Datos
técnicos:
Título: El
niño del beso.
Autor:
Salvador Navarro.
Autopublicado
en Amazon.
1ª
edición: Julio/2023.
ASIN:
B0CB2FV3KS.
Encuadernación:
Tapa blanda.
Idioma:
Español.
Nº
pág.: 309.
Sinopsis:
Un
cuarto de siglo después de una escena dramática de su adolescencia,
Pablo regenta una librería que le permite una vida acomodada en
torno a una red de amigos que lo idolatran, relaciones sexuales sin
compromiso y mucha calle, sin saber que en el otro lado del planeta
alguien se apropió de ese lejano capítulo de su juventud para
convertirse en una celebridad.
Una
mañana de primavera, un anónimo introduce bajo su puerta el regalo
con el que Pablo siempre había soñado; la misma mañana en la que
aparece incendiada su librería en el centro de la ciudad.
¿Quién
le quiere tanto? ¿Quién le quiere tan mal? ¿Por qué al mismo
tiempo?
A
Pablo no le queda sino descifrar el origen de ese tsunami emocional,
sin imaginar hasta qué punto él es protagonista de la historia de
los demás.
Opinión
Personal:
El
niño del beso es la cuarta novela que leo,
reseño y no dudo en recomendar del escritor Salvador Navarro
(Sevilla, 1967). Quienes leímos algunas de sus obras coincidimos en
que tiene un estilo narrativo muy particular, identificable, al que hay que añadir la
incógnita sobre la temática que abordará en su siguiente trabajo
literario y el enfoque que le confiere, que es otra de sus señas de
identidad, junto con el ritmo narrativo ágil, la estructura de la
trama y unos personajes muy cercanos. Estas premisas que acabo de comentar se cumplen, sin duda
alguna, en la obra que encabeza este párrafo.
|
(Jardines de El Alcázar-Sevilla) |
De
nuevo nos encontramos con un trabajo de ingeniería, en el que el
escritor sevillano delinea un complejo proyecto al que no le falta
detalle para que el lector no tenga lugar a respiro y muestre interés
por las vicisitudes que le acompañan al protagonista a lo largo del
desarrollo de la trama. En esta ocasión, la atención de esta
historia la focaliza Pablo, un personaje al que ya conocemos de
alguna de sus anteriores novelas. El autor es consciente de cómo
atraer a nuevos lectores para que no se vean obligados a conocer con
anterioridad a este personaje, porque ofrece las soluciones
necesarias con las que se encuentre muy a gusto desde la primera
página con la historia que relata en primera persona sobre su ciclo
vital, en el que un episodio familiar lo marca de por vida. Pero a
Pablo lo conoceremos también a través de los personajes que guardan
una relación directa con él y aportan su opinión sobre el origen
de las adversidades que lo traen de cabeza porque, pomo adelanta la
sinopsis, en el mismo día un
anónimo introduce bajo su puerta el regalo con el que siempre había
soñado, pero también esa misma mañana aparece incendiada su
librería en el centro de la ciudad.
El
niño del beso es una novela que no deja
indiferente, porque Salvador Navarro aborda el tema de la
homosexualidad y lo que supone la salida del armario para quienes
tienen una inclinación sexual que todavía es un tabú, junto con la
xenofobia y los prejuicios hacia este colectivo, al que una parte de
la sociedad señala como bichos raros. No deja indiferente porque
Pablo se abre en canal y no duda en mostrar lo bueno y lo malo que
hay en él, pero también se llega a la conclusión de que el
episodio que le llevó a ser repudiado por su familia, el ser
expulsado de su hogar a los 18 años, le ayudó a rehacerse a si
mismo, como un ave fénix, pese a que los principios en su nueva vida
fueron duros. Unos principios que, sin embargo, le sirvieron para
convertirse en alguien que lleva una vida acomodada en Sevilla, la
ciudad en la que ahora vive, arropado por quienes le profesan una
verdadera amistad y no dudan en estar a su lado, pese a las broncas que recibe para que entre en razón, sobre todo en los
momentos más difíciles que afronta, como se podrá ver en las
adversidades a las que se enfrenta varias fases de la trama.
Un
regalo y un incendio que lo van a traer de cabeza porque en varias
ocasiones se pregunta quién pudo haberle causado ese daño, y si tiene enemigos como para que lo castiguen de esa forma tan
despiadada, porque incluso llega a temer por su integridad física,
dadas las consecuencias que sufren algunos personajes de su entorno,
sobre todo quienes tienen su misma inclinación sexual. Un regalo que
le vuelve también al pasado, porque en sus cavilaciones surge la
posibilidad de que puede ser un acto de conciliación del otro
episodio que marcó su adolescencia, porque ese acto que para él
supuso su primera muestra de afecto, tuvo el rechazo por
respuesta. Siente que ese regalo representa la oportunidad de
realizar un viaje del que en más de una ocasión habló con ese
personaje que no le correspondió a esa muestra de afecto.
|
(Plaza de las Setas-Sevilla) |
Me encontré con una trama llena de fuerza, ya desde las
primeras páginas. Una fuerza acompañada por un relato que imanta y
que me mantuvo expetante ante lo que me contaba el protagonista y
narrador, sobre todo cuando se refiere a ese pasado doloroso, que
todavía le hace pasar malos ratos cuando habla de esos años. Una
fuerza que se manifiesta a través del tobogán de emociones en los
diálogos que mantiene con los personajes que sabe que le pueden
escuchar y aportar soluciones en los momentos más difíciles. Pero
es que a lo que acabo de comentar hay que añadir el que cobran
protagonismo con el relato de varios personajes que son de su misma
inclinación sexual y que, de una forma u otra, guardan relación
directa con él, por lo que también incita a estar muy pendiente de
su versión de los hechos. Sin duda alguna, Salvador Navarro juega al
despiste con unos y otros; diría que con medias verdades. En este
sentido, me dije que era una técnica acertada repartir entre ellos
todas las posibilidades que se barajan ante quién o quienes pueden
ser el o los autores de los hechos que angustian a Pablo, porque le
tocan en lo más íntimo, no sólo en lo profesional, sino también
en lo personal.
