Datos
técnicos:
Título:
Te espero en la última esquina del otoño
Autora:
Casilda Sánchez Varela
Editorial:
Espasa (Grupo Planeta)
1ª
Edición: 21/3/2017
Idioma:
Español
Encuadernación:
Rústica con solapas
ISBN:
978-84-670-4519-2
Nº
pág.: 314
Sinopsis:
Cora
Moret y Chino Montenegro se conocen a mediados de los años sesenta
en un solitario vagón rumbo a Cádiz. Tienen diecisiete años, son
inteligentes, escépticos y no pertenecen a nada. Él, hijo de un
arrumbador del puerto de Cádiz y la florista del cementerio, sueña
con ser escritor; ella, nacida en el Marruecos colonial y criada en
salones de mármoles y silencio, se lo cuestiona todo y lo contrario,
también.
Pese a ser tan diferentes se reconocen enseguida como dos iguales.
Su historia se prolongará, intermitente y asombrosa, hasta el final de sus días. Mientras, Chino se convertirá en un reconocidísimo escritor gracias a Los muertos felices, en cuyas páginas concibe el enamoramiento como una enfermedad, un fogonazo que ciega y destruye. El libro cambiará la noción de amor en el mundo y también el curso de sus propias vidas.
Será Alicia, una joven inteligente, idealista y condenada a la soledad quien, deslumbrada por el personaje de Cora, su vecina del ático, irá recomponiendo las piezas de un romance fuera de lo establecido y del que nadie imagina su misterioso final.
Opinión
Personal:
Te
espero en la última esquina del otoño es la opera prima de la
escritora Casilda Sánchez Varela (Madrid, 1978). Esta novela me
llamó la atención por su título -me daba la impresión de que era
un adelanto del estilo narrativo de su autora, como se confirmaría a
medida que avanzaba en su lectura-. Por la sinopsis intuía que esta
novela que hoy reseño tenía componentes metaliterarios, al comprobar cómo uno de los dos personajes principales
era el reconocido escritor Chino Montenegro. Me sorprendió que, tras buscar información sobre la autora de esta novela, Casilda Sánchez Romero es hija del que fue gran compositor y guitarrista de flamenco Paco de Lucía. Este dato no fue impedimento alguno a la hora de afrontar su lectura, dada la calidad con la que estaba escrita; aunque he de reconocer que soy un tanto reticente a la hora de leer obras de autores que tengan una cierta fama como personajes públicos. Quienes disfruten de la metaliteratura tienen
en la ópera prima de Casilda Sánchez Varela una lectura atractiva,
por lo que no dudo en recomendarla.
Te
espero en la última esquina del otoño tiene una trama en la que el
amor y el desamor son el tema central de la misma, aunque también
hay otros puntos que la escritora madrileña aborda en la novela,
como el paso del tiempo, la soledad, la presión de la fama, o la
diferencia de clases, sin olvidarme del alto componente metaliterario
que hay a lo largo de la novela.
(Barrio de Santa María-Cádiz)
Casilda Sánchez Varela ofrece al lector una novela evocadora y
cautivadora. A través de la narradora, y desde la
lejanía en el tiempo, conocemos la vida del personaje principal sobre el que
gira la trama: Chino Montenegro, reconocidísimo escritor tras la
publicación de su novela Los
muertos felices, que
lo encumbra a la fama. El estilo narrativo de la escritora madrileña es cautivador: en su prosa fresca nos encontramos
con atractivas metáforas, con las que la autora se refiere, sobre
todo, a los sentimientos y las emociones de los dos personajes
principales.
