viernes, 16 de febrero de 2024

Reseña La sinfonía de Julia, de Mercedes Guerrero.

 










Datos técnicos:




Título: La sinfonía de Julia.

Autora: Mercedes Guerrero.

Editorial: Grijalbo (Grupo Penguin Random House)

1ª edición: Septiembre/2023.

ISBN: 978-84-253-6567-6.

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta.

Idioma: Español.

Nº pág.: 506.




Sinopsis:



Una pianista con una habilidad secreta.

1960. Las melodías de Julia Lerner suenan en los escenarios más importantes del mundo. Considerada la mejor pianista de la Unión Soviética, la joven tiene un don muy peculiar: es capaz de esconder códigos complejos entre las notas musicales de sus composiciones.

Un régimen opresor dispuesto a controlarla.

En el momento más tenso de la Guerra Fría, cuando delatores, agentes del KGB y de la CIA se mueven entre bambalinas, Julia verá cómo su habilidad se convierte en una amenaza. Empujada por el deseo de libertad y la necesidad de proteger a quien más ama, deberá enfrentarse al sistema para tomar las riendas de su futuro.

Una gran historia de valentía, amor y espionaje.

Esta espléndida novela acompaña al lector durante varias décadas de la vida de una heroína fascinante. Desde el Moscú de la URSS hasta la Alemania del Muro, cruzando el oceáno para llegar a Estados Unidos y hallar su legado en España.





Opinión Personal:





De nuevo me acerco a la narrativa de la escritora Mercedes Guerrero (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1963). En 2014 leí y reseñé en este blog La mujer que llegó del mar (reseña), novela que me gustó mucho. En 2020 me brindó la posibilidad de repetir experiencia con El baile de las marionetas (reseña), en cuya trama se relata la historia de los niños españoles exiliados a la Unión Soviética huyendo de la Guerra Civil. La historia de estos niños tuvo una gran acogida por los lectores, lo que originó que se publicaran varias ediciones; no me extraña, porque contiene una trama que no deja indiferente, por la que transitan unos personajes inolvidables, junto con las vicisitudes que les acompañan, conscientes de que son los dirigentes soviéticos quienes dirigen sus destinos. La sinfonía de Julia es su última obra publicada hasta la fecha, y que disfruté de principio a fin.

(Checkpoint Charlie-Berlín-RDA)
Sin duda alguna, la escritora ipagrense tiene muy claro cómo atraer la atención del lector para que sienta interés por los trabajos literarios que publica. El trasfondo histórico está muy presente en los tres que acabo de mencionar en el párrafo anterior. Las tres conforman historias construidas y desarrolladas a modo de puzle, cuyas piezas van encajando a medida que se aproxima el desenlace. Las novelas de Mercedes Guerrero se caracterizan por la solvencia de una trama cargada de realismo y verosimilitud, por la que transitan personajes creíbles y muy vivos, al igual que por el rigor documental en la que se sustentan. En ellas utiliza un estilo narrativo sencillo, cuidado y directo, de lectura ágil y amena. A estos rasgos se une el dinamismo, por la variedad de episodios que viven los personajes y de escenarios por los que transitan , de tal forma que a cada uno le acompañan situaciones que atrajeron mi atención, con el aliciente de que el lector recibe una información más directa, por lo que en más de una ocasión me pregunté si llegarían a tener conocimiento de todo lo que les sucede a quienes guardan una relación directa con ellos, o de quienes puedan influir en el destino que les espera.

