viernes, 31 de mayo de 2024

Reseña El cisne de Vilamorta, de Emilia Pardo Bazán.


 



                         








Datos técnicos:




Título: El cisne de Vilamorta.

Autora: Emilia Pardo Bazán.

Editorial: Libro de Dominio Público.

Publicación inicial: 1885

ASIN: B007258MRY.

Formato: Libro Digital.

Idioma: Español.

Nº pág.: 304.




Sinopsis:




El cisne de Vilamorta narra el amor apasionado de Leocadia, maestra de dicha localidad, con Segundo, un apuesto joven poeta de este pueblo, que alimenta el amor de su amante con poesías de Bécquer y que, fracasadas sus expectativas de mejora social y económica, emigra a América. Leocadia no puede soportar la ausencia de quien tanto había amado.





Opinión Personal:





En enero del presente año leí y reseñé en este blog una de las pocas novelas que Doña Emilia Pardo Bazán ambientó en Madrid, Insolación (reseña). En esta ocasión me decanto por El cisne de Vilamorta, quizás no tan conocida como las que más fama le dieron, alguna de las cuales comenté en mi cuaderno de bitácora: La Tribuna, Doña Milagros, Memorias de un solterón o Insolación. Hace años leí Los pazos de Ulloa, su obra más significativa. Sin embargo, tengo que reconocer que, mientras me sumergía en su lectura, no tenía muy claro si el interés por la trama estaría al nivel que me provocaron las que cito en este párrafo. Pero con el paso de los capítulos me dije que es una lectura muy atractiva, por el desarrollo de los mismos, el elenco de personajes que transitan por sus páginas y, sobre todo, por el desenlace que no deja indiferente, dada la decisión que toma Leocadia, la maestra del pequeño pueblo de Vilamorta, al no sentirse correspondida por Segundo García.

(Pazo de Banga-Carballiño, Ourense)
El cisne de Vilamorta relata la historia de Segundo García, un joven poeta de este pequeño pueblo del interior de Galicia y la de Leocadia Otero, la maestra, que siente un amor apasionado por el hijo del abogado. Ambos son dos personajes que atrajeron mi atención en todo momento, si bien es el apuesto joven el que cobra un mayor protagonismo. Un protagonismo que se incrementa desde que se esparce la noticia de que Don Victoriano Andrés de la Comba desea pasar las fiestas y la vendimia entre sus convecinos, porque hace ya algunos años que no visita Vilamorta, sobre todo desde que ocupa cartera ministerial en Madrid. Segundo García se dice que tiene una gran oportunidad ante la ilustre presencia en la villa, porque está convencido de que es la oportunidad deseada para poder encontrar un empleo en la capital que le permita hacer realidad sus ensoñaciones poéticas. La presencia de la esposa del que representa los intereses del distrito al que representa, origina una serie de episodios en los que el protagonista se prenda de la belleza y buen porte de Nieves.

Por lo que leí en alguna información que recopilé en Internet sobre esta novela, parece que Vilamorta es el trasunto literario de Carballiño (Orense), población en la que veraneaba la condesa de Pardo Bazán en el pazo de Banga, propiedad de la familia de su marido, José Quiroga, en donde la familia pasaba la época de la vendimia. Durante este período el pazo  protagoniza varios capítulos de la novela, en los que se describe la recolecta de la uva, pero al mismo tiempo el trasiego que hay en esta fortaleza, por los invitados que acoge el señor de las Vides en esta época del año. Episodios de contraste, porque el lector se sorprenderá con situaciones jocosas impropias de los moradores. Incluso me pregunté si la relación que mantienen Don Victoriano y su esposa Nieves guardan un cierto paralelismo con el último período del matrimonio de la autora.

En mi opinión, entiendo que no es fácil encuadrar El cisne de Vilamorta en una corriente literaria concreta, porque el realismo está muy presente en el día a día de esta población gallega, aunque diría que también se percibe el naturalismo en determinadas escenas. Escenas en las que entiendo que hay una cierta crítica social, como la diferente perspectiva con la que se muestra la vendimia en el pazo del señor de las Vides, el trato que recibe la maestra Leocadia por quienes pertenecen a una escala social diferente a la suya, o la crudeza con la que el narrador omnisciente describe algunas escenas de la matanza, sin olvidarme de las alusiones al contexto histórico que vive el país, manifestadas a través de los partidarios de los liberales o los absolutistas. Oto tanto sucede con elementos propios del romanticismo, pese a la advertencia de la condesa de Pardo Bazán en el prólogo: «El romanticismo, como época literaria, ha pasado, siendo ya casi nula su influencia en las costumbresMás, como fenómeno aislado, como enfermedad, pasión o anhelo del espíritu, no pasará nunca». Este es el caso de los dos personajes principales, Segundo García, que él mismo se denomina El Cisne de Vilamorta, porque para su gloria poética considera impropio firmar las obras que lo encumbrarán con un nombre tan corriente y pueblerino. Leocadia Otero, la maestra de este pueblo del interior de Galicia, ssiente pasión por el joven poeta. Atrajo mi atención el idealismo que se refleja en esta novela, por los episodios que protagoniza Segundo, en los que le confiere una visión poética al paisaje que le rodea, en el que en varias ocasiones alude al sonido que provocan los pinos que parecen hablar, lo que me pareció una alusión al poemario de Eduardo Pondal Quexumes dos pinos.

(Balneario Carballiño, Ourense)
La condesa de Pardo Bazán refleja a lo largo de los capítulos elementos regionalistas propios de Galicia, como la tradición de la la matanza o la vendimia y cómo se contrata a quienes desean trabajar en la recolección de la uva o las verbenas de la época, al igual que el empleo de vocablos gallegos en las conversaciones -que no impiden la comprensión del diálogo- o incluso en alguna descripción. Como es habitual en la autora de Los pazos de Ulloa, traza su propio diccionario geográfico gallego, en el que nos encontramos con ciudades, poblaciones, barrios o calles que son el reflejo literario de localizaciones reales de las que se sirve para ubicar las tramas de sus novelas o cuentos. En El cisne de Vilamorta hace lo propio: la casa familiar es el pazo de las Vides, Vilamorta es el equivalente literario a Carballiño (Ourense), y entiendo que el río Avieiro se corresponde con el Arenteiro.

