Sinopsis:
La narración de la vida errante de un médico nos transporta por todo el mundo conocido catorce siglos antes de Jesucristo: los reinos sirios, la Babilonia decadente, la Creta anterior de la Hélade...La impecable autenticidad de la reconstrucción histórica y la personalidad entrañable de Sinuhé tejen uno de los más bellos y célebres relatos de nuestros días.
Opinión:
Leer a Sinuhé, El Egipcio, es como un viaje por el tiempo al Egipto de los faraones, es conocer el Imperio Nuevo y al "padre Nilo", pues de él depende la pobreza y la riqueza de los que viven en su entorno, porque es la vida para los egipcios pero también es la muerte porque si sus aguas discurren tranquilamente por su cauce los habitantes que pueblan las villas a ambas márgenes del río están salvados y podrán alimentarse pero si inundan los valles, la cosecha se estropea y pasarán hambre.
Parece ser que el protagonista debe su nombre a un cuento de un antiguo texto egipcio conocido como La Historia de Sinuhé, aunque esta historia es anterior a Akenatón.
Mika Waltari es el autor de esta preciosa historia escrita en primera persona y dividida en quince libros, con la particularidad de que el narrador es conocedor de los hechos que en ella se relatan.
La figura principal de la novela es el propio Sinuhé, no los faraones y los dioses que en ella aparecen. Sinuhé escribe su historia desde el exilio en la Ciudad del Horizonte de Atón, enviado allí por el faraón Horemheb pues temía que hablase de mas y le traicionase. "Yo, Sinuhé, estoy hastiado de la mentira. Por eso escribo para mi solo lo que he visto con mis propios ojos o comprobado como verdad... porque el hombre que escribe vive con la esperanza de que sus palabras sean leídas y que la posteridad glorificará sus actos y su cordura. Pero no hay que elogiar mis palabras; mis actos son indignos de elogio, mi ciencia es amarga para el corazón y no complace a nadie... Los hombres no repetirán mis palabras para enriquecerse con mi saber porque he renunciado a toda esperanza de ser leído o comprendido". (pág. 6).
Sinuhé quiere ser médico, como su padre Senmut, aprendiendo un oficio de esa época, el de trepanador (se creía que el origen de muchas enfermedades estaba en el cerebro), que era poco motivador. También aprende a embarsamar cadáveres. Pero era un hombre inquieto y deseoso de conocer nuevas técnicas curativas, pues no le bastaba con que le dijeran que las cosas se hacían porque así estaba establecido. Emprende, entonces, un viaje por las civilizaciones del Próximo Oriente, siempre acompañado de su esclavo y amigo Kaptah. En los países por los que viajó nos cuenta sobre ellos; cómo era la vida de sus gentes, sus culturas, sus religiones, su medicina. Aprendió nuevas técnicas curativas y les enseñó lo que él sabía.
En Siria se encontró con su amigo y ahora general Horemheb, que le propuso unirse a sus tropas como médico en su lucha contra los khabiri. Dada su condición de médico se le propone ser espía y así podría hablar y escuchar a los demás sin que se desconfiara de él. Fue el encargado de negociar la paz con el rey Aziru y vigilar a los hititas porque tenían pensado subir al trono egipcio a uno de los suyos.
De regreso a Tebas se encontró con una ciudad distinta, con un nuevo dios, Atón, que ocasionó muchas desgracias a los egipcios y enfrentamientos entre los partidarios de Amón y los de Atón.
La novela está ambientada en el llamado Imperio Nuevo o segunda época tebana. Su vida se desarrolla a lo largo del reinado de cuatro faraones: Amenhotep III, Amenhotep IV, más conocido como Akhenatón, Tutankamon y el general Horemheb.
Veo en esta gran obra del escritor finlandés dos similitudes con la novela por excelencia de la Literatura española e incluso universal, como es El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, como son las características quijotescas de amo y criado, o sea, de Sinuhé y Kaptah y el capítulo que se dedica a la jornada del falso rey, que me trae a la memoria cuando se nombra a Sancho Panza como gobernador de la ínsula de Barataria. ¿Habría leído Waltari al autor de la obra cervantina?. Me lo pregunto porque nos presenta a Sinuhé como altruista e idealista y a Kaptah, que vela por los intereses de su amo y las notas de humor que le caracterizan.
El autor utiliza un lenguaje sencillo. Nos muestra el pensamiento de Sinuhé a lo largo de ella "Que el que ha vivido en Tebas piense en volver a Tebas porque en el mundo no existe otra villa como ella "(pág 8). Nos describe de forma magistral la época en que se desarrolla toda la historia, futo de su labor de documentación para hacernos vivir el Egipto de los faraones, la mitología, y el retrato de las civilizaciones por las que viaja nuestro personaje.
A pesar de su ritmo lento, su lectura nos atrapa, aunque nos resulte en ocasiones espesa debido a las continuas descripciones, que algunas bien se podrían omitir, pero que el autor cree indispensable incluirlas para darle más realismo a la obra.
