Fred Astaire tenía su pareja de Baile, la inigualable Ginger Rogers. Pero había otro bailarín que podía bailar encima de un sofá, de un charco, con un paraguas, con el ratón Jerry y con su propia sombra… Y ese no era otro que Gene Kelly.
Hoy se cumple el centenario de su nacimiento. De nombre real Eugene Curran Kelly, Gene nació el 23 de agosto de 1912
en Pittsburgh, Pennsylvania (Estados Unidos), en el seno de una familia
de clase media. Su padre era vendedor de fonógrafos.
La afición por la danza vino impulsada por su madre Harriet, amante del
baile que impulsó la creación del conjunto "The Five Kellys", compuesto
por los cinco hermanos Kelly: Gene, Jay, Louise, Jim y Fred.
Después de romperse el quinteto, Gene y su hermano Fred continuaron
bailando en actuaciones vodevilescas con el nombre de "The Kelly
Brothers".
A finales de los años 30 y tras estudiar Económicas en la Universidad de
Pittsburgh, el talento como bailarín de Gene Kelly le llevó a lograr su
gran objetivo de intervenir en una gran obra en Broadway, la meca del
teatro mundial.
Su primera película fue producida por la Metro Goldwyn Mayer, estudio al
que Selznick había cedido a su protegido. La co-protagonista era Judy Garland el director Busby Berkeley, el productor Arthur Freed y el título "For Me And My Gal" (1942).
A pesar de que el film no fue excesivamente bien recibido por el público
y crítica de la época, Arthur Freed, principal responsable de los
musicales del estudio del león, apreció la sobresaliente aptitud de
Kelly y le propuso un contrato para quedarse en la Metro para protagonizar junto a Judy Garland la encantadora "Por mi chica hy por mi", dirigidos por el coreógrafo y director Busby Berkeley ("La calle 42"). La película en la que se ponía de manifiesto una química entre los dos
protagonistas recibió muy buenas críticas, e hizo que Gene se
convirtiera en el centro de la atención de Hollywood.
Pearl Harbor fue bombardeada y Gene decide alistarse y luchar por su país. Aunque en un principio no se lo permitieron, entre 1944 y 1946 se alistó y dirigió unos documentales patrocinados por el ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial.
A su vuelta revitalizó su popularidad en películas como "Levando anclas" (1945, George Sidney) en su primer film mítico junto a Frank Sinatra ,
que incluye un célebre número musical junto al personaje de animación Jerry (de "Tom y Jerry")
.
que incluye un célebre número musical junto al personaje de animación Jerry (de "Tom y Jerry")
.
Luego vendrían películas como "El pirata" , de Vicente Minnelly, compartiendo de nuevo cartel con Judy Garland . "Los tres mosqueteros", todo un éxito en su momento y no musical, estuvo acompañado por June Allyson, Lana Turner y Van Heflin. "Un Día En Nueva York" fue la primera película que dirigió al alimón con su buen amigo Stanley Donen.
"Un americano en París",de Vincente Minnelli, fue la película que elevó a Kelly al rango de
superestrella. Fue uno de los mayores éxitos del año, llegando a
conseguir seis Premios Óscar de la Academia, entre los que destacan el de mejor película, y uno honorífico por la versatilidad de Gene como actor, cantante, bailarín, director, coreógrafo y, más concretamente, por su aportación al género del musical.
Broadway y Hollywood podrían disputarse con razón el derecho de
considerar a Gene Kelly como el hombre que le supo poner un trampolín al
musical, el que le cambió el estilo, el ritmo, el traje, el carácter y
la potencia. Del esmoquin a la camiseta.
Gene
Kelly tuvo muchas parejas de baile, aunque ninguna tan importante y
trascendental como Stanley Donen, al que conoció recién llegado a
Broadway y con el que firmaría algunos títulos inolvidables y una obra
maestra de la historia del cine, «Cantando bajo la lluvia»,
probablemente la película que mejor refleja la alegría con la que nació y
(sobre)vivió el séptimo arte. En la actualidad está considerada como el mejor musical de todos los
tiempos y una de las mejores películas de la historia, en aquellos años
se vio eclipsada por el éxito de su predecesora.
No
hay ninguna película tan jovial como esta, ni ningún actor que haya
transmitido tanta alegría como ese Don Lockkwood que él interpreta y que
convierte lo viejo en nuevo y el sentimiento amoroso en un chapoteo
alrededor de una farola… ¡La farola!, que era territorio exclusivo del
borrachín, quedó convertida en un santuario del romance.
