miércoles, 23 de julio de 2025

Reseña La plaza del diamante, de Mercè Rodoreda.


 






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Datos técnicos:






Título: La plaza del Diamante.

Título original: La plaç del Diamant.

Autora: Mercè Rodoreda.

Traductor: Sergio Fernández Martínez.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Marzo/2023.

Edición original: 1962.

Encuadernación: Tapa blanda.

ISBN: 978-84-350-2261-3.

Idioma: Español.





Sinopsis:





Es ésta la historia de Natalia, conocida como «Colometa», representación femenina de aquellas mujeres a las que les tocó vivir un período de la historia de España especialmente duro y cruel: la Guerra Civil y la posguerra. Así, Colometa verá partir y morir a sus seres queridos, pasará hambre y miseria y se verá muchas veces incapaz de sacar adelante a sus hijos. Hundida en un matrimonio infeliz con un hombre egoísta, renuncia a su propia identidad y cede todo el protagonismo a su esposo, aceptando los convencionalismos de la época. Pero la vida y las circunstancias obligarán a Colometa y al resto de los personajes a crecer…

Crónica fiel de la Barcelona de posguerra, este libro en apariencia menudo es una joya literaria, y sin duda una de las mejores novelas españolas del siglo xx y la obra maestra, según la crítica, de la literatura femenina catalana.

La plaza del Diamante se publicó por primera vez en 1962 en Barcelona. Desde entonces se ha traducido a más de treinta idiomas, ha sido llevada al cine y al teatro y se ha convertido en un clásico contemporáneo indiscutible.






Opinión Personal:






Mercè Rodoreda era una de las autoras de las que tenía pendiente leer alguna de sus novelas, aunque hace años que vi la película La plaza del Diamante. Sin embargo tardé en decantarme por su lectura, por lo que decidí que ya era hora de conocer a la protagonista de la que es considerada la obra cumbre de esta escritora en la que se basa, y que tiene el mismo título. Mercè Rodoreda es reconocida por la crítica como la autora catalana más universal de todos los tiempos, como indica la editorial en su biografía. No me extraña que esta novela tenga el reconocimiento y el éxito que tiene, porque es un fiel reflejo del papel silenciado que desempeña la mujer en un período de la historia de España, y más en concreto en Cataluña: la república, la guerra civil y la posguerra. La escritora barcelonesa ofrece al lector una trama muy atractiva, en la que se conjuga el costumbrismo con los duros hechos históricos que marcan la vida de los personajes.

(Plaza del Diamante-Barcelona)
La plaza del Diamante es una novela evocadora, narrada por la protagonista en primera persona y en pasado, en la que cuenta todo lo que le sucedió desde que asiste a la fiesta del barrio de Gràcia, junto con su amiga Julieta, en la plaza que da título a esta obra. Una verbena en la que Quimet se fija en ella. Desde que acepta casarse con Quimet, su vida va a ser igual a la de muchas mujeres españolas que no tienen otra misión que la que predican los sacerdotes desde el púlpito, alentados por los poderes públicos del régimen: la mujer en casa, dar descendencia a sus maridos y estar muy pendiente de ellos para lo que precisen. Es una época en la que todo el derecho es de ellos, a ellas sólo les corresponde la obligación, y punto en boca, porque son el sexo débil y no tienen raciocinio.

Mercè Rodoreda construye una una historia llena de sentimientos, emociones y reflexiones, que vierte tanto tanto sobre los hechos que tienen lugar en ese período convulso como sobre la forma de ser y actuar de quienes mantienen una relación directa con ella. Diría que hay situaciones en las que se desahoga echando fuera todo lo vivido en un período dominado por el drama y el silencio. La autora utiliza un estilo narrativo adecuado a los rasgos sociales de la protagonista, en el que se percibe el origen humilde de una chica que apenas salió de su barrio. Su historia está contada con un estilo narrativo que abarca una riqueza de recursos literarios que refleja con humildad, cercanía y una sencillez cuidada. «Todas las luces eran azules. Parecía el país de los magos y era bonito. En cuanto caía el día todo era de color azul» (pág. 153). En ocasiones se percibe que le cuesta trabajo expresar lo que realmente siente sobre lo que vivió en determinadas situaciones, pero que procura explicarlo como mejor sabe. «Con unos ojitos..., con unos ojitos que miraban y cuando miraban con aquellos ojitos...No sé cómo Quimet tenía el valor de reñir al niño tan a menudo» (pág. 93) Utiliza el estilo indirecto, sin apenas diálogos, pero con un ritmo de lectura fluido, por la variedad y dinamismo de las situaciones que viven los personajes.

