miércoles, 8 de octubre de 2025

Reseña Ocho millones de dioses, de David B. Gil.


 











Datos técnicos:







Título: 8 Millones de dioses.

Autor: David B. Gil.

Editorial: Suma de Letras (GPRH).

1ª edición: Mayo/2019.

Encuadernación: Libro digital.

ASIN: B07q472B71.

Idioma: Español.

Nº páginas: 772.







Sinopsis:





Toledo, 1579. El padre Martín Ayala recibe la inesperada encomienda de regresar a Japón -el país donde se formó como sacerdote y misionero- diez años después de ser apartado de la misión por su relación ilícita con una joven japonesa. Alguien está asesinando con ritual crueldad a los padres cristianos en dichas costas. Ayala, considerado el máximo conocedor del idioma y las costumbres niponas en el seno de la Iglesia, deberá desentrañar las razones que se ocultan tras estas muertes.

Japón, año 7 de la Era Tenshô. Kudô Kenjirô, hijo de un samurái rural, es elegido para una ingrata labor: proteger a un extranjero llegado con la intención de investigar unos crímenes inciertos. Kenjirô pronto descubrirá que fuerzas extrañas conspiran para que el visitante no lleve a buen puerto sus pesquisas. Juntos recorrerán un Japón devastado por la guerra y emponzoñado por las conspiraciones. A medida que el jesuita se reencuentra con su pasado, el curso de la investigación se desvelará fundamental no solo para la pervivencia de la cristiandad, sino para el propio futuro del país.








Opinión Personal:








Por fin tomo contacto con la narrativa del escritor gaditano David B. Gil. Ya tardaba, porque tenía en mente leer alguna de sus novelas de ficción histórica que tanto éxito tienen entre la crítica especializada y los lectores. Varias ediciones de sus novelas son fiel reflejo de lo que acabo de comentar, sobre todo la gran acogida que sigue teniendo su ópera prima, autoeditada en Amazon, El guerrero a la sombra del cerezo, y con la que ganó el premio de novela histórica Hislibis. Pero me decanté por Ocho millones de dioses, un fascinante viaje literario al Japón medieval que encandila desde las primeras líneas hasta la última, y eso que estamos hablando de un tocho de 772 páginas en su versión digital. Bendito tocho. Tremenda obra de arte se ha currado don David B. Gil, con una novela que estoy seguro disfrutaría hasta el mismísimo Umberto Eco.

(Castillo de Anotsu, Japón)
La novela comienza en el año 1579 con la presentación del padre Martín Ayala y el joven samurai Kudo Kenjirodos personajes que representan dos mundos opuestos, pero a los que el paso de los capítulos les cambia la forma de ver al compañero con el que tiene que emprender un viaje a lo desconocido. En mi opinión, es uno de los grandes atractivos de esta apasionante trama, porque dan mucho juego e interés a lo largo de los capítulos. Un interés que viene resaltado por las diferentes opiniones que muestran sobre las vicisitudes que comparten, pero contrastan con naturalidad. Una naturalidad que, con el paso del tiempo, les ayuda a conocerse mejor, tanto a ellos mismos como al compañero, lo que les lleva a pensar que no son tan diferentes. Sin duda alguna, los diálogos que mantienen a lo largo de la trama aportan una riqueza extraordinaria, lo que le confiere claros rasgos intimistas. Con el paso del tiempo se producen escenas emotivas entre ellos, sobre todo en las situaciones en las que su vida corre serio peligro.

En Ocho millones de dioses el autor demuestra el gran talento que tiene porque planifica y desarrolla una novela de ficción histórica, maridada con otros géneros literarios en perfecto equilibrio. Una ficción histórica que transcurre en un Japón medieval que vive el principio del fin de los llamados señores de la guerra. Un Japón en el que se disputan verdaderas partidas de ajedrez en las que los participantes consiguen un débil equilibrio, siempre muy inestable, porque las piezas caen de un lado y de otro según las directrices marcadas por los principales interesados en provocarlo. Es un verdadero juego de tronos en el que las conspiraciones, las traiciones y las alianzas convenidas están al orden del día, al igual que los asesinatos, fiel reflejo de lo que sucede a lo largo de los 51capítulos titulados más prólogo y epílogo.

Sin embargo, entre tanta inestabilidad la población del país del sol naciente está muy arraigada a las costumbres ancestrales, por lo que son muy vigilantes con los extranjeros que vienen de occidente, sobre todo portugueses y españoles. Son muy celosos de sus tradiciones y si estos bárbaros -como así les llaman a lo largo de los capítulos-, quieren mantener tratos comerciales con ellos, no les queda otra que acatarlas. Pese a ese celo, no tardan en acostumbrarse a comerciar con estos extranjeros, de quienes reciben con cierto interés mercancías desconocidas por los nativos. Sin embargo, lo que no acepta la mayoría es la fe que predican los llamados bateren (padres), a quienes les supone un ingente trabajo convencer a los nativos que tienen muy enraizadas sus creencias religiosas.

