Datos
técnicos:
Título: Un
testigo llamado Cervantes.
Autora:
Begoña Valero.
Editorial:
Sargantana.
1ª
edición: Enero/2024.
Encuadernación:
Rústica con solapas.
ISBN:
978-84-127516-7-3.
Idioma:
Español.
Nº pág.:
660.
Sinopsis:
Basada
en hechos reales, Un testigo llamado Cervantes narra una insólita
historia donde el egoísmo, la envidia y los celos se conjugan ante
una justicia que no atiende a razones. Solo la verdadera amistad y el
ingenio se aliarán para buscar una justa sentencia.
En
1580 desaparece en Valencia Jeroni, un joven pescador. Dado por
muerto, la detención de los presuntos culpables llevará a Pere de
Pax, un mercader mallorquín, a averiguar la verdad para intentar
salvar a sus amigos de la horca.
Durante
el proceso criminal, cuando existe riesgo inminente para la vida de
los acusados, el soldado del tercio Miguel de Cervantes llega a
Valencia tras sufrir unos penosos años de cautiverio en Argel. Por
circunstancias del destino, su testimonio será crucial y
desencadenará una serie de extraordinarias apuestas que perturbarán
la paz de la ciudad. «Crimen, traición y misterio en una
apasionante novela que nos rescata a un joven e intrépido Cervantes,
soldado de los tercios y preso en Argel». Antonio Pérez Henares.
Escritor, periodista y presidente de la asociación Escritores con la
Historia.
Opinión
Personal:
De
nuevo leo, reseño y no dudo en recomendar una novela que atrajo mi
atención en las cuentas literarias que frecuento en Instagram,
porque tiene como protagonista al ilustre escritor de nuestras letras
Don Miguel de Cervantes Saavedra. El título es Un testigo llamado
Cervantes y su autora, Begoña Valero, natural de Banyeres de
Mariola (Alicante), si bien reside en Valencia. Sin duda alguna, es
una magnífica lección de historia, en la que el lector
realiza un viaje literario al siglo XVI. El realismo que destila
surte el efecto que acabo de comentar, con el aliciente de que los 45
capítulos titulados más el epílogo en el que se estructura el
desarrollo de la trama, bien pudieron haber sucedido tal y como se
desarrollan, apoyados en el rigor documental.
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(Casa de la Ciudad-Valencia (s. XVI) |
Un
testigo llamado Cervantes parte de una historia inédita que
protagoniza el autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La
Mancha. Una historia que se remonta al mes de noviembre del año
1580 en el que, tras ser rescatado de su cautiverio en Argel por el
redentor trinitario fray Juan Gil, declara como testigo en un juicio que se celebra en Valencia por el
asesinato de un joven pescador, y que se alarga hasta octubre de
1581. Pese a que la trama se desarrolla a lo largo de 660 páginas,
la lectura es amena, adictiva y tiene un ritmo fluido. Está
estructurada en 45 capítulos titulados más epílogo, en cada uno de
los cuales hay episodios de interés y giros que incitan a estar muy
pendiente ante la incógnita que supone el devenir de los personajes
que interactúan en las subtramas que la conforman.
Junto
a la sólida base histórica de esta novela, entiendo que la trama
contiene elementos propios de varios géneros literarios. Como
adelanta la sinopsis, el mercader mallorquín mosén Pere de Pax es
quien decide averiguar la verdad sobre ese luctuoso episodio para que
demostrar que sus amigos están apresados injustamente en la Casa de
la Ciudad, por lo que estimo que ejerce labores de carácter
detectivesco. A lo que acabo de comentar añado que hay rasgos característicos del thriller, dado que el testimonio de Cervantes
origina apuestas que perturban la paz de la ciudad y las
consecuencias que se derivan de estas, porque en determinados
personajes se refleja el lado más ruin del ser humano. Estuve muy
pendiente del proceso judicial abierto sobre este caso, así como del
funcionamiento de la justicia en esa época en el Virreinato de
Valencia. El proceso judicial está acompañado por escenas
carcelarias, en las que se describen las condiciones inhumanas en las
que permanecen los presos que son enviados a las celdas según los
delitos que cometen. Otro tanto sucede con las penosas condiciones de
los cautivos en las prisiones de Argel, llamadas baños; en este
caso, el del Rey y el de la Bastarda. Pero también hay lugar para el
romance, tanto en Valencia como en Argel, y que originan escenas
intrigantes, por el cariz que cobra el de la ciudad de la Berbería,
pero también levantan más de una sonrisa, dadas las escenas que se
desarrollan al respecto en la ciudad del Turia.
