miércoles, 30 de marzo de 2022

Almas cautivas, de Nil Kandel.

 






Datos técnicos:




Título: Almas cautivas.

Autor: Nil Kandel.

Autoeditado Amazon (enlace).

1ª edición: Diciembre/2021.

Formato: Tapa blanda.

ISBN: 979-8772309261.

Idioma: Español.

Nº pág.: 325.


Precio: 13, 00 € en papel. 

              3, 00 € en ebook.



Sinopsis:



El policía Daniel Lombar intenta superar ciertos problemas emocionales tras serle concedido un largo período de excedencia. Una mañana recibe la llamada de Robert Moragues, un amigo del pasado con quien había perdido el contacto. Robert se muestra muy alterado al explicar que su hermano Aleix lleva doce días desaparecido. Tiene la seguridad de que ha sido asesinado y pide ayuda para localizar su cuerpo y detener al autor del crimen.

Daniel se siente muy confuso, pero algo en su interior lo empuja a regresar a la casa Rifé, una masía centenaria donde pasó los veranos de su adolescencia. Una vez allí, los recuerdos lo ayudarán a investigar la misteriosa desaparición de Aleix, aunque también despertarán su máximo anhelo: vengar una muerte que pudo evitar treinta años atrás y de la que aún se siente responsable. En su lucha por hacer las paces con el pasado, Daniel descubrirá los secretos más oscuros que marcaron la vida de los hermanos Moragues.



Opinión Personal:




En mi modesta opinión, Nil Kandel es uno de los autores autoeditados de nuestro país de los que merece la pena estar muy pendiente, porque sabe cómo atraer al lector que disfruta con historias encuadradas en lo negrocriminal, en las que el suspense, el misterio y la intriga psicológica están muy presentes. En su última novela publicada, Almas cautivas, hay que añadir los secretos familiares, que originaron que me hiciera múltiples preguntas sobre lo que se escondía tras las paredes de la casa Rifé, «una masía de trescientos años que conservaba la memoria de varias generaciones. Fue allí donde recuperé la salud y murió mi adolescencia» (pág. 12). A medida que se suceden los capítulos me dije que era un título muy acertado, porque sospechaba que las paredes de esa masía centenaria escondían secretos, entendía que oscuros, de un pasado cercano que está muy presente en el día a día de sus moradores, lo que originó que estuviera muy pendiente de lo que me esperaba en el desenlace. Un desenlace sorprendente, aunque bien planificado por el autor para causar el efecto deseado, porque tiene muy en cuenta determinados episodios que se desarrollan en la masía. Un desenlace en el que el autor desgrana unos episodios que salen a la luz en pequeñas dosis, y mantiene expectante la atención del lector hasta la última página. Sin duda alguna, este desenlace es uno de los atractivos que invitan a recomendar la lectura de Almas cautivas, junto con todo lo que sucede a lo largo de los 41 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama.

(Comarca Bagés con vistas a Montserrat-Barcelona)
«—Debes escucharme, Daniel —insistió Robert, y soltó un suspiro—. Estamos viviendo unos días nefastos. Mi hermano se fue de casa hace dos semanas, un día después del funeral de nuestra madre. Unos agentes rastrearon por los alrededores sin encontrar nada, y ayer apareció su pierna derecha en la puerta del cementerio. ¡Es terrible! No sabemos si está muerto. Necesito que nos ayudes a descubrir qué le ha pasado y encontrarlo. Creo que puedes hacerlo. Sabes cosas de Aleix que nunca supe» (pág. 10). Esta petición, incluso diría que súplica desesperada, indica que el pasado nunca nos abandona, nos acompaña a lo largo de nuestra vida e incluso puede manifestarse de una forma u otra. Robert Moragues llama al ahora policía Daniel Lombar, quien intenta superar ciertos problemas emocionales tras serle concedido un largo período de excedencia, como adelanta la sinopsis. El doctor que trataba a su madre aconsejó a Daniel Lombar, hace treinta años, que pasara largas temporadas en algún lugar alejado de la ciudad, a causa de una tos seca que le atormentaba cada primavera. Un doctor que conocía a Alfons Moragues y le recomendó la casa Rifé como la masía apropiada para recuperarse.

Al igual que en La última carta de Nagore (reseña), el lector se encontrará con dos líneas temporales, en esta ocasión separadas por un período de treinta años.Aprovecha cada uno de los capítulos que las conforman para dosificar la información que ofrece en primera persona el protagonista y narrador.  Sin duda alguna, uno de los rasgos que caracterizan su narrativa es el sumo cuidado con el que planifica y desarrolla las tramas, de tal forma que invita a no perder detalle de lo que sucede en cada uno de los capítulos que las conforman. En esta ocasión, es consciente de que los episodios que viven los personajes que transitan por las dos líneas temporales tienen que ofrecer una información complementaria que ayude al lector a que se implique en la composición del complejo puzzle en el que se convierte la historia que relata Daniel Lombar. Un complejo puzzle que incluso tiene su banda sonora, como se dice en estos casos, porque sobre todo en algunos capítulos de la segunda línea temporal se mencionan canciones o incluso Aleix le invita a reflexionar a su nuevo amigo sobre fragmentos de las que más le atraen, que el joven Moragues elige en función del estado de ánimo en el que se encuentre o según crea que es la más adecuada para escuchar y para que Daniel se familiarice con esa música como Pink Floy, Beatles, Genesis, Alan Parsons Project, David Bowie, Elton John, entre los más conocidos, o ya no tanto como King Crimson, Black Sabbath,...

