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domingo, 30 de junio de 2024

Reseña El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.

 






         




Datos técnicos:




Título: El coronel no tiene quien le escriba.

Autor: Gabriel García Márquez.

Editorial: Club Bruguera.

1ª Edición: Junio/1980.

Año de publicación inicial: 1958.

Encuadernación: Tapa dura.

ISBN: 84-02-07207-0.

Idioma: Español.

Nº páginas: 145.




Argumento:





El coronel es un veterano de la última guerra civil colombiana que malvive en una casa de una villa en la costa atlántica del país junto a su esposa. Durante 15 años, el coronel va cada viernes a la oficina de correos del puerto con la esperanza de recibir una confirmación con una pensión de veterano de la guerra civil. Sin ninguna fuente de ingresos, la única esperanza de ganancia es un gallo de pelea, heredado de su difunto hijo, que el coronel ha estado criando en su casa durante varios meses, con la intención de hacerlo pelear en enero y obtener un beneficio de las apuestas.







Opinión Personal:






De Gabriel García Márquez sólo leí, y hace años, Cien años de soledad, la novela que le ha dado a su autor fama universal, y que recuerdo que me gustó mucho. De nuevo me acerco a su universo literario con la que es considerada una de las mejores 100 novelas escritas en español durante el siglo XX, por el El Mundo, El coronel no tiene quien le escriba.

(Guerra de los Mil Días-Colombia)
Por aquel entonces, García Márquez es corresponsal en París, del diario colombiano El Espectador. El cierre de este rotativo en la capital francesa supone un golpe económico para el escritor. Un escritor que trabajaba en la que sería su novela La mala hora, y decide guardarla en un cajón para escribir la historia de un coronel que luchó en la guerra civil colombiana, llamada Guerra de los Mil Días, y que cada viernes se dirige a la oficina de correos del puerto, con la esperanza de recibir una carta que le confirme la aprobación de la pensión que le corresponde como veterano de esta contienda fratricida. Sin embargo, antes de ser publicada como novela en 1962, el manuscrito pasó por manos de cinco editores. Parece ser que la obra parte de un hecho biográfico, porque tiene como punto de partida un episodio protagonizado por su suegro, también coronel. Basada en esta novela el director mexicano Arturo Ripstein rodó una película en 1999, por por si algún lector siente interés en verla.

Antes de exponer mis impresiones quiero resaltar que no es una novela que se pueda recomendar alegremente, sino que entiendo que es apta para quienes quieren disfrutar de una buena historia en la que se reflejan las características que marcan la narrativa de quien recibió el Premio Nobel de Literatura de 1982, y es considerado como padre del realismo mágico. Un realismo mágico que ya se percibe en esta historia y, con las primeras alusiones a la mítica población ficticia de Macondo y al coronel Aureliano Buendía. Pese a que fue escrita y publicada en los primeros años de la segunda mitad del siglo pasado, el narrador omnisciente incide en aspectos que están muy vigentes en la actualidad. Aspectos relacionados con la realidad de un país en el que la población está sometida a los dictados de los gobernantes. Muestra la esperanza, pero también la desazón del protagonista ante la no recepción de la carta que le puede devolver la dignidad, porque está convencido de que las autoridades nacionales tienen la obligación de cumplir el compromiso prometido a los excombatientes que participaron en una contienda que supuso un duro golpe para Colombia.

El narrador omnisciente describe cómo el coronel malvive con su esposa, enferma de asma, en una casa en las afueras de una población ubicada en la costa atlántica colombiana. En la trama se refleja un claro trasfondo histórico marcado por las consecuencias derivadas de esa guerra civil, como se podrá comprobar a lo largo de los capítulos. Consecuencias que en determinados episodios alteran la vida de sus habitantes. Alguno provoca situaciones tensas, pese a que los ciudadanos son conscientes de que saltarse las ordenanzas pueden acarrearles serios problemas. Una de ellas lo vive el protagonista, al reencontrarse con un personaje que le trae amargos recuerdos.

Me encantó la atmósfera que crea Gabriel García Márquez a lo largo de los siete capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama. Una atmósfera provocada por la angustia, por la desazón que acompaña al coronel, cada vez que se acerca al puerto para ver si la lancha trae en la saca de correos la ansiada carta. El que se respira la miseria que reina en la casa que comparte con su esposa. También es agobiante el calor sofocante que reina en esa estación del año, unida a los escasos medios que tiene la mayoría de población para combatirlo. Época en la que, sobre todo en octubre, para el coronel supone un «mes aciago en los intestinos» (pág. 9).

(Fotograma película El coronel...)
Pese a la enfermedad que acarrea, la esposa saca fuerzas de flaqueza cuando el asma le da un respiro y, con carácter, lleva las riendas del hogar. Le hace ver a su marido la realidad en la que viven y cómo tiene que apañárselas para poder alimentarse. Pero el coronel está obsesionado con el gallo de pelea que tiene en casa, que era de su hijo -fallecido hace un año- porque está convencido que es la esperanza que les queda para sacar unos buenos dineros con los que relanzar su paupérrima economía. La tensión se cruza entre la esperanza y la realidad, porque el coronel siente que es pisoteado y necesita alzar la voz para reclamar lo que por derecho le corresponde, pese al carácter idealista que manifiesta, y la nostalgia que lo acompaña.

