Sinopsis:
Hubo un tiempo en que
corsarios británicos, bucaneros franceses y filibusteros holandeses eran los
amos del Caribe. Pero poco se ha contado de piratas españoles como Íñigo Santa
Cruz, forzado a convertirse en caballero de fortuna por una patria que
desampara a sus propios hijos y los obliga a vagar por el mundo. En aquella
misma época también había tesoros fantásticos como el de la Dama del mar, por
el que Henry Morgan organizará la mayor flota de filibusteros jamás conocida,
ciudades como Panamá, que se dicen inexpugnables y encienden la codicia de los
hombres, y mujeres como Elena, capaces de provocar la pasión y la ternura del
corsario más insensible. El príncipe de los piratas es la historia de Íñigo
Santa Cruz, llamado Lefthand por los ingleses, tan falsa como todas las
leyendas y tan cierta como cualquier historia de piratas.
Opinión personal:
Emilio Salgari me
acompañó muchos años durante mi juventud con las aventuras de Sandokán, El
Tigre de Malasia, un príncipe de Borneo a quien los ingleses desposeyeron
de su trono y asesinaron a su familia por lo que, como venganza, se dedica a la
piratería acompañado por su incondicional tripulación. Llegué a saberme de
memoria los miembros de la misma, entre los cuales aún me acuerdo de Yánez y
Tremal-naik. Pero también hay otro pirata literario que me trae buenos
recuerdos de aquellos años como es el famoso John Silver, de la
inolvidable novela de Robert L. Stevenson, La isla del tesoro.
He de confesar que tenía
mis recelos con la lectura de El príncipe de los piratas porque cuando
empecé a introducirme en su historia me parecía tener a cada lado a los dos
personajes antes citados observándome con atención porque, según me adentraba
en la historia de Iñigo Santa Cruz, temía que se les mudara el rostro y me
amenazaran con rebanarme el pescuezo si el Caballero de la negra estampa
hacía que me olvidase de ellos para siempre y los enviase a dormir en el limbo
de los justos. Pero no teman, mis queridos piratas, que pese a que la novela
superó con creces la prueba, ustedes siempre estarán ahí ocupando un lugar
privilegiado entre mis héroes favoritos.
Edmundo Díaz Conde nos
llevará al principio por unas aguas tranquilas, una travesía apacible, en la
que apenas nos encontramos con ningún incidente; parece que a la historia que
nos cuenta le falta algo pero a medida que nos vamos adentrando en ella los
vientos empiezan a cambiar y nos encontraremos con todo tipo de turbulencias
que nos invitan a seguir concentrados en su lectura, pues las escenas que se
suceden nos invitan a devorar los
capítulos uno detrás de otro hasta que, finalmente, hemos hecho una larga
travesía sin darnos cuenta y, maltrechos, tras todo lo vivido, logramos regresar
al punto de partida, al final que deseábamos, un final previsible, sí, pero era
el único final que se merecía esta historia, pues tal y como iban surgiendo los
hechos, así lo presagiaban.
La trama de El
príncipe de los piratas gira en torno a un acontecimiento histórico que
tuvo lugar en 1671: «—La única razón por la que os
he salvado la vida es porque, después de Puerto Príncipe, Porto Belo y
Maracaibo, Morgan planea una operación de grandes dimensiones. Se tratará de la
mayor empresa de piratería que hayan visto los siglos. Desde luego, a costa de
España; pero en el fondo dicho ataque no es más que una tapadera: Morgan lo
único que persigue es el tesoro de los tesoros: el oro de la Dama del mar.»
(Pág 34).
Historia y ficción van
cogidas de la mano, bien ensambladas por la imaginación del autor, porque
aprovecha este hecho histórico para ofrecernos una narración cargada de acción,
aventuras, algunas de ellas de corte fantástico, intriga, traición, abordajes,
dosis de situaciones cómicas que no suelen faltar en este tipo de novelas,
viejas enemistades que nos llevarán a conocer el pasado de alguno de los
personajes y ron, mucho ron ¿qué sería de un buen pirata sin su botella de ron
y de los tugurios que visitan para satisfacer sus placeres terrenales?