Para los aficionados a las lecturas de novela histórica y, en especial, para aquellos que les guste el fascinante mundo del Egipto Antiguo, les recomiendo, sin lugar a dudas, su lectura.
Mika Waltari (Helsinki, Finlandia, 19 se septiembre de 1908-26 de agosto de 1979). Miembro activo del "Tulenkantajat", el autor desarrolló un estilo
narrativo nuevo, de acuerdo con los ideales de renovación de este grupo
literario. Su prosa, clara y ágil, se basa en el lenguaje estándar culto
y urbano, carente de expresiones dialectales. El "esprit" que
caracteriza su estilo se debe a su actitud discretamente irónica pero
humanamente comprensiva.
Su primera novela, La gran ilusión, de 1928, es un elegante
documento sobre la juventud urbana de los "años del jazz", que recoge
con sensibilidad el clima de entusiasmo y vitalidad de esa generación.
También en la novela con forma de crónica de viaje El tren del hombre solitario,
de 1929, Waltari interpreta agudamente el clima europeo en el momento
en que el sentimiento de libertad y de desenfrenada alegría de vivir de
los años veinte está a punto de retroceder ante la austeridad del
emergente nacionalismo de varios países europeos.
La mejor realización de estas cualidades se encuentra en relatos como Los gigantes están muertos (1930), Fine van Brooklyn (1938) y Nunca un mañana,
de 1943. El pesimismo intrínseco de Waltari acaba siendo dominante
después de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial. "La gran
ilusión" está constituida por la desilusión, cuya expresión y
confirmación son buscadas por el autor en la Historia. Así nacen sus
grandes obras históricas: Sinuhé, el egipcio (1945), Vida del aventurero Mikael Karvajalka (1948), Mikael Hakim (1948), El ángel sombrío (1953), El etrusco (1955), Marco, el romano (1959) y Lauso el cristiano (1984).
Título original: Sinuhé egiptilainen
Traducción: Manuel Bosch Barret
Editorial Plaza & Janés S.A.
RBA. Editores, S. A.
ISBN: 844730194Xa
Nº páginas: 542
A mí me gustó mucho, aunque hay que reconocer que la narración es tan rigurosa como densa. De esa misma época leí La sombra del faraón, de Santiago Morata, que ofrece un estilo mucho más ameno sin dejar de lado la verosimilitud histórica.
ResponderEliminarUn saludito y feliz domingo.
Coincido contigo en el tema de la narración pero me gustó mucho esta novela. Tus recomendaciones siempre son tenidas en cuenta, amigo Xavier. Veo que también te gusta la historia, a parte de otros géneros. Un saludo y te deseo un buen domingo, pese a la que se nos viene encima, o sea, el agua, y la prima, que tanto se habla de ella y ya nos la jugó. Y buenas lecturas, por supuesto. Saludos, Paco.
ResponderEliminarQué reseña tan completa, yo hace bastante tiempo que tengo este libro entre mis lecturas pendientes, me llama muchísimo la atención y todo el mundo habla muy bien de él
ResponderEliminarbesos
Gracias, Tatty. El libro es que atrapa porque realmente te transporta a esa época y Sinuhé es un personaje muy entrañable. Besos, Paco.
EliminarA mí, personalmente, estas temáticas no me entusiasman demasiado. ¡Feliz domingo, Paco!
ResponderEliminarNo todos vamos a tener los mismos gustos. A mí me pasará con otros que a ti te gusten. ¡Feliz domingo, Offuscatio!
EliminarA mí me gustó mucho también.Un saludo!
ResponderEliminarUn saludo, Inés. Es un personaje muy bien trabajado y terminas cogiéndole cariño.
EliminarLo tengo pendiente de hace tiempo. A ver si me animo de una vez, porque con tu reseña me confirmas que me estoy perdiendo una gran novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Anímate entonces, mujer. Ya verás como te va a gustar. Besos, Paco.
EliminarLo tengo en casa de hace muuucho tiempo pero nunca le acabo de encontrar el momento... Me ha encantado tu reseña!
ResponderEliminarBesos,
Gracias, Carmen. Pues ya me contarás cuando lo leas. Besos, Paco.
Eliminar¡Qué estupenda reseña, Francisco! Leí este libro hace muchísimo tiempo, y me pareció maravilloso, pero es que siempre me ha gustado mucho el Antiguo Egipto. Después leí otros libros del autor, como El etrusco, que también me gustó mucho, y Juan El peregrino, que me decepcionó un poco. Me parece un gran escritor. Un beso
ResponderEliminarGracias, Pilar. Por ahora solo leí el de Sinuhé pero me gustaría leer alguno más de Waltari. De El estrusco leí buenas críticas y tú me lo vienes a confirmar. A ver cuándo le llega el turno. Un beso, Paco.
