jueves, 29 de febrero de 2024

Reseña Venganza, de Javier Díez Carmona

 








Datos técnicos:




Título: Venganza.

Autor: Javier Díez Carmona.

Editorial: Grijalbo (Grupo Penguin Random House).

1ª edición: Noviembre/2023.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-253-6646-8.

Idioma: Español.

Nº pág.: 480.






Sinopsis:





Tras Justicia y Solas, Javier Díez Carmona cierra su trilogía noir ambientada en el País Vasco con un thriller implacable.

La inspectora Miren Ruíz de Heredia ha aprendido una gran lección: hay que desconfiar siempre de la primera versión de los hechos. Tras los funestos sucesos ocurridos en la comarca de Las Encarnaciones, Miren sigue pensando que algo no encaja, que hay alguien más detrás de tanta sangre. Su obsesión es el viejo Osmany Arechabala. Pero para demostrar que el cubano tuvo algo que ver, deberá dar con él antes de que lo hagan otros... Y es que Osmany no está solo en el punto de mira de la inspectora; son muchos los que no soportan que haya metido las narices en los turbios asuntos que el Bilbao más oscuro y despiadado intenta ocultar.

Crímenes, corrupción, furia y ansias de venganza marcan el compás de este thriller absorbente. Con un estilo impecable y una trama de excelente factura, Javier Díez Carmona pone el broche final a la trilogía que lo ha encumbrado como una de las voces más potentes del panorama de la novela negra contemporánea.






Opinión Personal:






Esperé con impaciencia la salida a librerías de Venganza, la  novela que cierra la trilogía que protagoniza el exmilitar cubano Osmany Arechabala. Una impaciencia marcada por el incierto desenlace al que se tiene que enfrentar este inolvidable y carismático personaje, tal y como se desarrollaron las tramas de los dos títulos que la preceden. Sin duda alguna, Javier Díez Carmona (Bilbao, 1969) construyó y desarrolló una historia que supone un magnífico colofón a esta trilogía que no dudo en recomendar a quienes disfruten con la lectura de una buena novela negra, thriller o de ambos géneros literarios. El escritor bilbaíno ofrece al lector una historia negra -muy negra, diría- escrita a ritmo de thriller. La trama de Venganza absorbe desde las primeras líneas hasta el desenlace ¡Y vaya desenlace! Creo que el fragmento de la canción «De nuevo en tus brazos» del grupo de rock bilbaíno, Doctor Deseo, «Morise en Bilbao, no hay nada mejor», que precede al epílogo, es un anticipo de lo que nos vamos a encontrar en su desarrollo. Porque Osmany está dispuesto a todo, sabe que no le queda otra que vengar, como sea, la muerte de quien eran sangre de su sangre. Y Osmany, como exmilitar que es, no duda en hacer lo que le dicta su conciencia, pese a que sabe que ya no es el soldado férreo de la revolución cubana, pero tiene arrestos como el que más, porque es capaz de sacar fuerzas de donde no las tiene.

(Calle Somera-Bilbao-Euskadi)
Si en Justicia y Solas Osmany Arechabala se enfrentó a un cúmulo de sensaciones, emociones, peligros y sorpresas en las que incluso corrió mucho riesgo su integridad física, lo que le espera en Venganza es un triple salto mortal con tirabuzón, aunque no creo que el hombre, ya en el otoño de su vida, pueda realizar semejantes acrobacias. Pero la adrenalina hace que nos deje con la boca abierta ante lo que es capaz de hacer para llevar a cabo la venganza que trama. Sin embargo, el plan trazado está acompañado por un cúmulo de situaciones inesperadas a las que tiene que enfrentarse, como si se tratara de una bola de nieve que se incrementa y no tiene fin, pero que debe pararla de alguna forma, por el riesgo que corre de ser atrapado por ella. A lo que acabo de comentar hay que añadir lo sucedido en los últimos capítulos de Solas, porque es consciente de que la Ertzainza lo tiene señalado, y utilizará todos los medios disponibles para detenerlo e inculparlo por las muertes de «cuatro cadáveres carbonizados en el centro de acogida de fauna silvestre del Karpin. Cuatro cadáveres. Tres compañeros y el asesino» (pág. 30).

El protagonista, sesentón y moreno, se enfrenta a una trama muy de corte clásico. Una trama que hace las delicias de quienes disfrutan con las novelas de las principales plumas del género consideradas como tales. Hay fases en las que sentí que iba un paso por delante de la información que ofrecen los personajes o la voz narrativa, en otras tuve la sensación de que el narrador omnisciente juega al despiste, junto con la sensación que tuve en todo momento de que sólo conocía la punta del iceberg porque, con el paso de los capítulos, se descubre un entramado muy complejo en el que están implicados personajes que ocupan cargos públicos, bien porque pertenecer a la Administración de Justicia, o bien por forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en este caso, de la Policía Autonóma. La corrupción, por desgracia, está a la orden del día, como lo podemos comprobar en la realidad, en la que comprobamos cómo son inculpados personas que forman parte de  diferentes organismos públicos, incluidas las instituciones que forman parte del poder legislativo. Los tentáculos de la mafia de la droga y la prostitución, que en esta ocasión van cogidas de la mano, son muy largos, porque saben a quien pueden untar y atar para que sus fechorías no sean descubiertas, arropadas por un entramado bancario. Lo que acabo de comentar provocó que, en varias fases de la trama, me encuentre con sorpresas desagradables, una vez desvelado que forman parte de este entramado personajes que daba por hecho que mostraban una entereza profesional fuera de toda duda. Un corte clásico en el que también la acción está muy presente, en donde no faltan las persecuciones, las vigilancias insistentes a objetivos señalados como sospechosos, o la conducción temeraria de determinados personajes. Sin duda alguna, diría que es una trama muy visual y, con episodios muy cinematográficos, sobre todo a medida que se aproxima el desenlace.

