jueves, 28 de julio de 2022

Balvanera, de Francisco Narla.

 











Datos técnicos:




Título: Balvanera.

Autor: Francisco Narla.

Editorial: Edhasa.

1ª edición: Junio/2022.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

y lazo de punto de lectura.

ISBN: 978-84-350-6363-0.

Idioma: Español.

Nº pág.: 672.




Sinopsis:




LA PUTA BEATA, EL FRAILE DESCREÍDO, EL INDIO COJO Y EL HIDEPUTA HONRADO.


Su madre era puta. Su padre, inglés. No tenía apellido cuando el apellido era lo único que espantaba el hambre. Aún así, iluso, Camacho se empeñó en ganarse el pan con el único mérito de ser honrado, y todo se fue al carajo.

A la fuerza ahorcan.

Una puta beata, un indio mudo, un fraile descreído y ese hideputa honrado intentarán robar el mayor cargamento de la historia de la flora de indias.

Al otro lado de la mar océana, en aquella Nueva España de un imperio donde no se pone el sol, en un Yucatán donde la lluvia tropical borraba las misericordias, las bodegas de la Balvanera se estaban llenando con la mercancía más valiosa de su tiempo: el palo de tinte. Y, mientras, la Parca buscaba cobrarse sus deudas...






Opinión Personal:





Balvanera es la quinta novela histórica que leo del escritor Francisco Narla (Lugo, 1978), afincado en un pequeño pueblo del corazón de Galicia. En mi modesta opinión, y como ya comenté en alguna de sus obras leídas y reseñadas en este blog, es un claro referente de este género literario en nuestro país. Quienes frecuentamos su narrativa tenemos muy claro que nos ofrece historias muy atractivas, creíbles, solventes y bien hilvanadas, y que invitan a realizar un viaje literario en el tiempo. Sin duda alguna, este efecto que acabo de comentar se fundamenta, sobre todo, porque la voz narrativa de turno consigue que el lector siente que acompaña al protagonista o protagonistas en las vicisitudes a las que se enfrentan a lo largo del desarrollo de la trama. Este interés se mantiene vivo con la ayuda de unas descripciones muy visuales —e incluso diría que cinematográficas—. Unas descripciones que son un deleite por los detalles que ofrece sobre los espacios por los que transitan los personajes, si bien son claras y concisas, porque el autor no gusta ofrecer detalles innecesarios o vacíos, que interrumpan el ritmo narrativo, lo que es de agradecer. Sin embargo, he de reconocer que en cada una de sus novelas que leí disfruto sobre todo con las descripciones de los parajes que forman parte de la trama, porque siento como si la voz narrativa me pintara un lienzo del que no pierdo detalle de los elementos que lo conforman, por la delicadeza que se percibe en su trazado. Aunque, en mi modesta opinión, diría que el gran atractivo de sus obras es la fuerza y atracción que ejercen los principales personajes, carismáticos e inolvidables, con los que no tardé en empatizar, y me invitaron a que los acompañase sin dudar a lo largo de los capítulos, sobre todo en los que estuve muy pendiente de los episodios más difíciles, porque era consciente de que incluso podían poner en riesgo su integridad física, o de quienes le acompañan en las vicisitudes a las que se enfrentan.

Balvanera es una novela histórica con elementos propios de aventura, porque el protagonista y los personajes que le acompañan se enfrentan a un futuro incierto, dadas las circunstancias que rodean su día a día. Un futuro incierto en el que se embarcan en un proyecto ambicioso, porque quieren cambiar el rumbo de su vida con el robo de la carga de un material muy valioso — palo de tinte—, que lleva en su interior la Balvanera, una de las naves que formará parte de la Flota de Indias, que transporta las riquezas de los virreinatos españoles en América a la Corona de Castilla. El desarrollo de la trama va de menos a más, con una última parte muy atractiva, en la que el lector estará muy pendiente de todo lo que sucede, por cómo se desarrollan los acontecimientos a los que se enfrentan los personajes que toman parte en este atraco, pese a que son conscientes de lo que significaría para ellos el ser descubiertos en plena faena o si el plan fracasa desde el inicio. Sin embargo, y pese a lo que acabo de comentar, tal y como se suceden los capítulos en el primer tramo de la novela, no tenía muy claro por dónde me llevaba el narrador omnisciente; pero, una vez que le cogí el hilo a su relato, porque ya toma forma el papel que desempeña cada personaje en el desarrollo de la trama, y no pude soltarlo hasta el desenlace, e incluso diría que también posterior epílogo, por cómo se desarrollan los últimos episodios.

