jueves, 27 de mayo de 2021

La bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio Irturbe.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Datos técnicos:



Título: La bibliotecaria de Auschwitz.

Autor: Antonio Iturbe.

Editorial: Planeta.

1ª edición: Septiembre/2012.

1ª edición en esta presentación: Octubre/2019.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

ISBN: 978-84-08-21775-6.

Idioma: Español.

Nº pág.: 512.



Sinopsis:



Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca.


En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones».


Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural.




Opinión Personal:

 



La barbarie producida durante la Segunda Guerra Mundial dio lugar a infinidad de historias reales que salieron a la luz. Una de estas historias es la novela testimonio La bibliotecaria de Auschwitz, de Antonio Iturbe, una emocionante historia basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias del heroísmo cultural, como resalta la editorial en el la último párrafo de sinopsis. El escritor zaragozano toma como base de la trama el insólito caso de Dita Kraus, la bibliotecaria de Auschwitz, quien sobrevivió a cuatro campos de concentración, y la arriesgada labor que desempeñó en el campo familiar BIIb de Auschwitz II-Birkenau. En relación con lo que acabo de comentar sobre el carácter de novela testimonio, merece la pena recrearse con las aclaraciones que hace en lo que llama Etapa Final, relato posterior al cuerpo de la novela en el que «Quedan cosas importantes que contar sobre la bibliotecaria del bloque 31 y de Fredy Hisrch» (Pág. 465).

(Gueto de Terezin-Rep. Checa).
Quienes se interesen por La bibliotecaria de Auschwitz tienen que hacerse a la idea de que van a conocer una historia que sucedió en el mismísimo infierno que supuso el campo de exterminio de Auschwitz. Van a conocer una historia que remueve conciencias e invita a reflexionar sobre el lado más oscuro y cruel de la condición humana. Pero también les sorprenderá el valor que muestra «quien consiguió convencer a las autoridades alemanas del lager de que tener entretenidos a los niños en un barracón facilitaría el trabajo lode los padres de aquel campo BIIb, al que llaman «campo familiar» porque en el resto los niños son tan raros como los pájaros» (pág. 14). Un valor en el que la cultura es el arma que utiliza Fredy Hirsch y quienes se implican en esta arriesgada apuesta contra los nazis, porque luchan contra ellos desde la escuela clandestina, en la que ven la oportunidad de transmitirla, aun sabiendo que su apuesta supone un grave peligro para su integridad física, ya que son conscientes de lo que significa los libros para los nazis, para quienes son peligrosos e invitan a la subversión. Un valor en el que también se implica cada vez con mayor convicción la protagonista de esta novela, Dita Adlerova, quien acepta la función que le proponen realizar. Pese a las precauciones que toma para realizar las labores que le encomiendan, quien es consciente del final que le espera si la descubren, sobre todo desde que se siente vigilada por el doctor Josef Mengele, quien con sus demenciales pruebas con los presos, se ganó el sobrenombre del «Ángel de la Muerte».

Pero junto a la atmósfera de terror que domina en La bibliotecaria de Auschwitz, el narrador omnisciente ofrece grandes dosis de metaliteratura a lo largo de los 32 capítulos en los que se estructura la trama, más un epílogo, una etapa final y un anexo en el que Antonio Iturbe explica qué fue de los personajes reales que forman parte del elenco de quienes transitan por las páginas de esta magnífica novela, a la par que dura y espeluznante, por los diferentes episodios que cuesta trabajo digerir y asimilar, ante lo que sucede en cada uno de ellos. Sin duda alguna, las alusiones literarias que se reflejan a lo largo de su desarrollo son un gran aliciente para que el lector esté muy pendiente de lo que sucede en cada uno de los capítulos, y un gran acierto del autor a la hora de utilizar los títulos que menciona y las referencias que hace la voz narrativa a fragmentos de los mismos, porque guardan relación con algunos episodios de esta novela. El lector no sólo se familiarizará con los títulos que forman parte de la pequeña biblioteca que tienen en el bloque 31, sino también con títulos que se citan, y que de una forma un otra guardan relación bien con el pasado de Dita Adlerova, bien con episodios que tienen lugar en Auschwitz o en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Títulos como La montaña mágica, La ciudadela, El conde de montecristo o El diario de Ana Frank, y algunos más que atraerán su atención, junto con los que forman parte de la ya mencionada biblioteca, a los que hay que añadir los que se conocen como libros vivientes.

(Campo Conc. Bergen-Belsen-Alemania)
Antonio Iturbe construye una historia de personajes, pese a que se mimetizan con las descripciones espacio-temporales que realiza el narrador omnisciente. Unos personajes que atrapan al lector y no le dejan indiferente por cómo se suceden los episodios desde que las tropas nazis toman Praga. La vida de la protagonista y su familia cambia, porque comenzarán una pesadilla que continúa en el gueto de Terezín y se prolonga en el tiempo en los mal llamados campos de concentración de Auschwitz y Bergen-Belsen. En mi modesta opinión, entiendo que en una historia de esta índole el lector está más pendiente de su día a día, sometidos a unas condiciones de degradación extrema, en la que tienen como única meta la de subsistir y rezar para que no sean ellos los siguientes en ser enviados a los hornos crematorios o, en el menor de los casos, librarse de las enfermedades que imperan en los barracones en los que son hacinados. Son historias de las que estuve muy pendiente en todo momento, aunque sobre todo me sentía imantado por el arrojo que muestran quienes realizan las actividades en el bloque 31. Sin duda alguna, es Dita Adlerova la protagonista de esta conmovedora y emocionante novela, desde cuyo punto de vista el narrador omnisciente describe todo lo que sucede a lo largo de los capítulos que la conforman. Si bien la voz narrativa desviará nuestra atención a otros personajes, porque el papel que desempeñan es trascendental para el desarrollo de la trama, caso del ya mencionado Fredy Hirsch, o los protagonizados por Rudi Rosenberg y Fred Wetzler, al igual que el desempeñado por Siegfried Lederer y el cabo primero de las SS Viktor Prestek, en los que hay unas grandes dosis de intriga, por el significado que tienen las decisiones que adoptan estos personajes, sin olvidarme del lugar que ocupa Margit Barnai en la vida de Dita Adlerova. Pero también atrajeron mi atención, si bien en menor medida, el profesor Lichtenstern, del bloque 31, o la señora Turnovská, a quien llaman Radio Birkenau, porque era incapaz de guardar un secreto, sin olvidarme de lo que significan en la trama los nazis Josef Mengele o Elizabeth Volkenrath, a quienes les acompañan el terror y la muerte.