La plaza del Diamante es una novela rica en matices. Atrae el enfoque que la autora le confiere al relato sobre la guerra civil y la posguerra. Un relato efectivo, realista y en el que da la sensación de que apenas se refiere a esta época convulsa, pero vaya que si lo hace y, sobre todo, acentuado por la sencillez con la que los describe «Y mientras me dedicaba a la gran revolución con las palomas vino lo que vino, como algo que iba a ser muy corto (pág. 133). Capítulos en los que nos encontramos con situaciones duras y sobrecogedoras, porque guardan relación con los personajes que forman parte de la vida de Colometa, como gusta llamarle a su marido Quimet. Personajes que, bien por la guerra u otras circunstancias, fallecen durante el conflicto o la represión franquista posterior. Capítulos en los que Colometa se hace una idea de lo que sucede a través de los vecinos con los que se relaciona, o en la casa en la que sirve porque, salvo que sea para trabajar, apenas pisa la calle. Natalia es consciente de que se le presenta un futuro negro, por lo que toma decisiones que le permiten remontar, aunque le acompaña la duda ante lo que pueda suceder, porque le cuentan historias que le hacen reflexionar.

A lo largo de los capítulos la autora muestra Barcelona desde la perspectiva de la protagonista, por lo que son determinadas localizaciones las que dominan en esta novela. Unas descripciones en las que se acuerda de Gaudí y sus emblemáticas construcciones, al igual que la trágica muerte que tuvo. Una Barcelona sobre la que se puede hacer una ruta literaria que invita a visitar los lugares que frecuentaba Natàlia, sobre todo durante los primeros capítulos, como el antiguo mercado de la Abacería, «Y me iba metiendo en el olor del mercado y en los gritos del mercado para acabar dentro de los empujones, en un río espeso de mujeres y de cestos» (pág. 81), el Café Monumental, Montjuïc, la Rambla del Prat, o la calle Mayor de Gràcia. Unas localizaciones que recorre con Quimet y sus amigos, pero también se refiere al itinerario que realiza cuando va a trabajar. Localizaciones que cambian de fisonomía con la guerra civil y durante la posguerra.

(Mercado Abacería, Barcelona)
Mercè Rodoreda perfila un elenco de personajes que forman parte del escalafón social al que pertenece Natalia, salvo algunas excepciones, por el papel que desempeñan en la trama. Son personajes cercanos, muy reales y trazados con un perfil psicológico que muestra el carácter de cada uno de ellos, más marcado, sobre todo, en Quimet, su madre y en el padre de Natalia. Por el papel que desempeñan a lo largo de los capítulos, se deduce que tienen un simbolismo en la vida de la protagonista. Desde que la vida de Colometa gira en torno a Quimet, es él quien lleva la voz cantante en matrimonio, sobre todo desde que se casan al año de conocerse. Es autoritario, egoísta y celoso, aunque tiene sus relaciones extramatimoniales. Tiene una carpintería en la que trabaja como ebanista, y le ayuda un aprendiz. «Y dijo que, mientras acompañaba a una clienta a elegir a una caja de chocolatinas en el escaparate de la derecha, el pastelero me seguía con la mirada, no a mí, sino a mi trasero» (pág. 29). La protagonista menciona en varias ocasiones a su madre fallecida, porque la soledad la acompaña, ya que siente que su marido va a lo suyo y su padre no se preocupa por ella. En su vida de casada es esencial el papel que desempeña la señora Enriqueta, vecina suya, porque la ayuda en lo que puede, «La señora Enriqueta que vivía de vender castañas y boniatos en la esquina del Smart» (pág. 33). Los amigos de Quimet mantienen con él la relación de cuando era soltero, de los que atrajo mi atención Mateu, porque es muy diferente a los demás, dada su sensibilidad, y la relación sentimental que mantiene con Griselda, una mujer muy diferente a él. Ya en un nivel social más alto se encuentran el padre Joan y los señores para los que trabaja, que tienen varias propiedades que alquilan, pero son muy mezquinos.

La plaza del diamante es clásico que no dudo en recomendar, pese a que la protagonista y narradora utiliza en su relato un estilo indirecto, sin apenas diálogos, pero con un ritmo de lectura fluido, por la variedad y dinamismo de las situaciones que viven los personajes.





Biografía:





Mercè Rodoreda (1908-1983) es sin duda la escritora catalana más universal de todos los tiempos y uno de los grandes clásicos de la literatura europea del siglo XX. De sus cuatro primeras novelas, sólo recuperó, tras reescribirla, Aloma (ganadora del Premi Crexells en 1937). Forjó en el exilio el grueso de su obra literaria (novela, cuento, teatro y poesía), en la que destacan títulos como La plaza del Diamante (1962), La calle de las Camelias (1966) o Jardín junto al mar (1967).





Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Edhasa. Imagen de la plaza del Diamante, tomada de la web TripAdvidsor. Imagen del mercado de la Abacería tomada de la web Ayuntament de Barcelona. Fotografía de Mercè Rodoreda tomada de Wikipedia. 

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