Sinopsis:
No
me preguntes por los afluentes más importantes de la Península, ni
por las ecuaciones de segundo grado, ni por las Coplas a la muerte de
su padre de Jorge Manrique. En cambio, recuerdo el intenso sabor del
ColaJet de limón, la rugosidad de las costras en mis rodillas, la
barriga de John Wayne en los westerns de Primera Sesión, la ansiedad
por conseguir chapas que no estuvieran dobladas o la alegría de ver
a Santillana marcar un gol. Recuerdo la manera exacta en que el
aliento de mi padre olía a Soberano; y la frase favorita de mi
madre: "¿Te crees que soy el bancospaña?". Recuerdo que
la felicidad era el primer mordisco del dónut en el recreo de las
once. Quizá recuerdo todas esas cosas porque están entrelazadas con
el momento en el que descubrí por fin toda la verdad sobre las
mentiras de mi familia.
Yo
debía de tener once años, o quizá diez, o quizá doce, el día en
que papá vendó teatralmente los ojos de mamá con un paño de
cocina y la condujo a ciegas al salón.
Biografía:
José
Antonio Palomares (Madrid, 1974) habla muy pocas veces de sí mismo
en tercera persona. Es director creativo en McCann, una agencia de
publicidad, y ha trabajado para marcas tan importantes como Nike,
Coca-Cola o Heineken, entre otras muchas. Su obra literaria ha
obtenido más de treinta premios; algunos de los últimos son el XVII
Premio de Novela Corta Ciudad de Algeciras, el XII Premio de Novela
Corta Castillo Puche, el XIII Premio de Narrativa Viña Alta Río-Café
Bretón o el VII Premio Gerald Brenan. Su novela Me llaman Fuco
Lois (Editorial EDAF), una revisión burlona de los thrillers
superventas, obtuvo el Premio de Narrativa Joven de la Fundación
Complutense. En la actualidad escribe irregularmente en su blog El
sabor del cerdo agridulce (www.cerdoagridulce.blogspot.com), pierde
el tiempo en Twitter, colabora en el portal de publicidad más
importante en español, We love advertising, y trata de sobrevivir al
abrumador éxito literario de su mujer, Rebeca Rus. Tiene dos niñas
pequeñas pero ningún gato. Baja la basura casi todas las noches. A
veces lleva sombrero. Twitter: @chiquipalomares Correo:
japaloma@gmail.com
Datos
técnicos:
Título:
Toda la verdad sobre las mentiras
Autor:
José Antonio Palomares
Editorial:
Plaza & Janés
Primera
edición: enero, 2015
Encuadernación:
tapa blanda con solapas
Idioma:
Castellano
ISBN:
9788401343414
Nº
páginas: 368
Opinión
Personal:
Toda
la verdad sobre las mentiras (Editorial Plaza & Janés) es
una novela en la que José Antonio Palomares (Madrid, 1974) nos ofrece
una visión nostálgica de aquella época que muchos recuerdan con
cariño. Y yo me incluyo entre ellos, pese a que mi infancia
transcurre en la década de los 60 pero los juegos y las costumbres
eran prácticamente similares. Por eso pronto empaticé con el
personaje principal de la historia, ese niño en el que nos vemos
reflejados muchos de nosotros, pese a que seamos de generaciones
distintas. Seguro que quienes ya han disfrutado de su lectura
llegarían a la conclusión de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
En esto estoy totalmente de acuerdo aunque, claro, añadiendo algunos
adelantos que hay hoy día hacen que la vida sea un tanto más
llevadera pero que también, sin embargo, influyen mucho en la
capacidad creativa de nuestros hijos a la hora de aprovechar su
tiempo libre.
Creo
que es acertado el título que lleva la novela. Y es que vemos cómo
ese niño que nos relata en primera persona la historia va dejando
atrás esas fantasías propias de la edad y comprobará cómo sus
padres no son aquellos héroes idolatrados sino que poco a poco
abrirá los ojos dándose cuenta de la realidad que le rodea. Todo
empieza cuando el padre decide comprar una televisión a color para
celebrar que ha encontrado un trabajo como taxista pese a que eran
una familia de clase media-baja que tenían que economizar para que
sus ingresos llegaran hasta final de mes. Por eso hacían el jabón
para fregar la loza en casa, tenía una yogurtera o aprovechaban las
carteras que llevaban al colegio hasta que el asa se quedara
deshilachada de todo. Una realidad que irá descubriendo poco a poco
y cómo con el transcurrir de los capítulos se irá dando cuenta de
lo que pasa a su alrededor: por qué cuchichean su madre con la tía,
o con su abuela materna Julia, en cuyo pueblo pasaban las vacaciones
porque no podían ir a la playa como lo hacían algunos de sus
amigos; las tardanzas del padre en volver a casa después del
trabajo, o qué puede pasarle realmente el abuelo cuando les van a
visitar porque tiene que hacerse unas pruebas en el hospital. Y,
finalmente, verá como todo desemboca en un desenlace agridulce.
(Las Tacañonas)
Quién
no recuerda esos míticos programas de los que disfrutamos varias
generaciones y que ahora tanto se echan en falta, como los
que presentaba Ramón Sánchez Ocaña; el mítico Un, dos
tres, en este caso con Mayra Gómez Kemp como presentadora,
acompañada de las siempre terribles Tacañonas, los westerns
que ponían en Primera Sesión protagonizados por John Wayne,
las películas de kung-fu, o los programas infantiles del momento que
hacían las delicias de los niños y, todo hay que decirlo, de los no
tan niños.
