Tal día como hoy, un 14
de mayo de 1986, el Instituto de Documentos de Guerra de Holanda publica el
Diario de Ana Frank al completo. El libro está compuesto por tres cuadernos
escritos por la propia Ana Frank así como multitud de hojas sueltas.
Ana Frank es sin duda el
personaje histórico que más ha contribuido a mantener vivo el triste recuerdo
del holocausto nazi, una de las mayores atrocidades de la historia, ayudándonos
a conocer aquellos horrores en toda su dimensión y crudeza.
Había soñado con ser escritora de adulta, y contra su voluntad, con sus
apuntes desde el escondite en el que se refugió su familia en Ámsterdam, Ana
Frank creó el diario más famoso del mundo.
Ana, nacida en 1929 como
Annelies Marie Frank en Frankfurt, abandonó Alemania con sus padres tras la
toma de poder de los nazis con sólo cinco años. Su padre, Otto Frank, erigió un
nuevo negocio en Ámsterdam, pero tras la ocupación alemana de Holanda en mayo
de 1940, la vida de la familia de cuatro miembros se volvió muy peligrosa.
En julio de 1942
tuvieron que pasar a la clandestinidad, y se ocultaron en la
"Achterhuis" (la casa de atrás) de su propia tienda de especias. Poco
antes, Ana había recibido un diario como regalo por su cumpleaños número 13.
"Espero que seas un gran apoyo para mí", escribe en su segunda
aportación, dos días después de su cumpleaños.
El
diario relata, desde el punto de vista de una niña de trece años, como toda una familia se ve obligada a ocultarse en la buhardilla de unos almacenes durante
la ocupación de Amsterdam por
la Alemania nazi. Los
empleados del local les ayudaron a sobrevivir durante los dos largos años que
duró su encierro, hasta que el 7 de
agosto de 1944, la familia fue delatada y todos sus miembros detenidos por la Gestapo, llevándolos posteriormente
a distintos campos de concentración.
El
libro ha sido traducido a más de sesenta idiomas. Las ediciones más modernas
incluyen datos de lo que vivió Ana Frank en Auschwitz y otros campos, cuando ya
no podía escribir su diario. Para los jóvenes el destino de la vivaz Ana es una
buena forma de acercarse a la cada vez más lejana época del nacionalsocialismo.
Tanto Ana como su hermana Margot (de la que se cree que
también escribió un diario desgraciadamente desaparecido), murieron en una epidemia de
Berger-Belsen después de pasar por los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz.
Fue el padre
de la familia, Otto Frank, el único superviviente de la
familia, el que recuperaría el diario de su hija, cuando regresó a
Ámsterdam, gracias a Miep Gies, uno de los empleados del
local que les había ayudado durante su encierro, y quien lo publicaría posteriormente.
Este le entregó el diario contenido en cinco libros y un cúmulo de hojas sueltas que su hija había escrito
mientras estaban escondidos. En 1947, según el deseo de Ana, su padre decide
publicar el diario.
La propia Ana no creía
en la importancia de su diario. En junio de 1942 escribió que en el futuro
"nadie, ni yo ni nadie, se interesará por los problemas del corazón de una
escolar de 13 años". Sin embargo, más adelante deja entrever que le
gustaría ver sus vivencias publicadas. "Imagínate qué interesante sería
que yo publicara una novela sobre la casa de atrás", escribe a Kitty en
1944.
Aunque su mirada es de
niña, su estilo no es infantil: de cuidada prosa, el libro conmueve no sólo por
los acontecimientos desgarradores que narra, sino por su bella construcción.
El
diario de Anne se inicia como una expresión privada de sus pensamientos
íntimos, expresando la intención de nunca permitir que otros lo leyeran.
Describe cándidamente su vida, su familia y compañeros y su situación, mientras
empieza a reconocer su ambición de escribir novelas y publicarlas. En el verano
de 1944, escuchó una transmisión de radio de Gerrit Bolkestein— miembro del
gobierno Holandés en el exilio— que decía que al terminar la guerra crearía un
registro público de la opresión sufrida por la población de su país bajo la
ocupación alemana. Mencionó la publicación de cartas y diarios, de manera que
Anne decidió que contribuiría con su diario. Comenzó a corregir su escritura, a
eliminar secciones y a reescribir otras, en vista de su publicación. A su
cuaderno original, anexó varios cuadernos adicionales y hojas sueltas. Se creó
pseudónimos para los miembros del grupo y sus benefactores. La familia van Pels
se convirtió en Hermann, Petronella y Peter van Daan; Fritz Pfeffer pasó a
llamarse Albert Düssell. Otto Frank utilizó la versión original del diario,
conocida como "versión A", y la versión corregida, conocida como
"versión B", para producir la primera versión para ser publicada.