(Castillo Blancafort-Barcelona)
En mi modesta opinión diría que Almas cautivas es una novela de personajes, pese a que el protagonista y narrador ofrece unas descripciones muy atractivas y visuales de los lugares por los que transitan. Sin embargo, y como acostumbro a decir en tramas como esta, se mimetizan con el paisaje que les rodea, porque tanto los miembros de la familia Moragues como Daniel Lombar se adaptan a las características particulares de la zona de la comarca del Bagés en la que está situada la casa Rifé, «Robert abrió la puerta de la terraza y apareció a contraluz la inconfundible silueta de las montañas de Montserratl. Esa zona de la casa seguía ofreciendo unas vistas fascinantes; desde allí se contemplaban la inmensidad de los bosque y campos que nos rodeaban» (pág. 21). Unas características en las que el autor tiene muy en cuenta tanto el día a día de quienes viven en la masía, como los parajes que recorre el ahora policía para encontrar el cuerpo de Aleix, su amigo de la adolescencia, e incluso le sobrecoge el temor de tener que enfrentarse a Bernat Santacana, al que señalan como el asesino del hijo de Alfons Moragues. Recalco el atractivo de los parajes, porque el protagonista y narrador los describe con detalle en la primera línea temporal, ya que la mayoría de ellos le resultan familiares de su estancia en la masía durante su adolescencia. En este sentido, el lector se encontrará con la particularidad de que la voz narrativa se refiere en todo momento al pueblo ficticio de Vilafosca, creado por la imaginación del autor, pero para cuyo trazado y cercanías tiene muy en cuenta la orografía de la comarca del Bagés, con alusiones a Manresa y a las ruinas del castillo de Blancafort, al igual que a las montañas de Montserrat que la custodian. La casa Rifé atraerá también la atención del lector, porque es un personaje más de la novela, ya que conocerá con detalle cada una de sus estancias y las labores que en ella se realizan, a través de las que comprueba cómo la vida de sus moradores es diferente a la de quienes residen en los pueblos o ciudades más próximas.

Como acabo de comentar al principio del párrafo anterior, en Almas cautivas cobran un mayor protagonismo los personajes, trazados con un perfil complejo y caracterizados por marcados rasgos psicológicos, de los que me decía que algunos sólo reflejan lo superficial, porque eran muy celosos de un mundo interior que incluso les atormentaba. Para trazar sobre todo el perfil psicológico de los personajes se percibe que tiene muy en cuenta el carácter aislado de la masía, los oscuros secretos que guardan sus paredes, así como el que la segunda línea temporal de la trama se desarrolle durante los últimos años del franquismo. Esto se refleja en la expectación que se manifiesta en los miembros de la familia Moragues sobre lo que pasará una vez que fallezca el dictador y cómo influirá en el país el nuevo horizonte político que se asoma. Doña Natalia, la madre de los tres hermanos, manifiesta en varios episodios su fidelidad al régimen, no sólo por los comentarios que hace, y su relación con las fuerzas vivas de Vilafosca, sino también por el carácter autoritario que muestra frente a los demás miembros de la familia y su reacción ante un episodio luctuoso que tiene lugar en el pueblo. En el polo opuesto se encuentra su hermano Isaac, quien le proporciona los discos de vinilo y las cintas de música a su sobrino, al igual que otros regalos que les trae de vez en cuando. Este es un personaje que atrajo mi atención, porque me pareció un tanto enigmático: una incógnita que se mantiene hasta hasta el desenlace de la novela. Tampoco me olvido de la abuela Teresa, que también desvelará algunos secretos que encierra la casa Rifé. Pero tampoco dejan indiferentes Celia y Bernat Santacana, dos hermanos que trabajan en la masía desde hace pocos años, a la que fueron llevados por su abuelo, e supondrá un duro final a la estancia de Daniel Lombar en la casa Rifé en esa época, quienes protagonizan una serie de episodios duros y sobrecogedores, que cambiarán la vida de la familia y truncará la adolescencia de los hermanos Moragues, al igual que supondrá un duro final a la estancia de Daniel Lombar en la casa Rifé en esa época.

Almas cautivas es la tercera novela que leo del escritor natural de Sabadell, y que firma bajo el seudónimo de Nil Kandel. Los 41 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama transcurren a través de dos líneas temporales separadas por treinta años. Al igual que en La última carta de Nagore (reseña) y La vida oculta de la ciudad (reseña), el autor ofrece a través de la voz narrativa una trama que se encuadra en lo negrocriminal. En esta ocasión, diría que el lector se encuentra ante una trama de intriga psicológica y misterio y secretos familiares en la el ahora policía Daniel Lombar realiza una labor de investigación muy absorbente. Decide realizar las pesquisas que le encarga Robert, el hermano de su antiguo amigo de la adolescencia, Aleix Moragues, porque lleva doce días desaparecido y tiene la seguridad de que ha sido asesinado. Pese a que domina la narración frente a los diálogos, el ritmo de lectura se me hizo fluido, porque en todos los capítulos se desarrollan episodios que atraen mi atención, por lo que invitan a seguir con interés lo que sucede en ambas líneas temporales, en las que al protagonista y narrador los recuerdos de su estancia en la masía durante su adolescencia le ayudan a averiguar la misteriosa desaparición de Aleix, y despiertan su máximo anhelo: vengar una muerte que pudo evitar treinta años atrás y de la que aún se siente responsable, como adelanta la sinopsis. Al igual que en las dos novelas que le preceden, el autor utiliza un estilo narrativo directo, y una prosa clara y cuidada, en la que resalto el dinamismo, naturalidad y viveza de los diálogos, que complementan la información que ofrece la voz narrativa.



Biografía:



Nil Kandel nació en Sabadell y siempre ha vivido cerca de Barcelona. En su infancia se aficionó a los cómics y las novelas de misterio. Le gustaba imaginar historias. En la adolescencia comenzó a escribir relatos breves y poesías en las que intentaba reflejar sus inquietudes. Durante varios años compaginó sus dos pasiones: la literatura y la música. Formó parte de algunas bandas de rock progresivo y compuso varias canciones. Hasta que decidió escribir novelas de suspense y de intriga psicológica. Hasta ahora ha publicado «La última carta de Nagore», «La vida oculta de la ciudad» y «Almas cautivas».


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de Amazon. Fotografía de Nil Kandel tomada de la web de Babelio. Imagen de la Comarca del Bagés con vistas a Montserrat tomada de la web Turismo de Observación. Imagen de los restos del castillo de Blancafort tomada de Wikipedia. 

lunes, 28 de marzo de 2022

Lectura semana 13/2022: Perdedores, de Anabel Rodríguez Sánchez.

 








Comenzamos la última semana del mes de marzo y final del primer trimestre de 2022. En cuanto a lecturas, le toca el turno a la novela Perdedores, de Anabel Rodríguez Sánchez




Sinopsis: 


Se ha cometido un crimen horrendo en la Escuela de Guerra. Un hombre ha sido descuartizado y sus miembros emparedados y lanzados por las cañerías. Pero eso no es todo, el presunto asesino, capitán Vicente Agrelo, encargado de la Escuela, antiguo héroe de la Guerra de Cuba, borracho, jugador y pendenciero, mantenía una relación incestuosa con su hija mayor, Virtudes. La víctima del asesinato era el amante de la muchacha, un empresario maduro que había prometido liberarla a ella y sus hermanos del yugo al que los sometía su padre. Los periódicos no hablan de otra cosa, proclamando un día tras otro la culpabilidad de los detenidos: padre e hija. Dos abogados se harán cargo de sus defensas contrapuestas, dando la batalla para lograr un proceso justo.

