jueves, 3 de julio de 2025

Reseña Sucedió en Benahambra, de Jaime Pérez de Sevilla Bautista.

 










Datos técnicos:





Título: Sucedió en Benahambra.

Autor: Jaime Pérez de Sevilla Bautista.

Editorial: Estrella del Norte.

1ª edición: Noviembre/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-129232-3.0.

Idioma: Español.

Nº páginas: 442.





Sinopsis:





En Benahambra, un pueblo de la Costa del Sol que está próximo a celebrar su centenario, la vida es tranquila; hasta que una mañana aparece en la playa, ahogado, el cuerpo de Tomás, un niño de apenas ocho años. El hecho de que lleve el uniforme del colegio indica que puede no tratarse de una muerte accidental. La Policía Judicial de Málaga envía a la inspectora Marta Requejo para dirigir la investigación.

Felipe Tapia siempre quiso ser policía, al igual que su padre, Álvaro, todo un mito en el Cuerpo, ya retirado y que también vive en Benahambra. Superado por el caso, presionado por el alcalde de la localidad y lleno de dudas respecto a sus propias capacidades, Felipe, junto a Requejo, tratará de resolver el misterio que rodea a la muerte de Tomás. Para ello, ambos solicitarán la ayuda de Álvaro, el cual se plantea, como punto de partida, el principio cui bono?, es decir: ¿a quién puede beneficiar la muerte de un niño?

Durante la investigación, sucederán nuevos acontecimientos que pondrán en vilo a Benahambra e irán minando la estabilidad emocional de Felipe.






Opinión Personal:






En 2021 leí y reseñé en este blog la ópera prima del escritor madrileño Jaime Pérez de Sevilla Bautista, El mañana nos pertenece (reseña). Una ópera prima que parecía no ser tal, por la consistencia de la trama y el buen hacer literario del autor. Sucedió en Benahambra es su segunda novela publicada, y confirma las sensaciones que me provocaron la anterior. Sin duda alguna, Jaime Pérez de Sevilla tiene las ideas muy claras para atraer la atención del lector desde las primeras líneas y mantener constante el interés por todo lo que sucede a lo largo del desarrollo de la trama, porque apenas decae el ritmo de lectura.

Sucedió en Benahambra es una novela policíaca y de misterio en la que me encontré con ingredientes propios de este género literario con un claro sabor a clásico. Y es que nada es lo que parece y, tal y como se suceden los episodios, incita a preguntarnos quién puede estar de la muerte de un niño, de apenas ocho años, cuyo cadáver es encontrado en una playa, con el uniforme de colegio. Una muerte que, en un principio, y tal y como adelanta la sinopsis, indica que puede ser accidental.

La trama de Sucedió en Benahambra no da lugar a respiro a lo largo de los 79 capítulos cortos en los que se estructura, contada por un narrador omnisciente a modo de thriller. Una trama en la que se suceden episodios envolventes que, sobre todo en el último tramo, en el que se eleva la tensión narrativa. Un tramo en el que algunos personajes viven situaciones impactantes que jamás pensaron que sucederían en un pueblo cuyos habitantes llevan una vida apacible. Un pueblo que está muy pendiente de las próximas fiestas en las que celebran su centenario.

Jaime Pérez de Sevilla planifica y desarrolla una ficción en la que la investigación que se lleva a cabo tras el luctuoso episodio al que me refiero en el párrafo anterior se convierte en un complejo puzle, en el que los policías que forman parte de este operativo van a tener que hilar muy fino para que encajen todas las piezas, en las que la corrupción también está muy presente. Dadas las conjeturas a las que llegan los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tras analizar las pruebas recopiladas, presienten que los ciudadanos pueden empezar a preocuparse ante un posible nuevo caso. Sin duda alguna, el autor jugó muy bien las bazas para que el componente psicológico estuviera muy presente a lo largo de los capítulos, partiendo de que el agente Felipe Tapia, miembro de la Policía Local, es la primera vez que se enfrenta a una investigación de esta índole. También jugó al despiste, porque en ningún momento tuve la sensación de encontrar alguna pista que me pudiera indicar quién tenía todas las papeletas para señalarlo como presunto culpable.

Uno de los grandes atractivos de esta novela son los personajes, muy reales y muy cercanos, de los que decimos que nos podemos encontrar con ellos a la vuelta de la esquina. Esta cercanía ayuda a que se esté muy pendiente de lo que les sucede a lo largo de los capítulos, sobre todo a medida que las situaciones que viven se vuelven más complejas. Situaciones que provocan que la empatía se redoble en la mayoría de ellos, por lo que se resalta cómo puedan afectarles los episodios que alteran la vida de Benahambra. Las relaciones personales y los lazos familiares varían a lo largo de los capítulos, si bien en algunos casos la cercanía es mayor, aunque también sirve para criticar a quienes, en un sentido u otro, reflejan todo lo contrario, porque todos ellos muestran lo mejor y lo peor del ser humano en circunstancias similares. Situaciones que refleja bien el autor a través de quienes se preocupan más por velar por sus intereses, o los que se implican de lleno para que las investigaciones que se realizan ayuden a cerrar este caso. Por un lado, nos encontramos con un desagradable triángulo conformado por el alcalde de este pueblo, Gregorio Cuevas, más preocupado porque este hecho luctuoso no influya en la celebración de la próxima efemérides; Roberto Padilla, reportero del canal autonómico, que con su pose y sensacionalismo por bandera, busca sacar fama y provecho de lo que sucede esos días en este pueblo de la Costa del Sol. El tercer vértice lo conforma el inspector de homicidios de la Policía Judicial de Málaga Ignacio Velázquez, que sigue unos patrones de actuación muy dudosos. En el otro platillo de la balanza sitúo al ya mencionado Felipe Tapia, la particular relación que mantiene con su compañero Juan, que se tiran buenas pullas en sus diálogos, aunque con la camaradería que los caracteriza. No deja indiferente Álvaro Tapia, policía prejubilado y padre del protagonista, considerado en Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como una leyenda, y que acepta la colaboración externa en este caso. Otro personaje a tener en cuenta es el papel que desempeña la inspectora Teresa Requejo, a quien con el paso de los capítulos se le conoce no sólo por su labor profesional, sino también en el ámbito personal. Es de agradecer en novelas de este género literario que el autor de turno muestre el lado humano y personal de quienes están al frente de las investigaciones que llevan a cabo, porque suelen protagonizar también alguna subtrama atractiva, como este es el caso.