Por las páginas de El cisne de Vilamorta desfilan un elenco de personajes que representan a las clases sociales de Vilamorta, a través de los que se muestra el día a día del microcosmos creado por la autora de La cuestión palpitante. El lector los conocerá tanto por los rasgos físicos como por el marcado perfil psicológico que los definen. El joven poeta Segundo García y la maestra Leocadia Otero son los que están trazados con más profundidad. Segundo García es un personaje con el que es difícil empatizar, dada la actitud soñadora que muestra, por lo que no  reconoce la realidad que le rodea. Leocadia es incluso más idealista, porque está onvencida que las visitas que le hace el poeta hacen realidad su fantasía, por lo que su percepción de la realidad es mucho más lejana. Sin embargo, se siente interés por este personaje por las circunstancias personales que le rodean. Entre los demás personajes, destaco al ministro Victoriano Andrés de la Comba y el papel que desempeña su esposa Nieves, sobre todo desde que atrae la atención del poeta que lee y declama poemas de Bécquer. Atrajo mi atención también el papel que desempeña el padre de Segundo García, abogado, y la relación que mantiene con su hijo, al igual que forma de actuar según el cliente que solicite sus servicios. No deja indiferente el hijo de Leocadia, Minguitos -fruto de un incesto-, por los cuidados que necesita, dada la discapacidad que tiene. Un niño de quien está muy pendiente la criada de la casa, Flores, lo que originará varias discusiones entre este personaje y Leocadia.   

(Plaza Mayor-Carballiño, Ourense)
Me gustó mucho El cisne de Vilamorta. La condesa de Pardo Bazán planifica y desarrolla una historia atractiva ambientada en Vilamorta, trasunto literario de Carballiño (Ourense). A lo largo de los 28 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, la novela refleja con realismo el día a día del ambiente rural gallego, en el que también se describen escenas costumbristas, conjugadas de forma magistral con elementos propios del naturalismo y del romanticismo. Está protagonizada por dos personajes perfilados con rasgos idealistas, Segundo García y Leocadia Otero, la maestra del pueblo, si bien es el joven poeta quien tiene una mayor presencia. Pese a lo que acabo de comentar, Leocadia no deja indiferente por el amor apasionado que siente por el aspirante a ocupar un lugar destacado en el Parnaso patrio, pero sobre todo porque tiene que cuidar a su hijo Minguitos- frunto de un incesto-, por quien se preocupa la criada de la casa, Flores, de fuerte carácter, dada la discapacidad del niño. El joven poeta protagoniza una serie de episodios en los que se percibe que no acepta la realidad que le rodea, sobre todo desde la llegada a Vilamorta del ministro Victoriano Andrés de la Comba para pasar las fiestas y la vendimia, porque hacía años que no visitaba a sus convecinos. Segundo García se siente atraído por Nieves, la esposa del ministro, lo que dará lugar a una serie de episodios en los que la intriga está presente, porque en ocasiones se presiente que puede ser correspondido, dada la actitud indecisa que muestra la mujer en determinados episodios. En mi opinión, entiendo que la trama va de menos a más, sobre todo en el último tramo, por los giros que tienen lugar, desenlace incluido. El estilo de la insigne autora es preciso y ágil, con un lenguaje adaptado en los diálogos a la condición social de los personajes, entre los que incluye algunos vocablos en gallego.



Biografía:




Escritora y periodista española (A Coruña, 1851-Madrid, 1921), Emilia Pardo Bazán es  considerada como una de las novelistas clave en el realismo y el naturalismo español del siglo XIX y principios del XX. No solo fue un referente literario, sino que su defensa de los derechos de la mujer la convirtió en una de las primeras feministas españolas.

De familia noble, Pardo Bazán recibió una esmerada educación en su Galicia natal y, tras contraer matrimonio, se instaló en Madrid durante unos pocos años antes de viajar por toda Europa donde la escritora completó su formación en varios idiomas.

Tras el nacimiento de su primera hija, la escritora publicó su primera obra, Pascual López (1879), a la que siguieron Un viaje de novios o La tribuna, en la que ya se puede apreciar la influencia del movimiento naturalista.

Sus ensayos sobre literatura, en los que analizaba, por ejemplo, la obra de Zola, fueron publicados en un solo volumen que provocó gran polémica y que estuvo a punto de acabar con su matrimonio, cosa que sucedió a los pocos años.

Pardo Bazán inició una relación con Benito Pérez Galdós, también escritor naturalista, aunque ambos mantuvieron con obras como Insolación o La prueba, una tendencia cercana al cristianismo y al conservadurismo, elemento diferencial respecto al mismo movimiento en países como Francia.

De su obra ensayística habría que destacar obras como La cuestión palpitante, Polémicas y estudios literarios y La literatura francesa moderna.

Pardo Bazán bse mostró muy activa para combatir el sexismo existente entre las élites intelectuales españolas de la época, fundando en 1892 La Biblioteca de la Mujer y proponiendo a otras escritoras para ocupar puestos en la RAE.

Emilia Pardo Bazán murió en Madrid el 12 de mayo de 1921.









miércoles, 29 de mayo de 2024

Reseña Ciudad de cenizas, de Kike Corella.


 









Datos técnicos:




Título: Ciudad de cenizas.

Autor: Kike Corella.

Editorial: Almuzara.

1ª edición: 10/2023.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-11317-66-5.

Idioma: Español.

Nº pág.: 288.




Sinopsis:




En la Barcelona de 1909, Enrique Hernández, un joven sereno, se topa con un extraño olor a quemado mientras patrulla las calles del barrio de La Seca. Al entrar al domicilio, la policía encuentra una montaña de ceniza sobre unos zapatos de mujer delante de un sillón. El resto del mobiliario está intacto y tanto la puerta como las ventanas estaban cerradas por dentro. ¿Cómo pudo ocurrir tal tragedia?

Eloy Pavía, reputado inspector del nuevo cuerpo de vigilancia y antiguo comisionado en Scotland Yard, se hace cargo del caso. La aguda perspicacia y el estilo poco convencional de Pavía harán un tándem excelente con la juventud y enorme pasión de Hernández, que desde el primer momento se verá envuelto en esta investigación. Juntos se embarcarán en una búsqueda incansable de pistas, adentrándose en las sombras de una ciudad obrera y agitada por la Semana Trágica.

Ciudad de cenizas es una fascinante novela policíaca que te sumergirá en la Barcelona de principios del siglo xx, una ciudad bella y salvaje que se convierte en un protagonista más de la historia. Kike Corella, con unos personajes inolvidables y su habilidad para recrear la atmósfera de la época, nos transporta a un mundo lleno de intriga y sorpresas que atrapa al lector.