La cerrazón del capitán al negar el crimen, el comportamiento errático de su hija dificultan la tarea de los letrados. Labor que se dificulta aún más al tener a la opinión pública en contra. ¿Por qué niega el capitán haber cometido unos hechos cuando el cuerpo apareció en su casa? ¿Oculta algo Virtudes? ¿Qué sucederá con el resto de los hijos del capitán una vez que la conducta de su monstruoso padre ha salido a la luz? ¿Qué sucedió en la Escuela de Guerra? Es posible que la voz interior de Virginia, hija pequeña del capitán, internada en un convento, pueda facilitar las claves del crimen.

Mientras, los abogados se enfrentarán, incluso a sus seres queridos para luchar por una causa que tal vez se perdió hace tiempo. Esta batalla les llevará a averiguar que ni la verdad ni la mentira son conceptos absolutos y que algunos seres humanos están condenados a perder (318 pág., ústica con solapas).


viernes, 25 de marzo de 2022

La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela.

 












Datos técnicos:




Título: La familia de Pascual Duarte.

Autor: Camilo José Cela Trulock.

Editorial: Destino (Colección Áncora & Delfín).

Fecha edición original: 1942.

Fecha de la presente edición: 1975.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 84-233-0733-6.

Nº pág.: 187.



Sinopsis:



«Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo.» Publicada inicialmente en 1942, La familia de Pascual Duarte marca un hito decisivo en la literatura española y es, después del Quijote, el libro español más traducido a otras lenguas. Pascual Duarte, campesino extremeño hijo de un alcohólico, nos cuenta su vida mientras espera su propia ejecución en la celda de los condenados a muerte. Víctima de una inexorable fatalidad, Pascual Duarte es un ser primitivo y elemental dominado por la violencia, única respuesta que conoce a la traición y al engaño. Pero esa siniestra apariencia no es más que la máscara que oculta su incapacidad para luchar contra la maldad de los demás y la desvalida impotencia que alberga en el fondo de su alma. La familia de Pascual Duarte ha ganado con los años fuerza y dramatismo y su protagonista, que no ha perdido el encanto primigenio, es ya un arquetipo de alcance universal.



Opinión Personal:



Son tres las obras que a lo largo de los años atrajeron mi atención del Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela y Trulock, galardón que le otorgó la Academia Sueca en 1989 «por una prosa rica e intensa, que con refrenada compasión configura configura una visión provocadora del desamparado ser humano». Quizás retraiga mi interés por su prolífica narrativa su estilo experimental e innovador, porque títulos como Cristo versus Arizona, Mazurca para dos muertos o Madera de boj no fui capaz de meterme de pleno en las historias que relata el narrador de turno. Mi relación con el escritor gallego natural de Iria Flavia (Padrón, A Coruña) se limita a La familia de Pascual Duarte, Viaje a La Alcarria y La colmena, tres lecturas que me acompañaron durante mi juventud, y de las que le toca el turno de relectura a La familia de Pascual Duarte.

(Torremejía-Badajoz)
Con La familia de Pascual Duarte Cela inicia una exitosa carrera literaria, en la que obtuvo los más prestigiosos galardones. La familia de Pascual Duarte es, tras El Quijote, la obra española que se tradujo a más idiomas. Con su ópera prima Camilo José Cela inicia el denominado realismo tremendista, tendencia literaria que se manifestó en los escritores españoles de la posguerra, quienes fueron testigos, e incluso participaron, en este conflicto armado fratricida que asoló España entre 1936 y 1939, originado por un golpe de estado militar auspiciado por el General Franco contra el Gobierno legalmente establecido. En el realismo tremendista la voz narrativa de turno relata historias que tienen su base en la cruda realidad de la posguerra, y que giran sobre todo en torno a las clases más bajas de la sociedad española.

En su ópera prima Cela planifica y desarrolla una obra circular, porque el protagonista y narrador decide dejar constancia, en unas cuartillas que le facilitan, de las circunstancias que le condujeron a cometer actos en los que muestra el carácter más ruin y primitivo de la condición humana, mientras espera su propia ejecución en la celda de los condenados a muerte en la prisión de Badajoz. Tal y como está presentada la novela, desde las primeras líneas el lector tiene la sensación de que fue el autor quien decide dar publicidad a las que pueden considerarse como memorias de Pascual Duarte. Unas memorias de las que el Premio Nobel de Literatura dice ser sólo un mero transmisor, por el estado en el que se encontraban las cuartillas encontradas en una farmacia de Almendralejo, y que para mayor veracidad de tales memorias el reo envía al señor don Joaquín Barrera López, en Mérida, como depositario de las mismas.

«Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo el destino se complace en variarnos como si fuese de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte» (Pág. 25). Tal y como se suceden las circunstancias que rodean al protagonista, no me imaginé que este personaje terminaría sus días con una muerte tan cruel como es el garrote vil, pese a que era consciente de que esta era la muerte que le esperaba. En mi modesta opinión, entiendo que estas primeras líneas de sus memorias indican que el ahora reo no pretendía llevar otra vida que la de el común de los mortales, en la que procuraría cometer los menores errores posibles, porque de todos es sabido que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, cuando no lo hace unas cuantas más.

(Puente romano de Mérida-Badajoz)
En La familia de Pascual Duarte Cela traslada al lector a Extremadura, a la provincia de Badajoz, en el que se ubica el contenido de la mayor parte de los capítulos. Pascual Duarte ofrece una descripción generalizada de Torremejía —pueblo en el que hay una placa dedicada a Cela, para después centrarse en la pobreza de la casa en la que vivía a las afueras del pueblo, cercano a Almendralejo. El carácter disfuncional de la familia del protagonista proporciona al lector una idea de cómo es el día a día de este personaje, porque los rasgos psicológicos de sus padres originan un ambiente familiar difícil y hostil. Un ambiente familiar que influirá en su personalidad y en la de su hermana Rosario. Con el transcurrir de los capítulos, el protagonista presenta el ir y venir de los miembros de su familia, y de otros personajes que influyen en el su ciclo vital, como don Rafael y el apodado el Estirao, porque cuando parece que el rumbo de su vida se endereza, presencia o llegan a sus oídos episodios que le obligan a tomar unas decisiones a las que sólo acuden los seres primitivos y elementales, dominados por la violencia, como lo podrá comprobar el lector a lo largo de los 19 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama.