El coronel no tiene quien le escriba es una novela que merece la pena leer con un ritmo pausado para comprender mejor todo lo que sucede en el pueblo en el que el coronel ansía recibir la carta a la que hace referencia el título de la que considero que es una pequeña joya literaria. Gabriel García Márquez muestra los rasgos que marcan su narrativa, en la que el narrador omnisciente describe algún episodio propio del realismo mágico que predomina en su obra, sin que el lector perciba que traspasa la línea que separa la realidad de la fantasía. El coronel está rodeado de personajes que, en mi opinión, entiendo representan la situación histórica que vive el país, marcada por las leyes impuestas por el partido gobernante tras el final de la guerra civil colombiana, a la que se refiere la voz narrativa. El carácter realista y práctico de la esposa del militar jubilado, el alcalde y su autoridad para que se cumplan las órdenes gubernamentales; don Sabas, y el oscuro origen de su riqueza que, por su forma de actuar, se manifiesta en varios episodios; el médico del pueblo y la relación de cercanía que mantiene con el protagonista, dadas las comunes ideas que defienden; la labor que hace el padre Ángel con la censura, o el peculiar abogado que está a cargo del papeleo que acarrea la pensión del coronel. El coronel no tie lone quien le escriba está narrada con un estilo directo, sin rodeos, con descripciones claras y concisas que ayudan a imaginarse cómo son los espacios por los que transita el protagonista. Espacios que reflejan los escasos ecursos que dispone la mayoría de la población para subsistir. Los diálogos son muy cinematográficos, magistrales, en los que, pese a la situación que se vive, no falta el humor negro «-Parecen zapatos de huérfano -protestó-. Cada vez que me los pongo me siento fugado de un asilo» (pág. 27), la retranca «-Es lo mismo desde hace quince años -explica el coronel-. Esto empieza a parecerse al cuento del gallo capón» (pág. 32) y las frases lapidarias que intercambian, referentes a la situación actual del país «-No hay esperanza de elecciones -dijo el coronel. -No sea ingenuo, coronel -dijo el médico-ya nosotros estamos muy grandes para esperar al Mesías» (pág. 32), e incluso lo que significa un personaje como don Sabas «-Habrá que fusilarlo -dijo el médico dirigiéndose al coronel- La diabetes es demasiado lenta para acabar con los ricos» (pág. 113).







Biografía:






El novelista colombiano nació en Aracataca en 1928. Cursó los primeros estudios en los jesuitas de Bogotá. Más tarde trabajó como periodista de la agencia Prensa Latina de Nueva York, La Habana (donde vivió los favores revolucionarios de 1959) y Bogotá. En 1955 había publicado el relato La hojarasca, en el que aparecen ya los rasgos fundamentales de su narrativa; la creación fantástica de un ambiente colombiano (el imaginario pueblo de Macondo) y una perfecta asimilación de la técnica faulkneriana del monólogo interior. A partir de los años sesenta aparecieron Los funerales de Mama Grande (1962), La mala hora (1966), Cien años de soledad (1967), novela que ha dado a su autor fama universal, El otoño del patriarca (1975). El coronel no tiene quien le escriba (1962), la primera novela que cimentó su prestigio, es el retrato de un fracasado sobre el fondo de una ciudad provinciana.

Nota: Datos técnicos y biografía tomados de Club Bruguera. Argumento tomado de Wikipedia.  Imagen de la Guerra de los Mil Días tomada de wikipedia. Fotograma de la película El coronel no tiene quien le escriba, tomada de la web Ibermedia digital.


viernes, 28 de junio de 2024

Reseña Sueños entre cenizas, de María Suré.


 








Datos técnicos:



Título: Sueños entre cenizas.

Autora: María Suré.

Editorial: Maeva.

1ª edición: Abril/2024.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-19638-77-9.

Idioma: Español.

Nº pág.: 420.




Sinopsis:




El equipo de Lágrimas de polvo rojo, la anterior novela de María Suré, se enfrenta en esta ocasión al asesinato de una joven estudiante en la ciudad de Valencia.

Cuando Diego Lago, profesor de Historia Antigua, se despierta aturdido, encuentra a su lado el cuerpo sin vida de Olivia, su alumna y amante.

El grupo de Homicidios, encabezado por los subinspectores Runa Østberg y Rodrigo Melgar, se encargará de la investigación. Diego ha desaparecido; Rebeca, la compañera de piso de la fallecida, parece que no dice toda la verdad, y Cándido, el extraño vecino de las chicas obsesionado con la muerte y las experiencias extracorporales, en cambio, tiene mucho que contar.

Todo da un giro cuando aparecen unos restos arqueológicos en el piso de la víctima, que guardan un secreto desde hace más de dos mil años.






Opinión Personal:







Disfruté mucho con la lectura de Lágrimas de polvo rojo (reseña) (Maeva 2022), novela negra de la escritora salmantina, afincada en Valencia, María Suré, en la que da a conocer a los subinspectores Runa Østberg y Rodrigo Melgar, de la Policía Judicial de Valencia, que forman parte del Grupo de Homicidios Alquimia 10, pero mucho más con el nuevo caso que protagonizan ambos policías, Sueños entre cenizas, por lo que entiendo que la autora superó el listón marcado por el título que menciono al principio de este párrafo. No es necesario leer primero la novela anterior, porque la voz narrativa ofrece información en determinadas fases sobre el primer caso que investigan; aunque, si se quiere conocer mejor a los miembros de Alquimia 10, sí lo recomiendo.

(Estanque Neptuno-Valencia)
Sueños entre cenizas es la cuarta novela que leo y reseño de María Suré en este blog. Una novela en la que se refleja la evolución en su narrativa, así como el esmero que pone para que los lectores muestren interés por sus trabajos literarios. Unos trabajos literarios que conservan la esencia desde sus inicios como escritora autoeditada, en los que la historia está presente de una forma u otra, y los personajes muestran los valores propios de la condición humana. Lo que acabo de comentar se pone de manifiesto en los policías que menciono en el primer párrafo, porque no sólo se describe su labor policial, sino también la relación que mantienen entre ellos y la circunstancias personales de cada uno. Son conscientes de que influye en el trabajo en equipo que realizan, pero también porque tienen que rendir cuentas ante un comisario muy exigente y de fuerte carácter.

La trama comienza con interés desde las primeras líneas y no decae hasta el desenlace, en el que esperan varias sorpresas. Unas primeras líneas que forman parte de un prólogo que se desarrolla en el año 215 a. C., en Alejandría, en el que el narrador omnisciente nos presenta a un personaje histórico, la alquimista María la Judía, que presencia un fenómeno que le impacta y se hace mil preguntas al respecto. Un fenómeno que provoca las primeras interrogantes en el lector, porque siente interés en conocer qué relación puede guardar este episodio con una trama que se desarrolla en la actualidad. Una actualidad que empieza con un capítulo en el que las escenas que lo conforman describen una muerte violenta, y que se supone que guarda relación con un crimen pasional. Sin embargo, la minuciosidad del trabajo que realizan los subinspectores Runa Østberg y Rodrigo Melgar les impulsa a abrir el abanico de posibilidades necesarias para presentar pruebas solventes con las que cerrar el caso, sobre todo ante la insistencia del comisario Patiño, que les presiona para darle carpetazo con la mayor celeridad posible. La autora es consciente que ambos personajes dan mucho juego a la trama, junto con sus dos compañeros habituales, el informático Quique Vila y el peculiar Lope.

