jueves, 20 de noviembre de 2025

Reseña El sumario, de Francisco Muro.

 











Datos técnicos:





Título: El sumario.

Autor: Francisco Marco.

Editorial: Umbriel.

1ª edición: Noviembre/2024.

Formato: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-10085-34-3.

Idioma: Español.

Nº páginas: 464.






Sinopsis:






Alonso Torquemada, un periodista atormentado por su pasado y su adicción al alcohol, se enfrenta a uno de los descubrimientos más explosivos de la historia española: un sumario judicial de 1908 que expone una demanda de paternidad contra el rey Alfonso XII. Este documento, de ser confirmadas sus acusaciones, podría haber alterado radicalmente la línea de sucesión de los Borbones.

A medida que Torquemada se adentra en su investigación, se sumerge en una oscura red de corrupción y engaño que abarca desde el submundo de la prostitución hasta la corrupción policial. Su búsqueda lo enfrenta a criminales implacables y a miembros de la alta sociedad, cada uno con sus propios secretos y agendas ocultas, dispuestos a poner en riesgo su vida y la de quienes lo rodean.




Opinión Personal:






Atrajo mucho mi atención la novela publicada en noviembre de 2024 por Umbiel Ediciones, El sumario, del escritor barcelonés Francisco Marco, y que tiene como punto de partida el incendio del Palacio de Justicia en Madrid, el 4 de mayo de 1915. Un incendio que sirve de base al autor para planificar y desarrollar una ficción cuyo eje central es el sumario judicial de 1908 -que se dio por destruido en este siniestro- porque, de ser cierta la demanda de paternidad interpuesta por dos hijos adulterinos de Alfonso XII, pudo haber removido la línea sucesoria de los Borbones, como adelanta la sinopsis. Sin duda alguna, es una ficción muy entretenida y adictiva, aunque me encontré con algunos episodios que no me terminaron de convencer, incluido el desenlace, que me pareció un tanto precipitado.

(Incendio TS, Madrid)
En mi opinión, El sumario contiene una trama de intriga escrita a ritmo de thriller con dosis de espionaje, a lo largo de los 110 capítulos en los que se estructura su desarrollo. Una trama diría que de corte clásico, porque la investigación que realiza el periodista Alonso Torquemada muestra el avance de la misma en pequeñas dosis, en la que incluso entiendo que hay también algunas pistas falsas. Y es que algunos pasos que da le conducen a situaciones que no le proporcionan el resultado esperado, aunque es consciente de que también le pueden abrir otras puertas para descubrir nuevos hilos del que tirar. En más de una ocasión, me dije que este era uno de los principales atractivos de El sumario, porque la persistencia del protagonista incita a estar muy pendiente de las averiguaciones que realiza, sobre todo al encontrarse ante una serie de situaciones en las que presiente que está en grave riesgo su vida y la de quienes le rodean. Sin embargo, también tuve la sensación de que se volvía un tanto repetitivo en algunas tomas de decisiones, porque entendía que ya me había encontrado con alguna situación similar.

A lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, añado que El sumario tiene elementos propios de novela negra, porque Alonso Torquemada se sumerge en un mundo en el que están muy presentes los bajos fondos de la sociedad madrileña. Unos bajos fondos en los que son habituales los tugurios en los que se atreve a entrar el reportero, y en los que domina la prostitución y las drogas, pero también gente del hampa, que no duda en utilizar la fuerza si es necesaria e incluso se quita de en medio a quien le estorba sin temor alguno. Pero también sabe moverse por los lugares donde pasan sus momentos de ocio los miembros de la alta sociedad, por los contactos que tiene en esta para ejercer su actividad como reportero. De hecho, a medida que se aproxima el desenlace, recibe toques de atención verbales y no verbales, porque no quieren que husmee en nada que pueda hacer saltar las alarmas y ponerle en bandeja la publicación de un artículo que echaría por tierra la corrupción que campea entre quienes se cobijan a la sombra del poder del Estado. Estos episodios me mantuvieron muy en vilo, porque más de alguna vez me dije que este personaje no era muy consciente del peligro que corría, sobre todo si destilaba alcohol.

Me encontré con un protagonista con el que es muy difícil empatizar, dados los rasgos que lo caracterizan; sin embargo, es un personaje literario atractivo por cómo se desarrollan los episodios que protagoniza, y un claro antihéroe. Alonso Torquemada es un reportero que trabaja en el diario El Imparcial, aunque el pasado que lo atormenta no le deja ser el periodista al que le auguran una buena carrera profesional. El fallecimiento de Catalina, de quien estaba muy enamorado, supuso para él un duro golpe, y del que no levanta cabeza. La vida desordenada, el alcohol y la cocaina lo están convirtiendo en un verdadero desperdicio. Sin embargo, el tesón profesional no lo pierde, sobre todo en los momentos de lucidez, en los que es consciente de que la investigación que realiza puede suponer para él el relanzamiento de su carrera profesional. Es un personaje de escasa vida social, y sólo se relaciona con los demás según sus intereses, pese a que Candela, una joven periodista y compañera del diario en el que trabaja, quiere ayudarlo, aunque él la ve como una competencia muy directa, por la eficiencia que muestra como profesional. Pese a lo que acabo de comentar, me dije que había que estar muy pendiente de esta relación, porque incluso presentí que podía llegar a ser sentimental.