La bibliotecaria de Auschwitz es para mí un novelón, en el que el lector siente que realiza un viaje literario a los campos de exterminio nazis, y se reencuentra con unos personajes reales que vivieron y sufrieron en sus carnes el terror auspiciado por el Tercer Reich. En mi modesta opinión, entiendo que uno de los grandes aciertos del escritor zaragozano es utilizar el tiempo presente en la voz narrativa, porque implica de pleno al lector en lo que sucede a lo largo de los capítulos que conforman la trama, con el añadido de que utiliza un estilo muy directo, con el que logra que los episodios que narra impacten en el lector. Su lectura se me hizo fluida, quizás influenciado por lo que acabo de comentar, pese a que domina claramente la narración frente al diálogo. Sin duda alguna, La bibliotecaria de Auschwitz es una historia sobre el Holocausto que atrapa al lector desde las primeras líneas y acompaña a lo largo de los capítulos a Dita Alderova en el terror que le tocó vivir en Auschwitz y Bergen-Belsen.


Biografía:


 

Nació en Zaragoza, en 1967, y creció en Barcelona. Ha publicado las novelas Rectos torcidos (2005), Días de sal (2008) y La bibliotecaria de Auschwitz (2012), ganadora del Premio Troa «Libros con valores» y publicada en once países. Es autor de la serie de libros infantiles Los casos del Inspector Cito, traducida a seis lenguas y de la serie La Isla de Susú. Como periodista cultural, ha trabajado en El Periódico, en Fantastic Magazine y en Qué Leer, revista de la que fue director durante los últimos siete, y ha colaborado en radio y en publicaciones como Fotogramas o Avui. Actualmente es director de la revista Librújula, colaborador en Cultura/s, El País, Heraldo de Aragón y Mercurio, e imparte clases en la Universitat de Barcelona y en la Universidad Autónoma de Madrid.


Nota:  Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomados de la web de Planeta. Imagen del gueto de Terezín, tomada de la web Cheapskate Travel. Imagen del campo de concentración de Bergen-Belsen tomada de la web Holocaust Encyclopedia.










jueves, 20 de mayo de 2021

Años de mentiras, de Mayte Esteban.

 













Datos técnicos:



Título: Años de mentiras.

Autora: Mayte Esteban.

Editorial: Harlequín (una división de Harper

Collins Ibérica, S. A.).

1ª Edición: Septiembre/2020.

Formato: Ebook.

ASIN: B08DJ7F62B.

Idioma: Español.

Nº pág.: 257.

 


 



Sinopsis:



El grupo editorial Vimar no pasa por su mejor momento. Su directora, Beatriz Álvarez, acuciada por las deudas, piensa que es el mejor momento para que Alejo Novoa, el autor fetiche de la editorial, vuelva a publicar. Desde los años ochenta no se ha vuelto a saber nada de él en el mundo literario.

Inesperadamente, Novoa da señales de vida, interesado en el trabajo del redactor más gris de Vimar, Daniel Durán, un hombre capaz de imitar el estilo literario de cualquier autor. A Beatriz se le ocurre que podría enviar a Durán a hacerle una entrevista en la que trate de convencerlo para que les ceda otra novela. En el caso de que no lo consiga, siempre podría hacerse pasar por él. Beatriz está dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de salvar al grupo, pero Daniel no está de acuerdo con ese engaño. Será su diferencia de opiniones lo que acabe acercándolos más de lo esperado.

El genio no se copia y tampoco es posible fabricar un best seller. ¿O sí?



Opinión Personal:




La narrativa de Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es habitual en este blog. Son ya un total de ocho las obras que leí y reseñé de su autoría —tres de ellas, relatos—. Creo recordar que sólo me faltan Su chico de alquiler y Brianda para completar su bibliografía. Tanto en las novelas como en los relatos se percibe el sello indiscutible de la escritora arriacense, porque están planificados y desarrollados de tal forma que muestran el talento que tiene a la hora de construir una historia solvente, creíble, muy real y por la que transitan unos personajes muy vivos y cercanos, perfilados con gran profundidad psicológica, de tal forma que ayuda al lector a conocerlos y provocan que muestre hacia ellos empatía o rechazo, según los actos que los definan en la trama de turno. A los ocho títulos que enumero al comenzar este párrafo añado Años de mentiras, su última novela publicada hasta la fecha, sobre la que comparto mis impresiones en esta reseña y recomiendo sin dudar, sobre todo para quienes disfrutan con novelas en las que la metaliteratura está muy presente.