(Villasana de Mena-Burgos-CyL)

Si en Solas disfruté del paisaje escarpado de la comarca de Las Encartaciones, buena parte de los capítulos de Venganza se desarrollan en Bilbao, aunque también hay una subtrama interesante que se centra en la población de Villasana de Mena, capital del municipio del Valle de Mena, en la comarca de Las Merindades, provincia de Burgos, sin olvidarnos de lo que sucede en la Comisaría de la Ertzainza de Balmaseda. Una trama en la que Osmany Arechabala ya no es el detective peculiar y accidental de Justicia, ni de Solas, sino que entiendo que es más bien que el antiguo militar cubano que utiliza sus conocimientos para enfrentarse a un entramado que le impide cumplir el plan trazado, al que me referí en el primer párrafo de esta reseña.  Un entramado en el que, como adelanta la sinopsis, los crímenes y la corrupción están muy presentes a lo largo de los 49 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, de los cuales los dos últimos conforman un epílogo, diría que emotivo, a la par que intrigante, por las escenas que se suceden en su desarrollo.

La ambientación de Venganza es exquisita. Leí novelas de varios autores euskaldunes ambientadas en el botxo y en todas ellas aprecié una perspectiva diferente de la ciudad,  acorde con la trama que se desarrolla en su paisaje urbano. Javier Díez Carmona ofrece la perspectiva de la capital vizcaína desde un punto de vista de un personaje que nada tiene que ver con esta tierra, como el que cito en el párrafo anterior. Desde su perspectiva presenta el día a día de los bilbaínos, si bien acorde con lo que sucede a lo largo de los capítulos, a través de un narrador omnisciente. De nuevo me encuentro con una ciudad reflejada de igual forma que en las dos novelas predecesoras, en la que el tiempo climatológico propio de esta tierra está también muy presente, e influye mucho en la forma de actuar de los personajes, sobre todo si se enfrentan a situaciones muy comprometidas. Es un Bilbao que me recuerda mucho al de Jon Arretxe, porque el autor también marca una frontera entre quienes habitan en la llamada la llamada Pequeña África y el Casco Viejo. El Barrio de San Francisco es un lugar de encuentro de muchas culturas, en especial africanas, y en el que se escuchan idiomas y se practican religiones diferentes, donde la prostitución y la droga tienen allí su hábitat. Un barrio que está muy vigilado por múltiples cámaras, de las que la policía vasca está muy atenta, porque son conscientes de que tienen que intervenir en una zona de la ciudad en la que los trapicheos, las trifulcas y las redadas están a la orden del día.

(Puente de San Antón-Bilbao-Euskadi)
Osmany Arechabala está acompañado por un amplio elenco de personajes estereotipados, que conforman el universo creado para esta trilogía. Podría decirse que, al igual que las dos novelas que la  preceden, es una novela coral, pese a que es el jubilado militar cubano quien la encabeza, sin duda alguna, en relación con el papel que desempeñan quienes, en algún momento de la trama, se cruzan en su camino. Una trama en la que me encontré con un grupo de personajes secundarios que tienen un gran peso. Secundarios entre los que hay buenos, malos, muy malos e incluso diría que no tuve muy claro en qué grupo encuadrar a algunos, hasta que ellos mismos se califican. Pese a ser estereotipados, el autor los perfila una personalidad muy marcada, si bien los hay que presentan una doble cara, como acabo de comentar. Personajes que representan el lado más oscuro de la sociedad, aunque también nos encontraremos con ciudadanos que nada tienen que ver con los que acabo de citar, si bien tienen un papel secundario o más testimonial. De nuevo desempeñan un papel destacado el peculiar trío que forman el ahora banquero jubilado, Antonio Arzamendi, el joven abogado Borja Maruri, experto en fraudes financieros, junto con el exmilitar cubano que llegó a Bilbao en busca de respuestas sobre el asesinato de su hijo, a quien todavía le faltan algunas cuentas por saldar, algunas de ellas añadidas por el camino. Un camino en el que se encuentra con un personaje que parece que está fuera de lugar, pero que tiene papel trascendental en la subtrama que protagoniza. Aunque también estuve muy pendiente de la inspectora de la Comisaría de la Ertzainza de Balmaseda, Miren Ruiz de Heredia, al igual que el papel que desempeña como un verdadero sabueso el oficial José Méndez, de la Comisaría de Bilbao, sin olvidarme del papel que desempeñan Katy, la pareja de Maruri, o la agente Hiba Drissi. Entre estos tres, junto con alguno más, tirarán del hilo hasta deshacer la madeja y dar con quienes se la está liando a la sociedad bilbaína, porque estos mafiosos van a dejar un reguero de sangre y muerte que alterará la vida de los tranquilos ciudadanos de Bilbao, Balmaseda y Villasana de Mena.

