viernes, 4 de octubre de 2024

Reseña La furia del cielo, de Francisca García Jiménez.

 









Datos técnicos:



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Título: La furia del cielo.

Autora: Yolanda Cruz Ayala.

Editorial: Sargantana.

1ª edición: Febrero/2020.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-17731-33-5.

Idioma: Español.

Nº páginas: 314.





Sinopsis:





Teresa, una mujer luchadora que pertenece a una familia de la alta burguesía valenciana a la que la guerra impulsa a huir y refugiarse en el campo. Es allí donde descubre un secreto que altera su mundo. En un arrebato, escapa de la masía para refugiarse en casa de un amigo, pero llegan los soldados y es atacada y forzada por uno de ellos, que la deja mal herida. Gracias a un amigo consigue recuperarse, pero su vida ha quedado marcada y los acontecimientos la arrastran sin control. Con el tiempo se va recuperando, pero un día llega la riada, el agua se lleva todo y deja el fango; el pasado vuelve con violencia, el miedo la domina y el fantasma que la atormentaba se hace real, la acecha, le quiere arrebatar todo, hasta su vida. ¿Lo conseguirá?





Opinión Personal:






Me atrajo la portada y la sinopsis de la novela que hoy reseño y no dudo en recomendar, La furia del cielo, ópera prima de la escritora Francisca García Jiménez (Fuensanta, Alicante), aunque reside en Valencia. Pese a que es la primera novela que publica muestra un buen hacer literario y en su narrativa se refleja el que hasta la fecha le hayan editados varios relatos, algunos finalistas o premiados. Lo que acabo de comentar se percibe en el prólogo, corto e intenso, que es un claro adelanto de lo que el lector se encontrará a lo largo de los 39 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Tal y como se suceden los episodios de cada uno, y sobre todo por el cierre con el que los remata, incita a interesarse por lo que les depara a los personajes que transitan por sus páginas en los siguientes capítulos.

(Miguelete, Valencia)
La trama de La furia del cielo transcurre en un período de cuarenta años, en el que suceden una serie de hechos históricos que no dejan indiferente. Una trama que tiene como trasfondo la Guerra Civil Española y la posguerra. En el conflicto fratricida se muestra el día a día de la población en este triste, cruel y duro episodio de nuestra historia reciente, en el que el narrador omnisciente relata episodios que muestran la barbarie que se comete entre quienes toman partido por el ejército sublevado o por la República. Teresa también lo sufre en sus carnes, y este episodio que la marca supondrá un antes y un después en la relación que mantiene con su familia, junto al secreto familiar que descubrió, como adelanta la sinopsis. En la posguerra son emotivas e impactantes las escenas que el narrador omnisciente describe sobre lo que sucede en Valencia durante la conocida como Gran Riada de 1957, en la que «Valencia era azotada por las aguas del río que, de nuevo, se había desbordado con más furia que la noche anterior. El agua llegaba hasta los primeros pisos amenazando con derribar las casas. Mientras, la lluvia golpeaba sin piedad la ciudad. La gente luchaba por salvar su vida, se refugiaban en pisos altos ayudados por los vecinos que solidariamente arriesgaban sus vidas para ayudar a salvar a niños, mujeres y ancianos»(pág., 127). La autora también refresca episodios que tienen lugar en la ciudad del Turia durante la llamada gripe asiática, triste y dolorosa pandemia que también segó muchas vidas.

Francisca García Jiménez planifica y desarrolla una trama de claro trasfondo histórico en la que la intriga está muy presente: Teresa Olsina se enfrenta en su ciclo vital a una serie de adversidades de las que le resulta muy difícil sobreponerse, porque la dejan muy marcada. Pero es una mujer fuerte y luchadora que logra salir adelante, aunque también cuenta con la ayuda de varios personajes que se preocupan por su bienestar. Una intriga que va a más, sobre todo en el último tramo de la novela porque, y también como adelanta la sinopsis, el pasado vuelve con violencia, el miedo la domina y el fantasma que la atormentaba se hace real, la acecha, le quiere arrebatar todo, hasta su vida.

