Datos técnicos:
Título: La máscara de Prometeo.
Autor: Jairo Junciel.
Editorial: Almuzara.
1ª edición: Junio/2022.
ISBN: 978-84-17057-70-1.
Encuadernación: Rústica con solapas.
Idioma: Español.
Nº pág.: 416.
Sinopsis:
Daniel, un joven que vive en la Compostela de mediados del siglo XIX, acaba sin querer con la vida de su primo y debe huir para no ser condenado a muerte. Un carruaje lo lleva a la mansión de un rico anciano llamado Waterfall. El anciano ha organizado una expedición filantrópica con el afán de devolver al mundo una parte de lo que a él le ha dado. Daniel, acuciado por su situación, se embarca y pasa a formar parte de un grupo de eminentes matemáticos, biólogos y lingüistas que, además de su sapiencia, acarrean nefastas tragedias personales. Pero al inicio de la travesía, Daniel recibe un disparo que compromete su vida y los científicos deciden imponerle un objeto para sanarlo: la máscara de Prometeo. La máscara, que está incompleta, cura a Daniel, y se desvela así el auténtico motivo de la expedición: recomponer ese objeto fantástico que puede sanar, ilustrar, resucitar y procurar la vida eterna.
Jairo Junciel, ganador del prestigioso Premio Albert Jovell de Novela y finalista del Planeta, nos brinda una formidable aleación de novela de aventuras y ciencia ficción, narrada con su característico brío, con la que el lector rememorará a autores de su juventud como Stevenson, Salgari o Julio Verne.
Opinión Personal:
Las novelas de aventuras conforman un género literario que, en mi caso, viene cargado de nostalgia, porque en mi juventud fueron, quizás, las obras literarias que más me acompañaron en los momentos de ocio que dedicaba a la lectura. Stevenson, Salgari o Julio Verne son tres de los autores que más frecuenté, junto con Mark Twain. Sus muy entretenidas historias, relatadas a través de la voz narrativa de turno, me hicieron pasar ratos inolvidables, que ayudaron a que, con el transcurrir de los años, me convirtiera en un voraz lector que disfruta, sobre todo, con los autores clásicos o con la narrativa contemporánea que bebe de unas fuentes literarias que nunca se secan. Por eso, cada vez que se me presenta la oportunidad de degustar historias que me retrotaen a esa época, no dudo en elegir títulos que sé que me van a ayudar a volver a ser el muchacho que tanto disfrutó con los personajes creados por los autores que menciono en este párrafo.
El escritor Jairo Junciel (Salamanca, 1982) es un autor cuyas obras son para mí sinónimo de entretenimiento y buen hacer literario. Del escritor salmantino guardo un grato recuerdo de un personaje que me encandila, como es Aníbal Rosanegra, protagonista de dos títulos que me gustaron mucho —El guardés del tabaco (reseña) y El secreto de Rosanegra (reseña)—, y espero que el autor no tarde en deleitarnos con nuevas historias protagonizadas por este personaje, porque estoy seguro que seguirán en la misma línea que los dos títulos citados. Jairo Junciel es un autor que toma como referencia las fuentes que comenté en el párrafo anterior, sin olvidarme de la obra anónima El Lazarillo de Tormes, y de quien no dudo en afrontar la lectura de las novelas que publica porque cumplen con creces los requisitos que le pido a la narrativa de este género literario, en las que narrador de turno —que hasta la fecha es en primera persona— recrea una ambientación exquisita, con la que consigue que el lector sienta que realiza un viaje literario a la época en que se desarrolla la trama.
(Cabo Buena Esperanza-Sudáfrica) |
Daniel vive en la Compostela de mediados del siglo XIX, como adelanta la sinopsis. Su vida da un gran vuelco al protagonizar un acto luctuoso, si bien, tal y como lo describe la voz narrativa, que es él mismo, entendí que era un episodio accidental. Daniel se ve obligado a marchar de la casa de sus padres, porque temen que pueda ser apresado por la Guardia Civil, como culpable de homicidio. Es llevado a lo que parece ser más un castillo feudal que una mansión palaciega, en el que vive Romeo Waterfall. «Señorito Daniel, va a poder mantener una audiencia con uno de los hombres más ricos, esquivos, caprichosos y extraños que pueblan este hemisferio» (pág. 29). En este sentido, y por lo que respecta al citado multimillonario, mientras me sumergí en la lectura de La máscara de Prometeo, y por las características físicas y la avaricia desmedida de este personaje, tuve muy presente el mítico Ebenezer Scrooge, creado por Charles Dickens, y protagonista de Cuentos de Navidad.