Al igual que Lágrimas de polvo rojo, Sueños entre cenizas es una novela de misterio de corte clásico en la que nada es lo que parece. La trama tiene claros rasgos de thriller porque el interrogante inicial lleva a los dos miembros de la Policía Judicial a investigar quién o quiénes pudieron haber cometido el crimen al que me refiero en el párrafo anterior. La asesinada es Olivia, una joven estudiante que vivía junto con su compañera Rebeca en un piso en Valencia al que se trasladan los dos subinspectores para realizar las primeras pruebas oculares. Una trama estructurada en 51 capítulos titulados más un prólogo y un epílogo, con un ritmo de lectura fluida que entiendo que es constante porque, tal y como se desarrollan, todos los capítulos atrajeron mi atención, finalizados de tal forma que me mantuvieron en vilo por todo lo que sucede en el devenir de esta historia. Los giros inesperados que se suceden dan a entender que la información se facilita en pequeñas dosis. Una trama en la que el lector recibe una información más directa que los personajes y en la que el riesgo se incrementa desde que entra a formar parte de la investigación todo lo relacionado con los restos arqueológicos mencionados en el primer párrafo de esta reseña. Unos restos arqueológicos que incrementa la tensión en la subtrama que gira en torno a estos hallazgos, en la que se percibe que el peligro acecha a medida que avanzan las pesquisas, por lo que son conscientes de que incluso la muerte puede sorprenderles, tanto a ellos como a quienes están relacionados con su desarrollo.

(La Marina-Valencia)
María Suré centra de nuevo parte de la trama en Valencia, en donde tienen lugar escenas que atraen la atención del lector, entre las que sobresalen las que se ubican en La Marina, sin olvidarme de otras localizaciones como la Facultad de Geografía, La Ciudad de las Artes y las Ciencias o El Hospital Universitario. Pero en esta ocasión también hay episodios trascendentales en otras poblaciones de la provincia, como los magníficos parajes ubicados en torno a la pedanía El Palmar, situada en el Parque Natural de la Albufera; el embalse de Loriguilla, la población de Titaguas, en donde vive en una casa de aspecto señorial, algo alejada de esta población, la familia de Olivia, en cuya zona hay unas cuevas que incitan a ser visitadas, porque incluso en algunas se conservan pinturas rupestres, al igual que determinadas zonas de Jávea, en donde viven una parte de la alta sociedad valenciana. En este sentido, la autora ofrece información con trasfondo histórico relacionada con los capítulos en los que cabe compartirla, para que nos hagamos una idea de lo que encuentra la Policía Científica en las zonas que rastrea en busca de pruebas que ayuden a detener a los presuntos culpables.

Pese a que son los subinspectores Runa Østberg y Rodrigo Melgar quienes investigan este caso, estamos ante una novela coral, porque todos los personajes que guardan relación con las dos líneas que siguen cobran un gran peso en la trama, de tal forma que entiendo que, tal y como se desarrolla la labor policial, se produce un efecto dominó, en el que también se incluye a la familia de Olivia como a la de Rebeca, sobre todo a medida que avanza la investigación. Personaje que el lector conocerá en un principio de forma superficial, porque los dos miembros de la Policía Judicial entienden que algunos de los que interrogan les ocultan información que puede ser relevante. Una novela coral en la que la voz narrativa ofrece información sobre los problemas personales que cargan sobre sus espaldas los miembros que conforman el Grupo Alquimia 10, por lo que nos familiarizamos con su día a día y nos ayudan a empatizar con ellos, incluso con el comisario, pese al carácter de este personaje, que cada vez se manifiesta más irritable. A parte de lo que acabo de comentar, atrajo mi atención, e incluso me pusieron en vilo, una serie de episodios de carácter personal que protagonizan. En este sentido, los compañeros se preocupan por lo que pueda pasarles, dado el inestable comportamiento que muestran.

(Tancat de la Pipa-Valencia)
Al igual que me sucedió con Lágrimas de polvo rojo, volví a disfrutar, y quizás todavía más, con Sueños entre cenizas, la segunda novela que protagonizan los subinspectores de la Policía Judicial de Valencia Runa Østberg y Rodrigo Melgar. Sueños entre cenizas es una novela de misterio de corte clásico con rasgos propios de thriller, en la que nada es lo que parece, y el lector recibe una información más directa que los personajes que conforman el elenco que transita por sus páginas. Los dos subinspectores investigan lo que parece ser un crimen pasional en un piso en el que vivía la víctima, Olivia, una joven estudiante universitaria, junto con su amiga Rebeca. Les espera un compleja labor de investigación, porque cada vez están más convencidos de que, durante los interrogatorios a los que someten a quienes guardan relación con ambas jóvenes, les dicen medias verdades. Esta sospecha se incrementa desde que aparecen nuevas pruebas que ratifican sus conjeturas, pero sobre todo desde que se descubren restos arqueológicos en el piso que compartían las dos jóvenes. Sueños entre cenizas es una novela coral porque, pese a que son los dos subinspectores los que llevan el peso de la investigación, hay un elenco de personajes que desempeñan un papel muy equilibrado en la trama. Una trama que tiene un ritmo de lectura fluido, es amena, escrita con un estilo narrativo muy cuidado, en el que los diálogos son naturales, dinámicos y le confieren mucha vida a la trama por la información que aportan. Está estructurada en capítulos cortos titulados, de tal forma que el desarrollo de cada uno de ellos provoca en las últimas páginas una intriga que incita a estar pendiente del devenir de la investigación. Una investigación en la que Valencia vuelve a estar muy presente, pero también poblaciones próximas como la pedanía de El Palmar, Titaguas y Jávea. El narrador omnisciente describe de forma clara y breve unas localizaciones y escenas muy visuales, por lo que ayudan a imaginar cómo son los espacios por los que transitan los personajes, que conforman una trama coral por el peso equilibrado que tienen en su desarrollo. Los dos subinspectores y los agentes que los acompañan dan mucho juego a la novela, en la que también la voz narrativa ofrece información sobre las emociones que los acompañan. Son conscientes que trabajan en equipo, lo que conlleva que se preocupen por los problemas que afectan a sus compañeros, como se podrá comprobar en las escenas de carácter personal que protagonizan, en donde las sorpresas están también presentes, lo que me da a entender que puede haber una siguiente entrega, pese a que el caso quedó cerrado.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la editorial Maeva. Fotografía de la autora tomada de su web de escritora. Imagen del estanque de Neptuno tomado de la web Flickfr. Imagen de La Marina en Valencia tomada de la web de la Comunidad Valenciana. Imagen del Parque Natural Tancat de la Pipa, en El Palmar, tomada de la web  Infos Valencia. 