(Muralla de Campeche-Yucatán-México)
Sin duda alguna, y como casi todo en esta vida, la primera impresión que nos ofrece algo que atrae nuestra atención es a través de lo que vemos. En Literatura también pasa lo mismo, porque si la portada de una obra cumple el dicho de que una imagen vale más que mil palabras, supone un gran atractivo para que el lector sienta interés por lo que ve, y decida informarse sobre la novela de turno, porque la primera impresión le incita a leerla, sobre todo si se encuadra en los géneros literarios que frecuenta. La imagen que ofrece la portada de Balvanera es un claro adelanto de lo que le espera a lo largo de los capítulos, junto con el gran acierto de márketing que supone el hecho de que se mencione a «La puta beata, el fraile descreído, el indio cojo y el hideputa honrado», porque le llevan a uno a preguntarse qué relación pueden guardar personajes tan dispares.

Francisco Narla planifica una trama que se desarrolla casi toda en la ciudad colonial de Campeche, en el Yucatán, en el siglo XVI, territorio que formaba parte del virreinato de Nueva España. El lector se encontrará a lo largo de los capítulos con una ciudad que es un personaje más de la novelaUna ciudad de la que la voz narrativa ofrecerá descripciones sobre los lugares de ocio de la época, el puerto, las fortificaciones o los templos religiosos que más atraen a los nativos y a los castellanos, los festejos que tienen lugar desde que una nao parte para llevar mercaderías con la Flota de Indias a Sevilla e incluso el azote de los huracanes. Tal y como indica el autor en el Cuadernillo de notas, y en el que merece la pena recrearse, porque el autor puntualiza determinados aspectos para comprenderlos mejor. Estas aclaraciones que realiza indican que realiza una labor de documentación exhaustiva, para que todo lo que sucede se ajuste a la información recabada, y aprovecha las lagunas documentales para que su imaginación cubra esos vacíos, que tienen que guardar una clara consonancia con la época en la que tienen lugar los episodios que relata la voz narrativa. Una trama en la que se tiene muy en cuenta que todo lo que se desarrolla en las nuevas posesiones de ultramar cumpliesen órdenes llegadas de la Corona, como se podrá comprobar a lo largo de los capítulos, en los que no faltan alusiones al quinto real que ingresan las arcas de la Corona por todo lo que se lleva a Sevilla en la Flota de Indias, o a la presencia de la Inquisición en los territorios conquistados en el Nuevo Mundo, sin olvidarme de la corrupción que impera también en las colonias

Como ya comenté en el primer párrafo de esta reseña, los personajes son el punto fuerte de la novela que hoy reseño y sin duda recomiendo, al igual que en las anteriores obras de Francisco Narla. A lo largo de los capítulos, el lector se encontrará con un elenco que es un fiel reflejo de cómo eran las diferentes clases sociales en un imperio en el que nunca se ponía el sol, como era el de Felipe II. Quienes querían buscar un futuro mejor lejos de la península no dudaban en embarcarse en los diferentes navíos que cruzaban la mar océana y asentarse en los territorios de ultramar. Sin embargo, en alguna fase de la trama se refleja cómo los que querían regresar a España tenían que cumplir una serie de requisitos que eran registrados al efecto. El autor perfila unos personajes que, si tenían un buen apellido tras el que cobijarse, podían medrar, que eran los menos, porque la mayoría de quienes vivían en Campeche y otras colonias españolas tenían que ganarse la vida como podían. En este sentido, me llamó mucho la atención el que, pese a que la mayoría del elenco que desfila por sus páginas son individuos que representan a lo más ruin del ser humanosobre todo los que, de una forma u otra, guardan relación con el robo que quiere perpetrar Camacho en la nao Balvanera hay algunos que quieren apartarse de ese camino y enderezar su rumbo, dado que la labor que realizan en esta ciudad colonial no les satisface, o no son capaces de enfrentarse a las misiones que les puedan encomendar tras los muros de Campeche.

(Templo y Conv. San Fco. Campeche-Yucatán-México)
El protagonista es el personaje que más atrajo mi atención de entre cuatro personajes que se resaltan en mayúsculas en la sinopsis, porque tardé un poco más en familiarizarme con los otros tres que conforman este peculiar grupo. La carta de presentación que ofrece en las primeras páginas no tienen desperdicio: el lector no tarda en empatizar con Isidoro Bernal María de la Santísima Merced de la Visitación y Brochero, el hijo de la Camacha, quien, por mucho nombre largo y rimbombante que tuviera, no le servía para hacerse alguien en la vida y ser honrado, como él quería. Trabaja a las órdenes de un mercader sin escrúpulos, como es Melchor de Mora e Hijuelo, bajo cuyo mando están también individuos de muy dudosa reputación, caso del que fuera soldado en los Tercios de Flandes, Roa, o el vasco Urdaneta, ambos al servicio del citado mercader. Con el paso de los capítulos el lector se familiarizará con el papel que desempeña Catalina, que es una de las prostitutas del lupanar de la Brava; Gundemaro, un peculiar fraile franciscano, dominado por los pecados de la gula y la lujuria; y el no menos peculiar indio cojo, al que llaman Pedro. Este es un ramillete de personajes que le da mucho juego a la novela, porque son muchas las vicisitudes a las que se enfrentan, pero también originan escenas y diálogos que levantan, cuando menos, alguna sonrisa. En este sentido, me llamó mucho la atención lo que comenta Francisco Narla en el Cuadernillo de notas sobre el origen del protagonista, al igual que el papel que desempeña en la trama un personaje que es conocido por el apodo de el Rubio, y todo lo que representa, y que está al frente de la peculiar cofradía conocida como La Garduña. Un personaje que atrajo mi atención en el último tramo de la novela, por el papel que desempeña en la atrevida «empresa» ya citada en esta reseña.