Junto
con lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, un gran
atractivo es el carácter metaliterario que contiene. No sólo por
conocer a un joven Miguel de Cervantes que pasa cinco años de
cautiverio en Argel, que refleja en parte de su obra, sino también
por las alusiones a otros autores, tanto de forma implícita como
explícita. A lo largo de la novela se percibe una clara influencia
de la narrativa de Blasco Ibáñez, como por ejemplo el punto de
partida de la misma, las referencias a la huerta valenciana y a sus
pescadores. Otro tanto sucede con la alusión a escritores
valencianos porque el recién liberado cautivo en Argel conoce a
algunos en la librería del escritor y editor Juan de Timoneda, la
más famosa de Valencia. También asiste a las representaciones de la
Corrala de la Olivera, que le sorprenden muy gratamente.
Begoña Valero planifica y desarrolla un complejo entramado, en el que no queda ningún cabo suelto por atar a medida que
el desenlace se presiente cercano. Un entramado que comienza in
media res. «A pesar
de la despiadada lluvia con la que amaneció, esta no fue un
inconveniente para que Tonet decidiera salir de buena mañana.
Necesitaba buscar productos que aportaran alguna enjundia a la
extenuada despensa de su madre» (pág. 13). Pero una serie de
episodios le llevan a toparse con una sorpresa que le deja
aterrorizado, porque descubre que unas cuencas vacías lo miraban. «No solo eso, había emergido el rostro completo con nariz, orejas
boca...La mayor impresión la recibió al comprender que eran restos
humanos» (pág. 21) Son dos las
líneas argumentales que conforman esta novela, separadas por un
breve período de tiempo y que confluyen de tal forma que no me di
cuenta de ese nexo, provocado por el interés que muestran el
desarrollo de ambas. Subtramas que se alternan a lo largo de los
capítulos, cortadas de tal forma que me incitaron a preguntarme qué
más podía sucederle en los siguientes episodios a los personajes
que interactúan en ellas. La primera focaliza la atención en
Valencia, en torno al juicio al que me refiero en el párrafo
anterior. La segunda tiene lugar en Argel, en donde el narrador
omnisciente relata las adversidades que acompañan al protagonista
durante su encierro en la prisión llamada el Baño del Rey, prisión
que el Príncipe de los Ingenios refleja -porque en gran parte es
autobiográfica-, en su comedia Los baños de Argel.
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(Baño Real-Argel -capital actual de Argelia) |
La
trama de Un testigo llamado Cervantes se desarrolla en un
trasfondo histórico interesante, porque el emperador Felipe II tiene
varios frentes abiertos en los que mueve los peones según
sus intereses. Se preocupa por los cautivos apresados por los
argelinos que se dedican al corso, por lo que no duda en facilitar
las labores de rescate para que los redentores mercedarios y
trinitarios, y mercaderes, rescaten el mayor número de presos
posibles capturados y llevados a Argel. El Rey Prudente y el Sultán
turco son conscientes de que necesitan alcanzar la paz, o al menos
una tregua duradera, para concentrar sus fuerzas y derrotar a otros
enemigos que no les dan lugar a respiro. En este interés mutuo cobra
trascendencia el espionaje entre ambos bandos, como se refleja en
varios episodios de esta novela. Los cautivos en Argel están muy
pendientes también de la inestabilidad que muestra el gobierno de la
ciudad, por el baile de reyes o beys que se suceden, porque les
afecta su forma de proceder contra ellos, de lo que es testigo
directo el propio Manco de Lepanto por el trato que recibe de unos y
otros.