Retiró algunos pasajes, sobre todo aquellos en los que se refería a su esposa
en términos poco halagadores, así como secciones en las que hablaba de detalles
íntimos respecto a su floreciente sexualidad. Restauró las verdaderas
identidades de su familia, pero retuvo los pseudónimos de las otras personas.
El diario se publica por primera vez bajo el título
Het Achterhuis (la casa de atrás) en Holanda, en 1947, por el editor
Contact. En abril de 1955 se publica la primera traducción al español con el
título Las habitaciones de atrás (editorial Garbo, Barcelona).
En 1959, el Diario fue llevado al cine, dirigida por
George Stevens, con un guión de Frances Goodrich y Albert Hackett, basada en la
obra de teatro del mismo nombre ganadora de un Premio Pulitzer en 1959, basada
a su vez en el diario de Anne Frank. Protagonizada
por Millie Perkins, Richard Beymer, Joseph Schildkraut, Lou Jacobi, Shelley
Winters y Diane Baker en los roles principales. Ganadora de tres Premios Óscar.
Tras el fallecimiento de Otto Frank en 1980, éste legó los
escritos al Instituto Holandés para la Documentación de la Guerra. El Fondo Ana
Frank.
Los cuentos manuscritos por Ana se hallan en la Casa de Ana
Frank en Ámsterdam y el Archivo Documental de la Guerra, también en Ámsterdam.
El libro escrito por Ana "Cuentos" que contiene las primeras 35
historias, se conserva en la Casa de Ana Frank. Las hojas sueltas restantes se
conservan en el Archivo Documental. Asimismo algunas de estas historias forman
parte de la edición del Diario por lo que existen algunas divergencias
insignificantes entre la versión original y las hojas sueltas.
El
antiguo escondite, convertido en museo, es visitado en Ámsterdam por medio
millón de personas al año. El centro de Fráncfort, otro en Berlín y la
Fundación Ana Frank de la capital holandesa se esfuerzan por crear una
"cultura de la memoria". Con ayuda de exhibiciones se abordan a
través del personaje temas actuales como el racismo, el antisemitismo, los
prejuicios y las luchas civiles.
Aunque algunas personas ponen en duda la autenticidad del diario, lo cierto
es que existe numerosa base documental que lo avalan y que, su valor, como testamento de una de las peores
épocas de la humanidad, es absolutamente
innegable.
Sea como fuere, esta obra es, dejando de lado su base real, un increíble relato
de cómo en medio de lo peor del ser
humano puede surgir también lo mejor y una auténtica demostración de cómo una simple pluma y un poco de papel, pueden constituir el arma más
formidable con el que denunciar las profundidades del alma humana. Una obra imprescindible.
Fuentes:espaciolibros.com,wikipedia,www.elresumen.com,
edant.revistaenie.clarin.com.
¿Se ha publicado hoy el Diario de Ana Frank al completo? Me parece sumamente interesante la crónica que nos presentas hoy sobre una de las muchas lecturas obligatorias que rápidamente se cola en la estantería de los lectores más jóvenes, ya sea por su valor simbólico, o por la insistencia de los padres. ¡Muchas gracias por compartirlo!
ResponderEliminarPerdona el hecho de que te haya dado lugar a la confusión. Fue tal día como hoy pero en 1986. Está subsanado el error. Es un entrada recordatoria, una efemérides. Saludos.
ResponderEliminarCuando lo vi, fui a buscar información en google, y realmente la única fecha que me salía era 1986. Al instante me di cuenta de que había sido yo que lo había interpretado mal. En cualquier caso, me resultó muy interesante esta crónica. Saludos.
EliminarLo lei hace muchos años y recuerdo que me gustó mucho, creo que es uno de esos libros que debería volver a leer porque seguro tiene matices que se me pasaron
ResponderEliminarbesos
Sin lugar a dudas, Tatty. Un libro por el que deberíamos de pasar más de una vez. Besos, Paco.
ResponderEliminarFelicidades por esta magnífica entrada; me ha encantado ver tan bien expuesto diferentes aspectos de un libro vital para conocer el horror de la II Guerra Mundial. Recuerdo que leí este diario hace algunos años y me impactó la personalidad de Ana; a pesar de ser una niña (y aunque a veces se comportaba como tal), tenía una lucidez increíble a la hora de analizar a los mayores, y supo retratar vívidamente el momento histórico que estaba viviendo. Una lectura imprescindible. 1beso!
