jueves, 17 de octubre de 2024

Reseña Bajo la luz del eclipse, de Mercedes de Vega.

 








Datos técnicos:





Título: Bajo la luz del eclipse.

Autora: Mercedes de Vega.

Editorial: Espasa (Grupo Planeta).

1ª edición: Marzo/2024.

Encuadernación: Tapa blanda con solapas.

ISBN: 978-84-670-7207-5.

Idioma: Español.

Nº páginas: 552.






Sinopsis:





En 1937, Mitxel deja Guernica para unirse al Ejército de Euskadi en la defensa de Bilbao. Poco sabe de una guerra que lo dejará sin madre, sin hermano y sin casa, y que guiará sus pasos hasta Mora de Toledo.

Allí María es la única superviviente de su familia. Nunca olvidará al joven miliciano que le arrancó a su hermano de los brazos. Desde 1937 hasta 1977, de la Guerra Civil a las elecciones generales tras el franquismo, las vidas de Mitxel y María se van entrelazando mientras recorren, sin conseguir olvidar sus pérdidas, su dolor, la historia de un país marcado por un conflicto que todos, de una u otra manera, acabaron perdiendo.

Radio España Independiente, la emisora del PCE en el exilio y la ciudad de Bucarest también serán testigos del dramático acontecer de los dos protagonistas durante la Guerra Fría y el gobierno de Nicolae Ceausescu, cuya policía política, la Securitate, provocará un imprevisto desenlace.





Opinión Personal:






Bajo la luz del eclipse es la cuarta novela que leo y reseño en este blog de la escritora madrileña, aunque afincada en la actutalidad en Montreal (Canadá), Mercedes de Vega. En mi opinión, esta última novela refrenda la gran narradora que es dentro del panorama narrativo español, y diría que se puso el listón muy alto, por la gran calidad de este trabajo literario. Se percibe que cuidó con mucho detalle el desarrollo de la trama, para que los personajes fueran un fiel reflejo del convulso período que les toca vivir. Un cuidado que se refleja también en el título elegido, y que el transcurrir de los capítulos indica que es muy acertado. Bajo la luz de la luna es un magnífico retrato del siglo XX, representado por dos jóvenes unidos por el dolor y la esperanza, cuya historia se relata con imparcialidad por el narrador omnisciente, porque sólo se limita a relatar lo vivido por ambos. Dos jóvenes cuyo destino está marcado por el conflicto bélico fratricida que enfrentó en nuestro país a dos ideologías antagónicas, a dos formas muy diferentes de entender nuestro día a día.

(Llegada Stanbrook a Orán-Argelia, GCE).
Esta es una ficción histórica que catalogo como novela testimonio, y una muy interesante 
lección de historia porque, tal y como lo aclara la autora en los Comentarios y agradecimientos posteriores a su desarrollo, «No así las épocas en las que transcurre la narración, y los hechos históricos en que se desenvuelven las vicisitudes de los protagonistas. He intentado ser lo más fiel posible a los acontecimientos históricos que narro». Una novela testimonio cuya trama no tiene desperdicio, porque el lector rememora y no pierde detalle de los duros episodios que enfrentaron a los dos bandos combatientes en la Guerra Civil Española, dominados por la crueldad y la barbarie, y que segaron la vida de miles de españoles. Crueldad y barbarie que prosiguió durante la dictadura franquista, por las represalias tomadas contra los partidarios de la República. En este período tan convulso de nuestra reciente historia, la autora recurre con acierto al relato en primera persona y en presente, de tal forma que se presume la inmediatez de los episodios que se narran. Una voz narrativa que describe con crudeza, pero con respeto y sin recrearse en detalles innecesarios, cómo los bombarderos italianos y alemanes destruyen Guernika, y el joven gudari, Mitxel Aguirre, defiende a su tierra desde un nido de ametralladoras de los que conforman el llamado Cinturón de Hierro, para después enrolarse como miliciano en el ejército republicano. Pero también relata cómo María, sobrina del general Lorenzo Fernández de Amuradiel, es testigo del asalto que una patrulla republicana realiza a la finca familiar de Las Canónigas, en Mora de Toledo, y se lleva a sus padres y a la monja Bernarda. María nunca olvidará ese día, porque un miliciano «tiene que zarandearla con el ímpetu de un hombre para abrirle los brazos, tan frágiles y fuertes, y arrebatarle a su hermano»(pág. 35)

