Hoy, Carmen Fernández del Barrio, autora de La trastienda del anticuario, nos trae la reseña de una novela que, según la web planetadelibros, es evocadora y mágica. Más de un millón de lectores han disfrutado con su lectura.
La novela contiene un apartado final con todas las recetas que aparecen en el relato.
Sinopsis:
Sebastian sueña con ser un niño igual que los demás, con ser
capaz de correr como el viento en el campo de fútbol, chutar la pelota
de tal manera que dibuje una perfecta parábola y marcar un gol. Pero su
corazón tiene un defecto desde que nació, lo que significa que no puede
cumplir sus deseos. No obstante, Sebastian ha logrado encontrar su lugar
en el mundo gracias a su excéntrica abuela Lola y al amor que esta
siente por la cocina. Ambos preparan juntos riquísimos y exóticos platos
puertorriqueños, el país de origen de su abuela. La complicidad que
crece entre ambos (un niño enfermo y una anciana) se convierte pronto en
un fuerte vínculo que logra unir de nuevo a una familia
desestructurada, pues, como siempre dice Lola, «una comida preparada con
amor no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma».
Esta es la historia mágica de un niño que aprendió a bailar con la
muerte y de cómo las pequeñas victorias de una familia pueden servir
para reconstruir corazones heridos de muy diversas maneras. La abuela Lola nos
enseña que la diferencia entre la alegría y la tristeza a veces pende
simplemente de un hilo frágil, casi invisible. Una historia conmovedora
que te emocionará.
Mi opinión sobre la novela:
Es inevitable comenzar
esta reseña con la frase de Lola la protagonista de la novela y por ende, de su
autora Cecilia Samartin.
«Una comida preparada con amor no solo alimenta el cuerpo,
sino que también nutre el alma.»
Lola es una anciana
que vive una vida anodina, sin sal ni especies, como la comida que cada día
recibe del comedor del centro de mayores y es que después de estar a punto de
morir calcinada en un incendio mientras cocinaba, prometió a sus hijos no
volver hacerlo. Su única compañía es la de su nieto Sebastián, quién la visita
cada día después del colegio, con quien comparte las tardes, esas “sosas” cenas
del centro de mayores y la pena de no poder hacer en la vida aquello que más
quieren, cada cual por sus propias limitaciones. Y es que Sebastián, a pesar de
ser un chico muy joven y soñar con jugar al fútbol y meter un gol que haga que
el público del estadio se ponga en pie, padece una grave enfermedad del corazón
y su actividad física se debe mantener al mínimo, ya que cualquier exaltación o
esfuerzo le puede producir la muerte.
Sebastián encuentra una tarde a
su abuela desmayada en su casa y tras tres días en coma en el hospital, Lola
despierta y con ella la idea de hacer todo lo necesario para unir a su familia,
que flaquea gravemente en sus relaciones, aunque sea uniéndolos ante la
preocupación que puedan tener por ella. Moderniza su tierno aspecto de anciana,
dice lo que piensa dejando a un lado aquella discreción que la caracterizaba y
sobre todo, vuelve a cocinar como la había hecho toda su vida.
También Sebastián se siente
preocupado por el cambio que ha sufrido su abuela, temiendo perder la relación
que existía entre ellos, pero es en esta etapa de la vida cuando los lazos que
unen a nieto y abuela se estrechan aún más. Ambos pasan las tardes metidos en
la cocina, preparando deliciosas recetas y viejas historias familiares, lo que
para Sebastián significaba una lección de vida y un ejemplo a seguir,
consiguiendo así enfrentar sus miedos y superar la dura prueba de plantar cara
a los problemas que le causa un compañero de colegio, pues tiene a Sebastián
como diana de sus burlas y sparring de su ira.