Me gustó mucho Sucedió en Benahambra, una novela muy bien escrita, adictiva y de ritmo ágil, y dinámica por la variedad de situaciones que viven los personajes. A lo largo de los capítulos se percibe el trabajo que el autor realiza en el mundo del séptimo arte, sobre todo en la viveza y naturalidad de los diálogos y en las descripciones que incitan a visualizar los espacios por los que transitan los personajes. Unos espacios en los que, pese a ser un pueblo ficticio, el autor tiene una idea clara sobre el plano, por lo que consigue que nos imaginemos por dónde se mueven los personajes.






Biografía:




Nació el 5 de febrero de 1983 en Madrid. Licendiado en Derecho en la Univesidad Complutense de Madrid y Diplomado en Estaudios Avanzados de Derecho Penal por la misma Universidad, es abogado ejerciente desde el año 2006.

En el año 2015 comenzó la carrera profesional como locutor de documentales y realities. En 2017 inició su carrera como actor de doblaje para cine y televisión participando, desde entonces, en proyectos de animación y ficción real. En el año 2019 inició su andadura como narrador de audiolibros. En 2023 fue premiado con el Anime Award a mejor intérprete de doblaje de castellano por su trabajo.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, y biografía del autor tomados de la web de la editorial Viento del Norte. Fotografía del autor tomada de la web Planetadelibros. 



jueves, 26 de junio de 2025

Reseña Vulcanalia, de Antonio J. Álvarez Balastegui.

 









Datos técnicos:





Título: Vulcanalia.

Autor: Antonio J. Álvarez Balastegui.

Editorial: Caligrama.

1ª edición: Octubre/2024.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0DKBBTC8T.

Idioma: Español.

Nº páginas: 582.





Sinopsis:




Entre los años 154 y 153 a. C. un suceso cambió para siempre el curso de la historia: la llamada segunda guerra celtíbera. Intrigas, ansias de riqueza y el poder del Senado romano son los ejes vertebradores de esta cruenta guerra. En ella, los celtíberos luchan por su supervivencia como pueblo frente a un enemigo dispuesto a todo por conseguir su objetivo: el saqueo y el control de Hispania. En esta fascinante novela, los personajes de uno y otro bando se ven arrastrados hacia un caos sin sentido, en el que incluso los dioses deberán tomar partido, desembocando finalmente en lo que los romanos denominaron con acierto la «guerra de fuego».





Opinión Personal:





Hay períodos de nuestra historia que están muy poco novelados, y uno de ellos es el que se conoce como la «Guerra de fuego», que tiene lugar entre los años 154 a 152 a. C. El escritor barcelonés Antonio J. Álvarez Balastegui la ficciona en la tetralogía que lleva por título el que acabo de mencionar. Vulcanalia es la primera novela que la conforma, en la que la voz narrativa describe lo sucedido durante este conflicto bélico. Me gustó mucho la puesta en escena de la trama, en la que se desarrollan una serie de episodios que atrajeron mi atención, tanto por el dinamismo con el que los relata como por el rigor documental.

(Ruinas Sekaiza-Zaragoza-Aragón)
Vulcanalia es una ficción que no da lugar a tregua, y esto es de agradecer en este género literario, a lo que hay que añadirle el ritmo fluido en el que está relatado por un narrador omnisciente. Está estructurada en 73 capítulos, agrupados en 10 libros, que nos mantienen expectantes, ante la variedad de situaciones que viven los personajes que transitan por las 582 páginas que la conforman. Situaciones que el autor planifica y desarrolla con interés, sobre todo en aquellos episodios en los que cobran protagonismo los creados por su imaginación, principalmente en los que se presiente que los intereses que persiguen no presagian nada bueno. Si a lo que acabo de comentar añadimos los hilos que mueven algunos históricos, el suspense está servido, con las dudas que plantea el desenlace que les espera a algunos de ellos.

Esta primera novela de la tetralogía muestra el germen que sirve de base a los posteriores títulos que la conforman. Un germen en el que se pone de manifiesto los tira y afloja que hay entre ambos bandos contendientes. Pero también incide en la perspectiva que hay sobre el mismo en Roma, ansiosa por una victoria con la que paliar los problemas internos que se les puede avecinar a sus habitantes, sobre todo ante la reacción de la población al respecto. Sin embargo, los celtíberos saben qué bazas utilizar, porque son conscientes de que la razón les asiste ante las injustas peticiones de la capital del imperio. Un germen en el que también están presentes episodios que semejan fantásticos, pero surten esta impresión porque la voz narrativa los describe de tal forma que consigue que nos fascine lo que en ellos sucede, y que no deja de ser la labor que desempeñan determinadas hechiceras o adivinas, a quienes el paso del tiempo parece conducirles a realizar sortilegios que atemorizan a quienes acuden a ellas para consultarles o pedirles ayuda como sanadoras o adivinas.

