supersticiones que hay al respecto entre los marinos.
(Petit Socco-Tánger)
Dos
son dos las líneas temporales que se encuentra el lector a lo largo
de la novela, que convergen cuando el desenlace está próximo: la
primera de ellas comienza en el Mar de Alborán, transcurre en abril
de 1993, es relatada en primera persona y no sabremos hasta los
últimos capítulos a quién pertenece esta voz narrativa. La segunda
transcurre desde principios de octubre a principios de noviembre de
2017, y es relatada por un narrador omnisciente desde el punto de
vista de Marcos, que estará prácticamente presente en todos los
capítulos que la conforman, y decide llevar a cabo las
investigaciones tras el secreto que le desvela su madre. Pese a que
son pocos los capítulos que conforman la primera de ellas, en
relación con la mayor extensión de la segunda, no por ello le resto
menor interés; más bien diría que al contrario, porque es una
subtrama intensa, bien construida, atractiva y con esas influencias
clásicas que nos invitan a recordar las novelas que menciono en el
párrafo anterior de esta reseña. Fernando de Cea las planifica de
tal forma que ambas constituyen un compacto engranaje, ya que cuando el
lector se acerca al desenlace, comprueba cómo van encajando todas
las piezas desperdigadas a lo largo de los capítulos, sin quedar
suelta ninguna de ellas; incluso diría que le anima a que intente
averiguar qué le sucedió realmente a Álvaro Durán, pese a que
nada ni nadie es lo que parece, así como descubrir los secretos que
esconden los personajes de ambas líneas temporales y los motivos que
les incitan a actuar de la forma en que lo hacen.
Buena
parte del argumento de Visibilidad
cero
transcurre en aguas mediterráneas, pero el lector visitará también
una serie de localizaciones que, de forma directa o indirecta, sirven
para que se reconstruyan los episodios que sucedieron en torno a
Álvaro Durán, padre del protagonista de esta novela. Sevilla es el
punto de partida del que también sería un viaje iniciático de
Marcos, y desde la capital andaluza se desplazará a Madrid,
Barcelona, Melilla o Tánger. Los dos navíos surcarán sobre todo
el Mediterráneo occidental, navegando por el Mar de Alborán, el
Estrecho de Gibraltar y Las Islas Chafarinas, que también tendrán
una destacada presencia en la novela, porque estos tres islotes son
claves para las investigaciones que realiza Marcos. Un viaje
imprevisible no exento de peligros, en el que Marcos se enfrenta a
una aventura incierta; de hecho, en más de una ocasión comentará
que tiene la sensación de que alguien está vigilando sus pasos. Se
encontrará también con algún asesinato, que pondrá al descubierto
las verdaderas intenciones de algunos de los miembros de la
tripulación que le acompaña. A este viaje se le unirá Nicole, una
belga de la que quedará prendado, y con la que se tropezará
literalmente en «la
piscina del gimnasio que visitaba a la salida del trabajo. Lo usaba
como alternativa más asequible para relajarse que salir a navegar
con el
Niágara»
(pág.
35). Junto a Nicole, el lector conocerá a un variopinto grupo de
personajes secundarios bien perfilados y todos ellos prácticamente
estereotipados, con los que el autor se ajusta a lo que ya comenté
sobre los rasgos clásicos que le confiere a la novela que hoy
reseño. Siete de esos personajes encabezarán cada una de las partes
en las que se divide Visibilidad
cero,
quienes serán los que mayor peso tengan en ambas tramas. Algunos de
ellos nos recordarán a los marineros de la peor calaña de las
novelas de aventuras que leíamos en nuestra juventud, mezclados con
otros que se nos hacen muy cercanos, sobre todo si el lector conoce
el ambiente que se vive en las zonas portuarias.
