(La Coruña, 16 de septiembre de 1851 - Madrid, 12
de mayo de 1921)
Era
hija de una familia gallega noble y muy pudiente de España: el conde José Pardo
Bazán, título que heredó a la muerte de su padre en 1908, y Amalia de la Rúa.
Fue su madre quien la estimuló a leer y escribir. A la edad de nueve años ya
empezaba a mostrar un gran interés por la escritura. Fuera de la casa de la
calle de Tabernas poseían otras dos residencias, una cerca de Sanxenxo, un
pueblo de pescadores, y la otra en las afueras de La Coruña, el Pazo de Meirás.
En la biblioteca paterna encontró acceso a una gran variedad de lecturas;
declaró que sus libros preferidos entonces fueron Don Quijotede la Mancha,
la Biblia y La Ilíada. En la casa de La Coruña leyó además La
conquista de México de Antonio de Solís y las Vidas paralelas de
Plutarco. Los libros sobre la Revolución francesa le fascinaban. Cuando la
familia iba a Madrid durante los inviernos, Emilia asistía a un colegio francés
protegido por la Real Casa, donde fue introducida a la obra literaria de La
Fontaine y Jean Racine. A los doce años la familia decide quedarse en La Coruña
durante los inviernos y allí estudia Emilia con instructores privados. Se sale
del ritual de la educación femenina al negarse a tocar el piano y a tomar
clases de música. Dedica todo el tiempo posible a su verdadera pasión, la
lectura.
En 1868, año de la
Gloriosa Revolución, que acabaría con el reinado de Isabel II, contrae
matrimonio a los diecisiete años con José Quiroga. Vivieron en Santiago durante
el invierno de 1968 y 1969. Emilia ayudaba a su marido en los estudios de
Derecho.
Cuando su padre es nombrado Diputado de las Cortes
toda la familia se traslada a Madrid, incluso el joven matrimonio. En la
capital, asisten a conciertos y a fiestas populares. Emilia llega a conocer la
ciudad y el ambiente madrileño. Tras la entrada de Amadeo de Saboya y la Guerra
Carlista, José Pardo Bazán se desilusionó con la política y toda la familia se
marchó a Francia. Viajaron por Europa (Inglaterra, Italia, Alemania...), donde
Emilia aprende inglés y alemán. Además, descubre la literatura francesa que
dejará un gran impacto en ella.
En 1876 se dio a conocer
como escritora con un Estudio crítico de las obras del padre Feijoo, con
el que ganó su primer premio, compitiendo en este certamen con Concepción
Arenal. Este mismo año nace su primer hijo, a quien le dedicará un libro de
poemas titulado Jaime, publicado por Francisco Giner de los Ríos.
En
1879, coincidiendo también con el nacimiento de su primera hija, Blanca,
publicó su primera novela, Pascual López, autobiografía de un estudiante
de medicina que se halla influida por la lectura de Pedro Antonio de Alarcón y
de Juan Valera, y todavía al margen de la orientación que su narrativa tomaría
en la década siguiente. Una dolencia hepática en 1880 obligó a la escritora a
pasar algún tiempo en Vichy, donde descubre el naturalismo de Zola, y empieza a
interesarse por esta nueva tendencia literaria.
En 1876 se dio a conocer
como escritora con un Estudio crítico de las obras del padre Feijoo, con
el que ganó su primer premio, compitiendo en este certamen con Concepción
Arenal. Este mismo año nace su primer hijo, a quien le dedicará un libro de
poemas titulado Jaime, publicado por Francisco Giner de los Ríos.
En
1879, coincidiendo también con el nacimiento de su primera hija, Blanca,
publicó su primera novela, Pascual López, autobiografía de un estudiante
de medicina que se halla influida por la lectura de Pedro Antonio de Alarcón y
de Juan Valera, y todavía al margen de la orientación que su narrativa tomaría
en la década siguiente. Una dolencia hepática en 1880 obligó a la escritora a
pasar algún tiempo en Vichy, donde descubre el naturalismo de Zola, y empieza a
interesarse por esta nueva tendencia literaria.
Un
viaje de novios es un relato
novelesco de sus propias memorias del viaje a Vichi, publicado el año en que
nació su última hija, Carmen y La tribuna , considerada como su primera
obra naturalista, novela en la que estudia el ambiente y los tipos de las
cigarreras en una fábrica de tabacos en La Coruña.
