Datos técnicos:
Título: La corte de las estrellas
Autora: Magdalena Albero Andrés
Stonberg Editorial
1ª edición: Marzo/2018
Encuadernación: Rústica con solapas
Idioma: Castellano
ISBN: 9788494828652
Nº pág.: 496
Argumento:
Diego huye de Toledo y cruza media Europa
persiguiendo su sueño de ser astrónomo. Marco admira a los grandes
pintores y quiere convertirse en uno de ellos. Livia, recién
desposada con Marco, se ve obligada a abandonar Florencia y acompañar
a su marido en su búsqueda de fortuna. Intentarán encontrar su
propio camino al amparo de la corte del emperador Rodolfo II de
Habsburgo, en Praga. La ciudad acoge a todos, sin distinción de
procedencias y credo, y todavía es capaz de protegerlos de una
Europa ya demasiado alterada por las crecientes confrontaciones entre
católicos y protestantes.
Loco para muchos y sabio para algunos, el emperador se niega a ceder a las presiones de España y del Vaticano para unirse a la Contrarreforma y se refugia en sus colecciones de arte. También protege a hombres de ciencia, como Johannes Kepler, el astrónomo que explica el movimiento de los planetas alrededor del sol. Pero en la corte no sólo hay artistas y hombres de ciencia. También medran charlatanes y advenedizos que no ven en el arte belleza sino dinero, y en el emperador una presa fácil para obtener poder político y económico.
Opinión Personal:
En 2014 Magdalena Albero Andrés (Alcoy, Alicante)
sorprendió a la crítica especializada y a los lectores con la
calidad literaria de su ópera prima, Los caminos del mar (reseña),
obra con la que resultó ganadora del Segundo Certamen Internacional
de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. Había que estar muy
pendientes de sus próximas publicaciones, porque tenían que
refrendar las expectativas puestas en ella tras el buen hacer
literario que mostró en su primera novela. Tras conocer que en marzo
del presente año Stonberg Editorial publicaba su nueva novela, La
corte de las estrellas, no dudé en acercarme una vez más a su
narrativa. Hoy doy a conocer mis impresiones sobre esta novela, que
sin duda alguna recomiendo y, como dije en otra ocasión, no siempre
detrás de una gran novela hay una gran editorial.
Lo primero que quería destacar de las obras de
Magdalena Albero es el papel que desempeña la mujer, lo que se puede
comprobar tanto en las dos novelas como en el libro de relatos que
publicó hasta la fecha. El lector se encontrará con que los
personajes femeninos se enfrentan a las trabas que la sociedad les
impone, toda vez que quieren demostrar que no tienen por qué ser
sumisas a los dictados de los hombres. Por eso puede decirse que sus
novelas son atemporales, pese al período en el que se desarrolla la
trama de turno, porque las temáticas que aborda siguen vigentes en
nuestros días. En este sentido, La autora cuida con detalle los
episodios que reflejan lo que acabo de comentar en este párrafo,
para que el lector no los encuentre artificiosos ni forzados, sino
que se desarrollen con total naturalidad.
(Castillo de Praga)
En La corte de las estrellas el lector tiene
ante sí una novela de lectura atractiva, y de lectura más bien
pausada -o, por lo menos, ese fue el ritmo que tuve mientras me
sumergía entre sus páginas-, aunque que toma impulso desde los
capítulos en los que la trama adquiere rasgos negrocriminales. Pese
a ello, y tal y como se va desarrollando la trama, no espere en
lector que tiene ante sí una novela comercial al uso, sino que se
encontrará con un trabajo literario realizado a conciencia, en el
que la autora toca una serie de temas que particularmente me
resultaron atractivos, en los que la pintura, la astronomía y todo
lo que esta ciencia significaba en esta época, así como la religión
–en Praga convivían judíos, católicos y luteranos- estarán muy
presentes, así como reflexiones de corte intimista que sirven para
conocer mejor a los personajes, sobre todo a los tres protagonistas
principales. Estoy seguro que algunas de esas reflexiones no dejarán
indiferente a los lectores, por el calado de las mismas.
La corte de las estrellas es una novela
estructurada en 48 capítulos, y una relación de personajes
reflejada al final de la misma, en la que la autora indica quienes son reales o fruto de su imaginación. En mi modesta opinión,
el lector se encontrará a lo largo de la trama con dos partes bien
diferenciadas: una claramente histórica y otra en la que a medida
que suceden los primeros acontecimientos que alteran el día a día
de la vida palaciega, el lector comenzará a encontrarse elementos
propios del género negrocriminal. En este sentido, me sorprendió
gratamente cómo se desenvuelve Magdalena Albero en un género
literario que está tan en boga en nuestro país, y estoy seguro que
el lector disfrutará con esta parte de la trama, en la que se
suceden episodios que le resultarán muy atractivos. Tal y como se
van desarrollando las investigaciones que llevan a cabo para
averiguar quién o quiénes están detrás de los robos de cuadros
que supuestamente se compran para la colección del emperador Rodolfo
II, así como de dos asesinatos que se cometen, me atrevería a
afirmar que este tramo de la novela tiene rasgos propios de lo que se
conoce como domestic noir, por quienes deciden implicarse en
las investigaciones que se llevan a cabo.
Quienes hayan leído Los caminos del mar,
comprobarán que le resultarán familiares determinados aspectos que
la autora vuelve a tocar en La corte de las estrellas, y que
invitan al lector a sentirse cómodo con la lectura de esta novela.
Porque de nuevo nos encontramos con unos personajes que realizan un
viaje para buscar un lugar en el mundo que les rodea, en donde la
superación personal estará muy presente. Los tres personajes
principales tendrán que enfrentarse a una serie de obstáculos que
se les presentan en una tierra desconocida para ellos, y a la que les
costará mucho trabajo adaptarse a las costumbres y al carácter de
sus habitantes pero, sobre todo, a su idioma. Aunque tanto Diego,
como Marco y Livia, saben que Praga es una ciudad cosmopolita que les
ofrece las posibilidades con las que alcanzar el sueño que tanto
persiguen. Desde niño, a Diego le gustaba contemplar las estrellas y
que su padre le enseñase todo lo que sabía sobre ellas. Su anhelada
meta era convertirse en astrónomo, por lo que haría todo lo posible
por ser discípulo de Johannes Kepler, matemático y astrónomo de la
corte del emperador Rodolfo II. Livia, recién desposada con Marco,
se ve obligada a abandonar Florencia, y acompañar a su marido en su
búsqueda de fortuna, pues entiende que en Praga se le presenta la
posibilidad de pasar a formar parte del grupo de discípulos que
trabajan con Bartholomeus Spranger, pintor principal de la corte de
Rodolfo II durante la época en la que transcurre la novela.
Magdalena Albero cuida con esmero la ambientación
espacio-temporal en la que se desarrolla la trama, así como la
construcción de los personajes que desfilan por sus páginas. En
todo momento me sentí transportado a la Praga de principios del
siglo XVII, lo que es de agradecer, y que sin duda alguna es fruto de
una ardua labor de documentación para que el lector sintiera los
efectos deseados. Aunque el lector también acompañará al joven
Diego en el periplo que le llevará hasta la ciudad bohemia, en el
que tendrá que hacer varias paradas para reponer fuerzas y recaudar
fondos que le permitan llegar hasta su destino, desde el momento en
el que decide escapar de Toledo, al no querer llevar la vida monacal
que sus padres le habían impuesto.
(Ciudad Vieja de Praga)
Praga será el eje sobre el que gire la trama de la
novela, es un personaje más, aunque el lector se desplazará también a Venecia, en
donde tendrán lugar unos episodios de trascendental importancia para
el devenir de los personajes, y también acompañará a Diego en el
periplo que le llevará desde Toledo hasta llegar a la ciudad
bohemia, realizando alguna parada en Zürich y otras poblaciones, en
las que decide pernoctar y desempeñar algún trabajo temporal a fin
de recaudar algunos fondos con los que proseguir su viaje. Y dentro
de Praga, será el castillo el punto principal de atención del
lector, porque en algún momento dado de la novela puede decirse que
prácticamente todos los personajes tomarán parte en alguna de las
escenas que tienen lugar en el complejo que lo conforman,
especialmente en la cámara en la que se reúnen las mujeres de la
corte para bordar, en donde conoceremos a personajes femeninos como
la escritora Elizabeth Weston, que vivía en la corte bajo el mecenazgo del emperador Rodolfo II o Katherine, la amante del emperador; el estudio de pintores en el que trabajaban el pintor real
Bartholomeus Spranger con sus discípulos, entre los que se
encontraba Marco; o la sala en la que el astrónomo Johannes Kepler,
y el también astrónomo, matemático y filósofo judío David Gansk
realizaban sus estudios astronómicos. Pero también el lector
conocerá el barrio judío de Josefov; el Puente de Carlos,
que une la Ciudad Vieja con la Ciudad Nueva, a las que el lector
visitará en distintas fases de la novela; los templos religiosos de
la ciudad que en algunas escenas visitarán los personajes, o la
sinagoga, a la que en alguna ocasión asistirá Livia acompañando a
Esther, la esposa de Philiph Lang, el valido del emperador Rodolfo
II. Disfrutaremos de cada uno de los espacios de esta ciudad por los
que se mueven los personajes, descritos de una forma muy visual por
un narrador omnisciente, lo que ayudan a que el lector se haga una
perfecta idea de cómo son los rincones de la capital de Bohemia que
se mencionan en la novela.
La autora mezcla de forma muy natural personajes
reales que tendrán alguna relación con otros ficticios, hasta tal punto de que, en más de una ocasión tuve que consultar esa relación que menciono, ante la duda de si determinado personaje era real o imaginario. Como digo habitualmente en estos casos, es de agradecer
que se nos den a conocer personajes reales que fueron referentes en
algún momento dado de la historia del país en el que se desarrolla
la trama, y estoy seguro de que la gran mayoría de ellos son
desconocidos por el lector. En ese sentido, salvo el astrónomo
Johannes Kepler, me resultaron desconocidos el resto de personajes
reales que toman parte en las escenas que se suceden a lo largo de
los capítulos, o bien son mencionados en algún momento de la
novela, incluido el propio emperador Rodolfo II, a quien el lector conocerá retazos de su
vida y personalidad a través de los personajes que tienen relación
con él en algún momento dado del relato.
(Catedral de San Vito-Praga)
El lector se encontrará con una serie de personajes históricos atractivos. Junto a los y históricos ya mencionado en el quinto párrafo de esta reseña, el lector se encontrará también con las figuras del valido Philip Lang, que en varias fases de la misma tendrá una
presencia muy directa en algunos los episodios, o Julius, el primogénito del emperador, que dará
lugar a escenas sobrecogedoras. Estos personajes reales se
interrelacionan con otros ficticios, caso de los tres protagonistas
ya mencionados, o de otros que tendrán relevancia en el transcurso
de la novela, caso de Frederick, pintor principal del maestro
Spranger, y antagonista de Marco; Esther y María, que junto con las
ya mencionadas Katherine y Elizabeth tendrán una relación directa
con Livia, a quien invitarán a unirse con ellas a bordar, para que
no se sienta tan aislada en su casa mientras su marido trabaja, y
sobre todo desde el momento en el que es enviado junto con Frederick
a Venecia a adquirir dos cuadros para el emperador; o Simón, un
joven judío que había escapado de las persecuciones contra su
pueblo en Lombardía, que acogería a Diego en su modesta habitación,
y con el que se irá forjando una estrecha amistad. Magdalena Albergo
construye unos personajes de carne y hueso, como nos gusta decir en
estos casos, por el completo perfil que traza sobre todos ellos, y
que están dotados de una gran carga psicológica, lo que nos ayuda a
conocerlos mejor. El lector se familiarizará con todos ellos, ya que
no conforman un amplio elenco.
Al igual que en Los caminos del mar, en La corte de
las estrellas la vida política y social de la época está
perfectamente reflejada, con los movimientos que tienen lugar sobre
todo en relación con la Contrarreforma, que se verán reflejados
sobre todo cuando nos acercamos al desenlace de la novela, en donde
el lector comprobará cómo esa ciudad que acogía a todos, sin
distinción de procedencias y credos, sentirá cómo finalmente el
Vaticano consigue imponer su criterio en toda Europa, con lo que esto
significaría para Rodolfo II.
La corte de las estrellas es una novela bien
escrita, que es preferible disfrutar de su lectura de una forma
pausada para comprender todos los matices que el lector se encuentra
a lo largo de sus páginas. Magdalena Albero trata en esta novela
temas que son muy actuales, como el de la emigración de los jóvenes
en búsqueda de mejores oportunidades laborales, las luchas de poder
entre los estados y las condiciones que hacen posible o no los
avances científicos. El lector se encontrará con una serie de
personajes que reflejarán la vida de la corte, en donde junto a
artistas y hombres de ciencia se encontrará con otros que solo
buscan medrar a costa de las posibilidades que ven al estar próximos
a la figura del emperador. Sin duda alguna, es una lectura atractiva,
y al mismo tiempo didáctica, que invita a conocer todo lo que se
fraguaba en torno a la corte del emperador Rodolfo II.
Biografía:
Comunicación y Educación por Indiana University (Estados Unidos). Profesora Titular en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, también ha impartido docencia y ha sido investigadora visitante en diversas universidades de Canadá y Estados Unidos. Es autora de varios libros y artículos científicos sobre juventud y medios de comunicación.
Su primera novela, Los caminos del mar
(Roca Editorial, 2014) (reseña), obtuvo el Premio Internacional de Novela
Histórica Ciudad de Úbeda. También ha publicado el libro de
relatos Pequeñas historias de ellas (Editorial Maluma,
2017) (reseña) y ha participado con sus narraciones en diversas obras
colectivas.
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía de la autora, y fotografía de Magdalena Albero, tomados de la web de la editorial. Imágenes del castillo de Praga y de la catedral de San Vito, tomadas de Wikipedia. Imagen de la Ciudad Vieja de Praga, tomada de la web de MundoCity.