Este
fin de semana pasado (17, 18 y 19 de agosto de 2012) se celebró en la localidad
ourensana de Xinzo de Limia, la llamada “Fiesta del Olvido”. El río
Lethes, hoy Limia, tiene su leyenda. Los romanos, supersticiosos ellos, al
llegar a este río, creyeron que se hallaban ante la presencia de lo que ellos
denominaban “el río del olvido”, Lethes. Lo tomaron por tal ante la belleza del
paisaje que se encontraron. Corría el año 135 a. de C. Los soldados, conocedores
de la leyenda, se negaban a cruzarlo. Décimo Junio Bruto, que iba al frente de
las tropas, tomó el estandarte y cruzó el río. Ya en la otra orilla empezó a
enumerar a sus soldados, nombre tras nombra y consiguió que las tropas cruzasen
el Lethes.
Vemos
la existencia de similitudes con el barquero Caronte que trasladaba a los
difuntos al Hades, la morada de los muertos.
Existía
la costumbre al trasladar un cadáver al cementerio: el cortejo fúnebre seguía al muerto hasta la orilla y se detenía
para que el pariente más cercano o, en su defecto el que dirigía el mismo,
colocara un trozo de pan cocido en el pecho del finado mientras decía la
fórmula “para pasar el río Jordán”. Una vez realizado este rito el cortejo
seguía su camino.
En algunas zonas de
Portugal encontramos una formula parecida pero la ofrenda ritual es una
moneda y su objetivo es "pasar la barca de Sntiago".
Pero creo que ya me
estoy desviando un poco del tema. Esta entrada se refiere a la llamada “Fiesta
del Olvido” y a Décimo Junio
Bruto, general y político romano, abuelo de Marco Junio Bruto. Nuestro
protagonista de hoy tiene mucha relación, sobre todo, con Valencia y Galicia.
A Décimo Junio Bruto,
tras ocupar el cargo de cónsul en el año 138 a. de C. se le asigna la provincia
romana de la Hispania Ulterior, a donde se dirigió ese mismo año y allí eliminó
lo que quedaba de la resistencia hispana al mando de Tántalo. Este cónsul
licenció sus tropas de las campañas lusitanas. Como recompensa a la gallardía y
coraje de sus hombres les concedió tierras en el levante hispano, exactamente
en una isla fluvial cerca de la desembocadura del río Turia (Turius o Tyris),
que estaba estratégicamente ubicada en el mejor vado natural del río por donde
pasaba la Vía Heraclea, conocida después como Vía Augusta. La nueva aldea, que
recibió el nombre de Valentia Edetanorum pronto obtuvo el rango de
colonia.
Valentia era una ciudad
relativamente grandes. Unos 1.500 habitantes vivían en ella, lo que ya es una
cantidad más que respetable para la época. La disposición de Valentia era la
habitual en las ciudades romanas. El urbanismo de la república era estricto:
las ciudades se articulaban en torno a dos grandes vías, llamadas
"decumanus maximus", que cruzaba la ciudad de este a oeste, y
"cardo maximus", que la cruzaba de norte a sur. La urbe quedaba
dispuesta en una cuadrícula casi perfecta. El modelo, que ha sido imitado
actualmente en ciudades como Nueva York o todo el ensanche de la moderna
Valencia, dividía la ciudad en "insulas", como manzanas. En el Museo
histórico de La Almoina se reproducen algunas de ellas.
El centro de la Valencia
que podía encontrarse cualquier ciudadano romano un día del siglo II a. C.
estaba conformado, como no podía ser de otra manera, por el foro. EN la plaza
principal de la ciudad, parte de la cual se expone en el citado museo y que
estaría donde hoy está la plaza de la Virgen, había un templo, aunque no se
sabe muy bien a qué dios estaba consagrado. Las monedas y demás utensilios de
la época recuperados muestran un cuerno y unos rayos, por lo que el debate
entre los historiadores se reduce a dos deidades: Júpiter, cuyo símbolo es
precisamente el rayo, y Diana, una divinidad más salvaje que encaja con una
concepción de Valentia más rural, más campestre. Hay que recordar que esa
ciudad primitiva estaba construida sobre una zona agreste, por lo que tendría
sentido que el templo estuviera consagrado a una diosa como Diana o, por qué
no, a otras igualmente "primigenias", por decirlo de alguna manera,
como Demeter o Venus.