En
más de una ocasión me dije que la trama de El
niño del beso tiene mucho de corte clásico.
Y es que en buena parte de su desarrollo tuve la sensación de que
nada era lo que parece, y que todo se solucionaría en el
desenlace, en el que disfruté con los diálogos que mantiene en los
últimos capítulos y que, para mí, son para enmarcar. Esa sensación
de la que hablo al principio de este párrafo entiendo que se
manifiesta también en que el lector va unos pasos por delante que el
protagonista, aunque en esta ocasión diría que en su justa medida.
Una justa medida que consigue que sintamos la misma
intriga que el librero. Un librero que entiendo que también hace las
funciones de detective, aunque no con mucho éxito, porque le traen
de cabeza todas las adversidades que sufre. Un librero que tiene como
compañero de investigación a su empleado, porque le manda averiguar
una serie de interrogantes que cree que él puede ser quien le
descubra la verdad que él no es capaz de descifrar. Tampoco falta la
acción; eso sí, en pequeñas dosis, y sorpresas desagradables.
|
(Estatua San Jerónimo, Museo BBAA-Sevilla) |
Disfruté
mucho con la lectura de El niño del beso.
Salvador Navarro desarrolla y planifica una trama que imanta desde
las primeras líneas hasta la última. Una trama que, como ya es
habitual en su narrativa, tiene un ritmo ágil, e incluso diría que
muy ágil en buena parte de la novela. En mi opinión, dominan los
diálogos frente a la narración; o esta fue la sensación que tuve, ante la trascendencia que tienen. Unos diálogos muy entretenidos,
naturales, vivos y en los que salen a relucir las emociones y
sentimientos de los personajes. Unos diálogos en los que el autor
reparte la información sobre lo que sucede en la trama,
complementada con la narración en primera persona. Una narración en
la que Pablo se abre en canal y muestra lo mejor y lo peor que hay en
una vida que se ganó a pulso, casi sin ayuda de nadie, salvo la que
recibe de sus amigos cuando lo necesitan y de su hermana, que desde
Bruselas y en Bruselas, cuando él la visita, se preocupa por los
problemas que lo asolan. Un relato que conduce al lector por Huelva,
Sevilla y Bruselas, al igual que por el oscuro pasado del
protagonista. Pese a que El niño del beso
es una novela más de personajes, Sevilla cobra protagonismo, porque el autor sabe qué localizaciones utilizar para
que surtan el efecto deseado, al igual que el paseo a lo Vázquez
Montalbán que se ofrece sobre la ciudad hispalense e invita a
realizarlo. El lector se encontrará con unos personajes que parecen
cobrar vida propia, muy cercanos, creíbles y bien perfilados, de los
que estaremos muy pendientes, sobre todo por lo que significan para
Pablo en este cúmulo de episodios adversos y emotivos que vive. Unos
personajes a través de los que aborda la temática de la
homosexualidad, y la xenofobia y los prejuicios que hay hacia este
colectivo, más intensos incluso en el ámbito familiar, aunque aunque no en todos los casos.
Biografía:
Soy
un sevillano del 67 que tuvo el privilegio de nacer en una familia
que le quiso y le dio oportunidades de ser quien es hoy, un hombre
que se gana la vida trabajando como ingeniero para la Renault,
felizmente casado y con la suerte de haber podido cumplir sus sueños
de progresar año tras año como novelista. Con Algaida he publicado
tres de mis últimas novelas (Huyendo de mí, El hombre que ya no soy
y Nunca sabrás quién fui). Algaida también reeditó No te supe
perder, finalista del XIX Premio de novela Luis Berenguer, tras
llevarse a la gran pantalla. Antes había publicado una novela
intimista, Andrea no está loca, y otras dos de juventud, Rosa.0 y
Eres lo único que tengo, niña. Con 100 pulsaciones entro en el
terreno de la no ficción, en el que me muevo cada día con más
libertad. A este título han seguido 100 vibraciones, 100 emociones y
100 latidos. En el año 2021 me decidí a publicar con Amazon, una
novela corta acerca de la capacidad de perdonar, Y si aparece. A la
vista del éxito de esta novela, he considerado también a Amazon
para lanzar la última, Toda tu vida en mí.
El niño del beso es su última novela publicada hasta la fecha.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor tomados de Amazon. Fotografía de Salvador Navarro tomada de la web de El Correo de Andalucía. Imagen de los Jardines de El Alcázar, en Sevilla, tomada de la web del Alcázar de Sevilla. Imagen de la Plaza de las Setas tomada de la web del diario ABC de Sevilla. Imagen de San Jerónimo en el Museo de BBAA tomada de Wikipedia.
Gracias por seguir confiando en mí
ResponderEliminarPues me llama mucho la atención. Aunque ahora mismo tengo tanto pendiente que le va a tocar esperar, pero la tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Francisco!!
ResponderEliminarGracias por la reseña y recomendación, se lee interesante.
Besos💋💋💋
Tengo pendiente estrenarme con el autor, aunque la que más me llama es Nunca sabrás quien fui, todas me parecen interesantes. Besos.
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