La familia de Pascual Duarte es una novela encuadrada en el realismo tremendista. Pese a lo que esto significa y a los infortunios que persiguen al protagonista, Camilo José Cela le confiere una prosa absorbente, muy rica en matices y recursos literarios. El autor combina con maestría la narración, la descripción, los diálogos y las reflexiones que, como si de una pausa en su relato se tratase, acompañan a Pascual Duarte. El texto contiene un lenguaje llano, coloquial, acorde con el origen humilde del protagonista, quien apenas fue unos años a la escuela, «pero sabía leer y escribir, sumar y restar, y en realidad para manejarme tenía bastante», (Pág. 40) si bien hay episodios y reflexiones escritos de tal forma que no parecen ser obra del redactor de las memorias, sino pulidas por el autor de la novela. «Hasta el aguamanil que siempre suele ser lo peor era vistoso en aquella habitación; sus curvadas y livianas patas de bambú y su aljofaina de loza blanca, que tenía unos pajarillos pintados en el borde, le daban una gracia que lo hacía simpático»(Pág. 85). Me gustaron mucho los refranes o dichos populares que utiliza cuando son apropiados para el episodio de turno, o las comparaciones y metáforas en las que se sirve de animales, quizás por aquello de ser el personaje un gran aficionado a la caza. Los diálogos son muy interesantes, no sólo por la información que ofrecen, sino también por la tensión narrativa que se refleja en escenas que, tal y como se desarrollan, dan la sensación de que no conducen a un buen desenlace, o también tuve la impresión de que algunos sirven para llenar un incómodo silencio.

Quien disfrute con la buena literatura no debería de olvidarse de tener en su lista de imprescindibles La familia de Pascual Duarte, cuya trama sigue vigente hoy día, y que estoy seguro no deja indiferente a quienes la lean o hayan leído, porque las vicisitudes que acompañan al protagonista y narrador, Pascual Duarte, invitan, sin duda alguna, a la reflexión. El lector se encontrará con una novela en cuyo desarrollo de la trama está muy presente el determinismo todo lo que le sucede al protagonista está condicionado por las circunstancias que le rodean—, la violencia, tanto física, verbal como psicológica; la familia, el odio y la venganza, sin olvidarme de la trascendencia que tiene en el protagonista la negación al acceso a la educación por parte de su madre, o la diferencia en el trato social, según la clase social a la que pertenezcan los personajes.



Biografía:



Camilo José Cela nació en 1916 en Iria Flavia (La Coruña). Desde 1957 es académico de la Lengua. Fruto de sus andanzas por los caminos de España son sus libros Viaje a la Alcarria y Judíos, moros y cristianos. En 1942 se situó en primera línea de la narrativa española con La familia de Pascual Duarte, libro al que siguieron, entre otros, Pabellón de reposo, El Gallego y su cuadrilla, La colmena, Mrs. Caldwell habla con su hijo, Nuevo retablo de Don Cristobita, Las compañías convenientes y otros fingimientos y cegueras, Oficio de tinieblas 5 , Mazurca para dos muertos... En enero de 1980 es investido doctor honoris causa por la Universidad Compostelana. Asimismo, le es concedida la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica. En 1982 se estrena en Madrid la película La colmena, dirigida por Mario Camus y con guión de José Luis Dibildos. Cela participa activamente en el filme, mediante la interpretación de uno de los personajes; Matías Martí, el inventor de palabras. En 1994 gana el Premio Planeta con La cruz de San Andrés. En 1987 recibió el Premio Príncipe de Asturias, en 1989 se le concede el Premio Nobel y el Premio Cervantes en 1995. Fallece en Madrid en enero del 2002.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la editorial Destino en Amazon. Fotografía de Cela tomada de la web del Instituto Cervantes. Imagen de Torremejía tomada de la web Rurismo. Imagen del puente romano de Mérida, en Badajoz, tomada de Wikipedia. 





miércoles, 23 de marzo de 2022

El tejido de los días, de Carlos Auresanz.

 











Datos técnicos:




Título: El tejido de los días.

Autor: Carlos Auresanz.

Editorial: Ediciones B (Grupo Pengüin Random House).

1ª edición: Marzo/2021

3ª reimpresión: Mayo/2021.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-666-6895-8.

Idioma: Español.

Nº pág.: 656.



Sinopsis:



Zaragoza, 1950. La joven Julia llega a la ciudad sola y embarazada, fruto de una relación prohibida con un hombre que acaba de morir. Aunque conoce las dificultades que entraña ser una mujer en sus condiciones, el deseo de labrar un futuro digno para su hijo la lleva a montar un salón de alta costura, con la ayuda de Rosita, una joven modista.

Atraídas por su talento, las mujeres de las familias más adineradas de Zaragoza no tardarán en frecuentar el taller para admirar las modernas telas y los vestidos más glamurosos de la época. Será así como Julia conocerá a la familia Monforte y las vidas y los anhelos de quienes trabajan para ellos: el portero, las doncellas, el chofer, la institutriz y la cocinera que, en esos días, se convertirán en su familia.

Mientras Julia intenta esconder el pasado del hombre al que amó y construir un futuro para su hijo, un secreto inconfesable que se había estado oculto durante generaciones en la mansión de los Monforte saldrá a la luz y cambiará para siempre la vida de sus habitantes.

Carlos Aurensanz se consagra como uno de los narradores más talentosos de nuestro país en esta novela en la que, de igual manera que las hebras se entrecruzan en la urdimbre de las telas, la vida cotidiana de los personajes se entrelaza para dibujar el tapiz de una gran historia.



Opinión Personal:



El tejido de los días es la primera novela que leo y reseño del escritor tudelano Carlos Auresanz, uno de los que más peso tienen en la narrativa contemporánea española, por la gran aceptación de sus obras de ficción histórica, tanto por la crítica especializada como por los cientos de lectores que son fieles seguidores de los títulos que publica. Para saldar mi deuda lectora con este autor me decanté por su último trabajo literario publicado, con cuyo título inicio este párrafo. No sólo me atrajo la portada, sino también la sinopsis, porque en ella se deduce el marcado carácter costumbrista de la trama. Pero, sin duda alguna, uno de los grandes atractivos de El tejido de los días es la presencia de la intriga y el misterio que atrae la atención del lector a lo largo de los capítulos, en los que se presienten secretos que oculta una de las familias más adineradas de Zaragoza. Unos secretos familiares que me mantuvieron muy en vilo hasta el desenlace, en el que la cascada de episodios que salen a la luz dan a entender que nada es lo que parece, por lo que le confiere un cierto tono de corte clásico a la trama. En este sentido, estuve muy pendiente de la relación entre los miembros de la familia Monforte y las vidas y los anhelos de quienes trabajan a su servicio, porque me decía que era otro de los aspectos que recuerdan a aquellas obras en las que se resalta la relación entre las familias de las clases nobles o de la alta sociedad y los criados que trabajan en sus mansiones. Sin embargo, y en mi modesta opinión, los dos últimos capítulos deslucen la calidad de la trama, por todos los episodios que resultan muy entretenidos para el lector durante su desarrollo. Si bien, como digo en estos casos, esto que acabo de comentar es una apreciación mía, lo que no impide que recomiende su lectura, sin duda alguna.