Opinión Personal:





Parece que este año va de descubrimientos literarios, en lo que autores se refiere, y sobre todo si hablamos de que disfruté con la lectura de una buena ópera prima, como Ciudad de cenizas (Almuzara, 2023), de Kike Corella (Barcelona, 1983). Como acostumbro a decir en estos casos, el escritor barcelonés entró en este mundo de la narrativa patria con una magnífica carta de presentación, con una novela que cualquiera diría que es su debut como escritor. Ciudad de cenizas es una novela policíaca que tiene ingredientes atractivos para entretener al lector, al igual que un claro trasfondo histórico, una exquisita ambientación, con la cuidad condal como escenario de la trama y un personaje más de la novela, al igual que dos sabuesos que creo que han venido para quedarse; cuando menos, durante algún tiempo.

(Carrer Flassaders-Barcelona)
Ciudad de cenizas tiene también el atractivo de que la trama es de corte clásico, en la que los incondicionales de sir Arthur Conan Doyle no perderán detalle de la nueva pareja literaria de investigadores policíacos: el sereno Enrique Hernández y el inspector Eloy Pavía. Ambos son dos protagonistas que no tienen desperdicio, tanto por lo dispar de su personalidad como por el entendimiento que empieza a manifestarse entre ellos, a media que se desarrolla el primer caso que investigan, en las que se percibe influencia de los cánones holmesianos. Al primero le cambia la vida de la noche al día, y nunca mejor dicho. Hernández vive en Barcelona desde hacer dos años y «Mi tarea en el cuerpo consistía en deambular por las calles que se me habían asignado en el barrio de La Seca. Anunciaba la hora y el tiempo; la una y lluvioso, las dos y sereno» (pág. 9). El veterano inspector Eloy Pavía forma parte del cuerpo de vigilancia y seguridad de Barcelona, en la delegación de la calle Ortigosa.

Es el sereno quien relata desde la distancia en el tiempo el primer caso que investigó junto al que fuera comisionado de la Policía Gubernativa Española en Scotland Yard. Hacía su ronda nocturna «Sin embargo, en aquella ocasión no había fuego, tan solo un leve olor a chamuscado que se percibía al pasar por la angosta calle de Flanderss» (pág. 9). Un sereno que es testigo de cómo cambia la fisonomía de la ciudad condal durante la que se conocería como Semana Trágica, en la que se desata una revuelta popular provocada por la orden del Gobierno de Maura para enviar reservistas a la Guerra del Rif. Una revuelta popular que comienza con una calma tensa tras ser convocada una huelga general para el día 26 de julio de 1909. En este sentido, diría que el título y la portada de la novela son un claro resumen de lo que sucede durante esas fechas en Barcelona, tanto en relación con la revuelta popular a la que me acabo de referir, como a las cenizas que originan la investigación del caso que le asignan al inspector Pavía. Un inspector al que le llama la atención el interés que muestra Hernández, una vez que los miembros del cuerpo de seguridad tienen que forzar la puerta, previa orden judicial, para irrumpir en el piso. Un piso en el que no dan crédito a lo que ven, dadas las circunstancias en la que encuentran el cuerpo calcinado; incluso se llega a sugerir que, tal y como encuentran las dependencias del mismo, pudo haber sido provocado por una combustión espontánea.

Kike Corella planifica y desarrolla una trama consistente en la que no queda ningún cabo suelto hasta que el inspector reúne las pruebas pertinentes que demuestren la credibilidad del desenlace fundamentado que expone ante el juez encargado de dictaminar la sentencia correspondiente. Una trama muy de corte clásico en la que no faltan presuntos sospechosos, por la relación que declaran haber mantenido con la víctima, una vez descubierta su identidad con las técnicas científicas de ese entonces. En este sentido, es interesante el que se mencionen y describan la trascendencia que tiene la dactiloscopia, técnica científica con la que podrán identificar con mayor seguridad al criminal de turno. El autor juega muy bien esta baza, porque es consciente que mantiene la intriga en el lector, y que Pavía sabe cómo hacer su trabajo: tiene muy claro que es necesario controlar a quienes pueden tener algún motivo para ensañarse de tal forma con la víctima. Con el paso del tiempo y las preguntas estudiadas que les hace en los interrogatorios, ellos mismos muerden el anzuelo al sentirse acorralados, por lo que cada vez tiene más claro quién cometió el crimen, con el aliciente añadido de que Henríquez se queda con las ganas de conocer su identidad. En mi opinión, remata la novela con un desenlace atractivo, no sólo por el corte clásico del mismo, sino también porque todavía falta una sorpresa, que me llamó la atención, pero que está más que fundamentada.


(Iglesia Santa Marta-Barcelona)
Los personajes están bien trazados, sobre todo con un marcado perfil psicológico. Son personajes representativos de la época, porque a través de ellos se refleja el malestar que se percibe en la población ante la decisión tomada por el Gobierno de Maura. Todos son ciudadanos de a pie, lo que se refleja en las opiniones que muestran unos y otros en torno a la huelga general declarada y su parecer sobre la llamada a los reservistas. En este sentido, Hernández y Pavía tienen una opinión muy similar, si bien el inspector es consciente de que prima su labor como policía por lo que, a medida que se recrudece la huelga general, se verán involucrados en varios episodios en los que la vida de ambos corre serio peligro, dada la crudeza de los enfrentamientos que hay en varias zonas de Barcelona, sobre todo en el tercio final de la novela. Son muy diferentes las opiniones de los dos protagonistas, si bien respetan sus pareceres, no sólo en lo referente a esos días convulsos que viven, sino también en la forma de entender la vida uno y otro. El sereno es más mundano, porque se siente muy ligado a la ciudadanía, y en el inspector influye mucho su reconocido catolicismo: acepta el hecho de que Hernández visite los prostíbulos en sus momentos de ocio, pero no le recrimina el empleo que hace en su tiempo libre, sobre todo desde que presencia en determinados episodios la relación que mantiene con una de las prostituta del burdel Madame Butterfly.

A lo largo de los 46 capítulos de corta extensión en los que se estructura Ciudad de cenizas, transitan un elenco de personajes de los que estuve muy atento. Kike Corella los muestra en los primeros capítulos de forma superficial para ahondar en ellos a medida que avanza la investigación, en la que incluso diría que se produce un efecto dominó. Por un lado están las historias personales de los posibles sospechosos de de haber cometido el asesinato, y por otro están los miembros que trabajan en la delegación del cuerpo de vigilancia del distrito de Ortigosa, en el que me atrajeron la forma de ser y actuar del agente Narváez o el trabajo que realiza el fotógrafo Fabregat con el trípode que tanto llama la atención de Hernández. Sin duda alguna, los posibles sospechosos que guardan relación con la drástica muerte de la persona hallada en un piso de la calle Flassaders forman un grupo interesante, sobre todo desde que es identificada, al igual que la subtrama que se descubre una vez que se recaba la suficiente información de la que se deduce la verdadera labor que realizaba.