Espero que en esta reseña haya plasmado lo mucho que disfruté con la lectura de Venganza, un magnífico colofón a una trilogía que no dudo en recomendar. Una trilogía que tiene la particularidad de que las tres novelas que la conforman son autoconclusivas, y pueden leerse de forma independiente, porque Javier Díez Carmona ofrece la suficiente información para no sentirse perdido en ninguna de ellas. Venganza es una novela negra -muy negra, diría- escrita a ritmo de thriller, estructurada en 49 capítulos, conformando los dos últimos un epílogo emotivo e intrigante. Unos capítulos en los que el lector se vuelve a encontrar con el exmilitar cubano Osmany Arechabala, que clama venganza, porque de nuevo han matado a a alguien de su sangre. Una venganza que se cruzará con el crimen organizado, porque una poderosa mafia dirige los hilos de la prostitución y la droga en el Barrio de San Francisco, y untan a quienes les pueden cubrir con el entramado bancario que se organiza para proteger y desviar a paraísos fiscales sus ilegales ingresos. El escritor bilbaíno construye una trama de corte clásico absorbente, creíble, vívida y dinámica en la que no paran de suceder episodios que atraen la atención a lo largo de los 49 capítulos en los que se estructura esta novela, en la que los dos últimos conforman un epílogo emotivo e intrigante. Los personajes son estereotipados, aunque construidos con una personalidad muy marcada. Personajes que se pueden definir como buenos, otros malos o muy malos, y luego están los que se catalogan ellos mismos por sus actos, con sorpresa incluida. Todos ellos pertenecen a la parte oscura de la sociedad movida por la corrupción y las ansias de medrar a cualquier precio. El narrador omnisciente describe una ciudad que parece otra, mostrada desde el punto de vista de alguien ajeno a ella, como es el exmilitar que formó parte de la revolución cubana, y en la que el clima vasco también tiene una trascendental presencia, todo ello narrado con un estilo impecable.





Biografía:





Javier Díez Carmona nació en Bilbao en 1969. Es licenciado en Económicas, pero su pasión es la escritura. Premiado en más de cien certámenes literarios (fundamentalmente relato, pero también de poesía y teatro), ha participado en diversas antologías e inició su carrera con dos novelas juveniles y otras dos para el público adulto.

Después de la buena acogida por parte de la crítica y de los lectores de Justicia (Grijalbo, 2021) y Solas (Grijalbo, 2023), Díez Carmona concluye la trilogía con Venganza.




Nota: Datos técnicos, biografía sinopsis tomados de la web de penguinlibros. Fotografía del autor tomada de la web de La Casa del Libro. Imagen de la Calle Somera en Bilbao, tomada de la web Radio Nervión. Fotografía de Villasana de Mena, en Burgos, tomada de la web del Valle de Mena. Imagen del Puente de San Antón tomada de Wikipedia.






martes, 27 de febrero de 2024

Participantes Reto Nos gustan los clásicos (VIII Edición).

 




El próximo jueves, día 29, finaliza el plazo para inscribirse en esta nueva edición del reto literario Nos gustan los clásicos, ya en su octava edición. Aunque es un cierre de plazo a lo Chicho Ibáñez Serrador porque, puede haber quienes todavía estén interesados en participar, bien porque no conocían este reto literario o porque les gustan los clásicos y creen que todavía pueden alcanzar los siete u ocho libros que, como mínimo, se exigen para darlo por completado. En la entrada que publiqué el 4 de enero del presente año se pueden leer las bases.  

En total, somos 19 participantes. Un buen equipo. ¡A disfrutarlo!




Participante

Blog

Libros leídos y reseñados

Mar

Leyendo con Mar


Undine von Reinecke

Las lecturas de Undine


Ful Navalón

1000 y un libros y reseñas


Érase una vez un libro

Érase una vez un libro


Teresa

Letras parlanchinas


Ajenjo

Licor de Ajenjo


Shorby

Loca por incordiaR


Mónica-Serendipia

Mónica Gutiérrez Artero


Marta Navarro

Cuentos vagabundos


Lucía entre mundos

Mis propios mundos


MJ RU1Z

Eleeabooks


Margari

Mis lecturas y más cositas


Laky

Libros que hay que leer


Isabel Macías

El salón del libro


Sofía...no tan fiera

La fiera de mi niña


Rocío

Mis apuntes de lectura


Juan Carlos

El blog de Juan Carlos


Paco

Un Lector Indiscreto


Inquilinas Netherfield

Las inquilinas de Netherfield



















lunes, 26 de febrero de 2024

Lectura semana 9/2024: El misterioso señor Brown, de Agatha Cristhie.

 










 



Sinopsis: 


Comenzamos una nueva semana, en la que despedimos febrero y damos la bienvenida a marzo. En esta novena semana del año le toca el turno a la novela de misterio El misterioso sr. Bromn, de Ágatha Chrithie. Está protagonizada por quienes quizás sean los detectives menos conocidos de entre los que creó La reina del crimen: Tommy y Tupence (288 pág., tapa blanda).




jueves, 22 de febrero de 2024

Reseña La sombra de Goya, de Matilde Lladó.

 









Datos técnicos:




Título: La sombra de Goya.

Autora: Matilde Lladó.

Editorial: Círculo Rojo.

1ª edición: Abril/2023.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0C3D19X31.

Idioma: Español.

Nº pág.: 255.





Sinopsis:




Durante la gala de los Max del 2023, el galardonado con el premio al mejor autor teatral del año cae desplomado en el escenario ante la estupefacción general. Sara, que está viendo la gala desde casa, abre la botella de tequila de importación guardada para grandes ocasiones.

Sara, una joven isleña que reside en la capital, hace ya un par de años que acabó su Grado en Historia del Arte. Sin prisas por tener que trabajar en cualquier cosa, va encadenando becas, seminarios, cursos varios y fiestas, sin saber muy bien qué hacer con su vida. Hasta un día de 2019 en que, rememorando viejos tiempos en el teatro universitario, decide apuntarse a un curso de Dramaturgia con un célebre y aclamado dramaturgo en horas bajas. Allí descubre, por casualidad, la figura de una pintora del siglo XIX, con la que empezará a obsesionarse y se convertirá en la protagonista de su ópera prima.

Rosario Weiss regresa al Madrid de 1833 tras la amnistía del rey Fernando VII a los liberales obligados a exiliarse a Francia la década anterior. La precaria situación de la familia Weiss y la habilidad para la pintura de Rosario, quien fue discípula de Goya hasta la muerte del maestro, complican la vida de la joven.




