El 13 de enero publicaba en este blog mi reseña sobre la última novela publicada por José Vicente Pascual, Isla de Lobos. Creo que ya tocaba hacerle una entrevista para conocer un poco más cómo se fraguó esta novela y sobre su narrativa en general. Con Isla de Lobos se alzó con el galardón literario Alfons el Magnànim de Narrativa 2016.
Biografía:
Biografía:
José
Vicente Pascual (Madrid,
1956) es autor de numerosas novelas y libros de relatos. Entre sus
obras destacan La
montaña de Taishán (Premio
Azorín 1989), El
capitán de plomo (Premio
Café Gijón 1993), Palermo
del cuchillo (Premio
Alfonso XIII 1995; Ediciones B, 1996), Juan
Latino,
El
país de Abel(finalista
del Premio Nacional de la Crítica 2002), La
diosa de barro, Homero y los reinos del mar (finalista
del Premio Caja Granada de novela histórica 2009), Las
vírgenes del desierto
(reseña)
(Ed.
Traspiés 2009),
Los
fantasmas del Retiro,
La
hermandad de la nieve (reseña)
(Premio Hislibris a la mejor novela histórica y mejor autor de
2012), Almirante
en Tierra Firme (Premio
Hispania de novela histórica 2013), Interregno (reseña)
(Ed. B, 2015).
Durante dos
décadas ha sido redactor y colaborador habitual en diversos
medios de prensa escrita. En la actualidad forma parte del
equipo de redacción de varios medios digitales.Es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada.
Entrevista:
1)
Francisco Portela.-Creo que la ocasión es propicia para que el
lector conozca un poco más sobre lo que se encontrará en tu última
novela, Isla de Lobos. Y, ante todo, enhorabuena por haber sigo
galardonado con este premio literario, Valencia— Alfons el Magnànim
de Narrativa, 2016.
José
Vicente Pascual.- Gracias a vosotros, a Un
lector Indiscreto
y a los lectores de este blog, por la atención que hasta ahora
habéis dedicado a mi novela.
2) F. P.- ¿Qué es lo primero que siente un escritor cuando le conceden un premio literario?
2) F. P.- ¿Qué es lo primero que siente un escritor cuando le conceden un premio literario?
J.
V. P.- Lo que sienten los demás, no lo sé. Para mí, un premio
literario es un reconocimiento concreto, en un momento determinado y
por un jurado con nombres y apellidos, sobre el valor literario de
una obra. Por supuesto que un galardón literario lleva aparejados
otros estímulos (edición de la novela, recompensa económica…);
pero lo importante, desde mi punto de vista, es la satisfacción de
haber sabido “seducir” a un grupo de lectores cualificados. Eso
debe de significar que uno, en su modestia, no hace las cosas mal del
todo. Un premio es aliento para seguir adelante.
3) F. P.- Y hablando de premios literarios, ¿Crees que los autores cambian un tanto su estilo narrativo cuando presentan una novela a los certámenes literarios?
3) F. P.- Y hablando de premios literarios, ¿Crees que los autores cambian un tanto su estilo narrativo cuando presentan una novela a los certámenes literarios?
J.
V. P.- Entiendo que hablamos de premios literarios reales, no de las
operaciones comerciales, planificadas con mucha antelación, que se
publicitan reforzadas por el prestigio de un supuesto premio
literario. En el primer caso, que es el que nos interesa, no creo que
los autores cambien su estilo de manera consciente. Sí es cierto que
en ocasiones se denota cierta precipitación, como apuro por acabar
la novela a tiempo de presentarla. Álvaro Cunqueiro, por quien tengo
veneración, como sabes, siempre se quejó de que a su novela “Un
hombre que se parecía a Orestes”
le faltaban unos meses de trabajo. ¡Pero ganó el premio Nadal con
ella! A veces hay que elegir, y a veces se acierta y otras no. Esto
último parece una simpleza porque lo es.
