Interregno, de José Vicente Pascual

Datos técnicos:

Título: Interregno

Autor: José Vicente Pascual

Editorial: Ediciones B

1ª edición: junio 2015

Encuadernación: Tapa rúsica con solapas

ISBN: 9788466657303

Nº páginas: 792

Sinopsis:

A principios del siglo V, prácticamente desaparecido el dominio de Roma, los pueblos del norte de la península Ibérica y las tribus, clanes y naciones euro-asiáticas que la han invadido luchan encarnizadamente por la supremacía.

Perviven el antiguo culto animista y la espiritualidad vinculada a las fuerzas de la naturaleza, propias de la religión céltica, la hechicería y la magia, enfrentadas a las deidades clásicas y, sobre todo, a la nueva fe cristiana.

Berardo de Hogueras Altas, desde su rica ciudad guarecida en el vértice montañoso cántabro-astur-leonés, convoca a sus vecinos y aliados para fundar un señorío defendido por un poderoso ejército. Han de enfrentarse a la amenaza de los vándalos asdingos y las salvajes partidas de halaunios que asolan la región; también se defenderán ante los planes del codicioso Hermerico, rey de los suevos, quien desde su trono en Bracara Augusta planea adueñarse de todo el norte peninsular. Aunque, quizá, los enemigos más temibles sean las intrigas por el poder y la traición.

La llamada de Berardo es respondida por los bravos montañeses de Gargantas del Cobre, los cazadores del valle de Eione, los fieros guerreros de Pasos Cerrados... Todos saben cuál es su destino más cercano: los tiempos de la espada y la leyenda.

Opinión Personal:

A comienzos del siglo V, tras el saqueo de Roma por las huestes de Alarico, comenzaba el principio del fin del Imperio Romano. Las invencibles legiones del águila imperial ya no dominaban el mundo. Su poder se había resquebrajado y ahora eran dos los césares que se repartían los vastos territorios: Honorio en Occidente y Teodosio en Oriente. Eran nuevos tiempos para la población de aquella época, pues en ella reinaba la incertidumbre, y se sentían muy indefensos ante la barbarie con la que actuaban los pueblos invasores, que poco a poco iban instalando un orden nuevo, asentándose en los territorios que habían estado bajo dominio de la gran urbe romana. Un orden nuevo y unas creencias nuevas, ya que se seguían adorando a los dioses ancestrales pero veremos cómo la nueva religión del Crucificado irá sustituyéndolos y haciéndolos olvidar con el paso del tiempo.

                                                                                                                       (Hispania, siglo V)

Hispania era un claro ejemplo de lo que estaba pasando en esos tiempos oscuros. José Vicente Pascual nos refleja claramente esta situación en su nueva apuesta literaria, Interregno, una novela histórica en la que se siguen claramente las mismas pautas que en La hermandad de la nieve, pues de nuevo nos encontramos con que los personajes que más abundan son gente llana, gente del pueblo, mezclados con personajes y hechos históricos que tuvieron un papel relevante en aquella época, aunque como suele ser habitual en su narrativa, los encontraremos en determinados episodios para no quitar protagonismo a quien realmente lo tiene.

Pero en Interregno hay que añadir un nuevo ingrediente, y es que hay escenas y personajes creados por la imaginación del autor que tienen una clara influencia del realismo mágico, el mismo que aparece en los cuentos y novelas de autores como Álvaro Cunqueiro, en donde lo mítico y lo real, lo cotidiano y lo extraordinario, lo de este mundo y lo del otro se mezclan de tal forma que no pueden separarse. Personajes como Hermipo, el prior del monasterio de las ánimas en Horcados Negros, que me recordaba a Merlín, el Hombre de Madera y Piel de Lobo, los trece Olvidados, son claro ejemplo de ello.

Interregno, en mi modesta opinión, puede catalogarse también como novela épica, pero en ella no se ensalzan las hazanas de un héroe legendario, sino que es una épica más realista, en la que los protagonistas son personas vulgares y corrientes cuya única hazaña es la supervivencia o conseguir una mejor posición social. Sin duda, esto lo vemos claramente reflejado en el personaje de Egidio, el protagonista de esta novela, furtivo, ladrón y fugitivo por naturaleza, que terminaría siendo el señor de Horcados Negros.

Los principales escenarios se localizan en ámbitos de la que fue antiquísima civilización vadiniense, como se aclara en la nota del autor, situada en el vértice cántabro-asturleonés de los actuales Picos de Europa. Escenarios que podemos comprobar en el mapa que se nos ofrece en las guardas de la novela para así hacernos una idea por dónde se mueven los personajes. En ella, se nos informa que para documentarse, se acude a la llamada Crónica de Idacio de Limia, a parte de otras fuentes, advirtiéndonos, como suele ocurrir en la ficción histórica, de la alteración de algunos hechos históricos para acomodarlos al desarrollo del argumento de la novela, pero teniendo en cuenta la precisión histórica de los mismos, como es el caso de la batalla de los montes Nervasos, entre otros.

