miércoles, 18 de septiembre de 2024

Reseña La armada de Dios, de Julio Alejandre Calviño.

 









Datos técnicos:




Título: La armada de Dios.

Autor: Julio Alejandre Calviño.

Editorial: Pàmies.

1ª edición: Mayo/2024.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-10070-37-0

Idioma: Español.

Nº páginas: 592.




Sinopsis:





En el año 1585 Inglaterra y España entran en guerra abierta.

Los ataques de los corsarios ingleses en el Caribe y el apoyo de su reina a los rebeldes holandeses colman la paciencia de Felipe II, que decide destronar a su enemiga y restaurar allí el catolicismo levantando la flota más formidable que jamás haya navegado el Atlántico: la Armada Invencible, protagonista de una de las batallas más fascinantes y deformadas de la Historia.

Pero la guerra cambia y entrelaza los destinos de los protagonistas. Gabriel del Puerto, un mercader de oscuro pasado, busca por los puertos de media Europa el rastro de su hermana, perdida en un ataque pirata; un sargento de Flandes recibe la extraña orden de enrolarse en la Invencible y filtrar información reservada; una exiliada portuguesa en Londres se ve atrapada en una red de espionaje que pone a prueba sus lealtades; y un oficial inglés participa en la fundación de la primera colonia inglesa en el Nuevo Mundo.

La armada de Dios nos sumerge en un mundo donde la política, la guerra y la religión tejen una trepidante historia de aventuras, intrigas, amores y ambiciones desmedidos con personajes tan carismáticos como el audaz corsario Francis Drake, el victorioso general Alejandro de Farnesio o Álvaro de Bazán, el curtido almirante a quien Felipe II encomienda dirigir su Grande y Felicísima Armada.





Opinión Personal:




De nuevo me encuentro con una novela inolvidable, de las que cuesta trabajo despedirse, por la magnífica historia que relata la voz narrativa de turno, en este caso un narrador omnisciente. La armada de Dios es el título, y el escritor madrileño afincado en tierras extremeñas, Julio Alejandre Calviño, su autor. Más que una magnífica historia la catalogo como novelón con mayúsculas. Un novelón cuya trama gira en torno a la comúnmente conocida como la Armada Invencible, calificativo acuñado de forma sarcástica por la propaganda británica de la época. Una interesante, bien contada y documentada lección de historia aderezada con unas consistentes y adictivas subtramas que mantienen el interés del lector a lo largo de los 26 capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, más una introducción y un epílogo, agrupados en cuatro partes bien diferenciadas. 

(Isla Roanoke-actual Carolina del Norte-USA)
La armada de Dios es la segunda parte de La corona del mar (reseña), si bien se pueden leer independientemente, porque Julio Alejandre evoca hechos pasados que vivieron los personajes que transitan por sus páginas, para que el lector se interese desde las primeras líneas por todo lo que sucede en torno a la preparación y desarrollo de la conocida como Jornada de Inglaterra. De hecho, comienza con un capítulo introductorio que se desarrolla en junio de 1580, en el que los tripulantes y los miembros de la familia del armador Santiago del Puerto, que viajan a bordo la nao mercante La Virgen de las Nieves, sienten que el temor se apodera de ellos, al comprobar que son perseguidos por un barco pirata, de los muchos que surcan el Caribe por aquel entonces. En la nao viaja la joven Isabel del Puerto, a quien el destino depara un futuro aterrador e incierto.

La armada de Dios refleja la pasión que siente el autor por el siglo XVI, lleno de aventuras, exploraciones y descubrimientos, como indica su biografía. Planifica y desarrolla un complejo entramado derivado del contexto histórico en el que viven los personajes, dominado por la enemistad manifiesta entre la reina británica Isabel I y el monarca español Felipe II. Una enemistad que origina el que la llamada Reina Virgen decida establecer un asentamiento inglés permanente en América del Norte, siendo la isla de Roanoke el lugar elegido para su ubicación, al igual que la concesión de patentes de corso para hostigar a los navíos españoles y obtener pingües botines con los que sostener las arcas reales para las empresas que promueve la corona. Pero son las decisiones más críticas que adopta las que sirven como espoleta para prender la mecha que provoca la orden de Felipe II para organizar una armada con la que invadir territorio inglés, para derrocar a la monarca y recuperar el país para que vuelva al redil de la fe católica. Esta orden es consecuencia de la separación de la Iglesia de Inglaterra de la autoridad del Papa de Roma y, sobre todo, la ejecución de la reina escocesa María Estuardo, su sucesora natural. Un contexto histórico en el que se encuadra también la Guerra de Flandes, porque todo lo que sucede durante la presencia de los Tercios en este territorio influye en las dos orillas del Canal de La Mancha.