Es muy atractiva la perspectiva que le confiere Antonio J. Álvarez Balastegui a esta guerra de fuego, porque la voz narrativa me relata, prácticamente a la par, lo que sucede tanto en Roma como en Celtiberia, no sólo en los prolegómenos de este conflicto, sino también durante el mismo y los efectos que producen en unos y otros el desenlace que se pretende, muy dispar en los dos bandos beligerantes. Perspectiva en la que mostré mucho interés en las estrategias que planifican los mandos de ambos ejércitos. En este sentido, me gustó el enfoque que le confiere el autor a las batallas, porque muestra más cómo se desarrolla en líneas generales, otorgando dinamismo a la voz narrativa para que mantenga informado al momento sobre lo que sucede en las tropas celtíberas y romanas, y en las que las avanzadillas desempeñan también un papel trascendental.

Vulcanalia es un magnífico viaje literario a este tiempo pretérito de nuestra historia. Un viaje literario que nos lleva por las poblaciones que conforman Celtiberia, sobre todo desde que la lucha entre ambos bandos es una realidad. Ciudades que figuran en el mapa que acompaña al cuerpo de la novela, junto con otros esquemas y planos que adjunta el autor. Merece la pena recrearse en los parajes que rodean a estas poblaciones, descritos con tal nitidez que surte la impresión de deambular por esas tierras junto a los personajes, sobre todo por el papel que desempeñan en las batallas que tienen lugar. Unos parajes de los que los nativos aprovechan el conocimiento que tienen para determinar los enclaves en los que plantar cara al enemigo con éxito o, cuando menos, provocarles el mayor número de bajas posible.

(Curia Hostilia-Roma)
El lector disfrutará de las descripciones que ofrece el narrador omnisciente tanto sobre las diversas ciudades de Celtiberia como sobre Roma y Ostia. Unas descripciones que nos incitan a imaginar cómo era el trazado de estas urbes y los distintos espacios de la capital del imperio por los que transitan los personajes, al igual que el puerto de Ostia. Ciudades celtíberas bien fortificadas y de las que no perdí detalle sobre su vida cotidiana. Unas costumbres en las que son de interés las reuniones que se mantienen en la casa comunal a la hora de tomar decisiones, los festejos que realizan o las relaciones personajes que mantienen, en las que el papel de la familia está muy presente, al igual que los ritos de iniciación que siguen los varones para demostrar que pueden ser admitidos como nuevos guerreros. En Roma se ofrece una visión sobre las diferentes barriadas que la conforman, al igual que la vida regalada que llevan los patricios, y el poder y fuerza que tienen los senadores, sobre todo a la hora de adoptar medidas que les favorezcan en un conflicto del que quieren sacar el mayor provecho posible. No me olvido de las escenas que tienen lugar en los bajos fondos, como en la Subura o en las tabernas del Foro, en donde tienen lugar episodios que no presagian nada bueno. Sin embargo, me pareció un tanto excesivo incidir en la liturgia de unos y otros en las ceremonias en las que invocan a los dioses de turno, sobre todo los llevados a cabo por los sacerdotes romanos, e incluso las relativas a las deidades familiares.

Antonio J. Álvarez Balastegui muestra un atractivo elenco de personajes para que el lector siga con interés el desarrollo de la trama y, tal y como se suceden los capítulos, por las tres restantes novelas de esta tetralogía. Sin duda alguna, los personajes conforman un magnífico soporte a esta ficción, y en los que estos están perfilados con tal fuerza que consiguen que no perdamos detalle de las vicisitudes que los acompañan, que no son pocas, sobre todo a medida que la guerra es un hecho real y es imprevisible el destino que les puede deparar. Por las páginas de Vulcanalia transita un elenco de ficticios y reales que dan mucho juego a la trama, sobre todo por los diferentes intereses que incitan a actuar de la forma en que lo hacen cada uno de ellos. El hecho de que figure la relación de personajes de la novela antes del cuerpo de la misma y esté conformada por un amplio listado, no es impedimento alguno para que nos hagamos un lío con ellos, sino que los rasgos que los caracterizan y el papel que desempeñan ayudan a que nos familiaricemos sobre todo con los que cobra un mayor protagonismo. Hay una interesante interactuación de ficticios con históricos, lo que confiere un mayor interés por las situaciones que protagonizan. En mi caso, atrajeron mi atención personajes como Caro de Sekaiza, Cayo Mario, el centurión Décimo Marcio o el emisario del senado romano Marco Cornelio Gallus, al igual que Tiresio, el hijo del ya mencionado Caro, o el papel que desempeña el histórico Retógenes a la hora de tomar decisiones entre los mandos militares celtíberos, y los dos cónsules que marcan las directrices a seguir por el ejército imperial. Destaco también el papel que desempeñan los femeninos Daleninar, La Reina del Silencio o La Dama del Mirlo Negro.

Vulcanalia es una novela adictiva, de ritmo fluido, aunque no constante, bien escrita y con un lenguaje muy cuidado. En mi caso, la liturgia de los sacerdotes romanos rompen un tanto la constancia del ritmo. Tampoco soy muy partidario de excesivas notas a pie de página, aunque sólo me sirvo de ellas si es realmente necesario. El lector no pierde detalle de todo lo que sucede en esta segunda guerra celtíbera, estimulado por las diversas vicisitudes que acompañan a los personajes y el dinamismo de las situaciones que viven. Es la primera de las novelas que conforman la tetralogía Guerra del fuego





Biografía:





Antonio J. Álvarez Balastegui, nació en Barcelona el 6 de junio de 1962. Estudió Bellas artes; empresario, autodidacta, estudioso y amante de la historia. Anteriormente, ha publicado dos ediciones del libro de los aromas: Historia, mitos y leyendas (1.ª Edición 2004, 2.ª Edición 2006). En 2022 publicó su primera novela de la saga Guerra de fuego, Vulcanalia. En 2024 publica su segunda novela de la saga Guerra de fuego, Novendalia.







Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de Caligrama. Imagen de ruinas Sekaiza tomada de Wikipedia. Imagen de la Curia Hostilia tomada de la web Arounds Us.

viernes, 20 de junio de 2025

Reseña La nueva Magdalena, de Wilkie Collins.

 











Datos técnicos:





Título: La nueva Magdalena.

Título original: The New Magdalene.

Autor: Wilkie Collins.

Traductores: J. M. Lacruz y A. del Moral.

Editorial: Funambulista.

1ª edición: Septiembre/2018.

Año publicación inicial: 1873.

Idioma: Español.

Nº páginas: 400.






Sinopsis:





Mercy Merrick es una mísera muchacha de la calle, rechazada por la sociedad, que, tras fracasar en los numerosos intentos de rehabilitarse, decide marchar a Francia y trabajar de enfermera voluntaria en la guerra franco-alemana. Durante una batalla, conoce a Grace Roseberry, huérfana de un coronel británico, de camino a Inglaterra para convertirse en dama de compañía de una pariente noble y desconocida, lady Janet Roy. Cuando Grace perece a causa de un obús alemán, Mercy, tras muchas vacilaciones, decide suplantar la identidad de la fallecida valiéndose de los documentos de esta. A pesar de sus continuos remordimientos, la vida de Mercy parece tomar por fin un rumbo diferente: la noble dama la acoge calurosamente como hija adoptiva. El futuro parece sonreír a la impostora. Sin embargo, la visita del bondadoso y rebelde reverendo Julian Gray, sobrino de lady Roy, trae consigo una perturbadora sorpresa: ¡la verdadera Grace Roseberry tal vez no habría muerto! Wilkie Collins firma en este thriller, lleno de suspense y emociones, una de sus novelas de mayor crítica social sobre la condición femenina, al tiempo que ofrece un conmovedor retrato de una María Magdalena pecadora y redimida de los tiempos modernos.





Opinión Personal:





Hacía años que no me acercaba a la narrativa del escritor británico Wilkie Collins, de quien en 2012 leí y reseñé en este blog su novela Corazón y ciencia (reseña). En esta ocasión me decanté por La nueva Magdalena, editada también por Funambulista y publicada por primera vez en 1873. Ambas son novelas muy diferentes, si bien el romance está muy presente en las dos. Wilkie Collins fue un escritor prolífico y muy popular de la época victoriana, y que utiliza la crítica social para incidir en los problemas que afectan a sus conciudadanos.

La primera pregunta que me planteé al decantarme por esta novela fue el título: La nueva Magdalena. Entiendo que hay en ella una clara alusión a este personaje bíblico. Un personaje bíblico reconocido en las escrituras, de las que se deduce o interpreta que tuvo una relación muy directa con Jesucristo, e incluso se la tilda como pecaminosa. Una pregunta que queda respondida a lo largo de los capítulos por la deriva que en ellos toma el personaje al que se refiere el título.

Me llamó mucho la atención la técnica que utiliza el autor en esta ocasión. Una novela que está estructurada en dos actos y las escenas se suceden como si de una obra de teatro se tratara, acotaciones incluidas, en este caso entre paréntesis. Sin embargo, la narración es la propia de una novela al uso, en esta ocasión con un texto relatado por un narrador omnisciente. Esta técnica puede parecer a primera vista un inconveniente, pero en absoluto interrumpe el ritmo narrativo. En mi caso, me dije que ayuda mucho a seguir con interés lo que sucede en los dos escenarios en los que tiene lugar esta historia, que transcurre entre el otoño y el invierno de 1870 durante la guerra franco-prusiana.

En mi opinión, más que un thriller entiendo que La nueva Magdalena tiene una trama de intriga en la que el suspense está muy presente, incluso hasta en el epílogo, por cómo se desarrollan los hechos que protagonizan los personajes. Y es que el ritmo, sobre todo durante la segunda escena, es algo más pausado que en la primera. En el ritmo influye el que en determinados episodios algunos diálogos son algo más extensos, por los razonamientos que exponen los personajes a sus interlocutores para aclarar sus posturas ante las situaciones que se vive esos días en la residencia de lady Janet Roy. Otro tanto sucede con la intervención del narrador omnisciente, porque no duda en mostrar su punto de vista cuando lo estima conveniente. Pese a lo que acabo de comentar, mostré interés por todo lo que sucede a lo largo de los 29 capítulos más el epílogo en los que se estructura el desarrollo de la trama, porque estuve muy intrigado en conocer el desenlace que me espera ante el cúmulo de situaciones que se desarrollan en la residencia de la anciana aristócrata, Janet Roy. y que van de menos a más. Situaciones en las que los giros inesperados están también presentes.

Una vez que la suplantación de identidad es un hecho, Wilkie Collins juega con los personajes, porque pone al límite sus fuerzas emocionales, sobre todo a medida que se acerca el desenlace, e incluso en el epílogo. Fuerzas emocionales que defienden con ahínco, especialmente desde que los sentimientos aparecen en escena, ya que Horace Holmcrotf se prenda de la joven que ejerce de dama de compañía y lectora de la anciana aristócrata. Un límite en el que también está muy presente la condición social de cada uno, pero también la de parentesco, teniendo en cuenta el papel que desempeña Julian Gray, sobrino de la dueña de Villa Mablethorpe, en donde se desarrolla toda la segunda escena. Situaciones en las que influye cada vez más el remordimiento que aflora en el personaje femenino que decide adoptar la identidad falsa, a la que se refiere la sinopsis. Un remordimiento que se incrementa, sobre todo,  desde que advierte la presencia del predicador Julian Gray, sobrino de la aristócrata.