Los romanos de Valentia
daban al agua mucha importancia y, ejemplo de ello, son las termas. Estos
complejos eran típicos en toda Roma, pero los que se muestran en el Museo de La
Almoina son particulares porque son los únicos de esa época que quedan en toda
España, además de los de Tarraco -Tarragona-. Las termas no son, en el siglo II
a. C., el centro social que serán en la Roma imperial, pero sí cumplen la
función de limpieza para las que fueron creadas. Además, incluso el acto de ir
a las termas tenía algo de religioso, pues usarlas también purificaba el alma.
Cerca
de las termas estaba el "horreum", el hórreo, un almacén de grano que
en nada se parece a la edificación homónima del norte de España. Se componía de
cuatro amplias naves donde se almacenaba el trigo y la cebada. Son los restos
de la Valentia de Décimo Junio Bruto, lo que queda de esa ciudad primitiva.
La historia de la
Valentia romana "termina" en el 75 a. C. Ese año, el cónsul en
Hispania, Quinto Sertorio, no acepta la llegada al poder en Roma del partido
contrario, los optimate, que traen a nuevos cónsules. La rebelión de Sertorio
vive una de sus primeras batallas en Valentia. El general Pompeyo, llegado de
Roma, pasa a cuchillo a toda la ciudad. Mueren cientos de personas. Pompeyo
quema Valentia hasta los cimientos. La refundación llegaría setenta años
después, cuando entre el 5 a. C. y el 5 d. C. se refunda la ciudad. Las
excavaciones recientes dejaron al descubierto una decena de cadáveres que
habrían sido ejecutados en la batalla del 75 a. C. Todos los cuerpos mostraban
signos de haber sido torturados, con empalamientos y mutilaciones. Junto a los
cadáveres se encontraron utensilios y armas de hierro que fueron presuntamente
utilizados para los asesinatos ocurridos durante la citada batalla. Sería
refundada en el año 5 a. de C..
Tras
la fundación de Valentia por este militar romano, en Lusitania continuaban las
acciones de grupos de bandidos, por lo que se enfrentó a ellos, asoló el
territorio y ocupó numerosas ciudades. Es cuando tiene lugar lo que se dice en
la leyenda sobre el río Lethes y la negación de los romanos a cruzarlo.
Resuelta
esta superstición avanzaron hasta el Minius (Miño), el cual cruzaron y
siguieron su marcha hasta que llegaron a la costa, donde los romanos vieron con
asombro la puesta de sol en el océano. Una nueva leyenda surge: Cuentan que Décimo
Junio Bruto, tras recorrer la costa como vencedor vio con superstición
como el sol se ocultaba en el océano con una gran llamarada y horrorizado, le
puso à la zona el nombre de Finis Terrae, fin del mundo.
Finisterre es un
lugar mágico y antiguo, muy documentado por geógrafos grecorromanos, aunque ya
hubo asentamientos anteriores, en la cumbre del monte de Cabo
Finisterre hay un Ara Solis, un altar al sol cuyo
origen es incierto.
Sometió numerosas tribus como los brácaros (bracari)
que eran los más belicosos. También derrotó a los galaicos (gallaeci)
que habían venido en la ayuda de sus vecinos, con un ejército de sesenta mil
hombres, y fue esta victoria la que le valió el apodo de Gallaecus.
Bruto fue un mecenas del poeta Lucius Accius, y para sus tiempos estaba muy versado en literatura griega y romana. Tampoco fue deficiente en el talento oratorio.
Sabemos también por Cicerón, que era un buen augur. Cicerón menciona una Clodia en una carta a Ático, por lo que se puede suponer, con toda probabilidad, que era su esposa y la madre del cónsul del año 77 a. C.
Pero no termina aquí la historia sobre este militar romano. Su historia, ya posterior a la fundación de Valentia, va a ser llevada a la gran pantalla y será de la mano de Luis Tosar, quien encarnará al cónsul en este superproducción. Llevará el título de “Galaicus”. La película tendrá amor, acción y épica, pues todo parece indicar que recreará grandes batallas entre los romanos y los celtas. La cinta ya ha sido bautizada como el "Braveheart" gallego, y para garantizar el rigor histórico de la producción, habrá un comité científico del que forman parte investigadores como José María Luzón, catedrático de Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid, o Andrés Peña Graña, doctor en Arqueología e Historia Antigua por la Universidad de Santiago de Compostela.
Fuentes: www.levante-emv.com, www.viajarporgalicia.com, wikipedia.