Oda Nobunaga
Sin duda alguna, el trasfondo histórico es muy atractivo, sobre todo por la vívida imagen con la que describe el narrador omnisciente lo que acabo de comentar en los párrafos anteriores. David B. Gil se amolda a la tranquila cadencia de la rutina de este país, a la que el lector se adapta sin suponerle impedimento alguno el ritmo narrativo que maneja, según las circunstancias que acompañan a los protagonistas. Un ritmo que diría que es el adecuado para que el lector disfrute y se recree con las vicisitudes que acompañan a los protagonistas a lo largo de los capítulos. Ocho millones de dioses es una novela para leer sin prisas, para deleitarse con cada uno de los episodios que protagonizan ambos personajes -puede decirse que los dos son protagonistas por el peso parejo que tienen en la trama con el paso de los capítulos-. Es un verdadero viaje literario en el tiempo, porque el rigor documental ayuda de tal forma que el lector no pierde detalle de todo lo que sucede en el Japón feudal. Detalles cuidados con celo por el autor, que da cumplida cuenta de determinados términos, muy propios de los usos y costumbres de la época, y que emplean tanto la voz narrativa como los personaje, a través de los famosos, y en ocasiones vilipendiados pies de página, pero que en esta ocasión merece la pena pararse en algunos de ellos, porque ayudan a comprender mejor la escena de turno. A lo que acabo de comentar hay que añadir la interesante nota histórica que acompaña al cuerpo de la novela, al igual que el mapa y la relación de personajes que la precede.

El largo viaje que emprenden los dos personajes principales les conduce a enfrentarse a una aventura incierta, en la que lo desconocido y el misterio forma parte de esa búsqueda que les lleva a encontrar las respuestas necesarias para resolver los crueles crímenes rituales de los que siguen teniendo constancia a lo largo de la llamada Ruta Okaido, que es la que les conduce a las diferentes localizaciones a las que tienen que desplazarse. El padre Ayala y su joven protector, Kudo Kenjiro, se adentran por caminos en los que el peligro acecha, pero también la acción, porque se enfrentan a una serie de dificultades que deben sortear con destreza, en las que incluso su vida corre serio peligro. Un peligro que el autor describe con total maestría, porque me entusiasmé con las descripciones que el narrador omnisciente ofrece sobre escenarios que parecen fantasiosos -sin serlo-, pero es que ese es el efecto que logra, e incluso tienen claros rasgos góticos. Peligro que, sobre todo, se encuentra en la batalla contra los bonzos, así como en las escaramuzas y duelos en los que toma parte el samurai rural.

Por las páginas de Ocho millones de dioses transita un elenco de personajes inolvidables y ricos en matices, lo que incita a que se esté muy pendiente del papel que desempeñan a lo largo de los capítulos. El lector se encontrará con una clara representación de los diferentes estratos que conforman la hermética sociedad japonesa, y en los que los que la mujer desempeña papeles impensables en la vieja Europa, caso de la dama Reiko, o la oficial Nozomi, del clan de Fuwa Torayasu, daimio convertido al catolicismo, aunque con una forma muy peculiar de practicarlo. Dan mucho juego a la trama Igarashi Bokuden y Masamune, del clan Hidaridos personajes que resultan muy poco fiables,  por las misiones que cumplen. En más de una ocasión me pregunté qué desenlace puede tener su relación dadas las afiladas conversaciones que mantienen en determinadas situaciones. Tampoco deja indiferente la historia del padre jesuita Enzo Fabbiano de Padua, y la relación que mantiene con Martín Ayala, que despejará unas cuantas incógnitas del pasado. El lector se encontrará con una interactuación natural de históricos con ficticios, de tal forma que, al ser los primeros desconocidos, invitan a investigar si son reales, por el peso que desempeñan en las diferentes subtramas, caso del papel trascendental que del daimio Oda Nobunaga. Sin duda alguna, el comportamiento de todos ellos ayuda a que no decaiga el interés por todo lo que sucede a lo largo de los capítulos.

(Templo Honno-ji, Japón)
Quienes quieran tener un primer contacto con la historia del Japón medieval, tienen en Ocho millones de dioses una apasionante novela que, pese a que la trama se desarrolla a lo largo de 772 páginas, tiene un ritmo más bien pausado pero constante, escrita con un lenguaje muy cuidado, diálogos que invitan a la reflexión y una ficción en la que las conspiraciones, las traiciones y las alianzas convenidas están al orden del día, al igual que los asesinatos. Sin duda alguna, es un novelón con mayúsculas. 








Biografía:







David B. Gil (Cádiz, 1979) es licenciado en Periodismo, posgraduado en Diseño Multimedia y máster en Dirección de Redes Sociales. Ha trabajado como redactor editorial para DC Comics en España y Latinoamérica y ha sido responsable de comunicación en diferentes organizaciones políticas, además de redactor en varios medios de comunicación.

Autopublicó El Guerrero a la sombra del cerezo, que fue finalista del Premio Fernando Lara y única obra autoeditada en ganar un Premio Hislibris de Novela Histórica en la categoría de mejor autor Novel 2015. Actualmente publicada por Suma de Letras (2017), continúa siendo la ficción histórica mejor valorada por los lectores de Amazon España. Su segundo trabajo, Hijos del dios binario (Suma, 2016), fue finalista del premio Ignotus y elegida como la mejor obra de ciencia ficción en español de 2016 por publicaciones como Xataka, Hobby Consolas o La Casa de El. Ocho millones de dioses (Suma, 2019), su tercera novela, ha sido galardonada con el X Premio Hislibris de Novela Histórica (mejor novela en español). Forjada en la tormenta (Suma, 2022), su cuarta novela, nos sumerge de nuevo en el Japón feudal.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de Amazon. Fotografía de David B. Gil tomada de la web de Zenda. Imagen del castillo de Anotsu, del templo Honno-Ji y de Oda Nobunaga tomadas de Wikipedia. 



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