(Calle Amor de Dios, Madrid)
Francisco Marco ofrece al lector una ficción muy visual, e incluso diría que cinematográfica, de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos titulados en los que se estructura el desarrollo de la trama. En todo momento tuve la sensación de que acompañaba a Alonso Torquemada en su investigación, porque todas las situaciones que vive son muy dinámicas y desencadenan una serie de sorpresas que incitan a estar muy pendiente de lo que le espera al protagonista en los siguientes capítulos. Un dinamismo que se refleja también en las diferentes localizaciones de Madrid, de las que se sirve para reunirse con quien pueda facilitarle datos que le ofrezcan, por muy nimios que le parezcan, porque es consciente que, de esa información, puede deducir
el origen del incendio que destruyó el mítico edificio del Palacio de las Salesas Reales obre todo, el destino del al sumario

Los episodios que se suceden en El sumario rezuman realismo en cada página, de tal forma que todo lo que relata el narrador omnisciente tiene una base histórica y documentada con rigor, que el autor desgrana a lo largo de los capítulos. Un realismo que viene reforzado con las notas que se resaltan en cursiva sobre lo que Alonso Torquemada fue anotando en sus cuadernos, relacionadas con los hechos que estima interesantes para sus investigaciones. Un realismo que se refleja también en algunas cartas que se transcriben en cursiva, incluso documentos oficiales que se remiten los personajes. Este efecto conduce al lector a que viva, como si de un espectador en primera fila se tratara, los hechos históricos que le afectan, caso de la Gran Guerra, la llamada gripe española o la alternancia de liberales y conservadores en el gobierno, sin olvidarme del papel que desempeña Alfonso XIII al respecto. Un período en el que se atisban cambios que conducirán a la proclamación de la Segunda República. En este sentido, Francisco Marco refleja con claridad lo que acabo de comentar a través de los personajes que transitan por las páginas de esta atractiva novela, sobre todo en los diálogos que mantienen, porque aportan sus puntos de vista de los diferentes hechos históricos que viven. Unos personajes bien perfilados, fiel reflejo de las diferencias sociales que hay en esa época, con un elenco muy variado, entre los que se interrelacionan históricos con ficticios pero, sobre todo, me atrajeron los que forman parte de los bajos fondos madrileños, sobre todo por la relación directa que tienen con el protagonista, en especial dos mujeres que pueden considerarse fatales, como la Madame Celestina y Clara de Osuna, con las que vive episodios que no tienen desperdicio, al igual que el papel que desempeña el abogado Pablo Berguía en el transcurso de sus investigaciones.

(Gran Vía, Madrid)
Pese a las pequeñas pegas que comento, merece la pena leer El sumario, de Francisco Marco, bien escrita y con un ritmo ágil y dinámico. El narrador omnisciente ofrece un gran fresco de la sociedad madrileña de la época, en la que los bajos fondos están muy presentes. Una novela escrita con ritmo ágil, en la que los personajes aluden en sus diálogos a hechos históricos del momento, al igual que se atisban cambios que abocan al país a la Segunda República.





Biografía:





Francisco Marco Fernández es académico de la Real Academia Europea de Doctores, doctor en Derecho Penal, abogado, máster en Derecho de Sociedades y detective privado.

Dirige desde los 25 años la mayor agencia de detectives española, Método 3, famosa por haber intervenido en los casos más representativos de los últimos diez años en España. En la actualidad dirige la consultoría de riesgos y de business intelligence, Marco & Co.

Es autor de catorce libros, entre los que destacan los best sellers El método confidencial, Operación Cataluña o La España inventada. Además, ha escrito las novelas La preparadora de juicios, Realpolitik o Los secretos de Alba.






jueves, 13 de noviembre de 2025

Reseña Libre es mi corazón, de Lara Beli.

 









Datos técnicos:




Título: Libre es mi corazón.

Autora: Lara Beli.

Editorial: Ediciones B (Grupo PRH).

1ª edición: Marzo/2024.

Formato: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-666-7753-0.

Idioma: Español.

Nº páginas: 464.





Sinopsis:




Galicia, 1885. En los últimos días de su vida, consumida por la enfermedad, Rosalía de Castro lanza una súplica a su familia: «Quemad todos mis papeles». Las palabras con las que la poeta cantó a su tierra, al amor y a la nostalgia quedarán reducidas a cenizas cuando cierre los ojos por última vez.

