Un
8 de marzo de 1959, los Hermanos Marx,
Groucho, Chico y Harpo, realizan su última aparición en una difusión especial
en la cadena CBS con El increíble robo de la joya.
Tras su última
colaboración cada uno comenzó su carrera en solitario. Así, Chico y Harpo
actuaron ocasionalmente en casinos y Groucho comenzó una carrera como animador
de radio y televisión.
Los
Hermanos Marx (Marx Brothers) fueron unos cómicos estadounidenses,
originarios de Nueva York. Los cinco hermanos eran hijos de Samuel y Minnie
Marx, inmigrantes alemanes. Su madre emigró a Estados Unidos desde Alemania
junto a sus padres y sus hermanos y su padre inmigrante alemán, nacido en
Alsacia cuando formaba parte de Francia y anexada posteriormente al Imperio
Alemán tras la Guerra Franco-Prusiana en 1871, con lo que Samuel pasó de ser
ciudadano francés a ciudadano alemán. Orgulloso de su pasado francés fue
conocido toda su vida como Frenchy.
Eran
cinco hermanos y tuvieron enorme éxito tanto en el Vodevil, como en Broadway y
posteriormente en el cine. Cinco de sus películas están incluidas en la lista
de las 100 mejores comedias del American Film Institute
El
núcleo del grupo fueron los tres hermanos mayores, Chico (Leonard), Harpo
(Alfred) y Groucho (Julius); cada uno intepretaba a un tipo de personaje. Los
dos hermanos más jóvenes, Humo (Milton) y Zeppo, no desarrollaron sus
personajes de la misma manera y finalmente abandonarían la actuación para
ejercer otros oficios. Gummo no participó en ninguna de las películas, y Zeppo
sólo apareció en las cinco primeras. Los cinco hermanos nunca aparecieron
juntos en un escenario.
Su madre Minnie les
incorporó desde su más temprana juventud al negocio del entretenimiento.
Primero junto a Mabel O'Donnell (The Three Nightingales), a continuación
como "The Six Mascots" y finalmente haciéndose llamar Los
Cuatro Hermanos Marx (Gummo fue sustituido después por Herbert
"Zeppo"). Sus actuaciones dentro del vodevil causaban sensación allá
por donde aparecían. Cantaban, bailaban, tocaban todo tipo de instrumentos y
sobre todo ofrecían gags con su peculiar humor.
Groucho recibió un óscar
honorífico en 1974, tres años antes de su muerte. Dicho premio le fue entregado
en reconocimiento a su brillante creatividad y por los inigualables logros de
los Hermanos Marx en el arte de la comedia cinematográfica. Un premio merecido
y aplaudido, cuya consecución fue sin duda debida a las gestiones de su última
y polémica pareja Erin Fleming.
El
éxito les llegó gracias a las obras de Broadway I'll Say She Is
(1923-1925) Los cuatro cocos (1925-1928) y El conflicto de los Marx
(1928-1929). Los cuatro cocos sería el primer título en ser llevado al
cine para la Paramount en 1929. Luego vendrían catorce títulos más, pasando de
los grandes éxitos de las primeras a las últimas, bastante más discretas tanto
en beneficios económicos como en calidad.
El talento musical de
los hermanos se basaba en que pertenecían a una familia de tradición artística.
Harpo estaba especialmente dotado, de modo que podía tocar prácticamente
cualquier instrumento, aunque su especialidad era el arpa, de cuyo nombre,
según una teoría, se derivaba el suyo; en varias películas podemos ver a Harpo
tocando el arpa. Chico fue un excelente e histriónico pianista, y Groucho
tocaba la guitarra.
Sus
inicios fueron en espectáculos de vodevil. Poco a poco las actuaciones
evolucionaron, y junto con las canciones aparecían algunos números cómicos,
generalmente pequeñas comedias musicales.
Durante
la Primera Guerra Mundial el sentimiento antigermánico creció en EEUU, por lo
que la familia intentó ocultar su origen alemán. Harpo cambió su auténtico
nombre de pila de Adolph a Arthur, y Groucho dejó de hacer papeles de
personajes “alemanes”.
“Los
Cuatro Hermanos Marx” empezaron a desarrollar su estilo único de comedia, y a
desarrollar cada uno un personaje característico. Tanto Groucho como Harpo
reconocen en sus memorias que los ahora famosísimos personajes que encarnaban
fueron creados por Al Shean. Groucho se empezó a pintar un grueso bigote con betún,
y adoptó un extravagante andar a zancadas, Harpo se puso una peluca roja,
tocaba una bocina y simuló ser mudo, Chico empezó a hablar con un falso acento
italiano , y Zeppo adoptó los ademanes juveniles de un gentil galán.