En
1882 comenzó, en la revista La Época, la publicación de una serie de
artículos sobre Émile Zola y la novela experimental, reunidos posteriormente en
el volumen La cuestión palpitante (1883), que la acreditaron como uno de
los principales impulsores del naturalismo en España. Frente a los principios
ideológicos y literarios de Zola, Pardo Bazán acentuaba la conexión de la
escuela francesa con la tradición realista europea, lo que le permitía
acercarse a un ideario más conservador, católico y bienpensante. Este libro
causó un gran escándalo, de forma que su marido, horrorizado por la situación,
le exigió que cesara de escribir y que se retractase públicamente de sus
escritos; no lo hizo, sino que decidió separarse de su marido dos años más tarde,
en 1884. En este año publicó La ama joven, que trata precisamente sobre
crisis matrimoniales.
En
un viaje a Francia conoce a Emile Zola y descubre la moderna novela rusa. Estas
lecturas le impulsan a presentar en el Ateneo de Madrid un trabajo sobre la Revolución
y la novela en Rusia. De su obra ensayística cabe citar también Polémicas
y estudios literarios y La literatura francesa moderna, en las que
se mantiene atenta a las novedades de fines de siglo en Europa.
Benito Pérez Galdós,
por entonces cercano también al Naturalismo, inicia una relación amorosa con
ella que durará más de veinte años. Ella le engaña sin embargo con amoríos
fulminantes con jóvenes como Lázaro Galdiano y Narcís Oller, haciéndose
perdonar.
El Naturalismo
practicado por Pardo Bazán, como el de Galdós, frente a los principios
ideológicos y literarios de Zola, acentuaba la conexión de la escuela francesa
con la tradición realista española y europea, lo que le permitía acercarse a un
ideario más conservador y católico en lo que respecta a ella, que nunca
abandonó el catolicismo, por más que admitiera las bases ideológicas del
determinismo social y darwinista.
Los
pazos de Ulloa junto con La
madre naturaleza culminan el método naturalista de Pardo Bazán.
La
trama de Los pazos de Ulloa se sitúa en un recóndito y salvaje paraje de
Galicia. La llegada a esta localidad de Julián, un sacerdote delicado y
sensible, tendrá imprevistas consecuencias. El marqués de Ulloa, rudo y
pasional, se ve obligado a contraer matrimonio con Nucha, una señorita de
ciudad para quien el ambiente de los pazos es una pesadilla. Sabel, la criada
de perversa belleza y que ha dado un hijo bastardo al marqués, es la figura
opuesta a Nucha. La novela es un gran fresco rural donde recrea a su gusto el
campo gallego violento, sensual, lleno de contrastes sociales y culturales.
La
montaña gallega, el caciquismo y la decadente nobleza rural son analizados por
la condesa Emilia Pardo Bazán. El
progreso urbano , representado por el joven sacerdote Julián, y la barbarie
rural, encarnada en Primitivo, se contraponen en un mundo dominado por una
naturaleza violenta, inmoral y sensual cuya posibilidad de transformación será
puesta en cuestión.
La madre naturaleza es la continuación de Los
Pazos de Ulloa. Concentra
el interés en lo esencial del asunto, el inocente y fatalmente determinado
incesto de Perucho y Manolita, pretende profundizar los rasgos psicológicos y a
través de Gabriel Pardo expresa lo que podría llamarse filosofía de la
escritora acerca de los sucesos que narra. Este personaje parece ser la
conciencia crítica, ya la vez objetiva, por más involucrado que se vea en la
intriga novelesca de los dos jóvenes protagonistas, de la situación dramática
que se ha presentado en la huronera del marqués de Ulloa. En las reflexiones
que hace sobre el difícil papel que se ve obligado a representar, se encuentran
gran parte de las ideas ilustradas de Pardo Bazán, y en las que se mezclan
positivismo y cristianismo.
Por
otra parte, Insolación y Morriña siguen insertos en la ideología y en la
estética naturalista.
Insolación fue en su
época una novela escandalosa. El tema se consideraba escabroso y, por
añadidura, en ella se ventilaban asuntos como el de la distinta moral sexual
para hombres y mujeres. Clarín había sentenciado la novela en sus Paliques:
Antipático, poema de una jamona atrasada de caricias, y Pereda había dicho a
los lectores de El Imparcial que los protagonistas de Insolación vivían
amancebados a la vista del lector, con minuciosos pormenores sobre su manera de
pecar. La crítica ha destacado lo que ya en su tiempo algunos entrevieron: el
magnífico estudio psicológico del personaje femenino y la calidad literaria de
la obra. El estudio introductorio de Marina Mayoral desentraña las
circunstancias que rodearon la aparición de la novela y ahonda en los
mecanismos de la creación novelesca, permitiendo así al lector actual una mayor
comprensión y un disfrute más pleno de la obra.