¿Por qué ese afán de borrar sus últimos rastros en este mundo? ¿Quién fue en realidad Rosalía de Castro?

Aunando ficción y una documentación rigurosa, Libre es mi corazón se adentra en los secretos, las pasiones, los amores y los odios de una mujer misteriosa y reservada, fiera y melancólica a la vez, testigo de una época convulsa, marcada desde la infancia por un oscuro secreto familiar y empeñada en alcanzar un sueño que se le escapaba continuamente de entre los dedos: la libertad.







Opinión Personal:






Pese a que me apetecía leer Libre es mi corazón, última obra publicada hasta la fecha por la escritora ourensana Lara Beli (Ourense, 1982), tardé en afrontarla por el respeto que supone saber que iba a invadir la intimidad de Rosalía de Castro, y que tan bien refleja la autora de esta fascinante biografía novelada de la poetisa, al igual que por el enorme significado que tiene en nuestra tierra. Su poemario Cantares gallegos supone un antes y un después de la literatura gallega, porque la dignificó utilizando la lengua vernácula como vehículo literario. Unos Cantares Gallegos que son el máximo exponente del llamado Rexurdimento, del renacer de literario de la lengua gallega, tras la oscuridad en la que estaba sumida desde el éxito de los trovadores galaicos del medievo. Sin duda alguna, quien quiera profundizar en su vida y obras tiene en esta novela una buena disculpa para conocerla mejor.

(Casa da Matanza, Padrón, A Coruña)
La autora planifica y desarrolla un magnífico y complejo trabajo literario, en el que se percibe la ardua labor documental que realizó para que esta ficción reflejara la esencia de lo que es y significa Rosalía de Castro. En mi opinión, entiendo que lo consigue con creces, sin alardes ni vacuos ornamentos literarios que emborronarían la emotividad, sensibilidad y el sentimiento con el que refleja en su producción literaria una mujer que cantó con pasión a su tierra. Una obra literaria en la que plasma el sentir de lo que para ella significa Galicia, y con la que nos identificamos los gallegos, en especial los que tienen que abandonar el terruño para buscar un futuro mejor, y que no encuentran en su propia tierra, que sienten abandonada por quienes dirigen los destinos de este país. Lara Beli resalta esta preocupación de la poetisa a lo largo de los capítulos, en los que los  derechos de la mujer y la justicia social están muy presentes, sobre todo en defensa de las mujeres que realizan un trabajo duro en su día a día. La fuerza de los poemas en los que refleja su sentir al respecto, muestra la profunda defensa que vierte en ellos, de los que resalta algunos fragmentos al inicio de alguno de los capítulos o durante el desarrollo de episodios que guardan relación con esta temática.

Libre es mi corazón es una novela que rezuma literatura por todas sus páginas. Una obra metaliteraria que atrae al lector, no sólo por esta ficción biográfica de Rosalía de Castro, sino también por el elenco de escritores contemporáneos que transitan por sus páginas. Alusiones que le sirven a la autora para mostrar el ambiente literario en el que se movió la poetisa y narradora durante sus primeros años, en los que merece la pena recrearse en las relaciones que mantiene con el mundillo literario en Santiago de Compostela, el apoyo que siempre recibió de su marido, el historiador Manuel Murgía, o la amistad que mantiene con el poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer. Pero es un ambiente de dos caras, toda vez que, pluma en ristre, quiere que la tomen como una literata más, y no le queda otra que enfrentarse a la realidad que la rodea, por el simple hecho de ser mujer.

El lector se encontrará con una ambientación exquisita, siempre descrita desde el punto de vista de la autora de Cantares Gallegos, con lo que esto significa. Son unas descripciones muy visuales, con las que el lector se puede formar una clara idea de cómo son las localizaciones que, por las circunstancias del destino, formaron parte de su vida. Sin duda alguna, la ambientación de esta novela ofrece un gran fresco costumbrista de la época, en el que estuve muy pendiente de episodios que me atrajeron mucho, sobre todo los que guardan relación con las tradiciones ancestrales. Una ambientación en la que los olores y los sabores están muy presentes, y a los que alude en sus poemarios. Ambientación descrita con gran belleza, como los parajes de Muxía y alrededores, o la visión romántica y melancólica que ofrece sobre Santiago de Compostela. «Las piedras de Santiago, tal como las vi con mis ojos de adolescente, estaban vivas y palpitaban bajo la lluvia, aullaban con el viento, crecían y se erizaban de flores y líquenes» (pág. 149). Disfruté mucho con estas descripciones, porque incluso en determinadas situaciones que vive me encontré con episodios en los que lo gótico está muy presente, recreados con maestría, y provocando el efecto perturbador característico de este género literario.

