viernes, 25 de agosto de 2023

Reseña La barraca, de Vicente Blasco Ibáñez.

 









Datos técnicos:




Título: La barraca.

Año de publicación: 1898.

Autor: Vicente Blasco Ibáñez.

Editorial: Biblioteca Nacional de España.

1ª edición: Agosto/2017.

ASIN: B074PD8GQV.

Formato: Ebook.

Idioma: Español.

Nº páginas: 322.





Sinopsis:



La novela se centra en las pésimas condiciones del pueblo campesino y agrícola de la Valencia (España) del siglo XIX. Debido a que el tío Barret no puede costear el precio del terreno donde tiene su huerta, el cual había sido cultivado por su familia durante generaciones, se ve obligado a abandonarlo.

Los vecinos de la aldea se indignan ante tal situación y deciden boicotear la tierra para que nadie más trabaje allí después de echar al tío Barret. Tras un tiempo, se instala allí una nueva familia acuciada por la necesidad y son hostigados por el resto de la comunidad, llegando incluso a afectar a los hijos de este matrimonio, que tienen diversos encuentros con los otros niños de la aldea...

Para la edición del libro La barraca, de Vicente Blasco Ibáñez, se ha utilizado la edición de Prometeo Germanias, 33, Valencia.




Opinión Personal:




La barraca, tras Cañas y Barro (reseña), es la segunda novela de Vicente Blasco Ibáñez que leo y reseño en este blog, a parte del libro de viajes En el país del arte. Tres meses en Italia (reseña). Blasco Ibáñez es uno de los autores más representativos del Naturalismo español, junto con Emilia Pardo Bazán, Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas “Clarín”. El escritor valenciano es uno de los máximos exponentes de la literatura de su tierra; de hecho, varias de sus novelas forman parte del llamado ciclo valenciano. Merece la pena recrearse en la nota que antecede al cuerpo de la novela, porque el autor habla sobre el origen de la que se dice que es su mejor obra narrativa, y en el que se refleja el carácter republicano de su faceta como político.

(Barrio de Pescadores-Valencia)
En La barraca Blasco Ibáñez denuncia las malas condiciones de los labradores de la huerta, sobre todo de quienes dependen de los grandes terratenientes, porque los explotan para sacar de su trabajo pingües beneficios. También refleja las propias normas que tiene la huerta valenciana porque los campesinos no aceptan que nadie se entrometa en sus asuntos, ya que ellos resuelven entre sí los problemas que les preocupan. Una huerta que tiene su propia vida y en la que los labradores se amoldan a la dureza que supone trabajar esas tierras. Unos trabajadores que, como se verá a lo largo de los diez capítulos en los que se estructura el desarrollo de la trama, guardan mucha relación con Valencia, a donde van a trabajar muchas de las campesinas a las fábricas de la ciudad, y en donde se dirimen los conflictos sobre el reparto del regadío en el Tribunal de las Aguas.

Sin duda alguna, La barraca es una de mis mejores lecturas de este año. Sorprende el estilo narrativo de Blasco Ibáñez porque es muy contemporáneo, y con el que me sentí muy cómodo durante su lectura. Es una novela de poco más de trescientas páginas que mantiene muy en vilo la atención del lector a lo largo de su desarrollo, porque se suceden episodios en los que se presiente que en algún momento puede suceder una desgracia personal, dada la tensión que se palpa en el ambiente, sobre todo desde que se corre la voz de que una familia llega con todos sus bártulos para trabajar las tierras del del tío Barret. Unas tierras que «no serían nunca para los hombres, debían anidar en ella los bicharracos asquerosos, y cuanto más mejor» (cap. I). En el primer capítulo el narrador omnisciente presenta a los personajes que van a tener una mayor trascendencia en la trama. El lector se preguntará el porqué de la reacción del tío Pimentó una vez que su mujer le pone en conocimiento de la llegada de la familia que va a trabajar las tierras que durante generaciones labraron el tío Barret y su familia. En los nueve siguientes se describen todo lo que sucede desde la llegada de Batiste Burrull para trabajar las tierras malditas del tío Barret, como así se conocen entre los habitantes de la huerta.