Morriña se adscribe a una estética realista que doña
Emilia cultiva de forma sostenida en toda su trayectoria novelística. El
sencillo argumento de la novela, una historia casi doméstica que bascula entre
tres personajes, doña Aurora, su hijo Rogelio y Esclavitud, la nueva doncella
de la casa, no está sin embargo exento de cierta complejidad en el proceso
interior y de conducta que sufren sus personajes, provocado por las relaciones
que se establecen entre ellos. Desentrañar su significado último será tarea de
nuestra competencia lectora.
Con
posterioridad, coincidiendo con la muerte en 1890 de su padre, evolucionó hacia
un mayor simbolismo y espiritualismo, patente en Una cristiana, La
prueba, La piedra angular , La
quimera y Dulce sueño.
En
Una Cristiana y La Prueba, de 1890, parece trabar polémica a
través de la ficción con algunos de sus detractores morales, como el Padre
Coloma, Menéndez Pelayo y Pereda. La diferencia de edad entre enamorados, el
cruce de afectos o deberes familiares y el remordimiento religioso prueban en
ambas novelas que Doña Emilia tenía más en cuenta la opinión de lo que
aparentaba. Adán y Eva, que agrupa las novelas Memorias de un
solterón y Doña Milagros, parece la justificación del romance con
Galdós. Pero en La Quimera vuelve al aguafuerte para retratar el Madrid
polvoriento y bizcochable.
Funda
y dirige en 1892 la publicación La Biblioteca de la mujer. Asiste a
congresos como el Congreso Pedagógico, en donde denuncia la desigualdad
educativa entre el hombre y la mujer. Aún consciente del sexismo dentro de los
círculos intelectuales, propone a Concepción Arenal a la Real Academia de la
Lengua, pero es rechazada; tampoco aceptaría ésta a Gertrudis Gómez de
Avellaneda ni a ella (fue rechazada tres veces, en 1889, en 1892 y en 1912),
por más que en 1906 llegó a ser la primera mujer en presidir la Sección de literatura
del Ateneo de Madrid y la primera en ocupar una cátedra de literaturas
neolatinas en la Universidad Central de Madrid, aunque solo asistió un
estudiante a clase.
La rica obra de Emilia Pardo Bazán incluye también los
libros de viajes (Por Francia y por Alemania, ; Por la España
pintoresca, y las biografías (San
Francisco de Asís y Hernán Cortés.. El erudito Varela Jácome ha
descubierto una novela inédita: Selva.
En el año 2012, se publica por primera vez en España su
primera novela, escrita con 13 años de edad, "Aficiones peligrosas",
redactada cuando la autora tenía trece años, trata sobre el papel de la lectura
en la formación de las personas. Esta obra fue publicada por entregas en el
periódico El Progreso de Pontevedra.
Fuentes: www.biografíasyvidas.com, www.lecturalia.com, www.msu.edu, wikipedia.
Qué entrada tan interesante. Bueno, como todas las que nos ofreces en el blog. ¡Felicidades!
ResponderEliminarDe Pardo Bazán no he leído nada, pero tengo pendiente "Los pazos de Ulloa". Un clásico de nuestro país que quiero conocer de primera mano.
Un saludito.
Gracias, Xavier. Hace tiempo que leí Los Pazos de Ulloa. Tengo ganas de volver a leerlo, aunque a saber cuándo. Saludos, Paco.
ResponderEliminarTampoco he leído nada de E. Pardo Bazán, a pesar de haberla estudiado en el colegio... me anoto que tengo pendiente leer alguna de sus obras
ResponderEliminarbesos
Pues ya me contarás cuando la leas. Creo que merece la pena adentrarse en su obra. Saludos.
EliminarMagnífica entrada, Francisco! Qué gusto que alguien se acuerde de la figura de esta estupenda escritora un tanto relegada al olvido, creo yo injustamente.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo!
Tienes razón, Carmen. Creo que debería recuperar el justo sitio que merece en las literatura española.
EliminarQué sorpresa encontrarme con una reseña dedicada a una paisana tan increíble.
ResponderEliminarLa verdad es que de Emilia Pardo Bazán solo me he leído La piedra angular, donde aborda el asunto de la pena capital, tan vigente en la época.
Magnífica entrada, como todas las que he tenido el gusto de leer.
Un saludo ^^
Gracias, MAV. La piedra angular tendré que anotarla como pendiente. Saludos.
EliminarFantástica entrada de una gran autora de nuestras letras. Sólo he leído Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza hace ya muchos años, así que me llevo algunos títulos apuntados que me han llamado la atención y no conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias, Margari. Creo que se merecía este pequeño homenaje. Saludos.
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