La novela se complementa con una ambientación exquisita, que incita al lector a realizar un viaje literario en el tiempo a Barcelona, en unos días en los que se cambiaría la fisonomía de la ciudad, no sólo por el empuje de modernización que emprenden las autoridades, sino también por los episodios que destruirían edificios durante la ya mencionada Semana Trágica, muchos de ellos religiosos. Enrique Hernández describe el barrio de La Seca, con el que está familiarizado de sus rondas nocturnas por las calles que le asignaron puesto en el cuerpo de serenos. Barrio que describe con precisión nítida, de tal forma que el lector imagina que lo acompaña por la ya mencionada calle Flassaders; la Rech Condal, en donde se reúnen con el jefe para darles las últimas indicaciones antes de comenzar su jornada laboral; la calle Baja de San Pedro, en donde se ubica la casa de huéspedes -muy peculiares- en la que vive, o el burdel de Madame Butterfly sito en la confluencia de la calle Fassaders con la de Las Moscas. En varios tramos se mencionará los inicios de la construcción de la que en un principio llaman Gran Vía A, y que más tarde llevará el nombre de Vía Layetana, y los derribos que conllevan esta obra, entre los que está incluida la iglesia de Santa Marta, a la que se cita en varias fases por los episodios que guardan relación con este edificio religioso. Durante las investigaciones que realizan el inspector y el sereno describe también los episodios que tienen lugar una vez que la huelga general es una realidad, porque en su recorrido se encuentran con una serie de incidentes, algunos de los cuales provocan situaciones tensas, con alguna sorpresa para el narrador. El autor también hace un guiño a su barrio, Poblenou, a donde muestra escenarios de interés, que incitan a ser visitados, al igual que el resto del itinerario que realizan por la ciudad condal.

(Carrer Pujades.-Poblenou-Barcelona)
Disfruté mucho con la lectura de Ciudad de cenizas, magnífico debut del escritor barcelonés Kike Corella. Me encontré con una trama policíaca consistente de corte clásico y bien hilvanada, en la que no queda ningún cabo suelto ni el autor se saca de la chistera episodios con los que sorprender al lector, sobre todo a la hora del desenlace. Un desenlace que se desarrolla siguiendo las pautas de las novelas clásicas del género y en el que al lector le espera todavía alguna sorpresa, bien fundamentada, como lo demuestra el inspector en el desenlace durante su exposición de los hechos. Hechos relatados en primera persona por el sereno Enrique Hernández a lo largo de los 46 cortos capítulos en los que se estructura la novela, con un relato cautivador, ágil, y con un estilo sencillo pero cuidado, con el que recrea con realismo la atmósfera de una época muy convulsa. Enríquez, en su turno de noche, percibe un olor a chamuscado, en una de las calles que tiene asignadas en el itinerario que le corresponde. La portera del edificio le advierte de la intensidad del mismo, por lo que tiene que dar parte al cuerpo de seguridad y vigilancia del distritoEl inspector Pavía es el encargado de investigar este extraño suceso luctuoso; incluso se cree que pudo producirse mediante combustión espontánea, dadas las características en las que fue hallado el piso una vez irrumpen a la fuerza en su interior, previa orden judicial. Entiendo que es el primer caso al que se enfrentan los dos protagonistas en una minuciosa investigación que origina que los hechos que guardan relación con el mismo se narren en pequeñas dosis, por lo que la intriga está muy presente a lo largo de los 46 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Con las técnicas científicas que utiliza la policía en ese entonces, les lleva tiempo identificar a la víctima, y ordenar la detención de quién o quienes decidieron ensañarse con ella de semejante forma, al igual que otra muerte violenta que tiene lugar durante el transcurso de las pesquisas, en las que se adentran en las sombras de una ciudad obrera y agitada por la Semana Trágica, como adelanta la sinopsis. 




Biografía:



Nació en el barrio del Poblenou (Barcelona) en 1983. Se licenció en Humanidades y en Administración y Dirección de Empresas y más tarde cursó un Postgrado en Márketing Estratégico. Compagina la escritura con varias horas de llaneo por la ciudad y es, además, profesor en la Universitat Politécnica de Catalunya. Desde el año 2007 escribe artículos culturales y de viajes en publicaciones como La Clave, Time Out, Traveler o Guía Repsol. Ciudad de cenizas es su primera novela publicada y también es el primero de los casos del sereno Hernández y el inspector Pavía.





Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomadas de la web de la editorial Almuzara. Imagen del Carrer Flassaders tomada de la web myhiltonheadrental.com. Imagen de la iglesia de Santa Marta y de las fábricas del Carrer Pujades tomadas de la web del diario La Vanguardia.  





lunes, 27 de mayo de 2024

Lecturas semana 22/2024: El cisne de Vilamorta, de E. Pardo Bazán y Las voces del barranco, de M. D. García Pastor.

 








Comenzamos la última semana del mes de mayo. En lo que a lecturas se refiere, le toca el turno a la novela corta de Doña Emilia Pardo Bazán, El cisne de Vilamorta, y a la nueva novela de María Dolores García Pastor, Las voces del barranco. 


Sinopsis: 

El cisne de Vilamorta narra el amor apasionado de Leocadia, maestra de dicha localidad, con Segundo, un apuesto joven poeta de este pueblo, que alimenta el amor de su amante con poesías de Bécquer y que, fracasadas sus expectativas de mejora social y económica, emigra a América. Leocadia no puede soportar la ausencia de quien tanto había amado (304 pág, eb00k).






Sinopsis: 



 Una niña abandonada por su padre antes de nacer. Una madre incapaz de superar el abandono de su marido. Un pueblo aislado del mundo cuyos habitantes hallan aliciente en la fabulación y la maledicencia. Todo ello y mucho más en una novela coral sobre mujeres que se atrevieron a desafiar las convenciones de su época. Rencores, venganzas, amor, espiritismo, la lucha feminista en sus inicios, el cinematógrafo, atentados anarquistas. En una época de grandes cambios algunas mujeres se atrevieron a enfrentarse al mundo y a su estricta moral para vivir a su manera. Esta es la historia de la Ursula, una de las protagonistas de El domador de lagartijas, y de cómo y por qué llegó a ser lo que fue. Pero también es la historia de Clemencia, una muchacha de casa bien que tomará las riendas de su vida más allá de los límites de su pueblo y su familia (490 pág, rústica con solapas).