Pese a lo que acabo de comentar en el tercer párrafo de esta reseña sobre los capítulos que tardé en cogerle el hilo al desarrollo de la trama de Balvanera, Francisco Narla ofrece al lector una historia muy entretenida, atractiva y adictiva, en la que se encontrará con giros argumentales que redoblan su interés por el devenir que le espera al protagonista y los otros tres personajes que le acompañan en el robo que planean perpetrar en la nao Balvanera. En mi modesta opinión, entiendo que tiene en el hijo de la Camacha a un protagonista carismático e inolvidable, porque a lo largo del desarrollo de la trama estará muy pendiente de las vicisitudes que le acompañan, que no son pocas. Balvanera es una novela que va de menos a más, con un último tercio que atrajo mi atención en cada uno de los episodios que lo conforman, en donde la intriga y el suspense están también muy presentes, por el cariz que toman los acontecimientos a los que se enfrentan los personajes resaltados en mayúsculas en la sinopsis, quienes deciden apoyar a Camacho en semejante empresa. Aunque me enfrenté a una novela de 650 páginas, el ritmo es fluido en todo su desarrollo, porque diría que apenas decae. El autor construye una historia diría que lineal, porque apenas hay puntuales saltos en el tiempo. En mi modesta opinión, entiendo que quizás sea este el hecho de que la trama no esté estructurada en capítulos, y que sea continuo el relato del narrador omnisciente. Sin embargo, diría que las escenas están agrupadas de tal forma que constituyen capítulos sin numerar, teniendo muy en cuenta las interrogantes que el narrador deja al final de cada uno de ellos, e incluso los hay dinámicos, al ubicar en un mismo capítulo escenas que se desarrollan en diferentes localizaciones, pero que diría que tienen una clara conexión entre ellas. Un ritmo fluido al que ayudan el claro equilibrio entre narración y diálogo, y la presencia de conversaciones que son muy vivas, naturales y dinámicas, y diría que cobran relevancia en el último tercio, porque en muchas de ellas saltan chispas o me desvelaron información necesaria para comprender la forma de actuar de algunos personajes que, de una forma u otra, guardan relación con el robo ya mencionado en esta reseña.



Biografía:



Francisco Narla, nacido en Lugo en 1978 y afincado en un pequeño pueblo del corazón de Galicia, Friol, es aviador y escritor. Pero son sus aficiones las que lo definen; arquero, pescador con mosca, aficionado a los bonsáis, apicultor y casi cualquier cosa sobre la que pueda leer en un libro.

Ha publicado poesía, relatos, ensayos técnicos y novelas. Ha colaborado con radio y televisión y también es conferenciante habitual en foros universitarios.

Como novelista, ha sido traducido a varios idiomas y ha ocupado los primeros puestos de las listas de ventas con títulos como Assur (reseña), Ronin (reseña), Donde aúllan las colinas, o sus más recientes éxitos: Laín. El bastardo (reseña), novela con la que fue galardonado con el I Premio Edhasa de Narrativas Históricas (2018) y Fierro (reseña) (2019).


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de Edhasa. Fotografía de Francisco Narla tomada de la web de La Voz de Galicia. Imagen muralla de Campeche tomada de Wikipedia. Imagen del Templo y Convento de San Francisco en Campeche, tomada de la web TuriMexico.




martes, 26 de julio de 2022

Lectura semana 30/2022: Los crímenes del glaciar, de Cristian Perfumo.

 







Comenzamos la última semana de julio. Le toca el turno a la novela del escritor argentino afincado en Barcelona, Cristian Perfumo, Los crímenes del glaciar


Sinopsis: 


El cuerpo de un turista aparece congelado en el glaciar más grande de la Patagonia. Murió sobre el hielo, de un disparo en el vientre, hace treinta años.

Pero tú, que te llamas Julián y eres de Barcelona, ignoras que esto te cambiará la vida.

Para entenderlo, primero deberás saber que tu padre tenía un hermano del que nunca te habló. Después, que ese hermano acaba de morir. Y por último, que en su testamento figuras como único heredero de una misteriosa propiedad en El Chaltén, un idílico pueblo de la Patagonia.