(Calle San Miguel-Zaragoza)
A pesar de que de la sinopsis se deduce el marcado carácter costumbrista de la trama, está muy ligada al período histórico en el que se desarrolla, porque abarca los tres primeros años de la década de los 50 del siglo XX, en los que todavía está muy presente en los españoles la guerra civil que asoló al país durante tres largos, duros y cruentos años. En el plano social, se percibe a través del elenco de personajes que transitan por las páginas de El tejido de los días las pautas marcadas por el régimen franquista, con el efecto que la cartilla de racionamiento supone para las familias de las clases sociales bajas. Una cartilla de racionamiento que da lugar al auge del estraperlo, del que se aprovechan personas de dudosa reputación y otros que tienen un elevado estatus social para lucrarse de forma ilícita, amparándose en su afinidad al régimen para cubrirse las espaldas por su participación en los negocios ilegales. Unos negocios relacionados con el mercado negro, al que pueden recurrir los más pudientes para mantener el nivel de vida que están acostumbrados a llevar, aunque las clases sociales bajas se verán obligadas a solicitar los servicios de personas sin escrúpulos para obtener productos de imperiosa necesidad, como se podrá comprobar en alguna fase de esta novela. En este sentido, en varios capítulos se desarrollan episodios propios de novela negra, que atraen la atención del lector, sobre todo aquellos en los que participa un personaje que le resultará muy familiar a lo largo de los capítulos, y que sólo él conocerá su participación en estas actividades ilegales durante la mayor parte del desarrollo de la trama.

Carlos Auresanz aborda a lo largo de los capítulos el papel que desempeña la mujer en una época en una época en la que está sometida a la autoridad del marido, o del miembro varón de la familia que tuviera potestad sobre ella, porque por si misma no podía desempeñar labor autónoma alguna, salvo las propias que le correspondían por su género. El lector se encontrará con un abanico de mujeres en las que influye el destino que les depara la sociedad de la época, en la que se encuentran atadas por los valores que les inculcan, auspiciados por la influencia que el clero ejerce sobre sus feligreses y la labor de respaldo del régimen a través de la aprobación de diversas leyes que amparan los preceptos que defiende la iglesia católica. Sin duda alguna, el abanico de mujeres al que me refiero en este párrafo le da mucho juego a la novela, sobre todo por la fuerte personalidad con la que son perfiladas, lo que origina que alguna se rebele contra el destino que tienen marcado. Las peripecias que viven les permiten comprender que una segunda oportunidad es posible para ellas, lo que originó que estuviera muy pendiente de las decisiones que toman, porque son conscientes de que pueden traicionar el papel que se les impone. Una segunda oportunidad que, en algunos casos, diría que implica un afán de superación. Unos personajes femeninos a través de los que el autor refleja las dificultades, las dudas y también la culpa por no cumplir con el papel que se espera de ellas.

(Basílica de Santa Engracia-Zaragoza)
A lo largo de los 54 capítulos en los que se estructura El tejido de los días, agrupada en cuatro partes diría que bien diferenciadas, se refleja la evolución de los personajes que transitan por sus páginas. En mi modesta opinión, entiendo que me encontré con unos personajes de carne y hueso, diría que trazados con una personalidad compleja, de la que el lector recibirá una información más directa sobre los episodios que protagonizan, hasta que sea revelada a quienes estimen oportuno hacerles partícipes de las confidencias que, en algunos casos, les atormentan y temen que lleguen a oídos de quien puede dañar el futuro que ansían, incluso poniendo en peligro su integridad física. En mi modesta opinión, entiendo que a través de todos ellos el autor refleja la escala social de la época, la relación que se muestra entre las diferentes capas de la sociedad zaragozana, en la que cada uno es consciente del lugar que le corresponde ocupar, así como las relaciones de cortesía entre las mismas. Si bien en la sinopsis se hace mención al papel que desempeña Julia Casaus en la novela, diría que me encontré con una trama coral, porque son varios los personajes que van cobrando un mayor protagonismo a lo largo de los capítulos. A través de las localizaciones y detalles que describe la voz narrativa se percibe que Carlos Auresanz realizó una labor de documentación para que sintiera el efecto de realizar un viaje literario a Zaragoza, a la época en la que tienen lugar los episodios que se relatan. En mi modesta opinión, entiendo que ese efecto se siente realzado por las fechas que encabezan cada uno de los capítulos pero, sobre todo, por determinada información que ofrece para darle una mayor veracidad a lo que sucede en los capítulos. A través de las peripecias que viven los personajes la voz narrativa muestra cómo era la ciudad de Zaragoza, sus costumbres, sitios más emblemáticos, al igual de que se percibe que es muy consciente de qué localizaciones son las más idóneas en las que ubicar, sobre todo, las escenas más trascendentales de la novela, teniendo muy en cuenta que cobran un gran protagonismo las que se desarrollan en un espacio cerrado como es la casa familiar de los Monforte, e incluso hace partícipe al lector de cómo influye en los episodios que protagonizan los personajes el clima zaragozano.

