La polémica siempre
acompañó a Camilo José Cela. Quién no recuerda, sobre todo, el famoso viaje del
escritor de Iria Flavia a la Alcarria con su choferesa negra Otelinha.
Pero sus galardones
literarios están ahí: Académico de la RAE desde 1957 (sillón Q), Premio
Príncipe de Asturias en 1987, el 19 de octubre de 1989, la Academia Sueca le
concede el Premio Nobel. En 1995 recibe el Premio Cervantes. Su obra literaria
está a la altura de las mejores del siglo XX.
Su primera novela, La
familia de Pascual Duarte, está traducida a 38 idiomas y La colmena, su obra más conocida
y una de las mejores novelas del siglo, está disponible en 26 lenguas. Eso es
innegable. Querido por uno y denostado por otros, como suele ser en estos
casos, sus novelas están entre las lecturas obligadas de la enseñanza española.
Nada logró apartar a
Cela de su profesión de escritor. Puso en marcha muy pronto lo que Dionisio
Ridruejo definió como "estrategia de la fama, el culto a la personalidad y
la voluntad imperativa"; lo que, adoptado y adaptado, por el propio Cela,
se resume en su célebre frase: "En España, el que resiste gana".
Trabajo y profesionalidad perfectamente organizada son los dos pilares básicos
sobre los que Camilo José Cela edificó su arquitectura de escritor triunfante.
Esta rigurosidad laboral lo llevó, con frecuencia, a anatematizar la famosa y
castiza improvisación española y el amateurismo de muchos escritores.
"Somos", afirmaba con desdén, "un país de aficionados". Esa
precariedad, aplicada a la creación literaria especialmente, le resultaba
intolerable a Camilo José Cela.
Camilo
José Cela nació en la localidad gallega de Padrón (provincia de La Coruña), el
11 de mayo de 1916. Su padre (Camilo Crisanto Cela y Fernández) gallego y su madre
inglesa e italiana (Camila Emmanuela Trulock y Bertorini); su sexto apellido es
belga, Lafayette. Fue el primogénito de la familia Cela Trulock y bautizado con
los nombres de Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo
en la Colegiata de Santa María la Mayor.
En 1925 la familia se
instaló en Madrid y Camilo cursó estudios en el colegio de los escolapios.
Padeció tuberculosis, por cuya causa debió ser internado en el Sanatorio de
tuberculosos de Guadarrama. Allí fortaleció su interés por la lectura, que lo
acompañó, mitigando su larga dolencia, que se extendió durante los años 1931 y
1932.
En 1942 publicó La familia de Pascual Duarte, una de
las pocas obras destacadas de la década. Son las supuestas memorias de un
campesino extremeño, autor de múltiples crímenes, que acaba en el patíbulo. La
narración, escrita en una prosa desgarrada y deliberadamente tosca, se complace
no sin humor en un tremendismo que cabe emparentar con el de la picaresca el de
ciertos relatos de Pío Baroja. Este libro inauguró un nuevo estilo en la
narrativa española, conocido con el término «tremendismo».
En 1944 se casó con Rosario Conde Picavea, su mejor
colaboradora durante muchos años. Tanto, que uno de los amigos y secretarios de
Cela en Papeles de Son Armadans, Juan Benito Argüelles, transmite el siguiente
comentario: "Era la verdadera secretaria de Camilo José Cela. Además de
llevar la parte doméstica de la casa, pasaba a máquina los manuscritos". Y
sigue, refiriéndose a una ausencia de Rosario Conde: "Al cabo del tercer
día, C.J.C. me confesó vencido: 'Yo sin Charo no puedo, mi grito de guerra es
Charo'. Y era cierto; desde que se levantaba hasta que se acostaba no oías más
que 'Charo, la carta de Américo Castro; Charo, un café'".
De ella tuvo un hijo, Camilo José Cela Conde. Y con ella
formó una sociedad que, durante muchos años, gestionó los intereses del
prolífico escritor, que se disolvió, tras ciertas turbulencias financieras,
años más tarde, al disolverse también los lazos matrimoniales que los unían.
Su novela Pabellón de reposo, se centra en
un grupo de tuberculosos internados en un sanatorio. Nuevas andanzas y
desventuras del Lazarillo es un intento -frustrado, según reconocería el
propio autor- de pastiche sobre una novela clásica. Suceden a estas obras los
primeros y mejores libros de viajes, modalidad paisajística y testimonial: Viaje
a la Alcarria , muestra perfecta del género, y El gallego y su cuadrilla
.
