Ayer, martes día 5 de mayo de 2012, en su casa de Los Ángeles (U.S.A.), tras una larga enfermedad, falleció uno de los maestros de la ciencia-ficción.
A muchos igual no les dice nada este nombre, pero sí Farenheit 451, una de las novelas más emblemáticas de este género.
El autor de Farenheit 451 y Crónicas marcianas falleció en su casa de Los Angeles tras una larga enfermedad. Con su
muerte, Estados Unidos pierde a uno de sus más grandes y famosos
escritores, en gran parte responsable del imaginario colectivo que sobre
siglo XXI se hizo el ser humano del siglo XX.
Ray Bradbury nació el día 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Su familia se mudó varias veces desde su lugar de origen hasta establecerse finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Posteriormente se propuso formarse de manera autodidacta a través de libros, comenzando a realizar sus primeros cuentos. Sus trabajos iniciales los vendió a revista, a comienzos del año 1940. Finalmente, se estableció en California, en Los Ángeles, donde acaba de fallecer.
Completamente autodidacta, el escritor aprendió de los grandes: William Shakespeare, Julio Verne, H.G.Wells y, sobre todo, de Edgar Allan Poe, que marcaría profundamente el camino literario del joven Bradbury.
Empezó a ver publicados sus primeros relatos en 1938. Pendulum, un relato de 1939 que rehizo junto a Henry Hasse en 1941, fue la primera historia por la que cobró como escritor. A partir del año siguiente, Bradbury comenzó a dedicarse a la literatura a tiempo completo, publicando distintas colecciones de relatos, la primera de ellas Dark Carnival (1947) y más tarde la más famosa de ellas, Crónicas Marcianas. El prólogo de la edición en español es de Jorge Luis Borges.
En Crónicas Marcianas abundan descripciones poéticas y melancólicas de Marte y los marcianos, y de la sociedad estadounidense en la época de Bradbury. Si bien el libro se titula Crónicas marcianas, en él se tratan temas perennes de toda la humanidad: la guerra y el impulso autodestructivo del hombre, el racismo, tanto hacia los marcianos (Fuera de temporada) como hacia otras personas (Un camino a través del aire), y la pequeñez del hombre ante la naturaleza y el universo (Los hombres de la tierra, Vendrán lluvias suaves).
Cuenta Borges en el prólogo que el relato más inquietante de estas Crónicas quizá sea el titulado La tercera expedición. Además, curiosamente, el tema de la alucinación colectiva emparenta a Bradbury con la idea de simulacro omnipresente en las novelas de Philip K. Dick.
Otras de sus obras famosas son El Hombre Ilustrado (1951), Las Manzanas Doradas del Sol (1953) y El país de Octubre (1955) disponibles en la editorial Minotauro.
Pero quizás la novela por la que más le conocemos sea la distópica Farenheit 451. En esta novela, que fue adaptada al cine por Truffaut en 1966, Bradbury planteó una utopía negativa en la que un gobierno totalitario habría prohibido los libros por considerarlos perjudiciales para la felicidad de los individuos. Lo inquietante de Farenheit 451 es que, aunque aparentemente nada de lo que allí se cuenta se ha cumplido en la actualidad, en el fondo intuimos que la verdad es justo lo contrario. Italo Calvino afirmaba en Si una noche de invierno un viajero que para acabar con la literatura es más efectivo infestar el mundo con libros que prohibirlos.
Bradbury ha sido un escritor muy prolífico, más de treinta libros entre novelas, relatos cortos, poemas, ensayos. Sus piezas de teatro se han adaptado a la televisión y tuvo una notoria aportación al cine como guionista de Moby Dick (John Huston, 1956). En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos (SFWA).
Se consideraba a sí mismo "un narrador de cuentos con propósitos morales". Sus obras a menudo producen en el lector una angustia metafísica, desconcertante, dado que reflejan la convicción de Bradbury de que el destino de lahumanidad es "recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiadores para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad."
En Crónicas Marcianas abundan descripciones poéticas y melancólicas de Marte y los marcianos, y de la sociedad estadounidense en la época de Bradbury. Si bien el libro se titula Crónicas marcianas, en él se tratan temas perennes de toda la humanidad: la guerra y el impulso autodestructivo del hombre, el racismo, tanto hacia los marcianos (Fuera de temporada) como hacia otras personas (Un camino a través del aire), y la pequeñez del hombre ante la naturaleza y el universo (Los hombres de la tierra, Vendrán lluvias suaves).