Viajarás hasta allí para venderla, pero cometerás el error de hacer demasiadas preguntas. Entonces comprenderás que, treinta años después del crimen, en El Chaltén se esconde alguien dispuesto a borrarte del mapa con tal de que no llegues a la verdad (416 pág., ebook).

jueves, 21 de julio de 2022

La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes.

 










Datos técnicos:



Título: La sombra del ciprés es alargada.

Autor: Miguel Delibes.

Editorial: Edición especial realizada por Ediciones Destino (Grupo Planeta) en

colaboración con el diario El Norte de Castilla.

1ª edición: Noviembre/2003.

Edición original: 1947.

Encuadernación: Tapa dura.

ISBN: 84-08-04962-3.

Idioma: Español.

Nº pág.: 376.





Sinopsis:



El protagonista de esta novela, la primera de Miguel Delibes, galardonada con el premio Nadal 1947, es –como en tantas de sus obras- un niño. Pedro, huérfano desde la infancia, va a parar a Ávila para su educación, al hogar sombrío de don Mateo Lesmes, que le inculcará la creencia de que para ser feliz hay que evitar toda relación con el mundo, toda emoción o afecto. Sólo la vitalidad de la juventud podrá hacerle superar este pesimismo inculcado. Sin embargo, los acontecimientos parecen obligarle a recordar lo aprendido...

Con el estilo impecable que lo caracteriza, Delibes traza una obra inolvidable en que la muerte, que rodea constantemente al protagonista, es vencida al fin por la esperanza. 

 

Opinión Personal:



Don Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) es uno de mis escritores de cabecera. Su extensa producción literaria atrae a un gran número de lectores que disfrutan con su estilo narrativo impecable y su prosa absorbente, que imanta sin remedio a quienes frecuentamos su extensa bibliografía. Su extraordinaria capacidad para extraer de la vida diaria los más puros resortes de su arte, su profunda creencia en el individuo y en la naturaleza, convierten su obra en una referencia inapelable para entender la literatura y la sociedad española del siglo XX, como se indica en su biografía. Como lector, me recreé y recreo con sus novelas y libros de relatos, de los que es difícil decir cuáles me gustaron más y cuáles menos, porque el escritor vallisoletano tiene el don de hacer de su producción literaria una verdadera obra de arte, por lo que merece la pena acercarse a cualquiera de los títulos que conforman su vasta obra literaria.

(Cuatro Postes-Ávila)
En esta ocasión, la novela a reseñar, y sin duda recomendar, es su ópera prima, La sombra del ciprés es alargada, por la que recibió el Premio Nadal en 1947. En mi modesta opinión, diría que esta obra es toda ella una metáfora, porque el título hace referencia a la muerte, aunque también la esperanza, por el cambio que se percibe en el protagonista y narrador a lo largo de los capítulos, sobre todo en el libro segundo, en el que se da cuenta de que merece la pena disfrutar de la vida como el común de los mortales. Es consciente de que necesita relacionarse con sus semejantes, y alejarse de los prejuicios que le acompañaron en sus primeros años, influenciado por los consejos que recibe de su preceptor, aunque su pedagogía deja que desear, porque yo mismo no me sentía identificado con sus consejos. Como refleja la portada de la edición «Mis preocupaciones, la muerte, la naturaleza, ya estaban en La sombra del ciprés es alargada, y así siguieron presentes en todos mis libros posteriores como elementos substanciales. La sombra del ciprés es un libro con fuerza que mete el frío en los huesos».

En La sombra del ciprés es alargada el lector estará muy pendiente del ciclo vital de Pedro, el protagonista y narrador de una historia que se desarrolla a lo largo de 34 capítulos, agrupados en dos libros bien diferenciados. En el primero de ellos, es partícipe de la formación académica que recibe en casa de don Mateo Lesmes, «en la que se quedaría de pupilo en tanto se completaba mi formación moral e intelectual, es decir, más o menos, durante siete largos años» (pág. 15), a quien se unirá Alfredo, quien tiene un carácter más pueril que Pedro, aunque sin embargo no tardan en trabar amistad. Me atrajo mucho el desarrollo de los 17 capítulos que lo conforman, porque me decía que todo lo que sucede en el libro primero marca la estancia del protagonista en Ávila. En todo momento fui consciente de que, tal y como se suceden los capítulos, la voz narrativa me tenía reservado algún episodio que afectará a la personalidad del joven estudiante, por el impacto que provoca en él, al rememorar y reflexionar sobre lo sucedido en los capítulos siguientes, pese a que quizás al lector le resulte un tanto previsible. Creo que esta sensación está en consonancia con el ambiente sombrío y el pesimismo que domina la casa del preceptor, —encarnado, sobre todo, por el profesor Mateo Lesmes— , escoltado por su mujer doña Gregoria, y su pequeña hija Martina. Una consonancia que se percibe también en las descripciones de las diferentes localizaciones por las que transitan los personajes por la ciudad abulense, que es un personaje más de la novela. En este sentido, diría que atrajeron mi atención sobre todo las escenas exteriores, que se desarrollan en el clima frío y nevado que envuelve a la ciudad buena parte de invierno, que es la estación predominante en el libro primero. Entiendo, también, que los episodios que marcan la vida de este personaje, durante su estancia en la ciudad de Santa Teresa, pueden calificarse como metáfora, porque moldea su carácter.