(Rosalía de Castro y familia)
Merece resaltar el perfil de los personajes, muchos de ellos reales, y de los que se percibe que recabó información suficiente como para aproximarse a la relación que mantuvieron con Rosalía de Castro, como lo aclara Lara Beli en la interesante Nota de la autora: Realidad y ficción. Personajes que provocan una serie de giros atractivos a lo largo de los capítulos, al igual que aquellos que entiendo tienen rasgos más ficticios, o son reales y las lagunas documentales le confieren la posibilidad de trazarlos muy en consonancia con la vida de quien fue «pionera en la restauración de una lengua desairada» (pág. 451). De hecho, merece la pena estar pendiente de la relación que mantiene con la familia materna, los de Castro -una familia hidalga venida a menos-, y que le da mucho juego a la trama, por cómo se desarrollan los episodios en los que se muestra la reacción de ésta ante el nacimiento de la poetisa y el desarrollo de su ciclo vital. Otro tanto sucede con la relación que mantiene con su madrina y la criada que la sirve con fidelidad, al igual que todo lo concerniente con su esposo, Manuel Murgía, y que no tiene desperdicio, por lo que este historiador significa en la vida de su esposa.

Libre es mi corazón es una novela para disfrutar, que se lee con interés, con fruición, porque Lara Beli enfoca la trama de tal forma que incita a estar muy pendiente de todas las vicisitudes que, a lo largo de su desarrollo, acompañan a Rosalía de Castro, y que no son pocas. La novela está relatada en primera persona, a modo de memorias, y tiene un ritmo de lectura fluido y diría que constante. El estilo narrativo semeja salir de la pluma de la poetisa, y en el que la autora utiliza recursos literarios acordes al relato de la narradora, y en los que están muy presentes la melancolía, la sensibilidad, la emotividad y los sentimientos, al igual que los colores, olores y sabores de la tierra gallega. Una trama en la que lo personal le confiere mucha riqueza, por lo que significaron para ella los lazos que mantuvo con la familia materna, que incluso provocan algunos giros por las situaciones que derivan de esta relación, al igual que con su esposo -el historiador Manuel Murgía- y el clérigo José Martínez Viozo, padre de lRosalía de Castro. Me gustó mucho también el que la autora utilizara palabras en gallego, en una forma muy próxima a lo que en mi tierra llamamos castrapo: ella me entiende. Seguro.






Biografía:





Lara Beli nació en Ourense en 1982. Licenciada en Derecho y Periodismo, ha desarrollado su carrera profesional en comunicación económica y corporativa. Con sus primeras obras, de corte romántico, La terquedad de las estrellas y Un plan imperfecto, dio el salto a la ficción literaria. En 2020, fue finalista del Premio Amazon Storyteller con El hilo dorado, una novela histórica que se ha mantenido desde su publicación entre los libros más vendidos de su género y que se está traduciendo a otros idiomas. Con Libre es mi corazón (Ediciones B, 2024) inicia una nueva etapa en su andadura literaria.



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía tomados de la web de Penguinclasicos. Fotografía de la autora tomada de la web del diario La Voz de Galicia. Imagen de la Casa de la Matanza, en Padrón, tomada de la web de Turismo de Galicia. Fotografía de Rosalía de Castro y su familia tomada de Wikipedia.



jueves, 6 de noviembre de 2025

Resumen lecturas octubre/2025.


 







En octubre han sido un total de 5 los libros leídos y 5 los reseñados. 



 Los leídos:






Libros reseñados



-Ocho millones de dioses, de David B. Gil


-El octubre de las pequeñas cosas, de Fernando Sánchez-Ballesteros.



-Números rojos, de Jon Arretxe.



-Madame Bovary, de Gustave Flauvert.



-La lectora de Bécquer, de Mayte Esteban




Avance reto literario en los que participo: 




-Reto Nos gustan los clásicos, IX Edición:  (8/8) (100%) (+1).




-Reto 25 españoles (año 2025):  Completado. 







jueves, 30 de octubre de 2025

Reseña La lectora de Bécquer, de Mayte Esteban.


 








Datos técnicos:





Título: La lectora de Bécquer.

Autora: Mayte Esteban.

Editorial: Harper Collins Ibérica.

1ª edición: Mayo/2024.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0D1887CFL.

Idioma: Español.

Nº páginas: 481.





Sinopsis:




Entre los majestuosos edificios de Segovia y los melancólicos versos de Bécquer, las vidas de la dulce Ana, el ambicioso Alvarito y el valiente Mateo se entrelazan en una historia donde el poder del destino se mezcla con el intenso magnetismo de la ciudad.

La epidemia de cólera de finales del XIX ha dejado a Ana huérfana de madre, a lo que se sumará, años después, la ausencia de su padre, militar de la Academia de Artillería, que ha sido destinado a Cuba.

Mateo Garrido es amigo de Ana desde niño, pues sus padres fueron cadetes a la vez en la Academia, y decide estudiar la carrera militar en la ciudad castellana siguiendo la estela familiar.

