lunes, 29 de enero de 2024

Reseña Aquellos días de marzo, de Sara Mañero.

 









Datos técnicos:




Título: Aquellos días de marzo.

Autora: Sara Mañero.

Editorial: Samaruc.

1ª edición: Abril/2023.

Encuadernación: Rústica con solapas.

ISBN: 978-84-16772-75-9.

Idioma: Español.

Nº páginas: 320.




Sinopsis:




Un muchaco de Calpe cae en un Madrid asolado por los combates entre diversas facciones republicanas en marzo de 1939 y su muerte, como tantas otras, jamás se notifica a la familia, que aguarda durante meses su regreso. Basada en un suceso real, Aquellos días de marzo recoge la búsqueda de ese recluta de 19 años, trasladado desde la retaguardia a la capital para defender el golpe de Casado. A partir de las cartas que envía a sus padres a lo largo de casi un año conoceremos a Juan Alsina, mientras las de un soldado nacional pondrán la réplica desde el bando contrario. Tras la mirada de ambos se vislumbra la Historia. La protagonista actual, Neila, descubrirá su propio pasado gracias a su deseo de averiguar el destino de Juan, y nos mostrará una investigación lenta que, gracias a la ayuda de muchos, y pese a los inconvenientes, busca desentrañar lo que le aconteció al joven republicano, dónde y cuándo murió y en qué lugar se encuentra su sepultura. Esta es la investigación real de otra muerte silenciada.

La novela aborda la caída de Madrid, el final de una guerra que comenzó con un golpe de Estado y acabó con otro, la cuestión de la memoria histórica y las dificultades con que se tropiezan las familias que desean volver la dignidad a sus muertos. Afronta, al fin, la lucha de la memoria contra el olvido.




Opinión Personal:




Aquellos días de marzo es la sexta novela que leo, reseño y no dudo en recomendar de la escritora madrileña afincada en tierras valencianas, Sara Mañero. Quienes frecuentamos su narrativa sabemos que los trabajos literarios que publica se alejan de las pautas que marca el canon novelístico actual, y en la que se percibe que tiene muy claro cuál es el camino a seguir. Aquellos días de marzo refleja claramente el celo con el que planifica y desarrolla las solventes historias que escribe, de un marcado realismo y verosimilitud, en el que el rasgo didáctico es una de sus señas de identidad, aunque siempre y cuando estime que se puede añadir esta información sin forzarla. Es consciente de que el lector tiene que recibir una información precisa que le facilite una mayor comprensión sobre determinados episodios que viven los personajes, teniendo muy en cuenta que el trasfondo histórico está muy presente en sus obras, como este es el caso. Una información que reparte entre la narración y los diálogos. Sin duda alguna, se agradecen estas aclaraciones, porque incita a que se muestre un mayor interés sobre la trama de turno.

(Calp-Alicante)
La trama es sobrecogedora, no deja indiferente e invita a la reflexión, no sólo por las que ofrece Neila, la protagonista y narradora de la línea temporal actual, sino por todo lo que sucede a lo largo de los 34 capítulos, más un epílogo y un apéndice en que se estructura la novela. Una trama que gira en torno a la Memoria Histórica, que se ampara bajo la ley publicada en 2007, «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución y violencia durante la guerra civil y la dictadura». Soy de los que recomiendan que una historia de esta índole precisa un ritmo pausado de lectura para entender mejor el relato epistolar que un joven soldado republicano de 19 años, de Calp (Alicante) envía a su familia para mantenerlos tranquilos sobre el peligro que pueda correr en la retaguardia de las tropas lesles a la República, una vez que es llamado a filas. Tras escuchar el testimonio que le relata la familia del joven fallecido en los estertores de la Guerra Civil Española, la autora ficticia se compromete a remover Roma con Santiago para conseguir toda la documentación que precise y que le ayude a encontrar la tumba en la que fue enterrado, para que la familia pueda, por fin, soltar el peso de la angustia y el dolor, y restaurar la dignidad de un joven soldado que dio su vida por una causa en la que creía. El ritmo pausado al que me refiero sirve también para interesarse por la exhaustiva labor de campo que realiza Neila, y las trabas con las que se encuentra en algunas fases.