A
partir de aquí Cela concibió la novelística como un género en libertad: el
escritor no debe someterse a ninguna norma, de ahí su voluntad experimental que
hace que cada una de sus obras sea diferente y que en cada una ensaye una
técnica diferente. Mezclando sabiamente los recursos narrativos de las
vanguardias del siglo XX , se convirtió en un artista «rompedor». Descubrió la
infalible fórmula literaria que utilizará en adelante: equilibrada aleación de
humor, ternura, horror, desenfado verbal y léxico escatológico. Al contrario de
otros autores, Cela explica detenidamente o anuncia, en prólogos, para textos y
entrevistas todo lo que escribe y por qué lo hace.
Una
de sus obras maestras, La colmena, se editó primeramente en Buenos
Aires, ya que la censura había prohibido su publicación en España a causa de
sus pasajes eróticos. Posteriormente, durante el mismo franquismo, Manuel
Fraga, como Ministro del Interior, autorizó personalmente la primera edición
española. La novela cuenta retazos de las historias de múltiples personajes que
se desarrollan en el Madrid de los primeros años del franquismo. Muchos
críticos consideran que esta obra incorpora la literatura española a la
novelística moderna. El mismo autor definió esta obra como «esta crónica amarga
de un tiempo amargo» en el que el principal protagonista es el «miedo». Está
considerada por parte de la crítica especializada como una de las mejores
novelas españolas del segundo tercio del siglo XX. Fué llevada al cine bajo la
dirección de Mario Camus en 1982, en película donde el propio Cela participó
como guionista y actor.
San
Camilo 1936, obra de gran categoría, ambientada, como su
título indica («Vísperas, festividad y octava de San Camilo 1936 en Madrid»),
en la semana precedente al estallido de la Guerra Civil Española, está escrita
en un monólogo interior continuo. En este monólogo continuo, el autor
reflexiona sobre la existencia humana con el trasfondo social proporcionado por
la vivencia en Madrid. A lo largo de estas divagaciones, se presenta un buen
número de personajes, de muy variada condición, que viven su vida sin ser
conscientes de la tragedia que se avecina.
En
las novelas siguientes asistimos a una ruptura extrema de la forma narrativa: Oficio
de tinieblas 5 , fraccionada en una serie de aforismos y pensamientos
yuxtapuestos, sin apenas elementos novelescos; Mazurca para dos muertos,
de 1983, una crónica de ambientación gallega, incesantemente interrumpida y
sujeta a continuas alteraciones de los puntos de vista.
Cristo
versus Arizona es una de sus novelas más enigmáticas,
basada en los sucesos de 1881 del OK Corral, la cual está escrita en una única
y larga oración con el uso de un solo punto (el final). Son narraciones
caóticas, con aparición de cientos de personajes y empleo de técnicas cubistas
de fragmentación y collage.
Camilo
José Cela se divorció de Rosario Conde a finales de los 80 para casarse en 1991
con Marina Castaño, periodista con la que ha compartido sus últimos años.
Durante
la década de los años noventa publicó la miscelánea de textos narrativos El
huevo del juicio , Memorias, entendimientos y voluntades , de
carácter autobiográfico, El asesinato del perdedor , historia de una
persona empujada al suicidio por la sociedad, La cruz de San Andrés , su
Poesía completa , un Diccionario geográfico popular de España y la novela Madera de boj , con la
que rindió homenaje a la Galicia marinera.
Murió
el 17 de enero de 2002 a los 85 años. Sus últimas palabras fueron: ¡Viva
Iria Flavia¡.
Fuentes: www.poemasdelalma.com, www.biografíasyvidas.com,
www.elmundo.es, wikipedia, you tube.
Escena de la película La Colmena:
Ay, qué cuesta arriba se me hizo "La colmena". Me pareció una historia tan anodina que me aburrió una barbaridad, y el estilo del autor tampoco me invitó a repetir.
ResponderEliminarEstá visto que los premios Nobel y yo no nos llevamos demasiado bien, porque los que he leído (Cela, Lessing, Vargas Llosa...) me han dejado más bien frío.
Un saludito.
Vaya que si cuesta leer a Cela. Ya lo creo. La colmena es para leerla una vez y decir que la leiste. Con la película se entera uno mejor. Trescientos personajes que tiene la novela, ya son personajes. Por comparar, prefiero a Galdós y no a Cela y, sin embargo, Galdós con la obra que nos dejó, no le dieron el Nobel. Habría que preguntarle a la Academia Sueca qué criterios siguen realmente para conceder los premios. Pero al César lo que es del César. Saludos, Xavier.
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