La barraca es una novela en la que se percibe la clara simbiosis entre los habitantes de la huerta valenciana y las tierras que trabajan. Los campesinos están muy adaptados a la dureza que supone la labor que realizan para obtener la cosecha que les reporte un beneficio con el que puedan mantenerse todo el año y poder abonar la renta al terrateniente. Pero también en La barraca Blasco Ibáñez resalta la psicología de los personajes, que está muy ligada a la dureza que supone trabajar la huerta, sobre todo cuando es época de sequía. La tensión narrativa estará muy presente a lo largo de los capítulos, porque son conscientes de lo que supone la presencia de un extraño en sus tierras, y más todavía si va a trabajar unas que tienen una historia funesta, por lo que «un estremecimiento de alarma, de extrañeza, de indignación, corría por toda la vega, como si no hubiesen transcurrido los siglos y circulara el aviso de que en la playa acababa de aparecer una galerna argelina buscando cargamento de carne blanca» (cap. I).

(Barranco de Carraixet-Alboraya-Valencia)
En La barraca el lector se encuentra con un elenco de personajes muy atractivos, por la viveza que le dan al desarrollo de la trama. Unos personajes diría que inolvidables, sobre todo los dos antagonistas: Batiste Burrull y Pimentó. Batiste Burrull es el labrador que está decidido a trabajar las tierras del malogrado tío Barret, de quien el lector sabrá los motivos por los que los habitantes de la vega dicen que sus tierras están malditas y deciden proteger para que nadie más vuelva a trabajarlas. Pimentó es todo lo contrario, porque es violento y pasa las horas muertas en la taberna de Copa, y también «cazador de pájaros con liga, enemigo del trabajo y terror de la contornada, no pudo conservar su gravedad impasible de gran señor ante tan inesperada noticia» (cap. I). Su mujer, Pepeta, «una animosa criatura, de carne blancuzca y flácida en plena juventud, minada por la anemia, y que era sin embargo la hembra más trabajadora de toda la huerta» (cap. I). Junto a Batiste y Pimentó hay un grupo de personajes que los secundan y de los que merece la pena estar muy pendientes, como la familia de Batiste: su mujer, Teresa; su hija Roseta, y sus cuatro hijos. Roseta es una joven tímida que trabaja en la fábrica de seda en Valencia, y durante el regreso teme que se enfrenten a ella, porque todos los campesinos quieren amedrentar a su familia para que abandonen la barraca del tío Barret. Sus cuatro hermanos también sufrirán la furia de los hortelanos, sobre todo de los hijos de estos, que los acorralan en los episodios que tienen como eje la escuela que dirige en una barraca el maestro don Joaquín, un personaje un tanto peculiar. Llama la atención también el pastor al que conocen como el tío Tomba, cuyo nieto, Tonet, se enamora de la hija de Batiste. El tío Barret es un personaje pasivo, porque se conocerá las causas que originaron su desgracia, provocada por don Salvador, el avaro terrateniente dueño de su barraca y de las tierras que la circundan. La barraca es otro personaje más de la novela, porque todo lo que sucede en ella y en torno a sus moradores estará muy presente a lo largo de los capítulos.

Sin duda alguna, la trama de La barraca atrae la atención del lector desde las primeras páginas hasta el desenlace. Una trama que le mantiene en vilo porque, dada la tensión narrativa que se percibe desde que Batiste y su familia ocupan la que fuera barraca del tío Barret, se suceden una serie de giros en los que incluso me temí que podían producirse situaciones funestas para alguno de los personajes, sobre todo desde que el acoso de Pimentó a Batiste va a más, arropado por los vecinos de la huerta. En todo momento tuve la sensación de que entre ambos se producía un verdadero duelo, de cuyo desenlace me temía lo peor, dado que Batiste no dudaba en defender todo lo relacionado con su familia y las tierras que trabajaba, y Pimentó quería que el labrador foráneo abandonara las tierras que había ocupado ilegalmente. En este sentido, destacaría el episodio que tiene lugar en la taberna de Copa, en donde lo que podía ser un acercamiento entre ambos personajes terminaría en un episodio que provoca el empeoramiento de su relación, y el temor que suscita el mismo, porque me dije que se presentía un desenlace funesto.

