jueves, 30 de octubre de 2025

Reseña La lectora de Bécquer, de Mayte Esteban.


 








Datos técnicos:





Título: La lectora de Bécquer.

Autora: Mayte Esteban.

Editorial: Harper Collins Ibérica.

1ª edición: Mayo/2024.

Formato: Libro digital.

ASIN: B0D1887CFL.

Idioma: Español.

Nº páginas: 481.





Sinopsis:




Entre los majestuosos edificios de Segovia y los melancólicos versos de Bécquer, las vidas de la dulce Ana, el ambicioso Alvarito y el valiente Mateo se entrelazan en una historia donde el poder del destino se mezcla con el intenso magnetismo de la ciudad.

La epidemia de cólera de finales del XIX ha dejado a Ana huérfana de madre, a lo que se sumará, años después, la ausencia de su padre, militar de la Academia de Artillería, que ha sido destinado a Cuba.

Mateo Garrido es amigo de Ana desde niño, pues sus padres fueron cadetes a la vez en la Academia, y decide estudiar la carrera militar en la ciudad castellana siguiendo la estela familiar.

Los Martínez han progresado mucho desde que eran suministradores de capotes para el Ejército. Ahora nadan en dinero, pero este no les da la consideración social que ansía Ramona. Para ello planea emparentar con algún militar y pone sus ojos en Ana como esposa para su hijo Alvarito.

La lectora de Bécquer es el retrato de una ciudad pequeña en los albores del siglo xx, un pequeño mundo separado en dos por la muralla y por las convenciones sociales, que se desdibujan cuando llega San Juan. Sin embargo, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.







Opinión Personal:







Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es la autora española de la que más libros he leído y reseñado hasta la fecha. El último publicado, La lectora de Bécquer, hacel número 11: 8 novelas y 3 relatos largos. Me encuentro muy cómodo con la lectura de sus obras, de estilo narrativo cuidado, cercano y envolvente, al que acompaña el aliciente de que, aunque la mayoría son de corte romántico, nunca se sabe con qué nos va a sorprender. Pese a que la novela romántica tiene unas pautas determinadas a seguir, la escritora arriacense es consciente de cómo tiene que dosificarlas para que el lector sienta interés, con el atractivo de que aborda temáticas que no dejan indiferente, con las que le confiere una mayor fuerza a la trama. Tramas siempre protagonizadas por un personaje femenino que refleja con claridad el rol que le corresponde desempeñar.

Con La lectora de Bécquer, Mayte Esteban vuelve a sorprendernos con una ficción que atrapa al lector desde las primeras líneas hasta el desenlace, no sólo por la historia en sí, sino también por el claro protagonismo que cobra la ciudad de Segovia a lo largo de los 80 capítulos en los que se estructura el desarrollo de trama. Capítulos en los que se percibe el cariño que le tiene la autora a esta urbe que tantos siglos de historia atesora entre sus milenarias piedras, y del que deja constancia en la Nota Histórica que acompaña al cuerpo de la novela. Una ciudad que se yergue a lo largo de las páginas, diría incluso con vanidad, porque sabe que tiene rincones muy atractivos que mostrar a los lectores, y que acompaña con retazos de su historia.

(Plaza Mayor,Segovia)
En mi opinión, catalogaría a la Lectora de Bécquer como narrativa contemporánea, porque las escenas costumbristas, el romance y el misterio están muy presentes, diría que en partes muy equilibradas,  y con un claro trasfondo histórico que influye en el devenir de habitantes. Y es que la mayor parte de su desarrollo abarca un período trascendental para la historia de España, por todo lo que significa la guerra de Cuba en (1895-1898). Un período en el que también la población empieza a sentir la influencia en sus vidas de los adelantos que influyen en bienestar de la población, caso de la presencia de la primera fábrica de luz. En relación con el misterio al que me refiero al comienzo de este párrafo, lo conforma una subtrama de corte policial, diría que en modo domestic noir porque, como adelanta la sinopsis, en aquel 1902, las fiestas se teñirán de tragedia y pondrán a prueba el coraje de una muchacha que sobrevive aferrada a las palabras de un poeta.

Segovia es una ciudad pequeña y los rumores corren como la pólvora, aderezados por la información con los que son adornados por los voceros de turno. Y es que se da por sentado que la joven Ana Crespo va a matrimoniar con Alvarito, el hijo mayor de Alfonso Martínez, dueño de la fábrica de luz y de una empresa que surte de capotes militares al Ejército. Este más que cantado compromiso hace que el lector esté muy pendiente, sobre todo en los primeros capítulos, de los episodios que giran en torno a la protagonista, porque es consciente de lo que supone para ella dar este paso hacia el altar, por lo que la intriga está servida. Una intriga que viene acompañada por Mateo Garrido, amigo de Ana desde la infancia, ya que un incidente que mantiene en vilo a los segovianos durante los primeros capítulos provoca que no pueda embarcar rumbo a Cuba. Un incidente en el que el destino marca una historia diferente para ambos y que prepara una serie de situaciones que conducen a un desenlace con interrogantes, y que la autora utiliza con buen tino para que no se pierda detalle hasta la última página.