Opinión Personal:





Pese a que Matilde Lladó ya publicó varios relatos, ocho de ellos recopilados en el libro Relatos para encontrar el tiempo perdido, La sombra de Goya es su ópera prima como novelista, autoeditada con Cículo Rojo en 2023. Una ópera prima que me sorprendió muy gratamente, porque planifica y desarrolla una historia de ficción que tiene como eje dos personajes femeninos muy diferentes, a la par que atractivos, en la que el suspense forma parte de su desarrollo. En La sombra de Goya, la escritora ibicenca juega con la inestabilidad emocional y profesional de una y el afán que tiene la otra por mostrar que puede codearse con quienes realizan su mismo trabajo, en una época en la que son los hombres quienes imponen las directrices a seguir en el día a día. Entre ellas encontré, o eso creo, una serie de similitudes que las unen, pese a que viven en dos épocas muy diferentes. Sin duda alguna, y pese al paso del tiempo,  hay determinadas situaciones que han cambiado muy poco en nuestra sociedad.

(Casa de Goya en Burdeos, Francia)
Sara es la protagonista de La sombra de Goya. Es una joven ibicenca que vive en Madrid, en el barrio de Chueca. Llega a casa, aunque con retraso, porque quiere ver la entrega de los premios Max. Menos mal que tiene grabado el programa. Es el año 2023. Aunque todo empieza en 2019, año en el que está haciendo un máster de Arte Dramático. Ya en Ibiza, su madre le insiste que tiene que pensar a qué se va dedicar para ganarse las habichuelas. Regresa a Madrid a su rutina, las dudas vuelven a asaltarle, como es habitual en ella. Por consejo de su mejor amiga, se inscribe en un taller de arte dramático impartido por un célebre y aclamado dramaturgo en horas bajas, Juan Sánchez. En una de las clases les propone   crear una obra que gire en torno a un momento crítico en la vida de un personaje histórico. Tras las dudas iniciales, decide realizar labores de investigación en la Biblioteca Nacional, en donde descubre la figura de una mujer de la que se queda prendada: la copista y pintora Rosario Weiss, que vivió en la primera mitad del siglo XIX

El punto de partida de la novela es muy atractivo. El interés y el suspense por todo lo que sucede se incrementa desde que comienza a asistir al taller. Estoy seguro de que la mayoría de quienes leyeron esta novela o se interesaron por la sinopsis, desconocen la figura de esta copista y pintora, que fue discípula de Goya en Burdeos. Pese a que fue una mujer que destacó en tareas relacionadas, en este caso el arte, con el paso del tiempo se olvidaron de ella. Ingresó como miembro del Liceo Artístico y Literario y académica de mérito de la Real Academia de San Fernando. Al buscar información sobre la que creo que es el gran reclamo de esta novela, me encuentro con la desagradable noticia, por desgracia habitual en ese entonces, de que en la prensa de la época no se ofreció información sobre su fallecimiento, salvo la que publica en La Gaceta de Madrid Juan Antonio Rascón Navarro, amigo de Guillermo, que era hermano de Rosario Weiss. 

(Rosario Weiss Zorrilla)
La novela se estructura en trece capítulos, cada uno de ellos con un color como título y un fragmento de obras de determinados autores en los que se hace referencia al mismo, más un epílogo. La conforman dos tramas que desarrollan a lo largo de dos líneas temporales paralelas, separadas por dos siglos y que abarcan un período concreto: La primera transcurre entre 2019 y 2023 y la segunda durante la primera mitad del siglo XIX, en un período que se desarrolla entre julio de 1833 al 14 de febrero de 1837, al que hay que añadir un epílogo fechado en Burdeos, el 8 de diciembre de 1829. Un epílogo que, como digo en estos casos, no tiene desperdicio, porque supone un gran colofón a una historia muy atractiva.  La autora planifica y desarrolla una trama equilibrada por la variedad de situaciones que viven los dos principales personajes femeninos. Una variedad de situaciones que se reflejan en el dinamismo de los capítulos, de tal forma que el interés por todo lo que sucede en su desarrollo apenas decae. Un dinamismo en el que los saltos temporales están presentes, que les llevan a rememorar a las dos mujeres situaciones vividas en el pasado y que guardan alguna relación con el presente. En mi opinión, entiendo que en esta forma de construir la historia relatada por las dos voces narrativas que se alternan a lo largo de los capítulos influye el que la autora esté muy unida al mundo del teatro; de echo, es actriz y escribió y dirigió la obra de teatro, Rápido y sin dolor. Influencia que también se refleja en que antes del comienzo de esta historia, figura la relación de personajes, destacando oken asterisco los que son ficticios.

Los personajes que transitan por las páginas de La sombra de Goya están bien perfilados y son creíbles, cada uno de ellos en la época que les corresponde vivir. En mi opinión, entiendo que Sara es la protagonista de esta novela, aunque, a raíz de sus investigaciones, le ensombrece la figura de Rosario Weiss, ahijada de Goya, e incluso hay quienes afirman que es hija ilegítima del autor del ilustre pintor, exiliado en Burdeos. Sara es un personaje que atrae mucho por la variedad de situaciones que vive, debido a la inestabilidad a la que ya me referí en el primer párrafo de esta reseña. Su inseguridad provoca que resulte un personaje tanto lejano y se le llame de todo, aunque no tardé en darme cuenta de que tiene potencial para dedicarse a algo en concreto. Sin embargo, su forma de actuar en determinadas ocasiones descoloca, porque incluso protagoniza episodios en los que actúa como si no hubiera un mañana. Sin embargo, una vez que amaina el temporal, la conciencia le invita a replantearse esos arranques que tiene. Junto a ella hay una serie de personajes peculiares y otros más sensatos, que la animan a seguir el camino, porque creen que las investigaciones que realiza le auguran un futuro prometedor, como se lo hace saber la catedrática de Historia del Arte y que fue profesora suya. Otro tanto sucede con Enrique, hijo del personaje que acabo de citar, y que es médico del geriátrico en el que está Amelia, abuela materna de Sara. No tienen desperdicio los episodios que vive en el geriátrico, ni la relación que mantiene con el ya mentado Enrique.

