Datos técnicos:
Título: Sucedió en Benahambra.
Autor: Jaime Pérez de Sevilla Bautista.
Editorial: Estrella del Norte.
1ª edición: Noviembre/2024.
Encuadernación: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-129232-3.0.
Idioma: Español.
Nº páginas: 442.
Sinopsis:
En Benahambra, un pueblo de la Costa del Sol que está próximo a celebrar su centenario, la vida es tranquila; hasta que una mañana aparece en la playa, ahogado, el cuerpo de Tomás, un niño de apenas ocho años. El hecho de que lleve el uniforme del colegio indica que puede no tratarse de una muerte accidental. La Policía Judicial de Málaga envía a la inspectora Marta Requejo para dirigir la investigación.
Felipe Tapia siempre quiso ser policía, al igual que su padre, Álvaro, todo un mito en el Cuerpo, ya retirado y que también vive en Benahambra. Superado por el caso, presionado por el alcalde de la localidad y lleno de dudas respecto a sus propias capacidades, Felipe, junto a Requejo, tratará de resolver el misterio que rodea a la muerte de Tomás. Para ello, ambos solicitarán la ayuda de Álvaro, el cual se plantea, como punto de partida, el principio cui bono?, es decir: ¿a quién puede beneficiar la muerte de un niño?
Durante la investigación, sucederán nuevos acontecimientos que pondrán en vilo a Benahambra e irán minando la estabilidad emocional de Felipe.
Opinión Personal:
En 2021 leí y reseñé en este blog la ópera prima del escritor madrileño Jaime Pérez de Sevilla Bautista, El mañana nos pertenece (reseña). Una ópera prima que parecía no ser tal, por la consistencia de la trama y el buen hacer literario del autor. Sucedió en Benahambra es su segunda novela publicada, y confirma las sensaciones que me provocaron la anterior. Sin duda alguna, Jaime Pérez de Sevilla tiene las ideas muy claras para atraer la atención del lector desde las primeras líneas y mantener constante el interés por todo lo que sucede a lo largo del desarrollo de la trama, porque apenas decae el ritmo de lectura.
Sucedió en Benahambra es una novela policíaca y de misterio en la que me encontré con ingredientes propios de este género literario con un claro sabor a clásico. Y es que nada es lo que parece y, tal y como se suceden los episodios, incita a preguntarnos quién puede estar de la muerte de un niño, de apenas ocho años, cuyo cadáver es encontrado en una playa, con el uniforme de colegio. Una muerte que, en un principio, y tal y como adelanta la sinopsis, indica que puede ser accidental.
La trama de Sucedió en Benahambra no da lugar a respiro a lo largo de los 79 capítulos cortos en los que se estructura, contada por un narrador omnisciente a modo de thriller. Una trama en la que se suceden episodios envolventes que, sobre todo en el último tramo, en el que se eleva la tensión narrativa. Un tramo en el que algunos personajes viven situaciones impactantes que jamás pensaron que sucederían en un pueblo cuyos habitantes llevan una vida apacible. Un pueblo que está muy pendiente de las próximas fiestas en las que celebran su centenario.
Jaime Pérez de Sevilla planifica y desarrolla una ficción en la que la investigación que se lleva a cabo tras el luctuoso episodio al que me refiero en el párrafo anterior se convierte en un complejo puzle, en el que los policías que forman parte de este operativo van a tener que hilar muy fino para que encajen todas las piezas, en las que la corrupción también está muy presente. Dadas las conjeturas a las que llegan los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tras analizar las pruebas recopiladas, presienten que los ciudadanos pueden empezar a preocuparse ante un posible nuevo caso. Sin duda alguna, el autor jugó muy bien las bazas para que el componente psicológico estuviera muy presente a lo largo de los capítulos, partiendo de que el agente Felipe Tapia, miembro de la Policía Local, es la primera vez que se enfrenta a una investigación de esta índole. También jugó al despiste, porque en ningún momento tuve la sensación de encontrar alguna pista que me pudiera indicar quién tenía todas las papeletas para señalarlo como presunto culpable.
Uno de los grandes atractivos de esta novela son los personajes, muy reales y muy cercanos, de los que decimos que nos podemos encontrar con ellos a la vuelta de la esquina. Esta cercanía ayuda a que se esté muy pendiente de lo que les sucede a lo largo de los capítulos, sobre todo a medida que las situaciones que viven se vuelven más complejas. Situaciones que provocan que la empatía se redoble en la mayoría de ellos, por lo que se resalta cómo puedan afectarles los episodios que alteran la vida de Benahambra. Las relaciones personales y los lazos familiares varían a lo largo de los capítulos, si bien en algunos casos la cercanía es mayor, aunque también sirve para criticar a quienes, en un sentido u otro, reflejan todo lo contrario, porque todos ellos muestran lo mejor y lo peor del ser humano en circunstancias similares. Situaciones que refleja bien el autor a través de quienes se preocupan más por velar por sus intereses, o los que se implican de lleno para que las investigaciones que se realizan ayuden a cerrar este caso. Por un lado, nos encontramos con un desagradable triángulo conformado por el alcalde de este pueblo, Gregorio Cuevas, más preocupado porque este hecho luctuoso no influya en la celebración de la próxima efemérides; Roberto Padilla, reportero del canal autonómico, que con su pose y sensacionalismo por bandera, busca sacar fama y provecho de lo que sucede esos días en este pueblo de la Costa del Sol. El tercer vértice lo conforma el inspector de homicidios de la Policía Judicial de Málaga Ignacio Velázquez, que sigue unos patrones de actuación muy dudosos. En el otro platillo de la balanza sitúo al ya mencionado Felipe Tapia, la particular relación que mantiene con su compañero Juan, que se tiran buenas pullas en sus diálogos, aunque con la camaradería que los caracteriza. No deja indiferente Álvaro Tapia, policía prejubilado y padre del protagonista, considerado en Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como una leyenda, y que acepta la colaboración externa en este caso. Otro personaje a tener en cuenta es el papel que desempeña la inspectora Teresa Requejo, a quien con el paso de los capítulos se le conoce no sólo por su labor profesional, sino también en el ámbito personal. Es de agradecer en novelas de este género literario que el autor de turno muestre el lado humano y personal de quienes están al frente de las investigaciones que llevan a cabo, porque suelen protagonizar también alguna subtrama atractiva, como este es el caso.
Me gustó mucho Sucedió en Benahambra, una novela muy bien escrita, adictiva y de ritmo ágil, y dinámica por la variedad de situaciones que viven los personajes. A lo largo de los capítulos se percibe el trabajo que el autor realiza en el mundo del séptimo arte, sobre todo en la viveza y naturalidad de los diálogos y en las descripciones que incitan a visualizar los espacios por los que transitan los personajes. Unos espacios en los que, pese a ser un pueblo ficticio, el autor tiene una idea clara sobre el plano, por lo que consigue que nos imaginemos por dónde se mueven los personajes.
Biografía:
En el año 2015 comenzó la carrera profesional como locutor de documentales y realities. En 2017 inició su carrera como actor de doblaje para cine y televisión participando, desde entonces, en proyectos de animación y ficción real. En el año 2019 inició su andadura como narrador de audiolibros. En 2023 fue premiado con el Anime Award a mejor intérprete de doblaje de castellano por su trabajo.
Notas: Datos técnicos, sinopsis, y biografía del autor tomados de la web de la editorial Viento del Norte. Fotografía del autor tomada de la web Planetadelibros.
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