Sólo son cinco los personajes que conforman el elenco de esta novela, con la presencia de secundarios, aunque más bien testimonial, sobre todo miembros del servicio de Villa Mablethorpe, al igual que los soldados que están bajo el mismo techo que los dos personajes femeninos en la primera escena. Personajes que manifiestan un fuerte perfil psicológico, lo que provoca que sean ricos en matices, ya que el lector los conocerá en mayor profundidad a medida que crece la tensión en torno a la figura de Grace Roseberry, la ama de compañía y lectora de la anciana aristócrata Janet Roy. El autor muestra una clara crítica social, sobre todo en el papel que desempeña la mujer en situaciones como esta, en la que principalmente lady Janet Roy pone énfasis en el estatus que ocupa, y no permite que nadie le diga cómo tiene que actuar ante la cuestión que se plantea. Una crítica en la que también alude a Grace Roseberry quien, pese al pasado que tuvo, quiere darle un vuelco a su vida y aprovechar la atención que le brinda la anciana aristócrata para disfrutar de las comodidades a las que pronto se acostumbra, pese al remordimiento que la atormenta. Atrajo mucho mi atención la presencia de Horace Holmcroft, que fue reportero de guerra en el conflicto franco-prusiano, y el sobrino de la aristócrata, el joven predicador Julian Gray, que protagonizan escenas muy atractivas.

La nueva Magdalena es una novela en la que el escritor inglés pone a prueba el límite emocional de los personajes ante el dilema que plantea Grace Roseberry por el remordimiento que la atormenta,  que origina un cúmulo de situaciones en las que la fuerzas emocionales están muy presentes. La trama tiene una estructura de obra de teatro, pero desarrollada como una novela al uso. Una trama en la que el lector recibe información más directa que los personajes, lo que redobla el interés por lo que sucede a lo largo de los 29 capítulos y epílogo en el que se estructura, en donde no faltan giros inesperados.





Biografía:





Wilkie Collins nació en Londres en 1824. Muy joven entró como aprendiz en una empresa de comercio de té, que abandonó pronto para dedicarse a la literatura, campo en el que rápidamente alcanzó el éxito. Considerado uno de los padres de la narrativa policíaca, durante sus sesenta y cinco años de vida escribió veintisiete novelas, y más de cincuenta historias cortas. Fue amigo íntimo de Charles Dickens desde que se conocieron en marzo de 1851, fecha en que comenzó una fructífera colaboración. Sus novelas de misterio La dama de blanco (1860) y la policíaca La piedra lunar (1868) están consideradas obras cumbres en sus respectivos géneros.

Aquejado de «gota reumatoide», se aficionó al consumo severo de láudano. Como resultado de esta adicción, experimentó durante toda su vida alucinaciones paranoides; por ejemplo, declaraba que se encontraba constantemente acompañado de un doble suyo, invisible para todos los demás, que él apodaba «el Fantasma Wilkie».

Collins nunca se casó, pero vivió, a temporadas, con la viuda Caroline Graves. Además, tuvo tres hijos con otra mujer, Martha Rudd. En 1870, volvió definitivamente con Mrs. Graves y, hasta su muerte, en 1889, mantuvo ambas relaciones.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de la editorial. Fotografía del autor tomada de Wikipedia. 







jueves, 12 de junio de 2025

Reseña El maestro de azúcar, de Mayte Uceda.

 




        

            


                           





Datos técnicos:





Título: El maestro de azúcar.

Autora: Mayte Uceda.

Editorial: Planeta.

1ª edición: Enero/2024

3ª edición: Marzo/2024.

ISBN: 978-84-08-28235-8.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

Idioma: Español.

Nº páginas: 512.





Sinopsis:





Norte de España, 1895: dos mujeres abandonan la apacible villa de Colombres para viajar a la lejana isla de Cuba. Sus motivos no pueden ser más distintos.
Mar, la hija del médico del pueblo, emprende la travesía siguiendo a su padre, encargado de dirigir un consultorio en una plantación de azúcar llamada Dos Hermanos.
Paulina, viuda demasiado joven y de origen humilde, se ve obligada a embarcar para contraer matrimonio con el prestigioso maestro de azúcar de la hacienda, un hombre a quien no conoce.
La primera sueña con ser médico; la segunda se pregunta si será feliz con su inminente esposo.
Dos jóvenes unidas por el mismo destino que emigran por amor y lealtad a la familia.

Una isla exótica que oculta bajo su luz antiguos odios y venganzas. Todo ello a las puertas de la Guerra Necesaria, que dará a Cuba su independencia.






Opinión Personal:







El guardián de la marea (reseña) fue la primera novela que leí y reseñé de la escritora asturiana Mayte Uceda, en octubre de 2021. Me resultó una lectura muy atractiva y por eso me dije que merecía la pena leer la nueva obra que publica de nuevo con la editorial Planeta, El maestro de azúcar. Y ya lo creo que la mereció. Es para disfrutarla. Sin duda alguna, la portada y la sinopsis ya son un buen reclamo para el lector. Un lector que se encontrará de nuevo con una trama muy potente, que lo transporta a uno de los últimos reductos del imperio español: Cuba. Una trama ambientada en una época convulsa, porque los movimientos que hay en esta isla caribeña presagian un nuevo conflicto. Esta vez se teme que sea el definitivo, sobre todo si entra en escena Estados Unidos. Es la que los cubanos conocen como la Guerra Necesaria.