Magnífico repaso, amigo mío... VALENTIA VINCIT!
ResponderEliminarGracias dómine, me alegro que haya sido de tu agrado.
Eliminaruna entrada muy interesante y completa :) Gracias por toda la información.
ResponderEliminar¡un beso!
Me alegro que te haya gustado. Besos.
EliminarInteresantísima entrada y gran documento histórico. Me gusta mucho leer sobre historia, esperaremos a ver qué tal la película. me quedo con esta exhaustiva vuelta a galicia por ahora. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Yossi. Espero que Luis Tosar hile fino en este caso. Las películas históricas a veces te defraudan. Un abrazo.
EliminarPrimero darte las gracias por compartir estas historias locales. Hace unas semanas también me estuvieron explicando la relación de Finisterre (si no me equivoco) con el camino de Santiago. Un saludo, Francisco.
ResponderEliminarSi, hay relación. Te paso un enlace a tu Facebook para que lo leas. Saludos.
Eliminarhttp://camino.xacobeo.es/caminos/camino-de-fisterra-muxia
De nada, Offuscatio.
Eliminar¡Gracias por esta entrada! Este viejo romano de Valentia se ha emocionado muchísimo. Mira por donde, Junio Bruto pudo ser el primer peregrino de la ruta valenciana, aunque sin vieiras...
ResponderEliminarDe nada, amigo Josep. Seguro que fue el primer peregrino, no te quepa duda. La pena es el tema de las vieiras, y con lo buenas que están ni te cuento. Pero bueno, el hombre tuvo su gloria, al fin y al cabo. Tampoco se puede pedir todo en esta vida, aunque algunos pretendan creer que sí.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPedazo de aretículo! Habrá que estar atento a dicha película.
ResponderEliminarEnhorabuena Paco.
Gracias, Toni. A ver cómo se porta Luis Tosar. No nos vaya a defraudar después.
EliminarBuenísima entrada! Y muchas cositas que me llevo aprendidas. ¡Gracias! Habrá que estar atenta a esa película, pero sin esperar mucho, que como bien dices, luego viene los chascos...
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias, Margari. Eso es lo malo de las películas que recrean hechos históricos. Me pasó últimamente con Troya, la protagonizada por Brad Pitt. No me gustó en líneas generales y algunas escenas se veían claramente que eran enmaquetadas. Besos.
EliminarA ver si me apaño con estas tecnologías y se comentar.
ResponderEliminarUna entrada maravillosa, documentada y amena. Sabes que es un tema que me gusta y una zona que conozco y quiero volver a visitar.
Un placer leerte siempre.
Besos y atenderemos a la película con reparos de momento.
Gracias, Silvia. Me alegro que te haya gustado la entrada. A ver cómo enfocan la historia. Esa es la parte más difícil de este tema. Besos.
EliminarMagnífico trabajo histórico ¡Te felicito!. También me gusta el enlace "Costa da Morte-Finisterre". El vídeo me recuerda algún barco encallado allí. Para muchos marineros fue "Finisterre", aunque no fuera este el concepto que daban los romanos. Un beso.
ResponderEliminar¡Lo que se aprende contigo! Me gusta mucho el trabajo que haces para darnos a conocer a todos historias que se nos escapan. Me encanta la historia cuando la cuentan así de bien.
ResponderEliminarEstaré pendiente de la película, aunque la espero con prudencia.
Bss.
Gracias, Nieves. Parece que todos estamos espectantes con la película. Besos.
EliminarUn artículo excelente, Paco. España desde el inicio cuando todavía era las hispanias, tiene una historia rica en todos los aspectos, me ha encantado enterarme cómo le fue dado el nombre a Finesterre, un lugar que me maravilla y desde hace tiempo le tengo ganas para situar allí una de mis novelas. ¡Muchas gracias por estas entradas tan interesantes!
ResponderEliminarBesos,
Blanca
Me alegro de que te haya gustado, Blanca. Finisterre da para mucho y a ver si nos sorprendes con una novela ambientada en esas costas. Besos.
Eliminarhola, gracias por el artículo, pero me gustaría saber si la película se ajusta a la realidad histórica o tiene partes inventadas o que son contrarias a la realidad histórica
ResponderEliminarHola, excelente articulo, por favor sabrías decirme a que legión o legiones pertenecían esos veteranos fundadores de Valentia Edetanorum, muchas gracias.
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