(Ciudad Invisible-Madrid)
Si hay algo que distingue a la narrativa de Mayte Esteban es la sorpresa, porque es de las autoras de las que siempre nos preguntaremos con qué nos asombrará en su próxima novela. Si en el párrafo anterior ya comenté alguno de los rasgos que identifican su ficción, tengo muy claro que siempre me encontraré con una historia de la que es difícil olvidarse, porque en ella aborda unos temas que en un principio nos da la sensación de que no conjugan con los cánones propios del género literario en el que se catalogue. Pero también hay que tener muy en cuenta cómo los afronta, porque sabe mantener el interés del lector a lo largo de los capítulos que la conforman. En este sentido,  uno de los alicientes que me atraen de su narrativa es encontrarme con situaciones inesperadas que tienen la facultad de hacerme dudar de los sucesivos pasos que darán los personajes que más peso tienen en la trama, lo que me incita a preguntarme sobre el desenlace que me espera, sin olvidarme del destino que deparará a los principales personajes, incluso en las que se encuadran en géneros con un final previsible. El efecto que acabo de mencionar también se percibe en alguna de sus novelas que se catalogan como romántica, porque tiene la habilidad de hacer juegos de malabares y aportar pistas falsas en varias fases de la trama, lo que me lleva a pensar que me puedo encontrar con un final inesperado, pese a lo que acabo de comentar. Otro aliciente de sus obras es la presencia de la intriga, porque dosifica la información que ofrecen los personajes y la voz narrativa en torno a la temática que afronta en sus novelas, sobre todo si guardan secretos que pueden influir en su interrelación con los demás, o se sienten atormentados por un pasado del que es muy difícil olvidarse por el drástico cambio que supuso en sus vidas.

En Años de mentiras Mayte Esteban nos sumerge en las entrañas del sector editorial. El grupo editorial Vimar atraviesa una época muy difícil y la directora se ve obligada a tomar decisiones para que la supervivencia sea posible, con el consiguiente coste que esto supone, sobre todo en lo que a recursos humanos se refiere, como lo podrá comprobar el lector a lo largo de los capítulos. A Beatriz Álvarez no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones drásticas, sobre todo si afectan a la plantilla, y busca fórmulas para tratar de reflotar unas cuentas que presentan un saldo muy poco alentador. Pero este personaje, que dirige con mano firme el grupo Vimar, también tiene abierto otro frente que mantendrá en vilo a quien esté muy pendiente de esta subtrama, en la que sorprenderá con su lado más personal y cómo el devenir de los acontecimientos le depararán sorpresas que le harán reflexionar, y que provocarán que los sentimientos y las emociones se apoderen de ella. Unos acontecimientos en los que están muy presentes su abuela Elsa y Daniel Durán, cuya labor es «cubrir los huecos, apagar fuegos, como lo llamaban a lo que hacía en el argot de la empresa», y Darío Cifuentes, el redactor de deportes, que es un personaje que le da mucho juego a la trama, porque supongo que todos llegamos a la misma conclusión al percatarnos de cuáles son sus verdaderas intenciones, tanto en el apartado profesional como en el personal. Beatriz Álvarez es personaje en el que también se percibe cómo los sentimientos le hacen sentir sensaciones que no creía que se fueran a manifestar en ella, si bien me preguntaba si conducirían a un nexo estable, porque tal y como se desarrollan no lo tenía muy claro, sobre todo porque presentía que simplemente desembocaría en una amistad sincera.

(San Lorenzo del Escorial-Madrid)
Años de mentiras es una novela de personajes, porque ensombrecen los espacios por los que transitan, si bien el narrador omnisciente ofrece unas descripciones concisas, pero que invitan al lector a imaginarse cómo son las localizaciones por las que se mueven, sobre todo si se trata de espacios cerrados. Aunque diría que es en El Escorial donde se encontrará con algunas localizaciones más definidas, sobre todo aquellas que guardan relación con los lugares que elige Elsa para conversar con Durán. En mi modesta opinión, las reflexiones que están mucho más presentes que en las obras anteriores de Mayte Esteban. En este sentido, se presta a ello las decisiones que tiene que tomar Beatriz Álvarez en lo que respecta al grupo editorial, al igual que en su lado más personal. Pero también son muy atractivas las que vierte Elsa en su relación con Daniel Durán, a quien se le encarga una entrevista a Alejo Novoa, quien desde los años ochenta no se ha vuelto a saber nada de él en el mundo literario, en la que trata de convencerlo para que les ceda otra novela, como adelanta la sinopsis. A lo largo de los capítulos disfruté mucho con los cuatro personajes que atrajeron mi atención en todo momento, porque sus relaciones no tienen desperdicio, ya que estuve muy pendiente de las reacciones de unos y otros, bien sea en el triángulo formado por Beatriz, Elsa y Daniel, o el que conforman la directora del grupo Vimar, Daniel Durán y Darío Cifuentes, porque entre ellos se producen situaciones muy tensas, sobre todo desde que se adivinan las oscuras intenciones que persigue el redactor de deportes. Unos personajes en los que, sin duda alguna, se percibe que están perfilados a conciencia y en los que se refleja la esencia propia de los que son creados por la pluma de su autora, con quienes consigue no dejar indiferente al lector por el mensaje que quiere transmitir a través de cada uno de ellos.