Su aportación al musical se deja ver hoy, en el centenario de su
nacimiento y más de medio siglo después del estreno de «Cantando bajo la
lluvia», como algo incomparable y que obligó al género a tomar ese
impulso, a saltar sobre el trampolín de su figura, de un modo
lampedusiano: que todo cambie para que todo siga igual. Transformó el
musical, un género que aún espera a un nuevo Kelly para que le dé una
vuelta al trampolín, con el permiso de Bob Fosse.
Debby Reynolds (Kathy Selden en «Cantando bajo la lluvia») llegó a decir
que hacer este personaje y parir fueron las experiencias más difíciles
que había hecho nunca.
Tras esta gran oleada de éxitos, la carrera de Kelly empezó a declinar y
a perder el esplendor conseguido. Apartado ya del musical, en 1960
realizó una de sus mejores interpretaciones en medio de un impresionante
duelo interpretativo entre los legendarios Spencer Tracy y Fredric March en el film "La herencia del viento" de Stanley Kramer,
(uno de los grandes interrogantes sobre la carrera de Kelly es hasta donde hubiera llegado como actor dramático de no haber tenido como prioridad el mundo de la danza).
(uno de los grandes interrogantes sobre la carrera de Kelly es hasta donde hubiera llegado como actor dramático de no haber tenido como prioridad el mundo de la danza).
Tanto su vida profesional como la
personal se encontraban en un momento muy difícil. En 1957 su matrimonio
de quince años con Betsy Blair ("Marty", "Calle Mayor")
había terminado debido a la necesidad de crecimiento personal de Betsy.
En 1960 Kelly se casó con Jeanne Coyne, quien desde hacía muchos años
había sido su asistente y ayudante coreográfica y que años atrás había
mantenido un breve matrimonio con su amigo Stanley Donen. De esta
relación nacerían dos hijos, Tim y Bridget (tenía ya una hija de su
primer matrimonio, Kerry).
Después de unos años de aparente olvido recuperó la fama al dirigir Barbra Streisang y Louis Armstrong en "Hellow Dolly!" o a James Stewart y Henry Fonda en "El club social de Cheyenne".
En 1960 contrajo matrimonio con la bailarina y actriz Jeannie Coyne, quien apareció sin acreditar en "Cantando Bajo La Lluvia" y solía colaborar con Gene como asistente de baile. Esta segunda tentativa de felicidad matrimonial se vio truncada al morir de cáncer Jeannie en 1973. Viudo y con dos hijos pequeños, decidió dedicarse a ellos y, a partir de ese momento, rechazó todos aquellos proyectos que pudieran tenerle lejos de Los Ángeles (California) durante un largo período.
En 1990 lo intentó por tercera vez, ahora con la escritora Patricia Ward, a quien dejó viuda el 2 de febrero de 1996, día en el que Gene Kelly falleció a causa de un ataque al corazón. Tenía 83 años.
Tuvo tres hijos, uno de su matrimonio con Betsy Blair, llamado Kerry, y dos con Jeanne Conney, Bridget y Tim.
Después de unos años de aparente olvido recuperó la fama al dirigir Barbra Streisang y Louis Armstrong en "Hellow Dolly!" o a James Stewart y Henry Fonda en "El club social de Cheyenne".
En 1960 contrajo matrimonio con la bailarina y actriz Jeannie Coyne, quien apareció sin acreditar en "Cantando Bajo La Lluvia" y solía colaborar con Gene como asistente de baile. Esta segunda tentativa de felicidad matrimonial se vio truncada al morir de cáncer Jeannie en 1973. Viudo y con dos hijos pequeños, decidió dedicarse a ellos y, a partir de ese momento, rechazó todos aquellos proyectos que pudieran tenerle lejos de Los Ángeles (California) durante un largo período.
En 1990 lo intentó por tercera vez, ahora con la escritora Patricia Ward, a quien dejó viuda el 2 de febrero de 1996, día en el que Gene Kelly falleció a causa de un ataque al corazón. Tenía 83 años.
Tuvo tres hijos, uno de su matrimonio con Betsy Blair, llamado Kerry, y dos con Jeanne Conney, Bridget y Tim.
Su nombre está escrito con letras de oro junto a los de Fred Astaire, Judy Garland, Stanley Donen o Vincente Minnelli,
dentro de los anales de la historia del cine musical. Su enorme
personalidad, la inteligencia de sus coreografías, la agilidad y el
entusiasmo con que dotó a sus personajes y el endiablado ritmo de
algunos de sus bailes le catapultaron a la fama dentro del período más
dorado del género. Maravilloso bailarín y coreógrafo, magnífico actor y
director y un encantador vocalista, la contribución de Kelly al musical
es de una importancia incalculable y su obra ha ido creciendo a los ojos
de las nuevas generaciones.