4)F. P.- Cuando publiqué mi reseña sobre Isla de Lobos, hubo lectores que comentaron que no tenían claro cuál era el mensaje que querías enviar a través de la novela. Aunque en la previa nota del autor hablas de tu fascinación por el siglo XVIII. Vi a los personajes de esta novela como un fiel reflejo de la sociedad de la época. Como ejemplo, creo que doña Aguas Santas Rivero sería una monarca absolutista que pondría a temblar a más de uno.
4)F. P.- Cuando publiqué mi reseña sobre Isla de Lobos, hubo lectores que comentaron que no tenían claro cuál era el mensaje que querías enviar a través de la novela. Aunque en la previa nota del autor hablas de tu fascinación por el siglo XVIII. Vi a los personajes de esta novela como un fiel reflejo de la sociedad de la época. Como ejemplo, creo que doña Aguas Santas Rivero sería una monarca absolutista que pondría a temblar a más de uno.
J.
V. P.- Planteas dos asuntos en la misma pregunta. Un poco de orden.
A ver…
En
cuanto al “mensaje”, nunca ha sido mi intención, como autor
literario, construir mensajes para nadie ni “transmitir” nada
(para transmitir están la radio y la TV); mi propósito es más
humilde: intento participar al lector algunas inquietudes de las
muchas que me ponen a pensar, y
que esas mismas reflexiones, esas preguntas muchas veces sin
respuesta posible, penetren en el ánimo del lector y lo pongan a
cavilar igual que yo me muero en la incertidumbre. Si el empeño se
lleva a cabo con buen tono, elegancia estilística y adecuado ritmo
narrativo, el resultado puede ser interesante.
Sobre
los personajes, son paradigmas. Podrían pertenecer al siglo VXIII
como al XXI. Otra cosa es que eligiera esa “falsa ambientación”
dieciochesca para mi novela (impostura reconocida en el mismo texto,
declarada por los mismos personajes que cuentan el tiempo de una
manera peculiar, sin sujeción a ningún calendario conocido); pues
ciertamente, el XVIII es un siglo apasionante, de grandes viajes y
descubrimientos, avances científicos y técnicos, maduración de
ideas humanistas e ilustradas… En tal sentido, doña Aguas Santas
Rivero podría ser un/a monarca absolutista, un Robespierre
cualquiera o la Reina de Corazones en Alicia en el País de las
Maravillas. Es una encarnación estereotipada del poder por sí y
para sí. Una simpática tirana que reina en el rincón más apartado
del mundo, una isla minúscula en medio de un océano muy grande. Los
mecanismos psicológicos del poder son así: lo mismo se apetece ser
concejal de un pueblo de Soria que presidente de los Estados Unidos.
La ambición es siempre así, única y a menudo obsesionante, un
sentimiento que, por definición, siempre es desmedido.
5)F. P.- Creo, incluso, que los personajes que pueblan esta isla volcánica, así como los episodios que se suceden a lo largo de la novela, son una clara alusión, en un tono exagerado, a las vicisitudes del que se conoce como Siglo de las Luces.
5)F. P.- Creo, incluso, que los personajes que pueblan esta isla volcánica, así como los episodios que se suceden a lo largo de la novela, son una clara alusión, en un tono exagerado, a las vicisitudes del que se conoce como Siglo de las Luces.
J.
V. P.- Hay algunos elementos, en efecto, como la obsesión por dar
sentido al lugar en el mundo de cada individuo, por explicar la
naturaleza, catalogarla, compendiarla y encontrarle acomodo en una
enciclopedia. Los franceses de La Parousse que no pueden regresar a
su patria porque temen ser guillotinados, aunque cargan dos bajeles
con fascinantes riquezas acumuladas durante su viaje, son otra
referencia a las convulsiones y tremendos conflictos de aquel siglo.
(Cunqueiro y García Márquez)
6)F. P.- De nuevo en Isla de Lobos nos encontramos con un tono próximo
al realismo mágico, aunque creo que un tanto distinto al que
encuentra el lector en la novela Interregno, anterior a Isla de
Lobos. ¿Con cuáles de los principales exponentes del realismo
mágico te identificas más: García Márquez, Alejo Carpentier o
Álvaro Cunqueiro?
J.
