sábado, 12 de mayo de 2012

Camilo José Cela, El Premio Nobel








La polémica siempre acompañó a Camilo José Cela. Quién no recuerda, sobre todo, el famoso viaje del escritor de Iria Flavia a la Alcarria con su choferesa negra Otelinha.

 Pero sus galardones literarios están ahí: Académico de la RAE desde 1957 (sillón Q), Premio Príncipe de Asturias en 1987, el 19 de octubre de 1989, la Academia Sueca le concede el Premio Nobel. En 1995 recibe el Premio Cervantes. Su obra literaria está a la altura de las mejores del siglo XX.  Su primera novela, La familia de Pascual Duarte, está traducida a 38 idiomas y La colmena, su obra más conocida y una de las mejores novelas del siglo, está disponible en 26 lenguas. Eso es innegable. Querido por uno y denostado por otros, como suele ser en estos casos, sus novelas están entre las lecturas obligadas de la enseñanza española. 

Nada logró apartar a Cela de su profesión de escritor. Puso en marcha muy pronto lo que Dionisio Ridruejo definió como "estrategia de la fama, el culto a la personalidad y la voluntad imperativa"; lo que, adoptado y adaptado, por el propio Cela, se resume en su célebre frase: "En España, el que resiste gana". Trabajo y profesionalidad perfectamente organizada son los dos pilares básicos sobre los que Camilo José Cela edificó su arquitectura de escritor triunfante. Esta rigurosidad laboral lo llevó, con frecuencia, a anatematizar la famosa y castiza improvisación española y el amateurismo de muchos escritores. "Somos", afirmaba con desdén, "un país de aficionados". Esa precariedad, aplicada a la creación literaria especialmente, le resultaba intolerable a Camilo José Cela.

Camilo José Cela nació en la localidad gallega de Padrón (provincia de La Coruña), el 11 de mayo de 1916. Su padre (Camilo Crisanto Cela y Fernández) gallego y su madre inglesa e italiana (Camila Emmanuela Trulock y Bertorini); su sexto apellido es belga, Lafayette. Fue el primogénito de la familia Cela Trulock y bautizado con los nombres de Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo en la Colegiata de Santa María la Mayor.

En 1925 la familia se instaló en Madrid y Camilo cursó estudios en el colegio de los escolapios. Padeció tuberculosis, por cuya causa debió ser internado en el Sanatorio de tuberculosos de Guadarrama. Allí fortaleció su interés por la lectura, que lo acompañó, mitigando su larga dolencia, que se extendió durante los años 1931 y 1932.

En 1942 publicó La familia de Pascual Duarte, una de las pocas obras destacadas de la década. Son las supuestas memorias de un campesino extremeño, autor de múltiples crímenes, que acaba en el patíbulo. La narración, escrita en una prosa desgarrada y deliberadamente tosca, se complace no sin humor en un tremendismo que cabe emparentar con el de la picaresca el de ciertos relatos de Pío Baroja. Este libro inauguró un nuevo estilo en la narrativa española, conocido con el término «tremendismo».

En 1944 se casó con Rosario Conde Picavea, su mejor colaboradora durante muchos años. Tanto, que uno de los amigos y secretarios de Cela en Papeles de Son Armadans, Juan Benito Argüelles, transmite el siguiente comentario: "Era la verdadera secretaria de Camilo José Cela. Además de llevar la parte doméstica de la casa, pasaba a máquina los manuscritos". Y sigue, refiriéndose a una ausencia de Rosario Conde: "Al cabo del tercer día, C.J.C. me confesó vencido: 'Yo sin Charo no puedo, mi grito de guerra es Charo'. Y era cierto; desde que se levantaba hasta que se acostaba no oías más que 'Charo, la carta de Américo Castro; Charo, un café'". 

De ella tuvo un hijo, Camilo José Cela Conde. Y con ella formó una sociedad que, durante muchos años, gestionó los intereses del prolífico escritor, que se disolvió, tras ciertas turbulencias financieras, años más tarde, al disolverse también los lazos matrimoniales que los unían. 