 


jueves, 23 de mayo de 2024

Reseña Tiempos para la Lyrica, de Jon Arretxe.

 









Datos técnicos:




Título: Tiempos para la Lyrica.

Título original: Lyrica garaia.

Traducción: Cristina Fernández.

Autor: Jon Arretxe.

Editorial: Erein.

1ª edición: Mayo/2023.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-9109-896-6.

Nº pág.: 216.




Sinopsis:




Tras su paso por París y Madrid, Touré está de vuelta en la Pequeña África de Bilbao. Le preocupa Sa Kené, a quien, en su último encuentro, apreció marcas y moratones en su cuerpo. El burkinés tratará de esclarecer lo que le ocurre a su amiga, y en el camino se topará con múltiples obstáculos y más de una sorpresa dolorosa.

Ya sea por la nueva ley que regula la prostitución, por la gentrificación, o por los cambios profundos que están transformando la ciudad, el barrio de San Francisco deberá afrontar la realidad de un futuro inmediato e incierto.

En Tiempos para la Lyrica, la novena novela de la saga de Touré, Jon Arretxe combina magistralmente, y desde la marginalidad, detalles del paisaje del barrio de San Francisco y de su ambiente con diálogos enteramente memorables, sin dejar de lado el humor. La intensa trama atrapará al lector y lo llevará hasta un sorprendente desenlace.




Operación Personal:




El peculiar detective-vidente Mahamoud Touré es uno de los personajes literarios de novela negra y thriller con los que más disfruto. Sin duda alguna, el escritor basauritarra Jon Arretxe, aunque en la actualidad reside en Arbizu (Navarra) creó un carismático protagonista que no tardó en ganarse la fidelidad de quienes seguimos sus peripecias. Este protagonista es un antihéroe en torno al que giran tramas que no tienen desperdicio, de corto recorrido, porque la mayoría de ellas no llega a las doscientas páginas; algunas las sobrepasa, como la que hoy reseño y no dudo en recomendar, Tiempos para la Lyrica, aunque su extensión no alcanza las 230. Unas tramas que, además, son una crónica social del barrio bilbaíno de San Francisco, porque el lector sigue el día a día de quienes pueblan este zona de la capital vizcaína, conocida como la Pequeña África, porque en ella habita un universo variopinto de razas, procedente de este y otros continentes, caso de los inmigrantes latinos o asiáticos, como se puede comprobar en cualquiera de las novelas que conforman esta saga. En este sentido, el autor crea una atmósfera con tal realismo que ofrece la sensación de que todo lo que sucede entre las calles de este barrio no tiene lugar en Bilbao, si no es por las referencias que ofrece el protagonista y narrador, que es el propio Touré.

(Plaza Corazón de María-Barrio San Francisco Bilbao)
Tiempos para la Lyrica es la novena entrega que protagoniza Mahamoud Touré, si bien es la séptima que leo y reseño en este blog. Pese a lo que acabo de comentar, no me hizo falta leer las dos primeras, porque Jon Arretxe mantiene al lector al tanto sobre las peripecias vividas por este inmigrante sin papeles llegado a España desde Burkina Faso en busca de un futuro mejor, para conseguir un empleo digno que le permitiera enviar dinero a su familia, que vive Gorom-Gorom.

El autor tiene muy claro cuál es el guion a seguir para que el burkinés no pierda su esencia, porque las vicisitudes a las que se enfrenta suponen un gran aliciente para interesarse por el nuevo título que protagoniza este carismático personaje. Como si de Hércules se tratara, se enfrenta a todo tipo de problemas, cada cual más difícil, con el añadido de se los encuentra sin él buscarlos. Lo más habitual en el submundo en el que está inmerso es que no haya reglas de juego para solucionar los imprevistos a los que se enfrentan quienes forman parte de este particular universo. La mayoría de quienes lo conforman temen que la aparición de la policía local signifique para ellos su detención y expatriación, con lo que se pone fin al viaje incierto en el que se embarcaron, por carecer de la documentación requerida para que puedan deambular sin problemas por el país que los acogió. Pero, antes de que esto suceda, a Touré no le queda otra que quitarse de en medio, porque se mete en problemas muy peliagudos, en los que la sangre suele estar también presente.

Touré es muy amigo de sus amigos, por lo que si algo le pasa a su compañero de piso-patera, Osman; a Xihad, camarero en el Berebar, pero sobre todo a su querida amiga y compañera, con derecho a roce, Cristina - a quien llama Sa Kené, y trabaja en una farmacia de la barriada, no duda en apoyarlos en lo que haga falta; pero, sobre todo, a la pelirroja. A Touré le preocupa las marcas y moratones que le vio a su amiga en Madrid, ciudad por la que el subsahariano deambula mezclado entre los habitantes del barrio de Lavapiés, para por fin poder disfrutar de una nueva vida a costa del suculento tesoro acumulado tras dedicarse al hurto, en el que estuvo acompañado de una experta avezada en este arte de apropiarse de lo ajeno. Ya en la capital vizcaína,  percibe que el barrio empieza a cambiar porque, como dice en algún episodio, si a Bilbao le han lavado la cara, han omitido asear el trasero de esta ciudad. Y ese trasero es, precisamente, la Pequeña África. Un lavado de cara del que forma parte un personaje que es conocido por el apodo de Gabi el Guapo, y que protagonizará algunas escenas que levantan una sonrisa, pero también sorpresas. Las circunstancias conducen a este sujeto a toparse con Touré, quien ve en él la posibilidad de obtener unos ingresos que le alivien por un tiempo sus vacíos bolsillos, junto con el empleo de vigilante que le ofrece la tía de Sa Kené, Loles, que regenta uno de los pocos clubs de alterne que están abiertos en la calle Cortes, conocida sobre todo en sus buenos tiempos como La Palanca. El subsahariano encuentra muy preocupada a Lola, quien le pide que esté muy pendiente de su sobrina.

