Sinopsis:
La reina Dido y un grupo de fieles huyeron de su patria, la fenicia ciudad de Tiro, para evitar una guerra civil. Comenzaba así una epopeya que les llevaba a recorrer el Mediterráneo buscando una nueva tierra donde asentarse y concluiría en el norte de África. Su vagar por los mares, las peripecias que acompañaron la fundación de Cartago y su encuentro con el troyano Eneas, nos sumergen en una historia en la que la pasión, las aventuras el amor y la traición nos atrapan hasta el final.
Opinión Personal:
Isabel Barceló (Sax,
Alicante) nos relata esta historia como lo hacían los poetas antiguos. La
narradora, Imilce, se reune con su escribiente Karo en la plaza del granado, en
Cartago. En torno a ella se congregan los habitantes de la ciudad que quieren
escuchar los recuerdos de esta anciana que narra los hechos que llevaron a la
Reina Dido a abandonar Tiro hasta llegar a las costas libias y fundar Cartago,
así como sus amores con el príncipe troyano Eneas y el fatal desenlace tras conocer
el deseo de éste de seguir su rumbo para fundar su ciudad en las costas del
Lacio. Todos escuchan pero también aportan. La memoria colectiva está presente
en todo momento, sobre todo cuando hablan los que en esa difícil travesía
habían tomado parte.
Dido Reina de Cartago fue
gestada al estilo de las novelas publicadas en el siglo XIX pero con la
diferencia de que, en vez de aparecer los capítulos en un diario determinado
para que sus lectores siguieran con interés la lectura del mismo y esperasen a la
aparición del siguiente capítulo, se fue publicando en el blog Mujeres de
Roma, del que Isabel Barceló es su administradora. Por eso los
capítulos son muy cortos. La autora concedió la posibilidad a los lectores de
implicarse en la novela de una manera especial: algunos optaron por elegir como
«propio» alguno de los personajes clásicos, o aportar personajes por el simple
procedimiento de inventarse para ellos un nombre y un oficio, según sus gustos
y fantasías. En el listado de personajes aparecen los nombres de los
participantes o sus seudónimos cuando así ellos lo quisieron.
El lector se encuentra
con dos narradores: Imilce, la hija de Barce, nodriza de Siqueo y confidente de
Dido que completa sus conocimientos con textos de las crónicas de Xilón, y el
poeta troyano Trailo, a quien en más de una ocasión acusa de utilizar un tono
demasiado poético y el permitirse ciertas licencias con las que ella no está de
acuerdo, pues lo tacha de partidista. Nos encontramos con unos capítulos
escritos en primera persona y otros en tercera dictados por un narrador
omnisciente.
Imilce es el personaje
en torno al cual gira este relato. Quiere que sus recuerdos queden anotados
para que generaciones posteriores conozcan la verdadera historia de su pueblo.
Un personaje al que, pese a su carácter temperamental, le iremos tomando cariño
a medida que van pasando los capítulos.
Pigmalión era un hombre
ambicioso. Quería el trono que había heredado su hermana tras morir su padre.
Pero también quería riquezas: el tesoro que estaba escondido en el templo de
Melqart para llevar a cabo sus planes. No dudó en torturar a Siqueo, el
sacerdote del templo y esposo de Dido, para que le revelase el escondite.
La reina era conocedora de las pretensiones de su hermano. Enterada de la atrocidad que había cometido en la persona de su esposo, decide huir de la ciudad con los habitantes que quieran seguirle pues no quería que se produjese un enfrentamiento entre hermanos. Junto con el Príncipe del Senado y Acus, el hijo de este, prepara sigilosamente la huida. A medida que tocan diversos puertos para aprovisionarse se les van uniendo algunos pasajeros más, como los curiosos hermanos Xilón y Filón, la amazona Nismacil, el cordelero Kostas, o las bailarinas que son tomadas prisioneras en Chipre. Tras sufrir muchas penalidades durante la travesía llegan a las costas libias y tiene un encuentro con Yarbas, el rey de esas tierras, para que le dejase construir en su costa una ciudad.
Eneas, príncipe de los
troyanos, entra en escena. Tras la destrucción de Troya, huye con varias naves
para tratar de llegar a las costas del Lacio, en Italia, y allí fundar otra
ciudad. Dido los recibe y acoge en Cartago. Los homenajea con un excelente
banquete de bienvenida. Dido había sido aconsejada en más de una ocasión de que
volviese a tomar esposo pero ella se negaba y era fiel a la memoria de Siqueo.
Yarbas el rey libio, le pidió matrimonio en varias ocasiones. Pero al llegar
Eneas a Cartago, los dioses entran en acción y deciden que Cupido aparezca en
escena para que Dido se entregue a Eneas, que era hijo de la diosa Venus. Pero,
tras llevar instalados un tiempo en las playas de Cartago, Eneas decide que ha
llegado el momento de seguir su ruta. Dido es avisada de las pretensiones del
príncipe troyano. La reina se desmorona al no poder retener a su amado y la
tragedia se consuma.
Con pocas pinceladas
vamos conociendo cómo son los personajes que irán apareciendo en esta historia.
El carácter de la Reina Dido, fuerte, enérgica, que demuestra grandes dotes de
mando conforme a su cargo para hacerse valer ante su pueblo o el temperamento
de la anciana Imilce. La ambición y la codicia de Pigmalión o la actititud
desconcertante de Eneas, hijo de Venus, que cae prendado ante la belleza de
Dido pero que sabía que su destino estaba marcado y debía de cumplirlo.
Dido
Reina de Cartago es una historia
en donde se conjuga lo humano y lo divino, pues los dioses juegan un papel
importante en el devenir de los acontecimientos. Vemos cómo Neptuno, Eolo, Juno
o Venus intervendrán directamente en la historia para que se cumpla el destino
que tienen preparado para el príncipe troyano Eneas, poniéndole a prueba al
enviar a Cupido para que Dido se quedara prendada de él. Una historia, en
definitiva, bien construida pues se nota que la autora, una gran conocedora de
la antigüedad clásica, sabe hacernos llegar la historia que nos cuenta de la
forma más sencilla posible.
De esta forma, Isabel
Barceló consigue que nos enganchemos en su lectura desde las primeras páginas,
y se nos haga amena y entretenida. El estilo es directo y el lenguaje utilizado
sencillo pero contundente. Si a ello le unimos unos diálogos breves y directos,
así como unas descripciones concisas, pues el lector lo agradece. En todo
momento y siempre empleando estas premisas nos daremos una idea de cómo se va
desarrollando el pasaje que estamos leyendo.
Dido Reina de Cartago es una novela histórica que no va a
defraudar porque tiene todos los ingredientes necesarios para que el lector
disfrute de la historia por lo que recomiendo su lectura.
La autora:
Isabel Barceló Chico (Sax, Alicante) es licenciada en Filosofía y Letras. En el año 2009 publica, bajo el sello de la editorial Es ediciones, la novela histórica Dido, Reina de Cartago. También es autora de numerosos artículos y relatos cortos publicados en España y México. Obtuvo la prestigiosa beca Valle-Inclán de literatura concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores para la Real Academia de España en Roma.
Entre sus obras publicadas destacan Descubriendo tesoros y Valencia, que tienen como objetivo la divulgación del patrimonio. Es autora del blog literario «Mujeres de Roma».
Título: Dido Reina de Cartago
http://mujeresderoma.blogspot.com
Es ediciones, 2009
Diseño de portada: Vittorio Cacciatore
ISBN: 9788492760084
Nº páginas: 283