En la trama coral de la última novela publicada por Carlos Auresanz, destaca el mayor peso que tienen los personajes femeninos, aunque el lector se encontrará con unos personajes masculinos interesantes, caso del ya mencionado abogado, el villano de la novela, secundado por un personaje oscuro como Marcelo Casabona, sin olvidarme del papel que desempeñan Sebastián, Andrés o Vicente, quienes forman parte del servicio de la familia o realizan trabajos habituales para el mantenimiento de sus instalaciones. El lector se encontrará con unos personajes femeninos que, en mi modesta opinión, resultan muy atractivos por lo que representan cada una de ellas, dentro de las limitaciones que les impone la sociedad de la época, amparadas por el régimen franquista. Es Antonia, quien se traslada desde Villar de Cañadas para formar parte del servicio de la familia Monforte, la que más atrajo mi atención, porque me dije que en esta doncella se percibía una mayor evolución que las demás mujeres que mayor peso tienen en la novela, aunque teniendo muy en cuenta los valores que le inculcan, como indico en el párrafo anterior, por lo que estuve muy pendiente de las decisiones que toma en relación con el futuro que le tiene deparado el destino. Aunque también estuve muy pendiente de la relación tirante que mantiene este personaje con la otra doncella de los Monforte, Francisca, lo que dará lugar a una serie de desencuentros desagradables entre ambas, de los que estuve muy pendiente de su desenlace como si de un desafío se tratara. Sin embargo, es Julia quien tiene una mentalidad diferente a la mayoría de las mujeres que transitan por las páginas de El tejido de los días, una mujer que llega sola y embarazada a la ciudad, como adelanta la sinopsis, cuyo único deseo es labrar un futuro digno para su hijo, fruto de una relación prohibida con un hombre que acaba morir. Un deseo que la lleva a montar un salón de alta costura, con la ayuda de Rosita, una joven modista. Su carácter emprendedor le lleva a triunfar en el mundo de la moda y a tener entre sus clientas a lo más granado de la sociedad zaragozana de la época, si bien tendrá que enfrentarse a una serie de obstáculos difíciles de superar para alcanzar sus objetivos. Junto a estos tres personajes femeninos, hay otros dos a los que hay que tener muy en cuenta, como Rosario, la cocinera de los Monforte, y doña Pepa, la esposa de Emilio Monforte, uno de los más afamados abogados de Zaragoza, quien protagoniza algunas escenas que no me convencieron, influenciada quizás por la imposibilidad de controlar impulsos irrefrenables, que originan que el personal del servicio se sienta señalado como culpable, así como las reacciones desagradables de su esposo ante un trastorno difícil de atajar.

(Estación de Utrillas-Zaragoza)
Pese a las pequeñas objeciones que le pongo a El tejido de los días, merece la pena adentrarse en una historia bien construida e hilvanada. El ritmo de lectura me resultó más bien fluido, porque en cada uno de los 54 capítulos en los que se estructura la trama me encontré con episodios que atrajeron mi atención. Me gustó mucho la ambientación que Carlos Auresanz le confiere a la novela, porque el lector siente que realiza un viaje literario a la época en la que se desarrolla la historia que relata un narrador omnisciente. En este sentido, siempre es de agradecer que el autor de turno se fije en detalles del día a día que le dan una mayor credibilidad al relato, porque ayudan al lector a imaginarse cómo se realizaban las labores cotidianas, sobre todo teniendo muy en cuenta de que puede haber quienes hayan vivido esa época y se interesen por esta historia ambientada en Zaragoza, por lo que el autor tiene que hilar muy fino a la hora de describir detalles que puede parecernos que van a pasar desapercibidos. Si bien en la faja de la novela se menciona la historia de una saga familiar, más bien diría que a lo largo de los capítulos el narrador omnisciente relata la historia que tiene lugar en torno a la familia de los Monforte, con recuerdos del pasado ante una expresión muy popular que dice Emilio Monforte en una de los saraos nocturnos que mantiene con sus amigos. Una familia a través de la cual se refleja la España gris de los primeros años del régimen franquista, el papel de que desempeña la mujer, con un destino marcado por las normas sociales y estrictas de la época, al igual que los negocios ilegales que se llevan a cabo en el mercado negro, al seguir en vigor la cartilla de racionamiento, con lo que significa para las clases sociales más bajas acceder a los productos de primera necesidad.


Biografía:



Carlos Aurensanz es licenciado en Veterinaria por la Universidad de Zaragoza y desarrolla su actividad profesional en el campo de la Salud Pública. En 2009 publicó su primera novela Banu Qasi. Los hijos de Casio, a la que le siguió Banu Qasi. La guerra de Al Ándalus y luego Banu Qasi. La hora del califa. Esta trilogía le ha valido un amplio reconocimiento por parte del público y la crítica, que no ha dudado en considerarlo, y con razón, uno de los autores más importantes en el panorama de la narrativa histórica en nuestro país. En 2015 publicó La puerta pintada, una novela de suspense que lo consagró como un autor polifacético y capaz de adentrarse en cualquier género narrativo, algo que demuestra en la saga familiar, El tejido de los días.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web  penguinlibros. Fotografía de Carlos Auresanz tomada de Wikipedia. Imagen de la calle San Miguel tomada de la Pinterest. Imagen de la Basílica de Santa Engracia tomada de Wikipedia. Imagen de la Estación de Utrilla en Zaragoza tomada de la web zaragozaciudad.net. 

lunes, 21 de marzo de 2022

Lectura de la semana 12/2022: Almas cautivas, de Nil Kandel.

 








Comenzamos la penúltima semana del mes de marzo, y nueva estación del año: primavera. Esta semana le toca el turno a la última novela autoeditada de Nil Kandel, Almas cautivas.



Sinopsis:


El policía Daniel Lombar intenta superar ciertos problemas emocionales tras serle concedido un largo período de excedencia. Una mañana recibe la llamada de Robert Moragues, un amigo del pasado con quien había perdido el contacto. Robert se muestra muy alterado al explicar que su hermano Aleix lleva doce días desaparecido. Tiene la seguridad de que ha sido asesinado y pide ayuda para localizar su cuerpo y detener al autor del crimen.

Daniel se siente muy confuso, pero algo en su interior lo empuja a regresar a la casa Rifé, una masía centenaria donde pasó los veranos de su adolescencia. Una vez allí, los recuerdos lo ayudarán a investigar la misteriosa desaparición de Aleix, aunque también despertarán su máximo anhelo: vengar una muerte que pudo evitar treinta años atrás y de la que aún se siente responsable. En su lucha por hacer las paces con el pasado, Daniel descubrirá los secretos más oscuros que marcaron la vida de los hermanos Moragues (325 pág., tapa blanda).

jueves, 17 de marzo de 2022

El cementerio de los ingleses, de Ricardo Alía.


 








Datos técnicos:



Título: El cementerio de los ingleses.

Autor: Ricardo Alía.

Autoeditado Amazon (enlace)

1ª Edición: Octubre/2021.

Encuadernación: Tapa blanda.

ISBN: 979-8491205684.

Idioma: Español.

Nº páginas: 328.


Precio:  9, 95 € en papel.

              2, 69 en ebook.