EliminarMe han hablado muy bien de esta novela, y tu reseña es muy positiva. Vamos que tengo los dientes largos y en cuanto pueda la leeré. Gracias por la entrada, PAco.
ResponderEliminarA mi me gustó, desde luego. Tiene alguna parte espesa pero empatizas con el personaje enseguida y entre él y su criado Kaptah tienen unos puntos de humor muy buenos. Si quieres saber algo sobre el Antiguo Egipto, esta es una de las novelas imprescindibles, sin lugar a dudas. Saludos, Pakiko.
EliminarUn gran libro. Lo leí hace muchos años por recomendación de un profesor que como tal era pésimo pero que tuvo la gran virtud de descubrirme dos novelones, uno fue éste y el otro El nombre de la rosa. Estupenda reseña.
ResponderEliminarEl nombre de la rosa es otra gran novela, desde luego. Gracias por tu visita. Saludos.
EliminarPues aunque me gusta la novela histórica, reconozco que las descripciones abundantes se me hacen un poquito pesadas y me dificultan bastante la lectura, así que creo que lo dejaré pasar, hasta otro más ligerito:)
ResponderEliminar1beso
Es el riesgo que tiene uno que pasar cuando se leen novelas de este género de la literatura. Si son descripciones que merecen la pena pues se leen con gusto pero si más que descripciones son digresiones, cosa que aquí no es el caso, entonces mejor dejarlo. Los libros de historia no son, habitualmente, de tan fácil lectura como el resto. Besos.
EliminarAcabo de terminar el libro, y como de costumbre, ya sea libro o película, intento valorar las críticas de otras personas porque me resulta curioso comparar las diferentes visiones.
ResponderEliminarEl caso, es que como tu has dicho, este libro es un gran viaje en el tiempo, y ha sido un viaje en el tiempo gratificante, porque aunque la lectura es lenta, he disfrutado como nunca ese vocabulario tan elegante que utilizan los personajes y sobretodo de las descripciones tan ricas. Recomendable para los amantes de las novelas históricas y lectores con ganas de disfrutar un libro! Saludos, Toni.
Me dejaron un ensayo sobre este libro pero específicamente del capitulo 2 y no se por donde empezar
ResponderEliminarGracias por el comentario, tan ameno como explícito. Acabo de leer el libro y me ha resultado fascinante en todos los sentidos. En ningún momento me han resultado pesadas las descripciones, sino todo lo contrario. Puedo decir que, al terminarlo, he sentido que se me ha hecho corto, muy corto; hubiera continuado leyendo y viviendo esta impresionante y desgarradora historia durante mucho tiempo más. Sin ánimo de parecer pedante, he leído mucho a lo largo de mi vida (71 años), pero este libro es de lo mejor.
ResponderEliminarHola Paco, la edición que leí es de 1955 y el traductor es Manuel Bosch Barret. Me encantó el lenguaje sencillo y ameno. Gracias nuevamente por tu excelente reseña. Saludos desde Ensenada, Baja California. México.
ResponderEliminarUn libro de obligada lectura para los amantes del antiguo Egipto, una obra maestra sin duda. Un faraón que intenta acabar con los privilegios del clero de Amón, pero muere en el intento. Un médico en una encrucijada, y la guerra como telón de fondo. Una obra magnífica. Saludos.
ResponderEliminarHola, estoy de acuerdo con todo lo que cada uno dice de la novela. Es muy buena como novela histórica y épica, la narración de las batallas no pueden ser más detalladas muchas veces hasta la pesadez. Sorprende sin embargo que nadie haya hecho mención del significado más interior que nos quiere enviar el autor, al menos este es mi parecer, el de el sino de la humanidad, ese punto de ir siempre hacia su propia destrucción, por un lado el por el ansia de poder, otros por la avaricia de lo material, todo esas cosa que no envejecen y que de una manera o de otra aparecen a lo largo de la vida y no somos capaz de desterrar..y los dioses el peor mal..es dificil no ver el mal que han hecho a la humanidad y no esperar el que harán..gracias
ResponderEliminarFelicidades por la reseña de la obra, en primer lugar! La he leído varias veces y nunca me ha decepcionado. Sinhué es un personaje entrañable con sus ideales, sus virtudes y cómo no, los defectos que lo hacen humano, cayendo en las redes de una cortesana como podíamos haber caído cualquiera de nosotros. La narración es lenta pero precisa, y nos habla de un periodo muy especial de la historia antigua egipcia, el surgimiento del dios Atón en la persona de su faraón Akenaton. Sinuhé viaja alrededor del mundo conocido como médico, y su vida se entrelaza con la propia historia que conocemos en un alarde de sincronicidad con la arqueología meritorio y adecuado a la narración. El estilo narrativo en primera persona nos acerca de forma sublime a los deseos y pensamientos del protagonista, llevándonos de la mano por el orbe conocido hasta volver al padre Nilo, fuente de vida. Una obra para mí imprescindible para los amantes del antiguo Egipto. Salu2.
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