Pese a que la novela es un tocho de casi 600 páginas, la trama contiene una acertada estructura, porque apenas decae el ritmo del relato de la voz narrativa, con lo que el ritmo de lectura es fluido, apoyado por el interés que se vuelca en la viveza de los diálogos. El ritmo está también refrendado por la dinámica narrativa que mantiene expectante al lector por todo lo que sucede en los diferentes frentes en los que se desarrollan los episodios que los conforman, y que se alternan de tal forma que mantienen en vilo el interés por el devenir que les espera a los personajes que los transitan, para no perder detalle de todo lo que sucede en cada uno de ellos. Episodios que, en un principio, parecen no guardar conexión, pero dados los personajes que los protagonizan y el foco que el narrador pone en los que más peso tienen en cada una de las subtramas, se intuye que tienen que confluir en un momento dado, influenciado por el contexto histórico al que me referí en el párrafo anterior. Contexto histórico que provoca un efecto dominó, lo que me llevó a preguntar en más de una ocasión qué desenlace me esperaba, porque presentía que los capítulos finales tenían que ser un gran colofón a tan fascinante historia. Y ya creo que lo es. Unos capítulos finales en los que se espera que se aclaren las relaciones futuras entre los personajes que los protagonizan, dadas las peripecias vividas que marcan su ciclo vital.

Duque de Medina Sidonia
La voz narrativa describe una ambientación exquisita, que provoca que el lector realice un viaje literario en el tiempo al siglo XVI, al período en el que tienen lugar los hechos relatados, y que se desarrollan entre 1580 y 1590. El narrador omnisciente describe de forma muy visual las localizaciones por las que transitan los personajes, acompañadas por escenas costumbristas que nos muestran el día a día de la población en una época en la que trata de mantener su rutina pese a la escalada de los hechos históricos que se les avecinan y no presagian nada bueno. Es un disfrute acompañarlos por Lisboa y el ajetreo que hay organizado en esta ciudad desde que la se dirige todo lo relacionado con la organización de la Grande y Felicísima Armada, pero también en la que tienen lugar escenas en que la intriga y la acción están presentes. Otro tanto sucede en Cádiz, La Coruña, Portsmouth, Londres, Dunquerque, Amberes o Cherburgo, sin olvidarme de los episodios que tienen lugar en la colonia que los ingleses fundan en la isla de Roanoke. Localizaciones que se reflejan en el detallado mapa que precede al cuerpo de la novela, en el que figuran todas las que guardan relación con las batallas de la Gran Armada en el Canal de La Mancha.

La exquisita ambientación de La armada de Dios está complementada por un interesante universo de personajes que transitan por sus páginas, y que son fiel reflejo de la sociedad del siglo XVI. Personajes que me mantuvieron muy pendiente de las peripecias que les acompañan en las diferentes subtramas que conforman esta novela, sobre todo por los que mayor peso tienen en cada una de ellas. Pese a lo que acabo de comentar, no tardé en familiarizarme con la mayoría de ellos, con el aliciente de que destacan figuras reales de gran calado -aunque también otras no tan conocidas-, y que interactúan de forma muy natural con los ficticios creados por la imaginación del autor. Su personalidad es muy compleja, influenciada sobre todo por las circunstancias que les rodean, por lo que hay que estar muy pendientes de las decisiones que toman para que influyan lo menos posible en su ciclo vital. Como adelanta la sinopsis, Gabriel del Puerto busca por los puertos de media Europa el rastro perdido de su hermana Isabel tras un ataque pirata, mientras desempeña trabajos peligrosos como contrabandista y corsario, por lo que su esposa, Marcia Henriques, decide trasladarse a Londres junto a su hermana Fátima. John Trenton es un oficial inglés que participa en la expedición que funda la primera colonia inglesa en el Nuevo Mundo, pero la guerra entrelaza su destino, sobre todo a partir de los episodios que guardan relación con los enfrentamientos navales entre la escuadra inglesa y la española en el Canal de La Mancha

