Guerra y Literatura
siempre estuvieron ligados a lo largo de la Historia. En este caso de una
desgraciada costumbre de la que el ser humano no es capaz de quitarse de
encima. Desde la antigüedad se plasmaron de distintas formas las hazañas
bélicas de los héroes de la época. Sus gestas fueron recitadas por los
trovadores de turno, se fueron transmitiendo de generación en generación.
La
literatura y, por consiguiente, los escritores, fueron muchas veces partícipes
de las arengas al pueblo para que tomasen conciencia y ayudasen a su país en la
lucha contra el enemigo. En el otro bando ocurría lo mismo.
Y
en una de las fechas que más recuerdan las generaciones posteriores a ese día
fue el llamado día D, una expresión utilizada en la jerga militar para
referirse al día en
que debe iniciarse un ataque o combate importante. El día D era
el día señalado para iniciar una de las operaciones militares más
impresionantes de las llevadas a cabo hasta esa fecha: el desembarco en las playas
de Normandía denominado en clave Operación Neptuno como parte de la Operación
Overlord, clave con la que se conocía a la Batalla de Normandía. El
esfuerzo aliado se concentró en desembarcar en Europa un ejército que, después
de liberar Francia, llegara hasta el mismo corazón del Tercer Reich. Los
preparativos de la operación Overlord se iniciaron en Gran Bretaña.
A
las 21:45 horas del 5 de junio de 1994, el servicio de escucha radiofónica del
ejército alemán en la costa francesa informa a sus superiores haber captado un
mensaje proveniente de la emisora de radio BBC de Londres, que podría prevenir
a la resistencia francesa de una operación aliada. Esa escucha se refería a
unos versos del poeta francés Verlaine que, traducidos, dicen « Los
largos sollozos de los violines de otoño... mecen mi corazón con monótona
languidez».
Creyeron
que se trataba de una operación de alerta rutinaria, pues mensajes como estos
cruzan todos los días el Canal de la Mancha. El texto es transferido al Abwehr
para su decodificación y cotejo con otras informaciones existentes. Los agentes
del Abwehr, el servicio de inteligencia y contraespionaje de la Wehrmacht,
consiguen descifrar la clave oculta en los versos con una celeridad y acierto
sorprendente.
La oficialidad germana estima
que las pésimas condiciones atmosféricas en el Canal, advertidas en los partes
del servicio meteorológico, desaconsejan cualquier operación anfibia o
aeronaval en ese sector este día.
Por eso, aprovechando
que los meteorólogos anunciaron una galerna en el canal, Rommel se tomó un
permiso para entrevistarse con Higtler y celebrar el día 6 el cumpleaños de su
mujer. Hitler pensaba que el desembarco sería por el estrecho de Calais. Rommel
minó las playas, colocó obstáculos con alambradas de espino y defensas
antiaéreas para que impidieran la aproximación de las lanchas a la playa.
Un espía español, Juan Pujol
—era en realidad espía doble: Garbo para los aliados y Arabel
para los alemanes— despistó a estos sobre el lugar en que sería el desembarco
señalanado a Calais en vez de Normandía como el sitio elegido.
Nadie
presta más atención al Mensaje Verlain. A pesar de ello, en el Abwehr están
convencidos de la veracidad de su información y su conclusión, y seguían
decididos a investigar su procedencia, el único cabo suelto que parecía
existir.
Lo cierto es que en
estos momentos, los aliados ya han comenzado un ataque electrónico contra las
estaciones alemanas como cobertura previa a la invasión.
Las estaciones de radar alemanas situadas en Cherburgo y El Havre se encuentran cegadas por interferencias y señales confusas. Sólo los radares de Fécamp y Calais parecen funcionar. Los germanos atribuyen este fenómeno al mal tiempo.
