Datos
técnicos:
Título: La
piel del invierno.
Autora:
Luisa Ferro.
Autoeditado
Amazon.
1ª
edición: Agosto/2025.
Formato:
Libro digital.
ASIN:
B0FNLFRL3B
Idioma:
Español.
Nº
páginas: 577.
Sinopsis:
1947.
Tras la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, Madrid es un
territorio devastado que intenta resurgir de sus cenizas. Son tiempos
de hambruna y miseria, de estraperlistas y carroñeros, de bandas
criminales organizadas. Pero también hay lugar para otros grupos más
altruistas; aquellos que se dedican a la recuperación de obras de
arte robadas durante el conflicto. A uno de ellos pertenece Anguila,
un huérfano al que recogieron de la Inclusa y al cual han adiestrado
durante años para ser el mejor «avizor» de todo Madrid. Sin
embargo, hasta los más honestos pueden caer en manos equivocadas.
Coaccionado por un engaño, lo involucran en un fraude de enormes
proporciones: La estafa Von Bramberger, cuya implicación lo arrastra
hacia una espiral de secretos, mentiras, traiciones y venganzas, que
no solo sacuden su mundo; sino también su misterioso pasado.
Opinión
Personal:
Me
encuentro muy cómodo con la narrativa de la escritora madrileña
Luisa Ferro, porque a través de sus trabajos literarios se percibe
que disfruta cuando está inmersa en ellos, y en los que ofrece al
lector historias muy consistentes, bien hilvanadas y muy verosímiles,
porque los hechos que relata la voz narrativa bien pudieron suceder
en la realidad. Una realidad que ayuda a que se realice un verdadero
viaje literario al lugar y a la época en la que se desarrollan los
hechos, porque la ambientación espacio temporal ayuda a ello. Su
última novela publicada hasta la fecha, La piel del invierno, es la
cuarta que leo y reseño.
 |
| (Hotel del Negro, Madrid) |
Al
igual que sucede en El
Círculo del Alba,
La
piel del invierno
rezuma influencia clásica a lo largo de los 51 capítulos, más prólogo y epílogo, en los que se estructura su desarrollo. La trama de
esta novela puede catalogarse como de misterio, si bien en mi opinión
la encasillaría más bien como narrativa, por el equilibrio que
mantienen las subtramas que la conforman. De hecho, me dije que el
prólogo, ambientado en 1939, es muy dickensiano, porque en él nos
encontramos con un niño, más bien asilvestrado, que está acogido
por el llamado Instituto Provincial de Puericultura, en Madrid, más
conocido como la Inclusa, y a cuyas puertas llama un hombre que
quiere prohijarlo. Un niño que es el protagonista, aunque relata los
episodios que marcaron su vida pasados unos años, y de los que echa
cuentas según el episodio del que se quiera empezar a contar. Un
niño que vive en suburbios en los que campa el hampa, los
estraperlistas y los carroñeros, como adelanta la sinopsis, que conforman escenarios propios
de novela negra, con cadáver incluido, y en los que el inspector
Ramírez, sabueso donde los haya, da mucha vida a esta ficción. Pero
es que también el costumbrismo está muy presente, con escenarios y
situaciones descritas de tal forma que recuerdan también a Dickens e
incluso diría que a Pérez Galdós. Pero es que también nada es lo
que parece, por lo que la intriga está muy presente desde el momento
en el que este personaje es reclutado, como adelanta la sinopsis,
para la llamada estafa
Van Bramberger, que le arrastra a una espiral de secretos, mentiras,
traiciones y venganzas, que no solo sacuden su mundo, sino también
su misterioso pasado.
En
mi opinión, es un gran acierto de la autora el que la trama sea
relatada en modo picaresco porque, pese a que los episodios
transcurren durante la posguerra española, y se relata la vida cruda
y dura de los madrileños en este período, su narración la vuelve
más amable, porque incluso utiliza en ocasiones un lenguaje
distendido con las que pretende quitarle hierro, pese a los apuros
que pasa en varias ocasiones, e incluso también está presente el
humor cuando la situación se presta a ello. Al igual que las
narraciones picarescas, también alude a sus padres en las primeras
páginas, porque no tiene muy claro quienes fueron, incógnita que se
propone resolver con el paso de los capítulos, si es que sus
averiguaciones pueden proporcionarle el resultado deseado, como
anhela.
La narración es de corte picaresco, muy amena y ágil, en la que
incluso utiliza alguna palabra caló en las primeras páginas, de las
que el lector se extraña en un principio, pero con el paso de los
capítulos recibe la pertinente aclaración. Utiliza vocablos
coloquiales de la época en los diálogos que mantiene, sobre todo si
son conversaciones con personajes de su misma clase social. Pese a
que al principio se le conoce por su nombre, prefiere que se dirijan
a él por el apodo con el que lo conocen, el Anguila. El Anguila es
un niño al que la escuela de la vida le enseñó mucho, como se
puede comprobar en determinadas situaciones que vive, que incluso le
sirven para aportar su opinión en algunas reuniones que mantiene,
siempre desde su punto de vista infantil. Por eso, los adultos que le
rodean son conscientes de que puede aportar una visión diferente en
la toma de decisiones.