Biografía:





María Suré (Salamanca, 1973) es una escritora de novela negra y misterio que desde 2015 ha publicado cinco novela. Vive en Valencia y trabaja como analista y programadora informática.

Desde siempre ha sentido un gran interés por el pasado de su ciudad de adopción, lo que le ha empujado a investigar sobre su historia.

En Lágrimas de polvo rojo trazaba un intrigante recorrido por la ciudad de Valencia que continúa en esta segunda entrega, Ciudad de cenizas.










lunes, 24 de junio de 2024

Lectura semana 26/2024: Sueño entre cenizas, de María Suré, y El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.

 








Lecturas de la semana 26/2024:  Comenzamos la última semana del mes de junio (y a allá que se va medio año). Tengo dos lecturas muy diferentes pero atractivas: Sueños entre cenizas, de María Suré y El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez.



Sinopsis: 


El equipo de Lágrimas de polvo rojo, la anterior novela de María Suré, se enfrenta en esta ocasión al asesinato de una joven estudiante en la ciudad de Valencia.

Cuando Diego Lago, profesor de Historia Antigua, se despierta aturdido, encuentra a su lado el cuerpo sin vida de Olivia, su alumna y amante.

El grupo de Homicidios, encabezado por los subinspectores ¡Runa Østberg y Rodrigo Melgar, se encargará de la investigación. Diego ha desaparecido; Rebeca, la compañera de piso de la fallecida, parece que no dice toda la verdad, y Cándido, el extraño vecino de las chicas obsesionado con la muerte y las experiencias extracorporales, en cambio, tiene mucho que contar.

Todo da un giro cuando aparecen unos restos arqueológicos en el piso de la víctima, que guardan un secreto desde hace más de dos mil años (420 pág. tapa blanda con solapas).




Sinopsis: 


El coronel es un veterano de la Guerra de los Mil Días que malvive en una casa de una villa en la costa atlántica colombiana junto a su esposa. La acción se desarrolla en 1958.

Durante 15 años, el coronel va cada viernes a la oficina de correos del puerto con la esperanza de recibir una confirmación con una pensión de veterano de la guerra civil. Sin ninguna fuente de ingresos, la única esperanza de ganancia es un gallo de pelea, heredado de su difunto hijo, que el coronel ha estado criando en su casa durante varios meses, con la intención de hacerlo pelear en enero y obtener un beneficio de las apuestas (145 pág., tapa dura).


jueves, 20 de junio de 2024

Reseña Un testigo llamado Cervantes, de Begoña Valero.


 








Datos técnicos:




Título: Un testigo llamado Cervantes.

Autora: Begoña Valero.

Editorial: Sargantana.

1ª edición: Enero/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-127516-7-3.

Idioma: Español.

Nº pág.: 660.





Sinopsis:




Basada en hechos reales, Un testigo llamado Cervantes narra una insólita historia donde el egoísmo, la envidia y los celos se conjugan ante una justicia que no atiende a razones. Solo la verdadera amistad y el ingenio se aliarán para buscar una justa sentencia.

En 1580 desaparece en Valencia Jeroni, un joven pescador. Dado por muerto, la detención de los presuntos culpables llevará a Pere de Pax, un mercader mallorquín, a averiguar la verdad para intentar salvar a sus amigos de la horca.

Durante el proceso criminal, cuando existe riesgo inminente para la vida de los acusados, el soldado del tercio Miguel de Cervantes llega a Valencia tras sufrir unos penosos años de cautiverio en Argel. Por circunstancias del destino, su testimonio será crucial y desencadenará una serie de extraordinarias apuestas que perturbarán la paz de la ciudad. «Crimen, traición y misterio en una apasionante novela que nos rescata a un joven e intrépido Cervantes, soldado de los tercios y preso en Argel». Antonio Pérez Henares. Escritor, periodista y presidente de la asociación Escritores con la Historia.





Opinión Personal:





De nuevo leo, reseño y no dudo en recomendar una novela que atrajo mi atención en las cuentas literarias que frecuento en Instagram, porque tiene como protagonista al ilustre escritor de nuestras letras Don Miguel de Cervantes Saavedra. El título es Un testigo llamado Cervantes y su autora, Begoña Valero, natural de Banyeres de Mariola (Alicante), si bien reside en Valencia. Sin duda alguna, es una magnífica lección de historia, en la que el lector realiza un viaje literario al siglo XVI. El realismo que destila surte el efecto que acabo de comentar, con el aliciente de que los 45 capítulos titulados más el epílogo en el que se estructura el desarrollo de la trama, bien pudieron haber sucedido tal y como se desarrollan, apoyados en el rigor documental.

(Casa de la Ciudad-Valencia (s. XVI)
Un testigo llamado Cervantes parte de una historia inédita que protagoniza el autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. Una historia que se remonta al mes de noviembre del año 1580 en el que, tras ser rescatado de su cautiverio en Argel por el redentor trinitario fray Juan Gil, declara como testigo en un juicio que se celebra en Valencia por el asesinato de un joven pescador, y que se alarga hasta octubre de 1581. Pese a que la trama se desarrolla a lo largo de 660 páginas, la lectura es amena, adictiva y tiene un ritmo fluido. Está estructurada en 45 capítulos titulados más epílogo, en cada uno de los cuales hay episodios de interés y giros que incitan a estar muy pendiente ante la incógnita que supone el devenir de los personajes que interactúan en las subtramas que la conforman.

Junto a la sólida base histórica de esta novela, entiendo que la trama contiene elementos propios de varios géneros literarios. Como adelanta la sinopsis, el mercader mallorquín mosén Pere de Pax es quien decide averiguar la verdad sobre ese luctuoso episodio para que demostrar que sus amigos están apresados injustamente en la Casa de la Ciudad, por lo que estimo que ejerce labores de carácter detectivesco. A lo que acabo de comentar añado que hay rasgos característicos del thriller, dado que el testimonio de Cervantes origina apuestas que perturban la paz de la ciudad y las consecuencias que se derivan de estas, porque en determinados personajes se refleja el lado más ruin del ser humano. Estuve muy pendiente del proceso judicial abierto sobre este caso, así como del funcionamiento de la justicia en esa época en el Virreinato de Valencia. El proceso judicial está acompañado por escenas carcelarias, en las que se describen las condiciones inhumanas en las que permanecen los presos que son enviados a las celdas según los delitos que cometen. Otro tanto sucede con las penosas condiciones de los cautivos en las prisiones de Argel, llamadas baños; en este caso, el del Rey y el de la Bastarda. Pero también hay lugar para el romance, tanto en Valencia como en Argel, y que originan escenas intrigantes, por el cariz que cobra el de la ciudad de la Berbería, pero también levantan más de una sonrisa, dadas las escenas que se desarrollan al respecto en la ciudad del Turia.