La vida de Julia Lerner cambia, no sólo por los escombros a los que se vio reducida su ciudad, Dresde (Alemania), tras los continuos bombardeos que sufrió en los estertores de la Segunda Mundial, sino desde que el comisario soviético Kozlov ocupa la mansión en la que vivía, ubicada en las afueras de la capital de Sajonia. Ahora se ven obligados a vivir en la pequeña casa del empleado que «hacía las veces de chófer y jardinero» (cap 30), Julia aprovecha la ausencia del comisario para seguir tocando el piano instalado en el salón. El nuevo inquilino la sorprende, pero le dice que quiere escucharla. Le gusta su interpretación al piano, e incluso se sorprende al responderle que también es compositora. Le propone ir a Berlín, en donde «está la Orquesta Filarmónica de Moscú ofreciendo varios conciertos...Prepara una buena composición y convéncelos para que te incluyan en el programa de adiestramiento de grandes talentos de la Unión Soviética en el Gran Conservatorio de Moscú»(pág. 42). Un cambio que con el paso del tiempo la convierte en una pianista y compositora de reconocido prestigio a nivel mundial. Pero este éxito supone un precio que tiene que pagar muy alto, porque, como adelanta la sinopsis, su habilidad se convertirá en una amenaza. ¿Qué habilidad y qué amenaza? La respuesta es un gran atractivo para el lector porque, en plena Guerra Fría, debe enfrentarse al sistema para tomar las riendas de su futuro.

Un rasgo peculiar de La sinfonía de Julia es su estructura. De hecho, no la conforman los tradicionales capítulos, sino que la autora utiliza la división de las diferentes piezas que conforman un concierto de música clásica: una obertura (o prólogo), 22 sonatas tituladas, estructuradas en movimientos, 5 suites y una coda o epílogo. Con esta peculiar estructura, Mercedes Guerrero configura una trama que abarca dos líneas temporales. La obertura y las cinco suites que se intercalan entre las sonatas constituyen una subtrama que complementa a la trama principal y, pese a su menor extensión, tiene una gran trascendencia porque guarda relación con el destino que le espera a sus dos hijos, una vez que son obligados a abandonar el hogar familiar. La trama principal es muy atractiva, dadas las vicisitudes adversas que afectan a la carrera artística de la intérprete y compositora y a su marido, el periodista del Pravda, Boris Ivanov. Las autoridades moscovitas sospechan que traicionan a la Patria Soviética, con las graves consecuencias que suponen para su integridad física las duras e inhumanas decisiones que toman en su contra, con el significado que acarrea para su carrera artística de ella y la periodística de su marido.

(Construcción Muro de Berlín-RDA-1961)
Mercedes Guerrero ofrece en esta novela un testimonio muy interesante de lo que sucede tras el llamado Telón de Acero una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Como aclara en los Agradecimientos, «esta vez mi curiosidad me ha llevado a profundizar sobre la sociedad de una época que, para los que vivíamos al otro lado de este telón de acero, nos era desconocida, debido a la opacidad del régimen soviético...ofrece de una forma didáctica y amena una historia ficticia y a la vez creíble dentro de un contexto real, con datos y hechos prácticamente identificables» (pág 505). Las dos voces narrativas describen unos episodios muy vívidos, por lo que el lector podrá imaginar con claridad cómo son las escenas que se suceden, al igual que los espacios por los que transitan los personajes.

Quienes ya tenemos una edad, esta novela nos sirve de refresco para recordar escenas y situaciones trascendentales para la historia de la humanidad, algunas de las cuales pudieron ocasionar un grave enfrentamiento entre los dos bloques antagónicos en la llamada Guerra Fría, como la conocida crisis de los misiles. En mi caso, lo que más me atrajo es todo lo que guarda relación con el llamado Muro de Berlín, una construcción que se hizo realidad en 1961, y todo lo que supuso este hecho histórico, porque se cierra el paso diario de los habitantes de la ciudad al Berlín Occidental, a donde los berlineses orientales iban a estudiar a la universidad o a trabajar. Ofreció también gran expectación el magnicidio de John F. Kennedy, por lo que pudiera pasar con posterioridad en las relaciones entre ambos bloques ideológicos. Una Guerra Fría en la que es trascendental el papel que desempeñan los servicios de inteligencia, tanto el KGB como la CIA o el MI6 británico, conscientes de que el conflicto armado entre los dos grandes bloques puede estallar en cualquier momento.

