Datos técnicos:
Título: Hasta que la muerte nos
separe.
Título original: Til teath do us part.
Autora: Amanda Quick.
Traductor: Irene Saslavsky.
Editorial: Vergara (Ediciones B-Penguin
Random House).
1ª edición: abril/2017.
Encuadernación: rústica con solapas.
Idioma: español.
ISBN: 978-84-16076-10-9.
Nº pág.: 350
Sinopsis:
Calista
Langley regenta en el Londres victoriano una agencia de
«presentaciones» dirigida a damas y caballeros respetables que
buscan pareja. Desde
hace un tiempo, está recibiendo obsequios siniestros -un espejo
negro, una corona fúnebre, una campanilla de ataúd...- todos con
sus iniciales grabadas.
Convencida
de que obtendrá ayuda de la policía, Calista recurre a Trent
Hastings, un solitario escritor de novelas de misterio poco afecto a
las relaciones sociales. Mientras Trent y Calista revisan los
archivos de los clientes rechazados con la esperanza de identificar
al acosador, comienza a ser obvio que la clave podría proceder del
pasado secreto de Calista... y que la vida de esta corre peligro.
Opinión
Personal:
Para
terminar mi año lector, buscaba una lectura que cumpliera el
principal requisito que se le pide a una novela, como es el de
entretener; aunque también le pido que el autor de turno
me ofrezca una historia bien hilvanada, creíble y que me ofrezca
unos personajes que bien pudieron existir el la época en la que se
desarrolla la trama. Todo esto que comento lo cumple con creces la
novela de la que hoy comparto mis impresiones: Hasta que la muerte
nos separe, de Amanda Quick, que es un seudónimo bajo el que se
esconde una autora de éxito, cuyos libros son casi todos ellos
best-sellers, y traducidos a varios idiomas. Amanda Quick escribe
habitualmente novela romántica histórica; aunque, en mi modesta
opinión, esta que reseño podría catalogarse como un domestic noir
victoriano, escrito a ritmo de thriller, pues sus 350 páginas están
estructuradas en 70 capítulos que hacen que su lectura sea muy
fluida, en donde la parte romántica está en un muy segundo plano, por
lo que los habituales al thriller o domestic noir no deben de tener
prejuicio alguno a la hora de afrontar su lectura, ya que las escenas
propiamente románticas se cuentan con los dedos de una mano y la
autora las introduce en la trama de manera que el lector no siente
rechazo ante ellas, por la forma en la que son abordadas.
Amanda
Quick atrae la atención del lector desde la primera páginas, pues
nos encontramos con que dos de los personajes de esta novela están
tramando algo: La conversación que mantienen Nestor Keterring y
Dolan Birch dan a entender al lector que urden un plan para
deshacerse de la esposa de uno de ellos, porque tiene en mente el
retomar las relaciones con Calista Langley, con quien ya había
mantenido relaciones que parecían conducir a un inminente
matrimonio, pero que no llegaría a celebrarse, aunque será mejor
que el lector averigüe cuáles fueron las causas de esta ruptura.
Ahora Calista Langley regenta un negocio cuando menos curioso para la
época, en donde la mujer estaba dominada por un patriarcado que
apenas le daba libertad de movimiento para tomar sus propias
decisiones y, sobre todo, para desempeñar un trabajo que le
permitiera administrar sus propios ingresos, sin tener que pedir
permiso alguno para ello. La escritora británica presenta al lector
un personaje valiente, decidido y celoso de su trabajo, que lleva con
la mayor discreción los datos que corresponden a los clientes que
solicitan sus servicios de su agencia de presentaciones para conocer a quienes puedan tener con ellos
afinidades que les puedan ser el origen de una amistad, o incluso
decidan unir sus vidas en matrimonio.
Esa
tranquilidad de la que disfruta Calista Langley se ve ensombrecida
por la recepción de una serie de obsequios mortuorios que se conocen
como memento mori, y que la inquietan cada vez más porque le
dan a entender que su vida corre peligro. A su agencia acude el
famoso escritor de novelas de misterio Trent Hastings para solicitar
sus servicios. Pese a que en un principio su primer encuentro no fue
satisfactorio, las relaciones entre la propietaria de la agencia y el
escritor cambiaron desde el momento en el que éste le ofrece sus
servicios par averiguar quien le enviaba esos regalos mortuorios que
no le presagiaban nada bueno para la protagonista femenina de esta
novela. En un principio darán palos de ciego, pero una serie de
episodios luctuosos, y algunos enfrentamientos que pudieron haberles
costado la vida a ambos personajes, dieron lugar a que se unieran a
sus investigaciones Eudora Hastings, la hermana del escritor quien
era clienta de la agencia de Calista Langley, y Andrew Langley, su
hermano menor, quien se encargaba de realizar las averiguaciones
necesarias en torno a quienes solicitaban los servicios de la agencia
de presentaciones. Sin duda alguna, las investigaciones que realizan
estos personajes son la parte más atractiva de la novela, sin
olvidarme de las reuniones que mantienen todos ellos para sacar
conclusiones sobre el avance de las mismas, y los siguientes pasos
que acuerdan poner en práctica para descubrir a la persona que le
envía esos desagradables regalos, y quién o quienes están detrás
de las muertes de varias institutrices y la señora Fulton, que
regenta un sombrío local de ataúdes y artículos de luto. En esas
investigaciones la acción estará presente en varias ocasiones, y el
peligro en el que se ven envueltos hace que el lector se mantenga en
vilo a lo largo de toda la narración. Para sus averiguaciones, el
famoso escritor se servirá de los servicios de un profesional del
crimen, Jonathan Pell, de quien se servirá para realizar las
investigaciones que le sirven para documentarse para sus novelas de
misterio.