Su novela Pabellón de reposo, se centra en un grupo de tuberculosos internados en un sanatorio. Nuevas andanzas y desventuras del Lazarillo es un intento -frustrado, según reconocería el propio autor- de pastiche sobre una novela clásica. Suceden a estas obras los primeros y mejores libros de viajes, modalidad paisajística y testimonial: Viaje a la Alcarria , muestra perfecta del género, y El gallego y su cuadrilla .
A partir de aquí Cela concibió la novelística como un género en libertad: el escritor no debe someterse a ninguna norma, de ahí su voluntad experimental que hace que cada una de sus obras sea diferente y que en cada una ensaye una técnica diferente. Mezclando sabiamente los recursos narrativos de las vanguardias del siglo XX , se convirtió en un artista «rompedor». Descubrió la infalible fórmula literaria que utilizará en adelante: equilibrada aleación de humor, ternura, horror, desenfado verbal y léxico escatológico. Al contrario de otros autores, Cela explica detenidamente o anuncia, en prólogos, para textos y entrevistas todo lo que escribe y por qué lo hace.
Una de sus obras maestras, La colmena, se editó primeramente en Buenos Aires, ya que la censura había prohibido su publicación en España a causa de sus pasajes eróticos. Posteriormente, durante el mismo franquismo, Manuel Fraga, como Ministro del Interior, autorizó personalmente la primera edición española. La novela cuenta retazos de las historias de múltiples personajes que se desarrollan en el Madrid de los primeros años del franquismo. Muchos críticos consideran que esta obra incorpora la literatura española a la novelística moderna. El mismo autor definió esta obra como «esta crónica amarga de un tiempo amargo» en el que el principal protagonista es el «miedo». Está considerada por parte de la crítica especializada como una de las mejores novelas españolas del segundo tercio del siglo XX. Fué llevada al cine bajo la dirección de Mario Camus en 1982, en película donde el propio Cela participó como guionista y actor.
 San Camilo 1936,  obra de gran categoría, ambientada, como su título indica («Vísperas, festividad y octava de San Camilo 1936 en Madrid»), en la semana precedente al estallido de la Guerra Civil Española, está escrita en un monólogo interior continuo. En este monólogo continuo, el autor reflexiona sobre la existencia humana con el trasfondo social proporcionado por la vivencia en Madrid. A lo largo de estas divagaciones, se presenta un buen número de personajes, de muy variada condición, que viven su vida sin ser conscientes de la tragedia que se avecina.

En las novelas siguientes asistimos a una ruptura extrema de la forma narrativa: Oficio de tinieblas 5 , fraccionada en una serie de aforismos y pensamientos yuxtapuestos, sin apenas elementos novelescos; Mazurca para dos muertos, de 1983, una crónica de ambientación gallega, incesantemente interrumpida y sujeta a continuas alteraciones de los puntos de vista.

Cristo versus Arizona  es una de sus novelas más enigmáticas, basada en los sucesos de 1881 del OK Corral, la cual está escrita en una única y larga oración con el uso de un solo punto (el final). Son narraciones caóticas, con aparición de cientos de personajes y empleo de técnicas cubistas de fragmentación y collage.

Camilo José Cela se divorció de Rosario Conde a finales de los 80 para casarse en 1991 con Marina Castaño, periodista con la que ha compartido sus últimos años.

Durante la década de los años noventa publicó la miscelánea de textos narrativos El huevo del juicio , Memorias, entendimientos y voluntades , de carácter autobiográfico, El asesinato del perdedor , historia de una persona empujada al suicidio por la sociedad, La cruz de San Andrés , su Poesía completa , un Diccionario geográfico popular de España  y la novela Madera de boj , con la que rindió homenaje a la Galicia marinera.

Murió el 17 de enero de 2002 a los 85 años. Sus últimas palabras fueron: ¡Viva Iria Flavia¡.

 Fuentes: www.poemasdelalma.com, www.biografíasyvidas.com, www.elmundo.es, wikipedia, you tube

Escena de la película La Colmena:


2 comentarios:

  1. Ay, qué cuesta arriba se me hizo "La colmena". Me pareció una historia tan anodina que me aburrió una barbaridad, y el estilo del autor tampoco me invitó a repetir.

    Está visto que los premios Nobel y yo no nos llevamos demasiado bien, porque los que he leído (Cela, Lessing, Vargas Llosa...) me han dejado más bien frío.

    Un saludito.

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  2. Vaya que si cuesta leer a Cela. Ya lo creo. La colmena es para leerla una vez y decir que la leiste. Con la película se entera uno mejor. Trescientos personajes que tiene la novela, ya son personajes. Por comparar, prefiero a Galdós y no a Cela y, sin embargo, Galdós con la obra que nos dejó, no le dieron el Nobel. Habría que preguntarle a la Academia Sueca qué criterios siguen realmente para conceder los premios. Pero al César lo que es del César. Saludos, Xavier.

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