El maestro de azúcar nos lleva a una época en la que se presiente que los ingenios de azúcar tienen sus días contados, la gran mayoría de ellos propiedad de españoles emigrados a este exótico país. Un país en el que la esclavitud ya es historia, si bien la mayoría de los africanos que fueron apresados como esclavos en su país de origen para venderlos al mejor postor, o sus descendientes, no se acostumbran a vivir en libertad. Como se refleja en esta ficción, ahora trabajan por un paupérrimo salario, con el añadido de que las condiciones en las que viven siguen siendo similares, porque todo son promesas, porque sus reclamaciones de mejora de salarios caen en saco roto. 

(Colombres, Asturias)
Mayte Uceda planifica y desarrolla una trama que no da lugar a tregua. Una trama conformada por 57 capítulos, más un prólogo, y cerrada con un magnífico colofón, el epílogo, que me encantó. Sin duda alguna, este último es un reclamo más para atraer a quienes sientan interés o curiosidad por conocer las historias de Mar Altamira y Paulina. El destino lleva a estas dos jóvenes desde su pueblo, Colombres, en la provincia de Asturias, a un país en el que no saben qué se van a encontrar y, sobre todo, cómo es en la realidad la persona con la que Paulina va a contraer matrimonio. El destino de Mar Altamira es diferente, porque sigue la estela de su padre Joaquín, que fue contratado para ser el médico que esté al frente del dispensario de la hacienda. Ella está acostumbrada a trabajar con su padre y eso es lo que quiere seguir haciendo.

Si en El guardián de la marea el contexto histórico tiene una mayor fuerza frente a los elementos propios de ficción romántica, en mi opinión entiendo que éstos están más ensombrecidos si cabe en El maestro de azúcar. Pese a que las dos protagonistas citadas en el párrafo anterior parten con un objetivo concreto hacia la isla caribeña, los hechos históricos que afectan a la isla, a cuya deriva se ve abocada la hacienda, presagian que a sus moradores les espera un incierto desenlace, en el que los giros inesperados están muy presentes.

Un gran atractivo de esta novela es la ambientación histórico espacial. En todo momento sentí que realicé un viaje literario imaginario a la Cuba de finales del siglo XIX y estuve muy pendiente de todas las vicisitudes que acompañaron a los personajes en este período convulso que les tocó vivir. Una ambientación en la que también están muy presentes las costumbres de la época. Costumbres que me llevaron a Colombres, en la provincia de Asturias, en donde seguí con interés el encargo que recibe Frisia Noriega, esposa del propietario del ingenio de azúcar cubano, Pedro. Este personaje femenino lleva una carta del maestro de azúcar que le confiere el encargo de buscarle una esposa, y en donde me encontré con una serie de situaciones que presagian alguna variación en la petición. En la isla caribeña el narrador omnisciente ofrece, bien de forma directa o a través de conversaciones que mantienen los personajes, información sobre la situación que vive el país, porque presienten el conflicto armado que cada vez  más próximo, y que, con el paso de los capítulos, sus ondas llegarán hasta este ingenio azucarero. Una información en la que también se hace referencia a conflictos anteriores, como las llamadas Guerra Chica o Guerra Grande. Ya en la colonia, los recién llegados admiran el colorido del paisaje que les rodea, al igual que los ornamentos florales que embellecen la hacienda, sin olvidarme de la variedad de nuevos sabores y olores a los que se tienen que acostumbrar. En este sentido, la autora cuida con esmero hasta el mínimo detalle, consciente del papel que desempeñan algunas plantas en la trama, por los efectos que producen su ingesta. Y es que, pese a lo mucho que insiste el padre Miguel, los ritos católicos conviven con las divinidades paganas de los antiguos esclavos, alguno de ellos practican la magia negra, como se  podrá comprobar en algunos episodios.

(Ingenio de azúcar, Cuba)
El maestro de azúcar contiene una historia verosímil y realista, en la que me encontré con escenas crudas y sobrecogedoras, pero también episodios emotivos en los que los sentimientos están muy a flor de piel. Historia verosímil y realista muy de acorde con el elenco de personajes que transitan por las poco más de 500 páginas que conforman esta novela. Personajes perfilados con mucha fuerza, ricos en matices y que parecen actuar con vida propia, en los que la autora se fija hasta en los mínimos detalles físicos y psicológicos que los caracterizan. En mi opinión, y pese a que la sinopsis toma como referencia el viaje a Cuba de Mar Altamira y Paulina, diría que estamos ante una obra coral, porque están flanqueadas por unos secundarios que tienen mucho peso en la trama. Mayte Uceda describe con detalle la responsabilidad que tienen cada trabajador en el proceso de la elaboración del azúcar, al igual que también pone el foco en los trabajadores de color que realizan las labores más duras, o de los domésticos que están al servicio de la hacienda o de los empleados de mayor rango que viven en las casas que se habilitaron para ellos en este complejo. Son personajes inolvidables, muy en consonancia con la trama de la novela. Los hay con muy mala uva, por decirlo de una forma suave, como la ya citada Frisia, su hijo Pedrito, o el mayoral Diego Camblor o el guardián de la patrona, Orígenes. En el otro plato de la balanza sitúo a las dos jóvenes santanderinas, Basi, la criada de la familia Altamira, Víctor Grimani -el maestro de azúcar- o Justino Altamira, y su labor como médico del dispensario de la hacienda. No me olvido de quienes trabajan como domésticos en la hacienda, antiguos esclavos que ahora es el escalafón más alto al que pueden aspirar en este microespacio, como la cocinera Mamita, su esposo Ariel, la niña Solita -cuya presencia no deja indiferente-, que acompaña a todas partes a Mar Altamira. Ocupa un lugar intermedio  Mansa, el curandero de los barracones.