Según avanzaban los capítulos me dije en más de una ocasión que había cierto paralelismo entre lo que sucede en España durante los cuarenta años que abarcan la trama de La furia del cielo con la relación que mantienen entre sí los miembros de la familia de don José Olcese, un empresario que forma parte de la alta burguesía valenciana. Pese a que formar parte de la élite de la sociedad valenciana, en su seno también se producen episodios que originan situaciones tensas, por lo que en en más de un capítulo saltan chispas entre ellos, sobre todo desde que Teresa descubre el secreto familiar al que ya me referí en esta reseña, pero también desde que decide fugarse de de la masía. Una masía que es trascendental en los primeros capítulos, no sólo por lo ya comentado, sino también porque el ambiente se está enrareciendo cada vez más en Valencia y el empresario teme que puedan ir a por él, como le sucedió a su amigo Vicente, empresario también, y decide que lo mejor para su familia es irse para la masía que tienen en la huerta valenciana. Este conflicto familiar origina que la protagonista se afirme en la decisión de rehacer su vida lejos de los suyos, por lo que se enfrenta a unos años difíciles en los que tiene que salir adelante para poder satisfacer sus necesidades esenciales. Necesidades que le llevan a buscar trabajo y con el tiempo a tener su propio comercio, con lo que con esfuerzo y el afán de superación reduce las estrecheces económicas que la acompañan desde que se emancipó del hogar familiar. Con el tiempo estabiliza su vida. El paso de los años indican que hay atisbo de que las relaciones familiares pueden volver a su cauce, aunque las situaciones que viven los Olsina señalan que este interés puede convertirse en una quimera, pese a la insistencia de la protagonista en aclarar todo lo sucedido desde que huyó de la masía.

Teresa Olcina es la protagonista de esta novela, el eje con quien, de una forma u otra, guardan relación los personajes que conforman el elenco que transita por sus páginas, y en quien se percibe una mayor evolución con respecto a los demás. La autora construye unos personajes bien perfilados, cercanos, que parecen cobrar vida propia y son fiel reflejo de este período tan convulso de nuestra historia. Viven y sufren en primera persona los embates de la guerra civil, y posteriores consecuencias de la posguerra, porque el lector comprobará cómo este conflicto bélico se ensaña también con su familia y con los que mantienen un trato más cercano. Personajes con los que enseguida empaticé, y estuve muy pendiente de los episodios que protagonizan, tanto por las represalias que toma el nuevo régimen contra los afines a la República, como durante la riada de 1957. En mi caso, es la subtrama que conforman el triángulo que tiene por vértices a Teresa, Ximo -su inseparable amigo desde la infancia- y Paco, a quien le une amistad con el antes mencionado, la que me atrajo mucho, por lo que les depara el destino a cada uno de ellos. Un triángulo que no deja indiferente no sólo por la relación que se forja entre los tres personajes, sino también por los episodios que viven los dos muchachos tanto durante el enfrentamiento armado entre los dos bandos beligerantes, como en la posguerra, período en el son el centro de situaciones de máxima tensión, e incluso se teme que su vida pueda correr peligro.

(Calle Caballeros-Valencia -ant. Metalurgia)
Teresa encuentra un duro escollo en su padre, Don José Olcina -así se refiere a este personaje la voz narrativa- que es el cabeza de familia, un empresario que vive por y para sus negocios, de carácter autoritario, con una relación más bien distante con su esposa Adela. Sin embargo, con el paso de los capítulos presentí que su carácter autoritario mostraba signos de cambio, sobre todo desde la firmeza de su hija menor ante la insistencia de resolver los interrogantes con los que alejar los fantasmas que la atormentan hace años. Amparo es la criada que más peso tiene dentro del servicio de la casa, protagoniza una serie de giros que atraen la atención por el devenir de los episodios posteriores en los que toma parte, y es la que mantiene una relación muy cercana con Teresa. Cobran importancia también en la vida de la protagonista otros personajes secundarios que guardan relación con ella, sobre todo, desde que decide vivir lejos de su familia: Doña Pilar«una viuda que necesitaba dinero para subsistir con el alquiler del dormitorio» (pág. 106), con quien con el paso del tiempo  mantiene una relación muy cercana, sobre todo desde que nace su hija Irene; Milagros, la portera del edificio, cuya relación con Teresa se afianza, sobre todo, desde que la riada estuvo a punto de costarle la vida a ella y su familia. Pero tampoco me olvido de Santiago, el abogado que no sólo la ayuda en temas legales porque es una de las pocas mujeres que pueden tener su propio negocio, sino que con el paso de los capítulos se perciben indicios de fraguarse una relación sentimental.

En La furia del cielo me encontré con unas descripciones muy visuales. Valencia es un personaje más de la novela, por lo que estuve muy pendiente del cambio de fisonomía que se produce en la ciudad, no sólo por los efectos de la guerra civil, sino también por el devastador paso que provoca la terrible y dolorosa riada de 1957. Una riada que la cubrió de barro y obligó a los ciudadanos a realizar un enorme esfuerzo para devolver la belleza a la capital levantina. Francisca García Jiménez utiliza el callejero de la ciudad para ubicar en sus calles, avenidas y parques episodios que atraen la atención del lector, entre los que resalto los dos sobrecogedores que tienen lugar en el Miguelete de  la catedral, en la casona de la calle  Caballeros -en esa época Metalurgia- en la que vive la familia Olcina, la catedral, la Basílica de la Virgen de los Desamparados, el Mercado Central o la Avenida del Oeste, porque para Teresa supone el inicio de su vida como trabajadora.