El
general Eisenhower diseñó la misión basándose en las experiencias obtenidas por
los Aliados en sus desembarcos en Marruecos, Argelia, Sicilia y Salerno. El
plan aliado consistía en desembarcar en las playas, consolidar en ellas a lo
largo de 80 km una formidable cabeza de playa, establecer puertos artificiales
en tanto se tomaban Caen y Cherburgo, romper la resistencia alemana en el
terreno normando (campiña ondulada muy poblada con manzanos y bosques de
arbustos, terrenos cercados con muros de piedra apilada o densos matorrales,
caminos en hondonadas flanqueados igualmente por setos de matorral), poco
favorable para la actuación de blindados, penetrar en la llanura francesa,
liberar París, los puertos de Bretaña y abrir finalmente el definitivo paso
para penetrar en Alemania hasta encontrarse con las tropas rusas, finalizando
la guerra con la rendición incondicional de Alemania nazi. Se contaba con una
enorme flota para mantener el suministro de tropas y material, y una
incontestable supremacía aérea, lo que impediría a los alemanes trasladar
fácilmente tropas al frente, abastecerse y organizar contraataques.
Al mando
de las tropas alemanas se encontraba el mariscal Erwin Rommel, quien, después
de su suicidio forzado, fue sustituido por el general Günther von Kluge. Éste
también se suicidó y fue reemplazado por el general Walter Model, que también
se quitó la vida tras la derrota alemana en la Batalla del Ruhr (Alemania) ya
en 1945, y que abrió definitivamente a los Aliados las puertas del corazón del
Reich.
Los soldados
estadounidenses, británicos y canadienses desembarcaron en las playas con
nombres en clave: Omaha y Utah (estadounidenses), Sword y Gold (británicos) y
Juno (canadienses). En este desembarco participaron poco más de 100.000
soldados del I Ejército estadounidense, 58.000 soldados del IV Ejército
británico y 17.000 soldados del Ejército de Canadá. Al anochecer la cabeza de
playa estaba tomada y durante las semanas siguientes desembarcaron miles de
soldados aliados. La playa más difícil de ocupar fue la de Omaha, en donde
murieron 6.000 estadounidenses y 15.000 fueron heridos. Sin embargo, aunque
allí murió el 50% de los que llegaron en la primera oleada, los soldados
pudieron atravesar la playa y con dinamita destruyeron las fortificaciones.
Originalmente la misión
iba a comenzar el día 5 de junio pero debido a inclemencias meteorológicas se
debió trasladar al siguiente día. En la madrugada del 6 de junio diez
divisiones estadounidenses, británicas y canadienses pusieron pie entre el río
Orne y el Vire. Aunque no se lograron todos los objetivos previstos y se
conquistó muchísimo menos terreno que el esperado, se instalaron sólidas
cabezas de playa donde a lo largo de los siguientes días desembarcarían 250.000
hombres y 50.000 vehículos. Se desarrolló desde el 6 de junio (Día D) hasta el
25 de agosto (Liberación de París). Después de 68 años, el desembarco de
Normandía continúa siendo la mayor operación de invasión por mar en la
historia, ya que casi tres millones de soldados cruzaron el canal de la Mancha
desde Gran Bretaña a la región de Normandía en la Francia ocupada.
El desembarco de Normandía contó con diez
divisiones y ha pasado a ser recordado como el mayor desembarco naval de la historia:
la incursión se realizó primero por mar y aire, con unos
4.000 barcos y 11.000 aviones, y luego por tierra. La
contienda fue tal que en sólo las primeras horas ya se había cobrado la vida de
más de diez mil de los “aliados”.
Estas acciones permitieron luego la entrada de casi
tres millones de soldados que se encontraban aguardando al
otro lado del Canal de la Mancha. Con el paso de los días se
fue reconquistando Francia, con la ayuda de la población civil que se iba agrupando en los grupos
de la “Resistencia”.
Tras el conflicto,
toneladas de documentos secretos incautados a los alemanes serán minuciosamente
examinados. Los germanos son metódicos en lo referente a la archivística y
almacenaron gran cantidad de informes.
