Datos
técnicos:
Título:
El sueño del depredador
Autor:
Óscar Bribián
Editorial:
Ediciones Versátil
1ª
Edición: octubre 2014
Encuadernación:
Tapa blanda con solapas.
ISBN:
9788494225703
Nº
páginas: 240
Sinopsis:
¿Qué
tienen en común los poemas de Baudelarie, Silvia Plath o Leonard
Cohen con los ahorcamientos para alcanzar el clímax durante la
asfixia autoerótica?
En
un control rutinario en la carretera de entrada a Zaragoza, la
Policía detiene un vehículo sospechoso. En su interior encuentran
varios cerdos muertos y diversos instrumentos para desollarlos, algo
extraño, pero no especialmente preocupante si no fuera porque en la
boca de uno de los animales aparece un dedo humano. Laura Beltrán,
la nueva subinspectora de la Brigada Provincial de Homicidios, y su
superior, Santiago Herrera, un veterano inspector, se verán
envueltos en un abanico de asesinatos que combinan el sadismo y los
enigmas de la psicopatía con las inquietudes propias del
comportamiento humano. El sueño del depredador es una obra intensa y
ágil, convincente hasta en los pequeños detalles, con una trama que
entrelaza a los poetas malditos con el imaginario lovecraftiano,
personajes extraños y protagonistas afectados por penitencias y
contradicciones. Una obra que transmite la esencia del verdadero
ambiente policial más allá de los estereotipos, narrada con una
precisión y una veracidad que asustan.
Opinión
Personal:
Está
claro que la novela negra española pasa por un momento dulce. Es un
género que a mi, particularmente, no deja de sorprenderme, por la
variedad de registros que nos muestra y eso creo que es lo que hace
que esté triunfando entre los aficionados a este género literario
en nuestro país. Y digo esto porque acabo de terminar la lectura de
El Sueño del Depredador,
de Óscar Bribián: una novela que, sin duda, habrá sorprendido,
como se suele decir en estos casos, a propios y extraños, por la
calidad que atesoran sus páginas y por el realismo que destila la
historia tratada con mimo por el escritor oscense.
Las
críticas vertidas sobre El sueño del Depredador
alaban el buen hacer literario de Óscar Bribián, un autor al que
hay que estar muy atento porque quienes leímos esta su segunda
novela publicada estamos deseando conocer con qué nos va a
sorprender próximamente.
Como
bien se nos dice en el prólogo, la historia que se nos relata por un
narrador omnisciente tiene
un punto de partida muy sencillo, y podría ser cualquier recorte de
un periódico;
una noticia que pronto
se olvidará porque nadie pedirá explicaciones posteriores. Pero, sin embargo,
de ese punto de partida tan sencillo se crea una trama en la que el
terror y lo policial van cogidos de la mano,
entrelazados de tal forma que su genial pluma nos ofrece episodios
espeluznantes descritos con tal realismo que parece que nosotros
mismos los estamos viviendo y que, en más de una ocasión, al lector
poco habituado a las mismas, le causarán incluso repugnancia pero
que, sin embargo, nos imanta de tal forma que seguimos enganchados a
la lectura hasta la última página, con un magnífico
epílogo que pone remate
a una novela que merece guardarla en un lugar destacado de nuestra
biblioteca.
—Probablemente
su hijo no esté enfermo —explicó
Teresa mientras entrelazaba los dedos de las manos y apoyaba los
codos en la mesa—. Su tipo de transtorno no se tipifica como una
enfermedad. Pero necesita fármacos para evitar estos accesos de
violencia. Tenga en cuenta que Ismael es muy joven todavía, pero a
medida que cumpla más años se volverá más peligroso.
(Pág. 105)
Dos
son las tramas que nos encontramos en El Sueño del
Depredador, que en un principio
nos parece que no tienen nada en común pero que en un momento dado
van a confluir y empezarán a encajar las piezas de este entramado.
El primero diría que tiene claros tintes
lovecraftianos pues nos
encontramos con Ismael,
un niño con problemas de adaptación social y un trastorno de la
personalidad preocupante, que dice que fuerzas sombrías le invitan a
destruir a todo lo que le rodea.
