Si les hablo de Fernando
Casado Arambillet (La Coruña; 20 de septiembre de 1917 – Madrid; 9 de marzo de
1994) algunos se preguntarán por qué hablo de este señor. Pero si les hablo
de películas como Viridiana o French
Connection se darán cuenta de que me estoy refiriendo a Fernando Rey, el
primer actor español de renombre internacional.
Era
hijo del oficial de artillería Fernando Casado Veiga, republicano y ayudante de
Azaña. El comienzo de la Guerra Civil Española truncó sus estudios de
arquitectura. En 1936 empezó como figurante y ahí fue cuando eligió su nombre
artístico Fernando Rey, tomando el segundo apellido de su madre Sara
Arambillet Rey. Durante la guerra civil luchó del lado republicano. Su padre,
ya coronel, fue nombrado al final de la guerra Inspector General del Arma de
Artillería. Al acabar la Guerra Fernando y su padre son hechos prisioneros por
los nacionales. A Fernando lo internan en el campo de detención
improvisado en Valencia, en el estadio de Mestalla. Mientras que su padre
permaneció encarcelado durante años, el joven Fernando consiguió escapar de
Mestalla y en un tren de mercancías llegó a Madrid.
Fernando
Rey es recordado tanto por su interpretación en la gran pantalla como en
televisión o incluso como actor de doblaje.
Interpretó
papeles de todo tipo: galán, malvado, generoso, truhán, caballero, tramposo, amante, traicionado, protagonista, o
como actor secundario. Detrás de cada personaje siempre vimos a un gran actor
que ha ganado su prestigio en cada interpretación, lo que le valió el ser
llamado por directores extranjeros de renombre y demostrar que en nuestro país
también había gente de cine.
Juan
Antonio Bardem contó con él en películas como Cómicos (1954), La
venganza (1957) y Sonatas (1959). Pero fue la llamada del gran
Luis Buñuel para su película Viridiana (1961) lo que le lanzará al
estrellato internacional.
Viridiana Está basada en la novela Halma, de Benito Pérez Galdós. Fue prohibida durante mucho tiempo en España, porque se creyó que su historia mostraba una crítica a la caridad por la caridad misma, frente a la generación de trabajo además de una sátira del idealismo cristiano.
La
decisión de rodar Viridiana en España provocó que Buñuel, exiliado en
México, tras el fin de la Guerra Civil española fuese duramente criticado por
los republicanos españoles en el exilio.
La censura franquista objetó el final original de la cinta,
en el que Viridiana llamaba a la puerta de su primo, él abría y ella entraba, cerrando
la puerta detrás de ella. Obediente, Buñuel propuso un final diferente (en
donde Jorge, Viridiana y Ramona, la criada, juegan a las cartas, en una muy
sutil referencia a un trío sexual) que terminó siendo más pernicioso que el
primero y que, irónicamente, fue aceptado por los censores sin reparos.
Directores
de la talla de Orson Welles,
Jean Becker, William
Friedkin Mauro
Bolognini, Franco Zeriferri, Lina Wertmuller Vicente Minnelli o Robert Altman han llamado a su puerta y no defraudó en sus
actuaciones.
En
Campanadas a media noche, película dirigida en 1965 por Orson Welles e
interpretada por él mismo, John Gielguld, Jeanne Moreau, Keith Baxter y
Fernando Rey en el papel de Worcester, el gran director condensa varias obras
de William Shakespeare, entre ellas “Ricardo II”, “Enrique IV” y
“Las alegres comadres de Windsor”. Solo este genio podía permitirse el
lujo de hacer estos ajustes y sacar de ellos una gran producción que, a su vez,
fue una de sus últimas películas.
Estamos
en Inglaterra, siglo XV. Tras la muerte de Ricardo II se elige como sucesor al
trono a Lord Bolinbroke, quien reinará con el nombre de Enrique IV (John
Gielguld). Testigo de este ascenso al poder es John Falstaff (Orson Welles).
Campanadas a medianoche
cuenta, pues, una historia basada en la amistad de dos hombres desiguales pero
unidos en el vicio, en la travesura, en el trato campechano, en el lenguaje
soez. Uno de ellos no posee más grandeza heroica que la que suele atribuirse a
sí mismo, mientras que el otro está destinado a ejercer la autoridad suprema en
Inglaterra.