De nuevo me encontré con un elenco de personajes muy atractivos, creíbles y fiel reflejo de la sociedad de los países que viven tras el Telón de Acero, sobre todo en la RDA y en la URSS, donde se desarrolla buena parte de esta historia contada a dos voces. A través de ellos  describe la vida de la «sociedad de una época que, para los que vivíamos al otro lado del telón de acero, nos era desconocida, debido a la opacidad del régimen soviético» (pág. 505). En el día a día de esta sociedad se muestra la diferencia entre la opulenta vida que llevan las autoridades comunistas, tanto rusas como berlinesas, en la que se tiene en cuenta el estatus al que pertenecen las diferentes categorías del poder soviético, y de los nuevos líderes de la República Democrática Alemana. Nada tiene que ver la paupérrima calidad de vida a la que se tienen que amoldar los ciudadanos, pese a que les recalcan que todo lo que tienen y las posibilidades que se les ofrece para trabajar o estudiar es gracias a la magnanimidad del régimen. También están presentes los grandes eventos culturales que organizan, en los que las autoridades lucen sus mejores galas para mostrar al mundo occidental el poder que tiene su arte, como se refleja en cada interpretación al piano que ofrece Julia Lerner con la orquesta filarmónica de turno. Eventos que parece se desarrollan fuera de los países que conforman el Pacto de Varsovia, porque no falta detalle para contentar a quienes invitan, sobre todo si viven al otro lado de la frontera ideológica que los separa.

(Staatsoper-Berlín-RDA)
En el primer tramo de la novela, la autora los presenta de forma superficial, sobre todo quienes más peso tienen en el desarrollo de la trama. A medida que se suceden los episodios, se profundiza poco a poco en la personalidad que esconden y los matices que los caracterizan, en donde no faltan las sorpresas, principalmente en aquellos en quienes menos se desconfía porque, de una forma u otra, colaboran con los agentes que velan por la seguridad de uno y otro bando en la llamada Guerra Fría. La falta de escrúpulos, la crueldad, el terror y el miedo está muy presentes, sobre todo, en quienes forman parte de los estamentos en los que se estructuran la KGB, porque el interés de la mayoría de sus miembros consiste en medrar a costa de delatar a quienes les estorban, e incluso muestran una crueldad tal que sorprende la sangre fría con la que actúan para conseguir sus fines, y no dudan en actuar en el seno familiar o en su círculo más cercano. Mezcla con naturalidad el día a día de los ciudadanos con la labor de espionaje que hay entre las dos grandes potencias y sus países aliados. La tensión y los giros narrativos están muy presentes, sobre todo si en ellos intervienen ciudadanos que creemos que llevan una vida a la que se amoldan y procuran no llamar la atención, pero que desempeñan algún trabajo que les pueda servir de ayuda, utilizados en general a modo de tapadera, pese a que son conscientes de que un error que les hace pagar un caro precio, como se podrá comprobar en algunos de ellos, al constatar su entorno que no se les localiza. En este sentido, la autora ofrece escenas espeluznantes que se desarrollan en los campos de trabajo, a donde son enviados para cumplir condena tanto hombres como mujeres, incluso sin haber cometido delito alguno, sólo por el mero hecho de considerarlos sospechosos. Escenas en las que se refleja cómo también influye en el fin que les espera el riguroso clima que soportan y las condiciones infrahumanas de las prisiones en las que malviven una vez finalizada la dura jornada laboral que les imponen, siendo antes sometidos a crueles torturas para que confiesen haber cometido el delito por el que se les acusa y delaten a quienes hayan colaborado con ellos.