V. P.- Alejo Carpentier y Álvaro Cunqueiro son los dos grandes
referentes de la narrativa en lengua española, en el siglo XX. En el
caso de Cunqueiro, algunas de cuyas principales obras están escritas
en gallego, la expresión “lengua española” tiene sentido muy
amplio. (Aclaro que, para mí, son españolas todas las lenguas que
se hablan en España). García Márquez es un buen discípulo de
Carpentier y de Miguel Ángel Asturias (posiblemente, también de
Uslar Pietri). Lo que tengo muy claro es que sin Carpentier y
Cunqueiro, el mapa de la novelística en lengua española habría
sido bastante más inhóspito, aburrido, sin el pulso y la emoción
que ambos supieron imprimir a su gigantesca obra.
7)F. P.- Junto con ese realismo mágico también encontramos connotaciones fantásticas, tanto en Isla de Lobos como en Interregno. De hecho, en mi reseña hago mención a J. M. Barrie y su archiconocida obra de teatro Peter Pan. ¿Voy mal encaminado en esta influencia que reflejo?
7)F. P.- Junto con ese realismo mágico también encontramos connotaciones fantásticas, tanto en Isla de Lobos como en Interregno. De hecho, en mi reseña hago mención a J. M. Barrie y su archiconocida obra de teatro Peter Pan. ¿Voy mal encaminado en esta influencia que reflejo?
J.
V. P.- Desde luego que no. Isla de Lobos, como espacio geográfico
ficticio, es un Newerland,
una Utopía
(que, por cierto, también estaba situada en el Atlántico), un país
de Liliput, una Itaca… Lugares a los que merece la pena acudir
porque en ellos habita la leyenda, el mito y, acaso, la perdición.
La vida es drama y los escenarios de nuestra existencia, siempre
tienen, a su vez y llegado el momento, algo de dramáticos. No quiero
parecer sombrío ni pesimista, pero es una verdad inexorable que los
escenarios donde ríen nuestros amigos bajo la luminosa caricia de la
vida, mañana serán un lugar donde los recordaremos y dedicaremos
lágrimas a su memoria. Un buen escenario de hoy, es templo para la
nostalgia de mañana.
8)
F. P.- Incluso me atrevería a mencionar también la famosa Utopía
de Thomas Moro y Un
mundo feliz,
de Aldoux Huxley como espejos en los que se mira Isla de Lobos.
J.
V. P.- Bueno… Me he adelantado con la referencia a Utopía.
Un
mundo feliz,
cabe. Cabe toda concepción de un espacio y un tiempo (utópico o
distópico), en el que seres humanos con marcado acento de soledad
ante un universo inmensamente grande e inmensamente ajeno, se
enfrentan a la necesidad de explicarse a sí mismos y, al mismo
tiempo, edificar un mundo que los reconcilie con su destino. Mis
personajes en Isla de Lobos ansían en el fondo lo que cualquiera:
saber quiénes son, por qué están donde están y vivir acomodados y
a sosiego, aceptando su naturaleza y destino.
9) F. P.- Esta es la cuarta novela tuya que leo. En las dos últimas, el realismo mágico está presente. ¿Es quizás la novela histórica el género que más se presta para utilizar los recursos propios de esta corriente literaria?
J.
V. P.- Puede ser, aunque nunca me he parado a pensar detenidamente en
ello. De algo sí estoy convencido: la novela histórica “pura”
es aburrida (que me perdonen los incondicionales del género). Es muy
aburrida porque se conoce el final desde la primera página. Otra
cosa es ingeniar tramas de “ambientación histórica” donde el
desarrollo y desenlace dramáticos no estén condicionados por el
calendario y el 2+2=4 de la historiografía en puridad. En tal
sentido, novelas como El
Siglo de las Luces
y El
nombre de la rosa
son admirables. Respecto a introducir elementos “fantásticos”,
¿por qué no? La magia ha existido a lo largo de la historia, igual
que la religión, igual que las ideas filosóficas (algunas
razonables, otras muy equivocadas). En la Edad Media, la magia, la
hechicería, obraban en la realidad, condicionaban la manera de
pensar y entender el mundo. Si un joven llamado Marco Polo escribía
su “Libro
del millón”
y contaba que el emperador de Kambalik tenía a su servicio
extraordinarios magos, los cuales obraban maravillas como, por
ejemplo, hacer llover mansamente sobre palacio cuando apeteciera
al monarca, la gente lo creía a pies juntillas. Esa
información, tan peregrina para nosotros, se integraba en las
convicciones del común. La magia, lo fantástico, lo inexplicable,
forman parte de nuestras vidas y, por supuesto, ayudan a configurar
nuestra personalidad desde la infancia. Y ya sabemos que un adulto es
el resultado de los deseos de un niño...