Merece
la pena recrearse con las localizaciones que describe la voz
narrativa porque son muy visuales e incitan a imaginarse cómo son
los espacios por los que se transitan los personajes, Valencia,
Argel y el pueblo de pescadores de El Grao. Argel focaliza la
atención del lector en Miguel de Cervantes y otros cautivos presos
en las cárceles ya citadas en esta reseña, o que desempeñan
trabajos en las casas de quienes los compraron, al igual que las
relaciones que se establecen entre los cristianos y los renegados,
sin olvidarme de las descripciones que se hacen sobre esta ciudad,
por cuyas calles pueden moverse algunos cautivos por deferencia e
interés de sus amos centro neurálgico de la piratería. Valencia es
un personaje más de la novela por la trascendencia que tiene en la
trama. Una ciudad descrita con
los suficientes detalles para que el lector sienta que acompaña a
los personajes en su recorrido por sus calles, plazas y edificios más
representativos, sobre todo aquellos que guardan relación con el
juicio tras el hallazgo del cadáver por el joven Tonet, descrito en
esta reseña, al igual que por la ruta que sigue Cervantes tras ser
liberado, porque le gusta disfrutar de una ciudad que le atrae y
pasear entre sus amables gentes. En esa época Valencia está llena de vida y trasiego,
por la labor que realizan los mercaderes para transportar sus
mercancías por mar a otros puertos mediterráneos de ambas orillas,
así como para fletar embarcaciones con las que rescatar a los
cautivos presos en la zona del Norte de África denominada Berbería,
con el peligro que conlleva el ser abordados por los piratas que
andan al corso.
La
trama de Un testigo llamado Cervantes gira en torno a la
figura del joven Miguel de Cervantes, su cautiverio de cinco años en
Argel y la ansiada liberación para retornar a tierras cristianas.
No
deja indiferente por su forma de ser y actuar, sobre todo por el
empeño que muestra en determinadas empresas y su relación y
cercanía con los presos que comparten cautiverio con él, a los que
trata de ayudar dentro de las limitaciones que suponen las
condiciones en las que se encuentra. Pese a lo que acabo de comentar,
entiendo que es una novela novela coral por el gran peso que tienen
los personajes secundarios que cobran un mayor protagonismo.
Personajes secundarios inolvidables, tanto los reales como los
ficticios, que corroboran lo que comento sobre esta adictiva trama, y
que prefiero que sea el lector quienes lo ratifiquen. Entre los
personajes, las mujeres desempeñan un papel trascendental, por la
relación que, de una forma u otra, las une con este caso que se
juzga en Valencia. Un elenco entre los que se encuentran un buen
número de reales y otros ficticios creados por la imaginación de
la autora, y que interactúan entre ellos con total naturalidad, y
que puede consultarse en el dramatis personae que figura en el
epílogo. A través de ellos se ofrece un claro retrato de la
sociedad de la época en la España del siglo XVI, pero también son
un fiel reflejo de la condición humana. Una condición que se
manifiesta, sobre todo en Valencia, desde que se cruzan las
extraordinarias apuestas sobre los rumores que se extienden por la
ciudad en torno al cadáver hallado descuartizado. En Argel, por los
intereses que mueven a los capitanes de las naves moriscas que salen
al corso para beneficiarse del lucroso negocio que les ofrece el
apresamiento de cristianos. Una condición humana que se refleja en
la relación que se mantiene entre los cautivos y de éstos con los
renegados. Una relación en la que también está presente la
traición y la denuncia, porque pueden beneficiarles estas artimañas
que utilizan para obtener un rédito de los propietarios de quienes
son privados de su libertad en las cárceles en las que son
recluidos.
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(Plaza de la Seo-Valencia) |
Disfruté
mucho con la lectura de Un testigo llamado Cervantes. Es una
magnífica lección de historia, basada en un episodio inédito de la
vida de Miguel de Cervantes quien, tras cinco años de cautiverio en
Argel, testifica en un juicio que tiene lugar en Valencia, al
encontrarse descuartizado un cadáver, cuyos restos aseguran
pertenecer a un joven pescador valenciano, que vive en el poblado de
el Grao. Begoña Valero planifica y desarrolla un entramado complejo,
que comienza in media res, que redobla el interés del lector
en conocer todo lo que sucede hasta converger en ese potente capítulo
inicial y continuar hasta un desenlace atractivo y en donde no faltan
las sorpresas. Los episodios son narrados con tal realismo, que bien
pudieron suceder tal y como los relata el narrador omnisciente.
Episodios en los que se perciben elementos propios de otros géneros
literarios, metaliteratura incluida, lo que le confiere un mayor
aliciente a la trama, con rasgos propios de la narrativa blasquiana. La novela se desarrolla en un trasfondo
histórico interesante, con el emperador Felipe II moviendo sus
peones para favorecer sus intereses, entre los que se encuentra su
conflicto con los otomanos, sin olvidarse de facilitar el flete de
naves para que se pudieran rescatar el mayor número de cautivos en
Argel por los frailes redentores dominicos y trinitarios. La autora
ofrece a lo largo de los capítulos un fiel reflejo la sociedad
valenciana del siglo XVI, sus costumbres y las relaciones
interpersonales en las que no falta el empleo del valenciano en los diálogos, sobre
todo por las clases sociales más bajas, al igual que en los
procedimientos judiciales. Pese al papel trascendental que desempeña
Cervantes, entiendo que estamos ante una novela coral, por el peso
que tienen en la trama personajes secundarios que cobran protagonismo
y en la que trasciende el papel de la mujer, sobre todos
quienes, de una forma u otra, guardan relación con el caso llevado
ante el Justicia Criminal. Unos pasan un buen tiempo en prisión, con
el temor de ser condenados a la horca, los hay también quienes obran
con buena fe para resolver o ayudar a resolver este proceso judicial,
aunque otros muestran el lado más ruin del ser
humano.
Biografía:
Es
natural de Banyeres de Mariola (Alicante) y vive en Valencia.
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia,
trabaja en la Generalitat Valenciana. Es autora de las novelas El
trabajo de los libros (Editorial Denes, 2012) y La casa del
compás (Grijalbo, 2017). Guionista del cortometraje ganador del
primer premio en la IV Mostra Internacional de Cinema Educatiu (MICE
2016) titulado El tonto del bote. Ha sido jurado del III
Premio Nacional de Novela Ateneo Mercantil de Valencia y de los XXXIX
y XL Premio Ciudad de Valencia de narrativa. Es senadora del Museo de
la Imprenta y de las Artes Gráficas de Valencia, como reconocimiento
a la labor realizada en la difusión de la historia de la imprenta a
través de la literatura. Miembro de la Red de Escritoras del
Mediterráneo, puesta en marcha por Casa Mediterráneo, un consorcio
público dirigido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
Miembro de la asociación de Escritores con la Historia, cuya
finalidad es dar a conocer la historia de España, a través de la
literatura, desde el rigor y el conocimiento. En 2024 es galardonada con el Premio Odilo a la mejor autora novela histórica, por Un testigo llamado Cervantes. Es un prestigioso premio que concede la XXV Semana de Novela Histórica de Cartagena.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la Editorial Sargantana. Fotografía de Begoña Valero tomada de la web Todoliteratura. Imagen de la Casa de la Ciudad en Valencia, tomada de Wikipedia. Imagen de los Baños del Rey tomada de la web del diario La Vanguardia. Imagen de la Plaza de la Seo tomada del diario Las Provincias.