Entre
la documentación del Abwehr no se encuentra reseña a alguna red de espías que
pudiera ser responsable del Mensaje Verlain. De existir tal documento, habría
podido ser destruido por los alemanes antes del final de la guerra. Se sabe las
destrucciones masivas de ficheros.
Los años de la posguerra
pasaron, y se va haciendo extraño a medida que transcurre el tiempo y se dan a
conocer secretos de la guerra, que en cambio de este curioso asunto no se
consiga averiguar absolutamente nada, lo cual hace pensar que su autoría ya no
se conocerá jamás.
El cine no sería ajeno a
este acontecimiento que marcó el inicio de un
nuevo orden mundial:
El batallón del cielo de
Alexandre Esway s una película francesa dirigida por Alexandre Esway, lanzado
en 1947 , basado en el libro de Joseph Kessel , que se había quedado en el
campamento de los paracaidistas de la Francia Libre.
El día más largo es una película estadounidense del año 1962 dirigida
por Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki. Está basada en la novela del
mismo nombre escrita por Cornelius Ryan, que trata sobre el Desembarco de
Normandía.
Salvar al Soldado
Ryan, es una película bélica
épica estadounidense estrenada en 1998 y ambientada en la invasión de Normandía
durante la Segunda Guerra Mundial. Dirigido por Steven Spielberg y escrito por
Robert Rodat, el filme destaca por su recreación gráfica y muy realista de la
guerra, especialmente en sus intensos 27 primeros minutos, que narran el
desembarco y asalto aliado de la playa de Omaha el 6 de junio de 1944. La
historia continúa con Tom Hanks como el capitán John H. Miller del ejército de
los Estados Unidos y siete hombres (interpretados por Tom Sizemore, Edward
Burns, Barry Pepper, Vin Diesel, Giovanni Ribisi, Adam Goldberg y Jeremy
Davies) en busca de un paracaidista, el soldado James Francis Ryan (Matt
Damon), que ha perdido a sus tres hermanos en combate.
Hermanos de sangre, estrenada por la HBO en 2001, es una serie
de televisión de 10 capítulos, ambientada en la Segunda Guerra Mundial y
coproducida por Steven Spielberg y Tom Hanks.
Ike, película estrenada en 2004 y que Tom Selleck
protagonizó para la televisión. en la cual el actor interpreta a Eisenhower
durante los 90 días previos al Día D.
Fuentes: www.manu-militari.es, www.campodemarte.com, www.canalhistoriales,wikipedia.
Muy muy interesante y completísima la entrada.
ResponderEliminarMe encanta esta temática y había muchos datos que no recordaba.
Un beso!
Muchas gracias, Lesincele, me alegro que sea de tu agrado. Besos, Paco.
ResponderEliminar¿Eres un aficionado a la Historia, verdad? Es que nos brindas unos textos muy detallados y completísimos de distintos periodos, ya sea para hablar sobre Literatura o algún celebre escritor. ¡Muchas gracias por estas clases culturales!
ResponderEliminarPues sí, has acertado, Offuscatio. La Historia es una de mis mayores debilidades literrias. Gracias por las flores que me echas. Saludos. Paco.
ResponderEliminarUna entrada bárbara sobre uno de los grandes momentos de la historia.
ResponderEliminarSi te digo la verdad, evito las películas sobre este momento concreto ya que tienden a trivializar forzando la sensiblería.
Ryan no me gustó demasiado precisamente por eso.
besos
Esa es la pena. Pocas películas hay que se ciñan al tema. Mayormente ensalzan el patriotismo estadounidense. Pero así es la actitud de Hollywood.
ResponderEliminar¡Fantástica entrada la que has hecho!! Mucho que me has hecho aprender hoy, que había muchas cosas que no conocía. ¡Gracias!
ResponderEliminarBesotes!!!
A ti, Margari. Besos, Paco.
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