Mayte Esteban construye una novela muy entretenida, que atrajo mi atención desde el prólogo, en el que se muestra el germen del entramado que se desarrolla a lo largo de los dieciséis capítulos en los que está estructurada la trama, más un epílogo que atrae su atención, porque la autora siempre guarda alguna sorpresa para las últimas páginas. Pese a que domina con claridad la narración frente al diálogo, el ritmo de lectura es muy ágil, porque los capítulos están desarrollados de tal forma que provocan esta sensación en el lector, a lo que hay que añadir unos diálogos en los que la tensión narrativa está muy presente, sobre todo si en ellos toman parte el triángulo formado por Beatriz Álvarez, Daniel Durán y Darío Cifuentes. El estilo narrativo es directo, y emplea un lenguaje sencillo, pero muy cuidado, y adaptado en los diálogos a la personalidad de los personajes. Una trama, en la que como ya adelanté en esta reseña, no faltan las sorpresas, sobre todo a nivel personal, porque con el paso de los capítulos afloran los secretos y los fantasmas del pasado, quienes influirán en la evolución de los personajes afectados por estas circunstancias, y que con el transcurrir de los episodios el lector comprobará cómo su personalidad se va liberando de esa pesada carga.


 

Biografía:



Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, aunque hace más de dos décadas que reside en un pueblo de Segovia. Su entrada en el mundo literario fue en 2014 de la mano de Detrás del cristal (reseña) y tuvo su continuación con La chica de las fotos (reseña), novela con la que fue finalista del III Premio Digital HQÑ, 2015. Otras novelas suyas son Entre puntos suspensivos (2017) (reseña), Comer y amar, todo es empezar (2019) (reseña), La colina del almendro (2019) (reseña) y Doce horas (2020) (reseña), todas publicadas con Harper Collins Ibérica. Años de mentiras es su última novela."  A estos títulos hay que añadir su relato Oasis de arena (2016) (reseña).


Nota: Hasta el 31/5 Años de mentiras tiene el precio en ebook de 2, 84€.  Precio en papel: 15,10€



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de Harper Collins Ibérica. Imagen del Café Librería Ciudad Invisble, de Madrid, tomada de al web TripAdvidsor. Imagen de San Lorenzo del Escorial tomada de la web Madrid Secreto. Fotografía de la autora, tomada de su web personal.








viernes, 14 de mayo de 2021

Méndel, el de los libros, de Stefan Zweig.

 










Datos técnicos:



Título: Méndel, el de los libros.

Título original: Buchmendel.

Autor: Stefan Zweig.

Alba Editorial.

Traductora: Genoveva Dietrich.

1ª edición: Abril/2013.

Edición original: 1929.

ASIN: B00 EUU5EK.

Idioma: Español.

Nº pág.: 269 (Este relato forma parte de la antología

Sueños olvidados y otros relatos).



Argumento:



Narra la historia de un viejo vendedor ambulante de libros. Judío de nacionalidad rusa, su presencia es tolerada en un Café, por su erudición bibliográfica. Ensimismado en su mundo, no percibe los drásticos cambios efectuados a su alrededor, los ocasionados por la I Guerra Mundial. Acusado de colaborar con los países enemigos, Francia y Gran Bretaña, en 1915 es enviado a un campo de reclusión. Tras dos años encerrado es puesto en libertad, regresando al Café como si nada hubiera ocurrido. Pero su memoria ya no es la misma, y todo su entorno ha cambiado, reflejando el padecimiento sufrido.



Opinión Personal: 

 



Leer a Stefan Zweig es disfrutar de una narrativa exquisita, elegante, que absorbe al lector de tal forma que no le resultan indiferentes los temas que aborda en cada una de sus obras, con el atractivo que aporta la cadencia que utiliza el narrador de turno, con la que consigue que se interese por el desarrollo de la trama. Una trama en la que retrata con maestría los sentimientos que muestran los personajes creados por su imaginación, descritos de tal forma que consiguen despertar interés por cualquier mínimo detalle, porque puede ser esencial para conocer las posteriores reacciones que manifiesten ante lo que suceda en las escenas en las que tomen parte.

Lo que acabo de comentar en el párrafo anterior se percibe en Méndel, el de los libros, un relato que no llega a setenta páginas, pero en el que los episodios están desarrollados con tal profundidad que me pregunté en más de una ocasión cómo era posible concentrar en una historia tan corta la vida de un personaje que atrajo mi atención desde que la voz narrativa entra en un café vienés, «un local al gusto vienés antiguo, burgués y lleno de gente sencilla que consumía más periódicos que bollería». Un protagonista pasivo que me resultó muy atractivo a la par que curioso por su forma de ser y actuar. En este relato el narrador en primera persona diría que sólo sirve de nexo con el lector. Tras entrar en el Café Gluck para cobijarse de la lluvia, una determinada imagen le recordó que ya había estado en este local hacía años. A su memoria acuden los recuerdos en torno a la figura de Jackob Méndel, un vendedor ambulante judío de libros que ocupaba una pequeña mesa cuadrada casi todo el día.

Méndel, el de los libros es una alegoría que se extiende desde las primeras páginas hasta el desenlace de este intenso relato, en la que incluso incluiría el chaparrón que cae sobre los viandantes y les empuja a buscar un cobijo protector, por el significado que entiendo tiene en esta historia, tras la sucesión de episodios que se desarrollan. Una historia en la que los libros de viejo están muy presentes en la narración, al igual que el proceder y la erudición del protagonista pasivo. Jacob Méndel parecía que formaba parte del mobiliario, por el tiempo que pasaba en él desde hacía tantos años, en el que se dedicaba a lo mismo que dice la voz narrativa en el fragmento que incluyo en este párrafo y resalto en cursiva. Como indica el argumento, actúa en el Café Gluck como si no fuera consciente de todo lo que sucede a su alrededor, por lo enfrascado que está en el mundo de los libros, tanto por las consultas que le hacían por su erudición como por las gestiones propias de su negocio. Un Café Gluck y un Jackob Méndel que tienen un antes y un después, porque el lector será consciente de los cambios que se producen en el mismo, y de la diferente actitud que muestran hacia este personaje.