La trama de La lectora de Bécquer es muy dinámica. Mayte Esteban tiene muy claro dónde ubicar a los personajes para que las situaciones que viven surtan en el lector el efecto deseado. Sin duda alguna, este es uno de los grandes atractivos de la novela, porque se percibe que hay un rigor documental detrás del que se sirve la autora para desarrollar las escenas que cobran un mayor protagonismo para que la intriga a la que me refiero en el tercer párrafo de esta reseña siga manteniendo su presencia. Y es que, pese a que Segovia es una ciudad pequeña, su trazado y los múltiples edificios históricos que lo conforman, dan para que los personajes se crucen o no en hechos trascendentales para el devenir que les espera, sobre todo a los que tienen un mayor peso en su desarrollo. En mi opinión, entiendo que tuvo que hacer un juego de malabares con el callejero para que fuera posible lo que acabo de comentar; y, sin duda alguna, en el que apenas debió quedar un rincón de esta ciudad que no sea mencionado por el narrador omnisciente.

Otro atractivo es el retrato de la sociedad de la época, a la que el acueducto romano separa. Y es que la vida de los segovianos se ve afectada por una serie de episodios que influyen en su día a día: los efectos de la reciente epidemia de cólera que segó la vida de varios de sus habitantes, el descontento de la población con lo que sucede en la Guerra de la independencia de Cuba, con todo lo que esto supone, sobre todo para quienes no pueden abonar la redención en metálico, y el impacto que provoca el fallecimiento de familiares en la isla caribeña. Pero también refleja el empuje económico de ciudadanos que se codean con la nobleza local y el efecto que tiene en el día a día de la población los adelantos que les sirven para mejorar sus condiciones de vida, con el papel que desempeña la fábrica de luz. Un empuje económico que lleva asociada una clara crítica social. Una sociedad que se mezcla en la noche de San Juan, y que supondrá un antes y un después en la vida de los segovianos.

(Acueducto de Segovia)
Mayte Esteban perfila unos personajes en los que, en mi opinión, hay una clara influencia galdosiana. Son cercanos, de carne y hueso, con un marcado trasfondo psicológico, sobre todo desde que tiene lugar el episodio al que me refiero en las últimas líneas del párrafo anterior, si bien también en capítulos anteriores sale a relucir a borbotones lo que llevan en su interior y provoca situaciones tensas, antecedente de que pueden significar un cambio en las relaciones que mantienen entre ellos. Ana Castro es una joven de 19 años en quien influye mucho en su carácter las vicisitudes que la acompañan, aunque sabe cómo defenderse ella sola si es necesario. Utiliza las rimas y leyendas de Bécquer como bálsamo ante determinadas situaciones, si bien entiendo que estaría más acorde con el título de la novela el que la autora reflejara versos o fragmentos  que hicieran alusión al capítulo de turno. La protagonista es el vértice de un triángulo que conforma con Mateo Garrido y Alvarito Martínez, dos personajes que protagonizan situaciones trascendentales para el desarrollo de los acontecimientos que se viven esos días en Segovia. Alvarito es un tarambana secundado por una engreída y presuntuosa madre, Ramona, quien no da su brazo a torcer ante las pretensiones que tiene para su familia, al querer codearse con la nobleza de la ciudad e intentar comprometer a su hija Laura en la misma causa. Una Laura que sorprenderá a los lectores con el paso de los capítulos, porque no todo sale como la progrnitora de de la joven pretende. Forman parte del elenco de la novela otros personajes que son un buen complemento para quienes tienen un mayor peso en la trama, caso de Julia, natural de Cantimpalo, a quien afecta de una forma muy directa los episodios que tienen lugar en esa noche festiva, y el vuelco que da su vida desde entonces. Benito Crespo, de buen corazón, es otro personaje secundario atractivo, sobre todo por el papel que desempeña desde que el padre de Mateo vuelve de Cuba, por las cargas familiares que suponen para él este incidente. Tampoco deja indiferente el papel que desempeña Jimena, amiga de la infancia de Laura, y cuya relación se truncó por imposición materna.

Para mí, La lectora de Bécquer es una muy buena novela. La trama es   muy entretenida, de ritmo ágil y episodios dinámicos, en la que las emociones y los sentimientos están muy presentes.  Mayte Esteban se sirve de una trama que no da lugar a tregua, con la ciudad de Segovia como protagonista indiscutible de la misma. Una ciudad que arropa a los personajes que transitan por sus milenarias calles, engalanadas por majestuosos edificios que invitan a visitarlos, tanto por su belleza como por la historia que atesoran.






Biografía:





Mayte Esteban (Guadalajara, 1970) es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, aunque hace más de dos décadas que reside en un pueblo de Segovia. Su entrada en el mundo literario fue en 2014 de la mano de Detrás del cristal (y tuvo su continuación con La chica de las fotos, novela con la que fue finalista del III Premio Digital HQÑ, 2015. Otras novelas suyas son Entre puntos suspensivos (HQÑ, 2017), y Comer y amar todo es empezar. (HQÑ, 2019).

La colina del almendro es su primera novela romántica de trasfondo histórico.



Nota: Datos técnicos,  sinopsis y biografía de la autora tomados de Amazon.  Imagen de la Plaza Mayor de Segovia tomada de la web Acueducto2. Imagen de laa Plaza del Azoguejo y Acueducto de Segovia tomada de la web Mapcarta. Fotografía de la autora tomada de la web Todoliteratura. 








































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