Sinopsis:



UNA NOVELA NEGRA IMPACTANTE, UN MAPA LITERARIO DE SAN SEBASTIÁN, UN ESCRITOR EN BUSCA DE UN ASESINO.


Descubre las escenas de los crímenes a través de los escritores que dejaron su huella en San Sebastián. Visita la casa museo donde residió Víctor Hugo, los lugares que frecuentó Ernest Hemingway o las numerosas referencias al donostiarra Pio Baroja que salpican las calles y plazas de la ciudad. Un asesinato, un autor, un libro. Cada libro contiene la clave del siguiente crimen. Todo conduce a un antiguo club de lectura y a la misteriosa desaparición de una joven hace treinta años.



Opinión Personal:




Me atrajo mucho la última novela publicada hasta la fecha por el escritor donostiarra Ricardo Alía, El cementerio de los ingleses. Laky, la administradora del blog Libros que hay que leer, la promocionó mediante sorteo de varios ejemplares, porque su trama encaja en el mes temático de la novela negra, que sirve como aliciente para quienes participan en el Reto Literario Genérico, y para quienes quieran participar en los meses temáticos que dedica a cada uno de los géneros literarios que lo conforman. El cementerio de los ingleses me cautivó tanto por el peso que tiene la metaliteratura en el desarrollo de la trama, como por el hecho de que el autor traza a lo largo de los capítulos un mapa literario de San Sebastián, porque los personajes transitan por sitios en los que dejaron su huella escritores tan célebres como Pío Baroja, Ernest Hemingway y Víctor Hugo, como adelanta la sinopsis. Estoy seguro de que el lector disfrutará mucho con las alusiones literarias que manifiesta la voz narrativa a lo largo de los 28 capítulos, más el prólogo y el epílogo en los que se estructura el desarrollo de la trama. Unas alusiones que se manifiestan bien por la propia voz narrativa, bien por las alusiones de los personajes en los diálogos que mantienen, en los que citan fragmentos o mencionan obras clásicas, si el tema que abordan en su trama guarda relación con las situaciones que viven, o sirven para que el interlocutor aconseje al receptor sobre temas más personales, si tiene con él una relación muy cercana, y que le permita ofrecer tales consejos. También se percibe a lo largo de los capítulos que el autor disfrutó mucho con la escritura de esta novela, a lo que hay que añadir el hecho de que en esta ocasión apostara por la autoedición, con la responsabilidad que significa embarcarse en una empresa de esta índole.

(Plaza del Txofre-San Sebastián)
Como afirma Ricardo Alía en la web escritoresdeeuskadi.com, El cementerio de los ingleses es una novela negra que se aleja de los estándares propios de lo negrocriminal. En mi modesta opinión, a lo largo de los capítulos se percibe una clara influencia clásica en su desarrollo, no sólo por lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, sino también porque el lector tiene una información más directa en varias fases de la trama en relación con las investigaciones que lleva a cabo el protagonista y su amigo Txomin. Iker Arrieta sospecha que parece haber un nexo que une los crímenes que tienen lugar en San Sebastián  entre mediados de diciembre de 2019 y primeros de marzo de 2020, lo que incluso le hace presentir que su vida pueda correr peligro. Un claro ejemplo de lo que acabo de comentar se manifiesta en lo que sucede en el prólogo, que incita a que el lector permanezca expectante tras el descubrimiento que hace Iker Arrieta a finales de octubre de 2016 en El Cementerio de los Ingleses, ubicado en el monte Urgull, un camposanto por el que el protagonista y narrador siente fascinación desde niño, y al que define como «un sitio peculiar, poco conocido incluso por los lugareños...en homenaje a los soldados ingleses muertos en combate contra los carlistas en una guerra que lo era la suya» (pág. 7). El joven escritor decide investigar estos crímenes porque el sentimiento de culpa le atormenta desde esa fecha, si bien prefiero que sean quienes se interese por la lectura de El cementerio de los ingleses los que deduzcan las causas del tormento que le acompaña desde que subió a ese cementerio tres años antes. En mi modesta opinión, la investigación que realiza Iker Arrieta y su amigo Txomin Larrañaga la llevan a cabo al más puro estilo Holmes y Watson, aunque en esta ocasión forman un tándem un tanto peculiar por las características que definen a ambos personajes metidos a detectives, siendo Txomin el que ejerce una labor más deductiva en las pesquisas que realizan. Pesquisas a las que se une la hija del dueño de la librería Azpiazu, Ainhoa, quien desempeña un papel destacado con el paso de los capítulos y que atrae la atención del lector. Entiendo también que el carácter clásico del desarrollo de la trama de esta novela se percibe en el desenlace, por la forma en la que la voz narrativa da a conocer toda la información en la que se revelan las incógnitas que esconde quién o quiénes están detrás de estos crímenes. Un desenlace que me encantó porque el autor no deja ningún cabo suelto y mantuvo mi interés hasta la última página, por la intriga con la que se desarrollan los episodios que lo conforman, y porque sospechaba que todavía me esperaba algún giro narrativo más.

Disfruté mucho con la lectura de El cementerio de los ingleses, e incluso diría que se superaron con creces las expectativas que tenía puestas en esta novela. Sin duda alguna, creo que es una de las novelas que leí en las que la metaliteratura cobra un papel trascendental a lo largo de los capítulos. En este sentido, diría que no sólo por las referencias a los tres autores que se mencionan en la sinopsis y que tienen una gran presencia en la trama, sino también las que guardan relación con la creación literaria, ya que el protagonista y narrador es un escritor que empieza a hacer su carrera literaria, si bien tiene que alternar la escritura con los trabajos temporales que desempeña, a los que ya está acostumbrado, porque «había desempeñado diversos y variopintos trabajos antes, durante y después de acabar la carrera para mantenerme a flote» (pág. 17). Iker Arrieta es consciente de que las ganancias que obtiene de sus publicaciones literarias no son suficientes para alcanzar una situación económica que le permita vivir con una cierta holgura, salvo que con el paso del tiempo alguna de sus publicaciones le reporten esos beneficios que le posibiliten alcanzar el sueño de dedicarse por completo a escribir novelas. En este sentido, el lector estará pendiente de las reflexiones que vierte el protagonista y narrador sobre las diversas facetas del proceso creativo, al igual que la labor que realizan los editores y agentes literarios, cuando la escena de turno se presta a ello, y en las que no faltan alusiones al plagio. Unas reflexiones que intercala durante el proceso de investigación que llevan a cabo para descubrir quién o quiénes están detrás de unos crímenes que mantienen en vilo a los donostiarras.