 |
| (Lavanderas Puente de Segovia, Madrid) |
Las
novelas de Luisa Ferro sobresalen por su magnífica ambientación
espacio-temporal. Aunque la trama se desarrolla en Madrid, en algún
momento tuve la sensación de que la voz narrativa me llevaba a
lugares diferentes, porque ese es el efecto provocado al transcurrir
buena parte de los episodios en los arrabales de la capital de
España. Unos arrabales en los que la hambruna y la miseria están
muy presentes, porque son muy pocos los que pueden acudir al
estraperlo para subsistir, por lo que la mayoría tiene que
procurarse el sustento como sea, y que se puede apreciar en
determinadas escenas, que evocan a las que Delibes describe en sus
novelas en donde los personajes las pasan canutas para poder
alimentarse cada día. El lector se encontrará con un Madrid dual,
porque hay episodios trascendentales que tienen lugar en los
suburbios, pero también otros en las zonas más emblemáticas de la
ciudad. Tetuán de Las Victorias, Las Ventas del Espíritu Santo,
Vicálvaro o Ventillas, pero también en el Madrid más emblemático,
como La Puerta del Sol, el Paseo Recoletos, La Plaza Mayor, o el
Hotel Palace -en donde se suceden episodios trascendentales-, o
escenas muy castizas de la época, como las lavanderas del Puente de
Segovia sobre el Manzanares, que también cobran protagonismo. Un
Manzanares que también destaca en determinados episodios.
Pero
quizá el punto más fuerte de esta ficción sean, para mí, los
personajes. Y es que por sus páginas transita un elenco inolvidable,
fiel reflejo de la cruda y dura época que les toca vivir, al igual
que de las clases sociales de las que forman parte. Si bien la
mayoría pertenece a los estamentos más bajos de la sociedad,
algunos de ellos forman parte de los escalafones altos, aunque desempeñan un papel poco determinante en la trama, salvo Luther van
Bramberger en el último tramo. Como se acostumbra a decir en estos
casos, son de carne y hueso, porque la autora los perfila de tal
forma que parecen cobrar vida propia, y están definidos con rasgos
que ayudan a familiarizarse con ellos. En mi opinión, todos ellos
tienen en común el que la vida no se lo ha puesto fácil,
acompañados por una mochila en la que predominan más las sombras
que las luces, como se podrá comprobar a lo largo de los capítulos.
Si bien el apodado Anguila, al que ya me referí en esta reseña, es
el protagonista indiscutible, está flanqueado por un grupo de
secundarios que conforma un conjunto atractivo, sobre todo desde que
el joven es reclutado para formar parte de la llamada «Estafa Van
Bramberger». Sin duda alguna, el profesor Aniceto y Manuel, apodado
«el Hombre de las Voces», forman con el Anguila un triángulo que
no tiene desperdicio, y que después se convierte en cuarteto, al
incorporarse Paulino Albiol, que le añade más interés e intriga
todavía. El primero de ellos es la cabeza pensante de los asuntos
que se traen entre manos, y el segundo es un magnífico complemento,
que tanto vale para un roto como para un descosido, y aporta las
dosis de humor cuando las escenas que protagoniza se lo ponen en
bandeja. También la amiga del Anguila, y por la que él suspira,
Elisa, sorprende con una serie de giros que dejan un tanto
descolocado al muchacho. No me olvido de las moradoras del lupanar
que dirige Madame Crusoe, en donde se reúnen el famoso trío
en algunas fases de sus planes, e incluso el padre Tomás en algunas
ocasiones – el lector se extrañará por este singular punto de
contacto, pero tiene su explicación-, ni del papel del instructor
Rubinstein, o la seriedad de frau Bauer en la mansión
Polaris.

Disfruté
mucho con la lectura de La piel del invierno. Pese a la época
cruda y dura que viven los personajes, Luisa Ferro acertó con el
protagonista y narrador, en modo pícaro, porque su forma de contar
vuelve la historia más amable. Estoy seguro que, quienes se
interesen por la lectura de esta fascinante novela, desearán
conocerlos mejor y disfrutar de una lectura muy entretenida, con una
variedad de situaciones que los mantendrán muy en vilo, porque la
intriga les incita a conocer el desenlace de una trama que se va
enrevesando cada vez más, con el aliciente de que la autora despeja las incógnitas de tal
forma que nos queda un buen sabor de boca al despedirnos de esta fascinante ficción.
Biografía:
Luisa
Ferro (Madrid). Sus relatosn han conseguido diferentes premios y
menciones en
certámenes como «El
tren y el Viaje»,
Renfe 2008, «
Ciudad
Getafe»,
2009 (Semana Negra); «Ser
Madrid Sur»;
«2009,
Cadena Ser»;
«María
Moliner 2010»;
«Domingo
Santos»
2011, entre otros.
Antologías:
Crónicas de la Marca del Este. Vol. II (Holocubierta Ediciones,
2011); Antología Z. Vol. 6 (Dolmen Editorial, 2012); Legendarium III
(Ediciones Tombooktu, 2012); Fantasmagoría (Ediciones Tombooktu,
2013).
Novelas
corales: España. La novela (Dolmen Editorial, 2018) España. La
novela II, La caída de un imperio (Dolmen Editorial, 2021).
Novelas:
Alcander (Click Ediciones, 2014. Grupo Planeta). El Círculo del Alba
(Editorial Planeta, 2016).
Nota: Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Biografía de la autora tomada de la web de Click Ediciones. Fotografía de la autora tomada de la web de Culturalmas. Fotografía del Hotel del Negro tomada de la web de Pinterest. Fotografía Lavandero Puente de Segovia, en Madrid, tomada de la web Carabanchel.net. Fotografía del Paseo de Recoletos tomada de la web OLDPICK.