Se
harían célebres cuando Hollywood pasó de hacer películas mudas a sonoras. Los
hermanos firmaron un contrato con la Paramount, y dieron un giro a sus carreras
profesionales con su participación en varias películas. Las dos primeras
películas que hicieron fueron sendas adaptaciones de sus revistas en Broadway: Los
Cuatro Cocos (1929) y Animal Crackers (1930). Pero antes habían
filmado una película muda, Humor Risk, pero no llegó a estrenarse nunca.
Sopa
de Ganso fue la última película
que firmaron con la Paramount. Pese a la gran fama que se ganó posteriormente
esta película, en su momento fue un fracaso, tanto para la crítica como de
taquilla. Ello supuso la salida de la Paramount Pictures. La película es una
sátira política. Para muchos la mejor película de Los Hermanos Marx. Excelentes
gags, como las secuencias de los sombreros y el espejo, considerado como un
gran homenaje al cine mudo. Una película plagada de risotadas, tronchante,
dadas las situaciones absurdas que el espectador se encuentra a lo largo de los
setenta minutos que dura.
Abandonan
la Paramount sobre todo por diferencias creativas y financieras. Zeppo dejó de
actuar y se convirtió en agente de sus hermanos, cargo que desempeñó hasta el
final de sus carreras. Los tres Hermanos Marx que ahora formaban el conjunto
pasaron a la Metro-Goldwyn-Mayer.
En
la M. G. M. dan un giro a sus interpretaciones humorísticas. Intercalan entre
las escenas de humor otras de tipo romántico, y números musicales no cómicos.
Además, el blanco de sus iras fueron en adelante villanos declarados. Las dos
películas que firman con el productor Irving Thalberg son Una noche en la
ópera, dirigida por Sam Wood, y una de las obras más conocidas de estos
hilarantes hermanos. Quién no recuerda o ha recitado o intentado recitarlo, que
no es tan fácil, el famoso gag de la firma del contrato entre Chico y Groucho.
“ la parte contratante de la primera parte será
considerada como la parte contratante de la
primera parte” o la famosa escena del camarote. Dos años más tarde
rodaron Un Día en las Carreras (1937), donde los Marx ponían patas arriba una
carrera de caballos. Pero en 1936 murió Thalberg repentinamente, por lo que se
quedaron de pronto sin su mejor contacto en la MGM.
Tras
una corta experiencia con la RKO (El hotel de los líos, 1938), los Hermanos Marx
hicieron tres películas más antes de abandonar la MGM, Una Tarde en el Circo
(1939), Los Hermanos Marx en el Oeste (1940) y Tienda de locos (1941). Antes
del rodaje de Tienda de Locos el grupo anunció que se retiraban del cine, pero
la situación económica de Chico era tan desastrosa, y sus deudas de juego tan
elevadas que los Hermanos Marx hicieron posteriormente dos películas más: Una
noche en Casablanca (1946) y Amor en Conserva (1949), ambas producidas por
United Artists.
Los
Hermanos Marx en el Oeste,
dirigida por Edward Buzell, recrea los tópicos del Lejano Oeste y de ella es el
famoso gag “¡Mas madera, es la guerra!.”
Para mí son los más grandes. ¿Sabes? Cuando era niño, y todavía no habían aparatos de vídeo, grabada las pelis de los Marx que pasaban en TV en mi grabadora de audio. Luego las escuchaba una y otra vez. Así todavía recuerdo muchos de los hilarantes diálogos de Groucho y sus hermanos.
ResponderEliminarSalucines
Desde luego que sí, Fernando. Son los más grandes, únicos e irrepetibles. Yo no llegué a tanto como tú por aquello de grabarlos en audio pero es que no me perdía una en el cine y luego en la tele. Y lo que más me alegra es que son películas que siempre están ahí y uno no se cansa de verlas. Otras, sin embargo, parecen ya que están fuera de época. Pero estas nunca. Y para personas como nosotros nos traen muy buenos recuerdos. Salucines, Fernando.
ResponderEliminar¡Son unos genios! Creo que hay ser muy inteligente para crear este humor. Tuviste una buena idea al rescatarlos para tu Blog.
ResponderEliminarGracias, Julia. Creo que es un merecido homenaje. ¡Cuántos hemos disfrutado y seguimos disfrutando con sus películas!. Sin duda, han marcado una época. Son irrepetibles.
ResponderEliminarIngeniosos, creativos inovadores, sobre todos inmensos...
ResponderEliminarMuy buenos ratos pasé con sus divertidas películas, quedarán como joyas valiosas de la historia del cine.
Todo un merecido homenaje, enhorabuena.
Un saludo.