A lo largo de los episodios que conforman este relato, la voz narrativa, de quien no se conocerá su nombre, completará el verdadero puzzle que conforma la historia de Jackob Méndel. Una historia que me atrajo de principio a fin, por cómo el narrador reúne las piezas con las que consigue conformar la biografía de este personaje, en la que contará con la información que le facilita la señora Sporschil, la mujer de los aseos, un personaje que atrajo mi atención por los emotivos recuerdos que tiene del librero judío. Una historia que, como ya comenté en el primer párrafo de esta reseña en relación con las obras de Zweig, no deja indiferente por las peripecias que acompañan a la vida de este personaje, con las consecuencias que padece por su origen tras el estallido de la Gran Guerra, lo que conducirá a unos episodios y un desenlace que giran en torno a este personaje diría que sobrecogedores.

Méndel, el de los libros, es la cuarta obra que leo de Stefan Zweig, quien utiliza un lenguaje sencillo y sin florituras, pero lo hace con tal maestría que esa sencillez la convierte en elegancia. Sin duda alguna, es uno de los escritores que retrata de una forma magistral el alma humana. No dudo en recomendar su lectura, porque la considero una joya más de la literatura, pese a que con el tiempo su bibliografía cayó en el olvido, si bien se está rescatando para que disfruten de ella quienes gustan de la buena literatura.



Biografía: 

 


Hijo de un acomodado industrial, nació en Viena en 1881. Durante la Primera Guerra Mundial se exilió en Zúrich. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial buscó refugio en América y finalmente se estableció en Brasil, donde desesperado por el giro que tomaba la guerra y convencido de la definitiva destrucción del ámbito cultural europeo, se quitó la vida en 1942 en compañía de su segunda mujer.

Obras de Stefan Zweig reseñadas anteriormente en este blog: Carta de una desconocida (1922) (reseña), Veinticuatro horas en la vida de una mujer (1927) (reseña), Novela de ajedrez (1941) (reseña)

 

 

 

 

Nota:  Datos técnicos tomados de Amazon. Argumento, tomado de Wikipedia, al igual que la fotografía de Stefan Zweig. Biografía tomada de la editorial.


miércoles, 12 de mayo de 2021

Las rosas de las espinas, de Alexandra Martin Fynn.

 










Datos técnicos:


Título: Las rosas de las espinas.

Autora: Alexandra Martin Fynn.

Editorial: Ediciones Simionema.

1ª edición: Febrero/2021.

Encuadernación: Tapa blanda.

ASIN: B087FKQ1S.

Idioma: Español.

Nº pág.: 248.



Sinopsis:


 

Estados Unidos, 1862


Maddison Thomas es una joven viuda que acaba de librarse de un matrimonio que la había sumergido en el infierno. Ahora, ella dedica su vida y toda su energía a trabajar en la fábrica de revólveres Colt, a la que ama como si fuese su hogar. Jack Johnson, abogado de la empresa Colt, es un sujeto sin escrúpulos, que oculta un pasado inconfesable. Se dedica a hacer lo que le viene en gana, poniendo sus propios deseos por delante de todo.


Maddison y Jack no se tratan; apenas si han intercambiado algunas palabras. Nada tienen en común, salvo la indisimulada antipatía que se profesan. Y a pesar de que se esfuerzan por no cruzarse, el destino les tiene reservada una sorpresa que resultará una pesadilla para los dos: Elizabeth Colt, la propietaria de la compañía, les ha encargado la misión secreta de entregar mil revólveres sin registro al comandante del Ejército del Potomac. Para hacerlo, deberán viajar juntos durante largos días, atravesando un país que arde en plena Guerra Civil.


Con evidente pesar, Maddie y Jack aceptan compartir el periplo. Ambos se internan en un territorio sin ley, donde la vida no vale nada, y pronto descubren que no tienen más remedio que tolerarse y brindarse apoyo para salir airosos de semejante gesta. Pero con el tiempo y el acúmulo de dificultades, comenzarán a ver en el otro algo más que un indeseado compañero de viaje. Paso a paso, aprenderán a apreciar la belleza de las rosas que florecen entre las espinas.



Opinión Personal:



Si la memoria no me falla, Las rosas de las espinas es la segunda novela que leo ambientada en la Guerra de Secesión Estadounidense, y que se califica como uno de los mayores iconos de la cultura universal, junto con su adaptación cinematógrafica: Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchel, un clásico de la historia de la literatura de los Estados Unidos. En mi modesta opinión, diría que Las rosas de las espinas es una novela histórica con un claro sabor a clásico, por cómo se desarrollan los episodios que se suceden a lo largo de los cuatro capítulos más el epílogo en el que está estructurada la trama, en la donde el romance está también muy presente. Sin duda alguna, su autora, Alexandra Martin Flynn, supo cómo amoldar la historia protagonizada por Maddison Thomas y Jack Johnson a los cánones de la época en la que transcurre la historia relatada por un narrador omnisciente.

