Sinopsis:
Viernes
17 de julio de 1936. Borja Quincoces y Alvear, un joven de la alta
burguesía sevillana, acude a una fiesta en las afueras de Sevilla.
Allí se enamora de Rosario, una gitana del barrio de Triana,
bailaora del cuadro flamenco contratado. Sin saberlo, esa noche
cambiaría su vida por completo.
El
día siguiente amanece con disparos y vehículos militares en la
calle. La guerra civil ha estallado. Rosario ha huido a Triana y
Borja se inquieta sobre lo que podría sucederle en un barrio que
sufre el asedio implacable del general Queipo de Llano. A partir de
ese momento, el joven inicia una búsqueda desesperada en una ciudad
en la que los militares sublevados y sus afines inician la tarea de
eliminación drástica de toda resistencia.
Conocer
la otra realidad de su ciudad y la crueldad de los que hasta ese
momento habían formado parte de su vida provocan una catarsis en
Borja Quincoces, para el que la búsqueda de Rosario se convierte en
una búsqueda de su propia identidad entre los escombros de un mundo
en el que ya no es posible reconocerse.
Opinión Personal:
El
historiador británico Paul Preston, en una entrevista concedida al
diario ABC de Sevilla, de fecha 14/04/11 sobre su obra «El
Holocausto español» sostiene
que en Sevilla se juntaron la derecha más dura con los anarquistas
más extremos, lo que dio lugar a la represión más feroz de España.
Este es el enlace de la entrevista para quienes le interesen saber su
punto de vista sobre lo que ocurrió antes, durante y después la
Guerra Civil en España:
http://www.abcdesevilla.es/20110414/sociedad/sevi-sevilla-durante-guerra-civil-201104140828.html.
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(Queipo de Llano en Sevilla, 1936) |
Una
de las
personas
claves que nombraría Queipo de Llano para controlar el aparato
represivo y así implementar su plan de limpieza
política
fue
Manuel Díaz Criado. Sobre este personaje, para quien esté
interesado en ella, se escribió la novela Espuelas
de papel, de
Olga Merino, publicada por Alfaguara. en 2004. Ambos militares serán
mencionados, precisamente, en la novela que hoy reseño, Aquel
viernes de julio.
Aquel viernes de julio es una novela más sobre este triste y cruento período de nuestra
historia, pero es que en cada novela que uno lee o historias que nos cuentan nuestros
mayores sobre lo que se padeció en la misma y en la no menos convulsa situación
posterior, como fue la difícil posguerra, salen a relucir hechos
que desconocía, como este es el caso. Manuel Machuca, su ópera prima, aborda las duras
represalias que se tomaron en Sevilla contra cualquiera que
creyesen que se oponían a los sublevados.
El
escritor sevillano recrea en Aquel viernes de julio los primeros
acontecimientos que se vivieron en su ciudad natal cuando empezaron a
escucharse noticias de que el ejército se había sublevado para
derrocar al poder legalmente establecido. En el primer capítulo nos
presenta a unos jóvenes despreocupados, amantes de la buena vida,
recién salidos de una juerga más. Sin embargo, notaban cómo se
palpaba algo raro en el ambiente pues el movimiento que había en los
alrededores del chalet Villa
Marismas así
lo presagiaba. Pese a ello, procuraban continuar con su vida
desenfadada, aunque pendientes de las noticias que iban escuchando en
la radio. La incertidumbre se torna en realidad. No son conscientes
de que, a partir de ese momento, su vida cambia y la camaradería
reinante entre ellos ya no será la misma; incluso se abrirían
brechas entre jóvenes cuya amistad les unía desde los tiempos en
que iban juntos al colegio.
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(Studebaker, Sevilla, 1936) |
La
voz narrativa nos lleva por los barrios de su ciudad, especialmente
por el de Triana, y nos mostrará escenas en las que el terror, la
desesperación y la muerte se adueñarán de la población. Una
población insegura, que no sabía quienes llegarían a ver el
siguiente día, porque las represalias no cesaban, y se actuaba
contra cualquiera que fuera señalado como colaboracionista, llevando
incluso al paredón a personas inocentes, pese a la insistencia de
que se podía demostrar que no habían intervenido en ninguna acción
contra los sublevados.
«
— Sí,
pero me refiero a lo que pasó después. Hicieron una redada por los
alrededores. Se llevaron por lo menos a setenta personas. Detuvieron
a cualquiera, a los que pasaban por allí... » (Pág. 181).
Aquel viernes de julio es una novela en donde nos
encontramos con un mosaico de personajes bien definidos por el autor que,
prácticamente, representan a las distintas capas de la sociedad sevillana.
Unos se declararán acérrimos partidarios de los sublevados porque están
convencidos de que iban a enderezar la situación y se verían favorecidos por su
posición de adeptos al régimen, caso del terrateniente Gonzalo Villarrasa;
otros, pese a ser de la misma condición social, pensaban de distinta manera y
lo único que les interesaba era sacar adelante sus tierras y que esta pesadilla
terminase pronto pues se sentían neutrales y mantenían buenas relaciones con
sus sirvientes y los trabajadores, como don Ignacio Quincoces. Su hijo Borja
era diferente a su padre aunque veremos cómo el conflicto bélico hará que su
visión de lo que le rodea cambie su personalidad, encontrándonos con un muchacho
totalmente distinto al que habíamos conocido al principio. Pero quizás fuera el doctor Inchausti el personaje más
cabal de todos y el que más simpatía me causó.