Esto
último que acabo de comentar da pie a informar al lector que la
metaliteratura está presente a lo largo de la novela, en la que en varias ocasiones se
menciona el último título que está publicando Trent Hastings por
entregas en un diario londinense. Cuando se les presenta la
oportunidad, los seguidores de las novelas de misterio de este
escritor le comentan sus impresiones sobre las entregas que va
publicando sobre esa novela, lo que levantará más de una
sonrisa en el lector ante las contestaciones que ofrece el autor.
También se hará mención en determinados episodios al detective
Clive Stone, personaje que protagoniza esas novelas de misterio que tanta fama
le están dado a Trent Hastings, y de cuyos métodos y técnicas de investigación se
servirá el escritor para llevarlas a la práctica, lo que
sorprenderá a quienes le acompañan ante la mañana que se daba este
personaje a la hora de afrontar algunas situaciones que incluso
podían poner en peligro su vida.
Otro
gran aliciente de la novela que hoy reseño es la exquisita
ambientación. Está claro que la autora realizó una exhaustiva
labor de documentación para que el lector sintiera que en todo
momento realizaba un viaje literario al Londres victoriano. Aunque en
la novela no figura fecha alguna en la que se desarrolla la trama,
todo hace pensar que tiene lugar en la época que comento en este
párrafo. En este sentido, el lector se encuentra con unas escenas
muy visuales, que le ayudan a imaginar cómo es la el día a día de
los personajes que nos encontramos a lo largo de los capítulos, y
las localizaciones por las que se mueven, llegando a adentrarse en
lugares y locales de dudosa reputación. Amanda Quick introduce
también algunas escenas de corte gótico que le dan un plus de
interés a las escenas de misterio, en donde no faltan las médiums
que en esa época eran muy solicitadas por la ciudadanía para
ponerse en contacto con sus seres queridos que habían pasado al
Otro Mundo. A parte de las escenas esotéricas, la escritora
británica rodea a los personajes de escenas en las que la densa
niebla londinense tiene una presencia destacada, que impide a ambos
protagonistas observar con mayor detenimiento los rasgos de quienes
intentan dar caza, y que se llevarán más de una sorpresa ante lo
que les sucede con algunos coches de punto que alquilan para realizar
sus investigaciones. A todo ello hay que añadir las descripciones
que ofrece sobre las costumbres de la sociedad de la época, en donde
la lectora hace hincapié en detalles que ayudan al lector a
familiarizarse con las tradiciones victorianas y comprobar cómo eran
las relaciones entre los miembros de las diversas clases sociales,
magníficamente representadas a lo largo de los capítulos.
Hasta
que la muerte nos separe es una novela de corte romántico histórica
cuya trama es lineal, y en la que conoceremos episodios del pasado de
los personajes que marcarían sus vidas. Amanda Quick construye unos
personajes complejos, a los que conoceremos muy a fondo, sobre todo a
los que más peso tienen en la trama. Ofrece al lector reflexiones de
los personajes que le dan información sobre su opinión interior
ante los episodios a los que hacen referencia. Está escrita con un
estilo directo y un lenguaje sencillo, adaptando los diálogos al nivel social de
los personajes de la novela. Su lectura es muy fluida, efecto que se
verá reforzado por el dominio de los diálogos frente a la
narración de una voz omnisciente, lo que nos lleva a tener una información más directa de
los personajes, y en donde se vivirán situaciones de tensión
narrativa. El lector que guste del domestic noir disfrutará de una
lectura atractiva, en donde se encontrará con varios giros que
incrementan su atención y mantienen el interés en lo que sucede a
lo largo de los capítulos hasta el desenlace que, aunque previsible
como es habitual en este género literario, ofrece una resolución de
la investigación que llevaban a cabo Calista Langley y Trent
Hastings, y que echó por tierra mis suposiciones sobre el origen del envío de los memento mori y de las muertes que tienen lugar a lo largo de la trama. La atracción sentimental entre los dos protagonistas se irá fraguando en un segundo plano a lo largo de
la novela de una forma natural, y sin saturar a los lectores con
escenas románticas innecesarias. Después de esta agradable sorpresa, está claro que no dudo en que lea alguna otra novela de esta autora, porque quedé muy satisfecho con el resultado de la lectura de esta novela.
Biografía:
Amanda
Quick
es
una consagrada autora de novelas románticas históricas. Sus más de
cuarenta títulos han sido traducidos a numerosos idiomas. Es autora
de El
peligro de la pasión,
Amor
a segunda vista,
El
río sabe tu nombre y
El
tercer círculo,
entre otros éxitos.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y fotografía de la autora, tomados de la web de Megustaleer.