Disfruté mucho mientras estuve enfrascado en la lectura de La sinfonía de Julia. Mercedes Guerrero planifica y desarrolla una trama muy entretenida en la que describe el día a día de la sociedad que vive tras el llamado Telón de Acero. Marida con naturalidad la vida cotidiana con el espionaje que hay entre las agencias estatales de inteligencia de los dos bloques antagónicos, el capitalismo y el socialismo, durante la llamada Guerra Fría. Es Julia Lerner quien protagoniza una trama que mantiene un interés muy equilibrado a lo largo de su desarrollo. La vida de la protagonista y narradora de la trama principal cambia desde el momento en el que finaliza la Segunda Guerra Mundial y la mansión en la que vive, en las afueras de Dresde, es ocupada por un comisario soviético, Kozlov. Sin ella darse cuenta, este comisario le escucha tocar el piano pero, tras el susto que se lleva la joven, le pide que siga interpretando sus composiciones. Le propone asistir a una audición, tras la que su carrera artística la convertirá en la mejor pianista de la Unión Soviética. Pero Julia ve como su habilidad se convierte en amenaza: las ansias de libertad y la protección de quien más ama, sus dos hijos, le incitan a enfrentarse al sistema que rige su vida y la de sus conciudadanos para tomar las riendas de su futuro. Un futuro que se cruzará con la KGB y la CIA, y un marido que no es quien aparenta ser. Un enfrentamiento que le supondrá sangre, crueldad y lágrimas, y un espíritu de supervivencia para tener la mínima esperanza de que la libertad la tiene cada vez más cerca, pese a las estrictas y duras circunstancias que la rodean, con gran peligro para su integridad física. Un futuro en el que el pasado se le aparecerá, pese a la creencia de haberlo olvidado. La novela está escrita con un estilo narrativo sencillo pero cuidado. Tiene un ritmo de lectura ágil, ameno y dinámico. De nuevo me encontré con unos personajes bien perfilados y que no dejan indiferentes, entre los que Julia Lerner ensombrece a quienes le secundan. Sin duda alguna, un interesante viaje literario a una época en la que la llamada Guerra Fría entre los dos bloques ideológicos vivió situaciones de máxima tensión, con la construcción del Muro de Berlín como máximo exponente o la llamada crisis de los misiles.





Biografía:





Mercedes Guerrero (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1963) es diplomada como técnica de
empresas y actividades turísticas, habla varios idiomas y durante dieciséis años ha dirigido varios negocios relacionados con el sector antes de emprender, en 2010, su carrera como escritora. Gran lectora y apasionada de la historia, sus narraciones destacan por las experiencias y los sentimientos de los personajes, además de una visión amena y dinámica del contexto histórico en el que se desarrollan.

Tanto en su primera novela, El árbol de la diana (Debolsillo, 2010), como Las sombras de la memoria (Debolsillo, 2015) son lecturas prescriptivas en Francia para los estudiantes de español. También es autora de La última carta (Debolsillo, 2011), La mujer que llegó del mar (Debolsillo, 2013) y Sin mirar atrás (Debolsillo, 2016). En 21020 publicó El baile de las marionetas, obra con la que su carrera despegó meteóricamente, pues arrasó en las listas de best sellers de plataformas online sumando más de doce ediciones y miles de lectores.

Ahora Grijalbo presenta su nueva novela La sinfonía de Julia.



Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Pengüinlibros. Fotografía de Mercedes Guerrero tomada de la web El Día de Córdoba. Imagen del Checkpoint Charlie tomada de la web DW. Imagen de la construcción del Muro de Berlín tomada de la web Letras Libres. Imagen de la Staatsoper de Berlín tomada de la web Deustchlandfunk Kultur.







3 comentarios:

  1. Gracias Paco, la verdad que la disfruté mucho y me parece que en las novelas de espionaje y contraespionaje no es nada fácil que el lector se entere y ella lo consigue y además la disfrutas. Un abrazo

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  2. Hola Paco, estupenda reseña. De la autora leí hace años La mujer que vino del mar y me gustó mucho. Luego no he vuelto a repetir. La sinfonía de Julia tiene muchos de los ingredientes que me llaman en una historia, así que me la llevo sin dudar. Besos.

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  3. Ya me había fijado en este libro y ahora con tu reseña sube puestos.
    Besotes!!!

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