Los Martínez han progresado mucho desde que eran suministradores de capotes para el Ejército. Ahora nadan en dinero, pero este no les da la consideración social que ansía Ramona. Para ello planea emparentar con algún militar y pone sus ojos en Ana como esposa para su hijo Alvarito.

La lectora de Bécquer es el retrato de una ciudad pequeña en los albores del siglo xx, un pequeño mundo separado en dos por la muralla y por las convenciones sociales, que se desdibujan cuando llega San Juan. Sin embargo, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.







Opinión Personal:







Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es la autora española de la que más libros he leído y reseñado hasta la fecha. El último publicado, La lectora de Bécquer, hacel número 11: 8 novelas y 3 relatos largos. Me encuentro muy cómodo con la lectura de sus obras, de estilo narrativo cuidado, cercano y envolvente, al que acompaña el aliciente de que, aunque la mayoría son de corte romántico, nunca se sabe con qué nos va a sorprender. Pese a que la novela romántica tiene unas pautas determinadas a seguir, la escritora arriacense es consciente de cómo tiene que dosificarlas para que el lector sienta interés, con el atractivo de que aborda temáticas que no dejan indiferente, con las que le confiere una mayor fuerza a la trama. Tramas siempre protagonizadas por un personaje femenino que refleja con claridad el rol que le corresponde desempeñar.

Con La lectora de Bécquer, Mayte Esteban vuelve a sorprendernos con una ficción que atrapa al lector desde las primeras líneas hasta el desenlace, no sólo por la historia en sí, sino también por el claro protagonismo que cobra la ciudad de Segovia a lo largo de los 80 capítulos en los que se estructura el desarrollo de trama. Capítulos en los que se percibe el cariño que le tiene la autora a esta urbe que tantos siglos de historia atesora entre sus milenarias piedras, y del que deja constancia en la Nota Histórica que acompaña al cuerpo de la novela. Una ciudad que se yergue a lo largo de las páginas, diría incluso con vanidad, porque sabe que tiene rincones muy atractivos que mostrar a los lectores, y que acompaña con retazos de su historia.

(Plaza Mayor,Segovia)
En mi opinión, catalogaría a la Lectora de Bécquer como narrativa contemporánea, porque las escenas costumbristas, el romance y el misterio están muy presentes, diría que en partes muy equilibradas,  y con un claro trasfondo histórico que influye en el devenir de habitantes. Y es que la mayor parte de su desarrollo abarca un período trascendental para la historia de España, por todo lo que significa la guerra de Cuba en (1895-1898). Un período en el que también la población empieza a sentir la influencia en sus vidas de los adelantos que influyen en bienestar de la población, caso de la presencia de la primera fábrica de luz. En relación con el misterio al que me refiero al comienzo de este párrafo, lo conforma una subtrama de corte policial, diría que en modo domestic noir porque, como adelanta la sinopsis, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.

Segovia es una ciudad pequeña y los rumores corren como la pólvora, aderezados por la información con los que son adornados por los voceros de turno. Y es que se da por sentado que la joven Ana Crespo va a matrimoniar con Alvarito, el hijo mayor de Alfonso Martínez, dueño de la fábrica de luz y de una empresa que surte de capotes militares al Ejército. Este más que cantado compromiso hace que el lector esté muy pendiente, sobre todo en los primeros capítulos, de los episodios que giran en torno a la protagonista, porque es consciente de lo que supone para ella dar este paso hacia el altar, por lo que la intriga está servida. Una intriga que viene acompañada por Mateo Garrido, amigo de Ana desde la infancia, ya que un incidente que mantiene en vilo a los segovianos durante los primeros capítulos provoca que no pueda embarcar rumbo a Cuba. Un incidente en el que el destino marca una historia diferente para ambos y que prepara una serie de situaciones que conducen a un desenlace con interrogantes, y que la autora utiliza con buen tino para que no se pierda detalle hasta la última página.

La trama de La lectora de Bécquer es muy dinámica. Mayte Esteban tiene muy claro dónde ubicar a los personajes para que las situaciones que viven surtan en el lector el efecto deseado. Sin duda alguna, este es uno de los grandes atractivos de la novela, porque se percibe que hay un rigor documental detrás del que se sirve la autora para desarrollar las escenas que cobran un mayor protagonismo para que la intriga a la que me refiero en el tercer párrafo de esta reseña siga manteniendo su presencia. Y es que, pese a que Segovia es una ciudad pequeña, su trazado y los múltiples edificios históricos que lo conforman, dan para que los personajes se crucen o no en hechos trascendentales para el devenir que les espera, sobre todo a los que tienen un mayor peso en su desarrollo. En mi opinión, entiendo que tuvo que hacer un juego de malabares con el callejero para que fuera posible lo que acabo de comentar; y, sin duda alguna, en el que apenas debió quedar un rincón de esta ciudad que no sea mencionado por el narrador omnisciente.