Junto con lo que acabo de comentar en el párrafo anterior, un gran atractivo es el carácter metaliterario que contiene. No sólo por conocer a un joven Miguel de Cervantes que pasa cinco años de cautiverio en Argel, que refleja en parte de su obra, sino también por las alusiones a otros autores, tanto de forma implícita como explícita. A lo largo de la novela se percibe una clara influencia de la narrativa de Blasco Ibáñez, como por ejemplo el punto de partida de la misma, las referencias a la huerta valenciana y a sus pescadores. Otro tanto sucede con la alusión a escritores valencianos porque el recién liberado cautivo en Argel conoce a algunos en la librería del escritor y editor Juan de Timoneda, la más famosa de Valencia. También asiste a las representaciones de la Corrala de la Olivera, que le sorprenden muy gratamente.

Begoña Valero planifica y desarrolla  un complejo entramado, en el que no queda ningún cabo suelto por atar a medida que el desenlace se presiente cercano. Un entramado que comienza in media res. «A pesar de la despiadada lluvia con la que amaneció, esta no fue un inconveniente para que Tonet decidiera salir de buena mañana. Necesitaba buscar productos que aportaran alguna enjundia a la extenuada despensa de su madre» (pág. 13). Pero una serie de episodios le llevan a toparse con una sorpresa que le deja aterrorizado, porque descubre que unas cuencas vacías lo miraban. «No solo eso, había emergido el rostro completo con nariz, orejas boca...La mayor impresión la recibió al comprender que eran restos humanos» (pág. 21) Son dos las líneas argumentales que conforman esta novela, separadas por un breve período de tiempo y que confluyen de tal forma que no me di cuenta de ese nexo, provocado por el interés que muestran el desarrollo de ambas. Subtramas que se alternan a lo largo de los capítulos, cortadas de tal forma que me incitaron a preguntarme qué más podía sucederle en los siguientes episodios a los personajes que interactúan en ellas. La primera focaliza la atención en Valencia, en torno al juicio al que me refiero en el párrafo anterior. La segunda tiene lugar en Argel, en donde el narrador omnisciente relata las adversidades que acompañan al protagonista durante su encierro en la prisión llamada el Baño del Rey, prisión que el Príncipe de los Ingenios refleja -porque en gran parte es autobiográfica-, en su comedia Los baños de Argel.

(Baño Real-Argel -capital actual de Argelia)
La trama de Un testigo llamado Cervantes se desarrolla en un trasfondo histórico interesante, porque el emperador Felipe II tiene varios frentes abiertos en los que mueve los peones según sus intereses. Se preocupa por los cautivos apresados por los argelinos que se dedican al corso, por lo que no duda en facilitar las labores de rescate para que los redentores mercedarios y trinitarios, y mercaderes, rescaten el mayor número de presos posibles capturados y llevados a Argel. El Rey Prudente y el Sultán turco son conscientes de que necesitan alcanzar la paz, o al menos una tregua duradera, para concentrar sus fuerzas y derrotar a otros enemigos que no les dan lugar a respiro. En este interés mutuo cobra trascendencia el espionaje entre ambos bandos, como se refleja en varios episodios de esta novela. Los cautivos en Argel están muy pendientes también de la inestabilidad que muestra el gobierno de la ciudad, por el baile de reyes o beys que se suceden, porque les afecta su forma de proceder contra ellos, de lo que es testigo directo el propio Manco de Lepanto por el trato que recibe de unos y otros.

Merece la pena recrearse con las localizaciones que describe la voz narrativa porque son muy visuales e incitan a imaginarse cómo son los espacios por los que se transitan los personajes, Valencia, Argel y el pueblo de pescadores de El Grao. Argel focaliza la atención del lector en Miguel de Cervantes y otros cautivos presos en las cárceles ya citadas en esta reseña, o que desempeñan trabajos en las casas de quienes los compraron, al igual que las relaciones que se establecen entre los cristianos y los renegados, sin olvidarme de las descripciones que se hacen sobre esta ciudad, por cuyas calles pueden moverse algunos cautivos por deferencia e interés de sus amos centro neurálgico de la piratería. Valencia es un personaje más de la novela por la trascendencia que tiene en la trama. Una ciudad descrita con los suficientes detalles para que el lector sienta que acompaña a los personajes en su recorrido por sus calles, plazas y edificios más representativos, sobre todo aquellos que guardan relación con el juicio tras el hallazgo del cadáver por el joven Tonet, descrito en esta reseña, al igual que por la ruta que sigue Cervantes tras ser liberado, porque le gusta disfrutar de una ciudad que le atrae y pasear entre sus amables gentes. En esa época Valencia está llena de vida y trasiego, por la labor que realizan los mercaderes para transportar sus mercancías por mar a otros puertos mediterráneos de ambas orillas, así como para fletar embarcaciones con las que rescatar a los cautivos presos en la zona del Norte de África denominada Berbería, con el peligro que conlleva el ser abordados por los piratas que andan al corso.