(Juego de las canicas)
O
también los juegos de la época, como las canicas, el trompo, las
chapas, los cromos de los futbolistas famosos del momento y otros
juegos que tenían una época determinada para disfrutar de ellos.
Pero también es la época en la que empezamos a fijarnos, en este
caso, en las chicas y así es cómo surgen los primeros coqueteos e
idilios en ocasiones imposibles que solo tienen lugar en nuestra
imaginación o sus primeras rivalidades y alguna que otra pelea entre
compañeros irreconciliables, fantaseando que éstas se producían
porque les gustaba la misma chica.
Bien
se nota la profesión de publicista del autor a lo largo de los 28
capítulos titulados que conforman Toda la verdad sobre las
mentiras pues, así como
hoy día se habla de la banda sonora que acompaña a la novela de
turno, que en este caso también la tiene, hay que contar con el
añadido de los cortes publicitarios de la época intercalados en
cada uno de ellos; aquellos anuncios con que los creativos del
momento lograban que enseguida nos aprendiéramos la música y el
estribillo del producto que las marcas comerciales anunciaban a
través de la pequeña pantalla.
Toda
la verdad sobre las mentiras es una novela en la que la
recreación de la época está perfectamente lograda, junto con los
personajes que a lo largo de sus páginas nos encontramos. Unos
personajes que están bien definidos, muy cercanos a nosotros y que
nos hacen revivir el papel que desempeñaba cada uno de ellos en la
sociedad de esa época. Su narración es ágil y dinámica, en donde
el autor logra ponerse en la piel de ese niño para contarnos desde
su punto de vista todo lo que ve a su alrededor, invitándonos a
seguir leyendo hasta el final porque nos encontraremos con algunos
giros inesperados. Aunque quizás, en mi modesta opinión, haya
también algunas escenas un tanto repetitivas, merece la pena
sumergirse en su lectura y pasar un momento agradable reviviendo
nuevamente nuestra infancia narrada de forma fluida y fresca
aderezada con toques de humor por José Antonio Palomares.
Nota: sinopsis, biografía y datos técnicos de la novela tomados de megustaleer; fotografía del autor e imágenes de Las Tacañonas y del juego de las canicas, de google imágenes.
¡Hola!
ResponderEliminarNo la conocía pero creo que me puede gustar bastante, sobretodo por la época que describe.
Me lo apunto.
Un beso!
Me gusta este libro, recordar mi maravillosa infancia siempre es agradable y leyendo la sinopsis y tus impresiones me han llevado de nuevo a ella. Lo leeré seguro. Besos
ResponderEliminarMe parece una monada de libro! no sé si finalmente me animaré pero me apetece mucho.
ResponderEliminarUn beso!
En general coincido con tus impresiones. Creo que lo principal en ella es el viaje que propone al pasado.
ResponderEliminarMe has convencido Paco
ResponderEliminarMe alegra que los autores españoles también sepan volver la vista atrás con el encanto y la nostalgia que aquellos tiempos se merecen, no todo van a ser novelas "vintage" británicas y francesas :-))) Bss
ResponderEliminarNo me apetece este tipo de lectura ahora mismo, aunque ya me ha entrado la morriña de escucharte hablar sobre tiempos pasados (lo que me divertía yo jugando en aquella época a todas horas en la calle).
ResponderEliminarUn saludo.
Esta novela me apetece mucho leerla, tanto por los recuerdos como por la historia que va contando!
ResponderEliminarBesos
Este es un libro en el que no me habría fijado de no haber sido por las reseñas que he ido leyendo y que hacen que cada vez me apetezca más hacerme con él, me atrae mucho esa generación de recuerdos
ResponderEliminarBesos
Pinta muy bien, creo que todos guardamos muy buenos recuerdos de los 80. Lo apunto.
ResponderEliminarUn beso.
Parece que está de moda recordar esa época en la que algunos éramos niños. Me ha gustado que hayas escogido la imagen de las canicas, aunque sea un juego de niños, a mi también me gustaban, por cierto, aquí los llamamos boliches. Lo original de este libro es que es el primero novelado y parece que tiene un toque agridulce, seguro que merece la pena darle una oportunidad.
ResponderEliminarEste libro me apetece, de vez en cuando gusta ponerse nostálgico de aquella época.
ResponderEliminarBesos.
Es un libro que me parece dulce, no sé, me llama bastante
ResponderEliminarlo tengo en pendientes así que espero leerlo :)
un besito
Las novelas retrospectivas de este estilo no me llaman mucho la atención, creo que la dejaré pasar.
ResponderEliminarUn saludo.
La verdad que la época me pilla muy lejana, creo que este libro lo disfrutarían mucho más mis padres.
ResponderEliminarUn beso!
Un libro que leeré si me cruzo con él, que seguro que me va a traer buenos recuerdos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me ha encantado el libro¡¡ Un abrazo
ResponderEliminar¡¡Ay Paco!! Esta novela seguro que me gustaría un montón... Es que eso de recordar tiempos pasados (que siempre pensamos que son mejores) es un gustazo. Tomo nota. Besos.
ResponderEliminarPese a lo evocador, temgo mis dudas con ella, y ahí ando. Un besote Paco!
ResponderEliminarMe apetece bastante este libro, lo que voy leyendo sobre él me está gustando
ResponderEliminarbesos
Acabo de terminar el libro,un sabor agridulce me a quedado en la memoria,parece que mi infancia no era tan extraña como yo creía,gracias por este viaje que hace que aprecie mucho mas mi presente.
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