Otro atractivo es el retrato de la sociedad de la época, a la que el acueducto romano separa. Y es que la vida de los segovianos se ve afectada por una serie de episodios que influyen en su día a día: los efectos de la reciente epidemia de cólera que segó la vida de varios de sus habitantes, el descontento de la población con lo que sucede en la Guerra de la independencia de Cuba, con todo lo que esto supone, sobre todo para quienes no pueden abonar la redención en metálico, y el impacto que provoca el fallecimiento de familiares en la isla caribeña. Pero también refleja el empuje económico de ciudadanos que se codean con la nobleza local y el efecto que tiene en el día a día de la población los adelantos que les sirven para mejorar sus condiciones de vida, con el papel que desempeña la fábrica de luz. Un empuje económico que lleva asociada una clara crítica social. Una sociedad que se mezcla en la noche de San Juan, y que supondrá un antes y un después en la vida de los segovianos.

(Acueducto de Segovia)
Mayte Esteban perfila unos personajes en los que, en mi opinión, hay una clara influencia galdosiana. Son cercanos, de carne y hueso, con un marcado trasfondo psicológico, sobre todo desde que tiene lugar el episodio al que me refiero en las últimas líneas del párrafo anterior, si bien también en capítulos anteriores sale a relucir a borbotones lo que llevan en su interior y provoca situaciones tensas, antecedente de que pueden significar un cambio en las relaciones que mantienen entre ellos. Ana Castro es una joven de 19 años en quien influye mucho en su carácter las vicisitudes que la acompañan, aunque sabe cómo defenderse ella sola si es necesario. Utiliza las rimas y leyendas de Bécquer como bálsamo ante determinadas situaciones, si bien entiendo que estaría más acorde con el título de la novela el que la autora reflejara versos o fragmentos  que hicieran alusión al capítulo de turno. La protagonista es el vértice de un triángulo que conforma con Mateo Garrido y Alvarito Martínez, dos personajes que protagonizan situaciones trascendentales para el desarrollo de los acontecimientos que se viven esos días en Segovia. Alvarito es un tarambana secundado por una engreída y presuntuosa madre, Ramona, quien no da su brazo a torcer ante las pretensiones que tiene para su familia, al querer codearse con la nobleza de la ciudad e intentar comprometer a su hija Laura en la misma causa. Una Laura que sorprenderá a los lectores con el paso de los capítulos, porque no todo sale como la progrnitora de de la joven pretende. Forman parte del elenco de la novela otros personajes que son un buen complemento para quienes tienen un mayor peso en la trama, caso de Julia, natural de Cantimpalo, a quien afecta de una forma muy directa los episodios que tienen lugar en esa noche festiva, y el vuelco que da su vida desde entonces. Benito Crespo, de buen corazón, es otro personaje secundario atractivo, sobre todo por el papel que desempeña desde que el padre de Mateo vuelve de Cuba, por las cargas familiares que suponen para él este incidente. Tampoco deja indiferente el papel que desempeña Jimena, amiga de la infancia de Laura, y cuya relación se truncó por imposición materna.

Para mí, La lectora de Bécquer es una muy buena novela. La trama es   muy entretenida, de ritmo ágil y episodios dinámicos, en la que las emociones y los sentimientos están muy presentes.  Mayte Esteban se sirve de una trama que no da lugar a tregua, con la ciudad de Segovia como protagonista indiscutible de la misma. Una ciudad que arropa a los personajes que transitan por sus milenarias calles, engalanadas por majestuosos edificios que invitan a visitarlos, tanto por su belleza como por la historia que atesoran.






Biografía:





Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, aunque hace más de dos décadas que reside en un pueblo de Segovia. Su entrada en el mundo literario fue en 2014 de la mano de Detrás del cristal (y tuvo su continuación con La chica de las fotos, novela con la que fue finalista del III Premio Digital HQÑ, 2015. Otras novelas suyas son Entre puntos suspensivos (HQÑ, 2017), y Comer y amar todo es empezar. (HQÑ, 2019).

La colina del almendro es su primera novela romántica de trasfondo histórico.



Nota: Datos técnicos,  sinopsis y biografía de la autora tomados de Amazon.  Imagen de la Plaza Mayor de Segovia tomada de la web Acueducto2. Imagen de laa Plaza del Azoguejo y Acueducto de Segovia tomada de la web Mapcarta. Fotografía de la autora tomada de la web Todoliteratura. 








































sábado, 25 de octubre de 2025

Reseña Madame Bovary, de Gustave Flauvert.

 











Datos técnicos:






Título: Madame Bovary.

Autor: Gustave Flauvert.

Editorial: e-artnow.

Año de publicación inicial: 1856.

1ª edición: 2015.

ASIN: B011R648YE.

Formato: Libro digital.

Idioma: Español.

Nº páginas: 358.