(Mercado Central, Valencia)

Me gustó La furia del cielo, ópera prima de la escritora alicantina Francisca  García Jiménez, aunque en la actualidad reside en Valencia. Los 39 capítulos en los que se desarrolla la trama tienen episodios y giros de interés. La trama tiene un atractivo trasfondo histórico, con un claro predominio de las novelas de intriga, que se incrementa a medida que se aproxima el desenlace. A Teresa Olcina la persigue un pasado traumático y el miedo se hace real, la acecha, porque le quiere arrebatar todo, hasta su vida, como adelanta la sinopsis. A lo que acabo de comentar se une el descubrimiento de un secreto que altera su mundo, y que le impulsa a escapar de la masía a la que se había trasladado la familia, al que hay que añadir la pesadilla que le toca vivir en sus carnes durante la guerra civil. Le cuesta sobreponerse a las adversidades a las que se enfrenta, pero la vida le da una segunda oportunidad y consigue emprender un camino independiente al de los suyos, con quienes las relaciones están muy tensas después de lo sucedido. La furia del cielo es una novela escrita con un lenguaje sencillo y un ritmo fluido, en la que Francisca García Jiménez relata a través de un narrador omnisciente los hechos históricos sucedidos en la ciudad del Turia intercalados con otros ficticios que viven los personajes creados por su imaginación, a través de los que se describe con realismo, y de escenas muy visuales, lo que les tocó vivir a los valencianos durante la Guerra Civil Española y la posguerra, con un relato emotivo e impactante de lo sucedido durante la llamada Gran Riada de 1957. Una trama en la que está presente la tensión narrativa, y en la que hay episodios en los que saltan chispas entre los miembros de la familia Olcese, que forma parte de la alta sociedad valenciana. Atrajo mi atención, sobre todo, el triángulo que conforman Teresa, Ximo y su amigo Paco, sin olvidarme de don José Olcina, el padre de la protagonista, ni de Amparo, la criada de la casa que ejerce las funciones de ama de llaves , o Santiago,el abogado que le lleva los asuntos legales.






Biografía:





Francisca García Jiménez nace en Fuensanta (Alicante), donde escucha de sus mayores los primeros cuentos y empieza a imaginar sus propias historias.

A los 10 años se traslada a Valencia donde sigue en la actualidad.

A los 57 años cursa estudios de Humanidades en la Universidad de Valencia y se une al grupo de narrativa.

La universidad publica los relatos en los libros En mar abierto y Viento en prosa.

Se presenta al certamen de la Generalitat Valenciana quedando finalista por dos años consecutivos y le publican los relatos El viaje y Nada en el libro Las mujeres cuentan.

Colabora con relatos de vivencia en la revista El tiempo, que se publica en Fuensanta.

Interviene en la revista Magazine, siendo galardonada cuatro veces con la pluma Montblanc.

Se considera autodidacta, lectora y «contadora de historias».


Notas: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía de la autora tomados de la web de la editorial. Imagen del Miguelete de Valencia tomada de Wikipedia. Imagen de la calle Caballeros -antigua Metalurgia- tomada de la web Flickr. Imagen del Mercado Central de Valencia tomada de la web del Mercat Central València. 


jueves, 3 de octubre de 2024

Libros leídos y reseñados en septiembre/2024.

 









Toca hacer balance de libros leídos y reseñados en septiembre: Han sido un total de 6 los leídos y 5 los reseñados


Los leídos: 



                 




                     


               








Los reseñados: 



-Donde enmudece el silencio, de Sara Mañero.




-La armada de Dios, de Julio Alejandre Calviño


-Tu voz invisible, de Javier Arias Artacho


-Abel Sánchez, de Miguel de Unamuno




Avance retos literarios en los que participo: 







- Reto Autores de la A a la Z (año 2024):  (20/24) (83%) (1 oblig. y 1 extra).



-Reto 25 españoles (2025):  (30/25). Completado.










martes, 1 de octubre de 2024

Lectura semana 40/2024: La perfumista de Nantes, de Teresa Hernández.



 







Comenzamos la primera semana del mes de octubre con la lectura de La perfumista de Nantes, de Teresa Herández. 



Gilme, Laura y Sophie regentan una pequeña perfumería en la Bretaña francesa. Son tres mujeres discretas dedicadas al mundo de los aromas que se mueven en un mercado cerrado, pero muy elitista. De forma innata, cada una de ellas es capaz de personalizar las fragancias que conectan a su portador con su herencia ancestral. Una habilidad poco común y solo llevada a cabo para algunos elegidos. Los impresionantes acantilados de la costa de Normandía son el escenario de una nueva aventura de Ángela Luján que, como miembro de la Sociedad para la Conservación de las Auras, tiene acceso al Círculo Atávico que actúa en el norte de Europa desde tiempos remotos. Cuevas paleolíticas, aldeas medievales, revoluciones o guerras mundiales dejan un rastro en forma de efluvio que las perfumistas son capaces de encapsular con el objetivo de conservar intacto el patrimonio de la humanidad (228 pág., rústica con solapas).