(Ermita San Roque-Monte Pagasarri-Bilbao)
Jon Arretxe planifica y desarrolla una trama muy negra, escrita a ritmo de thriller. El título llama la atención, porque guarda relación con el dicho que dijo Bertold Brech ante el surgimiento del nazismo en Alemania. Una trama en la que la prostitución, los malos tratos, los altercados, pero sobre todo las drogas, están muy presentes. La presencia en el barrio de un personaje del que desconfían lleva a Touré a estar muy pendiente de sus pasos, por si pudiera guardar alguna relación con la vigilancia que se siente obligado a realizar. Una vigilancia que le adentra en las entrañas de un mundo oscuro que creía ya olvidado, por lo que la investigación que realiza se vuelve muy compleja, no sólo en Bilbao sino porque también tiene que realizar un viaje inesperado a Burdeos. Episodios que llevan a Touré a enfrentarse a una de las principales mafias bordelesas de estupefacientes. Una mafia que le lleva a actuar sin escrúpulos para satisfacer las órdenes indicadas, porque sabe que ejecutan las amenazas a rajatabla, y no quiere que le sobresalten con más “mensajes” y quizás un desenlace desagradable. Esta subtrama contiene una serie de giros y de acción, en los que están presentes la sangre y episodios funestos.

Me gustó mucho la ambientación de la novela, como ya es habitual en esta serie. Una ambientación que está muy de acorde con las vicisitudes que vive Touré, y que incitan a conocer de otra forma lugares que tienen otra cara en el día a día de los bilbaínos o los bordeleses. En esta ocasión, el subsahariano tendrá que frecuentar lo que en el barrio conocen como el Bilbao Blanco, en cuyo deambular el lector conocerá desde su perspectiva construcciones icónicas que han ayudado a darle una nueva imagen a la ciudad, como el Museo Guggenheim o La Alhóndiga y recorridos habituales de los bilbaínos en sus días de asueto, como el monte Pagasarri. Otro tanto sucede en Burdeos, en donde se citará con un contacto que le proporcionan en el barrio, y en el que estuve muy pendiente de la destreza que muestra el joven Irat, que le ofrece el contacto como lazarillo para que le ayude en sus menesteres. El protagonista y narrador describe de forma muy visual localizaciones muy conocidas o concurridas y que aprovecha para ver cumplido el propósito de su viaje, caso de la Plaza de los Capuchinos, la Rue Sante Catherine o la Place Leon Duguit, en donde mantiene con un dandi sin techo un diálogo que no tiene desperdicio.

(Rue Sante Catherine-Bordeaux-France)
Touré es uno de los personajes literarios de novela negra y thriller con los que más disfruto. Tiempos para la Lyrica es la novena entrega de la serie que protagoniza, aunque en mi caso no leí las dos primeras. Es un antihéroe en torno al que giran unas tramas que no tienen desperdicio. Jon Arretxe tiene muy claro cuál es el guion a seguir para que el burkinés no pierda su esencia, porque las vicisitudes a las que se enfrenta suponen un gran aliciente para interesarse por el nuevo título que protagoniza este carismático personaje. En Tiempos para la Lyrica, Touré está de regreso en Bilbao, porque, tras la visita que recibe de su amiga y compañera Cristina en Madrid –a la suele llamar Sa Kené- le preocupan las marcas y moratones que tiene en el cuerpo. Le sorprende el cambio que empieza a mostrar el barrio de San Francisco -la Pequeña África- por la dichosa gentrificación, pero también una mayor presencia de la policía local, porque se incrementa el consumo de droga, la prostitución y los altercados. Loles, que regenta uno de los pocos locales de alterne de La Palanca, le pide a Touré que la vigile, porque le inquieta la seguridad de su sobrina Cristina.  En Tiempos para la Lyrica, Touré vuelve a encontrarse con un mundo  oscuro que creía ya olvidado. Un mundo oscuro en el que los giros y la acción están muy presentes, al igual que episodios desagradables, porque el burkinés se enfrenta a una de las principales mafias bordelesas de estupefacientes. Tiempos para la Lyrica es una novela negra escrita a ritmo de thriller. Al igual que sus predecesoras, el ritmo es ágil y muy dinámico. La trama está narrada por Touré en primera persona con una voz narrativa que imanta, y adaptada a percepción que tiene el protagonista sobre el mundo que le rodea. El lector se encontrará con diálogos memorables, en los que, pese a las circunstancias que rodean a los personajes no falta el humor, lo que suponen un aliciente más para afrontar una lectura muy entretenida en la que están muy presentes los giros y la acción, con escenas desagradables y luctuosas, y un final sorprendente, aunque me temía que podía entrar dentro de lo posible, tal y como está perfilado el protagonista antihéroe.



Biografía:



Es doctor en Filología Vasca, licenciado en Educación Física y ha completado, en los conservatorios de Bilbao y Vitoria, sus estudios de piano y canto. Desde el año 2004 reside en Arbizu (Navarra). Este polifacético y existoso autor tiene la creación literaria por oficio, ofrece conferencias sobre sus libros o viajes y, además, canta ópera.

Su incursión en la escritura fue a través de la literatura de viajes, 7 Colores, Tubabu, El sur de la memoria, ...aunque durante los últimos años se ha centrado en el género negro. Ha publicado títulos como Shamarán, Sueños de Tánger o La banda de Arruti...y, fundamentalmente, la saga de su detective-vidente Touré. Un personaje a través de cuyas andanzas el autor nos hace partícipes de las vivencias y penalidades de los «sin papeles». Autor inagotable, también ha escrito literatura dirigida al público infantil y juvenil, con títulos como Hacia la Gran Muralla o Los latidos de la Tierra.


Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de Erein. Imagen de la Plaza del Corazón de María tomada de la web Bilbao Ría 2000. Imagen del Monte Pagasarri y la ermita de San Roque tomada de la web Flickr. Imagen de la Rue Sante Catherine en Bordeaux tomada de la web Visiter Bordeaux.














jueves, 16 de mayo de 2024

Reseña La colina de los gatos, de Eva Baeza.

 











Datos técnicos:




Título: La colina de los gatos.

Autora: Eva Baeza.

Editorial: Caligrama.

1ª edición: Abril/2020.

Libro en formato digital.

ASIN: B09MZ8KBKH.

Idioma: Español.

Nº páginas: 433.




Sinopsis:




La relación entre Lola y su hija siempre estuvo marcada por los silencios, las ausencias y los secretos de un pasado del que no está dispuesta a morir sin desvelar. La necesidad de ser escuchada por la hija y la pulsión por exorcizar los demonios que siempre la acompañaron, llevará a la protagonista a sumergirse en un viaje en el que el sufrimiento y las ansias de redención serán el denominador común de su desgarrador relato. Una extraordinaria historia de amor llevada hasta sus últimas consecuencias. Un conmovedor relato sobre la vida y la muerte, el perdón y la redención.