« —Muchacho —interrumpió el médico—, eso es
una locura. No te conviene. Y menos, en estos tiempos. Te pueden dar los
tuyos...y los otros» (Pág. 117).
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(Vapor con exiliados Guerra Civil) |
Manuel Machuca utiliza un estilo fresco y directo, y un
lenguaje sencillo pero con el que sabe dar consistencia a los diálogos,
consiguiendo que nos metamos de pleno en su lectura, ágil y amena. Quizás eché
en falta que profundizara un poco más en la recreación de la época, pero creo que el autor lo que nos quiso
transmitir en esta novela, sobre todo, fue lo que ocurrió en su ciudad natal durante el comienzo de lo que
sería una de las mayores barbaries que puede cometer el ser humano, como es una
guerra civil, una lucha fratricida que lo único que consigue es segar vidas,
destruir familias y asolar un país.
La guerra civil española forma parte de nuestra memoria
histórica y, de vez en cuando, me gusta saber lo que, desgraciadamente, ocurrió
en otras partes de nuestro país en ese triste período de nuestra historia reciente, como los hechos que nos
relata el autor de Aquel viernes
de julio, y que tal y como lo hace el narrador omnisciente creo que hiere sensibilidades, y no deja indiferente al lector.
El autor:
Manuel Machuca (Sevilla, 1963) es doctor en Farmacia por la
Universidad de Sevilla. Miembro correspondiente de la Academia Peruana de
Farmacia, consultor de la Organización Mundial de la Salud y profesor honorario
de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), ha impartido cursos y
conferencias en más de veinte países de Europa y América, publicando más de
cien artículos científicos y de opinión en revistas científicas y profesionales
de repercusión internacional.
Ha recibido diversos reconocimientos como el Premio
Eupharlaw a la personalidad del año en el sector farmacéutico (2009), Fundación
Avenzoar al mejor artículo farmacéutico publicado en prensa escrita (1997),
mejor trabajo científico presentado en el I Congreso Nacional de Atención
Farmacéutica (1999) y XV Congreso internacional de OFIL (2012).
Entre 2010 y 2012 fue presidente de la Organización de
Farmacéuticos Ibero-Latinoamericanos (OFIL) y en la actualidad preside la
Sociedad Española de Optimización de la Farmacoterapia.
En su faceta literaria, coordinó Relatos de
farmacéuticos, un libro en el que participaron más de quince profesionales
españoles y de América Latina, ha publicado relatos en la revista argentina Motor
de ideas, colabora con asiduidad en los diarios del grupo Joly y tambien
ha publicado numerosos artículos en Cambio 16 y Cuadernos para el
diálogo.
Fuentes: Datos técnicos, sinopsis, biografía y fotografía del autor tomados de la web de la Editorial Anantes. Imagen de Queipo de Llano en Sevilla tomada por la web del Diario ABC de Sevilla, imagen de vehículo marca Stukebaker tomada de Wikipedia. Vapor con exiliados de la Guerra Civil Española tomada de la web Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
A mi me gustó mucho :)
ResponderEliminarNo me cansaré de decirlo. Disfruté mucho de la lectura de este libro que me toca tan de cerca. Besos
ResponderEliminarLeí este libro hace unos meses y, en líneas generales, coincido con tus impresiones. Me faltó que profundizara un poco más en algunos aspectos y personajes pero fue una buena lectura. Besos.
ResponderEliminarUy, a nosotras esta temática sigue sin llamarnos, la verdad.
ResponderEliminarRadicalismos que acaban en barbarie... Ya había visto comentarios positivos de esta novela, la tuya cierra el círculo definitivamente: sí o sí habrá que hacerse con él y leerlo.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
No la conocía y me interesa, así que me la llevo a la lista. Un beso
ResponderEliminarPoca importancia se le ha dado al tema de la guerra en Sevilla. Ese es el mejor acierto de este libro
ResponderEliminarDe momento la dejo en stand by. A ver si logro terminar todo lo que tengo pendiente.
ResponderEliminarUn saludo
Me gusta lo que cuentas de esta novela creo que no la tenía apuntada así que voy a arreglarlo. Un beso
ResponderEliminarÉste si que me atrae, lo tengo en la lista y no le quedará mucho porque le toque el turno.
ResponderEliminarUn beso!
He leído buenas reseñas del libro aunque he de reconocerte que ese período histórico no me atrae demasiado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Parece una buena novela, pero yo y la Guerra Civil no nos llevamos demasiado bien... 1beso!
ResponderEliminarCon lo que me gusta esta temática, este libro lo tengo que leer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se puede completar la información con el libro "Quién fue Gonzalo Queipo de Llano y Sierra" de mi padrino literario Nicolás Salas (ABEC Editores).
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo tengo muchas ganas de leer este novela. Me atrae mucho.
ResponderEliminarLos libros ambientados en la guerra civil no me atraen, afortunadamente, esa época me suena muy lejana.
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