La reseña de hoy, Asford Park, está firmada por Isa, del blog Copiando Libros
LAUREN WILLIG es autora de once novelas históricas y todas han sido bestsellers en el New York Times, traduciéndose a más de una docena de lenguas. Cuenta en su haber con varios premios, entre ellos, el prestigioso RITA. Tras graduarse en Yale, cursó un máster en Historia Inglesa en Harvard mientras escribía las novelas de la serie de El clavel carmesí. Reside en Nueva York y está dedicada por entero a la escritura.
Sinopsis:
Clementine
Evans siempre ha admirado a su abuela Addie: disfrutó de un matrimonio
perfecto, tuvo tres hijos y una carrera profesional de éxito en una época en la
que pocas mujeres la tenían. Pero cuando la familia se reúne para celebrar los
noventa y nueve años de la abuela, un pariente la desconcierta con
insinuaciones acerca de un secreto de familia largo tiempo sepultado que afecta
directamente a Addie y que podría cambiarlo todo...
Cuando
sus padres mueren, Addie, de tan solo seis años, se traslada a Ashford Park, la
gran mansión inglesa de sus aristócratas tíos. Allí crece, en el apogeo de la
sociedad eduardiana, pero en realidad siempre siente que no pertenece a ese
lugar. Su hermosa prima Bea se convierte en su amiga y aliada. Pronto, una
guerra cambia la faz de Europa de manera irrevocable, afectando también a Addie
y a Bea y a todos los que están a su alrededor, en particular al fascinante y
atractivo joven que está empezando a salir con Addie. ¿Qué sucede cuando
aparece finalmente algo que no se puede compartir?
Opinión Personal:
Me gustaría comenzar por la primera
impresión: la visual. Se nota que la editorial ha realizado un esfuerzo al
publicar este libro en tapa dura, pero no solo eso, sino que además, al quitar
la sobrecubierta se puede apreciar la misma imagen. En cambio, se ve que a la
hora de imprimirlo no le han dedicado el mismo empeño pues hay algún que otro error
tipográfico que se hacen más evidentes en la parte final del libro: "...se había enmarañado con una máquina de escribir, a la que
le no había parado de maullar...." (pág. 189) Espero que lo
solucionen en próximas ediciones, estoy convencida de que las va a tener,
puesto que es una historia que merece la pena ser leída.
La
novela comienza con un prólogo excesivamente largo (16 páginas) en el que es
imposible no empatizar con Addie, la gran protagonista, y sentir un poco de
rechazo a su prima Bea. Está dividida en dos partes: Ashford, en la que se
relata lo acontecido antes del prólogo, y Kenia, lo que acontece después de él.
Tanto en una como en otra se entremezclará lo que ocurre en el presente a
través de la historia de Clementine, la nieta de Addie.
La
autora apuesta fuerte y ya en el primer capítulo nos revela el secreto que
desconoce Clemmie, dejándonos totalmente descolocados después de haber leído el
prólogo, pero no cómo se ha producido, para eso tendremos que esperar a
terminar el libro.
Lo
que más me ha gustado de esta novela es cómo se describen los distintos
personajes, provocando en el lector distintas sensaciones: positivas, negativas
o la misma indiferencia. El peso de toda la historia lo lleva Addie y todo gira
en torno a ella, en el pasado es la protagonista indiscutible, en el presente
lo será Clementine, intentando averiguar qué ocurrió. Sin embargo, con la
primera simpatizamos desde un primer momento mientras que con la segunda cuesta
mucho conectar. Resulta curioso como en la última parte la autora intenta que
cambiemos de opinión sobre Addie, mostrándonos a una mujer egoísta, pero
conmigo llega demasiado tarde, comprendo todo lo que hizo.
El
abuelo Frederick tiene una conducta difícilmente justificable y a mi no me ha
parecido nada romántico:
- Te
amo. Te amo -repitió, como un conjuro-. Amo tu forma de sorber ruidosamente el
té...
Por
último, Bea, la prima de Addie, tal vez no tenga culpa de ser cómo es, tal vez
se deba a su educación. Estos extractos la definen muy bien.
-
Beatrice, si vamos de formales. Me pusieron ese nombre en honor de una tía
especialmente deprimente. Una de las hermanas de mi madre, así que no tienes
por qué preocuparte, no es tía tuya. Me regaló una miserable cucharilla a modo
de obsequio de bautizo, ni siquiera con la figura de un apóstol grabado en
ella. A eso lo llamo yo ser tacaño. ¿No te parece?
-Bea
poseía todo el ímpetu de su madre, además de ese carácter evasivo del que su
madre carecía, la cualidad que en los hombres se conocía como carisma y en las mujeres
como encanto.
A
medida que leía el libro y veía cómo se repetía una expresión, me ha venido a
la mente la Anastasia de 50 sombras que se "mordía el labio", en esta
ocasión Clemmie no puede evitar "clavarse las uñas en las palmas de las
manos". Se repite tanto que estoy convencida de que terminó haciéndose
daño, permítanme la broma.
Ashford
Park no es una historia de amor, lo verdaderamente importante es la relación
fraternal que se establece entre las primas, el cariño que se profesan es tan
grande que les permite sacrificarse por la otra y perdonar todas las ofensas.
No se me ocurre mejor broche final que las vacaciones en el "balneario de
Arizona". Si quieren saber de lo que hablo, no tendrán más remedio que
leerlo.
Esta reseña está firmada por Isa, del blog Copiando libros.
Gracias a Espasa por remitirnos el ejemplar de la novela para su reseña.
La autora:
LAUREN WILLIG es autora de once novelas históricas y todas han sido bestsellers en el New York Times, traduciéndose a más de una docena de lenguas. Cuenta en su haber con varios premios, entre ellos, el prestigioso RITA. Tras graduarse en Yale, cursó un máster en Historia Inglesa en Harvard mientras escribía las novelas de la serie de El clavel carmesí. Reside en Nueva York y está dedicada por entero a la escritura.
Datos técnicos:
Sin ser la mejor novela que he leído creo que es entretenida.
ResponderEliminarNo sé qué hacer con este libro después de tu reseña. Tal vez espere a ver algunas más.
ResponderEliminarUn saludo
Parece interesante, aunque de momento la dejo pasar, no me llama lo suficiente, besotes
ResponderEliminarMe imaginaba otra cosa...no me animo a leerlo, al menos de momento. ¡Gracias por la reseña!
ResponderEliminarPues yo encontré bastantes errores más, creo que son debidos a la traducción. Me resultó muy extraño y me dejó algo confusa la verdad, aunque la historia es entretenida, especialmente gracias al papel de la prima, Bea, que para mi es la protagonista indiscutible de la trama.
ResponderEliminarPues lo tengo pendiente, le tengo ganas, es verdad que es una bonita edición, pese a los errores que comenta Isa. Un beso!
ResponderEliminarLo tengo pendiente pero qué pena lo de los errores.
ResponderEliminarQué buenísima pinta. Sobre todo la puntualización sobre el amor y la relación filial ha sido lo que provoca que me lo lleve apuntadísimo
ResponderEliminarBesos
Lo de clavarse las uñas es bastante visible. No me gusta tanta reiteración pero el libro, de manera global, me gustó... Algún pero le puse en mi reseña pero fue una lectura entretenida. Besos
ResponderEliminarLa tengo apuntada porque leí hace un par de años una novela de esta autora que me resultó muy entretenida, "La historia secreta del clavel carmesí", romántica pero con sentido del humor, así que creo que ésta me gustará también. Un beso
ResponderEliminarEn esta ocasión el sentido del humor no está presente, el resto supongo que será igual que lo que has leído.
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