Datos técnicos:
Título: El cementerio de los ingleses.
Autor: Ricardo Alía.
Autoeditado Amazon (enlace)
1ª Edición: Octubre/2021.
Encuadernación: Tapa blanda.
ISBN: 979-8491205684.
Idioma: Español.
Nº páginas: 328.
Precio: 9, 95 € en papel.
2, 69 en ebook.
Sinopsis:
UNA NOVELA NEGRA IMPACTANTE, UN MAPA LITERARIO DE SAN SEBASTIÁN, UN ESCRITOR EN BUSCA DE UN ASESINO.
Descubre las escenas de los crímenes a través de los escritores que dejaron su huella en San Sebastián. Visita la casa museo donde residió Víctor Hugo, los lugares que frecuentó Ernest Hemingway o las numerosas referencias al donostiarra Pio Baroja que salpican las calles y plazas de la ciudad. Un asesinato, un autor, un libro. Cada libro contiene la clave del siguiente crimen. Todo conduce a un antiguo club de lectura y a la misteriosa desaparición de una joven hace treinta años.
Opinión Personal:
Me atrajo mucho la última novela publicada hasta la fecha por el escritor donostiarra Ricardo Alía, El cementerio de los ingleses. Laky, la administradora del blog Libros que hay que leer, la promocionó mediante sorteo de varios ejemplares, porque su trama encaja en el mes temático de la novela negra, que sirve como aliciente para quienes participan en el Reto Literario Genérico, y para quienes quieran participar en los meses temáticos que dedica a cada uno de los géneros literarios que lo conforman. El cementerio de los ingleses me cautivó tanto por el peso que tiene la metaliteratura en el desarrollo de la trama, como por el hecho de que el autor traza a lo largo de los capítulos un mapa literario de San Sebastián, porque los personajes transitan por sitios en los que dejaron su huella escritores tan célebres como Pío Baroja, Ernest Hemingway y Víctor Hugo, como adelanta la sinopsis. Estoy seguro de que el lector disfrutará mucho con las alusiones literarias que manifiesta la voz narrativa a lo largo de los 28 capítulos, más el prólogo y el epílogo en los que se estructura el desarrollo de la trama. Unas alusiones que se manifiestan bien por la propia voz narrativa, bien por las alusiones de los personajes en los diálogos que mantienen, en los que citan fragmentos o mencionan obras clásicas, si el tema que abordan en su trama guarda relación con las situaciones que viven, o sirven para que el interlocutor aconseje al receptor sobre temas más personales, si tiene con él una relación muy cercana, y que le permita ofrecer tales consejos. También se percibe a lo largo de los capítulos que el autor disfrutó mucho con la escritura de esta novela, a lo que hay que añadir el hecho de que en esta ocasión apostara por la autoedición, con la responsabilidad que significa embarcarse en una empresa de esta índole.
(Plaza del Txofre-San Sebastián) |
Disfruté mucho con la lectura de El cementerio de los ingleses, e incluso diría que se superaron con creces las expectativas que tenía puestas en esta novela. Sin duda alguna, creo que es una de las novelas que leí en las que la metaliteratura cobra un papel trascendental a lo largo de los capítulos. En este sentido, diría que no sólo por las referencias a los tres autores que se mencionan en la sinopsis y que tienen una gran presencia en la trama, sino también las que guardan relación con la creación literaria, ya que el protagonista y narrador es un escritor que empieza a hacer su carrera literaria, si bien tiene que alternar la escritura con los trabajos temporales que desempeña, a los que ya está acostumbrado, porque «había desempeñado diversos y variopintos trabajos antes, durante y después de acabar la carrera para mantenerme a flote» (pág. 17). Iker Arrieta es consciente de que las ganancias que obtiene de sus publicaciones literarias no son suficientes para alcanzar una situación económica que le permita vivir con una cierta holgura, salvo que con el paso del tiempo alguna de sus publicaciones le reporten esos beneficios que le posibiliten alcanzar el sueño de dedicarse por completo a escribir novelas. En este sentido, el lector estará pendiente de las reflexiones que vierte el protagonista y narrador sobre las diversas facetas del proceso creativo, al igual que la labor que realizan los editores y agentes literarios, cuando la escena de turno se presta a ello, y en las que no faltan alusiones al plagio. Unas reflexiones que intercala durante el proceso de investigación que llevan a cabo para descubrir quién o quiénes están detrás de unos crímenes que mantienen en vilo a los donostiarras.