Mayte Uceda tiene un estilo narrativo elegante, cautivador. A través de un narrador omnisciente relata los episodios que protagonizan los personajes que conforman el elenco de El maestro de azúcar con un estilo directo y muy cuidado. Un estilo en el que tiene muy en cuenta las circunstancias de lugar y tiempo en el que se desarrolla la trama. Un estilo con el que también cuida el habla de los personajes, al igual que la condición social de cada uno y, en este caso, el particular empleo del castellano por quienes fueron hasta hace poco esclavos de la hacienda. Unos diálogos que muestran con claridad las diferentes situaciones que viven los personajes, sobre todo en las que la tensión narrativa está muy latente. Una tensión narrativa en la que el tono empleado indica que puede haber algo más que palabras, porque a medida que se acerca el desenlace el momento que se vive en la hacienda, al igual que en el resto del país, es muy conflictivo, episodios funestos incluidos.







Biografía:






Mayte Uceda (Asturias). En el año 2009, impulsada por el deseo de escribir historias, comenzó su primera novela, Los Ángeles de La Torre, un romance con tintes paranormales que autopublicó en 2013 y que tuvo una excelente acogida. Un amor para Rebeca (2014) se mantuvo más de un año entre los más vendidos de Amazon y fue traducida al inglés y al alemán. Alicia y el teorema de los monos infinitos (Planeta, 2016) fue publicada en Italia, Alemania y, recientemente, en Bulgaria. El guardián de la marea (Planeta, 2021) es una emocionante historia de amor que cruza océanos y transcurre entre las dos grandes guerras del siglo XX superando todo tipo de adversidades. Mayte estudió Informática de Gestión y Educación Social antes de convertirse en escritora. En la actualidad vive con su familia en un pueblo marinero del norte de España.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora tomados de la web de Planetadelibros. Imagen de Colombres, en Cantabria, tomada de la web Barcelo. Imagen de un ingenio de azúcar en Cuba, tomada de la Wikimedia Commons. 

viernes, 6 de junio de 2025

Reseña Subura. Bastardos de Roma, de Iñaki Uriarte.


 








Datos técnicos:





Título: Subura. Bastardos de Roma.

Autor: Iñaki Uriarte.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Octubre/2024.

ISBN: 978-84-350-6031-8.

Idioma: Español.

Nº páginas: 480.







Sinopsis:





En la Roma imperial, la vida de un hombre se tasa en unas pocas monedas de plata. Y la de Cayo, más conocido como Ásino, apenas alcanza el valor de una pieza de cobre. Es, sencillamente, un joven pícaro que vive en la Subura, pero, por una serie de afortunadas casualidades del destino, se verá repentinamente convertido en amante de una acaudalada aristócrata. Es entonces cuando, rico y adulado por todo el mundo, cree haber triunfado al fin, pero el sorprendente asesinato de la patricia transformará su sueño en pesadilla…

Si vive o muere, dependerá ahora sólo de la sagacidad y brutal eficiencia de Peto y Marcelo, dos centuriones a los que el poderoso Narciso, secretario del emperador Claudio, encarga la resolución del caso. Y es que la alta sociedad romana puede ser aún más depravada y cruel que las cloacas de las que Cayo procede.

Intrigas palaciegas, corrupción y violencia mostrarán al muchacho que la única moral válida es la que lo conduce a la supervivencia. Rica en matices, con sentido del humor y una excelente adecuación al mundo de la Roma imperial, esta Subura. Bastardos de Roma nos sumerge en un mundo que creemos conocer pero que aún puede sorprendernos. Iñaki Uriarte, con una narración vertiginosa y una trama que nos atrapa, nos regala, sencillamente, una novela histórica magnífica.





Opinión Personal:






Toca viaje literario a la antigua Roma. A la Roma profunda, en la que la vida de un ser humano vale incluso menos que un simple as. Subura. Bastardos de Roma es el título, y su autor, el escritor bibaíno Iñaki Uriarte. Los 57 capítulos que conforman esta novela me mantuvieron muy en vilo porque, dadas las circunstancias que rodean al protagonista, no tenía muy claro si las vicisitudes que lo acompañan le permitirían llegar hasta el desenlace; o, si lo alcanza, a saber en qué condiciones. Lo primero que pensé cuando la terminé, es que Iñaki Uriarte describe una visión más barriobajera de la capital del Imperio Romano. Una visión barriobajera que no sólo incluye a quienes viven en Subura, el barrio más peligroso de la cuna de Rómulo y Remo, sino también a los patricios, a la aristocracia romana que muestra su lado más oscuro. La portada ya imanta, porque el joven contempla una ciudad que admira, pero teme al mismo tiempo. Una ciudad en la que no es fácil vivir para alguien como él.

(Termas Antoninas o de Caracalla, Roma).
Uno de los atractivos de Subura es que, en mi opinión, recuerda a la novela picaresca española. El prólogo es redactado por el protagonista, «Cayo Licinio Graco, ciudadano romano inscrito en el censo, dueño único de mi vida y mis sentimientos» (pág. 9). Cayo es el nombre por el que es conocido en esa parte de Roma, en la que sus habitantes no saben si verán la luz del día siguiente o si conseguirán alimento alguno con el que llenar sus tripas para aplacar las quejas con las que lo reclaman. Pero Cayo también es conocido como Ásino, si bien el origen del apodo no le saca de pobre hasta que la casualidad, los dioses o la fortuna se lo permiten. Y es que la nobleza romana organiza unas orgías de muy padre y señor mío, en las que el dios Baco les permite ejercer sin pudor alguno sus más bajos instintos, de los que el lector se puede imaginar los cuadros surrealistas y caricaturescos que protagonizan sin pudor alguno, porque la cogorza que agarran es más que memorable. En las termas de Antonino (o Caracalla) el director de teatro, Domitio, le propone participar en la obra que representará su compañía en una de estas bacanales.

