Hoy publico esta reseña que corresponde a la lectura conjunta organizada por Lourdes, del blog Libros que voy leyendo.Agradezco a la editorial Espasa el haberme facilitado la novela para poder participar en la misma.
Sinopsis:
Mika hereda de su abuelo
sus marionetas y un gran abrigo lleno de bolsillos. Actúa ante otros niños,
haciéndoles olvidar por un momento la miseria del gueto. Pronto se ve obligado
también a actuar para los soldados, lo que le permite salir de allí. Tras la
liberación, las marionetas quedan en poder un soldado nazi confinado en
Siberia. Años después, y tras pasar por varias manos, las marionetas volverán a
Mika en su lecho de muerte.
«Allí de pie, en
medio de aquel público que no dejaba de chillar, llevé a cabo una
representación que resultó ser mágica,
porque a aquellas alturas los muñecos ya habían aprendido unos cuantos trucos
de lo más espectacular. Del laberinto de bolsillos extraje una flor de papel,
un conejito que había confeccionado con el pelo que quedaba y el minúsculo
violín. Y por primera vez en mucho tiempo, rodeado de un mar de niños que
gritaban y me agarraban, me sentí feliz. Hannah reía sin parar, y cuando el
mono persiguió al cocodrilo, le dio con el codo a su vecino diciendo:
—¡Ese mono es el mío,
lo he manejado yo!»
Opinión Personal:
Mientras
leía Todo lo que cabe en los bolsillos me estaba acordando de otra
novela que leí no hace mucho Una oración por Katerina Orovitzová del escritor húngaro
Arnost Lustig. ¿Y qué tienen en común ambas novelas?. Son novelas en las que
uno no se queda indiferente al pensar en lo que es capaz de hacer un ser humano
con un semejante. El Holocausto es el máximo exponente de esta barbarie en el
que hasta unos seis millones de judíos perdieron la vida víctimas de lo que los
nazis llamaron la Solución Final. Y, además, ambas están basadas en
hechos reales y poco conocidos. En la primera sobre el Levantamiento del Gueto
de Varsovia y en la segunda sobre un engaño al que son sometidos unos
acaudalados judeonorteamericanos de origen húngaro que son utilizados para una
extorsión económica con el pretexto de su liberación cuando se produzca el
intercambio con los aliados por prisioneros alemanes. En ambas se hace mención
a la llamada Solución Final de los judíos, un eufemismo con el que se
ocultaba la intención final: ejecutar el genocidio sistemático de la población
judía europea durante la Segunda Guerra Mundial.
Eva Weaver, con el estilo directo que emplea para contarnos esta historia, logra en nosotros la sensación de estar viendo un documental en el que una voz en off nos va relatando las impactantes imágenes que vemos en la pantalla. Hay imágenes duras,
cruentas, espeluznantes incluso, que hasta nos revuelve el estómago de la forma
en las que están narradas pero el hecho de verlas no provoca que abandonemos la novela. Al
contrario, hay algo que nos dice que debemos de continuar leyendo, que debemos
de conocer todo lo que pasó en ese reducido espacio en el que se hacinaban
miles de lo que en algún tiempo fueron personas, seres humanos, pero que el
hambre, las enfermedades y la falta de higiene, fueron minando sus vidas por el
simple hecho de ser judíos.
La novela está divida en
tres partes. Son un prólogo y 32 capítulos los que conforman la estructura de
la misma. En la primera parte, narrada en primera persona, conoceremos a Mika y todo lo que ocurre en
el gueto de Varsovia, desde su construcción hasta el levantamiento que se
origina en el mismo contra los nazis. Ya finalizada la guerra la historia será
narrada en tercera persona por dos narradores omniscientes, pues uno nos
relatará las vicisitudes que tiene que pasar Max desde que se fuga del gulag de
Siberia en el que es confinado y el largo viaje que le lleva a Nüremberg a
través de la tundra y la taiga siberianas; ya en la tercera veremos cómo nos
vamos de nuevo a los Estados Unidos, a Nueva York, en donde residía Mika, en un
viaje en el que se reencontrarán dos viejos conocidos. Los hechos son relatados por Mika a su nieto Daniel en Brooklyn, Nueva York, en donde vivía. La historia se la contará entre los días 12 y 14 de enero de 2009 y daremos un salto en el tiempo hasta el año 1938, año en el que empezará a producirse un cambio drástico en la vida tranquila que llevaba con su familia en Varsovia.