Sinopsis:





Madame Bovary es una novela escrita por Gustave Flaubert y publicada en 1857. Es la historia de Emma Bovary, una mujer infelizmente casada que trata de escapar mediante relaciones prohibidas con otros hombres. La monotonía y las desilusiones de la vida cotidiana (el subtítulo es "Costumbres provincianas"), el adulterio y el suicidio aparecen como temas de esta novela. Las mujeres todavía no se habían emancipado y se esperaba que obedecieran a sus maridos, que se quedaran en casa mientras ellos iban a trabajar o abandonadas durante meses durante las guerras. Emma Bovary también sirve de voz a Flaubert, quien se declaró identificado con el personaje.
Gustave Flaubert (1821-1880) fue un escritor francés. Está considerado uno de los mejores novelistas occidentales y es conocido principalmente por su primera novela publicada, Madame Bovary, y por su escrupulosa devoción a su arte y su estilo.





Opinión Personal:






Por fin me decidí a leer y compartir mis impresiones sobre la que se considera una de las obras cumbres del realismo literario, Madame Bovary, del escritor francés Gustave Flauvert. No me marqué muchas expectativas con esta novela, porque tratándose de un clásico es difícil dar por sentado que va a satisfacerlas, sobre todo si es un autor poco frecuentado. En mi caso, me gustó mucho esta ficción, sobre todo por el retrato que muestra Gustave Flauvert de la sociedad francesa de la época, y los detalles con que la voz narrativa describe las situaciones que viven los personajes. Sin embargo, es una lectura más bien pausada, pero para mí entretenida pese a que hay pocos giros narrativos.

Por la temática que aborda el autor, entiendo que es una obra que rompe moldes en la narrativa universal porque el tema principal es el adulterio y el suicidio, sobre todo por los motivos que conducen a esta drástica decisión. Madame Bovary fue publicada por entregas en La Revue de París en 1956 y, al año siguiente, ya como novela por el editor Michel Lévy Frères, en Librerie-Éditeus, como figura en la portada original que se muestra en la Wikipedia. Pero al éxito entre los lectores le siguió el escándalo y el autor fue llevado a juicio, por tachar su obra de obscena, al atentar contra la moralidad. Una moralidad fingida, porque ya se sabe cómo actúan muchos que se dicen puritanos y luego de puertas adentro ponen en práctica todo lo contrario. Menos mal que el tribunal absolvió a los tres acusados: autor, editor e impresor.

Madame Bovary es una ficción que se desarrolla a lo largo de 35 capítulos en tres partes bien diferenciadas. Parece ser que este personaje está basado en uno real: la tragedia de Delphine Delamare y su marido Eugène, y de la que el autor conoció los hechos en su momento y le sirvieron como base para narrar la vida de su protagonista, Emma Bovary.

(Tostes-Francia)
Me llamó mucho la atención el comienzo de la novela, porque en este capítulo se relata la llegada de Charles Bovary a un colegio de Rouen en el que inicia sus estudios. Este episodio atrae, porque tal y como se desarrolla, da una idea del carácter del personaje, de quien en todo momento tuve la sensación de que su personalidad apenas evoluciona. Un personaje que, pese a sus escasas cualidades, consigue finalizar la carrera de Medicina y encuentra trabajo como auxiliar médico en Tôtes. Es un inicio interesante porque sirve como punto de partida para que el protagonista muestre interés por Emma, hija del tío Roualt, un granjero que vive en Les Bertaux, en «una granja de buena apariencia...El corral iba ascendiendo, plantado de árboles simétricamente espaciados, y cerca de la charca se oía el alegre graznido de un rebaño de gansos» (cap. II).

El personaje de Emma Bovary es muy diferente a las heroínas que nos encontramos en las novelas, sobre todo si en ellas se refleja la historia de quienes se les considera adelantadas a su tiempo, porque consiguieron alcanzar metas impensables para las mujeres de la época. Emma Bovary se diferencia de las demás porque se rebela contra la apatía que supone para ella una vida que considera que no es la que esperaba tras casarse con un médico. No lo esperaba porque en su forma de entenderla influyen las novelas que lee y siente que le tiene que pasar lo mismo. En este sentido, en más de una ocasión me dije que podía haber una cierta influencia de El Quijote en la actitud idealista de Emma Bovary, porque entiendo que Flaubert resalta esta afición de una forma similar al efecto que surte en Alonso Quijano. Una lectura que le hace mezclar la realidad y la fantasía, empujada esta última por la asistencia a un evento social que la vuelve más soñadora todavía. Esa vida soñadora cree que puede llevarla a cabo junto a su marido Charles Bovary, quien se fijó en ella y pidió su mano a su padre, que «tenía una granja de buena apariencia. En las cuadras, por encima de las puertas abiertas, se veían caballos de labranza comiendo tranquilamente en pesebres nuevos». Pero ese amor que ansía no surge entre el matrimonio, lo que provoca que se fije en otros hombres para cumplir sus sueños. Sueños que la llevan a meterse en un círculo vicioso difícil de salir, porque se vuelve presuntuosa, situación que incita a estar muy pendiente de cómo resuelve las maniobras económicas que lleva a cabo para que la economía familiar vuelva a su cauce.