(Fábrica de harinas-Ávila)
La vida sombría, pesimista y desafectada de Pedro durante su época de bachiller en Ávila da un vuelco a otra en la que la luz parece darle más calor y, con el paso de los capítulos, empieza a sentir el mundo que le rodea como lo sienten quienes le acompañan en su nueva etapa. Una nueva etapa en la que un personaje que influye mucho en el cambio de sus ideas es el piloto del mercante que capitanea, Luis Bolea. Una nueva etapa en la que «me decidí, al fin, por una carrera que, conservándome en el mundo, me permitía al propio tiempo mantenerme apartado de él» (pág. 175). Pese a los consejos de su tío, tiene un firme interés en ingresar en la Escuela Náutica de Barcelona y hacerse marino mercante. Ya con el grado de capitán encuentra destino en el Antracita. En una de sus singladuras se topan con un yate que lleva un rumbo arbitrario y desigual. Entre los cuatro tripulantes rescatados figura Jane, un personaje que atraerá la atención del lector en los siguientes capítulos, por la relación que se forjará entre Pedro y la estadounidense. Una relación que me hizo dudar si conduciría a algo más que una amistad pasajera, frecuente en el protagonista, o culminaría en una relación sentimental que presagia un futuro en común. Las singladuras del mercante que capitanea le llevan hasta Provindence —Providencia—, capital del Estado de Rodhe Island (Estados Unidos), en donde se citará en varias ocasiones con Jane. Unas citas que, sin embargo, darán lugar a luchas internas en el protagonista, porque todavía se sentía muy reacio a desprenderse de las ideas que le había inculcado su preceptor. Sin embargo, en uno de sus viajes a la capital del Estado de Rodhe Island, el lector se sentirá sobrecogido ante el episodio que describe la voz narrativa, lo que origina que uno se pregunte por el efecto que provoque el mismo en el protagonista y narrador.

(Providence-Rhode Island-USA)
Con La sombra del ciprés es alargada, Don Miguel Delibes muestra que tenía que decir muy mucho en la narrativa española, en la que es una de las primeras figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil. En mi modesta opinión, diría que esta novela es el punto de partida de las pautas que marcan narrativa del escritor vallisoletano, porque en ella reúne los temas a los que recurre en sus obras: sus preocupaciones, la muerte y la naturaleza, que refleja a través de los personajes creados por su imaginación. Unos personajes en los que vierte su forma de pensar sobre el mundo que le rodea, y que parte de lo cotidiano para crear obras que no dejan indiferente al lector. El autor es un gran conocedor de la flora y la fauna de su entorno geográfico. En este sentido, disfruté mucho con las descripciones que ofrecía a través de la voz narrativa sobre los parajes naturales que rodean a la ciudad de Ávila. La sombra del ciprés es alargada es una novela en la que, al igual que en toda su producción literaria, el realismo está muy presente, porque en la trama de cada una de sus obras refleja los rasgos y las costumbres de la sociedad de la época, bien sea rural o urbana. Pese a que domina con clara diferencia la narración frente a los diálogos, su ritmo de lectura no se me hizo muy pesado; al contrario, diría que hay que deleitarse con el relato del protagonista y narrador a fuego lento, para no perder detalle de todas las escenas que se describen, y tratar de comprender las reflexiones del personaje, sobre todo en el libro primero, en las que están muy presentes las pérdidas de cualquier naturaleza, lo que le lleva a preguntarse sobre si debe mantener una relación más directa o no con el mundo que le rodea, o bien seguir a rajatabla los consejos de su preceptor, fiel defensor de la desafectación.



Biografía:



Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) se dio a conocer como novelista con La sombra del ciprés es alargada, Premio Nadal 1947. Su extensa obra literaria le ha valido numerosos galardones, como el Premio Nacional de Literatura (1955), el Premio de la Crítica (1962), el Premio Nacional de las Letras (1991) y el Premio Cervantes de Literatura (1993). En 1973 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Su extraordinaria capacidad para extraer de la vida diaria los más puros resortes de su arte, su profunda creencia en el individuo y en la naturaleza, convierten su obra en una referencia inapelable para entender la literatura y la sociedad española del siglo XX. Entre su vasta obra narrativa destacan Mi idolatrado hijo Sisí, El camino (reseña), Las ratas, Cinco horas con Mario, Las guerras de nuestros antepasados, El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes, Señora de rojo sobre fondo gris o El hereje. Ediciones Destino ha publicado sus Obras completas.
 