Sara Mañero planifica y desarrolla la trama de tal forma que su contenido no tiene desperdicio. Por eso vuelvo a reiterar que es preferible afrontar su lectura con un ritmo pausado, porque igual interés tiene la línea temporal que se desarrolla en el presente, como la epistolar que tiene lugar durante la Guerra Civil Española. Una línea temporal que en su relato ofrece algún giro interesante, porque de una conversación que mantiene con su progenitor, sale a la luz el pasado de su familia paterna, al igual que las adversidades que les acompañaron durante esta contienda fratricida. Estos secretos familiares provocan que le reproche el no le haya informado sobre estos tristes episodios. La línea temporal que tiene lugar durante la Guerra Civil Española, como adelanta la sinopsis, está relatada en forma epistolar, a través de las cartas que durante casi un año le envía el joven soldado republicano Juan Ausina a sus padres. Unas cartas que Neila alterna a lo largo de los capítulos con las que su padre le entrega de su tío abuelo Daniel, reclutado por el ejército sublevado, lo que origina que se conviertan en una réplica a las del joven calpino, dada la información que facilitan ambos a sus familiares. Como el conflicto se alarga, tuve la sensación de que llegan a las mismas conclusiones en el último tramo de las misivas que envían porque, toda vez que el final se percibe cada vez más cercano, son conscientes de que están inmersos en un atroz sinsentido, sobre todo en lo que concierne a las inocentes víctimas civiles que ocasionan ambos bandos.

(Iglesia Nuestra Sra. Concepción-Madrid)

Junto al contexto histórico de la época en la que se desarrolla la trama, atrajeron mucho mi atención las descripciones geográficas de las zonas por las que se trasladan e instalan las retaguardias de ambos ejércitos contendientes. La autora tiene muy en cuenta la comarca de la Marina Alta, a través del relato epistolar de Juan Ausina. Otro tanto sucede con el soldado de los llamados nacionales. Ambos ofrecen descripciones diferentes según su perspectiva: al joven republicano le atrae el paisaje que le rodea y alguna leyenda que le cuentan sus compañeros sobre determinados accidentes geográficos, alguno de ellos por sus peculiares características. Daniel se centra más en las descripciones de los edificios en los que se instala junto con sus compañeros de batallón, según las órdenes que reciben de sus superiores, al igual que en las escasas visitas que puede hacer a algún pueblo al que se desplaza por determinadas razones. Sin embargo, lo que más me atrajo e impresionó, fueron las localizaciones que muestra Neila, porque decide recorrer los lugares en los que tuvieron lugar combates encarnizados en el mes de marzo de 1939, sobre todo en la Ciudad Lineal de Madrid, para imaginarse, según la información que tiene, el trayecto que tuvo que haber recorrido Juan Ausina desde que deciden enviar al frente a su batallón, para enfrentarse a las tropas fieles al coronel Segismundo Casado.

 Aquellos días de marzo es una muy buena novela que merece la pena leer, porque la trama gira en torno a la Memoria Histórica. Neila, la autora ficticia y narradora, tras escuchar con interés una historia que le relatan unos amigos durante una cena familiar, siente el impulso de investigar el pasado del joven soldado republicano Juan Ausina, de Calp (Alicante), porque tienen información de que falleció en Madrid, en la Guerra Civil Española, durante los primeros días del mes de marzo. Unos días en los que se enfrentaron diversas facciones republicanas, como adelanta la sinopsis. Pero el trabajo se le acumula porque recibe información que desconocía sobre este triste, duro y cruel período de nuestro pasado reciente, porque se sorprende ante un episidio del que nunca le había hablado su padre. Un pasado que guarda relación con un tío abuelo suyo que formó parte del ejército sublevado. A través de las cartas de los dos soldados la autora consigue que el lector se interese en todo momento por lo que sucede en ambas retaguardias, al alternarlos a lo largo de los 34 capítulos, más un epílogo y un apéndice en el que se estructura el desarrollo de esta novela. En la trama de Aquellos días de marzo se relatan episodios poco conocidos, como el golpe de Estado en el que el coronel Casado se rebela contra Negrín y sus partidarios, la constitución del Consejo Nacional de Defensa, o la llamada «semana del duro».