Es
la joven Alicia, inteligente,
idealista y condenada a la soledad quien, deslumbrada por el
personaje de Cora, su vecina del ático, irá recomponiendo las
piezas de un romance fuera de lo establecido. Y es que ese romance
vendrá marcado, sobre todo, por la diferencia de clases que hay
entre Chino Montenegro y Cora Moret, que ya se presiente desde un
principio, sobre la que advierten a ambos personajes sus respectivas
madres. Sin embargo, ese romance se verá superado por el éxito del
escritor, lo que afectará a la relación de la pareja, por lo que Cora se ve abocada a la soledad,
amparándose en quienes la rodean, o incluso en el aislamiento de la buhardilla en la que vive con el escritor. Soledad que también atrapa a Chino Montenegro, por
el alto precio que tiene que pagar por el éxito y la fama, y que afecta sobre todo
a su vida personal.
(Balneario de la Palma-Cádiz)
Como
ya comenté al final del primer párrafo de esta reseña, quienes
disfrutamos con la metaliteratura tenemos en esta novela un título
muy atractivo. El lector conoce los primeros pasos de Chino
Montenegro como escritor: en el tercer capítulo de esta novela nos encontramos con este
personaje en Madrid, en la estación de Atocha, después de asistir a
una reunión con un editor que conocía su amigo Ricardo, el único que le insistía para que publicase sus primeros escritos. El escritor habla en algún momento de la narración de sus
costumbres, en las que le gusta emular la rutina de trabajo de
Hemingway. La narradora relata otras facetas en las que seguro se
reconocerán escritores que lean esta novela, entre las que figuran las charlas
y promoción de su obra literaria están muy presentes, sobre todo
tras el rotundo éxito de su última publicación, Los
muertos felices.
No me olvido también de estudio que se hace en alguno de los
capítulos sobre la trama de la novela antes mencionada.
También figuran dos capítulos en cursiva -el primero y el último
de la novela, que forman parte del título que lo encumbraría a la
fama-. En este sentido, el lector se
encuentra con una novela distópica, que se deduce del desarrollo de
ambos capítulos, y en el comentario que se hace sobre la misma en la
sinopsis de la ópera prima de Casilda Sánchez Varela, que nos
adelanta que en sus páginas se concibe el enamoramiento como una
enfermedad, un fogonazo que ciega y destruye. El libro cambiará la
noción de amor en el mundo y también el curso de sus propias vidas.
Tres
son los personajes que llevan el mayor peso de la trama: Cora Moret,
Chino Montenegro y Alicia, de los que ya el lector tiene unas
pinceladas sobre cada uno de ellos en la sinopsis. Soy partidario de
no dar más datos estos personajes, a parte de los ya mencionados en la sinopsis, para no desvelar más sobre lo que les sucede a lo largo de
los capítulos. A ellos hay que añadirle un ramillete de personajes
secundarios, de los que algunos de ellos aparecen en episodios
puntuales, salvo los que tienen un mayor relación con los dos
personajes principales. A Chino Montenegro y Cora Moret los conocerá el lector en profundidad, junto con
Alicia, la narradora; aunque a este personaje lo conocemos de una forma más cercana y directa, por ser ella el hilo conductor de la
historia. La autora muestra una galería de personajes bien
construidos, y que son fiel reflejo de la sociedad de la época en la que se desarrolla la trama,
principalmente en la línea temporal que tiene lugar entre la década
de los años 60 y 70 del siglo XX.
(Playa de la Victoria-Cádiz)
Esa
diferencia de clases de la que hablo en la reseña se observa
perfectamente en las localizaciones por las que se mueven los
personajes. Cádiz y Madrid son las dos ciudades que cobran mayor
protagonismo. Montreux y la ciudad colonial de Tetuán son otros dos
puntos que figuran en algún momento de la narración. Puede decirse
que Cádiz es un personaje más de la novela, por los rincones que
describe la autora de esta ciudad andaluza, de forma clara y precisa. En este sentido, se nota a través de estas descripciones que la autora conoce las localizaciones que se mencionan en la novela. Chino Montenegro será el
personaje en torno al que giren las escenas que tienen lugar en
Cádiz, sin olvidarnos de su estancia en Madrid, aunque también el lector se encontrará con Cora Moret, en
el período estival que pasa en esta ciudad andaluza. Madrid,
Montreux y Tetuán ofrecen escenas de diversas fases de la vida de
Cora Moret: Madrid en edad adulta, tanto en el ático
en el que vivía como vecina de Alicia, como cuando convivía en
pareja con Chino Montenegro en una buhardilla. Montreux y Tetuán ofrecen escenas de
una Cora Moret más joven, una en su época como estudiante, y otra
en el Marruecos colonial en el que pasó su infancia junto con su
familia, con el ambiente de lujo que le rodeaba sobre todo en la
ciudad colonial marroquí aunque la visión que
tenemos de estas dos ciudades no es presenciada de forma directa a través del relato de la narradora de la novela, sino que es Cora la que evoca
su estancia en ellas.