Opinión Personal:





A través de la red social Instagram descubro autores y novelas que atraen mi atención, y no dudo en tomar nota de ellas como futuras lecturas. Este es el caso de la ópera prima de la escritora barcelonesa Eva Baeza, La colina de los gatos. La colina de los gatos contiene una historia muy atractiva, en la que los sentimientos, las sensaciones y las emociones están muy presentes, y cobran protagonismo, en los episodios que preceden al estallido de la Guerra Civil pero, sobre todo, durante la contienda fratricida y, en especial, en los episodios devastadores y atroces que viven los malagueños por la llamada carretera de la muerte, porque son conscientes de que la ciudad sitiada está a punto de ser tomada por las tropas sublevadas, y por las crueles e irónicas amenazas que vierte sobre ellos Queipo de Llanos. Antes de pasar a comentar mis impresiones, he de reconocer que me llamó la atención el título. Un título que, en principio parece no guardar relación con la guerra civil española pero, a medida que se suceden los capítulos me digo que es muy acertado, por el significado que tiene para la protagonista. Como digo en estos casos, prefiero que sea el lector quien descubra su atinada elección.

  ( Diada Sant Jordi-Plaza Cataluña-Barcelona)
La colina de los gatos es una historia familiar en la que que la abuela Lola guarda un secreto  en la intimidad, pero no está dispuesta a morir sin desvelárselo a su hija, como adelanta la sinopsis. Un secreto que muestra el choque entre tres generaciones de una misma familia enfrentadas por los diferentes puntos de vista que les separan sobre la visión del mundo que les rodea, y en particular, por la interpretación que les sugiere la noticia que provoca un gran impacto en la hija de la abuela Lola, Ana. Un episodio que provoca un mayor distanciamiento entre ambas, que ya está marcado desde hace tiempo por los silencios y las ausencias. Andrea, Lola y Ana son las tres voces que construyen un relato que no deja indiferente. Un relato en el que el amor es el eje sobre el que gira el desarrollo de esta historia. Un amor que distancia, pero que también acerca, porque la abuela siente un gran cariño hacia su nieta, que le corresponde con el mismo afecto. Un amor que, pese a los sonidos de tambores de guerra cada vez más cercanos, no impidieron que siguiera su curso, pese a los riesgos que corrían sus encuentros furtivos. De hecho, entiendo que la novela puede catalogarse como histórico romántica.

Eva Baeza planifica y desarrolla una trama muy bien construida, sin dejar hilos sueltos que hilvanar en una historia cargada de realismo, en la que se refleja la exhaustiva labor de documentación que llevó a cabo, sobre todo en lo que se refiere a la historia de la abuela Lola, y los acontecimientos que vive y marcan a este personaje, como la caída de Alfonso XII, la proclamación de la Segunda República, la Guerra Civil Española y la Posguerra. Es una historia de personajes potentes, perfilados con marcados rasgos psicológico, tanto en los que tienen mayor protagonismo como en los secundarios.

La historia comienza en la Diada de Sant Jordi, en una Barcelona llena de gente atraída por fecha tan señalada para los barceloneses. Andrea almuerza con su madre -escritora de éxito- «Acomodadas en una tranquila mesa del final del salón, advertía cómo mi madre atraía las miradas de aquellos comensales que recordaban haberla visto en la televisión o en la cubierta de alguno de sus libros» (páginas iniciales capítulo 1) en un restaurante del Paseo de Gracia. Una historia que provoca atención desde las primeras líneas porque la joven lanza a su progenitora un buen dardo, con el que le anima a escribir sobre la ya fallecida abuela Lola. Propuesta que origina un diálogo con fuego cruzado que sirve como reclamo para que el lector no pierda detalle de todo lo que sucede a lo largo de 32 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, agrupados en tres partes diferenciadas.

(Carrer Petritxol-Barcelona)
Sin duda alguna, el comienzo de esta novela es muy atractivo, porque nos encontramos de partida con unas relaciones familiares que no pasan por un buen momento. Estos primeros episodios sirven como espoleta para que esté muy pendiente de todo lo que sucede a lo largo de los capítulos, porque en cada uno de ellos se desarrollan episodios que atrajeron mi atención. Entiendo que, el hecho de estructurar la trama en tres partes diferenciadas es la fórmula de la que se sirve la autora para comprender mejor la vida de sufrimiento de alguien que lleva consigo un pasado difícil de olvidar pero que, sin embargo, vive y disfruta un presente aderezado por episodios que la revitalizan y ayudan a recuperar un tiempo perdido, porque le tocó vivir en una época en la que imperan unas normas que no le permitieron ser la persona que siempre tuvo el afán de aprender, para desenvolverse mejor en un mundo en el que las mujeres tenían encomendadas de antemano unas labores concretas. Tres partes en las que se suceden los relatos en primera persona de Andrea, Lola y Ana: nieta, abuela e hija, en este orden. Lola sabe adaptarse a los tiempos actuales, en los que se prenda, en especial, de la música de su querido Freddie Mercury, pero también de otros grupos de la época que le atraen. De hecho, se llevará una sorpresa inesperada, en la que se muestra como si fuera una adolescente que va a disfrutar en vivo y en directo de uno de sus ídolos. Otro tanto sucede con los episodios que protagoniza con su vecino Vicente, un peculiar personaje con el que mantiene muy buenas relaciones. Relaciones que sorprenden a Andrea, aunque también por otros motivos que descubre con el paso de los capítulos. Esta es una parte relatada a base de saltos temporales, introducidos cuando el episodio de turno se presta a ello, en el que también su nieta cobra protagonismo, porque decide desplazarse a Tenerife con su amiga Noemí, aceptando formar parte del proyecto que le propone.

La segunda parte está escrita en forma epistolar. Una larga carta que Lola dirige a su hija Ana, a quien se la entrega Andrea tras fallecer la abuela. Una carta le cuenta todo el sufrimiento que la acompañó en una época muy convulsa, en la que sintió cómo su mundo, ya frágil, estalla por los aires con la fratricida guerra civil. Una guerra civil que tiene su antesala en la inestabilidad que surge tras la instauración de la Segunda República, y que provoca el exilio de Alfonso XIII una vez conocidos los resultados de las elecciones municipales de 1931 y que ganó el Frente Popular. Una historia de penuria y duro trabajo, aunque también vivió una preciosa historia de amor que se fragua a fuego lento, desde el momento en el que un joven desconocido es aceptado por su padre para que le echara una mano en el mucho trabajo que le proporcionaba las viñas, «Mi familia siempre vivió de las viñas que tuvieron en una ladera bien ventilada de la cuenca del río Seco» (cap. 5). Una historia en la que se percibe cómo se forja el fuerte carácter de Lola, no sólo por las labores que desempeña en la casa, ni tampoco porque ayuda a su padre en el trabajo, sino que se endurece sobre todo con el espeluznante episodio que le toca vivir -conocido como La Desbandá-, y que tiene lugar a principios de febrero de 1937, fecha en el que miles de malagueños son evacuados por la carretera que une Málaga y Almería, tras el asedio al que es sometido la ciudad por el ejército sublevado. A La Desbandá hay que unir la soledad de su padre, que decide permanecer en Torrox, y tener que dejar atrás al que considera que es su gran y único amor. Un viaje infernal mitigado en cierta medida por la compañía que le proporciona Tomás, con quien emprende una nueva vida de trabajo y penurias en Barcelona, en donde también padece las consecuencias del asedio del ejército franquista.