En mi opinión, entiendo que estamos ante una obra coral, no sólo por el papel que desempeñan los ppersonajes citados en el párrafo anterior, sino también por la es presencia de personajes míticos como Sir Francis Drake, Alejandro de Farnesio, Álvaro de Bazán o el duque de Medina Sidonia. Me gustó mucho cómo el autor los desmitifica y humaniza, sobre todo en la figura del corsario inglés, del que destaco las desavenencias que tiene con Charles Howard, que me levantaron más de una sonrisa, sobre todo por las pullas que se lanzan relacionadas con las decisiones que toman durante el enfrentamiento de la escuadra inglesa contra la armada española. Destaco también el reconocimiento del duque de Medina Sidonia y el papel que desempeñó al frente de la Jornada Inglesa, pese a la leyenda negra que arrastra. Me encontré también con unos personajes secundarios muy atractivos, de los que también estuve muy pendiente, dada la relación que mantienen con los antes citados. En este sentido, destaco el papel como mensajero de los dos máximos responsables de la organización de la Gran Armada, Álvaro de Bazán y el duque de Medina Sidonia, de Duarte Salazar, al igual que de su relación con la lisboeta Belinha; el medio indio apodado Mahagüini y su relación con Gabriel del Puerto; la contrabandista de la liga hanseática Eva Falk, el papel que desempeña el peculiar aristócrata Henry Dobson en la vida de Marcia, o la intrigante presencia de Ramón Zarco, espía al servicio del Rey Prudente, o los inquietantes episodios que tienen lugar en la abadía de St James, en la que reside la familia de sir Humpfrey Gardiner, padrastro de John Trenton.

La armada de Dios es una novela de cuya lectura cuesta trabajo despedirse cuando uno se da cuenta de que el desenlace está próximo. La catalogo como un novelón con mayúsculas. Sin duda alguna, Julio Alejandre Calviño es un gran contador de historias, con el añadido de que ofrece una interesante lección de historia sobre lo que realmente supuso la llamada Jornada de Inglaterra para la Armada Invencible, definida como tal con sarcasmo por los ingleses, a la que Felipe II, el Prudente, bautizó como La Grande y Felicísima Armada. Una interesante lección de historia aderezada con otros hechos sucedidos en el siglo XVI y todos ellos relacionados con esta empresa organizada por el monarca español, porque quería destronar a la reina Isabel I de Inglaterra, excomulgada por Roma por no reconocer la autoridad papal y fundar la Iglesia Anglicana, con lo que los británicos que practican la fe católica ven cómo tienen que practicar su culto a escondidas y son perseguidos por su credo, a lo que hay que añadir la ejecución de María Estuardo, heredera natural de la Reina Virgen. El lector se encontrará con una historia muy dinámica, conformada por diferentes subtramas que parecen no guardar conexión, pero los hechos históricos aludidos -incluida la Guerra de Flandes y la fundación de la colonia de Roanoke- indican que los caminos de los personajes que las protagonizan confluyen en un momento determinado, encaminado a concluir en un desenlace que supone un gran colofón a una trama a la que no dudo en catalogar como novelón con mayúsculas. Una trama en la que se asiste expectante al devenir del atractivo universo de personajes históricos y ficticios inolvidables, cuyas relaciones y evolución depende, sobre todo, del período histórico que les toca vivir y la implicación que tiene cada uno de ellos en estos episodios, y que también afecta a los personajes con los que guardan una relación más directa. En La armada de Dios están muy presentes el romance, la lealtad, el odio, la traición, la venganza, la ambición, el espionaje, las intrigas y la aventura.



Biografía:


No lo


Nació en Madrid, donde estudió Magisterio y más tarde Pedagogía. Vive más de una década en Honduras y después en El Salvador, trabajando con refugiados de guerra. De regreso a España se afinca en Extremadura y escribe Héroes, tumbas y libros perdidos, con el que obtiene el I Premio de Literatura de la Universidad Complutense.

Se reconoce un apasionado de la historia, en especial del siglo XVI, un siglo lleno de aventuras, exploraciones y descubrimientos, en el que se sitúa la acción de las novelas Las islas de Poniente (2019), y La corona del mar (2022), editadas por Pàmies. La armada de Dios es su tercera novela.


Notas: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de la web de la editorial. Fotografía de Julio Alejandre Calviño tomada de Amazon. Imagen de la isla de Roanoke tomada de la web del Diario La Noticia. Imagen del duque de Medina Sidonia y de la Ruta de la Gran Armada tomadas de Wikipedia. 







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