También fueron reseñadas en este blog: Viejas historias de Castilla La Vieja (relatos) (reseña) y Siestas con viento sur (relatos) (reseña)


Nota: Datos técnicos y sinopsis tomados de la web de la Fundación Delibes. Fotografía de Miguel Delibes tomada de Wikipedia. Imagen del mirador de Cuatro Postes en Ávila tomada de la web Todo Ávila. Imagen de la Fábrica de harinas de Ávila tomada de la web Flickr. Imagen de Providence, en el Estado de Rhode Island tomada de la web Depositphotos.








lunes, 18 de julio de 2022

Lectura semana 29/2022: Balvanera, de Francisco Narla.

 







Comenzamos la penúltima semana del mes de julio. Le toca el turno a la nueva novela del escritor lucense Francisco Narla, Balvanera.


 

Sinopsis: 

 

 

LA PUTA BEATA, EL FRAILE DESCREÍDO, EL INDIO COJO Y EL HIDEPUTA HONRADO.

Su madre era puta. Su padre, inglés. No tenía apellido cuando el apellido era lo único que espantaba el hambre. Aún así, iluso, Camacho se empeñó en ganarse el pan con el único mérico de ser honrado, y todo se fue al carajo.

A la fuerza ahorcan.

Una puta beata, un indio mudo, un fraile descreído y ese hideputa honrado intentarán robar el mayor cargamento de la historia de la flora de indias.

Al otro lado de la mar océana, en aquella Nueva España de un imperio donde no se pone el sol, en un Yucatán donde la lluvia tropical borraba las misericordias, las bodegas de la Balvanera se estaban llenando con la mercancía más valiosa de su tiempo: el palo de tinte. Y, mientras, la Parca buscaba cobrarse sus deudas...(672 pág., tapa dura con sobrecubierta).

viernes, 8 de julio de 2022

Libros leídos y reseñados en junio/2022:

 







Toca hacer balance de los libros leídos y reseñados en el mes de junio: han sido un total de 5 los leídos y 4 los reseñados

 

 

Los leídos

 

 

                      

    



Los reseñados: 

 

-La operadora, de Gretchen Berg

 

-Stalin debe morir, de Mario J. Les.

 

-Os vigila, de Amelia de Dios Romero.  

 

-Lordemano, de José Zoilo Hernández.  

 

 

Avance retos literarios en los que participo: 

 

 

-VI Edición Nos gustan los clásicos: (5/8) (63%). Sin avance.   

 

 -Reto Autores de la A a la Z (Edición 2022):  (13/24) (54%) (+2).

 

-Reto 25 españoles (Edición 2022):  (23/25) (92%) (+3).

 

-Reto Leemos España provincia a provincia (Ed 2022) Incluyo Asturias: ya son 12 provincias. 


-Reto Serendipia recomienda (Ed. 2022): (1/3) (33%). Sin avance.



miércoles, 6 de julio de 2022

Sueño de una noche de teatro, de Mónica Gutiérrez Artero.

 











Datos técnicos:



Título: Sueño de una noche de teatro.

Autora: Mónica Gutiérrez Artero.

Editorial: Ediciones B (Grupo Pengüin Random House).

1ª edición: Septiembre/2021.

Formato: Ebook.

ASIN: B09BY92G7L.

Idioma: Español.

Nº pág.: 180.




Sinopsis:




Las mejores historias son las que comienzan cuando cae el telón.

Tras el éxito internacional de La librería del señor Livingstone, vuelve Mónica Gutiérrez con una novela repleta de magia y amor por la literatura.

Max Borges es un director de teatro barcelonés que conduce una pequeña y excéntrica compañía. El día del estreno de Macbeth, la obra de Shakespeare, Max está al borde del colapso. Todo parece que va a salir mal en la función que debería ser su salto a la fama más sublime: las brujas son demasiado bellas, al rey Duncan se le ha roto la corona y su Macbeth huele sospechosamente a whisky escocés…

Sin embargo, como suele recordarle su inteligente asistente de dirección, Elsa Soler, el espectáculo siempre debe continuar. Sorprendentemente, el duende del teatro parece haberles rociado con su suerte y la función es un éxito absoluto, tanto que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, el más importante del mundo. La divertida compañía pone rumbo a una aventura en una ciudad llena de magia. Será allí donde, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia.




