Datos
técnicos:
Título:
Gorgol, el final del bosque
Autor:
Daniel T. Bendito
Editorial:
Áltera
1ª
edición: septiembre/2015
Encuadernación:
tapa blanda
Idioma:
Castellano
ISBN:
9788416405527
Nº pág.:
252
Sinopsis:
El
pueblo de Gorgol guarda numerosas leyendas y secretos, algunos de los
cuales no conocen ni sus propios habitantes. Teresa perdió a su
madre hace tres años y vive con su padre Luís, el artesano. Su vida
es plácida y normal, hasta que una serie de sucesos la empujan a la
soledad y la oscuridad. Sebastián llega al pueblo de mano de su
madre Rachel, quien busca un lugar tranquilo donde el pequeño pueda
recuperar la salud. O al menos eso es lo que ella dice. Leticia es
una joven de alta cuna que, a causa de su asma, pasa los veranos en
la casa de su familia en el Valle de Tena. La marquesa tiene toda su
agenda bien planificada, por su propio bien y educación, pero la
joven ansía algo más y escribe en su diario todo lo que le
acontece. La historia de tres niños que se atreverán a ir más allá
y crear una amistad peligrosa y liberadora.
Impresión
Personal:
Gorgol,
el final del bosque es una de esas novelas en las que, en un
principio, uno no tiene muy claro a dónde nos lleva el autor tras
haber leído las primeras páginas; por lo menos, esa fue la
sensación que a mí me dio. Tendrían que pasar varios capítulos
para que pudiera hacerme una composición de la trama y subtramas que
la enriquecen, para poder elucubrar sobre el desenlace. Aunque, en
este caso, me imagino que, quienes ya la han leído,
tuvieron esa misma sensación de sorpresa que a mí me causó el
final de la misma, por lo inesperado, y diría que a la par
sobrecogedor. Pero, después de cerrar el libro, me dije que era
el desenlace que merecía la historia que nos cuenta, a dos voces,
Daniel T. Bendito. Sin duda alguna, un gran colofón para una novela
original, bien contada e hilvanada.
Bien
se nota, a lo largo de los 59 capítulos en los que está
estructurada la novela, la influencia de la labor como guionista
del autor vizcaíno, por el carácter visual que le confiere al
desarrollo de la trama, al poder imaginarnos claramente cómo son
los espacios por los que se mueven los personajes, así como las escenas en las que toman parte, ofreciéndonos
unas descripciones certeras y precisas. Y también observamos
el carácter dinámico de la misma, no solo por la alternancia de
los escenarios por donde se mueven los personajes, sino también
porque cada uno de los 59 capítulos son de corta extensión y, en
ellos, se van alternando las dos líneas temporales en las que se van
desarrollando los episodios que nos relatan esas dos voces
narrativas.
(Ibon de Piedrafita)
Dos
líneas temporales que, habitualmente, suelen confluir en un punto
determinado del desarrollo de la trama para continuar ya como una sola hasta el desenlace, aunque en este caso puede
decirse que transcurren paralelas, aunque sí hay algunos episodios sobrenaturales que las unen, pero aquí corro el riesgo de desvelar mucho si comento
algo sobre ellos. Esas líneas temporales se desarrollan en 1971,
la más cercana, y en 1903, la segunda línea temporal; esta
última estará relatada en primera persona por Leticia a través de
un diario en el que nos irá desgranando sus vivencias en ese valle
pirenaico; la otra línea temporal está relatada por un narrador
omnisciente. El diario está reflejado en letra cursiva y nos encontraremos en el inicio de cada apunte que este personaje plasma en él, con la fecha en la que nos cuenta sus vivencias, en especial cómo se
va desarrollando la relación con su madre. Son, pues, dos líneas
temporales que tienen lugar en las mismas localizaciones, en el Valle
del Terán, concretamente en el ficticio pueblo de Gorgol, pero en períodos distintos.
Gorgol,
el final del bosque es, también, una novela adictiva
porque, a medida que se van sucediendo los episodios que se nos
relatan, nos invita a continuar leyendo para saber qué nos vamos a
encontrar en las siguientes páginas. Creo que es, sobre todo,
cuando nos aproximamos al desenlace, cuando esa sensación adictiva
provoca más efecto en el lector. Y es que las escenas que se suceden
invitan a ello. Sin duda alguna, creo que esta es la parte más
absorbente de la novela.
(Valle del Tena)
Y
creo que buena parte de la culpa de esa adicción que causa la novela
en el lector es, a parte de la historia que contiene, la magnífica
ambientación por la que se mueven los personajes. Los parajes de
este valle pirenaico son descritos de una forma muy visual y nos
podemos hacer una perfecta idea de cómo son esos espacios naturales
que imantan a los personajes, surtiendo ese mismo efecto en nosotros.
El hayedo del Betato, las cumbres de La Partacua, las aguas del Lana
Mayor o del ibón de Piedrafita, son espacios naturales descritos de
forma magistral por Daniel T. Bendito. Pero también creo
que imantan al lector las escenas paranormales que se producen,
algunas de las cuales son espeluznantes, por la claridad con la que
son descritas, con lo que nos podemos hacer una idea de lo que está
sucediendo en ellas.
Por
esos parajes que acabo de mencionar se mueven unos personajes
perfectamente definidos, a los que iremos conociendo a medida que
avanzan los capítulos, encontrándonos con que algunos de ellos son
un tanto complejos. Estamos ante una novela de personajes; aunque, en
esta ocasión, no son muchos los que nos vamos a encontrar, con lo
que nos familiarizaremos perfectamente con sus perfiles, sobre todo
con los tres niños que se mencionan en la sinopsis. En este
sentido, me ha llamado la atención que las tres sean familias mencionadas en la sinopsis sean monoparentales y el cierto paralelismo que hay entre la madre de
Leticia y Rachel, la madre de Sebastián.
Gorgol,
el final del bosque, es una novela escrita con un lenguaje
sencillo, directo y adaptado perfectamente a cada una de las líneas
temporales en la que tiene lugar la historia que se cuenta.
Tiene atractivos para el lector, como la fuerza y la magia del valle
en el que se mueven los personajes, así como el misterio y la
intriga que los envuelve e incluso las sorpresas que nos deparan
algunos de ellos, en los que podemos comprobar cómo nada es lo que parece, aunque eso no lo sabremos,
prácticamente, hasta la última página. No me olvido, por supuesto,
de los hechos paranormales que presenciamos. Sin duda alguna, merece
la pena su lectura.
Biografía:
Bilbao,
1964, Estudió periodismo en la Universidad de Navarra y obtuvo un
Master en Motion Pictures por la Universidad UCLA de Los Ángeles.
Desde 1990 a 2015 ha desarrollado un gran número de guiones
cinematográficos y de series para televisión, entre los que cabría
destacar títulos como: La leyenda del viento del Norte, Alex y
Alexis, Maroons, Papá, soy una zombi y Dixie y la rebelión zombi.
Las producciones en las que ha participado han recibido diversos
galardones en festivales internacionales (New York Festivals,
Charleston Festivals, Festival de Cine Internacional de Gijón,
Premios Platino del cine Iberoamericano, etc.) y recibido
nominaciones para los premios Goya. Sus filmes y series han sido
distribuidos en numerosos países.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomados de la web de la editorial. Imágenes que acompañan al cuerpo de la reseña y del escritor Daniel T. Bendito, de google imágenes.