El realismo con el que
nos relata las escenas que vamos leyendo lo encontramos también en la
descripción de los personajes. Primero conoceremos a Mika que, tras el
asesinato en plena calle de su abuelo Tatus, como él le llamaba, encuentra una
pequeña llave que tenía guardada en su abrigo con la que descubre el gran secreto de su abuelo.
Lo que tanto tiempo le tenía encerrado en un pequeño cuarto eran unas
marionetas que había construido. Unas marionetas que serían unos personajes más
de la novela pues servirán para que Mika distrajera un poco con sus espectáculos
de títeres a los niños del orfanato y del hospital pero también a los soldados
que vivían en los barracones, a donde era llevado obligado por Max, un militar nazi cuyo
carácter se ablandó un poco y logró que en la primera deportación de judíos a
Treblinka no se llevaran a la madre y a la tía del muchacho o le facilitaba
algo de alimento a cambio de su actuación. Este hecho, sin embargo, le servía
para salvar vidas y facilitar ayuda a la resistencia gracias al abrigo en el que llevaba sus preciados títeres. Su prima Ellie, que vivía con ellos, le ayudaría con
las marionetas y también formaría parte de la resistencia. Pero también nos
encontraremos con personajes reales, como Janusz, el director del orfanato o la
enfermera del hospital Adina. Durante el levantamiento que tienen lugar en el
gueto contra los soldados alemanes nos toparemos con miembros de la
resistencia como el líder Mordecai o Marek.
Todo lo que cabe en
los bolsillos es una novela que
impacta al lector por lo que en ella se narra, es emotiva y al mismo tiempo
también es una prueba de superación pero también nos encontraremos con una
serie de reflexiones. Reflexiones a cerca de la vida y reflexiones con las que los personajes buscan explicación a sus
actuaciones. Con ellas también se pretende encontar la redención,
pues la conciencia de los culpables no está tranquila ante las atrocidades que
han cometido con sus semejantes pese a que se les haga ver que han actuado así
por orden de un superior. Supondrá para ellos una lacra con la que tendrán que
cargar toda su vida. Es, sin duda, una historia desgarradora que nos hace
aflorar nuestros sentimientos y nos cautiva por la forma en la que están
contados unos hechos que sucedieron hace ya setenta años en el gueto de
Varsovia.
La autora:
Eva Weaver es una escritora, terapeuta y experta en coaching
de creatividad alemana que, desde 1995, reside en Brghton, Reino Unido.
Tiene un Diploma de
Postgrado en Psicoterapia de Arte por la Universidad de Goldsmith. En 2008
fundó Wildiwing, centro dedicado al desarrollo personal y la creatividad, donde
ofrece sesiones individuales, seminarios, conversaciones y talleres.
Todo lo que cabe en los bolsillos es su primera novela.
Todo lo que cabe en los bolsillos es su primera novela.
Título: Todo lo que cabe
en los bolsillos
Fecha de publicación:
26/03/2013
352 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-670-0771-8
ISBN2: 9788467007718
Presentación: Rústica con
solapas
Colección: ESPASA
NARRATIVA
Traductor: Cristina Martín
Sanz
Fuentes: biografía de la autora tomada de www.compartelibros.com,;
ilustración de portada y fotografía de la autora, planetadelibros.com;
fotografías de la época tomadas de wikipedia:
Fotografía tomada por Jürgen Stroop en un reportaje para Heinrich
Himmler durante el levantamiento del Gueto en mayo de 1943. Es una de las
fotografías más conocidas de la Segunda Guerra Mundial; Kasperl, el típico títere alemán y Mordechai Anielewicz, el líder de la resistencia
judía.