(Búnker Posición Jaca-Madrid)
Sara Mañero planifica y desarrolla una historia bien escrita y en la que se percibe su cuidado y directo estilo narrativo, al igual que el celo con el que lleva a cabo la exhaustiva labor documental realizada. Durante su lectura me acompañó en todo momento el recuerdo de la novela antibelicista de Enrich Maria Remarque, Sin novedad en el frentepor un par de personajes que se mencionan en las cartas que le envía a sus padres el soldado republicano Juan Ausina.   Una historia solvente y verosímil, relatada en primera persona, en la que se percibe el respeto con el que la escribe porque, como dice en la interesante entrevista que le hacen para la web del diario La Marina Plaza, «La ficción se ha puesto al servicio de una historia real. Soy muy respetuosa. Yo, en una novela histórica, no coloco en boca de mi personaje palabras que no ha dicho»




Biografía:




Sara Mañero es Licenciada en Filología Inglesa y Doctora en Filología Hispánica. Alfonso Martínez de Toledo ha centrado sus estudios y publicaciones académicas, desde su tesis doctoral, dando lugar a una monografía galardonada por la Real Academia. Como traductora, cuenta tanto con publicaciones de textos dramáticos y poéticos, como con adaptaciones teatrales.

En el campo de la narrativa, aborda temáticas variadas, aunque siempre con un trasfondo histórico. Mientras sorprendan los días, se sorprende en la vida de tres personajes a lo largo de una única jornada en las que su estilo se funden, mientras transitan entre presente y pasado. El sueño del árbol (reseña), novela de aprendizaje que indaga en la reciente historia de Filipinas a través de los ojos de un joven gallego, se desplaza entre las islas y Madrid, entre el protagonista y sus descendientes. Atrapando la luz (reseña), aborda el mundo de la fotografía y las campañas del Riff para rendir homenaje a las mujeres que se anticiparon a su tiempo. Del sol llegaron sombras (reseña) plantea una investigación policial que nos acerca a la conquista de Perú desde la mirada del Inca Garcilaso. En Todo a un tiempo (reseña) la búsqueda de un códice robado permite entrecruzar las vidas de los protagonistas actuales con las de unos amanuenses que nos ofrecen su testimonio sobre las relaciones cambiantes de las diversas comunidades que convivieron en nuestro suelo. En El rodar de un agua interminable (reseña) ofrece la memoria de dos mujeres que, cada una desde su época funden su historia con la Historia y nos sugieren en las necesidades de ahondar en las raíces de nuestro presente.


Nota: Datos técnicos, sinopsis y biografía de la autora tomados de la web de Samaruc Ediciones. Fotografía de Sara Mañero tomada de la web del diario La Marina Plaza, al igual que el fragmento resaltado en el último párrafo de esta reseña y la imagen de Calp.  Imagen de la Iglesia Nuestra Señora de la Concepción, de Madrid, tomada de la web Turismo Madrid. Imagen del búnker de la Posición Jaca en Madrid tomada de la web El Diario. Fragmento resaltado en cursiva en el primer pàrrafo, tomado de la web mpr.sede. gob.es.
















4 comentarios:

  1. Sigo sin leer nada de la autora. Ya tenía fichadita esta novela y tu excelente reseña me confirma que no la tengo que dejar pasar. A ver si consigo hacerle hueco.
    Besotes!!!

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  2. Hola Paco, de Sara leí Atrapando la luz y me encantó, no sé porque no he vuelto a leer nada de ella, aunque tengo sus novelas apuntadas. Besos.

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  3. Me gustó mucho, tanto como a ti, por lo que veo. Una pena que ese soldado fuese a una muerte sin sentido, y ese dolor continuo por la añoranza de su familia queda muy patente en sus cartas. Buena reseña. Besos

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  4. Hola Francisco!!
    Gracias por la recomendación, me alegro que te haya gustado.
    Besos💋💋💋

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