De la mano de Cecilia nos
adentramos en lo más íntimo de la familia de Lola, sintiendo en ocasiones ser
uno más sentado a su mesa, observando el ir y venir de personajes con sus
miedos, inquietudes y problemas personales. La narrativa de la autora es
sencilla y directa, consiguiendo que la lectura sea amena y fluida, a pesar de
la impresión contraria que pueda dar el hecho de describir al detalle las
recetas de los platos que preparan (ingredientes y elaboración) a lo largo de
sus capítulos. Lola y su nieto Sebastián son sin duda los protagonistas de la
novela, pero son muchos los personajes que condimentan la historia, hermanos,
cuñados, hijas, amigos, compañeros de clase… todos ellos caracterizados de una
humanidad que te hacen creer que son tan reales como el libro que tienes entre
las manos.
Sin duda alguna Cecilia Samartin
transmite un torrente de sentimientos en esta novela, una entrañable y
conmovedora historia de la cual he de confesar que me ha hecho derramar
lágrimas, quien la haya leído sabrá el porqué y quien desee conocer los motivos de
tal exaltación de sentimientos… que no pierda la oportunidad de leerla.
La autora:
Cecilia Samartin es una
reconocida autora cubana. Nacida en La Habana, cuando tan solo era una
niña se vio obligada a huir de Cuba debido a la Revolución. Desde
entonces vive en California con su marido.
Muchos de sus libros tratan esta dura realidad que le tocó vivir en su más tierna infancia. Estudió psicología, terapia familiar y terapia matrimonial. Ha trabajado durante más de veinte años en diversos proyectos para ayudar a mejorar las condiciones de los más desfavorecidos en Los Ángeles.
Entre su larga trayectoria como escritora destacan títulos como Señor peregrino, Ghost Heart o La abuela Lola.
Gracias a Booket por facilitarnos el ejemplar para su reseña.
Título: La aubuela Lola
Autora: Cecilia Samartin
Idioma: Español
Muchos de sus libros tratan esta dura realidad que le tocó vivir en su más tierna infancia. Estudió psicología, terapia familiar y terapia matrimonial. Ha trabajado durante más de veinte años en diversos proyectos para ayudar a mejorar las condiciones de los más desfavorecidos en Los Ángeles.
Entre su larga trayectoria como escritora destacan títulos como Señor peregrino, Ghost Heart o La abuela Lola.
Gracias a Booket por facilitarnos el ejemplar para su reseña.
Título: La aubuela Lola
Autora: Cecilia Samartin
Idioma: Español
ISBN: 978-84-270-4010-6
Presentación: Rústica sin solapas
Colección: Novela y Relatos
Traductor: Julia C. Gómez Sáez
Nº páginas: 448
Una novela muy emotiva que disfruté mcuho.
ResponderEliminarLa empece y creo que no era el momento adecuado, creo que la retomare pronto, besotes
ResponderEliminarTiene pinta de ser muy bonita. La tengo en el lector, creo que es de esas lecturas que tienen que tener su momento especial.
ResponderEliminarBesos
Me gustó mucho esta novela, es una historia muy bonita y emotiva. Me encantaron tanto Sebastian como la abuela Lola
ResponderEliminarbesos
Esta novela lleva demasiado tiempo mirándome desde la estantería, tengo que leerla ya ! Besos
ResponderEliminarHe leído reseñas muy positivas para este libro y espero hacerme pronto con él.
ResponderEliminarBesos.
Parece una novela muy tierna, y con la cocina como una buena medicina!
ResponderEliminarA mi no me disgustan los libros en los que se toca el tema de la gastronomía, bien a través de recetas o de otros elementos gastronómicos. Además los comentarios que he visto también hablaban de un libro emotivo, así que es un libro que tengo pendiente de leer.
ResponderEliminarGracias Carmen!
Esta novela me gustó y me emocionó mucho. Una absoluta delicia.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hace muy poquito lei su reseña en otro blog y se ha ido a mi lista de los seguros!!
ResponderEliminarMuchas gracias por confirmarme mi elección ;)
Un beso!
Yo también lo tengo pendiente, aunque no sea mi género favorito de vez en cuando está bien leer historias que conmuevan. Un beso
ResponderEliminarUna novela en la que está presente lo gastronómico siempre estará entre mis gustos, además, creo que tiene mucho de sentimiento, qué más se puede pedir.
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