(Elizabeth Colt)
Las rosas de las espinas tiene un comienzo y unos episodios que se desarrollan durante el primer capítulo muy absorbentes, porque en ellos la voz narrativa presenta al lector a los dos protagonistas, Maddison Thomas y Jack Johnson, en quienes se percibe antipatía entre ambos desde las primeras páginas. A esta tensión inicial se añade el aliciente de que Elizabeth Colt, la viuda de Samuel Colt, y ahora propietaria de la industria de armas que fundó su marido en Hartford, les encarga una misión secreta e irrechazable, por lo que ésta significa, en la que tienen que entregar mil revólveres sin registro al comandante del Ejército del Potomac, como adelanta la sinopsis. Una misión que les conducirá a un periplo no exento de peligros, porque han de atravesar un país en medio de una guerra civil, en los que se pondrá a prueba la difícil relación que se mantiene entre los dos personajes principales, lo que me llevó a estar muy pendiente de la reacción de uno y otro en diferentes escenas en las que se palpa la disputa entre ambos, a la par que me preguntaba qué más roces pondrían a prueba su difícil convivencia en las duras condiciones en las que realizan una misión diría que arriesgada, como lo podrá comprobar el lector a lo largo de los 600 kilómetros que separan Hartford del Campamento General del Ejército del Potomac.

Me resultó muy atractivo cómo reparte Alexandra Martin Fynn la información sobre todo lo relativo al conflicto armado entre el ejército de la Unión y el de los Estados Confederados, cuyos episodios giran en torno a las tropas del Potomac, que había establecido su Campamento General en Arlington Heights. Es de agradecer que en una novela con un claro trasfondo histórico el autor de turno decida dosificar la información sobre la época en la que se desarrolla la trama a través de diversos conductos, repartida en esta ocasión entre diálogos, episodios redactados en forma epistolar y la que ofrece el narrador omnisciente en diversas fases de la trama, lo que incita a que el lector se sienta más interesado los temas que aborda, y que guardan relación con la guerra civil estadounidense que tiene lugar entre 1861 y 1865, con la esclavitud como detonante de la misma. Esta dosificación de la información hace que la lectura sea fluida y amena, porque se intercala entre episodios en los que la acción está muy presente, al igual que la intriga y la tensión narrativa que se refleja sobre todo en el primer tramo de la novela, así como en determinados episodios que tienen lugar en la segunda parte, en la que crece el interés por los giros que se suceden, alguno de los cuales atrajeron mucho mi atención por lo que éstos suponían para el desarrollo de los acontecimientos posteriores, y que dieron lugar a que me preguntara qué desenlace me esperaba, teniendo en cuenta también el romance que forma parte de la trama, si bien tal y como se desarrolla da lugar a una cierta desconfianza sobre el protagonista masculino, dadas las peculiaridades que caracterizan su personalidad.


(Lincoln y Gral. George McClellan)
La autora ofrece un magnífico retrato de los personajes, fiel reflejo de la época que les toca vivir
, tanto en las relaciones interpersonales como en lo relativo al medio en el que se desarrollan las escenas, sobre todo en el periplo que realizan los dos protagonistas, dadas las condiciones a las que se tienen que adaptar. En este sentido, diría que donde más se percibe la evolución de los personajes es en el viaje que se ven obligados a realizar, muy a su pesar, los dos personajes principales, en los que influye su relación con el Ejército del Potomac, sin olvidarme del cambio que con el paso de los episodios se produce en Maddison Thomas, con el añadido de las dudas y reflexiones que le acompañan a lo largo del periplo y durante los episodios que se desarrollan en el conflicto bélico, sobre todo tras la marcha del mismo a través de las epístolas que recibe. Unas epístolas que son muy atractivas y diría que redactadas con realismo, a la par que generan inquietud, por cómo se desarrollan los hechos que se describen en ellas y anuncian un inminente enfrentamiento entre las tropas del Ejército del Potomac y el Confederado, comandado por el General Lee. La autora perfila unos personajes muy vivos, entre los que sobresalen los ya mencionados Maddison Thomas y Jack Johnson, que atrajeron mucho mi atención, tanto por el pasado que influye mucho en su personalidad, como por la relación que mantienen ambos personajes, aunque prefiero que sea el lector quien descubra sus personalidades, porque no tienen desperdicio. Pero también se encontrará con que intercala episodios en los que intervienen personajes reales, como la ya mencionada Elizabeth Colt, o el general George McClellan, o ficticios como la señora Potters, el ama de llaves de Elizabeth Colt, y los tres exesclavos que acompañan a los protagonistas durante el traslado de las armas sin registro.

Alexandra Martin Fynn desarrolla una trama muy atractiva, en la que se percibe el mimo con el que describe los episodios que se desarrollan siguiendo los cánones de la época, relatado con un lenguaje sencillo pero muy cuidado, lo que incita a que la lectura sea muy fluida, pese a que domina con diferencia la narración frente al diálogo. La acción, los episodios en los que el peligro es palpable y determinados hechos que intrigan al lector por su desarrollo, en los que le sorprende el desenlace del mismo una vez que se descubre su planificación, dan lugar a que esté muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos tras la reacción del personaje afectado por el mismo. Se encontrará con escenas que de alguna forma le trasladan al Lejano Oeste, por la presencia de forajidos, de los indios mahowks en determinados episodios, o negreros que se dedican a la búsqueda y captura de esclavos fugados de las plantaciones sureñas. No me olvido de las historias que se cuentan sobre los exesclavos que toman parte en la misión, lo que me trajo a la memoria escenas propias de La cabaña del Tío Tom, de Harriet Beecher Stowe, y del papel que desempeña la mujer en una época con un conflicto bélico fratricida de por medio, con el peligro que esto supone para quienes decidan implicarse en el mismo.

