Sinopsis:
Hay
una manera de ser de pueblo como hay una manera de ser de ciudad. En
la ciudad las cosas cambian de prisa; los altos edificios, las luces
y los automóviles que no cesan, esconden como pueden el
apresuramiento atontado de la multidud, los gozos -si los hay- y las
penas, si te paras a pensar. Una ciudad pesa tanto que da pavor
pensar en ella. El pueblo está ahí, sumiso, apagado, mezclándose
cada vez más con el color de la tierra. ¿Que han pasado cuarenta y
ocho años y vuelves de las Américas? ¿Y qué? En Castilla no se
cuenta por años sino por siglos, y allí estarán esperándote, todo
igual, las casas, los árboles, los campos agotados, las gentes
envejecidas, el arroyo que pasa entre cañizos y el polvillo de la
trilla pegado a los muros. Miguel Delibes sabe amar y sufrir su
Castilla tan sola y nos transmite en el primer relato de este libro
la vuelta del emigrante a su tierra, porque ser de un pueblo es un
don de Dios. En la pequeña historia La cada de la perdiz roja habla
del Barbas, viejo filósofo castellano, escéptico y enraizado a la
tierra que conoce sin casi saberlo, las gentes y las perdices, y si
no hay más remedio dialoga con el autor. Diálogo claro, bello, que
parece venir rozado por el viento del fondo de los siglos.
Opinión Personal:
«Cuando
yo salí del pueblo, hace la friolera de cuarenta y ocho años, me
topé con el Aniano, el Cosario, bajo el chopo del Elicio, frente al
palomar de la Tía Zenona, ya en el camino de Pozal de la Culebra. Y
el Aniano se vino a mí y me dijo: «¿Dónde va el Estudiante». Y
yo le dije: «¡Qué sé yo! Lejos,». «¿Por tiempo» dijo él. Y
yo le dije: « Ni lo sé» Y él me dijo con su servicial docilidad:
«Voy a la capital ¿Te se ofrece algo » Y yo le dije: «Nada,
gracias Aniano.»
Leer
a Miguel Delibes es una gozada, por lo menos para mi, y nos ha legado
grandes joyas literarias. Una de ellas es este libro de viajes. Un
libro en el que nos muestra su pasión por la naturaleza y en el que
quedan patentes su afición por la caza y la pesca.
En
Viejas historias de Castilla la
Vieja conocemos a Delibes en
su estado puro, en su defensa a ultranza de todo lo que representa el
medio rural frente a un progreso irracional que implica la
desaparición del campo allá por donde pasa la mano del hombre. El
quería el progreso, pero un progreso racional, pues ese progreso que
deseaba la mayoría ponía en peligro el hábitat natural de los
campesinos. Lo podremos ver en este libro cuando vuelve después de
tantos años de ausencia del pueblo, en el que quedará patente su
miedo a lo que se podía encontrar.
Este libro de viajes
está lleno de recuerdos, de anécdotas de su juventud, de las
costumbres que tenían en el pueblo, de su familia. Todas ellas
narradas con precisión, con un gran conocimiento del medio rural y
humano de los pueblos de la Meseta. Historias como la cruzada del
párroco don Justo del Espíritu Santo para proclamar santa a la
mártir Sisinia, el chopo de los Enamorados, nos hablará de los
hermanos Hernando y otras más que serán todo un deleite para
disfrute de los lectores.
Completa este libro un
relato sobre La caza de la
perdiz roja.
El autor:
Miguel Delibes
(Valladolid, 1920-2010) se dio a conocer como novelista con La
sombra del ciprés es alargada,
Premio Nadal 1947. Entre su vasta obra narrativa destacan Mi
idolatrado hijo Sisí, El
camino, Las
ratas, Cinco
horas con Mario, Las
guerras de nuestros antepasados,
El disputado voto del señor
Cayo, Los
santos inocentes, Señora
de rojo sobre fondo gris o El
hereje. Fue galardonado con
el Premio Nacional de Literatura (1955), el Premio de la Crítica
(1962), el Premio Nacional de las Letras (1991) y el Premio Cervantes
de Literatura (1993). Desde 1973 era miembro de la Real Academia
Española. Ediciones Destino ha publicado sus Obras
completas.
Datos técnicos:
Título: Viejas
historias de Castilla la Vieja
Autor: Miguel Delibes
Alianza Editorial
Lumen
Año de edición: 1976
ISBN: 84-206-1164-6
Nº páginas: 153
Delibes es un escritor con el que no me atrevo, besotes
ResponderEliminarNo conocía este libro de Delibes y mira que he leído obras de él...¡anotado queda!
ResponderEliminarbesos, Paco
Este libro no me llama la atencion pero el año que entra quiero ponerme en paz con el y leer los que tengo suyos abandonados en el olvido de mis estanterías.
ResponderEliminarEste libro tiene que ser una gozada para los cinco sentidos. Cuando un escritor de esta categoría escribe sobre algo que vive, que disfruta, que respira, leerlo es delicioso. Desde luego, lo leeré. No me cabe duda.
ResponderEliminarBesos, Francisco, y felices días
Cita
Tengo por mi madre varias obras suyas...y este año quería leerme el camino y al final nada....a ver si no lo retraso más.
ResponderEliminarUn beso!
Delibes for ever. Un seguro. Que gran escritor.
ResponderEliminarTengo que animarme con este libro de viajes, un género con el que no me he estrenado. Siendo de Delibes, creo que lo disfrutaría.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo pendiente desde hace tiempo, releer algo de Delibes (El hereje, por ejemplo)
ResponderEliminarNo he leído a Delibes porque me da reparo, pero con las buenas reseñas que estoy leyendo gracias al reto de este año, me animaré con alguna novela suya. 1beso!
ResponderEliminarMe gusta mucho Delibes. Este no lo he leído. Besos
ResponderEliminarLos clásicos no son lo mío y las historias de viaje tampoco me terminan de convencer. Las únicas que leo son las de Vázquez-Figueroa, pero son los que menos me gustan de los que ha escrito.
ResponderEliminarEs unos de mis autores preferidos.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta entrada.
Un abrazo.