La tercera parte, titulada La desbandá, la mayor tragedia de la guerra civil, encerrada políticamente. Parte narrada por Ana, y que comienza con la labor de investigación que realiza sobre ese espeluznante episodio del que «No tenía ni idea, madre, ni idea de que mi vida pudiese tener una conexión tan atroz con ese espeluznante episodio» (primeras páginas de la tercera parte). Del desgarrador relato de su madre deduce en la actualidad determinados episodios que vivió junto a ella durante su infancia, cuando fue contratada para trabajar en casa de los Monfort, una familia de posibles afecta al régimen. Un diario que, tras leerlo, le provoca un carrusel de sensaciones en las que no faltan los reproches, llenos de preguntas que quedaron sin respuestas en su momento,  pero también de nostalgia, en la que está presente la vida con sus padres en el pisito del Paralelo, así como el viaje que siente que tiene que hacer al pasado, a la tierra de sus padres, a Torrox, y ver en primera persona los lugares que le menciona en la carta que le escribe.

(Faro Torre del Mar-Málaga)
En mi opinión, entiendo que La colina de los gatos es una novela de personajes, pese a que me gustó mucho la ambientación espacio-temporalTodos ellos parecen cobrar vida propia, por los certeros rasgos físicos y psicológicos que los caracterizan. Son las tres narradoras de esta adictiva historia quienes sobresalen sobre un elenco de secundarios que los acompañan en su devenir. Tres mujeres que tienen un fuerte carácter, que representan a tres generaciones de una misma familia que vivieron tiempos muy diferentes, lo que queda bien reflejado a lo largo de los capítulos, porque los choques entre ellas son frecuentes. Andrea fue quien me resultó más distante, quizás por la inestabilidad que percibí en su personalidad, porque me dio a entender que no tenía muy claro el camino a seguir; aunque me atrajo, sobre todo, lo unida que está con su abuela. Junto a ellas hay un nutrido grupo de personajes secundarios que no dejan indiferentes, por el papel que desempeña cada uno en el día a día de las tres mujeres. Sin duda alguna, entre ellos destaco a Manuel quien, tras fallecer su esposa, tiene la gran responsabilidad de hacerse cargo de sus tres hijos, trabaja con tesón para mantenerlos, y los aconseja con frases lapidarias forjadas por la experiencia que le dan los años, sobre todo a Lola, que es quien le ayuda y cuida de su hermano pequeño, porque su hermana Isabel se marcha a trabajar al pueblo a la mansión de los Sevilla, como doncella personal de la propietaria, una familia de rancio abolengo. El seminarista al que acabo de mencionar, -conocido con el apodo de Cai, por su origen- protagoniza una subtrama muy atractiva, no sólo por su relación sentimental con Lola, sino también por el pasado que lo acompaña. Mariquilla, la amiga inseparable de Lola en su juventud. Ya en Barcelona, destaco el papel de doña Reme, que se ganaba el pan cosiendo día y noche prendas de abrigo para los combatientes, y la acogida que les brinda a Lola y Tomás, pese a los recelos iniciales.

Me gustó mucho La colina de los gatos, ópera prima de la escritora barcelonesa Eva Baeza. Como digo en estos casos, la autora presenta sus credenciales en el panorama literario nacional con un buen trabajo que muestra el talento narrativo que tiene. Con un estilo ágil, cuidado, cercano y envolvente, con el que crea una atmósfera realista, tres voces narrativas desgranan la vida de la que considero que es la protagonista de esta historia, la abuela Lola, un personaje inolvidable y que no deja indiferente, e incluso levanta alguna sonrisa, sobre todo en la primera de las tres partes en las que se divide la trama. La colina de los gatos es una novela con un marcado trasfondo histórico, pero también tiene elementos propios de la novela romántica, porque Lola vive precioso romance labrado a fuego lento y oculto a ojos de los demás. Con el paso de los episodios se prenda del exseminarista de origen gaditano, pero llegado de Salamanca, con quien un día se topó en el viñedo de su padre, quien lo admite para que le ayude en el trabajo. Sin embargo, presiente que las circunstancias que la rodean, sobre todo desde que es una realidad el estallido de la guerra civil española y el espeluznante episodio que vive en primera persona, conocido como La Desbandá, le llevan a comprender que es un sentimiento intenso del que no podrá desprenderse. Pero hay también alusiones a las relaciones homosexuales en varias fases de la trama que se manifiesta en dos de los personajes, uno de los cuales se siente sorprendido ante el vuelco que le supone una relación de esta índole, aunque la toma con naturalidad. La ambientación espacio-temporal le confiere un realismo tal a la trama, que en todo momento tuve la sensación de que presenciaba en vivo y en directo todo lo que sucede en esa zona de la provincia de Málaga durante la segunda parte de la novela. En este sentido, me atrajo, sobre todo, el día a día de los habitantes de Torrox, y los trabajos que realizan, como los ingenios azucareros de la provincia de Málaga, los olivares o las tierras que originarán grandes problemas, sobre todo a los latifundistas, con la aprobación de las reformas agrarias que llevan a cabo los gobiernos de la II República al igual que los parajes que rodean a una población cuyos habitantes presumen de tener el mejor clima de Europa.



Biografía:  



Eva Baeza (Barcelona) estudió Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona y Turismo y Gestión de Empresas Hoteleras en CETT Barcelona. Los veranos que pasa en una localidad del sur de España y la revelación de que sus antepasados por línea paterna proceden de un pueblo cercano, desde hace más de trescientos años, le inspiraron para recrear el escenario de La colina de los gatos, su primera novela publicada.



Notas: Datos técnicos, sinopsis, fotografía y biografía de la autora, tomada de la web de Penguin Libros. Imagen de la Plaza de Cataluña en Barcelona tomada de Wikipedia. Imagen del Carrer de Petritxol en Barcelona tomada de la web raynaud-avocast.fr. Imagen del faro de Torre del Mar tomado de la web Málaga hoy.