 Sin duda alguna, Las rosas de las espinas es una lectura muy entretenida, en la que se encontrarán con una historia contada por una autora que pone mucho celo en el desarrollo de los episodios que la conforman, para que sientan que realizan un verdadero viaje literario a la época en la que la Guerra de Secesión Estadounidense, porque los hechos que relata el narrador omnisciente provoca en el lector el efecto deseado. La experiencia docente llevó a la autora a vivir un tiempo en los Estados Unidos, en donde se inspiró para escribir la novela que hoy reseño, y sin duda alguna recomiendo.


Biografía:


Alexandra Martin Fynn es autora de las obras De Inglaterra a Virginia (finalista del VI Premio internacional Vergara-RNR), Pintar en las sombras y Las brumas de la memoria, novelas publicadas por Penguin Random House; y de Amanece en el fuerte Patterson, publicada por Ediciones Simionema. Antes de dedicarse exclusivamente a la escritura, se desempeñó como profesora universitaria e investigadora en el campo de las ciencias sociales y la narrativa cinematográfica. Su experiencia docente la llevó a vivir un tiempo en los Estados Unidos, en donde se inspiró para escribir Las rosas de las espinas.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de Amazon. Fotografía de Alexandra Martin Fynn, tomada de la web de Ediciones Simionema. Imagen de Elizabeth Colt, tomada de Wikipedia. Imagen del Presidente Lincoln y del general George McClellan, tomada de Wikiwand.









viernes, 7 de mayo de 2021

Libros leídos y reseñados en...abril/2021.

 







En este pasado mes de abril han sido un total de 5 los libros leídos y 4 los reseñados.



Los leidos: 





 

            


                                                    
                                                                       

                                                                              




Los reseñados: 



- Y de repente, un extraño, de Yolanda Revuelta

- La inocencia del Padre Brown, de G. K. Chesterton

-Todo a un tiempo, de Sara Mañero Rodicio.

-La llave 104, de Paz Castelló



Avance retos literarios: 


-Reto Autores de la A a la Z (2021): (46%)  (11/24 + 2 opcionales) (1+2 opcionales).

-Reto Leemos 25 autores españoles (2021): (64%)  (16/25) (+3).

-Reto Leemos España provincia a provincia (2021):  (7/52) (añado Cáceres y Cantabria).

-V Edición Reto Nos gustan los clásicos:  (50%)  (4/8)  (+1).




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jueves, 6 de mayo de 2021

La Sinagoga del Agua, de Pablo de Aguilar González.

 










Datos técnicos:


Título: La sinagoga del agua.

Autor: Pablo de Aguilar González.

Editorial: Roca.

1ª edición: Septiembre/2019.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-17305-99-4.

Idioma: Español.

Nº pág.: 320.



Sinopsis:



1391, durante el progromo, los cristianos atacan la sinagoga donde un judío esconde a su hijo David, recién nacido, junto a su hermano.


Época actual (2007), en Úbeda durante unas excavaciones encuentran restos de aquella sinagoga destruida.

El día en que David es arrancado de los brazos de su hermano, nadie es consciente de a cuántas personas y durante cuántos siglos tendría repercusión tal acto.

Seis siglos después, unas obras descubren lo que parece que pudo ser una sinagoga junto a la casa del inquisidor. Dante y Mara van a los Cerros a trabajar en las excavaciones. Poco a poco irán descubriendo por qué aquella sinagoga no fue destruida y cómo aquellas viejas piedras les cambia la vida igual que a sus antiguos habitantes.



Opinión Personal:



Una vez que se termina la lectura de La sinagoga del agua (Roca Editorial/2019), incita a visitar este templo judío sobre cuya historia gira la trama, y de paso conocer la ciudad de Úbeda, Patrimonio de la Humnanidad, pese a que el autor advierte en la nota que precede al cuerpo de la novela que «La sinagoga de esta novela no es la Sinagoga del Agua. Ni Los Cerros es Úbeda. Pero sí hay homenajes a ambas». Y es que por las descripciones que ofrecen las dos voces narrativas, dan una idea de lo que Pablo de Aguilar González siente por él, porque «casi en cada línea, mi pensamiento y mi imaginación volaban hacia ellas». En alguna de las webs en las que se habla sobre La Sinagoga del Agua, la definen como un monumento único, digno de admirar, sensación que se percibe por las descripciones que se hacen tanto en la segunda línea temporal como en la primera, si bien en ésta las descripciones son mucho más concisas, porque entiendo que el autor da preferencia a la interrelación entre los personajes. En este sentido, me atrajo mucho la descripción de las diferentes estancias de la sinagoga, porque Pablo el autor cita el nombre hebreo y  describe los ritos que se celebraban en cada una de ellas,  o de las costumbres propias de su religión.

(Bodega de la Sinagoga del Agua-Úbeda-Jaén)
El escritor albaceteño Pablo de Aguilar González, aunque reside actualmente en Molina de Segura (Murcia), construye en La sinagoga del agua una trama que, en mi modesta opinión, rezuma realismo a lo largo de los 28 capítulos en los que está estructurada. Esta fue la sensación que tuve durante todo el tiempo que estuve sumergido en su lectura,  porque todo lo que se narra en ambas subtramas bien pudo haber sucedido en la realidad. En mi modesta opinión, entiendo que al lector le resultarán muy familiares los episodios que se suceden en torno al descubrimiento de los restos que parecen ser de una sinagoga del siglo XIV mientras se realizaban unas obras en el pueblo ficticio de Los Cerros, por todo lo que significan estos hallazgos, sobre todo si influye en la continuidad o no de la construcción de unos apartamentos turísticos que quieren construir en la actualidad tras derribar unas antiguas casas, cuya ubicación coincide con el hallazgo arqueológico.