Iñigo Santa Cruz, un famoso pirata español conocido
como Lefthand, es rescatado de presidio, a punto de morir en la horca, para
formar parte de la expedición que agrandaría todavía más la leyenda del
corsario británico, Henry Morgan. Pero esta misión tenía un precio y no era
otro que el poder encontrarse con su hija, a quien hacía ya tiempo que no veía,
pues vivía con su madre y se sabía que iba ser adoptada por el conde de
Veragua, lo que obligó prácticamente al capitán a participar en la expedición
para, a su regreso, lograr recuperarla.
Narrada
en tercera persona, El príncipe de los piratas está estructurada en
cuatro partes, más un prólogo y un epílogo. El autor utiliza un estilo directo
y un lenguaje sencillo y cuidado salpicado de términos marinos y exclamaciones
propias que suelen adornar, en ocasiones, los diálogos entre este tipo de
personajes.
Edmundo Díaz Conde nos
ofrece una ambientación de la época que nos lleva a viajar con la imaginación
al siglo XVII, a una España en decadencia bajo el reinado del último de los
Austrias, Carlos II. Pero también visitaremos los exóticos parajes del Caribe,
como las islas de Jamaica y Tortuga, y nos adentraremos en el istmo de Panamá,
objetivo principal del viaje, para hacerse con el que decían legendario tesoro
de La Dama del mar.
Nos encontraremos con
una España en crisis, una España venida a menos con las arcas del Estado
maltrechas. En diversos pasajes se nos relatarán las penurias por las que pasa
la población. «—Nuestros recursos apenas nos dan
para sostenernos. —Y a modo de explicación—: El Estado está siempre en quiebra
y los donantes son cada vez menos. Tendremos que cerrar el hospicio, si el
señor no lo remedia». (Pág. 83).
Pasarán ante nosotros un
gran mosaico de personajes, entremezclándose ficticios e históricos, como el
mismísimo Henry Morgan, el gobernador de Jamaica sir Modyford o el
también gobernador español de Panamá, Juan Pérez de Guzmán. Personajes bien
definidos de forma que nos familiarizaremos con ellos, así como con la
tripulación que acompañará al capitán Santa Cruz en su singladura,
representativa de todos los rincones del país. El asturiano Andrade, el gallego
Téllez, Pablet el valenciano o los simpáticos hermanos Melquíades, Ginés y
Blas, a los que le tomaremos mucho cariño, así como a la cocinera Amadora o al
joven de los ojos verdes, a quien el segundo de a bordo, Alonso de Valdivia,
siempre dice que su cara le suena de algo. Sus conversaciones no tienen
desperdicio porque se asemejan mucho a lo que se escucha hoy día: «—Os equivocáis, compañeros. España es mucho más que
Madrid. ¿Y sabéis por qué? Porque Madrid no es casi nada. Porque no hay una
España, sino veinte. Por eso no es España, sino las Españas.¿O es que la
Mezquita es menos nuestra que el Escorial? (pág. 106).
El
príncipe de los piratas ha
cumplido con el propósito que tienen las novelas de aventuras, como es el de
hacernos pasar un momento agradable disfrutando de su lectura, trayéndome a la
memoria aquellos años en los que era frecuente en mi surcar literariamente los
siete mares en busca de aventuras acompañado de marinos intrépidos.
El autor:
Edmundo Díaz Conde nació
en Orense en 1966. Se licenció en Derecho, carrera que, por convicción, no
llegó a ejercer jamás. Ha trabajado como asesor editorial y colaborado, entre
otras publicaciones, con El Correo de Andalucía y la revista cultural Mercurio
(Fundación José Manuel Lara). Residió en Orense, Santiago de Compostela, Madrid
y, actualmente, en Sevilla. Su primera novela, Jonás el estilita, mereció el
III Premio Ciudad de Badajoz. Su siguiente obra, La ciudad invisible, se alzó
con el finalista del XXXIII Premio Ateneo de Sevilla. El club de los amantes
fue su tercera novela publicada y El veneno de Napoleón (finalista del Premio
de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2008) ha sido publicada en Rusia. Concibe
la escritura como una pasión, además de un oficio. Concibe la vida como un
oficio, algo menos apasionante.