En el párrafo anterior comento que la trama de Bajo la luz del eclipse no tiene desperdicio. Mercedes de Vega es consciente de que tiene mimbres para construir una historia con la que ofrecer al lector grandes sorpresas. Una vez finalizada la guerra civil, las vidas de María Fernández de Amuradiel y Mitxel Aguirre emprenden caminos diferentes, si bien están condenados a entrecruzarse, porque no olvidan los crueles y dolorosos episodIos que cito en el párrafo anterior, aquel día de julio de 1937. En este sentido, diría que las vicisitudes que los acompañan van de menos a más, sobre todo a medida que se aproxima el desenlace. Tal y como se desarrollan los hechos históricos que se relatan, alguno de los vuelcos narrativos son un tanto previsibles, pero hay otros que me provocaron una gran e inesperada sorpresa, por los personajes que los protagonizan y cómo afectan al devenir de los dos protagonistas. Incluso en algún momento tuve la sensación de que la autora no estaba dispuesta a darles a ambos tregua alguna, pero es que el ámbito en el que se desarrollan las actividades en las que se involucran dan lugar a que se enfrenten a situaciones imprevisibles con riesgo incluso para sus vidas por lo, sin duda alguna, son un gran reclamo para el lector.

En mi opinión, uno de los mayores atractivos de una novela son los personajes, porque son el nexo que une a la historia que relata el narrador de turno con el lector, ya sea una obra con protagonistas determinados o coral. Los que transitan por las páginas de Bajo la luz del eclipse son inolvidables, y bien perfilados, y parecen cobrar vida propia, de tal forma que las vicisitudes que viven no dejan indiferente. Personajes diría que estereotipados, y que están escoltados por un elenco de secundarios que son un fiel reflejo de las ideologías que representan, y de la sociedad de la época. Tanto María Fernández de Amuradiel como Mitxel Aguirre tienen muy claro el camino a seguir en sus ciclos vitales, y no dudan en utilizar las posibilidades que se les presentan para cumplir sus objetivos. María no olvida lo sucedido aquel trágico día de julio de 1937 en el que quedó huérfana y clama venganza, por lo que no duda en emplear los medios que estén a su alcance para llevarla a cabo. Sin duda alguna, es un personaje rico en matices, lo que provocó que su conducta me resultara incomprensible en determinados episodios. El brigada republicano se vio obligado a emprender el camino del exilio, en donde sigue su lucha contra régimen franquista a través de Radio España Independiente, conocida como La Pirenaica. Las dolorosas noticias que recibe desde Madrid dan un vuelco a su atribulada vida, porque no duda en correr los riesgos que sean precisos desde que conoce la existencia de su hija María Victoria. Desde la presencia de este último personaje se incrementa el interés por todo lo que sucede en lo que resta de la novela, porque se desencadenan un carrusel de episodios diría que cada cual más atractivo, y que incitan a preguntare qué deriva puede tomar la vida de esta joven, a la par que la de los dos protagonistas.

(Hospital Brancôvenesc-Bucarest-Rumanía)
 María y Mitxel Aguirre están escoltados por un grupo interesante de secundarios que desempeñan un papel destacado en determinadas fases de la trama. Alonso Fernández de Amuradiel es primo de María, y jefe de la policía secreta en Madrid, aunque también atrajo mi atención  la estrecha relación que mantiene con la joven. Desea arrestar al antiguo gudari porque está en búsqueda y captura por los crímenes cometidos durante la guerra civil, y es el principal señalado en los hechos luctuosos sucedidos en Las Canónigas. La monja alemana Frieda von Schneider es la tutora de María Victoria, pero desempeña también labores al servicio de la familia, nada acordes con sus hábitos. Estuve muy pendiente también del comisario político republicano Carlos Estaún, quien parte para el exilio con Mitxel Aguirre desde Alicante, al igual que de Evelia Rosales, compañera del brigadista exiliado. No me olvido del profesor rumano Marius Iliescu, que imparte un seminario de lenguas romances en Bucarest y la labor que desempeña en la subtrama que tiene lugar en la capital de la Rumanía de Ceaucescu, con la inquietante presencia de la temida Securitate.