La trama de Un testigo llamado Cervantes gira en torno a la figura del joven Miguel de Cervantes, su cautiverio de cinco años en Argel y la ansiada liberación para retornar a tierras cristianas. No deja indiferente por su forma de ser y actuar, sobre todo por el empeño que muestra en determinadas empresas y su relación y cercanía con los presos que comparten cautiverio con él, a los que trata de ayudar dentro de las limitaciones que suponen las condiciones en las que se encuentra. Pese a lo que acabo de comentar, entiendo que es una novela novela coral por el gran peso que tienen los personajes secundarios que cobran un mayor protagonismo. Personajes secundarios inolvidables, tanto los reales como los ficticios, que corroboran lo que comento sobre esta adictiva trama, y que prefiero que sea el lector quienes lo ratifiquen. Entre los personajes, las mujeres desempeñan un papel trascendental, por la relación que, de una forma u otra, las une con este caso que se juzga en Valencia. Un elenco entre los que se encuentran un buen número de reales y otros ficticios creados por la imaginación de la autora, y que interactúan entre ellos con total naturalidad, y que puede consultarse en el dramatis personae que figura en el epílogo. A través de ellos se ofrece un claro retrato de la sociedad de la época en la España del siglo XVI, pero también son un fiel reflejo de la condición humana. Una condición que se manifiesta, sobre todo en Valencia, desde que se cruzan las extraordinarias apuestas sobre los rumores que se extienden por la ciudad en torno al cadáver hallado descuartizado. En Argel, por los intereses que mueven a los capitanes de las naves moriscas que salen al corso para beneficiarse del lucroso negocio que les ofrece el apresamiento de cristianos. Una condición humana que se refleja en la relación que se mantiene entre los cautivos y de éstos con los renegados. Una relación en la que también está presente la traición y la denuncia, porque pueden beneficiarles estas artimañas que utilizan para obtener un rédito de los propietarios de quienes son privados de su libertad en las cárceles en las que son recluidos.

(Plaza de la Seo-Valencia)
Disfruté mucho con la lectura de Un testigo llamado Cervantes. Es una magnífica lección de historia, basada en un episodio inédito de la vida de Miguel de Cervantes quien, tras cinco años de cautiverio en Argel, testifica en un juicio que tiene lugar en Valencia, al encontrarse descuartizado un cadáver, cuyos restos aseguran pertenecer a un joven pescador valenciano, que vive en el poblado de el Grao. Begoña Valero planifica y desarrolla un entramado complejo, que comienza in media res, que redobla el interés del lector en conocer todo lo que sucede hasta converger en ese potente capítulo inicial y continuar hasta un desenlace atractivo y en donde no faltan las sorpresas. Los episodios son narrados con tal realismo, que bien pudieron suceder tal y como los relata el narrador omnisciente. Episodios en los que se perciben elementos propios de otros géneros literarios, metaliteratura incluida, lo que le confiere un mayor aliciente a la trama, con rasgos propios de la narrativa blasquiana. La novela se desarrolla en un trasfondo histórico interesante, con el emperador Felipe II moviendo sus peones para favorecer sus intereses, entre los que se encuentra su conflicto con los otomanos, sin olvidarse de facilitar el flete de naves para que se pudieran rescatar el mayor número de cautivos en Argel por los frailes redentores dominicos y trinitarios. La autora ofrece a lo largo de los capítulos un fiel reflejo la sociedad valenciana del siglo XVI, sus costumbres y las relaciones interpersonales en las que no falta el empleo del valenciano en los diálogos, sobre todo por las clases sociales más bajas, al igual que en los procedimientos judiciales. Pese al papel trascendental que desempeña Cervantes, entiendo que estamos ante una novela coral, por el peso que tienen en la trama personajes secundarios que cobran protagonismo y en la que trasciende el papel de la mujer, sobre todos quienes, de una forma u otra, guardan relación con el caso llevado ante el Justicia Criminal. Unos pasan un buen tiempo en prisión, con el temor de ser condenados a la horca, los hay también quienes obran con buena fe para resolver o ayudar a resolver este proceso judicial, aunque otros muestran el lado más ruin del ser humano.





Biografía:





Es natural de Banyeres de Mariola (Alicante) y vive en Valencia. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, trabaja en la Generalitat Valenciana. Es autora de las novelas El trabajo de los libros (Editorial Denes, 2012) y La casa del compás (Grijalbo, 2017). Guionista del cortometraje ganador del primer premio en la IV Mostra Internacional de Cinema Educatiu (MICE 2016) titulado El tonto del bote. Ha sido jurado del III Premio Nacional de Novela Ateneo Mercantil de Valencia y de los XXXIX y XL Premio Ciudad de Valencia de narrativa. Es senadora del Museo de la Imprenta y de las Artes Gráficas de Valencia, como reconocimiento a la labor realizada en la difusión de la historia de la imprenta a través de la literatura. Miembro de la Red de Escritoras del Mediterráneo, puesta en marcha por Casa Mediterráneo, un consorcio público dirigido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Miembro de la asociación de Escritores con la Historia, cuya finalidad es dar a conocer la historia de España, a través de la literatura, desde el rigor y el conocimiento. En 2024 es galardonada con el Premio Odilo a la mejor autora novela histórica, por Un testigo llamado Cervantes. Es un prestigioso premio que concede la XXV Semana de Novela Histórica de Cartagena.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de la Editorial Sargantana. Fotografía de Begoña Valero tomada de la web Todoliteratura. Imagen de la Casa de la Ciudad en Valencia, tomada de Wikipedia. Imagen de los Baños del Rey tomada de la web del diario La Vanguardia. Imagen de la Plaza de la Seo tomada del diario Las Provincias. 










jueves, 13 de junio de 2024

Reseña Las voces del barranco, de María Dolores García Pastor.

 









Datos técnicos:





Título: Las voces del barranco.

Autora: María Dolores García Pastor.

Editorial: Palabras de Agua.

1ª edición: Diciembre/2023.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-127169-1-7.

Idioma: Español.

Nº pág.: 490.





Sinopsis:





Una niña abandonada por su padre antes de nacer. Una madre incapaz de superar el abandono de su marido. Un pueblo aislado del mundo cuyos habitantes hallan aliciente en la fabulación y la maledicencia. Todo ello y mucho más en una novela coral sobre mujeres que se atrevieron a desafiar las convenciones de su época. Rencores, venganzas, amor, espiritismo, la lucha feminista en sus inicios, el cinematógrafo, atentados anarquistas... En una época de grandes cambios algunas mujeres se atrevieron a enfrentarse al mundo y a su estricta moral para vivir a su manera. Esta es la historia de Úrsula, una de las protagonistas de El domador de lagartijas, y de cómo y por qué llegó a ser lo que fue. Pero también es la historia de Clemencia, una muchacha de casa bien que tomará las riendas de su vida más allá de los límites de su pueblo y su familia.




Opinión Personal:




El domador de lagartijas (reseña) fue la primera novela que leí y reseñé en este blog de la escritora María Dolores García Pastor (Barcelona1970). Me gustó mucho tanto la historia como el enfoque que le confiere a la trama, ambientada en la posguerra española en un pequeño pueblo ficticio de la provincia de Valencia, porque está reflejada desde la perspectiva de la inocencia infantil, aunque las extraordinarias circunstancias que viven les catapultan a una madurez impropia de esas edades. Al comprobar que su nueva novela, Las voces del barranco, es una precuela del título  citado al principio de este párrafo, tuve muy claro que merecía la pena leerla, porque en ella se habla sobre uno de los personajes que atrajeron mi atención, la temible Úrsula, que en el pueblo tiene fama de bruja. Y ya lo creo que merece la pena conocer su historia.