En torno a la figura de Rosario Weiss Matilde Lladó desarrolla una subtrama muy atractiva, en la que el suspense está presente a lo largo de los capítulos que la conforman, sobre todo en los que está presente el marchante Serafín García de la Huerta, pero también la figura de su padre, de quien hacía ya mucho tiempo que no sabía nada de él, ni quería saberlo. Una vez que los exiliados pudieron regresar a la capital de España, Rosario Weiss y su madre, Leocadia, regresan a Madrid en una diligencia de tercera, en un viaje en el que los pasajeros viven una serie de episodios, alguno surrealista, y que levantan más de una sonrisa. Una subtrama en la que la literatura deleita al lector, porque la discípula de Goya se relaciona con personajes como Larra, Espronceda o Ramón de Mesonero Romanos, con los que disfruté unos episodios muy interesantes. También es atractiva la relación que mantiene la copista y pintora con la Duquesa de San Fernando, tanto en Burdeos como en MadridMe gustó la ambientación del Madrid del siglo XIX, ciudad que se le hizo extraña a ambas mujeres a su regreso, quienes comentan entre ellas el cambio que se percibe en la capital en esa época, al encontrarse con algunas calles ya adoquinadas y con aceras.

(Real Museo de Pintura-Museo del Prado-Madrid)
Me gustó mucho La sombra de Goya, ópera prima de la escritora ibicenca Matilde Lladó. El lector se encontrará con dos subtramas paralelas que se alternan a lo largo de los trece capítulos más un epílogo en que se estructura la novela, con una buena dosis de suspense. Una novela que transcurre en dos épocas diferentes, con dos siglos de diferencia, pero en la que entiendo que me encontré con varias similitudes entre ambas mujeres que las protagonizan, porque hay determinadas situaciones que poco han cambiado a día de hoy. Sara es una joven ibicenca muy inestable que vive en Madrid, tras estudiar un grado de Historia del Arte y un máster de Arte Dramático. Decide apuntarse a un taller de Dramaturgia impartido por un actor en horas bajas. La novela atrae desde las primeras páginas, porque en la línea temporal actual, la protagonista está pendiente de la entrega de los premios Max de 2023. En el taller le piden que escriba una obra en la que desarrolle un episodio dramático vivido por un personaje del pasado: se queda prendada de la figura de Rosario Weiss, copista y pintora, y que fue discípula de Francisco de Goya, ya exiliado en Burdeos. La sombra de Goya es una novela muy dinámica en ambas líneas temporales. Sara es un personaje que da mucho juego, pese a que la inestabilidad hace que su vida se convierta en un caos y haya episodios que protagoniza en la que se le dice de todo, pero la figura de la discípula de Goya comienza a cambiar su vida, diría que sin apenas ella darse cuenta. La autora escribe una historia en la que adapta el relato a las características de ambos personajes. Sara narra en primera persona todo lo que le sucede, con un ritmo ágil, cercano, cautivador y distendido, sobre todo en los episodios que se prestan a ello, en donde utiliza un lenguaje coloquial. Los diálogos son directos y algunos con mucha chispa, aunque también sabe ponerse seria cuando la ocasión lo requiere. La segunda línea temporal está relatada por un narrador omnisciente, y tiene un ritmo ágil, pese a que hay predominio de la narración frente al diálogo. Está escrito con un lenguaje adaptado a la época, sobre todo en los diálogos, en los que se refleja la relación que mantienen los personajes en sus conversaciones. Matilde Lladó muestra su buen hacer literario en la que es su ópera prima como novelista, autoeditada en Círculo Rojo, porque ya publicó varios relatos, de los que recopiló ocho en el libro Relatos para encontrar el tiempo perdido.

Nota: Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Biografía de la autora tomada de la web de la editorial Círculo Rojo. Fotografía de Matilde Lladó tomada de la web  Imagen de la casa de Goya en Burdeos tomada de la web de Zenda. Dibujo de Rosario Weiss tomado de Wikipedia. Imagen del Museo del Prado, antiguo Real Museo de Pintura, tomada de la web del diario El Mundo.  




Biografía:




Matilde Lladó, ibicenca, formada en Arte Dramático y Grado en Historia del Arte.     

En 2012 publicó “Relatos para encontrar el tiempo perdido” una recopilación de ocho cuentos.

En 2017 se estrenó como dramaturga con las obras de teatro “Rápido y sin dolor” y "De bien nacida es ser agradecida"

En 2022 forma parte de la primera Antología de Escritoras ibicencas, Amb lletra de dona.

Le gusta explorar diferentes géneros: ensayos de arte, monólogo teatral, guion de cortometraje, teatro y microteatro o cuento infantil.

Así como disfruta actuando, dirigiendo, impartiendo conferencias de arte, cantando en un coro, dando clases de teatro o de creatividad.









lunes, 19 de febrero de 2024

Lectura semana 8/2024: La sombra de Goya, de Matilde Lladó, y Venganza, de Javier Diez.