En Bajo la luz del eclipse el lector disfruta de una exquisita ambientación que anima a visitar los espacios por los que transitan los personajes. Unas localizaciones muy atractivas en las que tienen lugar los escenarios que describe la voz narrativa, con el aliciente de que una parte de ellos son trazados de forma directa por los personajes, sin duda un gran acierto. Son descripciones muy visuales, por lo que me pude hacer una idea muy clara de las localizaciones por las que deambulan, tanto en España como en Moscú y en la Rumanía de Ceaucescu. En España se revive la dura destrucción de Guernika por la aviación italiana y alemana, el exilio de republicanos desde el puerto de Alicante, el trayecto que recorre en coche oficial Carrero Blanco el día del magnicidio de este presidente del gobierno franquistra, la celebración del último discurso de Franco en la Plaza de Oriente o el referéndum que daría paso a la celebración de las primeras elecciones democráticas tras cuarenta años de dictadura. Atraen el significado que tienen edificios emblemáticos como la residencia universitaria femenina Santa Teresa de Jesús, institución sucesora de la residencia de señoritas dirigida por María de Maeztu, o el Hogar-Cuna María de Molina, pero también otros de triste recuerdo por lo que significaron durante la represión franquista edificios como el de la Puerta del Sol que albergaba los calabozos de la DGS, la Cárcel de Carabanchel o el Hospital Penitenciario «Se da la vuelta deja atrás la sala blanca y desinfectada. La mayoría de las camas están vacías. Por las altas ventanas enrejadas apenas entra la luz, y el fuerte olor de los medicamentos que se les proporciona a los apestados de España le revuelve el estómago»(pág. 281). No dejan indiferentes las descripciones que se ofrecen la capital de la llamada Gran Rumanía, Bucarest «Vivir en Bucarest es vivir en una ciudad envuelta en un sueño confuso, de hermosos bulevares y nobles y afrancesados edificios, cuyas alargadas sombras también le persiguen en sus paseos por los parques...habitados por colonias de gatos y perros sin amo que duermen en solares junto a vagabundos y familias gitanas»(pág. 122) en donde se desarrollan algunas escenas más propias de las novelas de espionaje, que atrajeron mucho mi atención, ubicadas en el Instituto de Lingüística, el Hotel Intercontinental o el Hospital Brancôvenesc.

(Atentado Carrero Blanco-Madrid-1973)
Bajo la luz del eclipse es una magnífica lección de historia, porque refleja con imparcialidad los hechos que relata con rigor documental el narrador omnisciente, y que se desarrollan durante cuarenta años, entre 1937, en plena Guerra Civil Española y 1977. Mercedes de Vega ofrece una trama en la que «he intentado ser lo más fiel posible a los acontecimientos históricos que narro» (pág. 545).  Una trama que relata la historia de dos jóvenes de ideologías antagónicas unidos por el dolor y la esperanza, como adelanta la sinopsis: Mitxel Arguirre defiende Euskadi como gudari en el Cinturón de Hierro y pierde a su familia en el bombardeo de Guernika, y María Fernández de Amuradiel se queda huérfana el día que milicianos republicanos entran en la finca familiar de las Canónigas, en Mora de Toledo. Dos vidas que están llamadas a entrecruzarse, sobre todo desde que el republicano exiliado sabe que tiene una hija, María Victoria. Se entrecruzan  en una historia conmovedora, impactante y dura, y en la que la metaliteratura desempeña también un papel destacado. Una historia en la que se entremezclan hechos históricos con otros ficticios protagonizados por personajes creados por la imaginación de la autora. Ambos personajes no dejan indiferentes, y están escoltados por un elenco de secundarios que son fiel reflejo de las ideologías que representan, y de la sociedad de la época. La trama no tiene desperdicio, porque en el ámbito en el que se desarrollan las actividades en las que se involucran dan lugar a situaciones imprevisibles, y que la autora aprovecha para sorprender con vuelcos narrativos, sobre todo los protagonizados por personajes muy cercanos a los dos principales y la influencia que tienen en su devenir en los siguientes capítulos. Giros que tienen lugar tanto en España como en la Rumanía de Ceaucescu, alguno de ellos diría que impactantes, en donde se suceden escenas propias de una novela de espionaje. La autora utiliza un narrador omnisciente en presente, por lo que provoca la sensación de inmediatez. El ritmo narrativo es ágil, -lo que es de agradecer-, influido también por el estilo directo y sin rodeos. Un estilo que denota fuerza y en el que la tensión narrativa está muy presente en los episodios más álgidos. Son muy atractivos los diálogos, no sólo porque reflejan el carrusel de emociones de los personajes, sino porque también se incluyen descripciones de algunas localizaciones por las que transitan los personajes. Desde estos dos paises se retransmiten emisiones clandestinas de Radio España Independiente, llamada La Pirenaica, que informa a los españoles que se arriesgan a sintonizarla





Biografía:




Mercedes de Vega, escritora española, licenciada en sociología y ciencias políticas, se dio a conocer con el éxito de su bilogía familiar Cuando estábamos vivos. Sus novelas la afianzan como una de las novelistas españolas más personales. Descubrió y reconstruyó la historia de Marie Jelen, la Anna Frank francesa. Su vigorosa narrativa ha cautivado a miles de lectores. Reside en Montreal y ha vivido en Madrid, Nueva York y Barcelona.





Notas: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía de Mercedes de Vega tomados de la web de Planetadelibros. Imagen del buque Stanbrook tomada de la web Alicantepedia. Imagen del Hospital Brancôvenesc en Bucarest, Rumanía, tomada de la web Wikimapia. Imagen del atentado de Carrero Blanco tomada de la web de la COPE: 


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