(Mercado de ganado-Cauce Turia-Valencia)
La barraca es una novela de claros rasgos naturalistas. Una trama en la que se refleja la dureza a la que se enfrentan los campesinos que trabajan las tierras de la vega valenciana, y sobre todo si tienen que rendir cuentas a los terratenientes que se les arriendanUna dureza que se refleja todavía más si la sequía está muy presente, por lo que los labradores se enfrentan a una subsistencia extrema. Una trama en la que también se describen las costumbres de la zona y la relación que guardan los campesinos de la huerta con Valencia y Alboraya. El lector se encontrará con un ritmo narrativo fluido, pese a que domina la descripción frente al diálogo, un estilo directo en el que la voz narrativa ofrece desde el punto de vista objetivo todo lo que sucede a lo largo de los diez capítulos que conforman la trama. Blasco Ibáñez incluye en determinadas fases de la trama fragmentos de diálogos en valenciano, idioma que utilizan los habitantes de la huerta de Alboraya. Unos fragmentos en valenciano que no influyen en el ritmo de la lectura, y confiere un mayor realismo al retrato que se hace de los campesinos de la zona. La barraca es una novela muy visual porque las descripciones que ofrece el narrador omnisciente sobre el paisaje, los personajes y las escenas que protagonizan ayudan a que nos podamos imaginar cómo son los rasgos que los definen y los parajes por los que transitan, en los que también están muy presentes las descripciones que se hacen sobre la flora y la fauna de la huerta valenciana. El escritor valenciano desarrolla una trama en la que, a medida que se suceden los capítulos, el lector presiente que le espera un desenlace que no le va a dejar indiferente.



Biografía:



Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 29 de enero de 1867 - Mentón, Francia, 28 de enero de 1928), escritor, editor, periodista y político valenciano. Se licenció en Derecho en 1888, por la Universidad de Valencia, aunque nunca llegó a ejercer. Hijo de aragoneses y, aunque hablaba valenciano, realizó casi toda su obra en castellano. Escribió algún relato en valenciano para el almanaque de la sociedad Lo Rat Penat y se vinculó a la Renaixença influenciado por Constatí Llobart, pero poco después se distanció del movimiento.

Fundó los diarios, La Bandera Federal, en 1889 y El Pueblo, en 1894, dónde puso de manifiesto sus ideales republicanos y su oposición a la monarquía. También fue muy importante su actividad editorial y creó las editoriales Sempere y Prometeo, con la participación de destacados ilustradores, como Povo, Mellado, Ochoa y Ballester. En 1890 fue condenado al exilio en París, dónde entró en contacto con el naturalismo francés, que ejerció una gran influencia en su obra. Su primera novela de éxito fue La barraca, que denunciaba la injusticia social en la Valencia campesina.

Las novelas de Blasco Ibáñez se caracterizan por el naturalismo y credibilidad en las descripciones de los ambientes, por los elementos costumbristas y regionalistas y por la acción trepidante en sus relatos. Sus obras se pueden agrupar según su temática: de carácter valenciano, como Arroz y tartana, La barraca y Entre naranjos; novelas de denuncia y crítica social, las más conocidas, La catedral y El intruso; novelas psicológicas, como Sangre y arena, que tuvo un enorme éxito; de temática bélica, la más famosa - Los cuatro jinetes del Apocalipsis-, fue traducida al inglés en 1918 con gran repercusión; y los libros de viajes, que escribió a lo largo de dos décadas de viajes internacionales, como La vuelta al mundo de un novelista.


Notas: Datos técnicos tomados de Amazon. Sinopsis tomada de la web Elejandía digital. Biografía del autor tomada de la web  bivaldi.gva.es. Imagen del Barrio de Pescadores tomada de la web Valencia en blanco y negro. Imagen del Barranco de Carraixet, en Alboraya (Valencia) tomada de la web Levante EMV. Imagen del Mercado de ganado, en el cauce del Turia, en Valencia, tomada de la web Valencia en blanco y negro. 









2 comentarios:

  1. Hola Paco, leí la novela hace muchos años porque le tiene mi padre en su biblioteca, y también vi la serie. Ambas me parecen magníficas y de lo más recomendable. Besos.

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  2. Un gusto enorme pasar por acá y llevarme está sugerencia.
    Gracias por compartirlo!

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