La trama de La sinagoga del agua me mantuvo muy entretenido a lo largo de su desarrollo, por el interés que suscitan las vicisitudes que acompañan a los personajes que conforman el elenco de las dos líneas temporales que la conforman. Dos líneas temporales con unos argumentos atractivos, si bien he de reconocer que me sedujeron más los episodios que se desarrollan durante el siglo XV, y que tienen su origen a finales del siglo XIV, tras un progromo en el que los cristianos atacan la sinagoga de Los Cerros. Este es un hecho que marca el destino de dos de los personajes que transitan por sus páginas, durante el cual un judío decide esconder a su hijo David, recién nacido, junto a su hermano Abraham, para que éstos no corran la misma suerte que les espera a quienes están reunidos en este templo. Sin embargo, y pese a lo que acabo de comentar, también destacaría el interés que mostré por determinados episodios que se desarrollan en la primera línea temporal porque, según se sucedían, me decía que las decisiones que toman quienes dirigen y participan en estas obras, y ante semejante descubrimiento, influyen en el destino que le espera a este lugar de culto judaico. Pero también me decía que ambas líneas temporales se complementaban en cierto modo, e incluso sospechaba que alguno de estos personajes guardaban algún tipo de relación con los episodios que tienen lugar en esta ciudad seis siglos atrás, lo que deducía de la información que facilitan las dos voces narrativas en determinadas fases de la trama.

A lo largo de los capítulos se percibe lo que el escritor albaceteño aclara en la Nota del Autor, sobre todo en el especial agradecimiento que hace a la Sinagoga del Agua, «lugar mágico de Úbeda, que me regaló el embrión de esta novela. Un lugar que no me cansaré de recomendar ni de volver a visitar cuando me sea posible». Este agradecimiento indica la admiración que siente por este templo judío y, en mi modesta opinión, diría que queda reflejado en los hechos que se desarrollan, sobre todo, durante la Edad Media en la ciudad ficticia de Los Cerros. Continuando con esta apreciación mía, en esta línea temporal la voz narrativa omnisciente relata unos episodios que no dejan indiferente al lector, sobre todo en todo el procedimiento que tiene lugar en el auto de fe que se celebra en Córdoba, y la incertidumbre que con el paso del tiempo se percibe en David ante las dudas que acumula desde que convive con Francisco, un albañil cristiano. Unos episodios que están descritos con mucha sensibilidad y diría que, tal y como se desarrollan, y por la forma en la que distribuye en los capítulos que se refieren a este acto público, invitan a la reflexión ante lo que en él sucede, por lo que estos duros episodios significan para los personajes afectados por este juicio amparados por la Inquisición

(Mikvéh Sinagoga del Agua-Úbeda-Jaén)

La sinagoga del agua es una novela escrita con un lenguaje sencillo pero cuidado, relatada a través de dos voces narrativas, una en primera persona y otra omnisciente, y cuya lectura tiene un ritmo ágil, lo que es de agradecer cuando una de las dos subtramas es de corte histórico, pese a que en ambas domina la narración frente a los diálogos, sobre todo diría que más en la segunda. Y es que en cada una de ellas se encontrará con episodios muy atractivos, sobre todo los que tienen lugar en la Edad Media, como acabo de comentar en el párrafo anterior, así como la tensión narrativa que se manifiesta en diversas fases de la trama ambientada en la época actual, en la que me encontré con episodios en los que la intriga está muy presente por lo que sucede en torno al narrador en primera persona, así como otros que tienen lugar en torno a un personaje excéntrico, como es Elena, así como la deriva que toman las relaciones entre los personajes

A lo largo de los capítulos el lector se encontrará con un elenco de personajes perfilados con una gran fuerza psicológica, en los que se percibe la tensión permanente que se vive entre la población cristiana de Los Cerros y la judía, tras los edictos que se  publican y lo que para éstos significa su cumplimiento, al mismo tiempo que aumenta la crispación y el rechazo de los cristianos hacia quienes adoran a Adonai, nombre que utilizan por respeto en sustitución de Yavéh. Una tensión que se incrementa con el progromo ya mencionado y otros episodios en los que se incita a la población a atacar la judería en la que están recluidos. Una línea temporal en la que atraen la atención personajes como los ya mencionados Abraham y David, así como Benicia y el padre Tomás, calificador de la Santa Inquisición, sin olvidarme del judío converso José de Los Cerros. Sin embargo, y en mi modesta opinión, quienes transitan por la primera línea temporal tienen un perfil menos desarrollado, porque entiendo que el autor se centra más en las relaciones humanas tras el descubrimiento de lo que pueden restos de una posible sinagoga, si bien Dante, Mara y la excéntrica Elena son los que atraen una mayor atención, pero esto que comento es mejor que lo compruebe quien esté interesado en conocer la historia de La Sinagoga del Agua.


Biografía:



Pablo de Aguilar González (Albacete,1963). Reside actualmente en Molina de Segura (Murcia), donde trabaja como analista y programador de software. Es autor de varios libros y cuentos que le han valido numerosos premios. La sinagoga del agua es su última novela.




Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor, tomadas de la web de Roca Editorial. Imagen de la Bodega de la Sinagoga del Agua, tomada de Wikipedia. Imagen de la mikvéh de la Sinagoga del Agua, tomada de la web Úbeda Idea.