 








Comenzamos nueva semana de febrero. Le toca el turno a La sombra de Goya, de Matilde Lladó, y Venganza, de Javier Díez Carmona



Sinopsis: 


Durante la gala de los Max del 2023, el galardonado con el premio al mejor autor teatral del año cae desplomado en el escenario ante la estupefacción general. Sara, que está viendo la gala desde casa, abre la botella de tequila de importación guardada para grandes ocasiones.
Sara, una joven isleña que reside en la capital, hace ya un par de años que acabó su Grado en Historia del Arte. Sin prisas por tener que trabajar en cualquier cosa, va encadenando becas, seminarios, cursos varios y fiestas, sin saber muy bien qué hacer con su vida. Hasta un día de 2019 en que, rememorando viejos tiempos en el teatro universitario, decide apuntarse a un curso de Dramaturgia con un célebre y aclamado dramaturgo en horas bajas. Allí descubre, por casualidad, la figura de una pintora del siglo XIX, con la que empezará a obsesionarse y se convertirá en la protagonista de su ópera prima.
Rosario Weiss regresa al Madrid de 1833 tras la amnistía del rey Fernando VII a los liberales obligados a exiliarse a Francia la década anterior. La precaria situación de la familia Weiss y la habilidad para la pintura de Rosario, quien fue discípula de Goya hasta la muerte del maestro, complican la vida de la joven (255 pág., libro digital).



Sinopsis:

Tras Justicia y Solas, Javier Díez Carmona cierra su trilogía noir ambientada en el País Vasco con un thriller implacable.

La inspectora Miren Ruíz de Heredia ha aprendido una gran lección: hay que desconfiar siempre de la primera versión de los hechos. Tras los funestos sucesos ocurridos en la comarca de Las Encarnaciones, Miren sigue pensando que algo no encaja, que hay alguien más detrás de tanta sangre. Su obsesión es el viejo Osmany Arechabala. Pero para demostrar que el cubano tuvo algo que ver, deberá dar con él antes de que lo hagan otros... Y es que Osmany no está solo en el punto de mira de la inspectora; son muchos los que no soportan que haya metido las narices en los turbios asuntos que el Bilbao más oscuro y despiadado intenta ocultar.

Crímenes, corrupción, furia y ansias de venganza marcan el compás de este thriller absorbente. Con un estilo impecable y una trama de excelente factura, Javier Díez Carmona pone el broche final a la trilogía que lo ha encumbrado como una de las voces más potentes del panorama de la novela negra contemporánea. (480 pág., tapa blanda con solapas) .



viernes, 16 de febrero de 2024

Reseña La sinfonía de Julia, de Mercedes Guerrero.

 










Datos técnicos:




Título: La sinfonía de Julia.

Autora: Mercedes Guerrero.

Editorial: Grijalbo (Grupo Penguin Random House)

1ª edición: Septiembre/2023.

ISBN: 978-84-253-6567-6.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

Idioma: Español.

Nº pág.: 506.




Sinopsis:



Una pianista con una habilidad secreta.

1960. Las melodías de Julia Lerner suenan en los escenarios más importantes del mundo. Considerada la mejor pianista de la Unión Soviética, la joven tiene un don muy peculiar: es capaz de esconder códigos complejos entre las notas musicales de sus composiciones.

Un régimen opresor dispuesto a controlarla.

En el momento más tenso de la Guerra Fría, cuando delatores, agentes del KGB y de la CIA se mueven entre bambalinas, Julia verá cómo su habilidad se convierte en una amenaza. Empujada por el deseo de libertad y la necesidad de proteger a quien más ama, deberá enfrentarse al sistema para tomar las riendas de su futuro.

Una gran historia de valentía, amor y espionaje.

Esta espléndida novela acompaña al lector durante varias décadas de la vida de una heroína fascinante. Desde el Moscú de la URSS hasta la Alemania del Muro, cruzando el oceáno para llegar a Estados Unidos y hallar su legado en España.





Opinión Personal:





De nuevo me acerco a la narrativa de la escritora Mercedes Guerrero (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1963). En 2014 leí y reseñé en este blog La mujer que llegó del mar (reseña), novela que me gustó mucho. En 2020 me brindó la posibilidad de repetir experiencia con El baile de las marionetas (reseña), en cuya trama se relata la historia de los niños españoles exiliados a la Unión Soviética huyendo de la Guerra Civil. La historia de estos niños tuvo una gran acogida por los lectores, lo que originó que se publicaran varias ediciones; no me extraña, porque contiene una trama que no deja indiferente, por la que transitan unos personajes inolvidables, junto con las vicisitudes que les acompañan, conscientes de que son los dirigentes soviéticos quienes dirigen sus destinos. La sinfonía de Julia es su última obra publicada hasta la fecha, y que disfruté de principio a fin.

(Checkpoint Charlie-Berlín-RDA)
Sin duda alguna, la escritora ipagrense tiene muy claro cómo atraer la atención del lector para que sienta interés por los trabajos literarios que publica. El trasfondo histórico está muy presente en los tres que acabo de mencionar en el párrafo anterior. Las tres conforman historias construidas y desarrolladas a modo de puzle, cuyas piezas van encajando a medida que se aproxima el desenlace. Las novelas de Mercedes Guerrero se caracterizan por la solvencia de una trama cargada de realismo y verosimilitud, por la que transitan personajes creíbles y muy vivos, al igual que por el rigor documental en la que se sustentan. En ellas utiliza un estilo narrativo sencillo, cuidado y directo, de lectura ágil y amena. A estos rasgos se une el dinamismo, por la variedad de episodios que viven los personajes y de escenarios por los que transitan , de tal forma que a cada uno le acompañan situaciones que atrajeron mi atención, con el aliciente de que el lector recibe una información más directa, por lo que en más de una ocasión me pregunté si llegarían a tener conocimiento de todo lo que les sucede a quienes guardan una relación directa con ellos, o de quienes puedan influir en el destino que les espera.