Opinión Personal:

 

 



Si las cuentas no me fallan, Sueño de una noche de teatro es la séptima novela que leo y reseño en este blog de la escritora barcelonesa Mónica Gutiérrez Artero —más conocida en nuestro mundo blogueril como Mónica Serendipia—. Como ya comenté en alguna reseña sobre sus anteriores novelas, tiene una gran imaginación para crear historias feelgood, con las que siempre consigue que, durante el tiempo que estamos sumergidos en su lectura, nos olvidemos de la realidad que nos rodea y nos sintamos atraídos por la positividad que emana de los  personajes que transitan por sus páginas, e incluso incitan a levantar alguna que otra sonrisa por las situaciones disparatadas que viven a lo largo de los capítulos. Una positividad que les acompaña, pese a que en algunos episodios se tienen que enfrentar a algún problema que otro, lo que les invita a la reflexión, ante la dificultad que les puede acarrear si no ponen remedio a las dudas que les plantean. La magia también está presente en su narrativa, al igual que las alusiones literarias. En este sentido, y en relación con lo que acabo de comentar en la frase anterior, diría que la trama de Sueño de una noche de teatro está a caballo entre La librería del señor Livingstone (reseña) y Próxima estación (reseña) : en relación con la primera, tanto por las alusiones literarias que cita en determinadas escenas y el carácter metaliterario de la novela, como por los guiños que hace a las librerías en varias fases de la trama. En relación con la segunda, porque la magia gira en torno al personaje de Elsa Soler, que busca soluciones incluso situaciones que parecen imposibles de resolver, y la que ofrece Edimburgo a los miembros de la compañía de teatro, quienes comprobarán cómo, al caer el telón, el amor y la amistad se conviertan en los verdaderos protagonistas de esta historia, como adelanta la sinopsis.

(Teatro Nacional de Cataluña-Barcelona)
A medida que se sucedían los capítulos, me decía que Mónica Gutiérrez planificó y desarrolló la trama de Sueño de una noche de teatro con mucho celo, de tal forma que, junto con la portada, formara un perfecto engranaje. Un engranaje que también se percibe en su estructura, conformada por 21 capítulos titulados, divididos en dos partes, y encabezados cada uno de ellos por un fragmento de Macbeth, que guarda relación con su desarrollo. Una portada que es un aliciente para el lector, porque le incita a que sienta interés por el origen del mismo. En mi modesta opinión, diría que el fragmento de Macbeth, que se encuentra antes del cuerpo de la novela, guarda mucha relación con el mensaje que envía a lo largo de su desarrollo: «Confortaos con lo que os pueda alegrar, que no hay noche tan larga que no termine en día».

El lector se encontrará a lo largo de los capítulos que conforman la última novela publicada hasta la fecha por Mónica Gutiérrez con un homenaje al mundo del teatro, en el que estará pendiente de las dos perspectivas que la conforman. Y es que no sólo describe la puesta en escena de Macbeth y su estreno en el Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona, sino también que estará muy pendiente del día a día de quienes conforman la pequeña, excéntrica y divertida compañía que dirige el no menos excéntrico director de teatro Max Borges. Está escoltado por una suerte de vigía, —incluso diría que su Pepito Grillo particular—, Elsa Soler, su inteligente ayudante de dirección, indispensable para que la puesta en escena de la obra de Shakespeare tenga el éxito que merece en el lugar elegido para la representación, dadas las peculiaridades que caracterizan a los actores que la van a representar. Pese a lo que acabo de comentar, los actores son conscientes de que los consejos que les da la eficiente ayudante de dirección son un aliciente para que el papel que desempeñan en la función teatral salga airoso, porque el lector comprobará cómo el miedo escénico se apodera de ellos antes de que se levante el telón. Tras la representación, reciben la sorprendente noticia de que son invitados a representar la obra en el Festival Fringe de Edimburgo, y «dependiendo de las críticas de dicha representación, la sociedad pondría a su disposición el mismísimo Coven Gardent de Londres durante toda la temporada teatral de invierno» (Cap. 1).

En mi modesta opinión, diría que la autora conjuga con gran acierto las peculiaridades de los personajes que conforman el elenco del excéntrico grupo de teatro con los espacios por los que transitan a lo largo de los capítulos. No son muchos los personajes que deambulan por las páginas de Sueño de una noche de teatro, aunque el lector se encuentra antes del cuerpo de la novela con su relación, por lo que es una guía muy práctica para tener una idea inicial de cada uno de ellos. Conocerá más en profundidad a los que más peso tienen en el desarrollo de la trama, caso del director de teatro Max Borges y su ayudante Elena Soler, sin olvidarme de la diva Margot Devard —quien interpreta a Lady Macbeth—, ni del dramaturgo Enzo Pooh que hace varios años trabaja para Max Borges, y le gusta observar la obra con detenimiento a pie de escenario y está obsesionado con la obra de Shakespeare. Pese a que su presencia en la trama es más bien anecdótica, no me olvido del papel que desempeña Derek B. Plum, director teatral londinense y némesis de Max Borges, porque lo tiene entre ceja y ceja.