Fuentes: www.abc.es, www.alohacriticon.com, wikipedia, You Tube.
No conozco ninguna de las películas que mencionas en la entrada, aunque me parecen muy interesante estas páginas biográficas que nos presentas cada semana. Así estoy constantemente ampliando mis conocimientos. ¡Gracias! Un saludo.
ResponderEliminarGracias, Offuscatio. Es un mito de la comedia musical, un gran bailarín y de sus películas como director vi El club social de Cheyenne, que está ambientada en el Oeste Americano. Saludos.
EliminarLo que he disfrutado siempre de las películas de este actor! Y sigo disfrutándolas. No sé ni cuántas veces habré visto Cantando bajo la lluvia y Un americano en París. Y Los tres mosqueteros la he visto también tropecientas veces.Las primeras junto a mi padre, que con el permiso de mi madre, estaba enamorado de Lana Turner... Y la verdad es que es de las mejores adaptaciones de la novela. La que no conocía es La herencia del viento. Tendré que buscarla que me dejas con curiosidad por ver a este actor en otra faceta tan distinta. ¡Gran entrada!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me pasa lo mismo que a ti, Margari. La herencia del viento no la conocía y parece que como actor dramático era bueno, lo que pasa es que estaba metido de pleno en los musicales. También es buena su película El club social de Cheyenne, un western bastante bueno, película que la dirigió él. Besos.
EliminarQué ilusión me ha hecho esta entrada! Recuerdo que veía estas películas con mi abuela y me gustaban tanto, sobre todo las de Fred Astaire y Ginger Rogers.Después recuerdo ciclos enteros que emitían de madrugada y tengo un recuerdo con Cantando bajo la lluvia un día que volvía de una salida nocturna con los amigos y que cayó una tromba de agua en el camino de vuelta, llegué a casa, me preparé y me hice un vaso de leche muy caliente y ahí estaba Gene Kelly feliz cantando bajo la lluvia, cuando me di cuenta estaba al borde del sillón con una sonrisa de oreja a oreja :) Un abrazo :)
ResponderEliminarCuando escuché en la radio que se cumplía el centenario de su nacimiento no lo dudé. No pensaba hacer entrada pero este hombre con el que tanto disfrutamos se la merecía. A mi puedo decir que me gustaba más que Fred Astaire y Ginger Rogers. La única película que no me suena de ver es el drama y dicen que era muy buen actor dramático pero estaba metido de pleno en los musicales. El club social de Cheyennne la vi varias veces y, pese a ello, no me acordaba que él era su director. Un abrazo.
Eliminarme ha encantado esta entrada, ayer tarde vi un reportaje de él en la 2, sencillamente genial, hacía que bailar pareciera fácil. Es mi favorito de los actores/bailarines de la época. Un abrazo!
ResponderEliminarParece que estamos de acuerdo, Meg. Un actor de los mejores de toda la historia de los musicales. Como bien dices, verlo bailar parecía que era de lo más sencillo. Un abrazo.
EliminarHas traído sin saberlo una de mis escenas favoritas. Cantando bajo la lluvia. Ese beso en la puerta, esa cara de flotar por encima del suelo y esa magnífica canción apenas interrumpida por el paso de la policía...
ResponderEliminarMe encanta
Besos
Acabo de volver a ver la escena de Cantando bajo la lluvia y es espectacular y creo que el paso de la policía es el broche perfecto para esta bella melodía. ¿Quién lo supera?. Besos.
Eliminar¡Ah, Paco! Gene Kelly inolvidable, no me canso de ver Cantando bajo la lluvia, tienes razón al decir que su figura reflejaba deseos de vivir, optimismo y mucha alegría. Esas subidas por las paredes para dar la vuelta y caer como si nada son insuperables, fue una época muy especial del cine americano, murió como todos los grandes: dejó una enorme huella difícil de igualar.
ResponderEliminarDesde luego que dejó un bagaje difícil de igualar. Todo lo que hacía parecía fácil. El musical era su vida, aunque dicen que también era un buen actor dramático pero tan metido estaba en los musicales que no sabemos hasta dónde podría llegar en esa otra faceta. Me gusta mucho más que Fred Astaire.
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ResponderEliminarUna verdadera maravilla. Insuperable, por decirlo breve pero feacientemente..
ResponderEliminarEra el cine de la época de oro, con peliculas inolvidables, yo diría más bien inmortales....
Una enorme gozada para tus seguidores, que como yo, te agradecemos infinito esta magnifica "puesta en escena".
¡¡¡GRACIASSSSSS!!!!!!!