La vida de Julia Lerner cambia, no sólo por los escombros a los que se vio reducida su ciudad, Dresde (Alemania), tras los continuos bombardeos que sufrió en los estertores de la Segunda Mundial, sino desde que el comisario soviético Kozlov ocupa la mansión en la que vivía, ubicada en las afueras de la capital de Sajonia. Ahora se ven obligados a vivir en la pequeña casa del empleado que «hacía las veces de chófer y jardinero» (cap 30), Julia aprovecha la ausencia del comisario para seguir tocando el piano instalado en el salón. El nuevo inquilino la sorprende, pero le dice que quiere escucharla. Le gusta su interpretación al piano, e incluso se sorprende al responderle que también es compositora. Le propone ir a Berlín, en donde «está la Orquesta Filarmónica de Moscú ofreciendo varios conciertos...Prepara una buena composición y convéncelos para que te incluyan en el programa de adiestramiento de grandes talentos de la Unión Soviética en el Gran Conservatorio de Moscú»(pág. 42). Un cambio que con el paso del tiempo la convierte en una pianista y compositora de reconocido prestigio a nivel mundial. Pero este éxito supone un precio que tiene que pagar muy alto, porque, como adelanta la sinopsis, su habilidad se convertirá en una amenaza. ¿Qué habilidad y qué amenaza? La respuesta es un gran atractivo para el lector porque, en plena Guerra Fría, debe enfrentarse al sistema para tomar las riendas de su futuro.

Un rasgo peculiar de La sinfonía de Julia es su estructura. De hecho, no la conforman los tradicionales capítulos, sino que la autora utiliza la división de las diferentes piezas que conforman un concierto de música clásica: una obertura (o prólogo), 22 sonatas tituladas, estructuradas en movimientos, 5 suites y una coda o epílogo. Con esta peculiar estructura, Mercedes Guerrero configura una trama que abarca dos líneas temporales. La obertura y las cinco suites que se intercalan entre las sonatas constituyen una subtrama que complementa a la trama principal y, pese a su menor extensión, tiene una gran trascendencia porque guarda relación con el destino que le espera a sus dos hijos, una vez que son obligados a abandonar el hogar familiar. La trama principal es muy atractiva, dadas las vicisitudes adversas que afectan a la carrera artística de la intérprete y compositora y a su marido, el periodista del Pravda, Boris Ivanov. Las autoridades moscovitas sospechan que traicionan a la Patria Soviética, con las graves consecuencias que suponen para su integridad física las duras e inhumanas decisiones que toman en su contra, con el significado que acarrea para su carrera artística de ella y la periodística de su marido.

(Construcción Muro de Berlín-RDA-1961)
Mercedes Guerrero ofrece en esta novela un testimonio muy interesante de lo que sucede tras el llamado Telón de Acero una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Como aclara en los Agradecimientos, «esta vez mi curiosidad me ha llevado a profundizar sobre la sociedad de una época que, para los que vivíamos al otro lado de este telón de acero, nos era desconocida, debido a la opacidad del régimen soviético...ofrece de una forma didáctica y amena una historia ficticia y a la vez creíble dentro de un contexto real, con datos y hechos prácticamente identificables» (pág 505). Las dos voces narrativas describen unos episodios muy vívidos, por lo que el lector podrá imaginar con claridad cómo son las escenas que se suceden, al igual que los espacios por los que transitan los personajes.

Quienes ya tenemos una edad, esta novela nos sirve de refresco para recordar escenas y situaciones trascendentales para la historia de la humanidad, algunas de las cuales pudieron ocasionar un grave enfrentamiento entre los dos bloques antagónicos en la llamada Guerra Fría, como la conocida crisis de los misiles. En mi caso, lo que más me atrajo es todo lo que guarda relación con el llamado Muro de Berlín, una construcción que se hizo realidad en 1961, y todo lo que supuso este hecho histórico, porque se cierra el paso diario de los habitantes de la ciudad al Berlín Occidental, a donde los berlineses orientales iban a estudiar a la universidad o a trabajar. Ofreció también gran expectación el magnicidio de John F. Kennedy, por lo que pudiera pasar con posterioridad en las relaciones entre ambos bloques ideológicos. Una Guerra Fría en la que es trascendental el papel que desempeñan los servicios de inteligencia, tanto el KGB como la CIA o el MI6 británico, conscientes de que el conflicto armado entre los dos grandes bloques puede estallar en cualquier momento.

De nuevo me encontré con un elenco de personajes muy atractivos, creíbles y fiel reflejo de la sociedad de los países que viven tras el Telón de Acero, sobre todo en la RDA y en la URSS, donde se desarrolla buena parte de esta historia contada a dos voces. A través de ellos  describe la vida de la «sociedad de una época que, para los que vivíamos al otro lado del telón de acero, nos era desconocida, debido a la opacidad del régimen soviético» (pág. 505). En el día a día de esta sociedad se muestra la diferencia entre la opulenta vida que llevan las autoridades comunistas, tanto rusas como berlinesas, en la que se tiene en cuenta el estatus al que pertenecen las diferentes categorías del poder soviético, y de los nuevos líderes de la República Democrática Alemana. Nada tiene que ver la paupérrima calidad de vida a la que se tienen que amoldar los ciudadanos, pese a que les recalcan que todo lo que tienen y las posibilidades que se les ofrece para trabajar o estudiar es gracias a la magnanimidad del régimen. También están presentes los grandes eventos culturales que organizan, en los que las autoridades lucen sus mejores galas para mostrar al mundo occidental el poder que tiene su arte, como se refleja en cada interpretación al piano que ofrece Julia Lerner con la orquesta filarmónica de turno. Eventos que parece se desarrollan fuera de los países que conforman el Pacto de Varsovia, porque no falta detalle para contentar a quienes invitan, sobre todo si viven al otro lado de la frontera ideológica que los separa.