Esta orgía supone un antes y un después en la vida del joven Ásino, porque se fija en él una de las patricias que toman parte en este sarao organizado por Asiático, un miembro de la aristocracia romana. Asiático agasaja a sus invitados con un opíparo festín y una serie de actuaciones que animan a que se les suba el tono a quienes las contemplan, provocado sobre todo por los caldos trasegados mientras se deleitan con los manjares que les ofrece su anfitrión. Ásino cree que por fin su suerte ha cambiado para convertirse en un ciudadano romano como es menester, si bien no las tiene todas consigo: sabe que ser un habitante de la Subura le marca y tiene que andarse con pies de plomo para no meterse en problemas, que le conduzcan de nuevo a la casilla de salida. Por fin Cayo tiene quien puede sacarle de pobre y de los líos en los que se vea envuelto, sobre todo sin haberlos buscado: la patricia Livia Papinia.

(Plaza de las Tres Fuentes o Plaza Navona, Roma)
Iñaki Uriarte planifica y desarrolla una trama rica en matices. Sin comerlo ni beberlo,  el bueno de Cayo se encuentra inmerso en una trama en la que entiende que no tiene ni arte ni parte, porque en más de una ocasión se preguntará por qué la tienen tomada con él, si no ha hecho nada malo; lo suyo es buscarse las habichuelas como sea, aunque siempre como ciudadano romano que es, pese a que no lo parezca. Esta ficción está conformada por varias subtramas entiendo que muy equilibradas, por lo que el interés por lo que sucede en cada una de ellas no decae. Pero como adelanta la sinopsis, la patricia muere y Cayo no tardará en sospechar que lo suyo fue flor de un día.  Una vez identificado el cadáver, entra en escena el secretario del emperador Claudio, el liberto Narciso, que encarga la investigación a los centuriones Peto y Marcelo, recién llegados de la lejana Alejandría. Una investigación en la que  la tensión y los interrogantes se incrementan, porque tienen órdenes de que se resuelva lo antes posible, por todo lo que significa una muerte de esta índole. 

Me ha gustado mucho la visión que ofrece el autor sobre Roma, diría que un tanto diferente por cómo es descrita en otras novelas ambientadas en la Ciudad Eterna durante el imperio. Una visión relacionada con los hechos que tienen lugar durante buena parte del mes de julio del año 45 d. C.. Perspectiva que ayuda a conocer los contrastes en la capital del mundo conocido, sobre todo entre la Subura y zonas en la que viven los patricios, como la colina de Celio.  Otro tanto puede decirse de la celebración de los juegos que tienen lugar en el Circo Máximo, el bullicio del barrio del Boario, o las descripciones que hacen Peto y Marcelo sobre los espacios de la urbe por los que transitan mientras realizan la investigación que le encomendaron, y que no tienen desperdicio. No deja indiferente la miseria en la que viven los menesterosos en la Subura, en donde los patricios tienen varias propiedades con las que hacen sus oscuros negocios, sin importarles nada la miserable vida que llevan quienes habitan en las ínsulas que son de su propiedad, en una de las cuales vive Cayo.

(Colina Celio, Roma)
Me encontré con unos personajes interesantes, que me ayudaron a estar muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos. Por las páginas de Subura. Bastardos de Roma, transita un elenco que no deja indiferente por el papel que desempeña buena parte de ellos en esta atractiva historia. Según van atando cabos, intuyen que pueden descubrir más actos ilegales si consiguen que alguien tire de la manta. Todos ellos son estereotipados y muy representativos de las clases sociales en la Roma antigua, en la que cada uno sabe qué lugar le corresponde, porque las diferencias sociales están muy marcadas. En este sentido, atrajo mi atención la relación que mantienen los militares con la guardia pretoriana y la guardia urbana. Junto con los ya mencionados en esta reseña, resaltaría especialmente la relación de tira y afloja que mantienen la emperatriz Mesalina y la patricia Livia Papinia, que protagonizan escenas subidas de tono, como ya comenté en el tercer párrafo de esta reseña, sobre todo en lo referente a la que es la tercera esposa del emperador, aunque la patricia no le anda a la zaga. Para redondear esta peculiar relación, también se tiran puyas con fina ironía cuando se trata de obtener pingües beneficios con los que engordar sus arcas. 

Me gustó mucho Subura. Bastardos de Roma.  Es una novela bien escrita, con un estilo directo,  adictiva y dinámica, en la que el ritmo fluido es constante. La conspiración, la amistad, la codicia, la corrupción y la venganza están muy presentes a lo largo de los capítulos.



Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de la editorial. Imagen de las termas de Antonino tomadas de la web Historia National Geographic. Imagen de la Plaza de las Tres Fuentes tomada de la web FeelTheArt. Imagen de la colina de Celio tomada de Wikipedia. 


Biografía:





(Bilbao, 1957). Empresario en el sector del mármol de profesión, es un apasionado de las letras. Además de dos obras autopublicadas, tiene en su haber tres monografías publicadas por APP Editorial, en México y, hasta la fecha, tres novelas publicadas en España: La piedra filosofal (Editorial Verbigracia), Tierra amarga (Ediciones Pàmies) y Cantigas de cruz y luna (Editorial Maluma). Ahora, con este Subura. Bastardos de Roma, se consolida en el género histórico en nuestro país.