(Hermerico)

A través de sus páginas nos encontraremos con personajes y hechos históricos, que nos ayudarán a refrescar la memoria: suevos, vándalos y halanos se adentran en la vieja Hispania para apoderarse de los territorios que las legiones romanas conquistaron en otro tiempo y ahora veían cómo su dominio llegaba a su fin. Hermerico, Gunderico o Walia, el hermano de Ataúlfo, irán ganando terreno en el moribundo Imperio Romano de Occidente. Hermerico es quien más protagonismo cobrará de todos ellos. Ya sentado en el trono de Bracara Augusta, desde donde dominaba Gallaecia y Lusitania, ansía conquistar todo el norte de Hispania pero para ello necesitaba hacerse con algo que todos sus enemigos también querían: el oro de Vadinia.

El destino de Egidio empezará a cambiar en un refugio al que llamaban La liebre cazadora, «un barracón de paredes de piedra y techo enramado con tallos de centeno donde solían pernoctar viajeros, mercaderes y, en ocasiones, soldados de la prefectura de Gargalus que perseguían a los ladrones de ganado o o huían de los vándalos asdingos, quienes en ese tiempo asolaban el territorio»(pág. 17), en donde de manos de Eresvita, la bella esposa del posadero, recibe el arco de Daciano. Acompañará a Castorio, «diácono de Sanctus Pontano en viaje hacia Vadinia, donde Berardo de Hogueras Altas quiere fundar un extenso señorío, para lo cual ha convocado a los prevalecientes de la región». (pág. 29).

El lector se encontrará con una encadenación de historias que tienen una serie de ingredientes que le invitan a seguir leyendo, encontrándose con un ejercicio literario contundente, con un ritmo narrativo que apenas decae, de una calidad exquisita, un lenguaje muy cuidado y un vocabulario muy rico sin caer en la vacía ornamentación, que nos traslada perfectamente a la época en la que tienen lugar los episodios que se relatan. Estas historias están agrupadas en tres grandes partes en las que se divide la novela: Las Leyes del Pasado, El Templo de la Piedra, El Oro de Vadinia y un Epílogo. Todas ellas relatadas por un narrador omnisciente, salvo el epílogo que es contado por Gotardo en primera persona.

En las guardas de la novela se nos ofrece un mapa de la época en donde podemos localizar los escenarios por donde transitan los personajes. Todos están trazados magníficamente, y nos iremos familiarizando con sus perfiles en el transcurrir de sus capítulos, conociendo perfectamente qué es lo que les mueve a actuar a cada uno de la forma en que lo hacen. Aun encontrándonos con un número considerable de personajes, José Vicente Pascual logra que nos vayamos familiarizando con ellos. No obstante, en su blog personal figura una relación de personajes principales que nos encontramos a lo largo de los 61 capítulos en que se estructura la novela, conforme a los escenarios en los que inician sus jornadas.

Interregno me ha parecido un trabajo literario de una calidad exquisita con el que disfruté mientras me sumergía en su lectura, aunque ésta quizás me llevó más tiempo del que yo esperaba, pero creo que en parte fue porque me recreaba con las historias que contenía. Es, sin duda, una novela para saborear con deleite porque con fuego lento fue cocinada.

Biografía:

José Vicente Pascual (Madrid, 1956), es autor de numerosas novelas y libros de relatos. Entre sus obras destacan La montaña de Taishán (Premio Azorín 1989), El capitán de plomo (Premio Café Gijón, 1993), Palermo del cuchillo (Premio Alfonso XIII, 1995; Ediciones B, 1996), Juan Latino, El país de Abel (finalista del Premio Nacional de la Crítica, 2002), La diosa de barro, Homero y los reinos del mar (finalista del Premio Caja Granada de novela histórica, 2009), Las Vírgenes del desierto (Traspiés, 2009), Los fantasmas del Retiro, La hermandad de la nieve (Premio Hislibris a la mejor novela histórica y mejor autor, 2012), y Almirante en Tierra Firme (Premio Hispania de novela histórica, 2013).
Durante décadas ha sido redactor y colaborador habitual en diversos medios de prensa escrita
En la actualidad forma parte del equipo de redacción del periódico digital El Manifiesto.
Es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada.

Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía del autor, tomadas de la web de Ediciones B; láminas de Hispania en el siglo V y del rey Hermerico, que acompañan al cuerpo de la reseña, de google imágenes, así como la fotografía del autor.