(Millares-Valencia)
Úrsula vive la vida a su manera porque las maledicencias la empujan a no amoldarse a los dictados de la sociedad, consciente de que determinados personajes catapultan la mala fama que la rodea e influyen en que se redoblen las habladurías de sus convecinos.  Vecinos que la señalan como bruja, porque están convencidos de que utiliza sus malas artes para causarles males que repercutan en su salud, deterioren la de los animales que les dan sustento, o provoque en ellos males mayores. Pese a lo que acabo de comentar, en determinados episodios el lector comprobará cómo algunos de ellos mantienen tratos con este personaje, porque saben que con las hierbas que recoge en el bosque cercano elabora pócimas que les ayudan a curar las heridas que les provocan los trabajos que realizan o incluso enfermedades que les aquejan. En diferente nivel social, Clemencia tiene el mismo objetivo que Úrsula, porque también quiere vivir su vida al margen de los dictados de la sociedad. Dictados que incitan a su hermano a obligarle a que se vaya a vivir una temporada a la capital con su tía para que le ayude a encontrar un buen pretendiente con el que casarse.

Las voces del barranco es una novela estructurada en tres partes bien diferenciadas, cada una de ellas divididas en 16 capítulos. Tres partes que abarcan un período que transcurre desde los últimos años del siglo XIX hasta 1912, en el que se perciben los cambios novedosos que empiezan a influir en el día a día de la sociedad, entre los que en España el feminismo da los primeros pasos con los que las mujeres luchan para que se les reconozcan los derechos que les corresponden en igualdad de condiciones que el hombre. Años de cambios que se reflejan a lo largo de los capítulos, sobre todo los que tienen lugar en la capital, Valencia. Al pueblo apenas llegan noticias de estos avances, salvo el cinematógrafo, a través de Pedro López de Arístegui,  uno de los escasos personajes que se presenta en un lugar que apenas recibe visitas de forasteros, porque desea mostrar a sus habitantes las cortas películas rodadas por los hermanos Lumière, pese a las reticencias iniciales de estos. Otro tanto sucede con uno de los ingenios que empiezan a circular por el país, como el cuatriciclo; en este caso es Agustín Beltrán, el hijo del alcalde del pueblo, quien asombra a sus convecinos al presentarse en casa de sus padres conduciendo uno desde la ciudad del TuriaPersonajes que atraen la atención del lector y provocan las reacciones de los vecinos del pueblo, por las decisiones que toman una vez que deciden pasar un tiempo entre ellos. En este sentido, de entre los muy pocos foráneos que se acercan al pueblo, del que más pendiente estuve fue de  Manuel, dados los episodios que protagoniza avanzada la trama. Para crear su perfil literario, entiendo que la autora parte de un personaje real.

María Dolores García Pastor planifica y desarrolla la trama de tal forma que a lo largo de los capítulos se alternan las historias de Úrsula y Clemencia, por lo que el lector estará pendiente de lo que le sucede a ambas y la relación que mantienen pese la distancia que las separa, sobre todo, desde que la segunda vive en la capital y sólo visita el pueblo en determinadas fechas del año, principalmente por Navidades. La trama comienza con interés porque, pese a que Adelaida está embarazada, su marido la abandona con la excusa de que se marcha para encontrar un empleo con el que mantener a su mujer y al bebé que está en camino. Adelaida siente cómo el mundo se le viene encima al encontrarse abandonada y sola en un pueblo, y por el que transita como un muerto en vida, sin relacionarse con sus vecinos. Es el padre Amable quien se interesa por ella, desde que le advierte que tiene que bautizar a su hija: el sacerdote y la ya mencionada Clemencia ejercen como padrinos de la recién nacida y se comprometen a velar por ella para que no le falte quien tenga que echarle una mano cuando lo necesite. Don Amable le da trabajo en la casa parroquial y el sacerdote enseña a la niña en su tiempo libre, lo que origina que entre ambos se forje una estrecha relación.  

(Amalia Domingos Soler-Espiritista)
Con el paso de los capítulos, Úrsula es consciente de que su destino está marcado,   porque a lo largo de su ciclo vital la acompañan varios personajes que deciden emprender el camino cuando se acostumbra a su presencia, les toma cariño e incluso siente especial atracción por ellos. Un cambio que también se refleja en Clemencia, su madrina, para quien supone una gran sorpresa la forma de vida que la espera, dado el impacto que recibe una vez es acogida en Valencia por su tía Engracia. El fin determinado del viaje que le obligan a realizar se convierte en el descubrimiento de un mundo desconocido para ella, al que no tarda en adaptarse dadas las influencias que tiene la hermana de su padre para ser aceptada por la alta sociedad. Un mundo en el que se siente muy cómoda e incluso le lleva a replantearse la idea inicial que tiene sobre las relaciones sentimentales, porque descubre una pasión insospechada y a la vez prohibida en una época en la que la mujer tiene que amoldarse a los dictados impuestos por la sociedad.

Los ecos del barranco es una novela de personajes, por lo que los espacios por los que transitan pasan a ocupar un segundo plano. Pese a lo que acabo de comentar, me gustaron las descripciones que ofrece el narrador omnisciente sobre el pueblo ficticio en el que viven. Un pueblo ficticio ubicado cerca de Millares, entre barrancos y quebradas. « El pueblo está colgando de la montaña y no tiene más que una entrada o salida, como le quiera llamar, el resto es todo monte. Si hasta dicen que va a dejar de llegarnos el coche y que tendremos que ir caminando hasta Millares a buscarlo...» (pág. 293). Un frondoso bosque en el que Úrsula se encuentra en comunión con la naturaleza, porque de él se sirve para elaborar las pociones que provocan el efecto sanador en quienes solicitan sus servicios, o también para utilizarlos contra quienes sienten aversión hacia su persona. Pociones que trabaja con maestría por las sabias enseñanzas que recibió de Misia Sádaba, una exótica curandera que pasa una larga temporada en el bosque y le enseña todo lo que sabe, advirtiéndole del buen uso que debe darles. Otro tanto sucede con Valencia, a la que tanto los personajes como la voz narrativa citan como la capital pero, por las descripciones que ofrece son localizaciones conocidas de la ciudad del Turia, caso del Nuevo Eixample o la playa de la Malvarrosa, en la que tienen lugar una serie de escenas. Una Valencia en la que la autora describe episodios en la que, de forma puntual, toman parte Joaquín Sorolla y Blasco Ibáñez, y la tía Engracia presenta a Clemencia personajes como Rosario de Mora, con quien no tarda en entablar amistad, Cuquita de Moncada y las sesiones de espiritismo que organiza en su residencia, o Manuel Ortiz, el aspirante a pretendiente de la recién llegada a la ciudad, y muy pagado de sí mismo.