(Estatua de Pío Baroja-San Sebastián) |
Pero junto a la ciudad de San Sebastián hay otros personajes, estos ya de carne y hueso, que atraen la atención del lector. El que mejor perfilado está es el protagonista y narrador de El cementerio de los ingleses, Iker Arrieta, no sólo porque es la voz narrativa de esta novela, sino también porque es al que conoce en mayor profundidad. Pese a lo que acabo de comentar, es muy atractivo el triángulo que forma con el que es su mejor amigo desde la época universitaria, Txomin Larrañaga, ahora metido a poeta y fiel seguidor de la Real Sociedad, pero que espera que acudan las musas a su encuentro con total tranquilidad, porque es miembro de una familia acomodada de San Sebastián. Ainhoa Azpiazu es el tercer vértice del triángulo, un personaje que con el paso de los capítulos va cobrando un mayor protagonismo, tanto por una relación que parece que va más allá de la amistad con el joven escritor como por su implicación cada vez mayor en la investigación que realiza, lo que da lugar a que Iker se preocupe por su integridad física, por lo temores a los que ya me referí en el segundo párrafo de esta reseña. Otro personaje que atrae la atención del lector, es el peculiar informador que tiene el protagonista, el frutero Mikel, quien conoce por medio de sus clientes todo lo que se cuece en la ciudad donostiarra, y cuando surge la ocasión, le menciona referencias literarias que, según la circunstancia, levantan una sonrisa, sobre todo porque da la sensación de que tiene una forma de expresarse un tanto decimonónica. Pero tampoco faltan personajes que me mantuvieron en vilo por la labor que desempeñan en algunas fases del desarrollo de la trama, caso del inspector Cepeda, quien tal y como es descrito me recordaba un tanto al mítico Colombo, si bien Cepeda tiene más mala leche. No me olvido de la madre de Iker Arrieta, que vive en Pasajes de San Juan, en donde está la Casa Museo de Víctor Hugo, y que, en mi modesta opinión, es el personaje más entrañable de la novela.
( C. M. de Víctor Hugo-Pasajes de San Juan-Guipúzkoa) |
Biografía:
Nota: Datos técnicos, sinópsis y fotografía de Ricardo Alía tomados de Amazon. Biografía del autor tomada de la web de Babelio. Imagen de la plaza del Txofre en San Sebastián tomada de la web Tanco. Imagen de la estatua de Pío Baroja en San Sebastián tomada de la web Wikimedia Commons. Imagen Casa Museo de Víctor Hugo en Pasajes de San Juan tomada de la web Babilonia´s Travel.
Hola Paco, también leí la novela este año y me gustó mucho, sobretodo la ambientación en San Sebastián y las múltiples referencias metaliterarias. Estupenda reseña. Besos.
ResponderEliminarHola Paco! Ya me habías ganado con lo de novela negra aunque fuera de los estándares de lo negro criminal (yo solamente soy purista con la paella y el flamenco) pero me has terminado de conquistar con el personaje del frutero, me encanta.
ResponderEliminarMuchos besos, carinyet 💋💋💋
Lo tengo en el lector esperando y por lo que cuentas,lo voy a disfrutar mucho. Una gran reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
Cómo me alegra que te haya gustado tanto, la verdad es que tu entusiasmo transciende la pantalla.
ResponderEliminarA mí esa mezcla de intriga y metaliteratura ya sabes que me cautivó y el hecho de que mi ciudad fuera una protagonista más hizo que la disfrutase aún más.
Besos
Se nota que disfrutaste la novela. Creo que la pareja de Iker y Txomin me va a gustar.
ResponderEliminarAdemás tiene unos ingredientes que si están tan bien combinados como dices harán de esta una lectura muy agradable: literaria, ambientación donostiarra, novela negra, los giros...
Un saludo.
La palabra metaliteratura me encanta. Eso de que un libro te hable de más libros, autores y literatura en general, es un juego que me fascina. Solo por eso ya le daría una oportunidad a esta novela. Pero es que también me gusta el escenario. La anoto para más adelante. Beso
ResponderEliminarEsta novela también la escogí para leerla en Serendipia. A mí me gustó, pero no me entusiasmó tanto como a ti. La primera parte —para mi gusto tiene demasiadas referencias literarias— casi me hace dejarla. Tuve paciencia y al pasar esa parte pude disfrutarla un poco más. Creo que la autopublicación en este caso le jugó una mala pasada, porque a mi entender creo que debería haberle dado un par de revisiones más para arreglar esa parte, que me parece la más floja. Ya lo dice él mismo en alguna parte, que lo suyo no es hacer las correcciones, y eso es lo que a mí me pareció. De las tres obras que elegí para Serendipia recomienda me pareció la más flojilla. Y es que la autopublicación siempre me juega malas pasadas. Pocas me han gustado completamente hasta ahora. Y es que se nota mucho el trabajo de una buena editorial.
ResponderEliminarUn saludo.