(Staatsoper-Berlín-RDA)
En el primer tramo de la novela, la autora los presenta de forma superficial, sobre todo quienes más peso tienen en el desarrollo de la trama. A medida que se suceden los episodios, se profundiza poco a poco en la personalidad que esconden y los matices que los caracterizan, en donde no faltan las sorpresas, principalmente en aquellos en quienes menos se desconfía porque, de una forma u otra, colaboran con los agentes que velan por la seguridad de uno y otro bando en la llamada Guerra Fría. La falta de escrúpulos, la crueldad, el terror y el miedo está muy presentes, sobre todo, en quienes forman parte de los estamentos en los que se estructuran la KGB, porque el interés de la mayoría de sus miembros consiste en medrar a costa de delatar a quienes les estorban, e incluso muestran una crueldad tal que sorprende la sangre fría con la que actúan para conseguir sus fines, y no dudan en actuar en el seno familiar o en su círculo más cercano. Mezcla con naturalidad el día a día de los ciudadanos con la labor de espionaje que hay entre las dos grandes potencias y sus países aliados. La tensión y los giros narrativos están muy presentes, sobre todo si en ellos intervienen ciudadanos que creemos que llevan una vida a la que se amoldan y procuran no llamar la atención, pero que desempeñan algún trabajo que les pueda servir de ayuda, utilizados en general a modo de tapadera, pese a que son conscientes de que un error que les hace pagar un caro precio, como se podrá comprobar en algunos de ellos, al constatar su entorno que no se les localiza. En este sentido, la autora ofrece escenas espeluznantes que se desarrollan en los campos de trabajo, a donde son enviados para cumplir condena tanto hombres como mujeres, incluso sin haber cometido delito alguno, sólo por el mero hecho de considerarlos sospechosos. Escenas en las que se refleja cómo también influye en el fin que les espera el riguroso clima que soportan y las condiciones infrahumanas de las prisiones en las que malviven una vez finalizada la dura jornada laboral que les imponen, siendo antes sometidos a crueles torturas para que confiesen haber cometido el delito por el que se les acusa y delaten a quienes hayan colaborado con ellos.

Disfruté mucho mientras estuve enfrascado en la lectura de La sinfonía de Julia. Mercedes Guerrero planifica y desarrolla una trama muy entretenida en la que describe el día a día de la sociedad que vive tras el llamado Telón de Acero. Marida con naturalidad la vida cotidiana con el espionaje que hay entre las agencias estatales de inteligencia de los dos bloques antagónicos, el capitalismo y el socialismo, durante la llamada Guerra Fría. Es Julia Lerner quien protagoniza una trama que mantiene un interés muy equilibrado a lo largo de su desarrollo. La vida de la protagonista y narradora de la trama principal cambia desde el momento en el que finaliza la Segunda Guerra Mundial y la mansión en la que vive, en las afueras de Dresde, es ocupada por un comisario soviético, Kozlov. Sin ella darse cuenta, este comisario le escucha tocar el piano pero, tras el susto que se lleva la joven, le pide que siga interpretando sus composiciones. Le propone asistir a una audición, tras la que su carrera artística la convertirá en la mejor pianista de la Unión Soviética. Pero Julia ve como su habilidad se convierte en amenaza: las ansias de libertad y la protección de quien más ama, sus dos hijos, le incitan a enfrentarse al sistema que rige su vida y la de sus conciudadanos para tomar las riendas de su futuro. Un futuro que se cruzará con la KGB y la CIA, y un marido que no es quien aparenta ser. Un enfrentamiento que le supondrá sangre, crueldad y lágrimas, y un espíritu de supervivencia para tener la mínima esperanza de que la libertad la tiene cada vez más cerca, pese a las estrictas y duras circunstancias que la rodean, con gran peligro para su integridad física. Un futuro en el que el pasado se le aparecerá, pese a la creencia de haberlo olvidado. La novela está escrita con un estilo narrativo sencillo pero cuidado. Tiene un ritmo de lectura ágil, ameno y dinámico. De nuevo me encontré con unos personajes bien perfilados y que no dejan indiferentes, entre los que Julia Lerner ensombrece a quienes le secundan. Sin duda alguna, un interesante viaje literario a una época en la que la llamada Guerra Fría entre los dos bloques ideológicos vivió situaciones de máxima tensión, con la construcción del Muro de Berlín como máximo exponente o la llamada crisis de los misiles.





Biografía:





Mercedes Guerrero (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1963) es diplomada como técnica de
empresas y actividades turísticas, habla varios idiomas y durante dieciséis años ha dirigido varios negocios relacionados con el sector antes de emprender, en 2010, su carrera como escritora. Gran lectora y apasionada de la historia, sus narraciones destacan por las experiencias y los sentimientos de los personajes, además de una visión amena y dinámica del contexto histórico en el que se desarrollan.

Tanto en su primera novela, El árbol de la diana (Debolsillo, 2010), como Las sombras de la memoria (Debolsillo, 2015) son lecturas prescriptivas en Francia para los estudiantes de español. También es autora de La última carta (Debolsillo, 2011), La mujer que llegó del mar (Debolsillo, 2013) y Sin mirar atrás (Debolsillo, 2016). En 21020 publicó El baile de las marionetas, obra con la que su carrera despegó meteóricamente, pues arrasó en las listas de best sellers de plataformas online sumando más de doce ediciones y miles de lectores.

Ahora Grijalbo presenta su nueva novela La sinfonía de Julia.



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Pengüinlibros. Fotografía de Mercedes Guerrero tomada de la web El Día de Córdoba. Imagen del Checkpoint Charlie tomada de la web DW. Imagen de la construcción del Muro de Berlín tomada de la web Letras Libres. Imagen de la Staatsoper de Berlín tomada de la web Deustchlandfunk Kultur.