En
el segundo, el inspector Santiago
Herrera y la
subinspectora Laura
Beltrán, que acaba de
tomar posesión de su plaza en la Brigada
Provincial de la Policía Judicial de Zaragoza,
se van a encontrar con un caso que parte de un control rutinario en
el que se produce el hallazgo de varios cerdos muertos y diversos
instrumentos para desollarlos, algo extraño, pero no especialmente
preocupante si no fuera porque en la boca de uno de los animales
aparece un dedo humano. A partir del interrogatorio inicial a los
detenidos los policías tendrán que darlo todo en la línea de
investigación porque presienten que se enfrentan a un asesino en
serie y tienen que darlo todo para evitar que vuelva a cometer un
nuevo asesinato.
—No
te preocupes, mamá —dijo Ismael mientras permanecía en la misma
posición de rodillas, junto a la pared— Él nunca me haría daño.
Me protege (pág. 120).
(Pinares de Venecia, Zaragoza)
Está
claro que el tema del asesino en serie y los rasgos que en principio
muestran ambos policías están muy vistos pero en esta ocasión creo
que Óscar Bribián juega con la ventaja de que ingresó en
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por lo que aprovecha
sus expedientes y los contactos laborales como policía para
ofrecernos personajes y situaciones verosímiles cómo es el
trabajo en el día a día de un policía. Nos ofrece tanto el
lado profesional como el humano de ambos policías y de quienes
trabajan a sus órdenes, por lo que nos resultan muy cercanos al
conocer los pequeños matices de cada uno de ellos.
(Cthulhu)
En
El Sueño del Depredador
nos encontramos también con una clara
crítica social: la vida
familiar que rodea a Ismael es un claro ejemplo de maltrato
tanto físico como psicológico
y esta situación influye en el desarrollo de su personalidad. Lo
mismo creo que ocurre en el la figura de los policías.
Lo demuestra en los diálogos que mantiene Santiago Herrera con la
subinspectora Laura Beltrán o con un antiguo compañero. Diálogos
que no tienen desperdicio y en los que hablan de compañerismo y la
vocación a la profesión que han elegido o cómo es tratado el
Cuerpo de Policía ahora en relación con la Transición.
—Esta
empresa funciona igual que cuando entré hace cuarenta años, carajo,
aunque se haya modernizado la tecnología. Mierda de democracia.
(pág. 150)
El
Sueño del Depredador está
estructurado en 35 capítulos de corta extensión más un prólogo y
un epílogo. En esta novela los poemas de Baudelarie, Silvia Plath o
Leonard Cohen desempeñan un papel importante porque el asesino en
serie deja estrofas de ellos en cada asesinato que comete. Lo mismo
ocurre con las extrañas letanías que suele susurrar Ismael y que le
llamarán la atención a Iván, el hijo de la subinspectora Laura
Beltrán, que estudia en el mismo colegio que Ismael, a quien le
cuenta esta curiosidad, cosa que pondrá en vilo a la policía.
Sin
duda, Óscar Bribián nos ofrece una novela adictiva, no porque la
novela tenga un ritmo trepidante, sino por las situaciones que
vivirán los personajes que mantendrán el interés del lector hasta
el desenlace final. Solo me falta recomendar su lectura.
Biografía:
Óscar Bribián
(Huesca, 1979) reside en Zaragoza. Tras culminar dos títulos
universitarios decidió ingresar en las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad. Desde entonces aprovecha sus experiencias y contactos
laborales como policía para retratar en sus novelas situaciones y
personajes perfectamente verosímiles que conserva en su retina.
Ha sido ganador de
diversos certámenes literarios, especialmente en el campo del relato
breve, como el Premio Heraldo (2011 y 2013), el Castillo de San
Fernando (2013), el Liter (2008) o el Villa de Iniesta (2007).
Dirigió la revista literaria Oxigen (2002-2006) y ha
participado desde hace más de una década con sus relatos, poemas y
reseñas en varias antologías como Insomnia (2012), España
criminal (2012) o Nuevas leyendas aragonesas (2011) y en
una treintena de revistas impresas y digitales del mundo hispano.
Ha publicado el libro de
relatos Mentes perversas (2009) y la novela Raazbal
(2010), así como el guión del premiado cómic En el zulo
(2012). Esta es su primera novela de género negro publicada, aunque
asegura que no será la última.
Nota: sinopsis, datos técnicos y biografía tomados de la web de Ediciones Versátil. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes.