Datos
técnicos:
Título:
Otra vuelta de tuerca
Tñulo
original: The turn of the screw
Autor:
Henry James
Editorial:
e-artnow (enlace)
1ª
Edición: 2014
Idioma:
Español
Formato:
Ebook
ASIN:
B00JF6JZ2Y
Nº pág.:
212
Precio: 0,47€
Sinopsis:
Sinopsis:
Otra
vuelta de tuerca, escrita por Henry James y publicado en 1898, es una
historia de terror. Una joven inglesa llega a una vieja mansión en
el campo para encargarse de la educación de dos niños. Poco
después, descubre que estos reciben periódicas 'visitas' de un
hombre y una mujer que habían muerto hacía mas de un año.
Horrorizada, decide defender a los niños, interponiéndose entre los
niños y los fantasmas.¿Es esta una historia de fantasmas o los
fantasmas no existen más que en la mente enferma y perturbada de la
institutriz?
Opinión
Personal:
El
año pasado se conmemoró el centenario del fallecimiento de Henry
James, y fue la excusa perfecta para leer alguna de sus novelas. El
título elegido para celebrar la efeméride fue Los papeles de
Aspern, de cuya lectura me quedó un gratísimo recuerdo (reseña). Por eso,
hoy doy a conocer mis impresiones sobre otra de sus novelas, Otra
vuelta de tuerca.
Otra
vuelta de tuerca es una novela de terror, pero no tal y como las que
estamos acostumbrados a leer actualmente, sobre todo quienes
frecuentan más a menudo este género literario. Y hago esta
puntualización, porque a lo largo de los episodios hay escenas que
son muy propias del género, como es la aparición de dos espectros
de dos trabajadores de esa vieja mansión victoriana, lo que hará
que el lector dé algunos respingos, pese a que en la narración se
presiente su aparición, tal y como se va relatando los momentos
precedentes a la misma; pero no por eso dejamos de sobresaltarnos,
sobre todo por la forma en la que es relatada esa visión espectral.
Henry James ensambla magníficamente estas escenas que acabo de
mencionar con otras que tienen un marcado tono gótico, y con las que
son propias de la época victoriana, aunque en esta ocasión entiendo
que no se percibe crítica social alguna, sino que el lector
comprobará a través de ellas cuál era el papel que desempeñaba la
mujer en la época, teniendo en cuenta, sobre todo, su condición
social: la señora Grose, que es el ama de llaves, y la institutriz,
son un claro ejemplo de lo que acabo de comentar, porque en la forma
de comportarse y en los diálogos que mantienen ambas, se presiente
el origen social de ambas.
Ya
adelanto que recomiendo la lectura de esta novela que hoy reseño,
pero si no se ha leído nada de Henry James, recomendaría que
empezara por Los papeles de Aspern, más cercana a lo que estamos
habituados a leer, pese a no ser una novela comercial en sí, aunque
el carácter metalitarario de la misma, y la ambientación invitan a
su lectura. Aunque esto lo comento porque solo leí estas dos novelas
del escritor estadounidense.
En
mi modesta opinión, sobre todo teniendo en cuenta lo que acabo de
comentar en el párrafo anterior, encontré que entre estas dos novelas hay puntos en común: los personajes están trazados con unos rasgos muy
marcados, en los que sobresale su carácter psicológico; el hecho de
que son muy pocos los personajes que emplea el autor estadounidense en ambas novelas: en esta
que hoy comento son cuatro los que acaparan la atención del lector,
porque el resto de ellos tienen el mero papel de figurantes; y, sobre
todo, el estilo narrativo, que es muy rebuscado, denso, pero que, sin
embargo, se vuelve absorbente porque la narradora logra que me
implique con los episodios que me va relatando. Y, hablando de
narrador, este es otro rasgo común a ambas novelas, porque en esta
ocasión tampoco conoceremos el nombre de la institutriz, que es
quien relata en primera persona todos los capítulos que se van
sucediendo, y que conoceremos a través de otro narrador, también en
primera persona, que hace las funciones de introductor.
En
Otra vuelta de tuerca, el lector se encontrará también con
elementos propios de una novela de misterio y policíaca, porque la
institutriz realizará las investigaciones pertinentes para averiguar
el porqué de esas apariciones, y qué funciones habían desempeñado
los dos trabajadores de esa mansión victoriana cuyos espectros se
manifestaban ante ella. Esta es la clave que nos vale para conocer a
los cuatro personajes que conforman el elenco de quienes participan
en la novela, porque el resto, o bien son símplemente nombrados, o
desempeñan un mero papel de figurantes. Sobre la señora Grose, que
es el ama de llaves; la institutriz, y Miles y Flora, sobrinos de
quien la contrató, sobre los que recae el peso de la trama, cuyo
desarrollo es como una bola de nieve cuyo volumen va aumentando a
medida que se suceden los episodios, porque será el carácter
psicológico de los personajes el que hará que veamos cómo su
evolución toma unos derroteros que desembocarán en un final
sorprendente —me imagino que a la gran mayoría de los lectores
también—, y quizás un tanto precipitado.
Me
pregunto todavía el porqué de este final. Quizás haya que buscar
una explicación en los trascendentales diálogos vivos y muy
interesantes entre la institutriz y la señora Grose, sobre todo en
lo que ambas opinan de la relación que puedan tener los niños con
los espectros, y en el hecho de que la señora Grose crea o no las
revelaciones que le hace la institutriz sobre esas apariciones. Pero
también tenemos que estar muy pendientes de la forma de actuar de
Miles y Flora, porque su comportamiento ante la institutriz le hará
entender que de alguna forma pueden ser conocedores de esas apariciones, e
incluso diría que partícipes, por lo que se deduce de sus
comentarios, y de las reflexiones que hace la institutriz al efecto.
Seguro que al lector le llamará especialmente la atención el
comportamiento de Miles con la institutriz, porque me daba la
impresión de que actuaba tal y como si fuese un adulto, no como el
niño que era. Incluso algunos diálogos que mantienen ambos dan a
entender que entre ellos puede haber una relación que va más allá
de la propia entre una institutriz y su pupilo.
Henry James tiene un estilo narrativo denso y retorcido, lo que
hace que la lectura de sus novelas sea más bien pausada, creo que
quienes gustan de leer novelas de terror, en las que están muy
presentes rasgos góticos y psicológicos, en donde la intriga y la tensión narrativa incrementarán el interés del lector. Pese a las peculiares características de su estilo narrativo, el lector disfrutarán con este
clásico que hoy reseño, considerado como el primer título en el
que los fantasmas están presentes en la narración.
Biografía:
Henry
James (Nueva York,1843, Londres, 1916) fue
uno de los grandes escritores de finales del siglo XIX, conocido
tanto por sus novelas y relatos cargados de tensión psicológica
como por sus ensayos sobre teoría literaria.
James pasó la mayor parte de su vida en Europa, sobre todo en París y Londres, llegando a obtener la nacionalidad británica, aunque pasó su juventud en Estados Unidos, estudiando en universidades como Harvard y Cambridge, donde estudió Literatura.
Sus obras se caracterizan por una gran fuerza de los personajes y de su mundo interior, así como por la combinación de ideas y situaciones a caballo entre la vieja Europa y los Estados Unidos. A lo largo de su carrera, James escribió títulos tan conocidos como Otra vuelta de tuerca, Retrato de una dama, Los embajadores, La copa dorada o Las bostonianas.
James
fue también crítico literario, y se adentró en el mundo del
teatro, tanto en la crítica como en la propia dramaturgia.
Varias de sus novelas y relatos han sido adaptados al cine con gran éxito, como Otra vuelta de tuerca, La heredera, La copa dorada o Las bostonianas.
Nota: Datos técnicos y sinopsis, tomados de Amazon. Biografía de Henry James, de Lecturalia. Fotografía del autor, de Wikipedia.