(Estatua de Pío Baroja-San Sebastián)
Ricardo Alía planifica y desarrolla una trama muy atractiva, porque el lector está muy pendiente de todo lo que sucede durante su desarrollo. Un desarrollo en el que la ciudad de San Sebastián diría que es la protagonista indiscutible de esta novela, porque su presencia está muy por encima de la labor que realiza el escritor y narrador en primera persona, Iker Arrieta. A lo largo de los capítulos se percibe la pasión que el autor siente por su ciudad, como lo demuestra la elección de las localizaciones que utiliza para ubicar las escenas más impactantes, con las que incita a que sintamos interés por conocer detalles sobre los lugares en los que se descubren los cadáveres que, tal y como son encontrados, se presume que son víctimas de un crimen, a través de los que se pretende enviar un mensaje a alguien, porque esa fue la impresión que tuve en cada uno de ellos. Sin duda alguna, las descripciones que el autor realiza por boca del narrador invita a los lectores a realizar un recorrido por las localizaciones que tienen una mayor trascendencia a lo largo de los capítulos, sobre todo por aquellas que no son tan conocidas por quienes la visitan o incluso viven en la capital guipuzcoana. En este sentido, diría que le confieren un gran atractivo escenas que, en mi modesta opinión, tienen un marcado carácter gótico, lo que origina que se perciban los espacios en los que se desarrollan desde una perspectiva muy diferente a la habitual. También atrajeron mi atención las opiniones que sobre la capital guipuzcoana dejó Ernest Hemingway en su obra Fiesta o algunas de Pío Baroja, sobre todo por el tono en el que las expresa.

Pero junto a la ciudad de San Sebastián hay otros personajes, estos ya de carne y hueso, que atraen la atención del lector. El que mejor perfilado está es el protagonista y narrador de El cementerio de los ingleses, Iker Arrieta, no sólo porque es la voz narrativa de esta novela, sino también porque  es al que conoce en mayor profundidad. Pese a lo que acabo de comentar, es muy atractivo el triángulo que forma con el que es su mejor amigo desde la época universitaria, Txomin Larrañaga, ahora metido a poeta y fiel seguidor de la Real Sociedad, pero que espera que acudan las musas a su encuentro con total tranquilidad, porque es miembro de una familia acomodada de San Sebastián. Ainhoa Azpiazu es el tercer vértice del triángulo, un personaje que con el paso de los capítulos va cobrando un mayor protagonismo, tanto por una relación que parece que va más allá de la amistad con el joven escritor como por su implicación cada vez mayor en la investigación que realiza, lo que da lugar a que Iker se preocupe por su integridad física, por lo temores a los que ya me referí en el segundo párrafo de esta reseña. Otro personaje que atrae la atención del lector, es el peculiar informador que tiene el protagonista, el frutero Mikel, quien conoce por medio de sus clientes todo lo que se cuece en la ciudad donostiarra, y cuando surge la ocasión, le menciona referencias literarias que, según la circunstancia, levantan una sonrisa, sobre todo porque da la sensación de que tiene una forma de expresarse un tanto decimonónica. Pero tampoco faltan personajes que me mantuvieron en vilo por la labor que desempeñan en algunas fases del desarrollo de la trama, caso del inspector Cepeda, quien tal y como es descrito me recordaba un tanto al mítico Colombo, si bien Cepeda tiene más mala leche. No me olvido de la madre de Iker Arrieta, que vive en Pasajes de San Juan, en donde está la Casa Museo de Víctor Hugo, y que, en mi modesta opinión, es el personaje más entrañable de la novela.

( C. M. de Víctor Hugo-Pasajes de San Juan-Guipúzkoa)

Disfruté mucho con la lectura de El cementerio de los inglesesno sólo por el peso que tiene la metaliteratura en el desarrollo de la trama, sino también porque Ricardo Alía sabe cómo atraer la atención del lector desde las primeras páginas y mantenerla hasta el desenlace, sin que apenas decaiga el ritmo narrativo. Le  confiere  el corte clásico al desarrollo de la trama, con algunas escenas en las que, en mi modesta opinión, entiendo que contienen elementos góticos. Me gusta su estilo narrativo, directo, cuidado y con unos diálogos muy dinámicos que agilizan el ritmo, sobre todo a medida que el desenlace está próximo y se suceden episodios en los que la acción está más presente, así como la intriga, por las sospechas que tiene Iker Arrieta al sentirse vigilado y porque presiente que su vida puede correr peligro. El escritor donostiarra planifica y desarrolla una trama muy equilibrada entre elementos que son propios de la novela negra de corte clásico y las alusiones metaliterarias que se suceden a lo largo de los capítulos, en las que sobresalen las referencias a Baroja, Hemingway y Víctor Hugo, junto con la trascendental presencia de San Sebastián, que es un personaje más de la novela: incluso diría que está muy por encima de los que transitan por sus calles. Resalto el papel que desempeñan el triángulo formado por Iker Arrieta, su amigo Txomin Larrañaga y Ainhoa Azpiazu, porque dan mucho juego a la trama, sobre todo cuando se acerca el desenlace, en el que el lector se encontrará con una historia que conduce a un antiguo club de lectura y a la misteriosa desaparición de una joven hace treinta años.


Biografía:



Tiene dos grandes pasiones: el ajedrez y la literatura. Dejó de competir en torneos internacionales de ajedrez para concluir sus estudios y acabó licenciándose en Ciencias Químicas por la Universidad del País Vasco. En la actualidad trabaja como químico en Barcelona, ciudad donde reside junto a su familia. Gran lector de novela negra, escribe en secreto y normalmente guarda los manuscritos en un cajón, pero en este caso ha decidido sacarlos a la luz. El signo del dragón es la primera novela de La trilogía del Zodíaco, —publicada con Maeva— completada por El vuelo de la serpiente y El salto del caballo. En 2018 también publica con Maeva El peón envenenado. El cementerio de los ingleses es su primera novela autopublicada (octubre de 2021).


Nota: Datos técnicos, sinópsis y fotografía de Ricardo Alía tomados de Amazon. Biografía del autor tomada de la web de Babelio. Imagen de la plaza del Txofre en San Sebastián tomada de la web Tanco. Imagen de la estatua de Pío Baroja en San Sebastián tomada de la web Wikimedia Commons. Imagen Casa Museo de Víctor Hugo en Pasajes de San Juan tomada de la web Babilonia´s Travel.