En The French Connection
(1971) interpreta al villano Alain Charnier. Junto a Fernando Rey estarán actores de la talla de Gene Hackmann, Roy
Schneider, Marcel Bozzuffi o Sonny Grosso.
Película que obtiene cinco Oscars: película, director, actor (Hackman),
guión adaptado, montaje. 8 nominaciones.
Estamos ante frenético
thriller policíaco que trata las aventuras de dos detectives de narcóticos de
Nueva York intentando desmantelar una gran red de narcotráfico. Una de las
mejores películas policíacas de la historia del cine, con una gran
interpretación, cómo no, de Gene Hackmann.
Posteriormente
se rodó una secuela de notable calidad, French Connection II, que
algunos creen comparable o casi superior a su predecesora. La dirigió John
Frankenheimer y volvió a contar con Gene Hackman y el actor español.
Seguiría
colaborando con Luis Buñuel Tristana (1970) y El discreto encanto de
la burguesía (1972), película surrealista que recibió el Óscar a la mejor
película de habla no inglesa de ese año. El último éxito del tándem Rey-Buñuel
fue Ese oscuro objeto del deseo (1977), candidata a otro Oscar a la
mejor película extranjera y al Globo de Oro en la misma categoría, aunque no
ganó ninguno de los dos.
En
Bearn o La sala de las muñecas (1983) compartía otra vez protagonismo
con Ángela Molina, a las órdenes de Jaime Chávarri en el papel de un
aristócrata en decadencia. Destacó igualmente en Diario de invierno, de
Francisco Regueiro (1988), donde a edad madura se atrevió con una escena de
desnudo integral. Más breves fueron sus cometidos en Mi general, de
Jaime de Armiñán (1987); El bosque animado, de José Luis Cuerda (1987); El
aire de un crimen, de Antonio Isasi-Isasmendi(1988) y 1492: La conquista
del paraíso, de Ridley Scott (1992).
Como
actor de doblaje se inició hacia 1940, después de leer un anuncio en el que se
buscaba una nueva voz para un actor igualmente nuevo, Tyrone Power. Su voz,
considerada intensa y personal, fue también una de las primeras con las que contó
Laurence Olivier en español, quien llegó a felicitarle por su doblaje en Hamlet
(1948).
También
actuó como doblador en la televisión española y llegó a ser el narrador de
importantes películas como Bienvenido, Mister Marshall, de Luis García
Berlanga (1953); Marcelino pan y vino, de Ladislao Vajda (1955) e
incluso del Don Quijote que dirigió Orson Welles en 1969. De hecho,
participó en cuatro versiones diferentes de El Quijote en diferentes
papeles.
Uno
de sus últimos grandes papeles fue El Quijote de Miguel de Cervantes,
adaptación dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón para TVE, producción de
Emiliano Piedra y guion de Camilo José Cela que alcanzó notable éxito. La
serie, de 5 capítulos, se limita a recrear los sucesos del primer libro.
Este gran actor español cosechó grandes premios
como en el Festival de San Sebastián
por su papel de hidalgo arruinado de La duda (R. Gil
1972), y luego al padre de Elisa, vida mía (C. Saura, 1977),
con el que fue galardonado en Cannes.
Sus papeles en Diario de invierno (F. Regueiro, 1988) y El aire de
un crimen (A. Isasi Isamendi, 1988), le hacen merecedor de un nuevo premio
de interpretación en el festival de Cannes y el Goya al mejor actor. En 1991, la Academia de Cine -de la que será presidente desde 1992 hasta su muerte-
le concede la Medalla de Oro.
Puede decirse que Fernando Rey tuvo
una vida de cine, un actor entrañable que hizo ver al mundo que el cine español
también existía y él fue el primero en ser reconocido internacionalmente como
un gran actor fuera de nuestras
fronteras.
Me ha gustado mucho este recuerdo a Fernando Rey. Hay varias cosas de él que desconocía, como la trayectoria de sus padres y las películas en que se le ve más joven. Según lo iba leyendo, y viendo, iba pensando que estaría bien que algún directivo de TV nos pusiera un ciclo de sus películas. Sin duda, sería un ciclo de buen ciene.
ResponderEliminarCreo también que no estaría de más el rendirle un pequeño homenaje. Fue el primer actor español que trabajó con directores extranjeros de renombre y, sin embargo, últimamente se le tiene un tanto olvidado.
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