Te
espero en la última esquina del otoño es una novela narrada en
primera persona por Alicia, en los capítulos en los que toma
parte directa, pasando a relatarlos en tercera persona en los que
Chino Montenegro y Clara Moret son los que cobran mayor protagonismo.
En este sentido, el lector comprueba que son dos las líneas
temporales que se alternan a lo largo de la novela: una en la época actual, y otra que nos lleva a las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX. Pese a la larga extensión de los capítulos, y que hay un claro predominio de las descripciones frente a los diálogos, su ritmo de lectura es fluido y absorbente, por todo lo que sucede en el desarrollo de cada uno de ellos, aunque el lector no se encontrará con giros que incrementen su atención hasta bien avanzada la novela, lo que redobla el interés por lo que se encontrará a partir de ese momento. La narradora utiliza un lenguaje adaptado a la condición social de los personajes: es más actual cuando interviene ella de forma directa, e intercala en los diálogos entre los personajes que tienen una relación muy directa con Chino Montenegro términos propios del habla gaditana.
Biografía:
Casilda
Sánchez Varela
nació en Madrid en 1978. Estudió en el colegio Virgen de Mirasierra
y se licenció en Sociología por la Universidad Pontificia de
Salamanca. Máster de periodismo del periódico El
Mundo
y la Universidad San Pablo CEU, y experta en Comunicación y
conflictos armados. Ha trabajado diez años como periodista en la
sección de cultura de la revista Telva.
En 2014 participó como guionista en La
búsqueda,
documental sobre la figura de su padre. Fue nominado a tres premios
Goya y elegido Mejor Película Documental ese año. En la actualidad
reside en Madrid con su marido y sus tres hijos.
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de la editorial. Imagen del Barrio de Santa María tomada de la web de Palo en Palo. Imagen del Balneario de la Palma tomado de la web Crónicas Gaditanas. E imagen de la Playa de la Victoria, tomada de la web fr. rentalia.com. Fotografía de Casilda Sánchez Varela, tomada de ABC.es
Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora, tomados de la web de la editorial. Imagen del Barrio de Santa María tomada de la web de Palo en Palo. Imagen del Balneario de la Palma tomado de la web Crónicas Gaditanas. E imagen de la Playa de la Victoria, tomada de la web fr. rentalia.com. Fotografía de Casilda Sánchez Varela, tomada de ABC.es
No la conocía, pero me ha ganado el componente metaliterario.
ResponderEliminarBesos
Lo de la metaliteratura me atrae sin duda pero tal vez intuyo demasiada trama amorosa y no me voy a animar.
ResponderEliminarUn beso
¡Hola Paco carinyet! pues esta temporada promete muchísimo porque desde que he vuelto de vacaciones estoy llevándome un listado de novelas super buenas, me va a costar saber por cuál empezar y cuál adquirir, eso sobre todo, esta es una de ellas 😉
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Me gusta lo que cuentas del componente metaliterario, le echaré un ojo a ver si me decido
ResponderEliminarBesos
Me gusta lo que cuentas. Curiosas las raíces de esta autora que desconocía. A mí la portada ya me parece una delicia y parece que no solo la metaliteratura tiene armas para conquistarte en esta historia. La anoto.
ResponderEliminarBesos