ResponderEliminarGracias, Tizire. La verdad es que parece increíble que una niña de trece años tuviera esa capacidad para describir el horror que vivió a su alrededor. Desde luego que es un libro vital sobre lo acontecido en esa dolorosa contienda. Besos, Paco.
ResponderEliminarAunque sea una verguenza, hace tiempo que tengo el libro cogiendo polvo y sin empezar. Espero que el mes que viene tenga tiempo para rescatarlo, porque me parece una lectura obligatoria. Besos
ResponderEliminarVergüenza ninguna, Xula. Los libros siempre podemos rescatarlos a tiempo. Es una lectura a tener muy en cuenta, desde luego. Saludos. Paco.
EliminarPecado no haberlo leído.... y lo tengo en casa, y me atrae, y... lo leeré.
ResponderEliminarQué envidia de reseña, ojalá supiera hacerlo así.
Besos
Lupa
Ya me contarás cuando lo leas. Saludos. Paco.
ResponderEliminarLeí el Diario de Ana Frank siendo una adolescente igual que ella, y la verdad es que sentí mucha empatía con ella y la situación que estaban viviendo.
ResponderEliminarLeyendo tu reseña me han dado ganas de rescatarlo de la estantería y leerlo de nuevo.
Un saludo ^^
Parece increíble que a esa edad una niña pudiera contar esos dramáticos hechos que le tocó vivir de la forma que lo hizo y contarlos de tal manera que logró que nos conmoviera con su historia.Saludos. Paco.
ResponderEliminarGran obra la que nos traes hoy que nos permite ver a través de los ojos de una niña inocente los horrores de aquella época. Esperemos que la humanidad aprenda y cosas como aquella no vuelvan a suceder. Aunque viendo cómo está la situación en otros países, con guerras y hambrunas me temo que no aprendemos
ResponderEliminarbesos
Merecía la pena recordarla. Lo que dices es bien cierto. La humanidad siempre caerá en los mismos herrores, por desgracia. Lo estamos viendo todos los días. Saludos. Paco.
ResponderEliminarLeí el libro cuando tenía trece añitos y me marcó.
ResponderEliminarDe hecho hace dos años visité Amsterdam y lo que más me atraía de la ciudad era el escondite-museo.
Me va a tocar reelerlo que me has traido con tu entrada muchísimos recuerdos.
Un beso!
Por lo que leí ese escondite recibe muchas visitas al año. Entrar en él debe de imponer. Una ciudad fascinante, Amsterdam, por lo que tengo entendido. Saludos. Paco.
EliminarQué precioso homenaje!! Está entre mis relecturas para este año.
ResponderEliminarBesines, Francisco!
Gracias, Carmen. Parece que nos atrapa a muchos este Diario. No me extraña. Saludos.
EliminarEl diario de Ana Frank es un imprescindible como bien dices. A mí también me pareció genial, pero sobre todo ... no es fruto de la invención. Me encanta!!
ResponderEliminarVeo que fue un acierto el dedicarle esta entrada a Ana Frank y su Diario. Desde luego que no creo que fuera fruto de la invención.
ResponderEliminarUn libro magnífico del que dicen aún se recuperan páginas.
ResponderEliminarMe emocionó su lectura porque es real, no busca sensiblerías ni hace uso de formas retóricas para cargar el ambiente.
Es, además, una época sobre la que he leído mucho y he visitado zonas.
Impresionante
Besos
Parece que a todos nos pasa lo mismo con este Diario. Una época de la que mucho hemos leído y visto películas. El ambiente, por desgracia, ya se lo cargaban a esas pobres gentes. Besos, Paco.
ResponderEliminarSoy de las que no la he leído aún. Lo tengo pendiente de hace años pero siempre se le cuelan otros libros. Pero después de esta gran entrada, mucho más tiempo no puedo tardar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Ya verás cómo te va a gustar el Diario, Margari. Parece increíble que una niña pudiese expresarse de esa forma. Saludos. Paco.
ResponderEliminarHace algunos años, un maestro de escuela hizo una adaptación para representarlo en teatro de aficionados, en Barcelona, en un Centro Cultural. Era por estas fechas. Fue como un emocionante homenaje a una señora mayor porque había sobrevivido; ella había tratado a la familia de Ana Frank y estaba allí presididiendo la función. Leer hoy tu publicación, me remueve aquellas emociones, por las palabras que aquella anciana pronunció. ¡Gracias, Francisco!
ResponderEliminarGracias a ti, Julia, por traernos este testimonio. Un buen recuerdo, sin lugar a dudas, a la figura de Ana Frank.
ResponderEliminarCreo que fue de los primeros que leí y he releído varias veces.
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