Pese a que son pocos los giros inesperados que hay en esta novela, sí que me encontré con una serie de situaciones que llamaron poderosamente mi atención. Situaciones en las que los personajes secundarios conforman un elenco atractivo, por la influencia que tienen, sobre todo en Emma Bovary, quien ansía llevar un tren de vida diferente a la apatía que supone la convivencia con su marido, porque quiere alcanzar unas metas que le permitan codearse con quienes disfrutan de una vida más regalada. El engreído farmacéutico sr. Homais y el oscuro comerciante Lheureux, tienen mucho que ver en lo que acabo de comentar, a los que hay que añadir el papel que desempeña en la vida del matrimonio la madre de Charles. Sin embargo, la presencia del sacerdote Bournisien provoca una serie de diálogos que mantiene con los anteriores, principalmente con Homais, sobre todo de carácter místico, dados los ideales de unos y otros. Son diálogos que no tienen desperdicio y dan mucha viveza a los episodios que protagonizan. Diálogos en los que el sacerdote y el farmacéutico exponen sus puntos de vista que guardan relación con lo que representan ambos, y que no tienen desperdicio por la pertinaz defensa que hacen sobre sus opiniones.

(Catedral Rouen, Francia)
Madame Bovary es una novela muy realista en la que Gustave Flauvert retrata la sociedad de la época, e incide en los aspectos reprochables por los que sobresale, sobre todo en la alta sociedad provinciana. Emma Bovary siente envidia de los que tienen posibles y quiere equipararse a ellos para hacer realidad su mundo idealizado, amparándose en las metas que debe alcanzar su marido. Un realismo que también se refleja en las descripciones de las localizaciones por las que transitan los personajes, y que en algunas de ellas surten un efecto incluso diría que cinematográfico, caso de la asistencia de la protagonista al baile que se celebra en el castillo de Vaubyessard, su presencia en la ópera de Rouen, o incluso algunas escenas bucólicas. Un realismo en el que la alegoría está también presente, por el significado que entiendo que representan varios personajes, ya citados dos párrafos más arriba en esta reseña, por la influencia que tienen en las decisiones que sobre todo toma Emma Bovary, pese a que el sacerdote está muy pendiente de que, sobre todo la protagonista, se mantenga fiel a la moral de la época y los dictados de la Iglesia al respecto.

Pese a que Madame Bovary es una novela de ritmo más bien pausado y pocos giros, merece la pena conocer su historia por cómo aborda Gustave Flaubert temas tan escandalosos en tiempos de Napoleón III, como el adulterio y el suicidio. 





Biografía:






Gustave Flaubert fue un gran escritor francés, reconocido mundialmente por su obra Madame Bovary y su búsqueda de la palabra exacta, es considerado uno de los mejores novelistas de Occidente del siglo XIX. Empezó sus estudios de Derecho en París sin acabarlos y conoció a Víctor Hugo, con quien viajó por los Pirineos y Córceda en 1840. En 1844 se mudó con su madre y su sobrina a Croisset, tras la muerte de su hermana, a una casita cerca del Sena, donde permanecería hasta su fallecimiento.

Comenzó una tortuosa relación con la poetisa francesa Louse Colet, con la que se escribió una valiosa colección de cartas. Visitó París durante la Revolución de 1848 y frecuentaba los salones parisinos, concretamente el regentado por George Sand, de ahí su gran influencia y conocimiento cultural. Allí entabló muy buenas amitades pertenecientes al mundo literaio, como Maxime du camp, Élimi Zola, Alphonse dadet o Turgenev, con los que terminaría viajando y compartiendo experiencias que posteriormente plasmaría en sus obras.

Entre 1848 y 1849 escribió la primera parte de La tentación de San Antonio y dos años después empezó a gestarse su obra más conocida, Madame Bovqary, la cual tardó más de 4 años en escrib ir hasta quedar satisfecho. La obra fue acusada de inmoral, pero tras juzgar a Flaubert lo declararon inocente. En cuanto a su recibiniento, la novela fue aclamada por el público francés, lo que le permitió costearse viajes y centrarse en escribir más obras, todas ellas basadas en experiencias y recuerdos de juventud.

Flaubert falleció a la edad de 58 años de una hemorragia cerebral y fue enterrado en el panteón familiar de Ruan. En 1890 se inauguró un monumento dedicado a su memoria en el museo de esta ciudad.


Notas:  Datos técnicos y sinopsis tomados de Amazon. Imagen de Tostes, en Francia, tomada de la web France This Way. Imagen de la catedral de Rouen tomada de Wikipedia, al igual que la fotografía de Gustave Flauvert. Su biografía fue tomada de la web de Lecturalia.