Tras la visita a Waterfall, Daniel se enrola en el Prometeo, un clíper que va a surcar los mares durante una larga travesía en la que acompaña a los miembros de la expedición, que tiene una empresa extraordinaria que cumplir, porque su éxito supondría un antes y un después para la historia de la humanidad. La expedición está compuesta por un grupo al que el protagonista y narrador define como mentes preclaras de diferentes nacionalidades, las mejores en sus respectivos campos del saber, aunadas para conseguir el objetivo marcado. No sólo pondrán sus conocimientos al servicio de esta misión, sino también sus destrezas, porque juntos forman un equipo compacto que no dudan en hacer frente a los peligros a los que se enfrentan en este largo y diría que incierto viaje. Un largo e incierto viaje que mantiene la atención del lector en vilo porque no faltan los giros en los que el corazón se encoge. Giros en los que se encontrará con escenas muy desagradables, en las que presiente que la vida de alguno de ellos puede extinguirse, como así lo adelanta el protagonista y narrador, con el aliciente de que está ansioso por conocer si se cumplirá este vaticinio y quien o quienes serán los personajes que sufrirán el fatal desenlace.
Daniel embarca en este clíper como guardiamarina. Un guardiamarina a quien el multimillonario Waterfall le encarga que «le narre de manera completamente objetiva los pormenores del viaje»(pág. 37). Daniel no tarda en congeniar con los miembros de la expedición, pero también no tarda en sentir en sus carnes los efectos de los peligros a los que se enfrentan. En uno de los puertos en los que recalan para embarcar suministros recibe un disparo que pone en serio peligro su vida, por lo que los científicos deciden imponerle un objeto para sanarlo: la máscara de Prometeo. Una máscara que sorprende a Daniel, porque desde que se la imponen y al comprobar sus efectos sanadores, siente que el fin de la expedición es otro bien diferente al que le aseguraron que acometerían: cartografiar y compendiar el conocimiento que adquieran para ayudar a la humanidad. Desde ese episodio, lector y protagonista estarán muy pendientes del vuelco que se supone que va a dar la travesía en la que se embarca junto a los científicos a bordo del barco lujosamente equipado.
(Piton de la Fournase-Isla Reunión) |
La máscara de Prometeo es una novela de aventuras de corte clásico muy entretenida. Los personajes están bien perfilados. Daniel se familiariza, sobre todo con los miembros de la expedición, por su forma de ser y actuar, aunque también conocerá episodios de su pasado que le sorprenderán, e incluso le confundirán por alguna información que le facilitan. Una información que incluso le lleva a preguntarse sobre el tiempo vivido que realmente arrastran a sus espaldas sus compañeros de viaje. Sospecha que la respuesta está en la máscara de Prometeo que le impusieron al resultar herido de gravedad, intuición que le será confirmada por algunos comentarios de los miembros de la expedición y, con el paso de los capítulos, sabrá cuál es el verdadero fin de su viaje, al que ya se alude en la sinopsis. El ritmo de lectura es muy fluido, ayudado no sólo por la variedad de episodios a los que se enfrentan los miembros de la expedición, sino también porque tal y como se desarrollan los diálogos tuve la sensación de que predominan frente a la narración. Unos diálogos que, en mi opinión, diría que son el eje por el que se conoce mejor a los personajes, tanto en la convivencia que mantienen en el día a día durante la travesía, como por las decisiones que toman a la hora de solventar los problemas y peligros a los que se enfrentan. También se percibe en la solidaridad y la amistad, pese a las diferencias que manifiestan en algunos episodios, sobre todo cuando la tensión está muy presente, ya que son conscientes de que sus vidas corren serio peligro.
Biografía:
Nota: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de Almuzara. Imagen del Cabo de Buena Esperanza tomada de la web btet.ru. Imagen del volcán Piton de la Fournase, en la Isla Reunión tomada de la web Euro Weekly News.
Hola Paco, que novela tan interesante nos traes hoy!. Como tú, en mi juventud también leí muchas novelas de aventuras y esta me las recuerda mucho, tanto los personajes, como el ritmo narrativo y las peripecias a las que se enfrenta el protagonista me llaman la atención, así que me la llevo apuntada. Besos.
ResponderEliminarPues pinta bastante entretenida. La tendré en cuenta, aunque será para más adelante, que ahora mismo tengo mucho pendiente esperando.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola. No soy yo habitual del género de aventuras. La mezcla con la ciencia ficción es muy arriesgada pero al salirle bien seguro que acertó y ha hecho una novela diferente, algo que es muy difícil de conseguir hoy día. De clásicos de aventuras leí hace poco Tom Sawyer y uno que me gustó mucho fue La leyenda del ladrón de Juan Gómez Jurado.
ResponderEliminarComo a veces me gusta leer algo muy fuera de mis lecturas habituales, me lo apunto.
Un abrazo
Veo que has disfrutado de la novela. Yo tengo sentimientos encontrados con ella, porque hay cosas que me llaman la atención como por ejemplo el corte clásico aventurero de embarcarse en el clíper, pero lo de la ciencia ficción sinceramente me crea reticencia. De todas maneras como usted y yo tenemos gustos muy parecidos, si me la recomienda, estoy seguro de que me va a gustar. Apertas
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