Datos técnicos:
Título: El príncipe de
los piratas
Autor: Edmundo Díaz
Conde
Editorial: Algaida
Editores
Primera edición: octubre
de 2013
ISBN: 978-84-9877-959-2
Nº Páginas: 425
Fuentes: portada de la novela, sinopsis y datos técnicos tomados de la web de algaida; imágenes del Panamá incendiado en el siglo XVII, retrato de Henry Morgan y mapa de la isla de la Tortuga (s. XVII) tomagas de google imágenes.
Gracias a la editorial Algaida por el envío de la novela para su reseña.
Como ya he dicho por la blogosfera a pesar de vuestras opiniones a mí es una historia que no termina de despertar mi interés.
ResponderEliminarHace poco leí una historia marítima y me encantó. Así que no me importaría embarcar otra vez en una nave pirata y disfrutar de nuevas aventuras.
ResponderEliminarUn abrazo
Tiene muy buena pinta, y las opiniones buenas que no paran de aparecer por los blogs lo confirman. Al final me vais a picar y me haré con él.
ResponderEliminarUn abrazote.
Abundamos los piratas,
ResponderEliminarsaludos
Lo tengo pendiente, muchas gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso
Muy buena reseña, en su día como ya he dicho leí a Sandokan de Emilio Salgari y me gusto, aunque yo creo que no es este el momento adecuado para leer este, no lo descarto, besotes
ResponderEliminarMil gracias por tus amables palabras, Francisco.
ResponderEliminarParece muy interesante.
ResponderEliminarEn general coincidimos en las impresiones con esta lectura, es muy entretenida
ResponderEliminarbesos
Muy buena reseña. No la disfruté yo tanto, pero sí que es una novela con muchas virtudes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Como ya he comentado varias veces, este libro no me llama nada la atención a pesar de las buenas opiniones que, en general, está cosechando. Besos.
ResponderEliminarMe resultó entretenida, además del tema no había leído aún nada.
ResponderEliminarUn beso!
El principio de tu reseña... Veo que tenemos unas cuantas cosas en común, porque has citado los mismos piratas que en su día poblaron mi niñez de imágenes. Y sí, el principio de la novela es muy apacible. Demasiado apacible quizás. Aunque luego una vez que acelera no hay ya quien la pare
ResponderEliminarYo también leí muchas novelas de Salgari. Incluso hice un trabajo sobre su vida y lo expuse en clase.
ResponderEliminarLa novela se me hizo un poco lenta al principio, pero luego coge fuerza, y disfruté mucho con las aventuras de Lefthand y su tripulación.
Un beso!
Tengo que terminar de leerlo antes de darte mi opinión; espero que esta aventura me conquiste! 1beso!
ResponderEliminarQué congoja, leer un libro con Sandokán y Silver pendientes de ti :) Me alegro que esta lectura finalmente te resultara entretenida. Yo es que los piratas va a ser como que no.
ResponderEliminarBesos!
Lo tengo ya anotado, me gusta, aunque en general se comente que entretiene y poco más, a mi me llama mucho. Un beso!
ResponderEliminarPues ahora mismo la apunto en mi lista porque me estás convenciendo entre todos. Un besito
ResponderEliminarLo tengo en casa, aún por leer, así que hice trampa el otro día (te leí desde el móvil y no puedo responderte lo hago ahora) y pasé de puntillas por la reseña
ResponderEliminarBesos
Si con tus conocimientos sobre el tema le das el aprobado, entonces merece la pena leerlo. Los únicos piratas a los que me he acercado yo son los de Vázquez-Figueroa. No hay que descartar una lectura porque no nos agrade el género, siempre nos puede sorprender, por lo visto esta novela lo consigue.
ResponderEliminarUna obra que consigue invitarnos a vivir aventuras
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