(Eilean Donan Castle-Escocia-R. U.)
En el párrafo anterior hago mención a la conjugación entre personajes y espacios por los que transitan. En las novelas de Mónica Gutiérrez se percibe que cuida también con detalle las descripciones por las que transitan los personajes, y en las que tiene muy en cuenta la frontera que separa el realismo de la magia, para que surta en el lector el efecto deseado. Disfruté con las descripciones que la voz narrativa ofrece del paisaje urbano y rural por el que se desarrolla la trama, y que transcurre entre Barcelona y Escocia. En este sentido, se percibe que conoce muy bien su ciudad porque sabe qué espacios utilizar para que los personajes se sientan cómodos y muestren con naturalidad su forma de ser y actuar. Si resultan muy atractivas las localizaciones de Barcelona, otro tanto puede decirse del viaje de la compañía de teatro a Escocia, en el que me sentí un miembro más de este excéntrico elenco, porque no perdí detalle de lo que me mostraron de Edimburgo ni del que realizan, sobre todo Elsa, a la Isla de Skay, así como los bellos parajes que describe el narrador omnisciente, si bien hay que tener muy en cuenta la advertencia «la geografía de esta novela es, en algunos casos, fiel a la realidad y muchos de los lugares que se describen existen de verdad»

Las novelas feelgood de Mónica Gutiérrez cumplen el claro requisito  de este relativamente reciente género literario. No se espere el lector ni grandes giros que le sorprendan, ni una intriga constante que le mantenga en alerta a lo largo del desarrollo de la trama. Uno de los grandes atractivos de sus obras es que sabe cómo atraerle para que no tarde en empatizar con los personajes, con los que desde las primeras páginas consigue el efecto de sentirnos muy a gusto acompañándolos a lo largo de las situaciones a las que se enfrentan, teniendo muy en cuenta que le espera un final feliz. Planifica y desarrolla unas tramas atractivas, amables, entretenidas y bien escritas, porque su estilo narrativo es muy fresco y ágil, lo que hace que uno se sienta muy cómodo con la historia que relata el narrador de turno. No falta el humor, diría que de clara influencia británica, y diálogos chispeantes, como los que mantienen los padres de Elsa, o las tienen lugar entre este personaje en el Eilean Donan Castle con un peculiar personaje al que toma por un Macbeth un tanto anticuado. Sin duda alguna, Sueño de una noche de teatro es una lectura muy entretenida, en la que el lector que guste de novela feelgood disfrutará con la compañía que le proporcionan los peculiares personajes que conforman el excéntrico grupo de teatro que dirige el no menos excéntrico director Max Borges.




Biografía:




MÓNICA GUTIÉRREZ ARTERO nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción.

Es autora de siete novelas: Próxima Estación (reseña) (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo (reseña) (2018), La librería del señor Livingstone (reseña) (2017), El noviembre de Kate (reseña) (2016), Un hotel en ninguna parte (reseña) (2014) y Cuéntame una noctalia (reseña) (2012). Todas han recibido una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con más de un centenar de reseñas positivas en la red.

En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) comenta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge las opiniones de los lectores sobre sus obras. Colabora como articulista en otros blogs e imparte un taller de novela.

 

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Pengüin Libros. Imagen del Teatro Nacional de Cataluña, en Barcelona, tomada de la web del diario El País. Imagen del Eilean Donan Castle, en Escocia, tomada de la web Eilean Donan Castle. Fotografía de Mónica Gutiérrez Artero tomada de Amazon. 


lunes, 4 de julio de 2022

Lectura semana 27/2022: La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes.


 

 

 

 

 

 

Ya estamos metidos en julio, en pleno verano. Pese a ello, hay tiempo para leer un ratillo, por lo que le toca el turno a La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes

 


 Sinopsis: 

 

Miguel Delibes inaugura su carrera literaria con dos de las que luego serán sus constantes narrativas: la infancia y la muerte. Con su primera novela, «La sombra del ciprés es alargada», consigue el Premio Nadal en su cuarta edición –1947–.

Pedro, protagonista y narrador de esta historia, queda huérfano y es confiado a un atrabiliario profesor y tutor, el señor Lesmes, cuya filosofía de la vida se cifra en desconfiar y desligarse de los sentimientos y de los afectos, para no verse expuesto a perder un día lo que se ama. Es lo que le pasa al niño Pedro, a quien la muerte le arrebata primero a su íntimo amigo, Alfredo, y luego a la mujer de la que se ha enamorado. La muerte, personificada en la sombra del ciprés, «que corta como un cuchillo», se enseñorea de toda la historia y del ánimo de los personajes (375 pág., tapa dura) .