(Ulises y las sirenas)
10)F.
P. Me dio la impresión, también, de que los nombres de los
personajes de Isla de Lobos tienen un marcado origen literario,
algunos de ellos con claras alusiones mitológicas.
J.
V. P.- No te equivocas. La novela se construye a partir de dos mitos
literarios: el mito del náufrago (desde Jonás a Robinson Crusoe), y
el mito del regreso odiseico. Seguramente esos nombres a los que
refieres (Ariadna, Ivo, el perro Brillo —el griego Argos se traduce
por Brillo en español —y otros que aparecen en el mismo
escenario) tienen mucho que ver con el retorno de Odiseo a Itaca, sus
afanes y trabajos para recuperar la corona del perdido reino, es
decir: la consumación de la sabiduría tras el larguísimo viaje
iniciático que lo tuvo perdido diez años en los mares, hasta volver
a su anhelado hogar.
11)F. P.- ¿Es la novela de ficción histórica el género literario en el que más a gusto te encuentras a la hora de escribir?
11)F. P.- ¿Es la novela de ficción histórica el género literario en el que más a gusto te encuentras a la hora de escribir?
J.
V. P.- Me encuentro a gusto escribiendo la novela que en cada época
me apetece escribir. No me interesa mucho la compartimentación de la
narrativa en géneros, hay mucho en eso de interés comercial. No
niego, desde luego, los géneros netamente diferenciables (novela
negra, ciencia ficción, etc). Pero, ¿no encontraríamos
dificultades para catalogar 1984
de Orwell como ciencia ficción, o El
Siglo de las Luces
como novela histórica? La novela es eso mismo, novela, esté
ambientada la trama en el siglo V o en el XXIV, trate de asesinatos o
de viajes al espacio. ¿Madame Bovary es una novela “romántica”,
de amor y lujo? Un autor no debería necesitar la muleta del género
para sustentar el valor de su obra. Hay que escribir, hacerlo bien y
ser ambiciosos en el buen/mejor sentido. Luego, que los críticos
“coloquen” la novela en el estante que quieran.
12) F. P.- Te hago la anterior pregunta porque guardo un grato recuerdo de la primera novela tuya que leí, Las vírgenes del desierto, y que me encantó. No sé si tienes guardada en el cajón alguna historia posible para Aníbal Monrad, investigador privado y criminólogo. Creo que este personaje gustaría a los lectores y se haría un hueco en el mundo de la novela negra.
12) F. P.- Te hago la anterior pregunta porque guardo un grato recuerdo de la primera novela tuya que leí, Las vírgenes del desierto, y que me encantó. No sé si tienes guardada en el cajón alguna historia posible para Aníbal Monrad, investigador privado y criminólogo. Creo que este personaje gustaría a los lectores y se haría un hueco en el mundo de la novela negra.
J.
V. P.- La tengo, así es. Pero el bueno de Aníbal está esperando
que algún editor curioso se interese por él. En cuanto ese editor
me pregunte: “¿Tiene usted escrita alguna otra novela con este
personaje protagonista?, mentiré, diré que sí y me pondré a la
faena. Mientras, otros proyectos me ocupan.