Visibilidad
cero
es una novela en la que el lector tiene la intriga asegurada a lo
largo de los capítulos que la conforman. La tensión narrativa está
muy presente, así como unos giros inesperados que incrementan el
interés por lo que sucede en los siguientes episodios. Está escrita
con un lenguaje sencillo, cuidado, con presencia de términos marinos
en algunas fases de la narración, aunque no interrumpen el ritmo de
la trama, porque la mayoría de ellos se refieren a maniobras que
hacen ambas embarcaciones. El ritmo de lectura es muy fluido y
adictivo, y apenas decae a lo largo de la novela. Fernando de Cea
dosifica de forma acertada entre ambas líneas temporales los datos
que ofrece para que el lector tenga una clara composición de lo
ocurrido en torno a la figura del padre de Marcos. Como dice la
sinopsis, nada ni nadie es lo que parece, porque el lector conocerá
a lo largo de los capítulos cuál era realmente la misión que
llevaba a cabo Álvaro Durán en el Pitcairn,
y a qué se dedicaba la tripulación de la goleta que se había alquilado a la empresa constituida por su padre y su tío, lo que le confiere a la novela
rasgos claros del género negrocriminal.
Biografía:
Fernando
de Cea
(Madrid, 1958) es capitán de fragata de la Armada, licenciado en
Economía y crítico de cine. Colaborador habitual de revistas
culturales, ha publicado artículos, reseñas y críticas en prensa
escrita, medios digitales y en su blog de cine, El blog de Ethan
elblogdeethan.blogspot.com).
Es autor de las novelas Puentes y Sombras (2012) (reseña), Cenizas para un blues (2014) (reseña) y El suave roce de tu pelo (2016, finalista del Primer premio “Alféizar” de novela) (reseña); y de los ensayos El autoremake en el cine. ¿Obsesión o repetición? (2014) y Cine y Navegación. Los siete mares en setenta películas (2018). En 2014 gana el premio local del IV Certamen Internacional de Novela Corta “Giralda” con la obra La habitación 104.
Es autor de las novelas Puentes y Sombras (2012) (reseña), Cenizas para un blues (2014) (reseña) y El suave roce de tu pelo (2016, finalista del Primer premio “Alféizar” de novela) (reseña); y de los ensayos El autoremake en el cine. ¿Obsesión o repetición? (2014) y Cine y Navegación. Los siete mares en setenta películas (2018). En 2014 gana el premio local del IV Certamen Internacional de Novela Corta “Giralda” con la obra La habitación 104.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía del autor y fotografía de Fernando de Cea, tomados de la web de la editorial. Imagen de Cabo del Agua, tomada de Wikipedia. Imagen del Petit Socco, en Tánger, tomada de la web Made in Tánger.
Aunque no tiene mala pinta, de momento lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesos
Pues fíjate que nada más ver el título y la portada he puesto careto, careto de este de ¡buah qué rollo 😒! pero conforme iba leyendo me iba diciendo: esto está bien, esto también, qué interesante y he llegado al final diciendo ¡Me lo apunto!😂. Qué me has convencido vamos.
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Pues no he leído nada del autor aún. Y ya veo que voy a tener que empezar a hacerle hueco. Tiene buena pinta esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!
No he leido nada del autor pero me lo apunto y no me importaria comenzar con esta, que las novelas de aventuras me gustan mucho,aunque tendré en cuenta lo que dices del glosario marinero. Besinos.
ResponderEliminarSiempre que me paso por aquí encuentro propuestas interesantes. Este libro que traes no es de los que cogería en primer lugar pero la verdad es que conforme leía la reseña más me iba apeteciendo. Me lo apunto a ver si me cruzo con él.
ResponderEliminarBesotes!
No he leído nada de él, y aunque no es el tipo de lectura que frecuento, me encanta esa combinación de tensión narrativa y aventuras con referencias clásicas. Tomo buena nota. Un beso!
ResponderEliminarNo lo conocía y, a pesar de tu recomendación, esta vez lo voy a dejar pasar, la verdad es que no me llama demasiado
ResponderEliminarBesos
hola quisiera saber como hacer para enviarte un libro, ¿cuales son tus requisitos?
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