Cuenta Borges en el prólogo que el relato más inquietante de estas Crónicas quizá sea el titulado La tercera expedición. Además, curiosamente, el tema de la alucinación colectiva emparenta a Bradbury con la idea de simulacro omnipresente en las novelas de Philip K. Dick.
Otras de sus obras famosas son El Hombre Ilustrado (1951), Las Manzanas Doradas del Sol (1953) y El país de Octubre (1955) disponibles en la editorial Minotauro.
Pero quizás la novela por la que más le conocemos sea la distópica Farenheit 451. En esta novela, que fue adaptada al cine por Truffaut en 1966, Bradbury planteó una utopía negativa en la que un gobierno totalitario habría prohibido los libros por considerarlos perjudiciales para la felicidad de los individuos. Lo inquietante de Farenheit 451 es que, aunque aparentemente nada de lo que allí se cuenta se ha cumplido en la actualidad, en el fondo intuimos que la verdad es justo lo contrario. Italo Calvino afirmaba en Si una noche de invierno un viajero que para acabar con la literatura es más efectivo infestar el mundo con libros que prohibirlos.
Bradbury ha sido un escritor muy prolífico, más de treinta libros entre novelas, relatos cortos, poemas, ensayos. Sus piezas de teatro se han adaptado a la televisión y tuvo una notoria aportación al cine como guionista de Moby Dick (John Huston, 1956). En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos (SFWA).
Se consideraba a sí mismo "un narrador de cuentos con propósitos morales". Sus obras a menudo producen en el lector una angustia metafísica, desconcertante, dado que reflejan la convicción de Bradbury de que el destino de lahumanidad es "recorrer espacios infinitos y padecer sufrimientos agobiadores para concluir vencido, contemplando el fin de la eternidad."
Un clima poético y un cierto romanticismo son otros rasgos persistentes en la obra de Ray Bradbury, si bien sus temas están inspirados en la vida diaria de las personas. Por sus peculiares características y temáticas su obra puede considerarse como exponente del realismo épico, aunque nunca la haya definido de este modo.
Si bien a Bradbury se le conoce como escritor de ciencia ficción, él mismo declaró que no era escritor de a ficción no de fantasía y que la única novela de ciencia ficción que ha escrito es Fahrenheit 451.
Trabajó también como argumentista y guionista en numerosas películas y series de televisión, entre las que cabe destacar su colaboración con John Houston en la adaptación de Mobby Dick para la película que éste dirigió en 1956.
Existe un asteroide llamado Bradbury en su honor.
Con más de 400 relatos publicados, decenas de colecciones y casi una veintena de novelas, Ray Bradbury ha visto como muchas de sus obras han sido adaptadas al cómic, el cine o la televisión.
Se nos fue uno de los grandes maestros de la ciencia-ficción. Su nombre aparece cerca del top de cualquier lista de los mejores autores de ciencia-ficción del siglo XX en la línea de escritores como Isaac Asimov, Arthur C. Clarke o Robert A. Heinlein.
Fuentes: www. europa press.es, www.lecturalia.com, wikipedia.
Espero que no me juzgues muy duramente pero no he leído nada de Ray Bradbury. Puede que sea por el género que lo distingue y lo posiciona entre los grandes de la literatura. Saludos.
ResponderEliminarYo me leído algunos relatos en la adolescencia, y desde entonces nada más...
ResponderEliminarBesos,
Cuando empezamos a leer ciencia-ficción parece que empezamos con los mismos, como Bradbury o Asimov, a parte de Julio Verne, por supuesto, que para mí es el maestro de los maestros en ciencia-ficción.
EliminarNo tengo por qué juzgarte, desde luego. Yo leo poca ciencia-ficción y en el cine veo las comerciales que me digan algo. Da la casualidad de que Farenheit 451 la leí hace tiempo y me gustó, así como la película de Truffaut. Saludos, Paco.
ResponderEliminarNo tengo perdón, todavía tengo farenheit en mi estanteria esperando, espero darle su merecido homenaje....Un abrazo!
ResponderEliminarYa me contarás. Menos mal que es una distopía. Un abrazo, Paco.
EliminarYo también tengo Farenheit en mi estantería...y no lo he leído aún.
ResponderEliminarA ver si me pongo...
Un beso!
Pues anímate y ya me contarás si te ha gustado. Pero como solemos decir, hay tanto que leer...
Eliminar