Las
vírgenes del desierto
fue la primera novela que se publicó en España sobre los asesinatos
de mujeres en Ciudad Juárez y la actividad de los cárteles y mafias
policiales en el norte de México. Hasta ese momento, casi nadie se
había ocupado de un contenido tan terrible. Sólo Sergio González
Ramírez, con su extraordinario ensayo Huesos
en el desierto,
y Elena Poniatowska, habían investigado y escrito sobre el tema (y
se habían jugado la vida, de paso). Encaré la escritura de Las
vírgenes del desierto
como un acto de justicia, de compromiso con la verdad, una
reivindicación literaria sobre los esfuerzos (literalmente
heroicos), de unas pocas personas por clamar al mundo y denunciar el
horror que estaba ocurriendo en Ciudad Juárez, en el estado de
Chihuahua y en todo el norte mexicano (justo donde Trump seguirá
construyendo la Gran Muralla). Pensé, ingenuo de mí, que la novela
llamaría la atención de los medios y los lectores. Pero lo cierto
es que pasó inadvertida.
13)
F. P.- Y volviendo a la novela histórica, ¿crees que la novela
histórica española tiene la aceptación que se merece por los
lectores de nuestro país? Incluso hay quien dice que la ficción
histórica es el género literario que más se lee en España.
J.
V. P.- España es el único país europeo donde la novela histórica
no ha decaído notablemente sino que, por el contrario, tiene cada
día más aceptación. Lo cual no quiere decir que los grandes
maestros del género (sobre todo ingleses) no sigan teniendo un
público fiel y una consideración excelente. No obstante, y en lo
que concierne a España, yo creo que el fenómeno se debe a que en
nuestro país ha habido durante muchísimo tiempo un desinterés
endémico por la historia. Nos arreglábamos con cuatro batallitas,
el descubrimiento de América, la guerra de la independencia y, por
supuesto, la archisabida y archiescrita guerra civil. Como aquel que
dice, acabamos de descubrir que la historia no es un compendio de
espesas biografías de santos y héroes, mártires y villanos, sino
que está colmada de personajes increíbles, hechos maravillosos,
épocas fascinantes… Y como la gente, por lo general, no lee
tratados académicos ni demasiados libros divulgativos, recurre la
novela para “pasear” por esos ámbitos y disfrutar las delicias
de la historia.
14)F.
P.- Javier Marías divide a los escritores en dos grupos: los de
brújula y los de mapa. ¿En cuál de ellos te encuadrarías?
J.
V. P.- Sin dudarlo, soy de los que navegan siguiendo la estela de los
delfines, guiándome por los cantos de las sirenas. Las brújulas y
los mapas son para marinos de ciencia y método, para aventureros con
posibles en todo caso. Yo soy pobre y no puedo permitirme esos lujos.
Me agarro al primer mástil que encuentro y disfruto del
naufragio.
15) F. P.- Y aprovechando la coyuntura, ¿estás trabajando en algún proyecto literario nuevo? ¿Tendremos una nueva novela de ficción histórica a la vista?
15) F. P.- Y aprovechando la coyuntura, ¿estás trabajando en algún proyecto literario nuevo? ¿Tendremos una nueva novela de ficción histórica a la vista?
J.
V. P.- La hay. Te anticipo el título: “En
pie sobre las ruinas”.
Un buen amigo me propuso, medio en serio medio en broma, la siguiente
frase publicitaria: “Visite usted el siglo V más extraño y
peligroso que pueda imaginar – No abandonen su vehículo ni se
aparten del sendero, hay bárbaros sueltos”.
16) F. P.- Gracias por responder amablemente a esta entrevista y por dar a conocer a los lectores cómo se fraguó Isla de Lobos. Realmente, merece la pena leerla.
16) F. P.- Gracias por responder amablemente a esta entrevista y por dar a conocer a los lectores cómo se fraguó Isla de Lobos. Realmente, merece la pena leerla.
J.
V. P.- Como dije antes, y con mucho gusto reitero: gracias a
vosotros. A ti en particular y a los lectores de tu blog en general.
Nota: Biografía tomada de la web de Ediciones Versátil. Imágenes que acompañan al cuerpo de la entrevista, de google imágenes.
Nota: Biografía tomada de la web de Ediciones Versátil. Imágenes que acompañan al cuerpo de la entrevista, de google imágenes.