María Dolores García Pastor perfila unos personajes que conforman un universo muy atractivo, tanto los que viven en el pueblo ficticio como en Valencia. Quienes hayan leído El domador de lagartijas se reencontrarán con algún personaje conocido más, caso de Cosme Moreno, el herrero, del que conoce cómo se forjó el matrimonio de sus padres, y entiendo que también Leocadio Beltrán, el hijo falangista del alcalde, quien guarda relación con la familia Beltrán de esta novela. Son muy peculiares los vecinos de Úrsula, de quienes tiene que soportar y combatir las maledicencias que se vierten sobre ella, aunque también los hay que son moderados y prestan más atención a su trabajo, y no dudan en relacionarse con quien lleva una vida diferente a la suya. La forma de actuar de sus habitantes origina que se sienta rechazo hacia a ellos. Tienen el chismorreo como principal distracción, porque fuera del trabajo no saben en qué ocupar su tiempo libre, dado que apenas reciben visitas que les saquen de su rutina, y reciben las novedades que cuentan quienes apenas les visitan, al igual que la prensa, que les llega con mucho retraso. Por eso son habituales los corrillos en episodios que atraen su atención, para poder opinar e interpretar a su manera lo que han visto y hacer creer a los demás que la suya es la versión correcta. Incluso el alcalde, Cándido Beltrán, es la comidilla del pueblo en determinadas facetas personales sobre todo en la segunda y tercera parte de la novela. Un alcalde que, a parte de lo que acabo de mencionar, tiene en casa dos frentes abiertos, porque su esposa Leocadia y su hermana Clemencia andan a la gresca en modo continuo y Agustín, el único hijo del matrimonio, no le anda a la zaga, sobre todo desde que la imponen estudiar es  carrera universitaria.

(Playa de Malvarrosa-Valencia)
El joven Agustín Beltrán no me dejó indiferente, por la evolución que muestra a lo largo de los capítulos, al aprovechar las circunstancias familiares que lo amparan.  Comete tropelías en el pueblo, es el cabecilla de los amigos que lo adulan y se sirve de ellos como esbirros, sobre todo para ensañarse con Úrsula. Provoca encuentros para molestarla con escenas soeces, aunque también se propasa en otras, por lo que la intriga está asegurada. Úrsula no duda en hacerles frente porque no consiente su vejaciones, pagándoles con su misma moneda, pero valiéndose de los medios que conoce.

Me gustó mucho Las voces del barranco, precuela de El domador de lagartijas. Ambas se pueden leer de forma independiente, porque el único nexo que las une es Úrsula, uno de los principales personajes de la novela a la que precede, en la que un narrador omnisciente relata por qué llegó a ser lo que fue. Al igual que Úrsula cobra también protagonista Clemencia Beltrán, dos mujeres de diferente clase social pero unidas porque se atreven a enfrentarse al mundo y a su estricta moral para vivir a su manera, si bien el origen de esta decisión es diferente, como se podrá comprobar a lo largo de los 48 en los que se estructura el desarrollo de la trama, agrupados en tres partes diferenciadas. Tres partes que abarcan un período de tiempo atractivo porque, a parte de ser testigos de un cambio de siglo, les sorprenden tanto los avances tecnológicos como sociales que se muestran a lo largo de los capítulos. Aunque la novela tiene una extensión de casi 500 páginas, el ritmo de lectura me resultó fluido, pese a que predomina la narración frente a los diálogos, si bien estos no tienen desperdicio. En buena parte de las conversaciones de los personajes está presente la maledicencia, que provoca rencores y venganzas, pero también en las que también están presentes temas como el amor, el espiritismo y la lucha feminista en sus inicios. Las voces del barranco es una novela de personajes, aunque atraen determinadas descripciones que ofrece la voz narrativa, tanto del pueblo como de la capital, Valencia, tal y como la acostumbran a nombrarla los personajes en sus charlas. El lector se encontrará con una trama compacta, bien escrita y en la que los giros están presentes, en los que no faltan muertes que sorprenden a los vecinos y episodios desagradables.



Biografía:





Barcelona, 1970. Es Licenciada en Ciencias de la Información por la UAB. Ha colaborado recomendando libros en diferentes medios (Onda Cero, La tormenta en un vaso, La Biblioteca Imaginaria). Autora de El susurro de los árboles (Fundación Drac, 2008) y El Café de la Luna (Alrevés, 2012), ha participado en los libros colectivos Relatos de Mujeres Viajeras (Casiopea Ediciones, 2011), Sonrisa de Gato (Jirones de Azul, 2009), Scream Cielo Abierto, alto al trabajo infantil (SM, 2009), Sorbo de letras (Gobierno de La Rioja, 2010) y Más cuentos para sonreír (Hipálage, 2009). Sus relatos han aparecido en revistas como Parteaguas(México), Contemporary Literary Orizont (Rumanía) y BCN-Week (España). Ganadora de los Premios YoEscribo.com de Novela en su edición 2008, del Concurs de Relats Breus de Dones “Paraules d’Adriana” en sus ediciones 2014 y 2016, del Certamen de Escritura Scream “Cielo Abierto” en sus ediciones 2008 y 2009 y del Concurso Literario La Rosa de Barcelona en el año 2006, además de finalista o mención especial en numerosos certámenes. Actualmente recomienda libros en el espacio radiofónico Lectura Obligatòria en La Ciutat, Onda Cero Barcelona.


Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de la autora, tomada de la web de la editorial Palabras de Agua. Imagen de Millares tomada de la web Valencia Turismo. Imagen de la espiritista Amalia Domingo Soler tomada de Wikipedia. Imagen de la playa de la Malvarrosa tomada de la web Visitas Guiadas Valencia.